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Mi alfa. Mi pequeño omega. (Delic x Izaya) por Nira Tao

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Los días escolares de Izaya eran relativamente tranquilos, iba a la universidad, tomaba sus clases, al salir iba a las oficinas acompañado de Delic, molestaba por la tarde a Varona con sus inocente abrazos o "Cárgame Delili que ya me cansé" en frente de la omega, en la noche su abuelo lo llevaba a casa. Ya no veía tan seguido a Tsugaru en eso que estaba conquistando a su omega, solo se mandaban mensajes para saber cómo les iba y las veces que se quedaba en casa de los Heiwajima se quedaban hasta tarde jugando y luego él se iba a la habitación que Sakuraya le había preparado, por lo que ya no dormía con los cachorros. Sí, uno podía decir días tranquilos, pero como se dijo, era relativo.

En la universidad cuando no estaba en las seguras aulas con los profesores o en la biblioteca, solo se llamaba así por costumbre pero no contenía libros, solo bases de datos; en los pasillos vivía con el constante acoso de algunos omegas que lo intentaban menospreciar por ser "un simple cachorro de omega" que no pasaba por su primer celo, pero el moreno siempre les respondía.

-Y este simple "cachorro", roba las miradas de los alfas que cortejan- Izaya le guiñó el ojo a un alfa que pasaba casualmente, al instante este dejó salir sus feromonas y sonreírle con picardía- Y ustedes con toda su peste de necesitados, no logra hacer eso con un simple gesto... Qué pena- Ponía una mano en su boca dramáticamente- Si quieren les doy lecciones- Les guiñó el ojo a los omegas que estaba rojos de la rabia y vergüenza, dándoles la espalda meneando las caderas al caminar y con el sonido de sus tacones haciéndole compañía.

Eso era lo divertido, ver las reacciones de aquellos omegas, muy pocos los hacía llorar, eso le hacía partirse de la risa. Pero el problema más peligroso eran los alfas, cuando uno lo seguía hasta los baños o lo "acorralaba" en un pasillo le daba frente con sus navajas (ahora cargaba fácil una docena de tamaño compacto y sin mango), sino lograba ahuyentarlos con sus armas, tomaba la ventaja de su "pequeño" cuerpo para correr por los pasillos, tirarse por las escaleras de un salto hasta llegar al siguiente piso, y en casos más drásticos salía por las ventanas de algún segundo o tercer piso para aterrizar en los árboles cercanos. Hubo dos ocasiones en las cuales humo alfas que lo siguieron en manadas de tres o hasta cuatro, esas eran las peores, y ahí era cuando optaba por su "Plan D".

Apenas sentía que los alfas lo seguían por aquel aroma amenazante, al menos para él, sacaba su celular, mandaba un mensaje rápidamente, para luego voltear a ver a los alfas que detenían su andar para velos fijamente y salir corriendo. Si lograba encerrarse en algún salón vacio solo tenía que ponerle seguro a la puerta y esperar a escuchar sus gemidos de dolor, los golpes y el amenazante aroma a chocolate amargo, y cuando todo se detenía escuchaba los dos golpes y esa voz llamándolo.

-Ya puedes salir- Izaya abría la puerta para encontrarse al rubio con una camisa tipo polo color rosa y pantalones de mezclilla negro, vio a los alfas tirados en el suelo, pisándolos al salir.

-Esto es tan vergonzoso- Decía molesto chasqueando la lengua.

-Cuatro alfas es tu limita Izaya, ya puedes contra dos, pero dos de estos estaban en celo- Tomó la mochila de Izaya y ambos caminaron a la salida de la escuela- Este es el segundo grupo en el mes, ¿no?

-Sí, no quiero decirle al abuelo o a Shizuo-san, se preocuparán y querrán sacarme. Gracias de nuevo, te invito algo del restaurante que está cerca.

-Podemos comer si quieres, pero sabes que recompensa es la que deseo- Vio divertido al omega que ni se molestó en voltear a verlo, solo esperó a que le abrirá la puerta para entrar al pequeño local de comida- Sabes, los alfas se ponen de locos ahora que no has tenido tu primer celo, no quiero imaginar de cuando llegue... Espero que te dé en casa- Dijo serio y preocupado- Tal vez debería de marcarte apenas lo tengas~

-Umm... Si sigues protegiéndome de esta manera y tengo la mejor cita mañana con Tsu-chan... Tal vez te deje "ayudarme" con mi primer celo~- Izaya rió con malicia al ver como Delic casi se cae de la silla, pero no pudo decir nada ni saltarle encima de la emoción por que en ese momento un mesero beta los atendió.

Almorzaron tranquilamente, sin tocar de nuevo el tema, no porque no se diera, sino porque el moreno le había advertido al rubio que si le mencionaba algo sobre eso o insistía, no lo dejaría siquiera besarlo de nuevo, así que mejor hablaron de la escuela y sobre la cita que debía de planear Tsugaru, ya que ellos solo los seguirían. Cuando terminaron de comer, Delic pagó la cuenta y de nuevo se fueron a las oficinas a trabajar, y estaban seguros que no se verían en todo el día, su abuelo estaría con Izaya para que lo acompañara con las reuniones.

Izaya haría el verdadero papel de jefe ante los alfas asociados y su abuelo solo estaría ahí para apoyarlo si lo necesitaba o en el peor de los casos proteger a su nieto de aquellos lobos. En cuanto a Delic tenía que hacer unos encargos fuera, recorrer y verificar que la disquera Dreams de Ikebukuro estuviera en óptimas condiciones.

El joven omega la tuvo difícil, de los nueve alfas que estaban en la sala solo cinco le tomaban en serio, en cuanto a los otros cuatro lo abarrotaban de preguntas para "probarlo", y él sabía que con el más mínimo erros le echarían en cara que era ineficiente por solo ser un omega, pero estaba más que preparado, ya que aquel proyecto él lo tenía haciendo desde que tenía solo doce años y su padre lo supervisaba. Así que no había punto de error, tres de los cuatro alfas empezaba a interesarse en el desempeño del menor, tal vez pudiera realmente tomar el puesto de líder de los Orihara, pero aun así él vería de tener un alfa a su lado, ya sea por mera apariencia, para mantener su estatus y la tentadora idea de comprometer al omega con sus hijos era muy tentadora. Solo uno de los alfas se negaba rotundamente a seguir al omega.

Izaya con su más dulce sonrisa y duros ojos le dio a entender que si se iba ignorándolo como líder de los Orihara, los lazos que tenían se romperían y él se vería en la penosa situación de quebrar y que todo su imperio callera en un aproximado de tres meses, ya que la compañía lo abastecía de los mejores planos robóticos para construcción y los programas de seguridad que ellos tenían era la más eficiente, por no mencionar que los proveedores que él tenía todos eran gracias a los Orihara, y si se iba se iría sin nada. El pobre alfa estaba molesto, todo eso se lo dijo el niño, con números, estadísticas y gráficas, con un bufido dejó que el menos siguiera con su exposición de los espacios y becas para los practicantes que asistían a sus empresas.

-Estoy molido- Izaya se recostó en el sofá con la delicadeza de un león marino, escuchó a su abuelo reír entre dientes- ¿Qué es tan gracioso?

-De nada cariño- El alfa mayor se recargó en el respaldo del sofá observando a su nieto, veía como las dulces y delicadas facciones de su rostro empezaban a madurar por unas finas y delineadas- Izaya... tu celo...

-No lo digas abuelo, realmente no quiero pensar en eso ahora...

-Es inevitable cariño. Por favor, procura tener tus suspensores en sus bolsillos y no solo esas navajas- Izaya tragó duro, lo había descubierto- No me molesta lo de las navajas, es impresionante que aprendieras por ti mismo y no preguntaré por muchos detalles. Pero hazlo, carga los suspensores, he dejado aquí algunos en el primer cajón de la derecha, igual le daré algunos a Delic-kun.

-¿Por qué a él?- Vio extrañado a su abuelo.

-Todo este piso está marcado como su territorio, es obvio que te protege y confió en que lo hace también en la escuela- Izaya asintió- Shizuo-kun me contó sobre la razón de que marcara la oficina también; no lo negaré al inicio me molesté y me sentí amenazado, pero al ver que tú mismo se lo permitiste decidí pasarlo por alto... Pero... ¿Han hecho algo?- Izaya negó con la cabeza.

-¿Por quién me tomas abuelo? Si Tsu-chan estuviera más tiempo conmigo este lugar olería a él- Trató de sonar des interesado y seguro. Aunque analizando la situación, el aroma de Delic realmente se sentía apenas uno abría las puertas del elevador, todo su piso estaba marcado como su territorio y él estaba incluido, y no le desagradaba. Y pensando en la posibilidad de que ese lugar fuera marcado como el territorio de Tsugaru, como que no le tentaba mucho, sería como estar en una sala de té con Sakuraya y sentirse de lo más vulnerable.

-Solo quería asegurarme de que ese alfa no te estuviera obligando a nada- Izaya rió estridentemente.

-Abuelo, es más probable que yo termine torturando a Delic si intenta algo, que él pueda hacerme algo contra mi voluntad.

-Debo darte algo de razón, al fin y al cabo no eras una inocente y delicada margarita en un campo lleno de animales herbívoros...

-¿Cómo me vez?

-Como una rosa salvaje, la más hermosa de todas oculta en un gran matorral de espinas. Hermosa y tendedora, pero difícil de alcanzar por las espinas y el que logre llegar a la rosa terminará con más de una herida, si lo soporta será la más dulce recompensa que tendrá- Recitó, sacando una sonrisa a Izaya.

-Eres un romántico abuelo, ahora veo porque la abuela siempre está predispuesta a ti- Rió al ver a su abuelo levemente sonrojado- Los Orihara tenemos un pésimo carácter...

-Uno muy malo.

Ambos rieron, aun faltaban dos horas para irse a casa, el viejo alfa dejó solo a su nieto para que descansara un poco antes de volver a su hogar para hacer sus deberes de la universidad mientras él saludaría a algunos viejos colegas que rondaban las instalaciones. A los diez minutos que Izaya había cerrado los ojos para dormir una siesta, cuando escuchó la puerta abrirse y sentir el aroma a chocolate amargo inundar sus fosas nasales, siquiera abrió los ojos y sintió unos largos dedos acariciar sus cabellos.

-Ahora no... Quiero dormir un rato- Dijo en un susurro Izaya.

Delic no le prestó atención, sin esfuerzo alguno se metió al sillón acomodando al moreno sobre su pecho, con una mano rodeó su cintura y con la otra acariciaba sus cabello, hundiendo su nariz para apreciar su aroma. Izaya dejó que el mayor lo mimara, su cuerpo empezaba a relajarse y su mente a ponerse en blanco, se acurrucó un poco más contra el pecho del rubio y enredando sus piernas.

Su siesta duró casi dos horas, las cuales el joven omega sintió que solo había apenas cerrado los ojos, su sueño se vio perturbado por el gruñido y el aroma amenazante de Delic, se removió un poco entre los brazos que lo tenían apresado, se refregó los ojos intentando acoplarse a la luz y fue cuando vio a un alfa de cabello rojo en la entrada viéndolo fijamente, parecía ser de la misma edad que Delic, y ambos empezaban a gruñirse de manera aterradora.

-¿Quién eres y qué haces aquí?- Dijo serio Izaya sin hacer un intento de alejarse de Delic, su aroma no le agradaba.

-Alonzo D'angelo, Orihara-san me mandó a llamarlo para que nos acompañara a mi padre y a mí a una cena- Dijo dando un paso hacia adelante, adentrándose un poco a la habitación. Izaya se tensó al ver como Delic empezaba a soltarlo y ponerse en posición de ataque.

-Por favor salga- Izaya sujetó la camisa del rubio sin salir de sus brazos, obligándolo a mantenerte donde estaba, pues ahora estaban sentados en el sillón- Dígale a mi abuelo que un momento bajo.

-Me dijo que me acompañara...

-El dijo, que te largaras- Gruñó Delic con su voz de alfa, Izaya se estremeció pues nunca lo había escuchado usarla, y el pelirrojo gruñó bajo.

-Él viene conmigo- Contestó del mismo modo que Delic- Izaya...- El alfa no pudo seguir pues al instante una navaja pasó volando a un lado de su rostro cortando un par de cabellos.

-No te permitiré que uses tu voz contra mí- Dijo serio- Vete, yo bajaré después.

-Orihara-san dijo...

-¿Acaso eres sordo?- Izaya se puso de pie con Delic a su lado sin soltarlo- Soy el jefe de este lugar y este es mi territorio, obedece y espera abajo.

-No eres más que un simple omega...

-¿Y qué? Yo tengo más poder aquí que tú. Fuera- Tronó la boca al ver que el otro alfa no se movía, y Delic estaba a punto de saltarle encima, no quería ver su alfombra manchada de sangre por lo que a paso firme e ignorando los gruñidos de Delic, empujó al alfa fuera de su oficina y le cerró la puerta en a cara- Es tan molesto...

Izaya cerró los ojos molesto apoyándose contra la puerta, su dulce calma se fue a la miarda en cuestión de segundos. Abrió los ojos de golpe al escuchar como una mano se estrellaba a lado de su rostro y ver la morada ensombrecida del rubio, quien se había inclinado para quedar cara a cara, sin decir nada Delic besó de un modo agresivo a Izaya, lo tomó de la cintura y lo alzó para apresarlo entre la puerta y su cuerpo, el moreno rodeó el cuello y cintura del mayor con sus extremidades, dejándose llevar por el demandante beso. El aroma de aquel alfa los hizo sentir inquietos, Izaya de algún modo desprotegido y Delic retado, ambos dejaron que su instinto los dominara, el rubio marcando a su omega con sus feromonas y de algún modo  Izaya se sentía cómodo y protegido con aquella acción.

Jugaban con sus lenguas, lamian y mordían sus labios con rudeza, la saliva empezaba a escurrir por la comisura de sus labios, el alfa dejó a su omega respirar un poco para devorar su cuello, y fue cuando la parte racional de Izaya volvió a encenderse.

-Delic...- soltó un suspiro- Basta, mi abuelo...

-No...- Izaya se estremeció ante la voz de alfa, no de miedo, sino de algo más que le hizo sentir una corriente eléctrica.

-Delic...- Gimió al sentir como succionaba su clavícula dejando una notoria marca rojiza- Espera... Ah...- Izaya no sabía en qué momento Delic le había deshecho la corbata y abierto la mitad de su camisa, pues el chaleco que tenía no le permitió más.

-Maldición...- Gruñó molesto separándose un poco de Izaya y sacando su celular que empezaba a sonar constantemente- Es mi padre...- Izaya rió entre dientes.

-Te lo dije, nos esperan abajo- Aun estando entre la puerta y el cuerpo del rubio, se sujetaba de su cintura, empezó a arreglar su ropa.

-No quiero que vayas- Gruñó ocultando su rostro entre el cuello y hombro de Izaya, escuchando como este suspiraba.

-Tengo una idea...- Pero bájame primero, debo arreglar esto...- Señaló su ropa.

Una vez en el suelo, el moreno ordenó su ropa y cabello, alistó su mochila y se la dio a Delic, quien sin replicar a tomó, a paso lento salieron y se adentraron al elevador. Una vez dentro Izaya le pidió que lo cargara como hacía un momento, él fingiría estar muy cansado y por eso él lo cargaba, esa sería la excusa perfecta para que su abuelo desistiera de la cena con los D'angelo o como mínimo él podría ir a casa a hacer su tarea.

Cuando llegaron el viejo Orihara vio a si nieto en brazos del rubio, sus piernas colgaban, tenía los brazos ocultos entre sus pechos y con el rostro oculto en el cuello de Delic, él "despertó" a Izaya con un susurro de que ya estaba con su abuelo, recibiendo un quejido como respuesta y acurrucándose más en sus brazos. Shizuo y Torakichi se enternecieron ante la dulce escena, pues a sus ojos eran dos hermanos cuidándose el uno al otro, en cuanto a Alonzo quería dejar salir sus feromonas para desafiar de nuevo al rubio, pero se contuvo ante la presencia de los mayores.

-¿Estás muy cansado Izaya-chan?- Su abuelo se acercó.

-Sí~ - dijo con voz somnolienta.

-Entonces vamos a casa- Torakichi tomó la cintura de Izaya para llevarlo en brazos, pero vio como su nieto se tensaba y se aferraba a la camisa de Delic, y este estrechaba aun más al omega en sus brazos- ¿Izaya?- dijo confundido.

-Pe... Perdón, yo... Mejor camino al auto- Izaya se sorprendió por su acción, nunca había "rechazado" a su abuelo, eso le causó miedo- Delic...

-Lo siento- dijo en un susurro el rubio mientras bajaba a Izaya y le entregaba su mochila- Nos vemos mañana- Sonrió y se despidió de la mano del omega.

-Sí, nos vemos- Izaya inclinó la cabeza levemente, se acercó a los D'angelo e hizo una reverencia también- Lamento no aceptar su invitación, pero me temo que me encuentro agotado y... algo indispuesto en este momento.

-No te preocupes pequeño- Habló el D'angelo mayor- Debe ser duro para ti toda esta carga. Cuando estés mejor y te apetezca una buena comida italiana puedes venir a nuestro restaurante.

-Muchas gracias- Izaya se alejó de ese par y caminó hasta Shizuo para despedirse con un abrazos y recibiendo su clásico beso en la frente.

-Descansa Izaya, no te sobre exijas- Shizuo le sonrió cálidamente.

-Sí, nos vemos.

Izaya se fue junto a su abuelo a la mansión Orihara, quedándose solo los Heiwajima con los D'angelo, los alfas mayores hablaron un poco más antes de despedirse, en cuanto a los primogénitos de cada familia se retaban con la mirada, deseando degollarse el uno al otro.

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Ikebukuro, Sunshine City. Año 2135, Septiembre 9.

 

Un lujoso auto de color blanco se estacionó perfectamente frente al Sunshine City, un gran centro comercial que a pesar de los años este ha sido el principal centro de entretenimiento tanto para turistas como para locales. El teatro, modernizado, era de los más conocidos en el lugar, grandes presentaciones se representaban en ese lugar, desde óperas, musicales y el clásico Cuque du soleil. El acuario se mantenía, ahora con un mejor cuidado para los animales que en el siglo pasado. Las ferias fueron modernizadas a las de su tiempo, al igual que los cines, muchas tiendas permanecieron y otras fueron cambiando, pero el atractivo del lugar no se perdía.

-Hace mucho que no venía- Un joven omega de cabello negro, ojos rojos, amplia sonrisa que hacía dudar la inocencia del joven. Vestido con una camisa negra de manga corta, un abrigo negro con piel afelpada de color crema en los borde de las muñecas, parte baja y de la capucha, un par de pantalones cortos con un cinturón blanco, y sus botines de bajo tacón de color negro.

-Yo solo he venido una vez con mis primos- dijo una voz suave del otro omega que salía del auto. Este tenía los cabellos  negros, un mechón de su cabello cubría parte de su ojo izquierdo, ojos rojo brillante, y un semblante serio cambiaba con una dulce sonrisa solo al ver a su alfa. Vestía con una camisa negra con corte "V" en el cuello y con el borde de este de color rojo, tenía un abrigo muy parecido al del otro omega, solo que la piel de los bordes era de color rojo y las mangas eran un poco más largas ocultando sus manos, unos pantalones gris oscuro, zapatos negros y dos broches sencillos en forma de línea de color rojo en su cabello, del lado derecho.

-Te divertirás, podemos empezar con lo que tú quieras Roppi-san- Le dijo un rubio de ojos azules, un alfa. Vestía con una camisa blanca tipo polo, un saco casual de color azul, pantalones de mezclilla y mocasines negros. Tomó la mano del omega de ojos rojo brillante y se adentraron al lugar.

-¿Por qué te ves molesto?- El otro omega, metió las manos a los bolcillos de su abrigo y vio divertido al otro alfa rubio de ojos magenta, vestido con una camisa rosada de manga larga, arremangada por debajo de los codos, pantalones y zapatos blancos.

-ES tu gemelo...- Gruñó notando que el menor lo veía confundido- ¡Tsugaru solo buscó a alguien que se parecía a ti!

-¿En serio lo piensas?- Torció la boca viendo en dirección de la pareja que estaba viendo la gran pecera donde había una pareja de leones marinos dando vueltas por el estanque- Yo digo que se parece más a Sakuraya-san... Sus ojos son casi rosas. Y ni hablar de su personalidad, con solo verlo me da diabetes- Sacó la lengua al ver como Tsugaru le besaba la mejilla al otro omega y este se sonrojaba.

-Y tu atuendo...- susurró bajo, pero Izaya lo alcanzó a escuchar.

-¿Qué tiene? No traje la ropa victoriana para omegas. Al fin pude ponerme algo que no tuviera encaje y esa tela para novias que pica... El tul...- Aclaró al ver el rostro confundido del rubio.

-Ah... Pero pensé que preferías usar pantalón.

-Ya me acostumbre, además de este modo tengo una temperatura perfecta para mi cuerpo- Sonrió feliz- Vamos, que estoy seguro que querrán empezar con una película~

-¿Cómo estás tan seguro?- Ambos caminaron hacia la otra pareja.

-Tsu-chan se la pasó leyendo blogs para la cita perfecta, Yo le dije que solo salieran a donde quisieran- Levantó una mano restándole importancia- Pero el muy indeciso empezó a llorar diciendo que si lo llevaba a un lugar que a él le gustaba pero no a su omega haría que se aburrieran, y ni hablar del extremadamente tímido Roppi-chan.

-Ii-kun, hermano. ¿Está bien si vemos una película primero?- Tsugaru volteó a ver a la pareja que estaba de tras de de él y señaló el camino al área de cine.

-Te lo dije~ Debí apostar algo- Susurró y rió entre diente- ¡Es una buena idea Tsu-chan!- Se acercó de un salto el rubio menor- Ustedes decidan la película y compren las entradas, Delili y yo compraremos las palomitas, ¿alguna petición en especial?- Vio al rubio y a su omega.

-Eh... Algo dulce, por favor- Nervioso jugó con las mangas de su abrigo.

-Entendido- Izaya le guiñó el ojo y arrastró a Delic hasta el puesto de comida- ¿Qué te parece un juego?- Ambos estaban en la fila.

-¿Qué quieres jugar?- Sonrió divertido.

-Vamos a adivinar lo que ellos planean para la cita, el que acierte más veces será el ganador.

-¿Qué ganamos?

-Un día de hacer todo lo que el otro quiera. Es decir, jugaremos al esclavo- Puso un dedo en medio de sus labios que formaban una maliciosa sonrisa- Y cuando me refiero a todo lo que queramos, es todo, no hay límite.

-Es decir que si gano...- Se acercó a Izaya para susurrarle al oído- ¿Puedo pedirte hacerte el amor en tu primer celo?

-Eh... Eso es aprovecharse de más- Rió entre dientes, ignorando el escalofrío que recorrió su espina dorsal- Pero como quieras, solo... No me marques.

-Me parece justo- Ambos estrecharon sus manos con una mirada maliciosa, decididos a ganarle el uno al otro.

Después de comprar los combos de palomitas, dulces y refrescos, Izaya y Delic apostaron por el género de la película, el alfa dijo que sería una romántica, en cuanto al omega dijo que sería una comedia. El ganador de la primera contienda, fue Izaya. Delic se preguntó el por qué, si las primeras citas ameritaban la película más melosa, cursi y dramática con final feliz; Izaya le dijo que ambos eran demasiado tímidos como para elegir algo que los pusiera nerviosos como las muestras de amor de los protagonistas.

La película fue buena, tanto Izaya como Delic tenían un humor bastante cruel o al menos eso pensó la otra pareja alfa-omega, pues cuando los protagonistas se lastimaban de maneras horribles, para ellos, los otros serían a carcajada limpia. Al finalizar la función, volvieron a apostar de qué sería el siguiente paso, Delic apostó por el acuario, en cuanto a Izaya por las tiendas, el alfa ganó esa ronda.

El día paso bastante divertido para todos. En el acuario vieron la función de las orcas, Izaya quedó enamorado de los mamíferos, Roppi estaba feliz de poder alimentar a las nutrias se le hacían animales tan lindos y adorables. Tanto Tsugaru como Delic le compraron a sus citas un par de muñecos de felpa de los animales que les gustaron en la tienda de regalos, después de eso fueron a almorzar, ahí Izaya ganó la apuesta. Delic dijo que irían a un bistró, en cuanto al moreno dijo que terminarían yendo por hamburguesas.

-Tsu-chan...- Izaya jaló a su amigo hasta un lugar apartado del otro omega y del alfa mayor.

-¿Qué pasa Ii-kun, no te diviertes?

-No es eso.

-¿Entonces?

-Eres un lento- Izaya soltó un suspiro- Mira debe de tomarle la mano a Roppi-chan, así- Tomó la mano de su amigo y las entrelazó, al instante Tsugaru se sonrojó y negó con la cabeza- Oh, claro que sí, no seas cobarde y hazlo. ¡Se un alfa! Sino... Alguien te lo robará, mira- Izaya señaló con la cabeza como dos alfas de su edad se acercaban al solitario omega que se veía intimidado- Ve y compórtate como debes- Tomó a su amigo por los hombros, le dio la vuelta y le dio una patada para que fuera a rescatar a su omega.

-¿Crees que lo logre?- Delic salió detrás de un muro.

-Eres un chismoso... Pero sí, Tsu-chan puede ser tímido pero cuando quiere es un buen alfa. Además por cualquier cosa estamos aquí para cuidar de los niños.

-Tú también eres un niño- Se burló del moreno, apoyando su brazo sobre la cabeza del azabache.

-Quita...- Hizo a un lado al rubio y lo vio con un puchero molesto.

Tsugaru se impuso ante los dos alfas que molestaban a su cita, estos lo retaron con sus feromonas, pero el rubio prefirió ignorarlos tomando de la mano a Roppi para alejarlo del lugar, pero esos niños no se rendían empezaron a insultar a Tsugaru y luego a su omega, y fue cuando él se molestó dejando salir libremente sus feromonas, estos eran poderosos y denotaban un nivel de peligro que los niños no esperaban. Tsugaru les gruñó con su voz de alfa que los dejaran en paz, y estos solo lograron hacerse a un lado para que ellos pasaran.

-Lo siento, no debí dejarte solo- se disculpó Tsugaru cuando llegaron a la entrada del parque de tracciones.

-Está bien, gracias por ayudarme- El omega bajó la mirada nervioso- ¿Te... Te gusta Izaya-kun?- Tsugaru lo vio confundido- Digo... me parezco a él, y también parece que me elegiste por eso. Puedo ver que Izaya-kun es el omega de tu hermano mayor.

-¿Eh? ¿Qué? ¡No!- Tsugaru movió las manos nervioso- No pienso que te parezcas a Ii-kun, sus personalidades son completamente opuestas, además él es mi amigo...

-Pero es un omega...

-No importa, Ii-kun y yo no somos más que amigos. Incluso te puedo decir que lo veo como mi hermano, él es parte de mi familia- Tsugaru dejó salir sus feromonas para relajar a su omega, lo tomó de la mano para entrelazar sus dedos y juntar sus frentes- Quien me gusta, eres tú Roppi.

-Tú.... También me gustas, Tsugaru- Ambos se sonrieron levemente sonrojados.

-Oh, fue tan lindo, estoy orgulloso- Delic sacó un pañuelo para limpiar sus lágrimas invisibles. Él e Izaya estaban ocultos tras una gran maseta que tenía un arbusto de flores artificiales.

-Voy a vomitar... Pero ahora págame- Izaya vio con malicia al alfa.

-Eres un tramposo, tú estás controlando todos los escenarios.

-Detalles menores- Ambos salieron de su escondite y se dirigieron a la pareja que aun tenían las manos entrelazadas- Chicos, ya tenemos las entradas, vamos a divertirnos.

La primera hora se la pasaron juntos dando vueltas por los puestos de juegos y premios, los alfas conseguían los premios que sus omegas querían, Delic terminó "pagándole" a Izaya comprándole el helado más caro del lugar. Después de esa hora, Izaya y Roppi fueron al baño mientras los alfas los esperarían en el área de comida.

-¿Entonces no sientes nada por Tsugaru?- Le dijo Roppi nervioso al otro omega.

-Para nada, desde que nos conocimos no sentimos nada, más que amistad. Además ustedes son destinados, ¿o no?- Sonrió al ver como el omega se sonrojaba y asentía- Un consejo, se más decidido y dile a Tsu-chan lo que quieras, desde un poco de agua hasta un abrazo o beso. Él es tímido también y demasiado respetuoso, parece un abuelo... En fin, no por ser omega debes de ser sumiso siempre, nosotros también podemos ser fuertes- Izaya se detuvo frente a Roppi para darle algo de valor.

-Ah... Sí, gracias- Roppi sonrió, pero esa leve gesto desapareció en un instante viendo asustado a espaldas de Izaya, el moreno confundido vio lo que asustaba a su compañero y vio a tres alfas mayores que ellos.

-¿Qué quieren?- Habló Izaya poniéndose frente a Roppi.

-Oh, tenemos un omega valiente- Rió uno de los alfas, acercándose a Izaya- Um... Aun hueles a cachorro, esté aun es virgen, no ha pasado su primer celo.

-Izaya-kun- El moreno inspiró preocupado.

-Oye, este otro huele a rosas- Uno de los tres alfas se puso de tras de Roppi y lo tomó bruscamente del brazo haciendo que soltara un leve gemido de dolor- Y huele a otro alfa, pero es muy leve.

-Suéltenlo- Gruñó Izaya.

-Este niño se cree alfa, es adorable- Izaya vio molesto al que tenía a Roppi.

-Bien, se lo buscaron.

Los tres alfas rieron estridentemente, al ver el rostro serio de Izaya, en cuanto a Roppi parecí que estaba a punto de llorar. Pero la risa de los alfas se detuvo al ver que de la nada su amigo, el que tenía preso a omega de rojo, quedaba calvo, sorprendido y confundido el alfa soltó a Roppi que corrió hasta Izaya, se tocó la cabeza, confirmando que no tenía un solo cabello en la parte superior, solo su cuero cabelludo y el resto de su cabello estaba a los lados, justo como un viejo cuarentón.

-Ahora lárguense si no quieren quedar todos lampiños- Rió con malicia Izaya, los tres alfas vieron molestos a los omegas- Roppi... Corre.

-¿Qué?

-Que corras- Izaya empujó al moreno y esquivó a los tres alfas que querían agarrarlo.

Uno de ellos estaba por ir de tras de Roppi que emprendió la carrera, pero Izaya detuvo su andar lanzándole una navaja frente a él, los alfas molestos empezaron a perseguir a Izaya por el lugar, aunque habían personas que veían extraña la situación prefirieron no meterse, ni los de seguridad, los pobres betas se sentían intimidados por el aroma que despedían los tres alfas, por lo que tuvieron que llamar a la seguridad formada por alfas, pero les tomaría algo de tiempo llegar.

-Maldito mocoso, ya verás lo que te espera cuando te agarremos- Gritó uno de ellos.

Izaya esquivaba a los chicos y les lanzaba navajas para que se separaran y pudiera al menos golpear a uno solo. Pero al entrar un pasillo entre los puestos de juegos se detuvo, no sentía a nadie cerca de él, no podía fiarse en su aroma en ese momento, el lugar estaba repleto de muchas personas.

-Te tengo pequeño gatito- Izaya esquivó al alfa que saltó a sus espaldas, pero no vio que del otro lado ya lo esperaba otro, y sin poder hacer más que enterrarle la navaja en el brazo al que lo había sujetado, para luego caer de rodillas frente a los dos alfas con el tercero a su espalda.

-Eres bastante duro, pero así saben mejor los omegas- Tomó la mandíbula de Izaya con fuerza- Cuando despiden ese miedo al  ser tomados~

-Ya quisieran malditos cerdos- Izaya sonrió con cinismo, intentó buscar una nueva navaja en su bolsillo, pero se le habían agotado.

-¿Qué pasa gatito? ¿Se te terminaron la garras?- Los tres se rieron- Es hora de divertirnos.

Izaya se maldijo por lo bajo, esperaba que la seguridad lo apoyara o ganar tiempo para que los oficiales alfas llegaran en su ayuda, pero como siempre estos siempre eran los últimos en aparecer en escena. No sabía en dónde había quedado Roppi y menos si Tsugaru y Delic lo estuvieran buscando. Intentó analizar la situación para al menos escapar, pero era un pasillo muy angosto y los tres lo tenían completamente bloqueado.

El omega se tensó al sentir ese asqueroso aroma a alfa necesitado de los tres, arrugó la nariz con asco y vio con furia al alfa que tenía claros indicios de besarlo; lo mordería, apenas se acercada le arrancaría el labio o la lengua de una mordida. Pero el contacto  no llegó, al contrario un aroma a chocolate amargo inundó sus fosas nasales, causando que su cuerpo instintivamente se relajara, y el de los otros alfas se quedara quietos para luego mirar en dirección a donde provenía aquel desafío.

-Delic...- Izaya llamó al alfa con su voz de omega. Cubrió su boca sorprendido de él mismo. "Mi... Mi voz... No" Izaya sabía que ese llamado era para sus alfas cuando se sentían en peligro, y claro, él estaba en peligro pero no creía que a tal grado como para usar su voz.

-Mío-Rugió Delic llegando a paso firme y viendo con ira a los tres alfas que le gruñeron en respuesta.

-El omega es nuestro- Le respondía uno de los alfas.

Esta vez Delic no se contuvo, el llamado de Izaya lo había hecho dejar que su lado alfa tomara completo control de su cuerpo. Se lanzó contra los tres alfas para molerlos a golpes, sin importar que estos le respondieran del mismo modo, era como si no sintiera los golpes de los otros alfas, solo sonreía de manera sádica antes de regresarles el golpe con el doble de fuerza.

-Izaya...- Tsugaru llegó en ese momento para ayudarlo a ponerse de pie- Salgamos rápido.

Izaya vio confundido a Tsugaru y en la entrada del pasillo vio la cabeza de Roppi asomarse asustado por el enfrentamiento de os cuatro alfas. Apenas estuvieron fuera, el moreno se detuvo y volteó a ver de regreso al pasillo.

-Vámonos Izaya, mi hermano estará bien- Tsugaru intentó jalar de su muñeca para este se soltó de un tirón.

-¿Cómo me encontraron?- Dijo sin ver a la pareja.

-Roppi llegó corriendo a avisarnos, Delic fue el primero en salir corriendo, le dije que sería mejor usar el voceador, pero él afirmó que te encontraría por tu aroma. Pero hay demasiada gente y pensé que no llegaríamos a tiempo.

-Gracias- Izaya caminó de regreso al pasillo sintiendo aun el aroma amenazante de Delic y de un alfa más- ¡Delic! ¡Ven aquí!- Gritó llamando la atención de varias personas, se pudo escuchar un gruñido y luego un par de pasos acercándose, Tsugaru se preocupó de que fuera uno de los alfas, en especial porque Izaya estaba ahí parado como si nada.

-Izaya...- Dijo preocupado Tsugaru, pero luego respiró aliviado al ver a su hermano salir de ahí con la camisa des hecha, un moretón en la mejilla izquierda y el labio roto.

-¿Estás bien?-Izaya sacó un pañuelo, y poniéndose de puntitas limpió el labio del mayor.

-¿Tú estás bien?- Delic lo abrazó con fuerza, ocultando su rostro entre el cuello y hombro de Izaya- ¿No le hicieron algo?- Aspiró su aroma para confirmar que nadie lo había tocado.

-No me pasó nada, llegaste a tiempo- Izaya le devolvió el abrazo.

-Te dije que no enfrentaras a más de dos- Lo regañó al tiempo que le devolvía una de las navajas que estaba en el suelo del callejón- ¿Qué hubiera pasado si no llegaba a tiempo?

-El hubiera no existe- Sonrió altanero.

Aunque Izaya mostrara esa sonrisa por dentro esta infinitamente agradecido al destino porque el rubio si llegara a su encuentro, la verdad no quería pensar que hubiera pasado sino. Tan metido estaba en sus pensamientos que sentir como el mayor lo tomó de los hombros y lo acercó a su rostro lo sorprendió.

-Eh... Espera, Tsu...- No pudo seguir Delic lo calló con un feroz beso mientas lo sujetaba por la cintura. Aunque quisiera alejarlo, el tranquilizante aroma de Delic y su demandante beso le hizo olvidar por un momento en donde se encontraban.

-Muy bien es suficiente- Tsugaru jaló a Izaya de la capucha de su abrigo con fuerza para separarlos, ganándose un gruñido amenazante de parte de su hermano y a un Izaya amenazándolo con su última navaja- Ok, ok...

-Lo siento- Izaya se hizo a un lado y guardó su arma blanca- Tsu-chan~ - Izaya le sonrió de manera tétrica a su amigo.

-Eh, ¿Si, Ii-kun?- Tsugaru conocía esa sonrisa de su amigo, aquella que decía. "Si hablas te degolló"

-Lo que has visto... No ha pasado, ¿verdad?

-Nada, yo no he visto nada, Ii-kun- Rió nervioso.

-Buen chico. Ahora andando que estamos empezando a llamar mucho la atención- Izaya se acercó a Roppi, que pareció soltar un suspiro aliviado al verlo sin ningún rasguño- Lo hiciste bien, corriste más rápido de lo que pensé.

-Eres increíble Izaya-kun- La pequeña sonrisa de Roppi desapareció viendo serio al otro- ¿En serio no has tenido tu primer celo?- Izaya negó con la cabeza- Tienes quince igual que nosotros... ¿Cuándo los cumpliste?

-En el mes de Abril.

-¿Desde entonces estás con él?- Señaló con la mirada a Delic que jalaba las mejillas de su hermano como venganza pro interrumpirlo.

-Nos conocimos un mes antes de mi cumpleaños, pero no hemos estado besándonos hasta después de eso. Y no, Delic es al único que se lo permito.

-Ya veo- Volvió a sonreír- Es bueno saber que encontraste a tu destinado...

-¡¿Qué?! ¡No!- Gruñó con un leve sonrojo- Solo... Me divierto con él.

-Claro... Pero ten cuidado. Si tu celo no ha aparecido es posible que tu cuerpo se esté preparando para darle a él cachorros. Cuando entres en tu celo, es cuando tu cuerpo haya aceptado completamente a su alfa.

-Wow, wow. Tranquilo, yo no pienso tener cachorros. Tengo mucho trabajo que hacer en la compañía de mi familia.

-Lo sé, pero aun así, eres un omega. Y los instintos muchas veces pueden jugarnos muy malas jugadas. Procura cargar tus anticonceptivos y suspensores contigo siempre.

-¿De qué hablan?- Tsugaru se acercó a su omega con las mejillas rojas.

-Nada en especial. Solo de decía a Izaya-kun que es increíble- Roppi tomó la mano del rubio y lo guió a un puesto de comida.

-¿Sucedió algo?- Delic colocó una mano en la cabeza de Izaya.

-No... Vamos, quiero algo para comer- Izaya empezó a caminar frente a Delic.

Cuando re volvieron a reunir los cuatro, se sentaron en una pequeña mesita a comer unas papas fritas y banderillas. Entre risas de los más jóvenes Delic se dedicó a fumar un poco ignorando la charla de ellos, pero no pudo evitar notar como Izaya ponía una mano en su vientre, se calló por un momento, frunció el seño y apretó su camisa.

"Imposible, mi cuerpo no puede estarse preparando para eso... Debo de alejarme de Delic, yo no quiero" Mientras pensaba eso, en como alejarse del alfa, su omega interior parecía reacio a querer alejarse del rubio. Era un extraño sentimiento de confrontación interna que empezaba  molestarlo. Ver a Roppi estar dispuesto a todo por Tsugaru le hacía querer vomitar, él no era un delicado omega que esperaba por su alfa para que lo marcara y empezara a dar crías. No, él debía ser la cabeza de su familia, procurar que sus hermanas crecieran protegidas y con la mejor educación, proveerlas de todo lo que necesiten, tal y como... Un alfa, cosa que no era.

"Odio ser un omega"

-¿Te sientes mal?- Delic puso una mano en el hombro de Izaya, recibiendo un manotazo para alejarlo, confundido vio a Izaya fruncirle el seño.

-No- Dijo frío, con una sonrisa falsa llamó la atención de los otros dos- Vamos a jugar un poco más antes de que cierren.

Se subían a todas las atracciones posibles, Izaya y Delic no volvieron a jugar a "Qué decidiría la pareja esta vez", el alfa mayor notó que su omega lo ignoraba de manera olímpica parecía o estar de humor, en parte lo entendía, había sido atacado de la peor manera posible por tres alfas, sabía que el incidente no se lo diría a nadie y él tampoco lo haría. Prefirió por el momento dejarlo pasar y que Izaya hiciera su berrinche, ya al día siguiente más tranquilos todos hablaría con él.

--0--

Pero ese día nunca llegó, después de aquella cita Izaya no hablaba con él, ni siquiera en la escuela. Durante las clases que compartía, se sentaba con otro omega que estaba enlazado, eso causó el rumor de que ambos habían discutido, por lo cual los omegas solterones volvían a rodear al alfa rubio para ser rechazados por este mismo, en cuanto a Izaya cada vez que un alfa intentaba acercarse este ya no los alejaba o intimidaba con sutileza, apenas los veía los amenazaba con sus navajas.

En el trayecto de la universidad a la oficina Izaya caminaba lo más alejado de Delic, y cada vez que este intentaba acercarse Izaya lo amenazaba con la mirada y un gruñido, y si intentaba caminar a su lado él aumentaba el paso para alejarse. Durante el trabajo, solo le dejaba lo que tenía que hacer cuando Delic no estaba en su oficina y ya no lo dejaba entrar a la del omega. Aquella actitud arisca y reacia del omega al alfa rubio lo notaron todos, incluyendo Shizuo y su abuelo.

Aunque los mayores le preguntaba si Delic lo había molestado o algo, él decía que no era nada de eso, simplemente que necesitaba concentrarse en su trabajo y la escuela. Izaya poco a poco empezaba a encerrarse en su propio mundo. Shizuo le comentó a Torakichi que Izaya también había dejado de frecuentar su casa para ir a jugar con Tsugaru, y este mismo le aseguraba que Izaya ya no se conectaba para jugar ni respondía sus llamadas o mensajes, Torakichi igual le preguntó a los otros dos amigos de su nieto, y desafortunadamente descubrió que de igual manera, Izaya había dejado de convivir con Kadota y Shinra.

-Hijo has estado de esta manera por más de dos meses- Torakichi tenía de pie a Izaya frente a su escritorio en el estudio de la mansión Orihara- Ni siquiera fuiste a la fiesta de cumpleaños de Delic-kun- Vio a su nieto apretar los puños ante la mención del alfa. Soltó un suspiro- Dime la verdad Izaya, ¿Delic-kun te molesta? Puedo pedirle que se vaya o reubicarlo...

-¡No!- Se sorprendió él mismo por su reacción, se mordió el labio confundido- Digo, no es necesario, Delic es bueno en lo que hace y hace bien su trabajo, y su aroma en el pasillo mantiene a los otros alfas a raya...

-¿Entonces por qué dejaste de ser cercano a él y a tus demás amigos? He visto a Delic-kun con la intención de acercarse a ti pero tú lo rechazas, y tus amigos, siempre les das excusas para no salir con ellos.

-Lo siento, solo... Quiero hacer bien las cosas, he tenido un buen avance en tan poco tiempo que...

-Izaya, escucha cariño. Sí, en efecto, has tenido un avance impresionante en tus estudios y en la empresa y ya tienes a la mayoría de los socios de tu lado, pero no puedes dejar a tu amigos de lado. Ellos están ahí contigo cuando envejezcas- Sonrió cálidamente- ¿A quién vas a invitar para tu boca? ¿Quién será tu padrino?

-¿Boda?- Vio asustado a su abuelo.

-Bueno, realmente eso prefiero que pasen muchos años. Pero a la larga te enamorarás de alguien con quien desees formar una familia.

-¡Yo no pienso tener cachorros! ¡Y mucho menos depender de un alfa!- Gritó molesto, sorprendiendo a su abuelo por aquella gélida y afilada mirada de sus ojos y el normalmente apacible y dulce rostro se deformaba en uno de ira.

-¿Izaya?

-Aun no llega mi celo, y no me importa. Mejor para mi si jamás llega, yo no quiero...- Izaya sintió como unos cálidos brazos lo apresaban y el aroma a hierbas de su abuelo lo rodeó.

-Ya veo, así que de eso se trata- Se inclinó hasta la altura de Izaya, notando que tenía la mirada fría- No debes de temer a tu naturaleza Izaya, y mucho menor odiarla. Recuerda lo que tu padre de decía.

-No importa si eres alfa, beta u omega, tú eres un Orihara- Recitó en un murmullo las palabras de su padre.

-Así es. Es normal que estés asustado por la llegada de tu primer celo, y más al estar rodeados de alfas. Pero sabes bien que tus amigos y yo te estamos protegiendo. Cuando seas un adulto tú mismo decidirás si tener o no una familia. Pero es cuestión de tiempo para saberlo, ya que a la larga ese sentimiento y deseo de formar tu propia familia está ahí en tu corazón y alma.

-¿Porque soy un omega?

-No, porque eres humano. Además los alfas también tenemos esa debilidad de tener muchos cachorros con la persona que amas, con tu destinado- Torakichi se puso de pie- Cuando encuentres a tu pareja destinada sabrás a lo que me refiero.

-¿Cómo sé si he encontrado a mi destinado?

-Bueno, sientes ese deseo de estar siempre a su lado, saber que esa persona estará ahí para ti en las buenas y las malas... En tu caso- Rió entre dientes al recordar el mal carácter de su nieto- Aquella persona a la que le permitirás tocarte, aunque espero estar muerto para entonces y que tu tengas cuarenta años- Izaya rió nervioso.

Después de esa conversación Izaya se sintió un poco más relajado, había logrado que la conversación de desviara a duras penas de la mención del alfa. No sabía por qué algo dentro de él se aterró ante la idea de tener a Delic fuera de su vista, bien puede que lo ignoraba y todo pero aun así él sabía que el alfa lo mantenía en mira a sus espaldas y él hacía lo mismo. El terror de que su cuerpo no haya dado indicios de que su celo estuviera cerca lo ponía nervioso, lo normal era tener el celo a los quince y los que se atrasaban era por menor de un año, él ya había esperado ocho meses.

Aunque claro que su celo no haya aparecido en medio de la escuela fue un alivio para él, pero aun tenía el riesgo de que ocurriera en la oficina. Su omega interno lloraba porque su habitación ni su oficina tenían los aromas de Delic impregnado, se sentía "desprotegido", y esa era otra razón por la cual empezaba a estar de muy mal humor. Él era Orihara Izaya, el omega rebelde que le demostraría a todos lo alto que un omega puede llegar sin la compañía de un alfa. Hablaban muy poco con sus amigos, y con Tsugaru a penas y le contaba sus avances con su pareja, cosa que le alegraba al moreno.

-Estoy cansado de todo esto- Izaya se recostó a dormir- Al menos las vacaciones de invierno ya solo falta una semana- Vio en su celular la fecha que marcaba veintiocho de Noviembre.

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Corporación Orihara, Shinjuku. Año 2135, Diciembre 10.

 

Aunque Torakichi haya hablado con su nieto no vio que este cambiara su actitud, seguía evitando a los Heiwajima, a penas y salía a almorzar con Shizuo o aceptaba los almuerzos que Sakuraya le mandaba, pero no se acercaba más de lo debido a Delic y apenas y escuchaba que hablara con sus amigos. Con un suspiro derrotado Torakichi entró a la oficina de su nieto, porque él prácticamente ya no iba, lo vio modificando algunos planos en la mesa holográfica.

-Hijo...- Trató de llamar la atención de Izaya, pero este le contestó con un monosílabo- Dentro de dos días hay una fiesta, es la posada de la empresa.

-Sí lo sé, ya puse a Erika y Yumasaki para que hicieran todos los preparativos. Escogieron un buen salón...

-Eh, lo sé cariño, me mostraste todo. Pero no vine para eso... Izaya mírame- Dijo ya molesto, el omega levantó la vista serio- Ya es suficiente, ve a esa fiesta y diviértete, eres muy joven aun y actúas como un adulto. No quiero que más adelante te arrepientas en no haber disfrutado tu juventud. Puedes invitar a tus amigos si quieres, pero ve.

-Tengo cosas que hacer- Izaya bajó la mirada de nuevo a sus planos. Torakichi apagó el aparato recibiendo una mirada molesta del menor.

-He dicho que vas y punto. Tu abuela ya preparó tu atuendo...

-No quiero vestir con esos trajes victorianos, me basta usarlos aquí- Dijo sin emoción alguna.

-Usarás el traje que te regaló Sakuraya-san. Pero vas a esa fiesta.

-Bien, bien lo haré- Izaya suspiró cansado- Voy, "me divierto" y regreso a casa. Y no me obligarás a ir de nuevo, ¿trato?

-Me parece bien por el momento- Le dejó una pequeña caja blanca, donde se podía ver el sello de una pastelería de Ikebukuro- Mandaré a que te traigan un té, no te sobre esfuerces- Salió de la oficina-

-Una fiesta...- Izaya soltó un suspiro- Sabes que odio los dulces...- Abrió la caja y lo que había dentro casi hace a su omega interno llorar. Habían un par de macarrones de rosas con relleno de chocolate blanco a mentolado, los favoritos de su mamá, y una rebanada de pastel de chocolate, pero no cualquier chocolate, chocolate amargo suizo- Diablos, contrólate... No llores, no muestres emociones...- Suspiró tratando de que sus emociones no lo dominaran.

Izaya ya estaba al tanto de que la falta de su madre omega empezaba a afectarlo, no era lo mismo hablar de sus "problemas de omega" con su abuela o con Sakuraya, él necesitaba a su madre, otra cosa que odiaba los malditos cambios hormonales de adolescente. Y otra cosa que lo tenía molesto, su omega interno parecía sufrir, lloraba constantemente cada vez que pasaba de lado a Delic o bien cada vez que pasaba a lado de su oficina y la puerta estaba abierta dejando que el aroma de sus feromonas llegaran a él. Apretaba los dientes y en casos más extremos, se mordía el labio para que su voz no saliera llamando al alfa.

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Salón de fiestas, Hotel Hilton, Shinjuku. Año 2135, Diciembre 12.

 

Izaya al final terminó yendo a la fiesta, estaba a punto de usar de excusa de que se sentía mal, que tenía un resfriado pero su abuelo le dijo que si se sentía tan mal como alegaba le inyectarían un medicamente, al instante Izaya "se recuperó" mágicamente. Su abuela se esmeró por vestirlo adecuadamente para el evento al que asistiría, por esa noche ellos no lo acompañarían para que divirtiera como se debía después de tanto tiempo trabajando y estudiando a la vez.

El obsequio que había residido del omega con aroma a Sakura no era nada más ni menos que un Kimono, para ser más precisos un Furisode, un kimono vistoso, de mangas largas con diseños llamativos y vistosos que usan los omegas solteros. El furisode de Izaya era de color negro con un hermoso diseño en la parte inferior de flores rojas, detalles dorados y pequeños pétalos blancos, el obi era negro con líneas entre cruzadas de color blanco, la parte interna era roja y con la cinta mitad blanca y roja con una argolla dorada en el medio; a juego unas getas de plataforma negra brillante y las citas blancas con pequeñas flores rojas. Y para terminar su cabello bien peinado con un tocado de rosas rojas con un colgante de cuentas de piedras blancas y con hilos dorados.

Su abuela terminó por ponerle un poco de bálsamo en los labios rosa pálido para que no se notara mucho, para su suerte, pues pensó que le pondría una rojo llamativo, después de eso tuvo que posar y dejar que la mujer le tomara mil y un fotos solo, con ellos, con sus hermanas y una foto familiar. Terminó más cansando con eso y aun no iba a la fiesta.

Al llegar fue el centro de atención, desde que bajó del auto un beta lo había ayudado a bajarse, antes de irse se despidió de su abuelo y le entregó un pequeño bolso negro que iba a juego con su atuendo, le dijo que adentro estaba su celular, dinero y si era necesario sus suspensores, lo último solo le hizo una seña con las manos, que cuando estuviera cansado lo llamara y pasaría por él.

"¿Ya me puedo ir?" Pensó al ver como su abuelo se perdía en la esquina. Con un suspiro entró en compañía de aquel beta, era uno de los programadores que lo ayudaba en su proyecto, se llevaban bien.

-Te ves muy bien, Orihara-kun. Ven te presentaré a mi novia, muere por conocerte- El joven de cabello negro lo llevó ante una hermosa mujer con un vestido de color blanco.

Al inicio no fue tan malo, o al menos la primera media hora que estuvo con su compañero beta y su novia. Picó un poco a los bocadillos y tomó algo de ponche, no era tonto, sabía que había bebidas con alcohol así que de manera astuta las evitó todas. Izaya se sentía relativamente a salvo parado en una esquina apartada comiendo algo de sushi de atún picante, mientras veía a alfas coqueteando con las omegas, y los que ya estaban enlazados o emparentados habían llevado a sus parejas. Vio los grupitos formarse de un lado a otro, conversando, jugando y demás.

"¿Tal vez debí llamar a Dotachin o a Shinra?" Pensó mientras comía su último sushi y dejar el plato de papel en un cesto de basura, Tsugaru no era una opción ahora que ya tenía omega.

-Pero miren que tenemos aquí, parece que un cachorro se perdió- Izaya volteó a ver como alguien le hablaba para provocarlo, no tenía que adivinar de quien se trababa, esa peste y voz la conocía de memoria, realmente era odiosa.

-Varona...- Dijo sin expresión alguna.

-Oh, pero que cara tiene el cachorro- Rió entre dientes con sus inseparables amigos omega en sus flancos- Veo que te vistió tu abuela. Que tierno, un kimono para el cachorrito~- Volvió a reír junto a sus amigos.

-Al menos yo no visto como una ramera- Sonrió con cinismo al ver como los omegas lo veían sorprendidos y la rubia fruncía el seño- Creo que olvidaste el resto de tu vestido en el prostíbulo, pero no te preocupes te puedo comprar algo decente si quieres- Izaya vio a la omega rubio de pies a cabeza, con el diminuto vestido de color rosa pálido que le llegaba al ras de las nalgas y con un vulgar escote en "V" que no dejaba nada a la imaginación.

-Maldito mocoso- gruñó- No entiendo que ven en ti, no eres más que un cachorro omega que intenta ser un alfa, pero adivina qué. Jamás lo serás y tampoco tendrás a ningún alfa a tu lado con esa actitud que tienes.

-Yo no necesito a un alfa tan desesperadamente como tú- Izaya movió la mano restándole importancia a todo lo que la omega le decía, sin perder su sonrisa altanera.

Al final Izaya pasó entre el trió de omegas para dar una vuelta por el lugar y ves si conseguí con quien hablar por un rato o minino buscar un lugar tranquilo para jugar y ver su Tsugaru estaba conectado. Dejando atrás a una muy furiosa omega, sus amigos intentaron animarla diciendo que ella era hermosa y que todos babeaban por ella, además que solo eran las palabras de un niño.

No pasó mucho tiempo para Izaya y Varona notaran la presencia de cierto alfa, el moreno no se movió de su cómoda silla donde estaba jugando, tratando de ignorar el fuerte aroma a chocolate amargo combinado con una costosa colonia para alfas, en cuando a Varona, apenas sintió su presencia se lanzó a sus brazos, invitándolo a comer, bebes y bailar un poco.

Delic no pudo decir nada para rechazarla, esta al instante se colgó de su brazo y dejó salir sus feromonas para que solo la sintiera a ella. No pasaron ni diez minutos para que algo de buena música sonara para que todos se pusieran a bailar.

-Senpai, bailemos un rato para bajar la comida- El taconeo de Varona se hizo sonar en el lugar, dando a entender de que tenía para ella al alfa más apuesto de la compañía.

Delic no estaba nada como ni con ánimos, esos meses fueron una tortura para él, Izaya no se acercaba y cada vez que iba por él este escapaba. Aun lo vigilaba y protegía, al menos de lejos. Pero se sentía extraño el no poder besarlo, abrazarlo y tocarlo como antes, su alfa interno lloraba y gruñía por estar con su omega, él no pensaba asistir a la fiesta, pero su madre lo animó diciendo que se veía deprimido y que salir un rato a una fiesta lo animaría, por lo que le preparó sus ropas. Una camisa rosada con delgadas líneas negras verticales, corbata negra, saco y pantalones blancos, y zapatos blancos con suela rosada.

Izaya podía ver a la lejos como esos dos bailaba, su omega interno lloraba y él irritado intentaba ignorarlo, no se dejaría llevar por sus instintos.

Fuyugenshiki:

¿Estás bien? Estas fallando mucho

Kanra:

Sí, solo que no tengo buena conexión aquí.

Fuyugenshiki:

Este no es el siglo pasado, sabes que no es verdad. ¿Qué tienes?

Kanra:

Estoy en la posada de la empresa, estoy aburrido, solo vine porque mi abuelo me obligó...

Fuyugenshiki:

Eso no me suena a que sea algo que te tenga desconcentrado. Sabes que puedes decirme lo que sea.

Kanra:

Delic está aquí y está bailando con Zorona...

Izaya no recibió una respuesta después de eso, solo vio como el usuario de Tsugaru se desconectó y al instante tenía una llamada entrante, se alejó un poco del ruido, saliendo por la puerta que daba al pasillo para ir a la recepción y contestó.

-¿Qué paso?- Dijo recargándose en la pared a lado de la puerta.

-¿Mi hermano está bailando con esa omega que se acuesta con medio mundo?- Izaya tuvo que separar su celular del oído por tremendo grito.

-Calma, ya no yo estoy perdiendo la cabeza. Además es su vida, yo no soy quién para decirle con quien baila y con quién no.

-Ii-kun, estuve hablando con Roppi, y me contó lo que te dijo en la feria. Me dijo que tú y mi hermano posiblemente era destinados, yo también lo creo después de ver aquello "que no paso"- Ambos rieron por eso, pero Tsugaru volvió a hablar serio- Ii-kun que encuentres a tu alfa no significa que eres débil ni nada, solo te hará más fuerte, ¿por qué no lo ves de ese modo?

-Ya te lo dije, yo no necesito a nadie...

-¿Ni siquiera de nosotros tus amigos?- Izaya apretó los dientes- Mira, de verdad me gustaría que me dijeras que te tiene de esta manera, eres mi hermano de otra madre, ¿recuerdas?- Sonrió al escuchar la risa de Izaya.

-No debí de mostrarte esas películas- Suspiró y sonrió con tristeza- Calma, ya terminó el semestre, hay que ir a patinar o esquinar con los demás, parece que Shinra consiguió novia, o lo intenta.

-Es una gran idea, llama a tu abuelo que vaya por ti, y si quieres ven a mi casa y pasamos la noche jugando.

-¿Eh?~ ¿No se enojará tu omega?- Rió con malicia-

-Para nada, Roppi sabe que eres mi compañero de juegos- Ambos rieron suavemente- Avísame si llegaste a tu casa o bienes para acá.

-Está bien, nos vemos- Colgó, y en ese instante un alfa de fácil veintidós años lo vio, sus miradas chocaron, el alfa le sonrió cálidamente y le ofreció entrar de regreso a la fiesta.

-¿No deseas bailar un rato Orihara-kun?- Izaya alzó los hombros y aceptó la mano del alfa.

"Tal vez un baile no me haga daño, quiero desgastar algo de energía antes de irme a dormir" Izaya dejó su bolso en la mesa de bocadillos y se dejó guiar por el alfa.

La música era animada así que le fue sencillo bailar a pesar de usar el furisode, reía cuando el mayor le daba vueltas y lo ayudaba a seguir de nuevo el ritmo. Izaya no notó como un par de ojos magenta lo veían fijamente molesto, estaba gruñendo por lo bajo al verlo divertirse con otro.

Delic estaba realmente molesto, no había detectado el aroma de Izaya por culpa de las feromonas de la omega rubia que no lo dejaba ni a luz ni sombra, su aroma empezaba a fastidiarlo y hasta sentir cierta repulsión. Estaba por acercarse a su omega y reclamarlo, pero otro omega se le interpuso para bailar con él. Su paciencia estaba llegando a su límite, Izaya estaba a nada de él, ignorándolo y bailando con un alfa cualquiera.

Al acabar la música se dispuso a ir por su omega, pero de nuevo Varona se aferró a él, preguntándose de dónde diablos había aparecido, y la nueva canción era una lenta, por lo que sintió que su alfa estaba por apoderarse de su lado racional, no se contendría para matar al tipejo que sujetaba la cintura de Izaya y lo guidaba en un suave y elegante vals.

Pero lo siguiente dejó a muchos confundidos y descolocados, y la conmoción empezó a hacerse presente. Muchos omegas se sintieron amenazados, en especial los enlazados, los alfas con pareja arrugan la nariz con desagrado y ocultaban sus rostros en los cuellos de su parejas, en cuanto a los alfas solteros solo aspiraban el aire y babeaban desesperados buscando el origen del aroma. Delic se tensó en su lugar, sintiendo como su alfa interno empezaba a despertar, un aura amenazante lo envolvió al ver la mirada perdida de muchos. El aroma Moka invadió de golpe el lugar, con un toque de vainilla que lo hacía más que apetecible.

Izaya estaba asustado, por no decir aterrado. Estaba bien bailando cuando una oleada de calor le recorrió todo el cuerpo, sintió un escalofrío desde la pinta de los pies hasta la cabeza, sintió su respiración empezar a acelerarse y no era por estar bailando, y lo peor de todos, empezó a sentirse húmedo. "No, por favor ahora no" Lloró en su interior.

-Di... Disculpe, debo retirarme- Había dicho en un susurro al alfa para que lo soltada, debía ir por su suspensor que estaba en la mesa, al otro lado del salón.

-Delicioso- Izaya se estremeció y vio aterrado al alfa, sus cálidos y amables ojos ya no estaban, solo una mirada ensombrecida por la lujuria, relamiendo su labio y con el rostro peligrosamente cerca al del menor.

-No... ¡Suéltame!- Izaya intentó con toda sus fuerzas alejarlo, le dio un pisotón. Eso le dio el suficiente tiempo para alejarse y tratar de correr fuera de ese lugar. Lo más seguro era ir a la recepción y que le dieran un suspensor y le dejaran llamar a sus abuelos.

-A dónde vas omega- El gruñido de varios alfas lo tenía nervioso, sentía que no saldría bien parado de eso. Sentía las lágrimas asomarse en sus ojos, y cuando vio la mano de un alfa acercarse a él.

-¡Aléjense de mi omega! - El gruñido de un alfa se alzó entre la multitud. Se pudo ver a varios alfas ser lanzados sin cuidado alguno de un lado a otro, para que se apartaran de su camino.

Izaya tomó ese momento de distracción del alfa que lo sujetaba del brazo para rasguñarle el rostro y correr de nuevo a la puerta. Estaba a nada de tocar el picaporte cuando alguien lo abrazó por la espalda, un escalofrió le recorrió al sentir como le lamían el cuello, y no resistió más, dejó que si instinto lo guiara en ese momento.

-¡DELIC!- Izaya dejó salir su voz, estaba en peligro, estaba punto de ser marcada por un alfa que desconocía.

El gruñido y el sonido de una silla golpeando a otro objeto le hizo darse cuenta de que Delic lo había separado a tiempo, saltó sobre aquel alfa y empezó a molerlo a golpes en el rostro. Izaya estaba empezando a agitarse cada vez más, sentía como algo escurría de sus piernas, caminó hasta quedar de rodillas a lado del alfa rubio y le sujetó del saco blanco llamando su atención.

-Sácame de aquí...- Ya le importaba un carajo usar su voz, él solo quería sentirse a salvo y que nadie lo marcara. No quería estar ahí.

Delic tomó a Izaya en brazos dejando que sus feromonas lo rodearan, tanto para tranquilizar a Izaya como para alejar a cualquier alfa que intentara acercarse siquiera a ver a su omega. Sentía el cuerpo de Izaya temblar y muy caliente, sus mejillas estaban rojas y su respiración acelerada. Apresuró el paso y se acercó a la una recepcionista, pidió una llave de prisa, la joven omega comprendió la situación.

-¿Necesita suspensores?- dijo preocupada, el omega moreno no parecía estar en peligro, pues lo veía aferrarse a las ropas del rubio y aspirar su escancia desde su pecho.

-No gracias, yo tengo conmigo- Recibió una tarjeta de acceso y subió al primer elevador vació que vio- Tranquilo, pronto estarás bien- Dijo con voz ronca.

-¿Por qué?... ¿Una habitación?- Gimió al sentir como su piel rozaba la tela, estaba cada vez más sensible.

-No puedo sacarte a la calle, es muy peligroso. Esperaremos a que el suspensor haga efecto y luego te llevaré a casa- Delic trataba con todas sus fuerzas mantenerse cuerdo, no podía saltar sobre de Izaya de esa manera y aprovecharse, lo amaba.

-Delic...- Izaya gimió su nombre mientras salían del elevador.

La  habitación era un pequeño espacio el cual tenía un pasillo en la entrada, el baño estaba a pocos pasos a la derecha de la puerta con una tina de porcelana, una gran pantalla en la pared, debajo de esta un pequeño muele con varios compartimientos y frente a todo esto una gran cama de blancas sábanas y almohadas color crema. El aroma de Delic se esparció por el lugar, marcándolo como su territorio, pero apenas el alfa cerró la puerta y con Izaya aun en brazos no esperó que el omega rodeara su cuello con sus delgados brazos y y sus bocas chocaron.

-I... Izaya... No... -Delic intentaba no responder al beso del menor, pero este insistía, repartiendo besos en sus mejillas, nariz, lamiendo su barbilla y la comisura de sus labios- Rápido tu suspensor.

-No... No lo quiero, te quiero a ti- El rubio se estremeció ante aquella declaración, pero no, tenía que ser fuerte.

-Izaya...

-¿Acaso no me quieres?- Izaya sonaba herido, y lo veía con ojos de cachorro abandonado bajo la lluvia- Delic, yo quiero que tengas mi primer celo... Vamos, ya no aguanto- Izaya fue des haciendo la corbata del alfa mientras lamía su cuello- Se mío~

Y con eso Delic mandó al carajo todo. Temía que su padre lo castrara, pero ya no importaba deseaba a Izaya, lo deseaba tanto desde el primer día que sus ojos chocaron, deseaba corromperlo y romperlo para amoldarlo a su modo desde el primer beso que se dieron en el cumpleaños del menor, deseaba con tanto ahincó a Izaya desde que este lo empezó a ignorar, y fue ahí cuando comprendió que él quería a Izaya, lo amaba, era su pareja destinada. Diferencia de edad, eso ya no importaba solo tomar a Izaya y marcarlo como suyo para que nade más osar a tocarlo, sería de él y nade más que él.

Con un gruñido Delic acomodó a Izaya entre sus brazos y la puerta, sintiendo como con algo de trabajo el omega logró liberar sus piernas para enredarlas en su cintura; un beso demandante inició apenas estuvieron en una posición cómoda, Izaya lamía y mordía los labios del mayor, jugaban con sus lenguas dejando que ruidos húmedos y obscenos salieran de su beso. Izaya jalaba de los cabellos rubios de su alfa debido a la excitación.

Mientras se besaban, Delic aprovechó que el menor estaba bien sujeto entre su cuerpo y la puerta para empezar a deshacerse del obi de su furisode, debía de agradecerle a su madre por la elección de ropa, esa combinación de colores le quedaba endemoniadamente bien, era tan sexy y hermoso. Las telas empezaron a caer, y al igual que el rubio, Izaya no se quedó quieto, se encargó de mandar a volar la corbata y el saco de Delic y luego empezó a desabotonar su camisa, pasando sus delicados dedos en sus pectorales y luego ir bando por la línea de su abdomen, sonrió en medio del beso al escuchar como el rubio suspiraba y se estremecía ante su tacto.

-Oh Izaya~... - Delic rompió el beso para dejar respirar a su omega, empezó a repartir besos y lamidas en su mejilla, cuello y hombros.

Izaya gemía ante el tacto, sabía que aquellos besos dejaría huella a la mañana siguiente, pero no le importaba, él igual muy pronto marcaría su territorio. Un escalofrío le recorrió la columna en sentir las grandes manos de Delic pasearse sobre su pecho, gimió cuando pasó su pulgar sobre uno de sus pezones, estaban endemoniadamente sensible.  Y para deleite del mayor siguió con descenso de besos hasta capturar uno de sus botones rosas entre sus labios. Gritó de placer al sentir la húmeda lengua rodearlo y luego ser jalado "gentilmente" por aquellos dientes.

Delic cargó a Izaya amasando su tierno trasero y caminó hasta el pasillo para, de nuevo, poner a Izaya entre la pared y su cuerpo.

-Sujétate- Le susurró contra su cuello. Confundido Izaya no se movió, pero Delic tomó uno de sus muslos y des hizo el agarre en su cintura, con una muda señal le mostró que debía de sujetarse del estrecho pasillo, sujetándose con su espalda y los pies- Resiste.

Izaya no comprendió pero después supo a lo que se refería. Sintió sus piernas temblar, Delic tenía más libertad para tocarlo, aventuró una mano entre las ropas y sus piernas tocando su erecto miembro apresando en la delicada ropa interior, un bóxer negro con encaje blanco en la parte superior. Izaya gimió al ser tocado por sobre la tela, y más se sorprendió al ver a Delic inclinarse sobre sus rodillas, acomodar las piernas del omega a sus hombros y de ese modo lograr que su rostro se perdiera entre los pliegues del furisode.

Delic lamió con descaro el pequeño pene de su omega sobre la tela, escuchando como este gemía y su cuerpo vibraba con cada roce. Hizo a un lado la tela de la ropa interior, dejándolo libre, exhaló sobre su glande para luego dar la primera lamida, Izaya soltó un chillido sintiendo que su vista se nublaba por el placer. La lengua del alfa subía y bajaba por toda su longitud, cuando sintió que ya estaba un poco más húmedo con su saliva lo metió de una sola vez a su boca, fue entonces que Izaya gimió audiblemente, aquel movimiento de mete y saca de aquel cálido y húmedo lugar, empezaba a calentarlo cada vez más, si era posible, dejó salir sus feromonas dándole a entender a su alfa que le gustaba lo que había.

El rubio siguió con su labor de hacerle la felación a su omega, él nunca había hecho algo como eso, nunca se había preocupado por complacer y hacer sentir bien a un omega, Izaya era el primero. Sintió el cuerpo de Izaya tensarse, estaba a punto de terminar por lo que pasó uno de sus dedos por la zona húmeda de su ropa interior, estaba empapada, y con maestría hizo a un lado aquella tela rozando la pequeña y virginal entrada de Izaya con un dedo, este se estremeció ante el contacto sintiendo como empezaba a lubricarse cada vez más. Metió un dedo de golpe, sintiendo como Izaya se corría en su interior soltando un grito de placer combinado con su nombre. Se tomó toda la escancia de su omega.

-Delicioso- Se relamió los labios, sacó el dedo el cual estaba completamente húmedo- Mira esto Izaya, estás listo para mi~

-Ci... Cierra la boca- Izaya gruñó al sentir se vacía, aquella intromisión lo hizo sentirse bien, y quería más, mucho más- Sigue... quiero más.

-Como ordene su majestad.

Delic puso a Izaya en el suelo en cuatro, el menor se preguntó de por qué no usar la cama, él le contestó que eso sería para el final, que primero jugarían un poco. Izaya se aferraba a las mangas de su furisode todo des hecho, sentía como el dedo de Delic entraba y salía con una gran facilidad de su interior, sus jadeos y suspiros de satisfacción hinchaban de orgullo a su alfa, pues sabía que hacía un buen trabajo. El solitario dígito se volvió dos, haciendo que Izaya se tensara.

-Duele...- Se quejó.

-Solo será un momento- Delic siguió con su tarea, sin detener aquel vaivén.

A los pocos segundo Izaya estaba moviendo sus cadera contra la mano del rubio, con una sonrisa empezó a hacer un movimiento de tijeras en su interior, necesitaba dilatarlo para la hora de entrar y anudarse. Al mover los dedos en un ángulo más abajo sintió como el cuerpo de Izaya apresaba sus dedos, lo succionaban y se estremecía, todo a la vez seguido de un agudo gemido.

-Lo encontré- Izaya no sabía a lo que se refería, pero el rubio siguió tocando aquello que lo hacía delirar, en medio de aquel toqueteo no sintió como un tercer dedo se adentraba, ya no sentía dolor solo placer y quería más.

-Delic... voy... Voy a~... Ah~-Izaya no tuvo que decir más, el rubio siguió tocando en su cielo de un modo agresivo al mismo tiempo que lo masturbaba, causando que estallara por segunda vez. Con la respiración agitada, el pecho en el suelo y su trasero al aire, vio de reojo como Delic lamía sus fluidos- ¿Y tú?

-¿Quieres intentar algo antes de que entre?- Delic lo vio con malicia mientras abría el botón y la bragueta de su pantalón, liberando su miembro. Sonrió ladino al ver los ojos de Izaya agrandarse al verlo.

Izaya no dijo nada, se acercó a gatas hasta el rubio, estiró una mano para tocar aquello que estaría en su interior. Delic le daba la opción de conocerlo antes de ser devorado; era grande, húmedo y cálido a tacto, sus pequeñas manos no podían cubrirlo, la curiosidad y el instinto lo guió a hacer lo siguiente. Pasó su lengua sobre el glande del mayor, sintiendo como este se tensaba, lo vio fijamente, sus ojos magenta estaban ensombrecidos por el placer, sonrió con malicia al saber que él provocaba eso en el rubio.

Siguió con su exploración el moreno, lamía desde la punta hasta la base, moviendo en círculos su lengua en la punta, jugando con el pequeño orificio, para volver a bajar y lamer donde se veía la pequeña protuberancia del nudo, sabía que ese se inflaría una vez Delic se corriera en su interior, un escalofrío le recorrió el solo pensar en eso. Metió el pene del rubio a su boca, sin apartar la mirada de los ojos de su alfa, su boca no podía cubrir todo el miembro ajeno por lo que usó sus manos para masajear el área que no cubría.

-Es suficiente- Delic lo apartó suavemente para acomodarlo en cuatro de nuevo, con su linda entrada rosada y húmeda frente a él- Eres tan lindo Izaya~- Pasó su lengua en el pequeño orificio del omega, causando que se estremeciera y gimiera audiblemente.

Siguió lamiendo y adentrando su lengua simulando penetraciones, Izaya sentía como sus piernas temblaban, aquellas intromisiones ya no le bastaban, quería más, deseaba que el alfa estuviera en su interior, su cuerpo lo llamaba sus feromonas inundaban la habitación. Podía sentir su lubricación escurrir entre sus piernas combinado con la saliva de Delic.

-Ya no puedo más... Te quiero dentro, Delic~

El rubio no hizo esperar más a su omega, él igual se sentía en su límite. Separó sus nalgas con una mano y con la otra acomodó su virilidad para poder penetrarlo, apenas metió la punta y sintió ese lugar cálido y húmedo llamarlo, al igual que Izaya gruñó por lo bajo con la excitación. No pudo más, aun sabiendo que era la primera vez de su omega, su instinto le ganó, entrando de una sola vez, causando que el moreno gritara de dolor y placer.

Izaya sintió como su interior era invadido abruptamente, se sentía lleno pero aun así dolía un poco, su pecho estaba contra el suelo, su boca entre abierta con la respiración agitada y con un hilo de saliva escurrir en la comisura de sus labios. Sintió al alfa aferrar sus manos en sus caderas, y un gruñido escapar de sus labios, se estaba conteniendo al menos para que le diera algo de tiempo para acostumbrarse.

Apenas logró recular su respiración movió un poco las caderas avisándole a su alfa que ya se podía mover. El vaivén empezó lento, pausando, Delic buscaba que su omega disfrutara, lo conociera, así como él.

-Izaya... Ah...- Delic soltó una de sus manos de las caderas de Izaya para poder tomar la de su omega, acomodando su pecho en la espalda del menor, respirando contra su cuello, sintiendo ese fuerte aroma a moka- Mío... Eres todo mío- Gruñó al sentir como era apretado.

-Eso... Ah... Debería decirlo yo... Únicamente me perteneces a mi Delic, ¿Comprendes?- Izaya volteó el rostro viendo al rubio con los ojos afilados.

Delic se estremeció, esa rojiza mirada no solo mostraba el placer y el deseo, sino una sed de sangre de que si alguien se acercaba a él con otras intenciones se encargaría de degollarlo. Sonrió ladino, su omega tenía un carácter fuerte y un temperamento de temer, le gustaba; en esa misma posición  se besaron jugando con sus lenguas.

El beso fue interrumpido por Izaya quien tuvo que separarse para soltar un jadeo, por la dura estucada que recibió, Delic ya no se contendría y empezó a arremeter contra el joven cuerpo de Izaya. Esa posición no duró mucho, salió del interior del menor, ganándose una mirada de odio a la cual retó con una sonrisa maliciosa, tomó a Izaya en brazos y de nuevo lo acorraló entre la pared y su cuerpo.

-Te gusta de este modo, ¿no? ¡Ah!- Izaya gimió al ser penetrado de una sola vez y sin dejarlo respirar fue penetrado con rapidez.

-Ah... Como no tienes idea. Te ves perfecto así- Delic veía a Izaya con el furisode resbalando por sus hombros, dejando ver las marcas de sus besos y su pecho perlado de sudor, su rostro sonrojeado mientras respiraba entrecortadamente, sus ojos rubí brillando de placer; mientras lo sujetaba de sus caderas veía las hermosas piernas de su omega y con la tela del furisode pasar por ellas, las medias y una de las getas se había caído, una vista de lo más erótica, era como hacerle el amor a una Geisha, pero eso era mil veces mejor.

Delic se detuvo al sentir como Izaya lo aprisionaba y succionaba, estaba a punto de venirse y lo sabía, caminó hasta la cama y lo recostó boca arriba, y sin salir de su interior siguió con aquel erótico movimiento de caderas, escuchando como la cama se quejaba, el choque de sus pieles y el chapoteo que causaba el mismo movimiento. Izaya gemía  y arañaba la espalda del rubio, besaba su cuello para dejarle notables mordidas, marcaría todo su cuerpo de ser necesario, para enseñarle a esos insignificantes omegas que el rubio era suyo.

-Izaya, estoy a punto...

-Yo también- Gimió al sentir como Delic de nuevo salía de su interior y lo volvía a acomodar boca abajo- ¡Ah! ¡Ahí!  ¡Más!

Izaya gritó al sentir como de una sola estocada Delic volvía a encontrar su punto del cielo, el mayor siguió apuntando a ese lugar, si quería que Izaya se corriera únicamente con eso sin necesidad de tocarlo. Sus respiraciones estaba agitadas, Izaya mordía y se aferraba a las sábanas, sentía sus piernas estremecerse, una corriente eléctrica que iniciaba en la punta de sus dedos de los pies hasta su abdomen bajo lo estaba enloqueciendo, ese orgasmo sería mucho más poderoso y gratificante que los primeros que tuvo.

Delic siguió complaciendo a su omega, él igual estaba al límite, se recostó sobre la espalada de Izaya, la presión en su miembro ya era insoportable. Con una mano Delic tomó una de las de Izaya entrelazando sus dedos, y con la otra tomó su cabeza para que no la moviera, lamió el cuello del moreno intentando apartar los pequeños cabellos rebeldes, dejó al aire sus colmillo y al mismo tiempo que se anudaba en el interior de Izaya lo mordió con fuerza.

-¡AH! ¡NO!- Izaya gritó de dolor y placer, el nudo y la mordida dolían, pero con eso mismo había llegado al orgasmo sintiéndose completamente liberado. Intentó moverse, pero el alfa no lo soltaba- Suéltame...- le gruñó.

-Aun no, estamos anudados- Delic lamió la mordida que le había dado a Izaya- Ahora eres completamente mío, mi pequeño omega~

-Eres un idiota, no quería que me marcaras- Lo vio enojado.

-Es inevitable, eres mío. No quiero que nada te toque y de este modo estarás a salvo. No te preocupes, tomaré toda la responsabilidad- Sonrió con malicia ante la morada de odio de su omega, la cual tenía un brillo diferente, era su omega interno que estaba feliz y satisfecho.

-No pienso tener tus cachorro...- Izaya le dijo con burla, pensando que ese sería un golpe bajo para el alfa. Aunque se sintiera bien por estar marcado, no quería ser madre.

-Aun no- Besó su cuello antes de salir de su interior. Se acostó a su lado y lo abrazó, dejando que descansara sobre su pecho- Podemos esperar a eso, por ahora quiero tenerte solo para mí- Lamió la mejilla sonrojada del moreno- Te daré el anticonceptivo en la mañana, no te preocupes.

-¿Por qué en la mañana?- Lo vio confundido.

-Puede que haya calmado tu celo por ahora, pero más tarde querrás otra ronda. Así que aprovecha para dormir- Izaya no dijo nada, solo tronó la boca y se acomodó mejor entre las sabanas y el cálido pecho de su alfa, el aroma lo relajaba y olvidando todo se dejó ir a los brazos de Morfeo.

--0--

A la mañana siguiente Izaya se sentó de golpe, cosa que fue mala idea, sintió un fuerte dolor en la parte baja de su espalda, maldijo por lo bajo y vio a su alrededor. Estaba en el cuarto de un hotel, algo en su cerebro hizo clic y recordó todo lo que había pasado la noche anterior, automáticamente llevó una mano a la parte trasera de su cuello, y ahí lo sintió la cicatriz de la marca que Delic le hizo, gruñó molesto por dejarse llevar por su omega, pero en eso se dio cuenta que estaba solo en la gran cama, aun si la habitación estaba impregnado del aroma de Delic este no estaba en la habitación.

-¿Dónde se habrá metido?- Vio que en la mesita de noche que estaba su lado habían un par de pastillas, un vaso de agua y su bolso.

Con calma tomó los anticonceptivos, con la marca en su cuello no necesitaría los suspensores, el aroma de Delic lo marcaba así que estaba fuera de peligro de que otro alfa quisiera atacarlo. Tomó su celular y se acostó boca abajo, notó los diez mil mensajes de su abuelo y Tsugaru. Su abuelo parecía preocupado porque nunca lo llamó, pero después le dijo que le mandara un mensaje cuando despertara que Tsugaru le había dicho que pasó la noche con Roppi, a palabras del oji azul, su amigo omega. Confundido revisó los mensajes de su amigo, igual estaba preocupado al inicio, después le dijo que Delic le habló y le contó un poco la situación y que lo cubriría. Sonrió con malicia, le avisó a su abuelo que estaba despertando y que lo vería después en la oficina, después le marcó a Tsugaru para contarle todo.

-¡¿QUE HICISTE?! ¡ESTAS LOCO! ¡MATARÉ A MI HERMANO!- Gritó Tsugaru desde el otro lado, agradecía que estaba hasta el otro lado de la mansión y sus padres no lo habían escuchado.

-Solo hice lo que quise, y lo de estar loco no es nada nuevo- Rió entre dientes- Y su tocas a mi alfa Tsu-chan, no me importará que seas mi amigo, te romperé las manos~

-Eres aterrador... Ahora veo porque eres el destinado de mi hermano, ambos son sádicos.- Tsugaru suspiró aliviado, y feliz que al fin su hermano encontrara a su pareja, y aunque era extraño que saliera con su amigo, lo aceptaba, era feliz por ambos- ¿Cómo se lo dirán a los demás? No creo que a tu abuelo le agrade la sorpresa...

-Ya me las ingeniaré...

-¿Con quién hablas?- Izaya sonrió al sentir las feromonas amenazantes de su alfa. Lo vio de pie a su lado, le sonrió con malicia.

-Con mi amante~- Rió al ver como Delic le arrebataba el celular.

-¿Quién eres?

-Buenos días hermano- Delic soltó un suspiro, solo era su hermano- Me debes algo por lo de anoche~

-Estas aprendiendo de Izaya... ¿Qué quieres?

-Convence a mamá y a papá de que me dejen tomar clases de manejo, quiero un auto o una moto.

-Hecho- Le devolvió el teléfono a su omega.

-Nos vemos después Tsu-chan, saluda a Roppi-chan de mi parte- Colgó y vio a Delic tenderle una bolsa.

-Tu ropa estaba arruinada, te traje nueva. Toma un baño y luego iremos a desayunar.

-Me parece buena idea, muere de hambre- Se sentó lentamente y tendió sus pequeños brazos al mayor- Llévame.

Delic cargó en brazos a su omega, aspirando su aroma a moka combinado con chocolate, lo bañó y ayudó a vestir. Él igual había tomado un baño y cambiado sus ropas, tenía una camisa negra de manga tres cuartos, un chaleco casual suelto de color rosa, pantalones blancos y sus zapatos de la noche anterior, en cuanto a Izaya escogió un lindo conjunto con ayuda de la dependienta beta, el cual consistía en una camisa de manga corta de color gris  que dejaba los hombros y el cuello descubierto, con un par de tirantes en los hombros y un estampado de gato negro con un ojo rojo y el otro era una cruz con una tétrica sonrisa, pantalones y zapatos negros, y para terminar solo por si tenía frío un abrigo negro con los bordes con piel felpuda de color crema, era idéntica a la que había llevado el día de la cita en Sunshine City.

Desayunaron tranquilos, Izaya se había puesto el abrigo porque había algo de viento afuera pero si se había puesto la capucha, por lo que se podía apreciar su marca y Delic caminaba a su lado como si fuera un Dios todo poderoso, en realidad ambos tenían esa mirada, presumiendo lo que el otro tenía. Después de eso se fueron a las oficinas, Izaya fue entonces que se puso la capucha, no necesitaba que sus empleados hablaran de como se descontroló en su primer celo y terminó marcado, aunque lo que más le preocupaba era que alguien le dijera a su abuelo o a Shizuo. La recepcionista los saludó con una gran sonrisa y le dio a Izaya un par de documentos y le avisó de su agenda de ese día.

Nadie se sorprendía del todo de la llegada de ambos, pues siempre los habían visto juntos, aunque la noche anterior todo se había salido de control la mayoría confiaba que el alfa rubio había cuidado de "su hermano". En el camino muchos alfas se arrodillaron frente a Izaya pidiendo disculpas por su imperdonable comportamiento, Delic les gruñía a todos sin excepción, mientras Izaya les sonreía y los disculpaba.

-Deberías de despedirlos si no quieres que les corte las cabezas- Gruñía Delic acompañando a Izaya a cada oficina donde debía hacer sus rondas.

-Está bien, todos perdemos el control por culpa de nuestros instintos, ¿no lo crees?- Rio de lado.

Al llegar a las oficinas de Relaciones Exteriores, Izaya lo había dejado para el final, habló con Varona sobre algunos asuntos pendientes con la extensión de la empresa que se encontraba en Rusia, le dejó algo de trabajo sonriendo como si nada, al ver como esta lo mataba con la mirada, sabía que él despedía el aroma de Delic por todo su cuerpo y eso la estaba irritando.

-Bueno, eso sería todo. Procura que todo esté listo para la siguiente semana, si necesitas algo no dudes en hablarme- Delic ignoraba completamente lo que hablaban los omegas, solo estaba ahí para acompañar a su Izaya, cuando el moreno se dio la vuelta para salir acomodó su cabello y por "accidente" se calló su capucha dejando ver su marca.

Izaya rió entre dientes antes de volver a colocarse la capucha antes de salir, escuchando como la rubia gruñía y maldecía en ruso hacia su persona, incluso pudo jurar que escuchó algo estrellarse en la puerta. Delic lo vio confundido, pero lo dejó ser. Al llegar al fin al piso donde estaban sus oficinas, el alfa macó el lugar con su aroma, mientras Izaya lanzaba su abrigo en alguna parte.

Izaya trabajó un poco en compañía de Delic en su oficina, revisando algunos planos en la mesa holográfica. Después de un buen rato ambos decidieron tomar un descanso, Izaya llevó al rubio al sofá donde lo acostó y él se sentó a horcadas sobre de él.

-¿Quieres jugar aquí?- Acarició el redondo trasero de su omega.

-Me temo que tendrás que esperar, aun hay trabajo por hacer y no quiero quedarme dormido ni adolorido- Ambos rieron, el omega se acomodó en el pecho del mayor para tomar una siesta de diez minutos.

Pero apenas cerraron sus ojos, Delic gruñó y se aferró al pequeño cuerpo de Izaya, quien lo vio confundido al ver como dejaba salir sus feromonas ante el peligro, pero ni pudo preguntar cuando el estruendo de la puerta abrirse abruptamente lo asustó.

-¡Heiwajima Delic! ¡Eres una deshonra!- Gritó el alfa rubio mayor, seguido del viejo Orihara.

Izaya y Delic no pudieron moverse de la impresión, y en cuestión de segundos Izaya era tomando del brazo por su abuelo y alejado del lugar, mientras Delic recibía un puñetazo en la cara hasta dejarlo en el suelo.

-¡No!- Izaya intentó soltarse al ver como Shizuo tomaba a Delic de la ropa y le gruñía.

-Nos vamos Izaya- Torakichi jaló a Izaya hasta la puerta, donde este se aferró al marco- Shizuo-kun se encargará de que Delic te borre esa marca.

-No, suéltame- Izaya se removía- Delic...- En un momento de desesperación dejó salir su voz de omega, haciendo que Delic reaccionara ante la situación.

- Suéltalo- Gruñó Delic al viejo Orihara, al instante volvió a ser golpeado por su padre quien le gruñó.

-No tienes permitido hablar de ese modo. Abusaste de un menor, esto tiene consecuencias Delic y por tu culpa yo las asumiré. Ahora vas a quitarle esa marca a ese niño y te irás lejos- Gritó enfurecido el rubio mayor.

- Izaya es mío, es mi pareja destinada- Siguió desafiando, y notó que Izaya ya no estaba en el lugar, afligido y molesto saltó a buscarlo pero su padre no lo dejó, de nuevo se enfrascaron en una guerra de golpes y gruñidos.

-¡Suéltame, abuelo!- Izaya se removía en los brazos del mayor, sentía que iba a llorar, por alguna extraña razón que no entendía, sentía que era difícil respirar y que empezaría a sentirse enfermo si se alejaba de Delic.

-No, no hiciste lo que te dije. Dejaste que tu celo te controlara. Izaya dijiste que no permitirías esto- Lo vio enfurecido.

-Sí, sí lo dije. Pero es diferente, suéltame. Delic es mi alfa destinado, lo amo- Gritó casi en llanto, dejando a su abuelo sorprendido.

Con eso y antes de que las puertas del elevador se cerraran, Izaya mordió el brazo de su abuelo para que lo soltara y poder correr de regreso hacia su alfa. Enfurecido y desesperado entró a la habitación y vio cuando Shizuo estaba sobre su alfa torciéndole un brazo con claras intenciones de rompérselo, Izaya con un gruñido lazó un par de sus navajas llamando la atención del mayor, que al esquivarlas se alejó de su hijo.

-No te atrevas a tocarlo- Gruñó Izaya acercándose a paso lento a su alfa y amenazando a Shizuo con su navaja- Delic...

-Izaya- El rubio se puso de pie soltando un quejido de dolor y abrazó a su omega. Ambos se vieron a los ojos, estar en los brazos del otro los hacía sentirse tranquilos, Izaya escondió su rostro en el pecho del mayor.

-Shizuo-kun...- El mencionado aun sin poder creer lo que veía, volteó a ver a Orihara en el umbral de la puerta haciéndole una señal de que se acercara- No podremos...

-No, me temo que no- Vio como su hijo e Izaya estaban ahora en el suelo abrazados, Izaya parecía consolar al alfa acariciando su cabello y dejando que este hundiera su nariz en su cuello mientras tocaba la marca de pertenencia- Estoy sumamente apenado que todo esto haya pasado... Debí suponer que mi hijo planeaba algo, debía mandarlo lejos cuando me lo pidió...

-Está bien, igual en algún momento se encontrarían- Con un suspiro puso su mano sobre el hombro del rubio- No podemos negar la naturaleza... Izaya me mordió, ¿puede creerlo?

-A mi me lanzó una navajas- Suspiró pesadamente- Es la primera vez que veo a un omega imponerse sobre un alfa para defender a su pareja de ese modo.

-Son bastante peculiares...

-¿Qué haremos?- Shizuo vio como el mayor le sonrió y le hizo una señal para que se acercaran con cuidado a la pareja.

-Izaya...- Habló suavemente llamando a su nieto, pero en respuesta vio a Delic gruñirle y soltar sus feromonas e Izaya amenazar a ambos con una navaja- Tranquilos, no vamos a separarlos, ya no- Ambos vieron confundidos y con desconfianza a los mayores- Sentimos esto, pero nos tomó por sorpresa cuando nos dijeron que Delic te había marcado a la fuerza, hijo...

-Delic no hizo nada, yo le dije que lo hiciera- Mintió en parte Izaya, él había decidido entregarse, pero la marca fue cosa de Delic, pero ellos no necesitaban saber eso.

-Bien, pero me temo que ahora tendrán que asumir las consecuencias- Habló esta vez Shizuo viendo a ambos de manera severa- Nada de cachorros...

-No los tendremos, le di a Izaya los anticonceptivos- Dijo esta vez Delic- Quiero disfrutarlo por un largo tiempo antes de pensar en eso.

-Eh, bien- Torakichi quería a su bebé de vuelta pero sabía que ya no podría- Por ahora, irán a vivir por su cuenta, y hacer su propio nido...

-Ya lo tengo listo- Delic sonrió con malicia- Me lo pidiera o no, yo llevaría a Izaya a nuestro nido hoy mismo- Le guiñó un ojo a su padre, dándole a entender que él ya tenía el departamento que había comprado años atrás y no se había mudado solo para darle gusto a su madre.

-Ahora, ambos se presentarán como prometidos, y cuando Izaya cumpla la mayoría de edad se casarán, ¿entendido?- Dijo Torakichi.

-No hay problema siempre y cuando yo decida la fecha y cómo será mi boda- Dijo divertido Izaya al ver el rostro sorprendido de su alfa.

-¿En serio nos casaremos?- Le susurro.

-Por supuesto, de ese modo te tendré encadenado a mi- Acercó su rostro al de Delic y sonrió con malicia- ¿O no me dijiste tú que tomarías la responsabilidad?

-Me atrapaste. Estaré encantado de ser tu prisionero- Ambos rieron y se dieron un beso.

-Son aterradores- Dijo Shizuo al ver la "romántica" declaración.

-Podrían abstenerse a hacer eso frente a nosotros, por favor- Torakichi se estaba conteniendo de alejar a su bebé del mayor- Sigan trabajando y no ensucien la oficina, para eso tiene su nido.

Ambos adultos salieron de la oficina, pero diciendo que los verían en la reunión en una hora con algunos asociados. Izaya y Delic se vieron felices, ambos podían permanecer juntos, pero igual no les importaba la opinión de su familia, Delic tenía pensado secuestrar a Izaya y llevárselo lejos de ser necesario, e Izaya tenía planeado amenazar al que fuera, incluyendo a su abuelo, con destruir la empresa o a cualquier otro que se interpusiera.

Ambos eran peligrosos, puede que uno un poco más que el otro, pero aun así y con su extraña manera de demostrar su amor de una forma retorcida y sádica se entendían. No por nada eran pareja destinada, ahora nada podría separarlos y pobre del que lo intentara, porque de los dos, el omega era el de temer.

"Delili es mío, y el que intente algo... Espero que ame el inferno, porque es lo que vivirán si me desafían" Pensó Izaya con una dulce sonrisa mientras encendía la mesa holográfica para terminar con algunos detalles junto a su alfa antes de irse a aquella reunión, pues ahora Delic como su prometido debía de llevarlo a donde él iba, porque claro que quien tomaría el mandato de los Orihara sería él, no Delic.

 

 

Notas finales:

espero les haya gustado... ya saben que pueden tirarme la prepadra o flores xd ambas son recibidas jajajaja

nos vemos en el siguiente capi de no soy tu conejillo de indias n-n 

 


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