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Una Dulce Venganza por Garriando

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Notas del capitulo:

Se nós une un nuevo personaje a la historia, ¿quién será ?

 

 
  *****       La propuesta de verano para promocionar los hoteles estaba casi terminada en unas semanas seria la presentación oficial a los medios de nuestro primer comercial para esta temporada de verano. Salí de mi oficina e intente comunicarme con mi corazoncito pero no me agarro la llamada, debía llevarle la propuesta en escrito a David para que le diera el último vistazo bueno, me detuve por inercia y vi como la humanidad de David poco a poco fue cayendo al piso, algo le estaba sucediendo. De inmediato me acerque y lo cargue y lleve a mi oficina,  no sabia que era lo que le estaba ocurriendo y lo primero que hice fue buscar el botiquín de primeros auxilios, cogí el alcohol médico y le coloco en la nariz a David,  él  no reaccionaba y mi corazón se acelero sentí miedo de perderlo, en ese momento supe que aun no lo había olvidado del todo    -¡David, reacciona. Por favor! - le suplique mientras le daba pequeñas palmadas en sus cachetes. Al cabo de unos minutos, despertó; pero aun seguía mal por lo que el mismo me decía así que decidí complacerlo y llevarlo a la clínica   Conduje lo más rápido que pude, eran casi las 10 de la mañana ya Luis estaba por terminar el turno si no me apuraba seria otro quien nós iba a atender; baje a David, cargado lo lleve hasta el consultorio de Luis, cuando nós abrieron la puerta mi corazón se partió en mil pedazos. Ahí estaba él, besándose con otro hombre, traicionando mi amor, mis sentimientos. Me llene completamente de rabia, de dolor, de impotencia no sabia que era lo que estaba sintiendo en este momento, cuando escuche su voz una lágrima salió de mis ojos    -No necesito ninguna explicación - fue lo único que dije - No te creeré, ni siquiera voy a escuchar tus mentiras -    -No es lo que piensas - volvió a decirme - Él no significa nada para mí, él me obligó a besarlo -   Le indique al enfermero que nós abrió la puerta que por favor se llevará a David, él estaba mal debía ser atendido por un médico, David no se opuso y se marchó. Mientras Luis, trataba de darme explicaciones de mi mente no salia la maldita imagen de él besándose con otro -¡No te imaginas como me siento en este momento, no tienes ni puta idea de como estoy! - le grite cerrando la puerta de su consultorio de un portazo    -No cierre la puerta que ya, yo me voy - dijo el maldito que se estaba besando con mi Luis, o Luis porque ahora me quedaba claro que nunca fue mio    -No tú te quedas aquí, el que se va soy yo - le ordene -   -Primero tienes que escucharme, Rubén. Las cosas no son como crees, él no es nadie...    -No mientas más - volvió hablar él - ¿Cómo que no soy nadie? - le pregunto a Luis, quien no dejaba de mirarme - Cuando conociste a mis padres, no le dijiste eso -   Me preguntaba una y otra vez porque me estaba pasando esto a mi, nunca debí salir de mi oficina. Luis, había conocido a sus padres, no era algo pasajero era algo ya de meses, algo serio. Siempre le pedí confianza era lo único que le pedí -¡Eres un maldito! - le dije sin temor alguno, ya no podía hacer nada. Luis había despertado a la parte más oscuro de mi -   -Yo te amo - me dijo. Sus palabras eran como balas de plata que recibía mi corazón, mientras seguía hablando mi rabia y mi desilusión aumentaban, ya no le creía ni una sola palabra que fuera a decirme    -¡CÁLLATE! - le grité - Yo daba todo por tí, yo te amaba más que nada en este mundo - le dije con lágrimas de rabia y él intento acercarse a mi y no pude controlarme - ¡No me toques, MALDITA ZORRA! - le grite cuando sin pensarlo le pegue y lo tumbe al suelo    *****   Intente dormir en mi hora de descanso pero no pude, sentía un mal palpitar en mi. Fui a emergencia y pedí que me tomaran la presión pero la tenía normal, así que no sabia que me estaba pasando, mi celular sonó y era un mensaje de Rubén quien me deseaba los buenos días. Le respondi y después de eso salí a comenzar mis últimas tres horas para culminar el turno    -Doctor Cruz, ¿Será que puede ayudarme? -me pregunto una vieja paciente, y yo accedí a su petición. Las horas fueron pasando y atendí a un par de pacientes más, estaba en mi oficina preparando todo para irme cuando Víctor llego -¿Qué quieres? - le pregunte    -Solo quiero hablar contigo - me dijo tomando asiento    -No tengo mucho tiempo, ya esta por terminar mi turno y debo irme - le dije de la mejor manera    -¡Necesito de tu ayuda, no sé como decirle a mi familia lo que me esta pasando! - me dijo con la cabeza gacha y voz temblorosa, algo le estaba ocurriendo a Victor    -¿Qué pasa, te paso algo? - le pregunte acercándome a él    -¡Necesito de tu ayuda, Luis. Tengo algo grave, tengo VIH! - espetó Víctor, acercándose a mi hombro y me abrazo. No podía creerlo como alguien tan joven podía estar contagiado de una enfermedad tan fuerte. Mientras lo abrazaba recordé cuando David, pensó que también tenía la misma enfermedad que Victor, recordar esos momentos eran súper delicados para mi y ahí él aprovecho que mi mente estaba en otra parte y me beso, no sé por cuantos momentos estuvimos así solo pude escuchar la voz de David y lo vi a él junto a Rubén, conocía su expresión lo había visto todo, me vio besándome con Victor.   -Dejame explicarte las cosas - le suplique - Todo lo que él está diciendo es mentira, yo nunca he conocido a sus padres, y ese beso no...    -¡No quiero escucharte!- me dijo llorando - No me importa nada de lo que quieras decirme. Te pedí confianza y no me la diste -    Él tenía razón, yo no confié en él nunca le conté sobre Victor y los acosos en la clínica. Su voz había cambiado, estaba frente a un Rubén que no conocía, no conocía sus gestos, sus movimientos eran completamente nuevos para mi -Yo te amo - le dije, intentando que que mirase a los ojos pero era en vano, me acerqué a él y quizás no debí hacerlo. No me esperaba su reacción, no me esperaba un golpe de su parte    -¡Me pegaste! - le recrimine desde el piso, con la mano en mi cara    -Es lo que te mereces por zorra, por putita y por...    -¡Basta ya! - le ordene - No permitiré que me sigas insultando, cuando yo no merezco tus ofensas -   -¡Basta tú, Luis. Basta de engañarme, de mentirme, se verme la cara de estúpido cada vez que venias supuestamente "a trabajar"! - me dijo  - Quisiera creer que es solo un sueño, pero no, todo es real. Tú traición es real y no me prestaré para tu circo, así que se acabó lo que hubo entre tu y yo se acabó - espetó con seriedad, mientras sus lágrimas caían por sus mejillas   Rubén se fue y me dejo ahí, tirado en el suelo. No intente seguirlo sabia que no lograría nada, ya no era él, ya sus sentimientos se habían apagado, ya todo se acabó    *****   David solo escuchaba la discusión de Rubén y Luis desde afuera, no quería intervenir no podía entrometerse en problemas de pareja. Decidió no esperar más y marcharse hacia su casa, no tenía nada fuera de lo normal sus signos vitales estaban bien. Cogió un taxi y se fue a su mansión, había pasado varios días sin que él apareciera y volvió adueñarse de David. Se bajo del auto y entro a su casa, sin imaginarse que alguien lo estaba esperando. A él jardinero de la mansión Larrazabal se le hacia un poco raro que dos taxi llegaran a la mansión en un día, en el primero había llegado Damián Hier, amigo de David quien regresaba al país para ayudar a su amigo de la enfermedad que este padecía    Cuando lo vio llegar desde un principio supo que quien estaba frente a él no era su amigo sino el alter ego de David. Logro lo que nadie había podido lograr, descifrar cuando era David y cuando era su verdugo    -¡Amigo, un gusto verte! - le saludo, David. Abrazándolo -   -El gusto es mutuo, David - le dijo correspondiendo al saludo - ¡Ya que no vas a verme, vine yo ya verte!   -¿A que se debe tú visita? - le pregunto el verdugo    -Espero y no te moleste pero vine a quedarme por un tiempo - le dijo Damián a su amigo, causando que David se sorprendiera y volviera a ser él    -Damian, ¿Que haces aquí? - le pregunto David, quien como su amigo suponía, no recordaba nada de lo que vivió mientras su verdugo estuvo en su mente    -Decidí venir a verte, y a pasar una temporada con voz - le dijo    -¡Es maravilloso. Ojala y te quedes por mucho tiempo, me hacia falta un buen abogado para mis negocios! - le dijo David, mientras abrazaba a su amigo    -Que casualidad, tío. Voz no sabéis, pero ando un poco corto de dinero y no seria mala idea un trabajo mientras estoy aquí - le comento Damian dejando escuchar su acento español de nacimiento -   -No hará falta que busques uno, desde ya eres mi abogado personal - sostuvo David quien se sentía feliz por la llegada de su amigo. Mientras David, le mostraba la casa a Damián este se pudo dar cuenta de lo que el psiquiatra de David le dijo    "Lo primero que vas a notar es que David, de seguro no tiene un espejo en su casa. Él odia los espejos, porque no le gusta verse así mismo "   Así fue, David no tenia espejo en ninguna parte de su mansión, ni cuadros que tuvieran el marco de espejo, ni siquiera las recámaras tenían espejos personales. La única recámara que tenia espejos era la de Doña Gloria y ahí no entraba nadie. "Sabrás que no te estoy mintiendo, cuando veas la expresión de horror que le de a David, al verse en un espejo"    -¿Porqué no me avisaste que venias? - le preguntó David - Te fuera preparado un bienvenida, fuera organizado una comida especial para ti -    -Intenté comunicarme contigo pero no entraba la llamada - le mintió Damian, el solo quería sorprender a David con su llegada - Pero te traje un regalo - dijo sacando un pequeño cofre de su maleta y entregándoselo a David quien sin esperar lo abrió y  miro sus ojos en el pequeño espejo que había adentro del cofre    -¡NO, vete. Déjame en paz! - grito David, entrando en pánico con solo ver el reflejo de sus ojos en el espejo. Dejo caer el regalo al suelo y se tapó los oídos con sus dos manos, comenzó a escuchar la misma voz de siempre esa voz que lo perturbaba durante sus sueños, que lo atormentaba y no dejaba en paz -¡Déjame, déjame quieto, déjame solo! -   "David, nunca me dijo que siente al verse en un espejo. Nunca fue capaz de decirme que es lo que siente en ese momento, ni porque ese horror al mirarse en uno y creo que si tú lo descubres podrás salvarlo de su verdugo podrás matar a el alter ego de David "   -¡Yo estoy aquí David, tú no estás solo! - le dijo, quien logro tranquilizarlo, después de ese terrorífica escena Damian comprobó que su amigo si estaba enfermo.                 
Notas finales:

36/56

 

 

 


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