Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Getting away with Murder por ArthaielEng

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Esa persona lo tomo de los hombros, levantándolo como si él se tratara de la pluma más ligera. Y lo hizo correr apretando fuertemente su muñeca donde no tenía el smartwatch alejándose rápidamente hasta llegar a lo que sería el subterráneo para tomar el metro y ahí pararon en seco donde este mismo lo arrojó al suelo y ayudado con la luz de su propio dispositivo dirigió está a su cara para observarlo mejor.


Kuroko se quedó estático, su mente estaba en blanco, siquiera estaba asimilando las cosas. Por la luz que estaba dando de frente a su cara no podía ver a lo que fue su rescatista o probablemente su nuevo asesino. Apretó los labios e hizo lo mismo con su dispositivo encontrándose con una particularidad personalmente hermosa. Unos ojos de colores desiguales y un cabello pelirrojo corto, las puntas le cubrían apenas la mitad de la frente, que al contrario de él le cubrían las cejas. Por lo que podía ver era un poco más alto, vestía en una sudadera negra con gorro, unos jeans grises algo empolvados y unos simples tenis.


— ¿Acaso quieres morir? — le pregunto tajante a Kuroko quien no cambiaba su expresión seria. —Corriendo abiertamente por las calles, maldición, ¿Tan poco aprecias tu vida?


— ¿Qué hay de ti? — fastidiado contesto el celeste. — Acabas de matar a alguien y vienes a hablarme de valorar la vida.


Esta persona chisto encajándole más la mirada a quien seguía tumbado en el suelo, un cobarde y para adornarle más, un malagradecido. Por un momento se arrepintió de haberlo ayudado. Suspiro pesadamente y retiro la luz de la cara del contrario para empezar a chequearlo. Tetsuya lo miraba interesado, nunca se le había ocurrido indagar más en aquel objeto.


—Kuroko Tetsuya, 1.78, 60kg, ¿Asesino, eh? — dijo un tanto amenazante.


—¿Asesino? — pregunto Kuroko finalmente usando su dispositivo dándole un apartado de todas las personas que por lo visto se encontraban siendo parte del programa.


Todos hombres, una sola mujer, todos sus datos mostrados en forma de lista, y se encontró a el mismo, los mismos datos que había mencionado y sobre todo el ultimo marcado bajo su fotografía. Asesino, ¿Exactamente porque él estaba marcado de esa forma? En su vida se habría imaginado tocar a alguien, mucho menos dañarlo. Su estadía en esa locura era un error. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una risa seca y elegante.


—Ahora me dirás que eres inocente y que estas aquí por un error, ¿No es así? — dijo de forma irónica el pelirrojo frente a él haciendo que frunciera el ceño molesto, quizás porque era exactamente lo que iba a decir, justificar.


—Eso solo puede significar una cosa. — se le ocurrió sorpresivamente a Kuroko volviendo al dispositivo y buscando a la persona que tenía enfrente, además no es como si sus rasgos fueran muy discretos, no, eran incluso hasta hermosos. — Akashi Seijuro, 67 kg, 1.83 de altura —dio una pausa comenzando a ponerse nervioso. — Estafador. — termino sintiendo cierta decepción.


—Agente Financiero con pésimos compañeros de trabajo. — comento con odio Seijuro llevándose el pulgar a la boca para morderlo. Dio dos pasos al frente dejando a sus espaldas a Tetsuya a punto de dejarlo. — Pero, por ese mismo motivo te ofreceré el beneficio de la duda.


Kuroko no comprendió del todo lo que le estaba tratando de decir, ladeando la cabeza para observarlo con duda. Akashi pudo observar que había quedado a centímetros de un pedazo de tubería y con reflejos gatunos se agacho y paro rápidamente poniéndose a la defensiva asustando al celeste que inmediatamente se cubrió el rostro con sus manos, tembloroso. Al ver esta reacción Akashi suspiro fuertemente y bajo lo que puede funcionar en un futuro como arma ya sea contra el chico que tiene enfrente o contra otra persona que deseara hacerle daño.


Como el celeste se encontraba de rodillas tras haberlo tirado al suelo con anterioridad opto por ponerse de cuclillas a una distancia pertinente de Tetsuya e hizo un sonido con la boca como si quisiera calmar o dormir a un bebé, Kuroko bajo sus manos para quedar sus miradas enfrentadas.


—Alguien con reacciones tan sumisas como tú no puede ser un asesino o mejor dicho, dime la verdad Kuroko. ¿Fue en defensa propia? — dijo Akashi intentando sacar la verdad del indefenso cyan.


En respuesta Kuroko agacho la mirada, no se sentía realmente cómodo hablando de su pasado con una persona que primero le salva la vida y después se ve que tiene intenciones de quitársela, pero por única razón que es la supervivencia aclaro su garganta y abrió sus labios pero solo un quejido salió de ellos como si en autodefensa su cuerpo se negara a hablar del tema. Akashi apoyo sus antebrazos en las rodillas y sonrió para darle un poco más de confianza, supuso que había dado al clavo y que era un recuerdo tormentoso para él.


—Yo, no he matado a nadie. — explico Kuroko. — Más bien, todas las personas a mi alrededor por alguna u otra cosa terminan muriendo por causas trágicas. — observo al pelirrojo suplicante. — Así que he causado sospechas, todos piensan que soy yo el causante de todas esas muertes ¡Pero no es así, se lo juro Akashi!


El aludido abrió y cerró los ojos varias veces de forma rápida, fue una confesión que no se esperaba. De hecho le pareció tan sosa, de un mártir, si se daba la oportunidad de confiar en él tendría que probarlo demasiado para descartar que se trataba solo de un personaje y no era un psicópata que fingía ser bueno, pero él no era su verdugo, eran las personas quienes los pusieron ahí convenciendo a toda una ciudad de dejarlos solos y matarse entre sí para conseguir la redención o en el mejor caso, el perdón. Además no estaba en posición de juzgarlo, él también estaba ahí solo porque había conseguido un ascenso y un aumento de sueldo, cosa que a sus compañeros laborales no agrado y seguramente se organizaron para recluirlo ahí como estafador. Entonces, como el mismo dijo, ¿Podía dudar de él?


Akashi se levantó de su sitio y le ofreció su mano para poder levantarse, Kuroko la tomo tímido pero cuando ya se encontraban parados ambos no la soltó, eso no le incomodo a Seijuro, pensó que después de todo debía tener miedo y por su parte el, necesitaría posiblemente una buena carnada para sobrevivir.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).