Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La mansión y la cabaña por CosmosLycoris

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste este capítulo. 

Gracias por la paciencia y por darle una oportunidad.

 

El chico estaba recostado sobre el regazo de su madre. Ella le acariciaba continuamente el cabello para intentar reconfortarlo. Había estado llorando durante un largo rato. Le regalaba plácidas palabras, susurros, con la esperanza de que su preciado niño se tranquilizara. Solo logró hacer que durmiera. No lo dejó ni un instante y descansó a su lado, resguardándolo.

Chen Le se veía pálido. No comer se tornó como su acto de rebeldía, pero ya estaba llegando a su límite. Después de todo nunca se ha quedado sin ningún lujo y mucho menos sin alimento. Escuchó unos golpes en la puerta:

-¡No pretendo comer, vete!

Gritó, con la intención de ayuntar a quien pensó que le dejaría la cena. En cambio entró su padre. Con su característico tono sin emociones, le dijo:

-Solo vine a dejarte esto.

Se acercó a la cama de Chen Le y le pasó la bolsa que contenía el cuadro de Ren Jun.

-Ese "muchacho pobre" vino a dejarte esto. Es lo último que sabrás de él. Le prohibí encontrarse contigo y claramente tú no vas a verlo nunca más.

Chen Le dio un salto de la cama, tomó la pintura y la miró. Tan llena de colores, bella, con líneas finas, el dibujo... tan acertado. No sabía cómo ni porqué pero podía apreciar la esencia de Ren Jun. Lo dejó a un lado y cerró los puños.

-No dejaré que te refiera a él de esa manera. ¿Por qué hacen esto? Esto no es correcto.

-Nosotros somos tus padres y sabemos qué está bien para ti. No puedes perder tu tiempo con diversión y menos con alguien que no está a nuestro nivel. Tu futuro es primordial.

-¡Eso no tiene sentido! Han arruinado toda mi infancia. No les he fallado en ningún momento. Soy bueno en lo que hago.

Su padre lo interrumpió bruscamente:

-No necesito que seas bueno, la meta es que seas excelente, el mejor entre los mejores.

Chen Le ya no tenía paciencia:

-¿Cuándo fue la última vez que me oíste tocar el piano? ¿O cantar? No bajo mis notas en ninguna materia. Ustedes no se dan cuenta porque siempre están ocupados.

Hizo una pequeña pausa para recuperar el aliento:

-Creo que siempre he pedido a gritos que necesitaba a alguien. ¿A mis padres tal vez? Pero eso ya no importa, porque conocí a Ren Jun. Él es la persona más gentil y humilde que jamás he conocido. Es todo lo que nos hace falta a nosotros, "la gente rica".

-No voy a tolerar que sigas llevándome la contraria.

Intentó detener al muchacho. Aunque este ya no se iba a esconder nada.

-De él he aprendido que a pesar de que agradezco todos los lujos que me han dado, siempre me hizo falta lo más importante. Salir y conocer. Entendí que tener poco no significa ser menos. Que hay gente que tiene muchas carencias y aún así sonríe porque viven. Nos falta vivir, padre.

El adulto quedó sin palabras, dejó la habitación si más ni más. Chen Le arrebató un grito.

-No sé cómo le haré, pero saldré de aquí.

 

El día siguiente Ren Jun no fue a trabajar. Su madre, casi lo obligó a quedarse en casa, dijo que iría para avisar de su ausencia. Ren Jun estaba infinitamente agradecido. Le explicó con pocas palabras lo sucedido con el padre de Chen Le. Solo fueron unos pocos segundos de tranquilidad al abrir los ojos, hasta que recobró todo lo sucedido la noche anterior. Se despertó con una horrible sensación de cansancio y una jaqueca arrasadora. Prácticamente lo había sacado a patadas de la vida de Chen Le y él era incapaz de hacer algo al respecto. No solo eso, si no que temía por él.

-Ese señor es temible... Espero que Chen Le esté bien, por lo menos.

Pronunciar su nombre se tornó difícil para Ren Jun, casi como abrir la herida.

-Estoy en casa.

Llamó a lo lejos la madre del muchacho. Traía unas bolsas con frutas y verduras. Miró a su hijo, que aun seguía en la cama, con una expresión vacía. Eso es lo que aprendió a hacer Ren Jun por madurar demasiado rápido. Pretender que no le sucede nada, pero al fin y al cabo, está quebrado por dentro. Se acercó a él y lo besó en la frente.

-Cortaré una manzana para ti.

-No tengo hambre, gracias.

-No permitiré que te pongas mal. Porque aun debes hacer algo al respecto. No voy a dejar que mi hijo, se dé por vencido.

Ren Jun aun tenía la mirada perdida, las palabras "darse por vencido" resonaban en su cabeza. <<No es como si pudiera hacer algo, soy un inútil. Un niño pobre cualquiera. >> Pensaba totalmente desanimado. La señora no iba a permitir que su hijo siguiera así, no paró de alentarlo:

-Por lo que me contaste, estoy segura que sus padres no hacen lo correcto. Puedes ayudar a Chen Le, tú dijiste que querías agradecerle de alguna forma todo lo que ha hecho por nosotros.

-Lo sé madre, pero esto es demasiado complicado. Ellos tienen poder y yo, solo soy un niño.

-Tienes razón, eres solo un niño pero sé que Chen Le es demasiado importante para ti y vas a poder lograr algo.

Lo miró fijamente hasta que él hizo lo mismo. Madre e hijo se decían miles de cosas sin siquiera pronunciar palabras. Solo por el lazo de la vista. <<Chen Le... Chen Le. >> Se decía el joven, una y otra vez.

Ese día, Ren Jun no se había movido más que para comer o ir al baño. Se la pasó todo el tiempo reflexionando, pensando, analizando la situación. Se había mordido los labios por la ansiedad y su dolor de cabeza nunca cesó. Tenía una fuerte sensación de debilidad. Siempre se resignó a hacer lo que estaba a su alcance. Se obligó a ser monótono para sobrevivir. Nunca ha cumplido un capricho. Desde que su padre los abandonó a él y a su madre, no se había encontrado en una situación tan complicada. <<Odio sentirme tan inútil. Quiero poder hacer algo, lo que sea. Haría lo que fuera por Chen Le>>. Sus últimos pensamientos empezaban a darle ánimos. Su madre había encendido la fogata en la chimenea. Miraba las llamas arder, imparables. Pareciera que la energía volvía en el muchacho, podían verse las llamas reflejadas en su mirada. <<No puedo quedarme con las manos cruzadas, no esta vez. Y aún tengo que decirle algo importante a Chen Le>>. Estaba decidido. Su última oportunidad. Se levantó de golpe y tomó su chaqueta, se puso rápidamente sus guantes y una gorra. Igual agarró un pequeño clip de un estante. <<Creo que esto me va a servir>>. A toda velocidad se dirigió a la salida y antes de salir de la casa, solo logró gritar:

-Madre, debo salir. No voy a tardar.

A la señora no le dio tiempo de contestarle nada. El chico ya había desaparecido y empezó su recorrido hacía la mansión. Corriendo en contra del gélido viento. Se le dificultaba la vista por la oscuridad de la noche y los grandes copos de nieve.

-No sé qué rayos estoy haciendo.

Decía sin disminuir el ritmo. En poco tiempo llegó a una distancia considerable de la mansión. Empezó a caminar en círculos, buscando qué hacer.

-Fui demasiado impulsivo al venir sin un plan. Es algo que haría el tonto de Chen Le.

Al mismo tiempo que hacía una rabieta se dirigía hacia la parte trasera de la casa. Buscaba algún tipo de entrada, para poder escabullirse sin ser visto.

-Entraré y buscaré su cuarto y luego... Luego. No sé pero entraré, si no hago algo, me arrepentiré toda mi vida. Ya no hay vuelta atrás.

Encontró una puerta y con el pequeño clip que había guardado en su chaqueta, logró abrir a hurtadillas. Se fijó en el cuarto, parecía ser donde guardaban utensilios de limpieza. Cerró cuidadosamente y esperó unos segundo, intentando percibir algún ruido. Era bastante tarde, por lo que supuso que todos dormían. Con pasos ligeros se adentró. Estaba plasmado, el edificio era enorme tanto por fuera como por dentro, con lujos excesivos a su parecer. De reojo avistó el enorme y elegante piano. <<No puedo distraerme, rápido, necesito subir. >> Se decía por sus adentros. Se topó con unas escaleras y con una pizca de temor, subía los escalones lentamente. Estaban hechas de madera por lo que podrían crear un chirrido en cualquier momento. <<Si me descubren, será mi fin. >> El chico temblaba pero siguió adelante. En el segundo piso se veía un pasillo demasiado largo, con un exagerado número de habitaciones. La mayoría cerradas, dificultándole la elección. << ¿Cómo voy a saber cuál es la del cuarto de Chen Le? >> Cada segundo, se frustraba más. Había tanto silencio que podía escuchar el palpitar de su corazón y el sonido producido las veces que tragaba saliva. Miraba a la derecha y a la izquierda, queriendo atinar cuál era la puerta correcta. Intentó ubicarse: <<desde afuera, creo que es la segunda ventana de la parte derecha de la casa. >> Se acercó a la segunda habitación. Posó su oído para percibir alguna pista de que no se equivocaba. <<Por favor, que sea este el cuarto correcto. >> Se decía mientras colocaba el clip en la cerradura. Unos cuantos movimientos y se logró escuchar el abrir de la puerta. Ren Jun escuchó un "¡qué rayos!", de una voz joven... de la voz de Chen Le. El alivio y alegría lo asaltaron y entró al lugar para ir directo en su encuentro. Lo buscó dentro de esa amplia habitación y sus miradas se cruzaron. Lo analizó de pies a cabeza, para cerciorarse de que nada grave le hubiera pasado. Se veía pálido pero sobretodo pasmado. Ren Jun en su vida se había sentido tan aliviado, había imaginado peores situaciones. Las ganas locas de abrazarlo se apoderaban de Ren Jun. La alegría, el amor le anulaban el auto control. Dio unos pasos largos y acelerados hacía Chen Le que tenía lágrimas en los ojos. Los dos a una distancia corta, se podía sentir la tensión. Se extrañaban y ahora al encontrarse no sabían cómo actuar. Ren Jun no manejaba sus sentidos en ese instante, la euforia lo manejaba y así fue como, solo desahogo todas las emociones. Se atrevió a hacer lo que ni él se imaginaría que haría en algún momento. Tomó el brazo de Chen Le, lo atrajo hacía él. Cerró los ojos, mientras sentía como sus labios se juntaban con los de Chen Le. Estos se sentían resecos, fríos pero eran la gloria. Totalmente inexperto solo apretó su boca con la del otro chico, que estaba aturdido. A pesar de eso, no forcejeó y no se separó de Ren Jun ni un centímetro. Por el shock o... porque simplemente él también deseaba que sucediera algo así. Duró unos segundos que parecieran ser una eternidad. O eso quería Ren Jun. Avergonzado a más poder lo separó de golpe, esta vez nada ni nadie podría esconder su rostro rojo y su balbuceo de nervios:

-Puedes odiarme por esto, después. Vine a sacarte de aquí. ¡Vamos!

Chen Le al recibir esas palabras lo sacaron de la conmoción, desaparecieron todos los pensamientos que lo inundaban en ese momento. Tenía el rostro sonrojado como nunca antes. Se volteó de golpe e intentado ignorar que su pecho estaba por explotar; abrió su armario y sacó de prisa, algunas prendas de ropa. Todo lo recolectó en una mochila bastante grande.

-Date prisa.

Le susurró Ren Jun ya al borde de la desesperación.

-Espera, tengo dinero escondido. Nos hará falta.

El mayor puso los ojos en blanco: << ¿Dinero para qué?>>. Revisó que no hubiese nadie en el pasillo y al fin cuando Chen Le se alistó, salieron de su cuarto. Pronto bajaron las escaleras y huyeron de allá. Con la adrenalina como propulsor se alejaron lo más rápido posible. Unos metros recorridos y se detuvieron. Estaban exhaustos. Chen Le tiró su mochila a un lado, sin importarle lo absoluto que se llenara de nieve. Miró el cielo, respiró profundo y gritó. El otro chico no lo vio venir y dio un pequeño brinco:

-¡Silencio! Alguien podría escucharnos.

Chen Le no hizo caso, solo reía. Tanto que Ren Jun fue contagiado <<su risa chillona y ruidosa de siempre>> pensó el mayor. Después de recuperar el aliento,  Chen Le volteó hacía Ren Jun,  y sin previo aviso se abalanzó sobre él. Fue tan brusco que ambos cayeron al suelo, Ren Jun por ser aplastado dio un suspiro profundo y al mismo tiempo, sintió el intenso frío de la nieve. No supo si estar más impactado por lo gélido de suelo o porque Chen Le estaba sobre él, ahora mismo. Empezó a balbucear, totalmente nervioso:

-¿Qué haces? Creí que me odiarías por... ya sabes.

Le preguntó confuso. El otro chico lo miraba con un intenso brillo en los ojos:

-¿Por sacarme de ese lugar? ¿Por rescatarme?

-No por lo que hice...

-Ah, ese intento fallido de beso. Eres pésimo con eso.

Ren Jun sonrojado y algo molesto rebatió:

-Fue mi primer beso. Nunca lo había hecho así que no puedo saber cómo se hace. De todas maneras tú tampoco puedes ser un experto. En ese momento te veías hasta asus...

No pudo terminar la frase, Chen Le lo interrumpió con nada más y nada menos que un beso. Esta vez no fue nada tieso, fue: dulce, sincero y apasionado. Poco a poco los movimiento torpes de ambos se volvían más suaves y todo fluía. Después del largo contacto se regalaban pequeños y gentiles besos en todo el rostro. Chen Le observaba a Ren Jun desde arriba, se acomodó de tal forma que no cayera todo el peso sobre el otro aunque seguía estando recostado sobre él. No les importaba el frío, o la nieve que caía sobre ellos. Estaban ellos dos, solos, encantados el uno del otro. Chen Le no podía borrar su gran sonrisa de su rostro:

-También fue mi primer beso, pero debes admitir que no lo hice tan mal.

-Eres un presumido.

Se limitó a decir Ren Jun.

-Pero ¿sabes qué? Yo fui a verte para decirte algo en especial, esto de huir fue totalmente un impulso. No creí que me hicieras caso.

-Yo ya estaba planeando una manera de salir de allí y apareciste como un milagro, nunca me lo hubiera imaginado. No iba a perder la oportunidad... Así que, ¿qué quieres decirme?

<<Según yo ya estaba preparado para decírselo pero ya no sé cómo... Pero ya lo besé. >> Pensó Ren Jun. Se tapó el rostro para esconder su pena. Chen Le se la apartó con cuidado. Ren Jun recordó la primera vez que hizo ese gesto, gracias a esas memorias, sus sentimientos empezaron a salir a flote, sin miedo:

-Cuando tu padre dijo que ya no podría verte, se me partió el corazón. Estaba muy mal. Porque pensé que había perdido mi oportunidad de decirte que...

Tomó valor para seguir:

-Decirte que estoy enamorado de ti. Te amo Chen Le. Ahora que me besaste fui la persona más feliz del mundo y nunca creí sentirme así en algún momento de mi vida.

Se le escaparon unas lágrimas de alegría. Chen Le le limpió el rostro para luego estrecharlo entre sus brazos. Tocó con sus labios la oreja de Ren Jun como dándole un diminuto beso. Con voz baja le dijo al oído:

-También te amo Ren Jun. Desde que te vi sonreír por primera vez. Al verte en mi cuarto, rescatándome y preocupado por mí, cuando me besaste sin aviso... Entendí que eres mi todo. Te amo demasiado.

 

Notas finales:

No pude actualizar hasta ahora por cuestiones de la universidad y con el apoyo hacía el CB de NCT 127. Cherry Bomb es maravilloso y se logró un 1st win, estoy muy orgullosa. Siento si tardé demasiado pero el fic igual está es su etapa de conclusión así que quiero que esté bien hecho. 

 

Espero actualizar lo más pronto posible. Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).