Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Getting away with Murder por ArthaielEng

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—¡CORRE, KUROKO! — grito Akashi al celeste que se había quedado petrificado.

El aludido reaccionó al ver como saltaban de igual forma hacia las vías, Akashi desesperado lo empujó hacía atrás y, con el pedazo de tubería frente suyo, se puso  en posición de defensa. Hace unas horas atrás se hubiera dicho a sí mismo que en cuanto aquella situación se presentara dejaría a Kuroko solo pero ahora lo estaba defendiendo, estaba intentando ganar tiempo contra los matones, nadie sabría si tendría oportunidad contra ellos, mucho menos contra el que fungía como líder quien solo se limito a observar a punto de estallar en carcajadas. Kuroko no era apto para pelear, tenía que huir y él le daría el camino para que lo lograra. Uno se acercó con toda la intención de golpearlo con una piedra, Akashi logró esquivarlo logrando darle con su, un poco ridícula arma, en comparación a lo que llevaban ellos.

Pensó en tomar unas del suelo, pero como si la mente sádica de quienes los estaban obligando a hacer eso supiera, dejo las vías desnudas sin rastro de ninguna. Otro le lanzó la suya y el pelirrojo con reflejos felinos desvío como si trajera un bate de béisbol. El tercero que contaba con un pedazo de metal se lanzó a atacar proliferando un grito, pudo detener el golpe con la tubería y enseguida dio una patada para alejarlo y poder correr alcanzando a Kuroko quien se negaba a huir del todo pensando que se quedaría a pelear con esos hombre y lo tomó de nuevo de la muñeca para empezar a correr con toda la velocidad que lo permitieran sus piernas.

—Ninguno morirá ¡Me escuchaste! — pudo decir Akashi para alentar a seguir corriendo a Kuroko quien estaba dejando escuchar jadeos de cansancio.

Estaban siendo perseguidos, lo sabían. En aquel laberinto subterráneo ya no estaban seguros, debían salir y perderse nuevamente en la ciudad, el ruido de sincronización se estaba perdiendo, y la luz de la luna se dejó ver levemente cuando vieron la esquina de un pasillo, dejaron el camino de las vías, subieron a los andenes y saboreando la libertad subieron los escalones que darían al aire fresco.

Akashi paró en seco y se ocultó a las puertas del sub y con ambas manos tomando su arma, al escuchar cómo convenientemente el captor más rápido subía al tenerlo en cara soltó un fuerte golpe directamente a su rostro haciéndolo caer. Kuroko al ver esto quedo sorprendido, pero mentiría si no dijera que sintió alivio al escuchar el cuerpo caer por las escaleras, eso no lo mataría como seguramente al tipo que le lanzó un objeto pesado encima la primera vez que lo salvó pero al menos detendría a los demás en caso de que les importara un poco a sus cómplices.

—Vamonos. — Kuroko por fin pudo seguirle sin necesidad de que lo estuviera arrastrando como cuando se encontraban dentro tierra.

Sus pulmones se llenaban nuevamente de aire y luchaba contra su propio cansancio y condición de chico que no hace actividad física. Las facciones de Akashi no decían mucho, incluso para el que acostumbraba a ser muy observador. Tras faltarles a ambos el aire y haber corrido por varias cuadras se ocultaron en un callejón de la ciudad, fue hasta cuando Kuroko pudo fijar su vista en el smartwach y, primero pidiendo el consentimiento de Akashi quien asintió, encendió la pantalla para explicarse mejor el vínculo que tenían tanto el aparato del celeste como el del tipo enorme.

Akashi enervandose entendió que cada que ellos dos estuvieran cerca sus aparatos sonarian, eso pasaría cuando un combatiente se encontrara con alguien con el mismo motivo de estar ahí. Akashi busco si habría algún otro estafador, pero al parecer no lo había. Su mirada cruzó con la imagen del chico que asesinaron en el subterráneo, tenía escasos 14 años, su estigma: ladrón.

El pelirrojo perdió la paciencia y acertó un golpe contra la pared y el smartwach no dando resultado pero continuo haciéndolo a la vista asustada azulada que al ver esa escena estaba sumiendose en la tristeza, asimilando que quizás nunca saldrían de ahí, o mejor dicho, estaba asumiendo su propia muerte.

—Nos quieren ver muertos, nos quieren ver… — empezó a repetir con voz temblorosa el celeste mientras el otro ya en un ataque de ira daba razón de que aquel aparato era al menos indestructible o algo parecido.

Cuando cesaron ambos de sus brotes de emociones, en la esquina más oculta del lugar Akashi le indico sentarse junto a el, en espera de que los rayos de luz volvieran a salir y así continuar en esa lucha por sus vidas.

Notas finales:

Capitulo para la #SemanaAkakuro2017


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).