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La mansión y la cabaña por CosmosLycoris

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Notas del capitulo:

Ya e final de la historia.

Gracias por darle una oportunidad y espero que les haya gustado.

REN JUN


-Mamá, llegué a casa.


Grito para avisar a mi madre, seguramente se preocupó todo este tiempo. Me fui sin dar explicaciones. Espero que no esté enojada. Llegó rápidamente y en seguida se notó su alivio al suspirar profundamente. Se nos quedó viendo a Chen Le y a mí por un largo tiempo. Parecía que quería cerciorarse de que nada nos hubiese pasado. Luego me fijé que posó su mirada en mi mano, la que estaba entrelazada con la de Chen Le. Habíamos caminado todo el trayecto agarrados de la mano y se me había olvidado ese detalle. Aunque noté que sonrío al vernos así, no pude evitar sentirme algo avergonzado, así que me separé de él discretamente.


-Y traje a Chen Le conmigo.


Le dije para disimular el momento. Se acercó y me dio un fuerte abrazo, no le importó si aun tenía nieve encima. La estreché también. Duró unos tantos segundos y durante esos instantes, me fijé en lo asustado que estaba por toda esta situación. Al momento de soltarme se dirigió a Chen Le y le acarició la cabeza, le estrechó el hombro. Seguidamente le dijo:


-Eres bienvenido aquí Chen Le. Cuida bien de mi hijo.


-Muchas gracias señora.


Chen Le me miró a los ojos mientras sonreía de oreja a oreja:


-Cuidaré de Ren Jun con mi vida.


 


CHEN LE


Estaba desesperado por querer salir de esa mansión, que mejor dicho, era una prisión. Y llegó Ren Jun como un rayo de luz para, literalmente salvarme. Ahora estoy en su casa, en la cabaña. Temía que su madre se enojara y no me recibiera, pero fue todo lo contrario. Me sorprende su gentileza, o tal vez, solo no estoy acostumbrado a este tipo de trato. Me dieron de cenar y al terminar tendimos unas mantas al suelo para crear una modesta cama. Tantas cosas pasan por mi cabeza: escapé, ¿volveré a casa?, ¿mis padres me buscarán?, ¿viviré aquí por siempre?, ¿mis padres me perdonarán? o mejor dicho, ¿me extrañarán? Me da vueltas la cabeza, esto de dormir en el suelo no es lo mío. En cambio, Ren Jun duerme profundamente a mi lado, lo observo atentamente. Está demasiado cerca y puedo oler su aroma natural. Su rostro, está relajado, su piel se nota tan suave. Sus cachetes son tan lindos y sus labios finos. Eso es todo lo que necesito para sentirme mejor, verlo y tenerlo cerca es lo único que me estabiliza. Posé mi frente sobre la de Ren Jun y cerré los ojos, solo así logré conciliar el sueño.


 


REN JUN


Puedo sentir su frente sobre la mía. No le diré nada para que duerma. Se nota que no logra descansar, seguramente porque está preocupado. Pero aún así, me estoy muriendo de la emoción. Aun no proceso el hecho de que él sienta lo mismo que yo. Parece irreal, demasiado maravilloso para ser cierto. Rayos, el que no podrá dormir ahora soy yo...


Al final pude dormir bien, la mañana estaba con el sol brillante y al despertarme, estiré mis extremidades. Estaba acostumbrado a dormir en el suelo pero estoy convencido de que Chen Le estará todo adolorido. Chen Le... No está a mi lado. Me levanto y lo busco con la mirada. Sin alguna razón me inquieto. ¿Dónde está? ¿Se fue? Entré a la cocina y allí estaban, mi madre y Chen Le. Preparando de comer. Me sentí algo tonto por preocuparme y esa escena se veía tierna. Chen Le es un poco más alto que mi mamá y se veía perdido sin saber qué hacer al mismo tiempo que ella le explicaba cómo cortar unas manzanas. Es todo un señorito consentido.


 


CHEN LE


Nunca había hecho nada, ni siquiera he lavado platos o doblado mi ropa. La señora es realmente linda conmigo y paciente. ¿Así es cómo se siente el cariño maternal? Ellos han estado pasando todos sus días con escasez. Así viviré de ahora en adelante. Aunque por otra parte... Termino de cortar en cubos deformes las manzanas. Me lavo las manos y voy hacía el cuarto. Me encuentro con Ren Jun. ¿Me vio mientras estaba haciendo mi intento de ayudar a su madre? Espero que no, me veía torpe. Solo le dije:


-Ven conmigo. Hay que discutir algo.


Soné muy serio, pero estaba algo avergonzado y no quería que se diera cuenta. Tomé mi mochila y saqué una bolsita color azul atado con un listón.


-¿Qué es eso?


Me preguntó curioso, con voz tenue. Agité la bolsa y en seguida se escuchó el tintineo que solo un objeto puede producir al chocar.


-Te dije que tenía dinero guardado.


Le contesté sin poder evitar esbozar una meda sonrisa picara. Ren Jun se notaba bastante impactado. No sé si por la cantidad de dinero o por otra cosa, seré humilde y no pensaré que por la sonrisa que le acabo de hacer. Al final dijo:


-Eso parece ser mucho. ¿Cómo le hiciste para reunir tanto?


Le mostré el interior y rebozaba de monedas y uno que otro billete:


-Es prácticamente el ahorro de mi vida. Podemos utilizarlo para alimentos y ropa. No nos hará falta nada si lo usamos con cuidado.


Esperaba a que Ren Jun me contestara eufórico. Pero estaba con la cabeza agachada, en silencio. Intenté descubrir qué le pasaba y le susurré:


-Hey, ¿qué tienes?


Aun se aceleran rápidamente mis palpitaciones cuando estoy demasiado cerca a él, pero sé disimularlo bastante bien. Luego de su silencio por fin me habló. Tan acaramelada su mirada como siempre y su voz tenue y apenada:


¿Estás bien con el hecho de quedarte aquí? Deberías resolver las cosas con tus padres y regresar a casa...


Ren Jun no es difícil de leer. Desde que lo conocí ha intentado aparentar sus verdaderas emociones pero por algún motivo lo lograba entender. Sé que él no quiere que me vaya. Aunque por otra parte tiene razón, debería resolver las cosas y no dejarlas a medias. Pero de algo estoy seguro, no voy a regresar a casa.


-Intentaré hacerlos entrar en razón.


Tomé sus manos y las envolví con las mías, de tal forma que sintiera la seriedad en mis siguientes palabras y que todo rastro de duda desapareciera:


-Pero me quedaré aquí, contigo.


Pasaban los días, semanas, meses y mis padres nunca volvieron a aparecer. Fui varias veces a visitar la mansión para decirles, por lo menos, que no se preocuparan por mí. Supuse que fueron a un viaje de trabajo y no les dio por regresar a esta casa. No se les dio por buscarme así que llegué a la conclusión de que no les importó mucho mi ausencia y me rendí. Siempre me los imagino pensando: "no necesitamos un hijo que nos deshonre de esta manera". Solo espero que estén bien. Por otra parte, me he logrado acoplar bien con el estilo de vida de Ren Jun y su madre. Es mucho mejor gracias a los ahorros que traje y Ren Jun sigue yendo a trabajar. A veces voy con él y así logramos ganar el doble. Yo los domingos voy a la iglesia de la ciudad cercana y toco en el piano las melodías de las misas. Hasta he sido contratado para eventos especiales, como bodas o bautizos. Así hemos salido adelante durante un año entero. Mañana es mi cumpleaños, mañana me volveré mayor de edad.


 


REN JUN


Hoy es el cumpleaños de Chen Le. Estoy emocionado. Vivimos juntos pero, nunca actuamos como pareja... Me muero de vergüenza aparte de que mi madre no lo sabe. Sí sé que lo sabe pero yo no se lo he dicho, así que prácticamente no lo sabe. Le pedí a mi madre que hiciera un pastel sorpresa, mientras yo lo distraía de alguna manera. Está de mal humor al parecer. Me contó que sus padres siempre han estado ausentes el día de su cumpleaños así que en estas fechas no son sus favoritas. Está bastante serio y se la pasa haciendo muecas. Es lindo. Aunque lo trato con tacto para no molestarlo mucho. Casi lo obligué a salir conmigo para dar una vuelta. Pateaba una piedra mientras caminábamos, en ningún momento se dio cuanta hacia dónde íbamos. De pronto solo escuché:


-Ren Jun, ¿es en serio?


Estaba irritado. Se dio cuenta de que lo llevé hacia la mansión, su antigua casa. Se veía abandonada, algo vieja pero nunca perdía su majestuosidad.


-Solo será un rato. Necesito cerciorarme de algo. Alzo por mí.


Le hice ademán de disculpas. Puso los ojos en blanco pero sin decir nada más, empezó a caminar en dirección al edificio. Había un cristal roto así que aprovechamos y entramos por esa ventana. El interior lo habían desmantelado, lleno de polvo y hojas secas. Chen Le me lanzaba miradas de enojo cada cinco minutos y solo le sonreía. Vine aquí por un motivo en especial.


-Si quieres puedes esperarme aquí. Iré por algo.


Cruzó sus brazos y me dijo que me apurara. Corrí y gracias a mi buena memoria, logré encontrar rápidamente las escaleras. Avisté el espacio que ocupaba el piano, ahora vacío. Subí y entré al cuarto de Chen Le. Miré por todos lados y me llevé una gran sorpresa y satisfacción cuando encontré mi objetivo. Mientras bajaba los escalones le grité a Chen Le:


-¡Cierra los ojos, por favor!


Creo que se quejó pero no lo oí bien, le volví a gritar teniendo la esperanza de que me haya hecho caso. Ya en frente de él, me acerqué con cautela y le robé un pequeño beso. Ligero, solo le toqué los labios con los míos para que se percatara de mi presencia. Se destapó los ojos y logré hacer que sonriera. Su sonrisa purifica mi alma... Le entregué un cuadro. La pintura que le hice aquella vez. Abrió los ojos tanto que pensé que se había asustado pero en vez de eso empezaron a caer lágrimas de sus ojos.


-¿Están llorando? Perdón, no era mi intención. Lo voy a tirar, perdón.


En cambio, agarró el cuadro y lo abrazó. Lloraba con una gran sonrisa en el rostro.


 


CHEN LE


El cuadro que me regaló hace tanto. Sin querer me puse a llorar de la emoción. Que tonto me veo, pero, realmente no pude evitarlo. Ren Jun intentaba apaciguarme. Pareciera que todas las emociones que recolecté durante esta temporada salieron a flote ahora mismo. Estaba tan enojado con mis padres, acompañado de un horrible sentimiento de abandono, luego se transformó en dolor y pasó a ser solo nostalgia. Viví con todos esos sentimientos enfrascados. Respiraba hondo, obligándome a tranquilizarme. Cuando pude hablar me dirigí a Ren Jun:


-¿Sabes por qué decidí irme y quedarme contigo? ¿El porqué nunca quise volver a vivir con mi... familia?


Esa palabra era difícil de pronunciar. Unos padres que no se dignan a buscar a su único hijo, no pueden ser llamados familia. Seguí hablándole a Ren Jun, ahora más tranquilo:


-Mi padre me entregó el cuadro y me contó que te obligó para que no me vieras nunca más. Me sentí muy mal, me sentí impotente, pensé que te perdería, que era el fin. Cuando me dejó solo y destapé la pintura. Al verla, supe desde ese momento que debía salir de esta "cárcel". Me inspiró tanto que estaba planeando cómo huir. 


Miré el cuadro, estaba empolvado pero se logró mantener lo suficiente como para que se pudiera apreciar. Un ruiseñor, con delicados tonos naranjas y cafés, emprendiendo el vuelo justo después de salir de una jaula. Apuntando hacia el cielo o simplemente yendo lejos, libremente. Nunca olvidaré el sentimiento que me provocó, le seguí contando sobre el momento:


-Sé qué quisiste expresar con esto Ren Jun y funcionó. Aunque en ese momento nada parecía salir bien, estaba sin oportunidades de escapar. Hasta que llegaste tú. Siempre te recordaré que me salvaste. Por eso me decidí y supe que debía estar contigo por siempre.


Soné muy cursi y no es mi estilo. Pero en realidad es lo que pienso. El que tenía ganas de llorar ahora era Ren Jun. Lo abracé. Pude sentir que me volví unos milímetros más alto que él. En serio lo quiero y lo protegeré a toda costa.


 


REN JUN


Volvimos a casa, lo primero que hizo fue agarrar un clavo y martillo para colgar el cuadro. Ni siquiera le quitó la suciedad. A pesar de que crece, sigue siendo un niño ansioso. En fin, él me regresó la infancia que no tuve. Terminó y se abalanzó a mí. A penas ahora me fijo que creció un poco y está a nada de ser más alto que yo. Sin previo aviso me besa. Este mocoso se está aprovechando y lo hace de forma apasionada. No lo detengo ya que siempre me dejo llevar por él. Hasta que mi madre aparece y nos interrumpe:


-Ya está listo el pastel.


Grita con el postre en las manos. Ambos nos sobresaltamos. Mi madre se disculpa pero no se sorprende, al contrario sonríe. Chen Le libera unas carcajadas, fuertes y agudas, como siempre pero en esta ocasión se oyeron genuinas. Libres de tensión. Me contagia de alegría. Estar con él, durante el resto de mis días y cada año decirle:


-Feliz cumpleaños Chen Le.


-Te amo Ren Jun.


-Y yo te amo aún más. 

Notas finales:

Tardé mucho en actualizar ya que estoy en procesos de universidad etc... Pero al fin lo logré y con esto concluyo esta historia. 

Doy gracias  a aquellas que han siguido la historia conforme avanzaba y pido disculpas por hacerlas esperar tanto.

 

Espero escribir pronto otro fic de NCT. 


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