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Dos vidas diferentes, un mismo camino por Asato Hikaru

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Notas del capitulo:

Wolas!!! ^___^ capi nuevo, capi nuevo!!! *o* Diva_chan si el anterior te dejo sin palabras este lo volvera a hacer XD espero y te agrade ^^

Capitulo 6.

Peligro eminente. 

Habían llegado frente a una gran mansión, un hombre de uniforme fue quien les abrió y una elegante dama les recibió y guió hacia una habitación cuyo dueño era solo un niño. El pequeño que acompañaba al galeno se había mantenido al margen de todo lo que sucediera a su alrededor, después de todo ¿Qué caso tenía poner atención si su vida le fue destruida por ese mismo despreciable mal nacido? Y cuando creyó que nada más le importaba descubrió algo que lo alertó y le hizo sentir de nuevo un profundo miedo que invadir todo su ser y le hizo convulsionar…

 

- Kurosaki Hisoka –respondió el ojiverde al mirar directamente a los ojos del galeno y quedar hechizado ante esa profunda mirada platina.

 

- Hisoka ne? Es un nombre muy bonito… igual que tú –le acaricia suavemente la mejilla.

 

- Se… sensei –Hisoka no pudo evitar que un ligero rubor tiñera sus mejillas en vergüenza.

 

- “No… no… no puede ser… ese hombre va a… el quiere... quiere…” –Tsuzuki dejó caer el pesado maletín médico que Muraki le había hecho cargar todo el tiempo.

 

El ojiverde salió del trance en el que se había sumergido y miró perplejamente hacia donde provino aquel estruendoso ruido, el galeno miró asesinamente al pequeño de ojos violetas por haberlo interrumpido.

 

- … -Hisoka miraba ahora con interés a aquel extraño niño desde su llegada que no le había prestado atención.

 

- Disculpe joven Kurosaki –Muraki se levanta de la cama para ir donde Tsuzuki- pero que demonios es lo que pretendes maldito crío? –le espetó entre dientes al momento de agarrarlo con fuerza por el brazo.

 

- Ah… -gimió el pequeño por el fuerte agarre mientras negaba temerosamente.

 

- Mira, será mejor que no te metas en mis planes o la pagarás muy mal y sabes bien a que me refiero -el niño tembló ante la amenaza y lentamente asintió.

 

- Sensei pasa algo? –Hisoka inquirió intrigado al ver las reacciones de aquel niño.

 

- Iie… –Muraki le dijo con una sonrisa- el chico esta un poco asustado es su primer día de trabajo sabes y está nervioso pero no pasa nada ¿no es así Tsu-chan? –le palmea la cabeza.

 

- … -Tsuzuki asintió para afirmar que nada le pasaba.

 

Muraki regresa donde el niño ojiverde y se sienta para continuar donde se había quedado. Poco a poco fue acercando su mano con mala intensión, de pronto la puerta fue abierta y asomó la madre del niño.

- Kazutaka sensei ¿Cómo se encuentra mi hijo? –inquirió preocupada.

 

- Aun no termino de revisarlo –le respondió conteniendo el enojo por la nueva interrupción.

 

- Entiendo. Ano… sensei quiero pedirle un favor, acompáñeme.

 

- Hai.

 

Muraki salió al encuentro con la señora Korusaki dejando a Tsuzuki a solas con Hisoka.

 

- ¿En que puedo servirle Kurosaki-sama?

 

- Onegai llámeme por mi nombre… Aya, me hace sentir muy mayor con el formalismo.

 

- Como usted diga Aya-chan.

 

- Bien y ahora… abusando un poco de su confianza quiero preguntarle si podría quedarse un rato a hacerle compañía a mi hijo, tengo un compromiso importante y mi esposo llega hasta la noche.

 

- Si usted me lo pide y me lo permite, me quedaré con él –dijo en tono serio, mientras que en sus adentros sonreía ante la mejor oportunidad que se le estaba ofreciendo.

 

- Se lo agradezco mucho sensei –la mujer sonrió feliz.

 

- No hay de que –hizo una reverencia.

 

Del otro lado de la puerta el pequeño ojivioleta sin querer había escuchado toda la conversación, la puerta quedó entre abierta y eso le permitió escuchar… otro temblor invadió todo su ser… escucho pasos indicándole que tanto la mujer como el medico se alejaban de la habitación.

 

- “Masaka! Esa señora no se puede ir… tengo que hacer algo… si ella se va entonces ese monstruo le hará lo mismo… no… no… piensa Asato piensa!” –pensó desesperado.

 

- Oye niño ¿en serio te encuentras bien? –inquirió Hisoka al ver el pánico impreso en el rostro de aquel niño.

 

- “Puedo salir e impedir que ella se vaya… no… eso es demasiado arriesgado el monstruo me mataría… kami-sama qué hago!”

 

- Oye niño ¿me escuchaste? –volvió a preguntar sin obtener respuesta, comenzaba a exasperarse y decidió bajarse de la cama para acercarse a él- Hola… ¿me escuchas? –al no obtener respuesta de nuevo le tocó el brazo para hacerlo reaccionar.

 

Tsuzuki brincó y arrebató su brazo del susto provocado por el ligero contacto.

 

- Eh tranquilo, no te haré nada –Hisoka alejo su mano- solo quería llamar tu atención, he estado llamándote pero no me respondías –le aclaró- te ves muy asustado ¿te encuentras bien?

 

Tsuzuki negó temeroso entonces descubrió otra puerta y algo se le ocurrió, tomó del brazo al niño y comenzó a arrastrarlo hacia ella.

 

- Oye que te pasa, que haces!? –le dijo casi en un grito a lo que Tsuzuki le tapó su boca y le hizo un ademán para que guardara silencio- qué no te enseñaron a que debes responder cuando te hacen una pregunta? que mal educado y grosero eres, se nota que eres un baka y que tus padres no te dieron educación –espetó engreído.

 

Tsuzuki solo bajó la mirada sintiéndose humillado y herido, claro que tenía educación y si pudiera se defendería gritándole que no hablara sin saber, pero su garganta se negaba a emitir sonido el trauma de lo vivido le impedía hablar y no pudo evitar que un par de lágrimas corrieran por sus mejillas.

 

- O… oye lo… lo siento –Hisoka se sintió culpable- no debí decir eso.

 

No… no podía mostrar debilidad tenía algo importante que hacer, a pesar de que lo insultara y humillara no iba a permitir que ese niño pasara lo mismo que el, rápidamente se secó las lágrimas y lo tomo decidido de la mano. Pronto se escucharon pasos en la cercanía. Tsuzuki espantado corrió con el niño hacia aquella puerta y se encerró.

 

- Joven Kurosaki su madre me pidió que… -Muraki dejó las palabras al aire al notar que ni su nuevo juguete ni el anterior se encontraban en la habitación- Pero que demonios pasa aquí? –se da cuenta de que la habitación estaba vacía- Esto debió ser obra de ese crío imbécil.

 

El corazón de Asato latía velozmente, lo sabia… sabia que si el médico lo encontraba la iba a pasar muy mal… pero qué podía hacer? Buscó con la mirada alguna otra salida pero nada… y comenzaba a desesperarse.

 

- Sabes estas muy tenso… se nota que es tu primer día de trabajo, no sé por que nos escondemos aquí pero… -hace un ademán pensativo- ah… ven conmigo conozco un lugar que te ayudara a relajarte –lo toma de la mano para llevarlo.

 

- “No se supone que esta enfermo?” -Tsuzuki parpadeó confundido.

 

Hisoka caminó hacia una de las paredes de aquella habitación movió una falsa madera y una puerta oculta se abrió y cerró cuando hubieron entrado, caminaron por un pasillo brevemente iluminado por unas cuantas velas y al final llegaron a un hermoso prado cubierto de coloridas flores.

 

- A que es bonito verdad –sonrió orgulloso- No se lo digas a nadie pero es aquí donde vengo cada vez que tengo un mal día.

 

Tsuzuki miraba con maravilla, nunca en su corta vida había visto algún lugar similar, una suave brisa lo acogió y le hizo sentir una inmensa paz invadir todo su ser, inconscientemente extendió los brazos cual ave en libertad.

- Así que te ha gustado –Hisoka emitió una risita divertida y por respuesta solo recibió una gran sonrisa y una mirada llena de ilusión- eres muy callado sabes.

 

Asato separó sus labios en un nuevo intento por hablar..

 

- “No… no puedo… por mas que lo intento no puedo hablar” –bajó la mirada entristecido.

 

- Ah ya veo… no puedes hablar cierto?

 - “Que?” –Tsuzuki lo miró sorprendido- “A caso… a caso puede leer mis pensamientos?”  

- No es necesario que me lo digas, me he dado cuenta –respondió al notar la sorpresa del ojivioleta.

 

- “Entiendo… y yo que por un momento creí que… Asato eres un baka nadie puede leer los pensamientos” –se recriminó por su crearse una falsa esperanza- “Ya nadie puede escucharme… que caso tiene vivir” –volvió a entristecer.

 

Hisoka miraba en silencio a aquel niño que le acompañaba, notó en su triste mirar las ganas que tenía de llorar, una herida en sus labios y unas marcas amoratadas casi invisibles en su rostro parpadeó un par de veces, había visto bien? nuevamente lo miró con atención pero ahora no veía nada.

 

- “Q… que fue eso que vi?... parecían golpes… pero…-se dijo en un pensamiento y continuó observándolo- ya no están… –se restregó un poco los ojos- debió ser mi imaginación.” Eh? –de pronto reaccionó al sentir sus manos siendo tomadas por el otro niño.

 

- “Aunque no me puedas escuchar… gracias por traerme a este lugar” –lo miró con ojos llenos de gratitud.

 

- No me lo agradezcas… quieres saber por que te traje aquí? –recibió un movimiento afirmativo- por que… aquí nadie puede herirme –mirada sorprendida en los ojos violetas- lo de mi enfermedad es…

 

- Vaya, vaya, vaya pero miren nada más lo que me acabo de encontrar –interrumpió la estridente voz de Muraki.

 

Ambos niños brincaron en susto ¿Cómo fue que ese hombre los encontró?

 

- Tsuzuki-chan ¿a caso creíste que podías esconderte con el chico? Se nota que todavía no me conoces bien –sonrió torcidamente.

 

Ante esas palabras instintivamente Asato se puso frente a Hisoka con los brazos extendidos queriendo protegerlo.

 

- Así que quieres protegerlo ne. Pero que puede hacer un estúpido e imbécil crío como tú? –una estruendosa carcajada escapa de sus labios.

 

Un asustado Hisoka se pega al cuerpo de Asato.

 

- Ma… mamá –exclamó Hisoka en un hilo de voz.

 

- “No… no dejare que ese monstruo lo toque… prefiero morir antes de ver que lo dañe… no permitiré que lo ensucie como a mi” –Tsuzuki sintió una descarga de adrenalina invadir todo su cuerpo y tomando fuertemente de la mano de su protegido corrió con toda la energía brindada.

 

Muraki los vio pasar junto a él, ahí se mantuvo de pie sin hacer nada por detenerlos pero con una torcida sonrisa dibujada en sus labios.

 

- Cuanto tiempo les daré antes de atraparlos… diez, cinco minutos? –se preguntó en burla- mmm  no mejor que sean cinco… cuatro… -comenzó su cuenta regresiva empezando a caminar tranquilamente- Oh Tsuzuki-chan, no sabes lo que te espera mi linda y hermosa muñeca desobediente.

 

- “Kami-sama onegai desu no permitas que ese monstruo lo lastime… onegai a el no lo castigues como a mi… el no es un niño malo y sucio como yo… castígame a mi pero a el no…  ayúdenos” –imploró a los dioses el niño mientras corría desesperado de regreso a la mansión.

 

Una estruendosa carcajada voló con el viento hacia los oídos de ambos niños

 

- Kami-sama ayúdanos! –imploró un asustado y desesperado Hisoka.

 

Aun viéndose lejos ambos  podían sentir el peligro acercarse y el correr, por el momento era su única salvación pero ¿y después? En la mansión no había nadie, el servicio estaba de descanso y ambos padres se encontraban fuera, ojala kami-sama escuchara sus ruegos y se apiadara y les diera salvación. La entrada a la mansión ya estaba cerca e igual de cerca su perseguidor ¿y ahora qué pasará? Solo su dios lo decidirá, uno podrá librarse pero y el otro ¿también lo hará?

 

Continuará…

 
Notas finales:

Bueno esto ha sido todo, espero y les haya gustado el capi... Les informo que mi proxima actualizacion sera dentro de dos semanas... onegai no quieran matarme por esto pero esque me voy de viaje ^^U... y para los que gusten contactarme pueden hacerlo en: hikaru_knight_fire@hotmail.com con gusto leere y respondere sus mails y si quieren agregarme a su msn sería feliz ^^ 


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