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Héroe del tiempo: La Maldición de la Luna Roja por Heartshaoi

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Notas del capitulo:

Me desaparecí un año.

 

No se si alguien leerá esta historia, sin embargo deseo terminarla.

 Cueste lo que me cueste :)

 

 

 

¡A leer!

 

Capitulo 5: La Trifuerza
 
 
Poco despues de juramentar con el Rey se dispuso a buscar a Zelda por petición de su acompañante. La amarga sensación que le dejó esa conversación le retumbaba en la cabeza, acababa de prometer su vida por la vida del principe, y por si no fuera poco, Navi le estaba atormantando en pensamiento palabra por palabra otra vez.
 
—¡Tu deber es salvar el reino, mientras el principe está resguardado en el castillo!
 
—¿Salvar el reino de qué? — ya estaba harto de tener que ser obligado a aquello, nisiquiera entendía del todo su deber, tenía que entregarse a su destino, el destino que no había elegido, no lo queria, solo lo aceptaba y se acostumbraba poco a poco como cualquiera que se halle en esas mismas vias, su inocencia lo ayudaba... pero algún dia se detendría.
 
Sin embargo no podía ser egoísta y dejar a aquel niño rubio que lo había impresionado irremediablemente, se sentía inutil después de  recordar como no pudo hacer nada ante el sufrimiento ajeno, solo pudo observar y caer al igual que Zelda que, si no fuera por Impa, sabe la diosa en qué calamidad hubiera terminado la escena.
 
 
No se dio cuenta cuando llegó a los aposentos del principe — por andar metido en sus pensamientos — escoltado por nada menos que el mismisimo Rey, y escuchó como el niño de cabellos dorados lo llamaba euforicamente desde su cama.
 
—¡Por fin estás aquí! ¡Link! ¡comamos juntos!
 
Era como si nada hubiera pasado con Dazel, estaba intacto y aquel detalle le sorprendió sobremanera. Sin embargo no lo dudó y por primera vez después de mucho sonrió al oir tan placentera propuesta.  No quiso hostigar al principe en preguntarle sobre la noche pasada y decidió obedecer antes que Navi lo empuje con sus alitas.
 
—¡No desaproveches esta oportunidad para decirle tus planes! 
 
 
Y Link no tenia nada planeado.
 
 
...
 
 
Comieron hasta sacearse, el silenció del ambiente ayudaba a que en el gran salon se escuchara nada más que sus crujidos entre mordiscos y los sorbos de las copas doradas. Link se sentía comodo hasta el momento en que notó que su acompañante lo observaba deternidamente.
 
Link se detuvo y dejó de masticar la excelente carne traída de las montañas cuando el niño de ojos azules se paró de su asiento y a sabiendas de la atención que estaba recibiendo, se quedó mirando, tanteando si estaba correcto lo que iba a hacer, lo que segundos antes había decidido realizar ante el niño del bosque.
 
Link por su parte, tragó saliva fuertemente,  se preguntaba si el otro no estaria tan loco como para repetir la escena del beso del día anterior. Hasta se regañó a si mismo por andar pensando en aquello, empero le era inposible no recordar algo de esa magnitud, y entre sus pensamientos, su acompañante lo sacó de su faceta insimismada,  solo para decir con más seriedad y compostura que nunca, dos palabras:
 
—Gracias Link.
 
El pecho del pequeño héroe se llenó de una sensación indiscriptible, como el niño que era, se sentia halagado, y su autoestima subió considerablemente en ese momento. No había hecho nada aún y aquellas palabras le dieron lo que con tanta falta había necesitado. Así que solo pudo asentir con un infantil gesto y siguió comiendo pensando en que no todo era malo después de todo.
 
Entregar su vida por un poco de esa paz no estaba mal después de todo...
 
La comida siguió igual, no habían palabras para decifrar lo que vivían, ni era necesario decirse algo, la conexión que tenían estaba destinada, la tranquilidad que emanaban solo era producto de algo divino, en sus hombros cargaban con el futuro, pero tenían la dicha grandiosa de tenerse cerca y saberse que a pesar de todo estaban ahí para compartir sus alimentos. 
 
—¡Link! ¡No olvides conversar de tus planes! — y ahí estaba Navi, otra vez zumbandole en la cabeza.
 
—¿De qué planes hablas? —le dijo por fin, su amiga no estaba siendo clara, no sabía  exactamente que era "Salvar el reino"  si él solo veía paz y alegría.
 Navi salió de sus ropas y tintineó fuertemente entre los dos niños, creando una gran curiosidad por Zelda que no paraba de ver sus diminutas alitas.
 
—Sabrás tu destino cuando entreges la esmeralda que te entegró el gran arbol Deku al principe— y diciendo esto ultimo se dispuso a posarse en las manos del mencionado.
 
Zelda no escuchaba nada, solo se rió un poco al ver las muecas que realizaba Link al tener una conversación mental, más quería tener al hada en sus manos y jugar con ella y sus brillitos.
En cambio el niño del bosque buscó entre sus pertenencias la esmeralda Kokiri que al desprenderla de su delicado forro, logró dejar sin aire al otro niño.
 
 —Estaba esperando por esto — le dijo el pequeño principe, riendose más para consigo que para compartir. — Necesito las 3 piedras de los reinos para cumplir mi misión...
 
El niño de ojos verdes claramente se confundió más y solo escucho de Navi el «Te lo dije» en reproche por no haber entregado la piedra con anterioridad.
Zelda en cambio muy alegre y dispuesto silbó fuertemente en el aire un sonido especial, parecido al de un pelicaro. (3)
 
Segundos más tarde Evan reapareció con su escolta, había reconocido el llamado de su principe y entró observando el panorama, buscando si hubiese algun peligro que remediar. Al percatarse que la tranquilidad reinaba entre los niños, se dispuso a inclinarse para saludar debidamente.
 
—Principe Zelda, ¿en qué puedo servirle?
 
Zelda sonreía mientras alzaba la esmeralda con orgullo, en cambio Link no entendía nada de su actitud.
 
—Evan, ¿Cuando regresará Impa? — le dijo sin mirarlo, aun se encontraba perdido en el verde de la piedra.
 
—Por la noche se hallará de regreso mi principe — dijo porfin alzandose del suelo y observó con detenimiento lo que el niño estaba venerando.
 
—Tengo por fin la primera llave...
 
...
 
 
Zelda ordenó a su capitán que escoltara a Link afuera del castillo, en lo posible que le enseñara a ser un guerrero como él, según lo que entendieron los otros dos era que necesitaba seguir con sus rezos diarios, al parecer, la llegada de ese objeto lo había puesto de muy buenos animos. Evan no dudó y acató su orden, en cambio Link, que ya se había acostumbrado a la presencia de ese niño ahora se hallaba solo en compañía de aquel hombre de cabello platinado.
 
—Link, como escuchaste tengo que llevarte fuera del castillo — el capitan notó que el niño estaba preocupado por Zelda y su estadía en soledad— A lo que dijo con amabilidad — No te preocupes por él, nadie debe estar cerca cuando realiza sus rezos, lo podriamos desconcentrar.
 
El pequeño se preguntó para que rezaba, y para que servía la  esmeralda, la llave de qué era,  no sabía nada y eso le molestaba, él tambien esperaba el regreso de la sheika para preguntarle aquello, al parecer Impa tendría más conocimiento que el hombre de su lado.
 
Link guardó silencio como siempre, mas se dispuso a observar los jardines por los que pasaba, las bellas flores le recordaban a Kokiri, el camino de piedras alrededor del castillo lo bordeaban cual si fuesen pequeñas minas protectoras. Evan se hallaba delante de él, imponente, con armadura de metal y el famoso cuero escamado de dragón, Link en cambio lucía su ropa comun, pantalones de lona y una camisola de lino. 
Cuando llegaron por fin a las afueras del castillo, pasando los jardines reales, se hallaron con la pequeña fortaleza de los guardias, estaba lleno de hombres armados, cañones, hombres gigantes entrenando, Link se admiró mucho, veía como todos eran profesionales en lo que hacían, y no pudo evitar sentirse menos que el resto.
 
—Aquí pasarás el día de hoy, te enseñaré la teoría basica de cada arma, son ordenes del principe así que quita esa cara.
 
Por primera vez, el pequeño kokiri se emocionó en algo, Navi sentía sus fuertes latidos, la adrenalina lo estaba comiendo, y ansioso de sabiduría no dudó en seguirle los pasos a Evan. 
 
Lo unico que le quedaba era esperar la llegada de Impa, mientras le explicaban la forma correcta de tomar una espada, los beneficios de un escudo hyliano y de algunos mitos acerca del escudo espejo que se hallaba en las catacumbas. También conoció por primera vez un arco, y la teoría se le hacía poco ante sus manos, que deseosas de ya saber usarlo, simplemente se dejó llevar y lo empuñó.
 
—Ouh Ouh, niño tendrás que apuntar al exterior, si lo haces aquí adentro podrías matar a  alguien —  dijo en tono bufón uno de los tantos caballeros que entrenaban a su costado. Evan no le prohibió hacerlo así que apuntando hacía los objetivos de entrenamiento disparó su primera flecha.
 
Tiro al blanco
 
Todos los presentes bitoriarion fuertemente, Evan lo apludió suavemente y le dijo que estaba muy bien para ser suerte de principiante. En cambio Link, fingió no oirlo, y satisfecho de su acto, enorgullecido por como todos lo habían celebrado, dejó por fin el arco en la  mesa.
 
—No me dijiste que ya sabías usar el arco — le dijo sarcasticamente el capitán, deseando irritar al pequeño Link.
 
—Pues no lo sabía, solo recordé como apuntaba con el tirachinas kokiri y me pareció fácil —dijo alzando los hombros como si fuera lo más natural del mundo.
 
Riendo fuertemente el hombre de risa bufona se acercó y dirigiendose a Evan le dijo: 
 
—El niño tiene talento, no debería sorprenderte, si Impa — qué salvada por los dioses está —lo permite, entonces es mejor que cualquiera, Evan tienes que admitir que no estás en tus mejores momentos. 
Se calló con esa ultima linea riendose fuertemente, la expresion del capitán atemorizó al pequeño, pero más le atemorizaba que el gigante musculoso no se detenía de reir...
 
 —Malton, ¿tienes listos los documentos de la organización de alimentos en la foraleza?
 
El hombre dejó de reir y su sangre bajó al punto de dejarlo  morado por el cuestionamiento.
 
— De todas formas ya me estaba yendo a hacerlo—le contesto amargadamente y entre cruzó miradas con Link al cual sonrió mostrando todos sus dientes y haciendo el gesto del pulgar arriba.
 
— Malton, ya te vi —dijo Evan una ultima vez para lo que agarró una silla y la lanzó al gigante que ya se había escondido tras la puerta de salida.
 
Link solo pudo escuchar el «Pudrete» proveniente del tal Malton y vio como la vena de la cien del capitan temblaba amenazando con explotar.
 
— Te lo dije Link, este hombre es no es de fiar, nisiquiera soporta a sus amigos — dijo Navi zumbando en su pecho.
 
¿Amigos
 
Y con esa palabra en mente recibió el atardecer, siguió con la teoría del resto de armamentos, las bombas y la duración de los mecheros, los bombucho rapidos y su nivel de explosion, los beneficios de tener ramas secas, las leyendas de los items como el lente de la verdad, el famoso gancho para trepar paredes y las argollas que te dan inmunidad al calor.
 
Link se maravilló, se sentía lleno de conocimiento, aunque le decían que eran mitos, él igual creía que si tuviera todo aquello, no habría mal que lo derrote.
 
 
...
 
 
La llegada de la noche trajo consigo, no solo un cielo estrellado, también le presentó a Impa que, después de visitar al príncipe, traía nuevas noticias para el pequeño kokiri.
 
Link se hallaba en un pequeño cuarto de madera gruesa, acompañado de solo un mechero y unas mantas de lana para el frío de la noche, cuando llegó Impa no lo tomó desprevenido ya que él podía oír a una  gran distancia cuando se hallaba en paz.
 
—Link, he venido por orden del príncipe, él desea que te enseñe algo muy importante —dijo la sheika y entre sus objetos sacó su lira.
 
Link la observó, la melodía que desprendía sus dedos era angelical, ascendía en cada cuerda y lo llenaron de dicha, la nana que presenciaba era la nana zelda, creada por los sacerdotes de todos templos en la primera luna carmesí del niño, para sellar su poder, para calmar su dolor, la nana era el simbolo que representaba a la familia real desde entonces, todas las fuentes mágicas reconocían aquellas melodías y solo las interpretaban aquellos que pertenecían a la familia real.
 
El niño sacó su ocarina de hadas, y siguió las notas que Impa le indicaba, memorizaba cada sinfonía, cada pausa, tomaba aire y continuaba...
 
—No olvides está melodía, te servirá no solo en salvar al príncipe, también es el sello de la familia real. Recuerdalo — fue lo ultimo que dijo la mujer antes que Navi saliera de las ropas del niño.
 
—¡Link! ¡Preguntale acerca de qué harás después!
 
Impa obsevó como el niño miraba el hada que volaba y como realizaba gestos en un intercambio de palabras invisibles. A lo que comprendió lo que sucedía...
 
—No  sabía que la comunicación mental era uno de tus dones — la sheika se sentó al lado de su cama y contemplo la  bella hada que no paraba de dar vueltas alrededor del niño — Solo pocos pueden entablar una conexión con la naturaleza de esta forma.
 
— Yo tampoco lo sabía — dijo tímidamente — Ella me está pidiendo  saber que haré después. Ya entregué la esmeralda kokiri a Zelda y dijo que era la primera llave ¿La llave de qué? No entiendo mucho de la magia ni nada de lo que tengo, pero si pudieras decirme que hacer después, sería más fácil para mi.
 
Navi se quedó quieta, satisfecha de verlo por fin preguntar algo decentemente. El valor que emanaba  el niño sobresalía a flor de piel, dispuesto a escuchar cualquier desgracia, cualquier reclamo, cualquier futuro...
 
Impa lo observó un poco dudosa y sonriente, comprendiendo que nadie hasta ese momento se había tomado la molestía de aclarar las dudas del niño.
 
— Para contarte estos secretos debes jurar, que nunca — aunque te cueste la vida — debes repetir estás palabras a alguién que  no sea de la familia real ¿De acuerdo?
 
Link movió su cabeza en afirmación y un momento después el pequeño cuarto se lleno de un fuego mágico que no quemaba ni hacía arder los objetos. El fuego se movía cual viento lo armase, pero no había ventanas, las formas que relataba eran fechas, situaciones, personas, risas, todo en llamas.
Impa comenzó a relatar su historia  a la vez se formaba en la flama central:
 
«El principio  de la tierra comenzó con las tres diosas de oro: Farore la diosa del valor,  Din la diosa del poder y Nayru la diosa de la sabiduría. Ellas crearon lo que conocemos el día de hoy como la vida y el espacio, con sus inmensos poderes, dieron la ley a la tierra y crearon a aquellos que la custodiarian. Al irse de estás tierras se fundó Hyrule donde ellas exactamente dejaron la Trifuerza 'y se fundó asimismo el reino sagrado, que son tres triangulos de oro que representarían la escencia de su poder. Debido al inmenso poder de este lo encargaron a la Diosa Hylia que lo protegió hasta perder su inmortalidad para seguidamente encarnar en una mortal»
 
Impa relataba el inició de lo que antes él había escuchado por parte de Navi, "La trifuerza" el poder de las diosas...
 
De un momento a otro, el fuego desapareció y el cuarto se halló otra vez bajo la iluminación del único mechero.
 
— No puedo contarte todo Link, espero esto sea suficiente, aún eres un poco pequeño para enterarte de todo lo que te trajo aquí — su expresión delataba culpa y casi queriendo soltar todo prosiguió — Solo puedo confesarte que la existencia de la trifuerza es conocida por todo el reino, incluyendo a todos los seres de una generación antes que la tuya — la mujer tomó  aire para decir la ultima línea que se quería quedar en su garganta.
 El secreto es como conseguirla y tú acabas de ayudar con el primer paso. 
 
...
 
La noche  se alargó hasta que el niño se quedó dormido, según Impa, la esmeralda Kokiri era la primera llave para abrir el reino sagrado donde se encontraba la trifuerza, pero el plan era conseguir las tres piedras para el uso del príncipe, ya que estás al ser equipadas por Zelda, lo ayudaban a mejorar su proceso como sacerdote, el tal Dazel tenía que conseguir las memorias de las diosa Hylia y para aquello rezaba  a diario en la fuente que conecta los tres manantiales de los reinos.
 
Link cayó en sueño cuando comprendió que él debía conseguir las gemas, su proposito era cuidar al principe hasta que este logre su objetivo y salve al mundo. 
Aún no entendía porque Ganandorf estaba en contra del rey, pero supuso que estaba también tras la trifuerza, no importaba... él las conseguiría y guardaría primero.
 
 
Tenía que descansar, mañana le esperaba un nuevo día.
 

Notas finales:

(3)Pelicaro: Ave de vuelo, Zelda Skyward Sword.

 

 

Gracias

 

- Heart?


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