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La mansión y la cabaña por CosmosLycoris

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Notas del capitulo:

Gracias por darle una oportunidad, disfruten de la lectura.

Al regresar a su casa inmediatamente escondió la bufanda que le prestaron. Hasta estaba listo para recibir un regaño de parte de sus padres, pero ellos no habían llegado. Sus negocios no les permitían regresar a casa en múltiples ocasiones. Chen Le iba a dormir solo de nuevo, en esa inmensa casa. De vez en cuando había mucamas, quienes cuidaban del muchacho y del hogar, pero al momento de terminar con sus labores se retiraban. A parte de ellas, quienes se dedicaban a educarlo en todos los ámbitos eran sus maestros privados. No le importó lo desolado que iba a estar, era algo común, en cambio estaba distraído con otras cosas. <<Después de la colina, al fondo de la calle. Después de la colina, al fondo de la calle. >> Se decía una y otra vez, durante el resto de la jornada. Pensaba en la clase que le tocaría el siguiente día, iban a ser lecciones de japonés. Planeaba su escapada mientras se alistaba para ir a dormir.

En la mañana estaba emocionado, sentía la adrenalina por imaginar su acto de rebeldía. Desayunó muy rápido, se vistió. Para averiguar qué tal estaba el clima, sacó la cabeza de la ventana de su cuarto. Se llevó una grata sorpresa cuando unos pequeños copos de nieve cayeron sobre su rizado y despeinado cabello. Al fin la hora había llegado, esta vez se abrigó bien, no olvidó la bufanda y salió de la puerta trasera de la cocina. Ni el maestro ni las mucamas se habían dado cuenta pero pronto se enterarían, a Chen Le no le importaba las consecuencias y siguió avanzando a través de su gran patio trasero. Le dio una gran vuelta al terreno que ocupaba su casa, escondiéndose en arbustos cada vez que podía, por si alguien llegaba a ver a través de una ventana. Ya lejos del rango de avistamiento, corrió, disfrutando de frío aire. Salir de casa le daba demasiada felicidad, hasta acompañar a sus padres en reuniones de trabajo o simplemente ir a una obra de teatro le bastaba, ya que estaba la gran parte de su vida encerrado. Pero nada como un paseo por las colinas repletas de nieve y todo se sentía mejor gracias a la emoción de su travesura. Luego de recorrer todo el camino que le había señalado Ren Jun, no vio más que un par de árboles y arbustos, con en medio una pequeña cabaña de madera. Le sorprendió bastante y empezó a recorrer con cautela el lugar. La casa parecía imposible de ser habitada, <<nuestra sala de estar es casi más grande>> pensaba Chen Le, dando vueltas alrededor de la cabaña. Se acercó a una ventana y observó el interior, << adentro se ve mejor de lo que aparenta>> se fijó el muchacho: muebles algo antiguos, una chimenea, el lugar un poco sucio, pero lo que más abundaban eran cuadros en las paredes, todos en blanco y negro. Totalmente contrario a su gran mansión <<al parecer no hay nadie>>, cayó en cuenta Chen Le. Decidió esperar un tiempo para ver si Ren Jun aparecía en algún momento. Se sentó en un tronco que encontró cerca de la puerta. Observaba el cielo despejado mientras se divertía con la humedad que salía con su respiración. Pasaban los minutos y no había señales de la llegada de Ren Jun, pasó de hacer muñecos de nieve a perseguir una ardilla que vio a lo lejos para quitarse el aburrimiento. Era el momento de regresar a casa o realmente se iba a poner en problemas. Se quitó la bufanda del cuello y la puso justo en frente de la entrada, colgando de la perilla. Decaído, se dispuso a retirarse, aunque de pronto se le ocurrió una idea <<es algo tonto pero espero que funcione>> pensaba al mismo tiempo que buscaba y recogía pequeñas ramas. Cuando tuvo las suficientes empezó a juntarlas formando letras: “Gracias. Te veo mañana cerca de mi casa.” Satisfecho, ya estaba listo para irse y se encaminó con una gran sonrisa en el rostro.

De vuelta a su casa, se topó con su enfurecido maestro que no desaprovechó la oportunidad de regañarlo. Chen Le dio la escusa de que “no quería asistir a la clase así que se escondió en la casa”. No era del todo mentira, no deseaba estar en esa clase y era creíble ya que la casa es bastante grande. Le dejó de castigos más ejercicios de los debidos y por supuesto le tenía sin cuidado, en cambio no podía quitarse de la cabeza las palabras que le dejó a Ren Jun. Deseaba con todas sus fuerzas de que el otro viera su mensaje, temía que la nieve no lo cubriera o que simplemente no se fijara. Daba vueltas por su cuarto inquieto, la casa tan vacía como siempre hacía que los pasos del muchacho retumbaran por todo el lugar. Con tal de quitarse los nervios Chen Le fue hacía su instrumento favorito, un gran piano de color blanco. Cuando se trataba de música el joven se transformaba. El niño se volvía todo un artista centrado. Se sentó en el banquito y puso delicadamente sus dedos sobre las teclas, empezó tocando simples escalas para relajarse. La expresión del muchacho cambió de pronto, sumergido en la concentración y poniéndole toda la atención a la música que empezó a componer. Una mezcla de tonos altos, lentos y pausados, se inspiraba en el cielo que vio ese día, en la nieve, en lo pequeña que estaba la cabaña donde vivía Ren Jun. Pensaba en Ren Jun… estaba decepcionado de no haberlo visto y eso se reflejaba en el sonido que producía con el piano. Una hermosa y hasta en un cierto punto, melancólica melodía, esa que solo un grande podría lograr en un par de segundos. Sí, es realmente un prodigio. Solo eran él, sus pensamientos y la música. El paso del tiempo fue rápido, el chico desolado, buscó algo que comer y luego se fue directo a su cuarto para dormir. Tenía las expectativas para el día de mañana. No quería ilusionarse mucho aunque sí tenía muchas ganas de ver a Ren Jun.

El día amaneció extremadamente frío, lo que despertó a Chen Le quien nunca puede quedarse quieto al dormir, lo que provoca que quede descubierto por empujar todas sus sabanas involuntariamente durante su descanso.

-¿Qué pasa con el clima de hoy?

Dijo al aire, aun adormilado. Al verse al espejo pasó la mano por su cabello alborotado. Podría regresar a dormir pero la emoción no lo dejaba. Abrió su armario y sacó sudaderas, unos guantes, gorras, botas y todo lo necesario para salir ese día de bajas temperaturas. Si era necesario le prestaría a Ren Jun algunas cosas para que también estuviese abrigado.

-Él vendrá, estoy seguro.

Se intentaba convencer el muchacho, aunque el tiempo no parecía nada favorable. Decidió estar pegado a la ventana en todo momento para verlo llegar. Después de un tiempo se rindió, le tocaba una clase. No puso atención para nada, estaba demasiado decaído. Terminando el profesor se retiró y Chen Le aun con una pizca de esperanza, echó un vistazo por la ventana. A lo lejos vio a alguien apoyado a un árbol, no podía ver bien el rostro de la persona pero no perdió el tiempo, tenía que averiguarlo de cerca. Tomó toda la ropa que había preparado, se abrigó y salió a toda velocidad.

-Sabía que vendría.

Dijo feliz cuando reconoció al fin a Ren Jun. El otro también lo avistó y con un movimiento de manos lo saludó, se notaba tímido.

-Leíste mi mensaje, fue una idea genial  ¿verdad?

-Realmente me sorprendió verlo. Gracias por devolver la bufanda.

Le enseñó la prenda, Chen Le respondió con una gran sonrisa:

-La verdad es que también quería encontrarme contigo para jugar.

-¿No puedes dejar de pensar en divertirte?

-Deja de ser tan aguafiestas, está lleno de nieve y ¿tú no sientes la necesidad de hacer un muñeco de nieve?

-Ayer no estaba en casa.

-Sí, me di cuenta y eso que te esperé mucho tiempo

-¿Esperaste? Si sigues exponiéndote al frío te vas a enfermar.

-Otra vez insistes con eso. Tranquilo, mira, ahora estoy realmente cubierto.

Dio varias vueltas para mostrarle toda la ropa que tenía encima. Ren Jun asintió con la cabeza como señal de aprobación. Aunque de pronto sintió un pequeño golpe en el brazo, Chen Le con un rápido movimiento le había lanzado una bola de nieve. Mientras Ren Jun hacía una pequeña rabieta, el otro no paraba de reír, como solo él sabe hacer. El mayor miró sus manos, estaban descubiertas, frías a más no poder. Se quedó con las ganas de devolverle el ataque pero no podría sin unos guantes.

-Toma, te los regalo.

Chen Le posó sobre sus manos unos guantes de lana, con divertidos diseños de estrellas y lunas. Ren Jun lo miró sorprendido a lo que el chico le dijo:

-Me fijé que no traías guantes la primera vez que nos vimos. Fue gracioso porque estabas completamente tapado pero tus manos estaban descubiertas.

-No puedo aceptarlo.

-Claro que puedes, póntelos e intenta atraparme.

Le lanzó otra bola de nieve y huyó. Ren Jun se puso los guantes cuidadosamente, las manos empezaban a sentir una calidez pero no solo en sus extremidades. En su cara apareció un pequeño rubor, estaba feliz por ese acto pero en seguida se sintió avergonzado por estar sonrojado. Agarró una gran masa compacta de materia fría y persiguió al chico.

-No creas que te dejaré escapar tan fácilmente.

Con un tiro certero alcanzó a darle a Chen Le, aunque fue justo en la nuca.

-Perdón, no fue mi intención.

Dijo Ren Jun en seguida, preocupado. El otro solo volteó y seguía riendo:

-Tienes buena puntería.

-Y tú eres un torpe.

Se miraron por unos segundos, Chen Le sonrío, Ren Jun sonrío.

-También puedes hacer esas expresiones de alegría al parecer.

Le declaró al mayor con una voz pícara.

-¿Te estás burlando?

Ren Jun se tapó la boca algo incómodo.

-No, ver que también te la estas pasando bien me pone de buen humor. Te ves bien sonriendo.

El mayor no pudo controlar su reacción, desde la punta de las orejas y todo su rostro se puso rojo por la afirmación de Chen Le. Para evitar que lo descubriera, inició a lanzar mucha nieve hacía Chen Le, sin importarle si acertaba o no. El joven estaba realmente alegre, esto es lo que esperaba, pasarla bien con alguien y Ren Jun apareció de la nada para él. Chen Le que siempre estaba desolado, sin compañía y sobretodo encerrado. Disfrutó al máximo ese momento. Siguieron lanzándose bolas de nieve, se sentaron a ver las formas de las nubes, se divertían. De alguna manera, ambos estaban agradecidos con el otro. Sin duda estaban compartiendo un gran momento junto.

Notas finales:

Espero que les guste este capitulo, actualizaré lo mas pronto posible.


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