Capitulo 4
Draco, esto es totalmente una locura, ¿Por qué confías en este nuevo Voldemort? Es un paso imprudente en tu vida, sabes que no saldremos de esto aireados nuevamente, Azkaban o la muerte nos esperan, simplemente esperando a que demos un paso en falso y se acabó…- Pansy Parkinson, quien aun temía la posibilidad de sufrir una condena en azkaban andaba muy derechita en su nueva y humillante vida. Sus padres habían muerto en la guerra y ella había quedado reducida a una señorita sin nada, estaría viviendo en la calle de no haber sido por Blaise, quien le había abierto las puertas de su casa- Tu y Blaise parecen olvidarse de lo cerca que estuvimos del beso del dementor, y entonces aparece este disque hijo de Snape a decir que acabará con nuestros enemigos sin parpadear y tu le crees sin pensarlo dos veces-
Pansy querida, cálmate. Tu misma me dijiste que estás cansada de vivir como una don nadie, esta es la oportunidad que estábamos esperando, que la oscuridad vuelva a tener su lugar sobre el manto solar- Dijo Blaise al ver que Draco no estaba escuchando a su querida amiga. Él no había pensado mucho después de que Draco le había hablado sobre Cygnus, hijo de Snape, quien quería lograr lo que Voldemort no había podido ni soñar, y parecía estar más seguro de su victoria que el susodicho Tom Riddle. Además, le gustaría hacer desaparecer esa marca de su brazo, era humillante llevar la firma de un fracasado en su cuerpo-
¿Cuánto has bebido? Suenas como una vieja loca y ebria- Respondió mordazmente la muchacha al ver que Draco estaba más pendiente de su reflejo en el espejo. Pensaba que Draco y su familia habían enloquecido de la rabia, todos estaban molestos por verse despreciados por el mundo mágico y aunque entendían que había sido merito propio de ellos estar en esa situación, estaban más que molestos, no podían soportar verse siendo simples miserables; marginados en un mundo que estuvo a sus pies-
Eres realmente molesta Pansy. Algo me dice que este día será de celebración y tú no me dejas disfrutar mi insana diversión. En estos últimos días me he sentido lleno de confianza, aunque pueden ser los sentimientos que mi primo me trasmite a través de la marca, pero me siento mejor de lo que me había sentido en toda mi vida- Pansy y Blaise miraron sin disimulo el tatuaje en el antebrazo del rubio, las estrellas brillaban de forma vivaz, mostrándose solo porque Draco así lo quería- Estoy pensando en hacer algo de ejercicio para ganar un poco de musculatura…- Ambos se miraron sin entender lo que el heredero de los Malfoy quería decir, pues años atrás la mención de hacer ejercicio ofendía al rubio profundamente, más aun cuando la única chica del grupo lo mencionaba para hacerlo enfadar en sus momentos de ocio-
Cygnus está a punto de llegar- Les avisó Narcissa cuando pasó al lado de la habitación, los tres bajaron al salón donde la mayoría de los invitados esperaban ansiosos para ver al muchacho que prometía muchas cosas, habían pocos jóvenes ahí, ya que Lucius y Narcissa habían traído a la mayor parte de los invitados. El característico sonido de aparición llamó la atención de los presentes y en el lugar aparecieron dos figuras, una cubierta de pies a cabeza con una capa gris y la otra era el invitado de honor-
Hola amigos míos, esperaba ver más rostros jóvenes pero es igual- Los presentes miraron de forma crítica al joven frente a ellos pues este no parecía ser mayor que Draco Malfoy, no creyendo que ese muchachito pudiera hacerles lograr sus metas como los Malfoy habían dicho- Cariño, siéntate- Dijo con una sonrisa en el rostro, su buen humor, que había tenido desde su victoria en casa de Harry estaba aun en su lugar. Caminó entre los invitados hasta llegar a donde estaba Draco con sus amigos, entonces vio a todos los presentes y sonrió de forma perversa y hasta cierto punto burlona-
*Soy Cygnus Black. Como puedo ver, aun se han quedado con las ganas de más… Esta noche muchas cosas serán dichas, dudas serán aclaradas y muchos de ustedes se quedarán, pero los que no, después desearán haberlo hecho. La comunidad mágica es un lugar al que desprecio con todo mi ser, que sepan ustedes y que esto quede claro, yo no odio a los muggles, no pienso hacer nada en contra de ellos y nadie que esté conmigo lo hará tampoco… A quienes odio con toda mi alma es a los magos, los desprecio y si por mi fuera ya no existirían, miserables engendros, pero obviamente mi odio está dirigido a esos que creen que porque un mago o una bruja disfruta de las artes oscuras es un paria y debe ser odiado y repudiado. Mi padre, un conocido para todos, Severus Snape, me enseñó todo lo que un mago medianamente decente debe saber sobre la belleza de tal magia oscura y de pociones, porque es obvio que saqué su talento, pero ya lo verán más adelante. Ahora me gustaría escuchar sus dudas y demandas, hagan sus preguntas.
¿Cuándo puedo tomar la marca?- Cygnus miró sonriente al muchacho que estaba con Draco, Blaise Zabini, quien al parecer estaba lo suficientemente convencido para unirse con lo que Draco le había dicho. Le sonrió mirando fijamente a la muchacha a su lado, esta le miraba con desconfianza y muchas dudas, pero aun detrás de la indecisión, estaba esa sed de poder y venganza que podía ver en los ojos de todos los presentes, gente avariciosa, justo lo que necesitaba de su lado-
Sírvete- Respondió para dejar en las manos del muchacho la poción, entonces regresó su vista a los invitados, quienes permanecieron en silencio aun cuando les había pedido que hablaran, pero al ver que estos no iban a decir una palabra, decidió hacer algo que quizás los convencería- Draco, voy a darte un regalo pero iba a hacerlo al final, más las circunstancias me obligan a hacerlo antes, así quizás esta gente pueda dejar de pensar que solo soy otro mocoso con los aires subidos… Cariño, ven acá- La figura aun cubierta se acercó a paso lento hasta estar al lado de Cygnus, quien miró a su primo directamente a los ojos antes de mover su vista a la persona a su lado, quitando la capucha del rostro, revelando a Harry Potter ante los ojos de los atónitos ex-mortifagos –
Primo, ya que tú fuiste el primero en ser mi amigo, te recompensaré con este muchacho, capturarlo fue tarea fácil y pensé en ti para regalártelo, además no debes preocuparte porque sea desobediente o intente algo en tu contra, pues no puede pensar o hacer nada para herirte a ti o a cualquiera que lleve esta marca en su brazo, además de que su magia le ha sido revocada para siempre, y para probarlo… Toma Harry, coge mi varita e intenta hacer cualquier hechizo con ella- Harry se quedó completamente inmóvil, ya que no quería darle la satisfacción a los mortifagos de verle en ese estado, pero más aún porque estaba sorprendido hasta un punto que no podía o no quería comprender, lo estaba regalando, a Malfoy, y ya podía ver su vida convertida en un infierno en las manos de ese hombre que tanto lo había odiado- ¡Obedéceme!- Regresó a la realidad cuando escuchó como Cygnus le hablaba enfurecido, tomó la varita de su mano y gritó cuanto hechizo le vino a la mente, pero nada pasó, cosa que ya esperaba, pero que los demás invitados no tenían ni idea de que pasaría, y sonriéndose los unos a los otros bajaron las varitas, pues todos las tenían levantadas apuntándole-
*Confíen más en mí, mis amigos, soy un hombre muy inteligente y capaz cuando de mi se espera. Draco, este es tu regalo, tener a tu merced a tu más grande enemigo, dispondrás de él como se te antoje, haz con él lo que te plazca, el cielo es tu limite. Y para los demás, hablemos de quien me cree un mocoso o cree que mis planes para mi fiesta son absurdos, ya pueden ver que logré algo que su antiguo amo nunca pudo, someter al mundo mágico, ellos aun no saben de nuestra existencia, y me gustaría que permaneciera así un tiempo más, pero por el momento tenemos su esperanza, con Harry de nuestro lado las ganas de luchar pueden mermar o avivarse, pero en cualquiera de los casos tengo soluciones… ¿Ahora si quieren hacer preguntas?
¿Cómo lograste crear una poción así?- Escuchó una voz al fondo, miró fijamente en esa dirección y vio a un hombre que no le daba mucha confianza, con unos ojos azules intensos, con la mirada molesta, pero hasta cierta forma determinada en lograr sus cometidos y algo le decía a Cygnus que este quería saciar su sed de venganza, había ira mal contenida en esos ojos-
Eso fue sencillo, la poción no es de mi total autoría, mi difunto padre ya había pensado en esto y tenía sus investigaciones, más no había llegado muy lejos pues empezaron sus dos guerras en las que él tuvo mucha participación y su vida se puso en espera, además, criar a un niño como yo toma mucho tiempo, pero cuando tenía dieciséis encontré sus cuadernos y pensé que podría sorprenderlo si lograba hacer esta poción a la perfección, entonces podría mostrarle que sabía hacer más que solo explotar sus calderos tan finos- Se quedó en silencio durante un tiempo, mirando al vacio con una sonrisa tonta en el rostro, recordando todas las veces que su padre lo había amonestado por hacer volar uno de sus calderos con uno de sus experimentos. Añoraba esos días en los que su padre le regañaba por algo y después lo hacía sentir mejor comprándole un set de calderos para que no tocara los suyos… Pero esos días habían acabado y sólo vivían en su memoria, no obstante se prometía a sí mismo no parar jamás hasta que se sintiera lo suficientemente feliz con los resultados que buscaba- Que sepan que no lo logré a tiempo y mi padre falleció sin remedio, busqué su cuerpo y le di sepultura en un bello cementerio, lo visito diariamente, a veces más de una vez, no importa cuán ocupado esté, eso es prioridad. Después de su muerte, estuve sumido en una depresión terrible, durante unos diez meses, nada bonito amigos míos, para la mala suerte de mis enemigos mi mente trabaja de forma más veloz cuando estoy lleno de rabia, y es el caso, entonces en un par de meses esta poción estaba terminada, probarla no fue difícil, un mago en el mundo muggle es muy fácil de vencer, tienden a confiarse de ellos creyéndoles inofensivos porque creen que contra la magia no hay nada que un ser sin magia pueda hacer, se nota que no les han disparado nunca, queridos les cuento que duele como una perra y te desangras en poco tiempo, pero eso no es lo importante, dentro de un tiempo les enseñaré a algunos de ustedes a usar pistolas, ya verán cómo se van a divertir… ¿Otra pregunta?-
¿La poción no tiene margen de error? Ya vimos lo que hizo con el tan maravilloso ‘niño-que-vivió-y-venció’, ¿Pero no podría fallar en algún momento?- Preguntó Pansy mirando fijamente a Harry Potter, no había guardado su varita ni planeaba hacerlo hasta que ese estuviera fuera de su vista, aunque se había sentido culpable al querer entregar al muchacho a Voldemort, no lo había sentido profundamente, simplemente se había sentido culpable de no haber podido lograr su cometido, pues cuando el cara-rajada había vuelto de entre los muertos lo supo, su lord había perdido, y esta vez sería definitivamente, entonces ellos estaban perdidos, y la ansiedad llenó su cuerpo, sentimiento que fue malinterpretado por los ‘buenos’ y ella había sido declarada como ‘una niña que había sido obligada a estar del lado equivocado’ y había quedado libre, claro, sin un centavo y eso había sido peor para ella que ser enviada a azkaban, pues saberse más pobre que los Weasley era un golpe duro para ella-
Respondiendo a tu pregunta linda Pansy, pensé en eso desde que empecé a hacerla, pues sería terrible despertar un día y encontrar a tu querido compañero apuntándote con tu propia varita, así que la probé con una muchacha que encontré, una mestiza rubia y no muy bonita, Hannah Abbott me dijo ella cuando nos conocimos, ‘voy a visitar a mis padres’ me dijo, lástima que nunca llegó, la invité a un café y como era de esperarse no me dijo que no, es que soy encantador cuando quiero. Estuvo en mi casa durante seis meses y nunca hizo nada en contra mía, hasta le dejaba la varita sobre la mesa todo el día, normalmente no salgo con ella, con un cuchillo me basto y me sobro. Ella lavaba mis ropas con sumo cuidado como se lo pedía, me hacía de comer, hasta salía de casa a hacer las compras y nunca huyó, hablaba con los vecinos y les decía que era la muchacha de la limpieza sin que yo le dijera, entonces acabé con su vida cuando pensé que su presencia no era necesaria, después pensé que quizás necesitaría probarla en un mago sangre pura, pues pensé que en ellos podría necesitar una dosis mayor o algún cambio en la poción, pero no, funcionó de forma maravillosa, probándola en otra rubia que estaba paseando sola en Londres, una conocida para ustedes, Luna Lovegood, y funcionó de forma magistral, así que mi respuesta para ti es no, no va a fallar-
¿Qué pasará con los traidores? ¿Debemos llamarte lord oscuro?- Escuchó esas preguntas de una mujer joven, unos años mayor que él pero no podía saber quién demonios era, tampoco preguntó, después tendría respuestas cuando tomaran la marca, pues esta le permitía saber toda la información de quien la portaba, acceso a sus recuerdos y mucho más, aunque esos pequeños detalles no tenía porque dárselos pues no era nada realmente serio, pues no pensaba hacer nada perjudicial con esa información-
No creo que pueda haber traidores entre mis amigos, pues la marca me permite saber sus pensamientos todo el tiempo, así que si alguno piensa en traicionarme recibirá un castigo, la muerte inmediata. Me niego a caer porque a alguno de ustedes se le ablandó el corazón- Dijo de forma irónica y burlona, miró a cada uno de los presentes a los ojos mientras sopesaba sus opciones, a los que no aceptaran su marca no los podría dejar ir como si nada, un simple obliviate y sería todo, pero lo dudaba, ya que muchos de los presentes estaban en su bolsillo, lo podía ver en sus rostros, estaba seguro que lograría lo que quería, controlar a personas que solo buscan poder es una cosa sencilla y él sabía manipular de forma soberbia- Y para tu segunda pregunta, no, no quiero que me llamen lord o señor, tengo un nombre y me gustaría que me llamaran por él, simple y llanamente-
*Ahora me gustaría decirles que lograran al tomar mi marca, es cierto que tiene un precio y ya se los mencioné, podré escuchar sus pensamientos a todo momento, pero ganarán algo muy grande, entre los beneficios que les ofrezco está poder aparecerse donde les plazca, hasta en lugares donde no haya magia, pues a través de la marca compartimos magia, y aunque el lugar drene la suya por el momento, podrán usar la de un amigo que no esté presente, por eso no irán todos a las fiestas, será como una forma de resguardo, además es más fácil justificar tres paraderos que diez. Aparte, podrán llamarme a través de la marca con el pensamiento cuando me necesiten y yo iré con ustedes sin necesidad de saber donde están y como plus no tienen que preocuparse porque la vean, pues mientras ustedes no quieran que esté visible no aparecerá, es para… controlar que alguien la vea pues es muy llamativa, pero que sepan que esta noche necesito que todos los que estén de mi lado se unan, porque quiero que estas fiestas se desarrollen con más rapidez de las que creen, aparte, quienes no estén de acuerdo simplemente hagan el favor de decirlo ahora y la memoria les será borrada para que no se vayan de la lengua una vez estén fuera de aquí.
[Dejó a los presentes pensárselo durante unos minutos y salió con Draco y Blaise de la habitación, Harry les seguía los pasos a menos de un metro de distancia, su rostro molesto lo decía todo, estaba realmente enojado y triste al saber cuál había sido el final de dos de sus conocidas, ellos pensaban que Luna estaba paseando por el mundo, buscando esas criaturas que ella afirmaba existían, pero ahora sabía que no era así, Luna había muerto en las manos del asesino de Ginny y este afirmaba haber matado también a Hannah Abbott, quien ellos pensaban había abandonado el mundo mágico cuando dijo que visitaría a sus padres por tiempo indefinido y nunca volvió. Entraron a una habitación relativamente pequeña, quizás un estudio y cerraron la puerta detrás de él]
Siéntate Potter, a mis pies- Escuchó la voz de Malfoy, quien felizmente le había ordenado que se sentara a sus pies como un animal, y él no había podido negarse porque la poción le hizo obedecer antes de que pudiera pensar en la orden. Escuchó como Zabini y Malfoy se reían contentos de verle humillado, mantuvo su rostro abajo, mirando al suelo, queriendo que esas risas no le afectaran, más no fue el caso- Veo un gran porcentaje de amigos, están convencidos Cygnus, esos viejos son manipulables, ellos piensan que nadie los puede controlar pero nada más tienes que decirles que conseguirán lo que desean y no se lo piensan- Cygnus miró a Harry y sonrió para sí mismo, pensaba que tener a ese mocoso a su merced era algo más grande de lo que pensó en un principio, más al ver como ganó apoyo de sus aliados por haber secuestrado a ese insignificante niñito que jugaba a ser hombre. Ese mundo había puesto demasiadas esperanzas en las manos de ese chiquillo y se iban a arrepentir cuando se dieran cuenta que la esperanza simplemente envenena en vez de traer anhelos-
Estoy también muy seguro de eso, soy un genio en esto de leer expresiones por más bien que sepan ocultarlas, desde pequeño tuve que aprender a leer el rostro de mi padre para saber cuándo tendría que ponerme adorable con él para evitar un castigo… Simplemente los dejé solos para que piensen con mayor libertad, es algo que me gusta hacer con la gente, pues mi presencia parece molestarles a algunos por el simple hecho de que soy muy ‘tranquilo’ y eso parece fastidiar a los demás- Hablaron durante algunos minutos, Cygnus no decía nada acerca de futuros planes y ellos no preguntaban, simplemente se entretenían viendo como Harry Potter hacía todo lo que Draco le ordenaba, como traerles bebidas y limpiar sus zapatos, algo muy infantil pero que realmente les provocaba algunas risas al ver como esos ojos verdes se llenaban de rabia cada vez que su cuerpo hacía cosas que él no quería hacer-
Vamos a volver ya, que si en diez minutos esos no se decidieron no lo harán nunca- Dijo Blaise levantándose del sillón individual en el que estaba sentado, Cygnus y Draco le dieron la razón y se dirigieron nuevamente al salón, una vez entraron, los invitados les miraron fijamente, con una respuesta colectiva para el muchacho Black, quien sonrió al escuchar la respuesta-
Estamos dispuestos a participar en tus ‘fiestas’ Cygnus- Dijo una señora que hasta ese momento había permanecido en silencio. Había determinación en los ojos de los presentes, y en los suyos podía jurar que se podía apreciar esa insana malicia que tenía dentro y que ahora estaba como loca, si no fuera un adulto hubiera dado saltos de felicidad como niño pequeño-
Perfecto, enseguida les daré la poción, pero antes les diré que pronto llegará su primera misión, pues según sé la mayoría de los jóvenes que participaron en la pasada guerra están en azkaban y yo deseo a esos jóvenes de mi lado, principalmente a un muchacho que mi primo le tiene mucha estima como amigo, pronto se desatará una fuga de azkaban y ustedes junto con mi ayuda, lograrán que salga mejor que antes, se liberaran a todos y cada uno de los presos y a los que no necesitemos los sueltan en el mundo mágico a causar problemas, así estarán ocupados los aurores con esos inconvenientes… Ya después se planeará con mayor detalle- Empezó a repartir los frascos con la poción, la cual bebieron sin contemplaciones, pensando en lo que el muchacho acababa de decir, una fuga de azkaban… Bueno, otra fuga- Ahora, lo primero que haré será reclamar la antigua y ancestral casa de los Black y la herencia, que me pertenece por sangre y que le fue otorgada a nuestro invitado, Harry Potter. Lograré recuperar mi legado que me toca por parte del miserable de Sirius Black y levantaré nuevamente el apellido Black al cielo, para que el legado de la familia Black pase a la historia como lo que somos, unos malditos. Salud amigos míos, que mañana me verán caminando al ministerio, dispuesto a todo- Y brindaron por lo que esa noche había empezado, él por la futura caída del mundo mágico y ellos por la caída del poder del bien que los oprimía sin dejarlos ser como más les daba la gana, porque ahí empezaba todo y no planeaban parar, ni ahora ni nunca-