La semana pasó demasiado rápido para su gusto, se encontraba en casa de su madre de nuevo, no es que prefiriera estar en casa de su padre, porque no era así solo que en casa de su padre lo ignoraban más y estaba solo la mayor parte del día, él estaba bien con eso. Tomó su chaqueta y salió de casa antes de que su madre comenzara a decirle cosas que no quería escuchar, caminó hasta el estanque al que siempre iba con migas de pan en el bolsillo y lanzó la comida una vez llegó.
- Wonwoo – se levantó de inmediato al escuchar la voz del moreno alto detrás de él – eres tú, creí que te había sucedido algo – dijo sonriendo esta vez acercándose al mayor.
- Oh, hola – Mingyu tenía una manía que quizás solo él había notado o es que él era muy obstinado como su madre siempre decía, Mingyu no conocía el significado de espacio personal, siempre que tenía una conversación Wonwoo se sentía acorralado por el menor – yo... he estado bien, no debes preocuparte –
- ¿Fuiste de viaje? – ojalá hubiera sido eso.
- No, estaba en casa de mi padre, pero esta semana me quedaré con mi madre – Mingyu empezaba a atar cabos por su propia cuenta, Wonwoo parecía ser de las personas que no se detenían mucho a pensar en lo que soltaba, de todas formas no preguntaría.
- ¿Tienes otros planes hyung? – ¿era en serio? No tenía nada que hacer, pues sin contar el hecho de que quizás Jun llegaría de China, cosa que no era cien por ciento segura, no tenía absolutamente nada que hacer más que dar paseos con Mingyu.
- La verdad no -
- ¿Te gustaría venir al campo con mi familia esta semana? Tenemos una casa ahí – eso sonaba diferente...
- No sé si sea una buena idea yo... - no debía.
- ¿No puedes? – sí, pero no quería meterse en problemas.
- No es eso, es solo que yo... -
- Entonces vendrás conmigo – ¿Cómo es que no podía negarse con este chico?
- ¿Qué es lo que debo llevar? – suspiró resignado.
- Solo con tu presencia es suficiente hyung –
- Lo digo en serio -
- Tenemos de todo en la casa de campo, no debes preocuparte –
- Entonces... está bien –
- Además... - dijo el menor con la voz algo grave – no necesitas nada más que a mí –
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Una llamada había sido suficiente para que pudiera ser libre de dar explicaciones, le había llamado a su padre ya que si debía elegir entre su padre y su madre elegiría sin duda al primero, era quien menos lo regañaba, diciéndole que Jun había regresado y que se quedaría en su departamento toda la semana, le pidió que le comunicara a su madre lo que le había dicho anteriormente y no esperó una respuesta, luego de eso la llamada simplemente se colgó.
- ¿Todo bien? – preguntó Mingyu, a lo que solo asintió, ambos estaban siendo transportado en el auto del mayor, el conductor era alguien de confianza por lo que el menor le había comentado. El menor le había dicho que sus padres llegarían luego, ya que tenían algunos trabajos, mientras tanto se relajaría un poco de pensar en su vida y tomaría lo que Mingyu le ofreciera. En realidad había pasado muchas veces por su cabeza que el menor pudiera estar mintiendo todo el tiempo y en lugar de ser un modelo reconocido, cosa que aún no había podido discutir con él, podría ser un violador o asesino, traficante de drogas u órganos que solo quería aprovecharse de él, pero luego de eso solo se había reído de sus propias ocurrencias, Jun le había dicho lo famoso que era el muchacho, además conocía a algunos de sus amigos en la escuela, una persona así de famosa no se arriesgaría a crear escándalos, no había manera de que Mingyu llegara a ser algunas de las suposiciones que tenía Wonwoo, era un niño adorable e ingenuo algunas veces, el menor no le podría hacer daño ni siquiera a una mosca muerta, pero si tal vez estuviera en lo correcto y Mingyu fuera un asesino serial, realmente no le importaría, no había nada que valiera la pena en la tierra como para que quisiera disfrutarlo.
- Mingyu... - comenzó a hablar el mayor - ¿Eres modelo verdad? – el menor lo observó.
- Sí, te lo había dicho antes ¿recuerdas? –
- No, me refería a... ¿eres esa clase de modelo? –
- ¿A qué te refieres? –
- Pues, a esos modelos famosos en todo el mundo, con mucho dinero y personas alrededor – el menor suspiró.
- Pues sí, soy uno de esos modelos – dijo mirando por la ventana – viajo por todo el mundo, tengo mucho dinero también, algunos autos y casas, un equipo de producción para fotos, estilistas y mucha gente me rodea, así que no estás equivocado – Wonwoo estaba sorprendido - ¿Eso te molesta hyung? – Mingyu jamás lo llamaba hyung gracias a que él mismo se lo había pedido, pero esta vez había sonado algo vulnerable, como si tuviera miedo de algo.
- No, realmente creo que es genial –
- ¿Por qué es genial? –
- Porque siendo la persona que eres, aún sigues conservando el lado amable que muy pocos poseen Mingyu, no tenía idea de que fueras alguien tan famoso – el menor asintió.
- Lo sé, me di cuenta cuando te conocí –
- ¿Cómo? –
- Fue fácil – dijo encogiéndose de hombros – no hiciste ninguna expresión de asombro, y tampoco pediste una foto mía, no hiciste halagos ni comentarios, mi cabello, mi ropa, nada – dijo sonriendo – solo me trataste como una persona normal, me mostraste el vecindario, incluso comimos helado juntos, la he pasado mejor contigo en una sola semana que en todos estos años alrededor del mundo conociendo personas y visitando lugares –
- También la he pasado bien durante todo este tiempo – se asinceró el mayor.
- Y lo seguiremos haciendo – aseguró el moreno – te va a gustar mucho la casa de campo, no he ido desde la última vez que vine a Seúl, mis padres lo han hecho a remodelar porque esperan pasar más tiempo ahí antes de que empiece la escuela -
- Nunca he pasado mucho tiempo fuera de casa – dijo pensando en que si su madre se enteraba, estaría poniendo a prueba su paciencia con comentarios molestos – le dije a mis padres que me quedaría en el departamento de un amigo –
- Ellos no me conocen ¿crees que enojen por eso? – Wonwoo se encogió de hombros.
- No quiero pensar en eso, si ellos van a decirme alguna cosa por desaparecer una semana, entonces espero que la semana termine para recibir los sermones que ellos quieran decirme, mientras tanto voy a pasármelo bien contigo, así que Mingyu... disfrutemos todo lo que podamos esta semana –
- Te prometo que será genial –
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Y vaya que la semana no pudo estar mejor, la casa de campo resultó ser una mansión dentro de cerca de muchos hectáreas de áreas verdes, un camino empedrado les dio la bienvenida mientras las puertas se abrían automáticamente para darles paso a lo que Wonwoo creyó que solo poseían las personas millonarias e inalcanzables, que él quizás jamás conocería.
Pues estuvo muy equivocado todo el tiempo, Mingyu parecía tratarlo como de su familia, los padres de Mingyu eran personas increíblemente sencillas y amables como su hijo, ambos trabajaban a través de sus laptops en cualquier parte de la enorme casa, la mayor parte del tiempo se la pasaba con el menor, quien no exageró cuando dijo que tenían todo lo necesario en la casa, Wonwoo terminó con un armario completo de ropa que podía utilizar durante su estadía, una habitación grande, una cama cómoda y lo que sea que quisiera siempre era contestado con un "Enseguida lo traeré para usted" no quería abusar de la hospitalidad de la familia Kim, pero era imposible no sentirse caprichoso cuando en toda su vida no había recibido esa clase de tratos, las veces que había salido con sus padres que podrían haber sido dos durante toda su vi de no ser porque en la segunda vez tuvieron que regresar de la salida porque se enfermó, cuando compraba ropa siempre era solo, y con algo de dinero que le dieran sus padres, cuando era más pequeño se lo pedía a sus abuelos, pero al morir ya no había quien lo acompañara por sus cosas, siempre que quería algo era rechazado por un "confórmate con lo que te estamos dando, ya es demasiado" teniendo unos ocho años, sus cumpleaños no había sido celebrados, tal vez dos o tres si es que su memoria no fallaba y solo era un pequeño pastel, o juguete e ir a la cama.
En la mansión Kim era mimado en todo sentido, Mingyu le había mostrado todo el lugar y habían hecho miles de cosas, montar caballos, jugar golf, nadar en la piscina, algo de basquetball, conducir, porque créanlo o no, Mingyu sabía conducir muy bien y se había ofrecido a enseñarle, hicieron karaoke después de la cena, vieron películas, comieron demasiados dulces y cosas grasosas, jugaron videojuegos, dieron largas caminatas conversando como solían hacer en casa, incluso habían accedido a ayudar la Sra. Kim con su vivero, recolectaron fresas, Mingyu también había resultado ser un cocinero excelente, Wonwoo cada vez estaba más sorprendido de lo diferente que podía llegar a ser las opiniones del resto con la realidad que se mostraba frente a él. Mingyu no era solo una cara bonita en un cuerpo atlético y alto, era mucho más que eso, mucho mejor persona de lo que el resto decía.
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Después de la más mágica semana de su vida, fue hora de regresar, no quería, quería quedarse en la mansión Kim, con la familia Kim, ser abrazo y mimado, comer comida deliciosa junto a una familia que disfrutara de compartir momento en la mesa, no quería dejar aquellos recuerdos tan hermosos.
- Vamos Wonwoo, es hora de volver – quizás Mingyu había notado la nostalgia en la cara del mayor quien se había quedado observando las rejas al inicio del camino – Sé que te ha gustado mucho estar aquí, pero no estés triste, regresaremos pronto – sintió como si fuera un niño pequeño y Mingyu le decía cosas lindas para que no se soltara llorando y haciendo rabietas, pero él no era un niño y entendía perfectamente.
- ¿En serio tenemos que volver? – Mingyu rió.
- Por supuesto, tus padres deben estar preocupados, no has hablado con ellos en una semana – pues la cosa había sido así, había tenido su teléfono consigo desde que se fue y no había sido un problema recargar la batería, pero la mayoría del tiempo había tenido el teléfono apagado, no quería arruinar la mejor semana de su vida.
- Ellos no... -
- Volveremos ¿de acuerdo? – Wonwoo asintió y no tuvo más remedio que subir al auto y despedirse del campo para darle un saludo a su triste y fría realidad.