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Obsesionados. por YamiSofia

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Notas del capitulo:

ADVERTENCIA: Capitulo plagado de Starshipping.

 

YuGiOh! No  me pertenece, todos los derechos van para su respectivo autor y distribuidores. Tampoco recibo ninguna retribución económica por esto, solo es diversión de fans para fans.

 

Todo comienza con la desaparición de Jaden Yuki, y la historia es contada a través de las declaraciones y coartadas de los sospechosos y cercanos al desaparecido. Obviando que estas están plagadas de opiniones personales y perspectivas del mismo. Hechas de forma intencional.  Para su mejor comprensión, la narración fue hecha en tercera persona

 

[…] El siguiente hecho es la reconstrucción de la historia, mediante  las coartadas de los sospechosos y los amigos del desaparecido Jaden Yuki. […] 

 

—Yugi, a partir de hoy no quiero que vayas solo a ningún lado—dijo Atem. Yugi miro a su novio con desconcierto, aquello era nuevo, Atem había mantenido su sobreprotección a raya todo este tiempo. —. Si debes ir a un sitio después de clases o simplemente quieres ir por un café  debes decirme.

Yugi rio nervioso, aquella actitud paranoica de su novio daba espacio a muchas bromas entre sus amigos.

—Pero si siempre estamos juntos. —Dijo Yugi con una sonrisa torcida.

—No siempre, además todos estos días no te he acompañado como debería.—dijo Yami. Quedaron en silencio, Yugi noto inmediatamente que algo inquietaba a su pareja.

 —Hmp, ¿ocurre algo?—intento alentarlo a decirle. Yami desvió la mirada fingiendo desinterés, un gesto que Yugi intentaba corregir. Cuando Yami cerraba en su terquedad no había forma de hacerlo volver, o al menos eso creía al principio. Poco a poco Yugi busco la mano de su compañero, apenas con roses de dedos y luego una caricia, Yami tuvo que mirar en la misma dirección, y abriendo su mano permitió que ambos entrelazaran sus dedos. Aún seguía sorprendiéndose del efecto que las manos de Yugi tenían en él. Cuando empezaron a salir creía que algún día se irían todas esas sensaciones, pero aun en esos momentos podía decir que aún estaba enamorado.

—No sé qué es lo que te tiene tan preocupado, pero prometo que todo va estar bien. —dijo Yugi con una sonrisa, Yami giro el rostro para ocultar un pequeño rubor.

 —Yugi, hagas lo que hagas no te separes de mi.—dijo Yami. Pero esta vez Yugi no vio la expresión en su cara.

 

 

[…]

 

—¿De dónde obtuviste las llaves?—pregunto Yubel. Había pasado más de media hora en su casa practicando esa pregunta. Atem no se encontraba alterado de ninguna forma, pero al ser la primera declaración formal después de estar a un paso de ser acusado de sospechoso de secuestro había insistido en traer un abogado, creía haber escuchado que se llamaba Mahad. Un hombre de complexión de gran altura y seriedad.

—Las encontré. —respondió Atem. Yubel perdía poco a poco la paciencia.

—Necesito que sea más específico. —respondió ella. No tenía pensado malgastar tiempo con modales que no la llevaban a ningún lado.

Cuando Mahad le dedico una mirada él siguió hablando.

—Las encontré en casa de mi novio —Yubel guardo silencio esperando que continuara—, en el baño. —concluyo. Yubel mantuvo la mirada firme, nada de lo que decía parecía tener lógica.

—Encontraste las llaves en el baño, y ¿Cómo supiste que eran de Jaden? Podían ser de cualquiera. —pregunto más calmada. Casi con una sonrisa interna, Atem seguía con una expresión que mostraba fastidio.

—Porque las había visto antes. —dijo Yami.

 

[…]

—¡Ah Jaden-boo se fue sin desayunar otra vez!—dijo Yuya con cansancio, estaba levantando una mochila un tanto pesada. Y aun con la ropa mal colocada caminaba a paso rápido en dirección al trabajo de su amigo. —. Conociéndolo debe estar muerto de hambre, no solo eso hoy tiene que cubrir a Joey o Edo los despedirá a ambos. —dijo con preocupación. Yuya había ido hasta la casa de Yugi a pedirle a Yami que lo llevara en su auto como un favor especial.

Yugi quien compartía amistad con ambos involucrados había pedido a su novio su colaboración, pero Yami seguía molesto. Es decir, era Domingo y no quería desperdiciar la mañana en ese bar. Porque conocía a su novio, cuando se juntaba con ellos dos el pasaba a ser alguna especie de decoración en el ambiente. Siempre hablándose entre risas y bromeando, Yuya seguro organizaría algún plan para el resto del día y Jaden traería consigo a sus dos novios que se batirían a muerte en su auto. Por eso pre feria evitar al castaño.

—No. —dijo simplemente. Yugi empezó a jalar su brazo intentando apelar a su lado caritativo. Yuya comenzó a gritarle un montón de razones por las cuales debía ayudarlo.

—¡Por favor Yami! Si no le doy a Jaden-boo  sus cosas ahora no lo veré hasta la medianoche y Jaden-boo tendrá que quedarse afuera, otra vez. Mira al menos ve tú y entrégale sus cosas por mí.—Decía Yuya buscando una solución.

—Por favor Yami, por mí. —dijo Yugi. Yami tomo la mochila con un poco de furia, odiaba tener que hacerles favores a los amigos de Yugi, pero odiaba más que ellos se metieran en medio de su relación.

 

Evitando que cualquier situación que pudiera amargarle los planes para el día, Yami acudió a entregarle la mochila a Jaden en su trabajo. Lo encontró al lado de un chico de cabello tan claro que parecía no tener color alguno, mientras Jaden se rascaba la mejilla en un gesto de nerviosismo y jugaba con algo entre sus dedos. Probablemente estaba siendo regañado.

—Es la tercera vez esta semana. —dijo el de cabello claro, más de cerca Yami pudo ver sus ojos azules. Un chico no muy mayor, pero parecía tener algún tipo de autoridad allí.

—Lo siento vi-Edo, no volverá a suceder.—decía Jaden. Yami no se molestó en saludar a ninguno de los dos, de hecho solo extendió el objeto hacia el castaño.

—Espero que así sea. —dijo Edo. Para a continuación darse la vuelta en dirección a la barra. Jaden lo miro con sorpresa, seguramente no esperaba verlo allí.

—Yuya te manda esto. —comento Yami. Jaden volvió a sonreír y estero los brazos. Era tan frustrante, Yami no pudo evitar notar que el objeto que Jaden movía entre sus dedos era un juego de llaves, pero lo que había llamado su atención fue el colgante en él. Un pequeño Kuriboh, un personaje de un juego que fue muy popular hace un tiempo llamado Duel monsters, del cual Yugi era fan.

—¿Juegas Duel monsters?—pregunto Yami. No es que le importara, pero el colgante le había recordado lo triste que había estado Yugi cuando perdió el suyo propio. Lo había comprado en una de sus primeras citas para el chico, y termino perdiéndolo junto a toda su mochila en un asalto hace algún tiempo atrás, era una pena.

Jaden parecía feliz, no todos los días Yami tomaba la iniciativa en una conversación. Por lo que tomo la oportunidad de hablarle de sus monstros favoritos, las estrategias que más le gustaban y los tipos de fusiones que solía hacer. Yami perdió veinte minutos escuchándolo.

 

 

El día que el desapareció yo estaba con mi novio Yugi en su casa, siempre estoy ahí la mayor parte del tiempo. Menos los Viernes porque tengo clases en la mañana, y trabajo hasta muy tarde.

Atem aknamkanon declaración.

 

 

Yuya miraba al castaño desde su lugar en el extremo del sofá, porque usualmente era su punto de encuentro dentro del piso. Jaden se la pasaba escribiendo en su celular, así que Yuya suspiro, pero Jaden seguía escribiendo en aquel aparato. Yuya volvió a suspirar, Jaden desvió la mirada a su persona. Así que el de ojos color carmesí tomo un cojín y lo lanzo a su compañero de una forma algo agresiva.

—¡Ah! ¿Por qué fue eso? —aquello lo había tomado por sorpresa, pero aun así no había soltado su celular.

—¿Por qué estas ignorando a Yusei, Jaden-boo?—pregunto Yuya. Para después cruzarse de brazos.

—No lo estoy ignorando—intento decir el castaño, pero la mirada fija de Yuya lo obligo a seguir hablando—, bueno tal vez un poco.

—¿Es por lo de las llaves?

—Bueno, debes admitir que es un tanto extraño que se haya metido a mi cuarto. —dijo desviando la cara, desde su lugar Yuya no podía ver sus gestos.

—Huh, y supongo que no has hablado con él desde que pelearon ¿verdad?—Jaden no respondió—, él tiene un motivo ¿sabes?

—No lo sé, yo no lo deje hablar. —dijo Jaden ocultando la cabeza entre las almohadas, el cansancio también hacia su efecto. Después de quejarse entre susurros el celular comenzó a vibrar, pero Jaden lo arrojo lejos. Yuya se mantuvo en su lugar, y espero a encontrar las palabras para no cometer un error.

—Sé que lo que hiso es algo fuera de lo común, pero ¿no lo conociste de esa forma?—pregunto Yuya. Jaden levanto el rostro, él tenía un punto. Había conocido a Jesse en el bar, pero con Yusei fue diferente desde el principio. Lo había conocido cuando él le hablo en la calle para regresarle algo que se le había caído, de todas las personas lo había elegido a él.

—Pero aún hay algo más —dijo Jaden —. Esta sensación, esa cosa que me hace no querer ir a trabajar mañana.

Yuya se mantuvo en silencio, sabía a qué se refería. Pero las sensaciones no eran material suficiente para la ley.

—Yo lo sé —dijo Jaden, Yuya le presto su total atención—. No puede ser Yusei.

—Entonces, creo que deberías hablar con él ¿no crees?—Dijo Yuya con una sonrisa cálida. Jaden  volvió a reírse como de costumbre.

—Creo que lo hare.

 

 

El día que el desapareció, yo lo estaba esperando. Habíamos acordado que nos veríamos a eso de las ocho, pensé en ir a su trabajo para darle una sorpresa pero Edo me dijo que él se había ido repentinamente.

Yusei Fudo declaración.

 

 

El parque de Domino se veía bien por la tarde, hacia el suficiente frio para que la gente circulara, pero no demasiado para que estuviera desierto. Allí era donde Jaden había citado a Yusei, demasiado ansioso para poder contener su emoción Yusei había llegado una hora antes de lo acordado.

—Tú sabes lo que siento por ti, intento expresarlo en formas que no te asusten. Y también sabes que jamás podría hacerte a daño, lo que paso fue, bueno no sé porque hice eso, supongo quería conocerte más. —dijo Yusei. Jaden estaba justo a centímetros de si, y le había sido muy fácil decir aquellas palabras. No era la forma romántica que había querido que fuese, pero decirle aquello a la persona más importante para él era una mezcla de sensaciones de paz, como si Jaden le hubiese dejado tomar su mano, de las mil y un formas que pensó que sería, estaba nervioso.

—Eso es lo más extraño y lindo que me han dicho en mi vida —dijo Jaden. Yusei mantuvo una pequeña sonrisa. —. No es tanto tu culpa, soy yo el que tiene un problema que no sabe cómo llevar.

—¡Pero no es necesario que los soportes solo!—dijo Yusei apresurándose.—. Quiero decir, yo podría ayudarte. Quiero estar ahí cuando lo necesites, como lo que necesites—su boca se cerraba con las palabras justas, Yusei se mordió el labio. Avergonzándose de su propia torpeza, preguntándose donde estaba la valentina de la que se sentía tan orgulloso hace un rato. —…¿Lo entiendes?

Jaden lo observaba, cada centímetro de su rostro, los ojos de un azul profundo y quizás quería pensar que lo hacía en sus labios también. No conforme con eso Yusei seguiría declarando su amor a quien asegurada ser su todo, pero Jaden lo detuvo.

Me conociste en un momento extraño de mi vida Yusei, quisiera ser bueno para ti, pero en este momento yo soy un desastre. Tengo algo con lo que lidiar y no quiero tenerte en el medio. —dijo Jaden. Alejándose del moreno, desviando la mirada. Yusei quedo con la respiración contenida hasta que pudo formar un sonrisa tranquila.

—¿Cuan maravilloso puedes ser? —pregunto Yusei. Jaden lo enfronto y en un acto rápido le guiño un ojo como muestra de confianza.

—¿Entonces vas a seguir protegiéndome como a todos?—pregunto Yusei—. Aun quiero cuidarte.

—No he dicho que sí. —dijo Jaden. Claro, él no había aceptado los sentimientos de Yusei.

—Pero tampoco has dicho que no. —dijo Yusei. Jaden sonrió. Deteniendo su paso se dio la vuelta en dirección contraria.

—Bien, me voy por este lado. —dijo Jaden. Y tan natural como lo era respirar Yusei siguió al castaño.

 

 

Suelo pensar en eso seguido, si yo lo hubiese detenido en este momento, que tan distinto seria todo.

Yuya Sakaki declaración.

Yugi se sentó en el lado derecho de la mesa, apoyando los codos sobre la misma y con un rostro que denotaba su frustración. Yami termino por intentar llamar la atención de alguien que pudiera atenderlos, pero la fuerte y ya tan conocida voz de la mesa de al lado llamo su atención. Los hermanos Kaiba, Seto y Mokuba eran conocidos por ser una de las familias acomodadas de la ciudad. Su apellido tenía peso y sus integrantes eran conocidos por destacarse en el aérea del entretenimiento, recientemente la compañía KaibaCorp había inaugurado un parque de diversiones, y todos querían ir allí en vacaciones.

—¿Así que Joey no trabaja hoy?—pregunto un chico de cabellera oscura y ojos claros. Mokuba Kaiba el hermano menor de Seto Kaiba era un cliente habitual del lugar, era amable y contaba con una capacidad increíble para escuchar. Joey pensaba que solo uno había sido dotado con el don de la humanidad.

—Bueno, no precisamente. —dijo Jaden con una sonrisa forzada. No podía decirle que Joey se había negado a venir a atenderles. Seto aun no dejaba su posición en la cual sus brazos y piernas estaban cruzados. Solo dio una media sonrisa con ironía y hablo.

—Así que el torpe de Wheller tiene miedo de venir, siempre supe que era un cachorro. —dijo Seto con arrogancia. Jaden no tuvo que esperar ni medio minuto cuando una persona atravesaba el lugar a una velocidad sobrehumana.

—Si rompes algo, te lo descontare Wheller. —dijo Edo con seriedad. Observando desde la barra.

Joey se colocó frente a los Kaiba y saco su libreta donde anotaba los pedidos.

—Puedes irte Jaden, yo los atenderé. —dijo el rubio, en aquella ocasión estaba más refrescante que de costumbre. Seto siguió a Jaden con la mirada, hasta que se detuvo en otra mesa a seguir con su trabajo.

—¿Cómo estas Joey? Tanto tiempo sin verte ¿Cómo esta Serenity?. —decía Mokuba.

—Ya te habías tardado, ¿siempre eres tan poco profesional?—pregunto Kaiba. Joey sintió como la sangre le hervía, Kaiba siempre lograba irritarlo más que cualquier otro.

—Disculpe las molestias señor, no volverá a pasar. Por favor permítame recomendarle la especialidad de la casa, esta noche tenemos…—pero fue interrumpido por el mayor de los hermanos.

—Mokuba ordena rápido, que no quiero seguir perdiendo mi tiempo en este sitio.—dijo Seto. Joey seguía con su sonrisa de oreja a oreja. Esto se había transformado en alguna especie de guerra personal.

Yugi miro con gracia la situación, aquello le había levantado un poco los ánimos. Y es que ya llevaba un largo tiempo en su mala racha, su abuelo le había recomendado ir al doctor. No era normal que una persona tan joven olvidara cosas con tanta rapidez, y es que llevaba un  tiempo perdiendo no solo sus cosas, sino juegos de la tienda y alguna que otra tontería, recientemente había encontrado la ropa que Yami olvido en su casa despintada, no recordaba cuando la había puesto a lavar. Simplemente aquello lo tenía de un pésimo humor.

Posicionandose frente a la mesa de la pareja Jaden se posicionaba con su libreta en mano.

—Parece que todo va bien allí —dijo Jaden sonriente. Yugi se rio levemente y miro a su amigo. —. De un tiempo para adelante él ha estado viniendo mucho—comento—, nunca creí que estuviera tan interesado.

Yami decidido a romper su silencio se unió a la conversación.

—¿Kaiba y Joey?—la pregunta parecía ridícula.

—¿Por qué otra razón vendría? Puede ir a donde él quiera, pero elige venir aquí siempre en la misma mesa, siempre en el mismo horario. —comento Jaden.

—¿Mokuba?—pregunto Atem—, de cualquier forma no creo que su táctica esté funcionando.

Yugi sintió la mirada helada de Kaiba clavarse en su nuca, entonces se preguntó que había hecho mal. Atem coloco su brazo por sobre sus hombros.

—¿Lo de siempre?—pregunto Jaden con una sonrisa.

Seto Kaiba mantuvo la mirada unos segundos más.

—¿Ocurre algo, hermano?—pregunto Mokuba. Seto quito su mirada desde donde estaba.

—Nada importante.—dijo él.

 

 

Él es esa clase de persona, lo daría todo por sus amigos, así que no creo que hubiera alguien que lo odiara. Él es alguien importante para mí, para todos nosotros. Pero no soy yo  la persona que busca. No puedo señalar un culpable.

Yugi Motou declaración.

 

La habitación de Jaden no era nada impresionante, Yuya se lo decía todo el tiempo. La cama siempre estaba igual, si no fuera por el armario que desbordaba ropa sucia y otras cosas en sus profundidades que seguramente su dueño creía perdidas, pensaría que nadie vivía allí. Yuya observo la cama en la que su amigo estaba recostado, y luego miro la única especie de decoración que el cuarto poseía, en una pequeña mesita junto a la cama, una foto de sí mismo junto a sus dos mejores amigos en la fiesta de bienvenida del año pasado, Yuya junto con Yugi abrazaban a Jaden sosteniendo sus disfraces de ese año.

—Deberíamos ir de nuevo.—dijo Yuya. Jaden se removió un poco en su cama, pero aun así permaneció recostado.

—¿A dónde?—pregunto Jaden. Quizás demasiado flojo para sentarse como debería.

—A la fiesta de bienvenida de la universidad, escuche que el tema de este año son las flores. —dijo Yuya.

—¿Quién eligió esa tema?—pregunto Jaden—, suena algo tonto.

—¡Pero será divertido! Podemos decirle a Yugi que venga con nosotros.—decía Yuya claramente emocionado.

—¿Y traerá a Yami con él?—Yuya guardo silencio, eso no lo había pensado. Claro que Yami vendría, pero eso complicaba las cosas—. Comienzo a pensar que no le caigo muy bien.

—Tranquilo Jaden-boo, veras que con el tiempo se acostumbra a ti. —dijo Yuya. Porque esa era la palabra, Yami era un novio sobreprotector. Cuando conoció a Yugi recordaba sentir su mirada fría en sus espaldas, su silencio y su falta de modales lo habían hecho un pequeño obstáculo para su amistad con Yugi. Y él lo entendía, Yami no lo había aceptado como amigo de Yugi simplemente se acostumbró a su presencia que ahora solo fingía que no existía cuando estaba cerca. Varias veces intento hablar del tema con su amigo, pero Yugi rehuía al tema, siempre con una sonrisa nerviosa decía que él estaba bien con el comportamiento de su novio, Yuya simplemente no lo aceptaba.

—No importa en realidad, siempre y cuando Yugi pueda venir, ¿eso significa que nosotros iríamos juntos?—bromeo el castaño. Yuya sintió el rubor en sus mejillas al instante.

—¡Claro que no! Jaden-boo te olvidas que tienes dos novios a los cuales invitar el día de la fiesta de las flores—dijo Yuya—. ¿Invitaras a Jesse o Yusei?—pregunto con un poco de curiosidad.

—¿Por qué no puedo invitarlo a los dos?—pregunto Jaden— , de esa forma todos estamos iguales. Pueden hacerse compañía mutuamente. —dijo bromista.

Yuya intento imaginar a ambos chicos de ojos azules juntos como en una cita, y recordó vagamente aquella situación en la que casi le prendieron fuego el cabello en una noche de películas. Desde ese día los había exiliado de dicho acontecimiento, adoraba a ambos y esperaba que su amigo se decidiera por uno de los dos pero no podía olvidar aquello.

—Eres muy cruel Jaden-boo.—dijo Yuya.

 

 

Aquel día Jaden desapareció, y nadie volvió a saber de él.

Jesse Andersen declaración.

 

[…]

 

—¿Por qué debería creer en lo que dices?—preguntó Yubel. Jesse se sintió irritado.

—¿Cree que mentiría con algo así? Yo lo quería, yo lo cuidaba. —dijo Jesse con una voz mucho más agitada. Yubel termino mirándolo más detenidamente, sus manos estaban apoyadas en la mesa apretando sus nudillos, demasiado fuerte para que no le doliera.

—Tú dices que lo acompañabas del trabajo a su casa, y también lo encontrabas antes del mismo ¿es correcto?—preguntó ella con calma.

—Sí, lo es.

—Entonces ¿Por qué ese día él iba solo si debía verte?—preguntó Yubel. Ella dejo que el chico se tomara su tiempo, había hecho otras veces pero no como en aquel caso.—¿Porque lo dejaste ir solo?

—Porque él me lo pidió.

 

[…]

 

—¿Vas a salir Jaden-boo?—pregunto Yuya sorprendido—, pero creí que te quedarías con nosotros, van a venir todos.

Jaden escribía en su teléfono, el aparato no dejaba de emitir vibraciones.

—¿Tus novios otra vez?—preguntó nuevamente Yuya.

—De hecho sí, tengo que salir un rato. Pero volveré pronto, o eso espero.—dijo con la cabeza baja.

—¿Ocurre algo?—Yuya intento acercarse, pero Jaden se recompuso agitando sus manos en señal de que se detenga.

—Claro que sí, es solo que —decía ahora con más suavidad—…cite a ambos para hablar.

Yuya tardo segundos en entenderlo, luego contuvo un grito. Ahora entendía el nerviosismo de su amigo, esto no era una simple charla, Jaden iba a decidirse por uno de los dos.

—Entonces ¿Quién?—quiso saber el más pequeño—¿Es Jesse o Yusei?—quiso saber con desesperación.— ¿Ellos lo saben?

—Claro que no, les dije que me esperaran donde acordamos. Ni siquiera les dije que podían venir aquí, o que el otro iría. No quiero que se vean antes y comiencen a pelear. —comenzó a explicar.

—Entiendo, al menos dime quien es el afortunado. —decía Yuya. De ser Yusei, él se haría tanto con el dinero de Joey como el de Anzu. Y habría obtenido el de Yugi si el participara en esas cosas.

Jaden seguía sonriendo, ahora parecía casi emocionado.

—Lo sabrás cuando regrese, yo siempre lo supe en realidad. —decía el castaño. A Yuya le pareció ver un pequeño sonrojo en su rostro, normalmente su amigo era algo tímido para expresarse de aquella forma pero en ese momento parecía relajado, como si todo estuviera en su lugar.

Yuya se sentía feliz por él.

—Yo te deseo lo mejor.—dijo el de ojos rojos. Jaden salió por esa puerta dando un brinco de la emoción, hacia un tiempo que no lo veía de esa forma. Demasiado enérgico, le recordaba que esa era una de las virtudes que admiraba de él.

 

 

[…]

 

—¿Y dices que él nunca llego?—preguntó Yubel.

—Lo espere durante horas, pero él no apareció, intente llamarlo pero su teléfono daba directo al buzón. —dijo Jesse.

Ella termino cubriéndose la cara con una mano, cuando creía que las cosas iban a mejorar termina en el mismo lugar.

Termino dejando ir a Andersen, no tenía motivos para dejarlo detenido ni a él o a Aknamkanon, no había resuelto nada. Era como si la mente maestra detrás de todo esto hubiera obtenido la coartada perfecta, lo que lo hacía aún más peligroso y desconocía el verdadero estado de la víctima. Todas las declaraciones parecían realizadas por la misma persona, demasiado coordinados entre sí para ser simple casualidad.

Así que termino colocando las fotografías de todos los involucrados, y una sonrisa irónica cruzo su cara.

—¿Te diviertes con esto cierto?

Pero nadie contesto, no podrían.

Notas finales:

Hola soy yo, me disculpo por la demora. La verdad me colgué, pensé que ya lo había subido y no fue así, mi mama me reto por vivir en las nubes.

Las amo un montón, no saben lo feliz que me hace saber  la aceptación que tuvo el fic. Todas merecer que su OTP sea cannon.

Cualquier crítica es bienvenida, creo que arruine el Star es mi primer escena romántica de ellos. Las amo, gracias por tanto <3


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