(Días después)
El verano había comenzado hace unos días, el sol de los primeros días había sido reemplazado por una fuerte tormenta que sorprendió a todos pues en esta etapa del año muy poco llovía, para todos no era un día normal, la tragedia los había invadido; el carro fúnebre estaba a punto de llegar y con el, llegaría el dolor que sentirían todos al ver el cuerpo sin vida de quien había sido una persona amada por su madre, que a pesar de que lo mantuvo engañado durante toda su vida, lo amaba con todo su ser
-¡Yo te perdono todo lo que me hiciste, lo que me dijiste pero te pido que tú también me perdones a mi! - le dijo ella ente lágrimas al acercarse al féretro - ¡Perdóname tú también a mi hijo, perdóname! - dijo ella antes de alejarse. Ella nunca se había imaginado que perdería a su hijo de la forma más trágica...
(DIAS ANTES)
(ACTUALIDAD)
-¡Ya va... Ya va. No entiendo nada,¿Ustedes se conocen?! - pregunto Damian, mirando a Santiago
-Sí - respondió Rubén - Yo sé la clase de persona que es este... Altamira - le dijo
-¡Es mejor que te calles y no sigas! - le ordenó Santiago a Rubén -
-No me voy a callar. Ya no soy el mismo de hace 10 años, ahora si voy a luchar por lo que quiero. Ahora mismo Damian se va a enterar de la clase "hombre" que eres y de lo que eres capaz de hacer - le recriminó Rubén, quien estaba decidido a contarle todo a Damián
-¿Pero que sucede? - pregunto alarmado Damian
-Damian, tú... Tú no creas nada de lo que este tipo, va a decirte. ¡Por favor, confía en mi y no le creas!
-¿Qué no tengo que creerle? -
-Las mentiras que este, va a decirte. Nada de lo que él diga es cierto - le respondió Santiago a Damián
-¿Te da miedo, Altamira? - le pregunto Rubén - Ahora si tienes miedo después de tanto tiempo...
-¿¡QUÉ PASA!? - gritó Damián - Puede alguien explicarme que sucede entre ustedes dos -
-Sucede Damian, que este hombre con el que pasaste la noche es el mismo que le destruyo la vida a David - espetó Rubén con rabia en sus palabras, desde el primer momento que supo que Santiago era él hermano de Leo, quería contarle todo lo que le hizo a David pero nunca lo había hecho por respeto a su amigo
-¿Qué?. ¿Estas seguro de lo que estas diciendo, Rubén?-
-Tan seguro como sé que este cobarde - le grito a Santiago - Se acostó contigo sin decirte la verdad -
(FLASHBACK)
-David, David.. ¡Despierta! - le dijo Damián a David al escucharlo tener una pesadilla. Damián no dejo de llamar a su amigo hasta que lo vio despertar con una expresión de horror en su mirada y lágrimas en sus ojos
-Estabas teniendo una pesadilla, David. No dejabas de mencionar a un tal Santiago - le dijo
-Santiago Altamira - le respondió David, quien seguía llorando -
-¿Quién es Santiago, David? - le pregunto Damian muy preocupada al ver los rasguños en los brazos de su amigo, a causa de la pesadilla -No es la primera vez que lo nombras, tampoco es la primera vez que tienes pesadillas y te haces daño. ¿Qué te sucedió con ese hombre, cómo para que te pongas así?
-Santiago es el culpable de todo lo que me pasó - le respondió - Santiago y su madre, me destruyeron la vida...
(END FLASHBACK)
-Yo lo sabia - susurró Damián al regresar de sus pensamientos - ¡Es cierto! - grito - Tú eres el culpable de que David lo haya perdido todo - dijo llorando, y señalando a Santiago
-No es así, Damián. Déjame explicarte las cosas, nada es como este ¡maldito! esta diciendo, yo no...
-¡No mientas más! - le exigió Damian a Santiago - ¿Cómo pudiste ser capaz de algo tan cruel e inhumano ? -
Damián comenzaba a sentir el dolor del engaño en su corazón. Algo dentro de él se había quebrantado, la magnífica noche que había tenido junto a Santiago, había quedado en el olvido, él no podía tener una relación con la persona que era el culpable de que su mejor amigo estuviera enfermo psicológicamente -¡Quiero que te marches de aquí! - le grito al sentir que Santiago bajaba las escaleras apresuradamente para llegar a donde estaba él -
-No me iré hasta que me escuches, déjame explicarte las cosas. Anoche la pasamos muy bien, yo siento algo inmenso por tí esto no puede terminar así - suplico Santiago
-¡Que te pires tio. No quiero escucharte, ni siquiera quiero verte! - grito alejándose
-¡Solo escúchame! - volvió a suplicarle Santiago, tomándolo de la mano
-¡No me toques! - le grito - Podéis entender que me importa una pelotuda mierda lo que tenés que explicarme, ya lo sé todo -
-No puedes creerle a este - le dijo Santiago, refiriéndose a Rubén - Él siempre ha estado detrás de David y como no le para, viene a inventar todas estas bobadas -
-No seas tan descarado imbécil. Tú sabes que todo lo que he dicho es verdad - comentó Rubén
-Yo sé que es verdad - dijo Damián
-¡Por favor, mi vida. No puedes confiar más en esté, que en mi; yo te quiero y anoche te lo demostré. Confía en mí! -
-Tomá tus cosas y vete, Santiago. Yo sé muy bien de lo que eres capaz y no porque Rubén lo este diciendo sino porque ya David me lo ha contado - le dijo - Te pido que olvides lo de anoche, porque yo nunca tendría algo con alguien como tú -
-No voy a olvidar lo de anoche, no voy a dejar que te apartes de mí- espetó Santiago - Yo te quiero para mí -
-Pues tio lo siento tanto por tí, lo de anoche no significo nada para mí, fuiste uno más; es menor que tomes tus cosas y te largues sino llamaré a seguridad -
A Santiago le dolía escuchar las palabras de Damián pero más le dolía la forma en la que se habían dado las cosas, él iba a contarle todo a Damián pero en su momento no ahora, subió las escaleras y entro a la recámara de Damián, tomó sus cosas y se marchó. Intento acercarse a su frances pero éste no se lo permito, sin decir nada mas se marchó. Damian nunca antes había sido tan cruel en su vida con una persona que quería pero debía actuar de esta forma si quería salvarse él y salvar a su amigo
-¡Lo siento, Rubén!, ¿Podrás venir luego? - le pregunto
-Lamento que te hayas enterado de esta manera, pero tú me importas y yo no iba a permitir que Santiago te engañara a tí también - le dijo Ruben a Damián antes de marcharse. Después que la mansión Larrazabal quedo solo con un huésped el día se termino de tornar, gris.
Damian se había enamorado del hombre equivocado, se había acostado con el responsable de que su amigo sufriera tanto y nunca se lo iba a perdonar, subió a su recámara y no hizo otra cosa que llorar
*****
Habian pasado varios días desde el último incidente entre David y Leonardo. Esté último regreso muy tarde ese noche al apartamento completamente ebrio; David estaba en el balcón de su recámara observando la ciudad desde el piso #21 del hotel, eran casi las 6 de la tarde en la ciudad de Manila estaba. Por su mente pasaba la imagen de una luna de miel diferente, de un matrimonio diferente no como el que había tenido. David limpio las lágrimas que salían de sus ojos y sintió esa presión de nostalgia en su pecho, él no podía asimilar la idea de que todo había ocurrido por su culpa, por no hablar con la verdad desde un principio, por su maldita venganza y porque muy en el fondo de su corazón también amaba a Santiago
-Ahora los dos son iguales - susurró David al viento - Si solo pudiera olvidarme de Santiago y corresponderle completamente a Leonardo, todo fuera más fácil. Pero los amo a los dos - se tensó al escuchar la puerta corrediza sonor, de inmediato David se giró y se encontró con un Leo sin camisa frente a él -¿Qué haces aquí? - pregunto David con el corazón acelerado y sin secar las lágrimas de sus ojos
Leonardo pensó que era un mal momento e intento marcharse pero al final se quedo -¿Estabas llorando? - se acercó un poco a David
-¿A qué vienes? - replicó David con otra pregunta sin responder a la de Leo, quien se acercó más a David y solo estaba a dos pasos de él
-David yo... - se acercó más - Créeme que yo no quería hacerlo - se excusó, bajando su cabeza para que David no lo mirara llorar pero fue en vano. Leo sintió la mano de David en su rostro y este lo obligo a mirarlo
-Tú no tienes que arrepentirte de nada - le dijo David - Yo soy el único culpable - con sus dedos limpio el rostro de Leo y el cuerpo de este respondió a las caricias - Yo no quería engañarte, pero no pude evitarlo; y no sabes como me duele el corazón de solo pensar que ya nada será como antes -
David seguía con su mano izquierda sobre las mejillas de Leo. Secando las lágrimas del otro y olvidándose de las suyas; él sabía muy bien que debía aprovechar cualquier segundo para hablar con Leonardo antes de que su verdugo llegara
-¡Yo te amo, David. Yo te amo! - susurró Leo entre lágrimas
-Lo sé mi amor - le respondió David - Pero yo no merezco tu amor, tú no mereces sufrir por mi culpa. Tú merecías que yo nunca te hubiera engañado, que siempre te fuera hablado con la verdad -le dijo David a Leo mientras dejaba caer sus manos por el pecho desnudo de su esposo, causando que este se alejara de él
-Todo fuera tan distinto si tú... Si no lo fueras hecho - le dijo
-¡Lo siento, mi Leo. ¡Lo siento tanto! - espetó David, acercándose nuevamente a él y esta vez más cerca de lo normal. Ambos podían sentir la respiración del otro, su ojos se congelaron en el tiempo mientras se miraban fijamente
-Yo también lo siento David. No sabes como me arrepiento cada día de lo que te hice - le susurró al oído Leo
-Nunca olvides que pase lo que pase, yo siempre te voy a amar - le confesó David a Leo quien no dejo que este se separarse de él y en un arrebato lo besó
Los dos sintieron como les volvía el alma al cuerpo. La brisa fría de la noche se tornó caliente mientras ambos se besaban. Los labios rosa palo de David se tensaron al sentir la descarga de electricidad que le provocaron los labios Leonardo cuando este lo besó; era un beso distinto a todos, Leonardo no entendía porque lo estaba haciendo pero no quería parar y mucho menos después que David le correspondiera al beso, Leo atrajo con sus manos a David por la cintura, la piel de ambos estaba tensa pero excitada de un momento a otro los dos estaba pegados a la pared del balcón, besándose, los dedos de David acarician el torso desnudo de Leo y el abdomen, causando pequeños espasmos de placer en él. Sin pensarlo la mente de Leonardo lo traicionó y pensó en las imágenes del vídeo, pensamientos que rompieron cualquier sensación que estaba sintiendo al besar a David.
-Pero eso no cambia nada - espetó sin mirarlo al separarse de David - Mañana mismo nós regresamos y cuando estemos allá, nós vamos a divorciar David - le dijo antes de entregarle el boleto de avión y marcharse
Leonardo salió de la recámara de David y se fue a la de el, a llorar. -¡No, no, no!- repitió una y otra vez, mientras se daba pequeños golpes en su frente con el puño de su mano -¡Soy un imbécil! - espetó, teniendo ambos puños en la mesa de noche
-No puedo seguir queriendo a David. No después de lo que él me hizo - se recriminó a él mismo, antes de terminarse de desvestir y ducharse. Al salir del baño, no encontró otra cosa que hacer y se durmió, a las 20 horas siguientes él estaba junto a David en su asiento del avión, esperando que la avioneta finalizará el aterrizaje.