FLAVIO
Después de algunas horas, llegamos por fin a la universidad, ya habíamos almorzado horas antes. Quería despejarme y alejarme de todos lo malos momentos que viví antes de venir a Los Ángeles. La universidad sería mi refugio por los próximos cuatro años que venían. Amo la carrera que elegí, pero estoy impaciente por terminar y, así, poder formar parte del negocio familiar.
No soy tonto, sé que hay algo más que una empresa que gana miles de millones. Mi hermano mayor dirige algo más que una distribuidora de automóviles. Era imposible que solo de eso ganáramos tantos millones. Mientras recorría los pasillos de mi nueva facultad recibí una llamada de mi hermano. Antes de coger la llamada Paula me dijo que iría a los servicios higiénicos y que no se demoraba nada. Obvio no le creí, las chicas siempre se demoran mucho, es como si hubiera un mini spa dentro porque cuando salían de allí parecía como si un profesional hubiera estado dentro en la espera de más clientela, pero debía haber colas y colas porque solo eso explicaba su extrema demora.
- Hey, Dimitri, ¿qué tal?- respondí
- Por fin logro comunicarme contigo, Flavio, ¿llegaste bien?- Mi hermano respondió con un tono de preocupación.
- Sí, justo ahora estoy viendo la universidad por dentro. No te imaginas lo grande que es, tiene tantas áreas verdes y…¿Dimitri?¿Sigues ahí?-pregunté. Escuché una discusión por la línea que me sobresaltó.
- Sí, perdón, he tenido algunos problemas con… el negocio. Me tengo que ir- contestó Dimitri rápidamente-, hablame cuando tengas tiempo.
- Okey-suspiró Flavio, algo había pasado y estaba esperando que mi hermano confiara un poco más en mi, pero nada había cambiado aún.- Estamos hablando- me despedí
Siempre había sido de esta manera, desde que mi hermano se posicionó como la cabeza de la familia, hace ya 6 años, yo había vivido en un ambiente totalmente diferente al suyo. Amaba y respetaba a mi hermano, pero me jodía que por el hecho de que yo sea gay, no me podía dar más confianza y responsabilidades. Fue una de las razones por las que decidí entrar a la universidad, quería demostrarle a Dimitri y a sí mismo que él estaba creciendo y que mantenerlo alejado de todo era una equivocación.
Repentinamente escuché música viniendo del otro pasillo. Me dió curiosidad y me acerqué. Sí, no me había equivocado, Ed sheeran estaba cantando Shape of you a través de un celular. Un chico estaba echado en los pastos detrás de los pasillos de mi nueva facultad. Como estaba echado no podría definir si era o no más alto que yo. A diferencia mía, él no usaba lentes y, además, su cabello era castaño claro, mientras que el mío era casi negro. Tampoco sabía si era nuevo o no, la edad mínima que un estudiante nuevo tiene para ingresar es de 19 años como Paulex y yo. Parecía de mi edad, aunque no estoy seguro. Si está echado ahí es porque conoce la facultad y tiene tiempo viniendo aquí porque al parecer se sentía como pedro en su casa, ¿verdad? De lo único que podría estar seguro es de que estudiaba negocios.
Sé reconocer cuando un chico esta bueno, y él definitivamente lo estaba. Si bien ahora no estoy interesado en relaciones casuales, y mucho menos serias, eso no significaba que no tenga ojos. El chico dormía con la cara en dirección al cielo. Cuando empezó a moverse para un costado, entré en pánico, sería muy raro que se despierte y vea que alguien le ha estado mirando todo el tiempo. Así que decidí irme lo más rápido que pude de ese lugar. Cuando me encontré con Paula, ella me miró con mala cara.
- Me abandonaste- declaró Paula
- Bueno te estabas tardando, y me distraje con una canción que venía del otro pasillo y fui hacia allá. Solo me dio curiosidad...- contesté, tratando de avanzar rápido.
-¿Y?- preguntó perspicaz Paula, sabía que ella me conocía demasiado bien como para que no se diera cuenta que le estaba guardando información.
-Eso es todo.
-¡Ya! Y yo soy Lady Gaga, espera te canto mi último sencillo. “You're giving me a million reasons to let you go... -cantó desafiando a posta.
-Basta, okey, ya entendí- le paré rápidamente.
-No me cambies de tema, tú no me puedes engañar, ¿qué pasó después?- y como dije Paula me conoce tan bien que era imposible tener secretos con ella
- Bueno, había un chico echado en el pasto, estaba durmiendo y…
- No me digas, te lo lanzaste como depredador, ¿verdad? Pero, ¡qué campeón tenemos aquí! Nunca me decepcionas Flavs- empezó a reírse Paula escandalosamente, lo cual hizo que varios chicos que pasaban por ahí voltearan a vernos.
-¿Qué?¡No!- se sonrojó Flavio.- No hice nada, solo me fui de ahí porque se empezó a mover y pensé que se estaba despertando, ya ni siquiera me acuerdo su cara- mentí. Paula me miraba con cara inquisitiva hasta que no pude más y desvié la mirada. Ella sabía que era un muy mal mentiroso y por eso no se había tragado mi cuento.
- Bueno de todos modos sigamos caminando, que aún no sabemos donde será la clase de inducción de mañana.- añadií rápidamente.
A la mañana siguiente fuimos a las oficinas de registro para que nos entregaran los horarios. Solo estaríamos juntos en el taller de inducción el cual era obligatorio para todos los nuevos ingresantes.
Paulex y yo estamos en diferentes carreras. Ella nunca quiso estudiar negocios; sin embargo, era por lo único que sus padres iban a pagar. Siempre ha tenido problemas con ellos con respecto a cómo y qué hacer con su vida. ¡Qué padres! Lo que salvó nuestra amistad fue que ella postuló y ganó una beca de danza en mi misma universidad.
Volviendo al tema familiar, durante estos últimos años he tratado de demostrarle a Dimitri que tengo la capacidad suficiente para ayudarlo, pero él cree que no estoy preparado. Lo he observado tantos años que sé cómo tratar a sus subordinados e incluso he memorizado su forma de “negociar” con los distribuidores. Más que negociar diría que él impone y amenaza. Además, una de las cualidades que siempre he admirado de él es que tiene capacidad de liderazgo y responde rápido ante cualquier tipo de problemas, y si algo puedo asegurar es que él no está al mando solo porque mis padres fallecieron. Sin embargo, aun así él sea la cabeza de la organización familiar, no tiene porqué trabajar solo y por eso estoy esforzándome, para ayudar.
En cuanto a mis padres, ellos fallecieron en un accidente automovilístico. Las investigaciones revelaron que la noche en la que regresaban a casa, luego de un largo viaje, nevó demasiado lo cual dificultó el manejo en la carretera. Nos dijeron que perdieron el control de la camioneta y terminó derrapando, cayendo por el acantilado que estaba aledaño a la carretera por donde iban. Nunca encontraron sus cuerpos, pero con los años, las esperanzas que teníamos al inicio se diluyeron como la nieve en otoño.
Como era muy pequeño cuando eso ocurrió, 12 años para ser exactos, no recuerdo muy bien las circunstancias. Dimitri estuvo siempre a mi lado después del accidente. Yo sabía que a partir de ese día un gran peso recaería sobre sus hombros y, por ello, quise aprender y crecer rápìdo para poder ser su apoyo en el futuro y no una carga. Dimitri nunca habla del accidente, lo quiero mucho y es una gran influencia para mí, pero es demasiado cerrado conmigo sobre muchas cosas. Ahora que lo pienso detenidamente, si mi familia siempre estuvo metida en negocios turbios difícilmente la muerte de mis padres fue un simple accidente automovilístico.