Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

“Nuevo invierno de acero” por KarinUchiha1

[Reviews - 96]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Luego de tener un internet horrible regreso con esta fic, que cerrara un capitulo de tragedia en la vida de Bucky y le dara un nuevo futuro.

Tambien habra un capitulo lemon y este sera el ultimo capitulo lemon en esta fic porque pronto llegaremos algo intenso que cambiara para siempre la vida de Tony y Bucky.

Sin mas, les dejo este capitulo junto con una recomendacion musical de Amy Lee y Sheether

https://www.youtube.com/watch?v=izWcrGkOCpE

Esto no solo es para que yo pueda perdonarme por lo que hice, sino para el también para perdonarse y perdonarme. Volví a darme la vuelta volviendo a dar algunos pasos y quedando a un metro frente a las tumbas de Howard y Maria Stark.

-Howard…-dije con dificultad- señora Stark… -aun podía sentir el nudo inmenso en mi garganta al tratar de hablar, no podía dejar de llorar- Howard… -empuñe mis manos con toda mi fuerza- fuiste un gran amigo para mí y para Steve, siempre fuiste el mejor para crear cosas y crear desastre con las mujeres -reí con amargura- no tuve la oportunidad de conocer a tu esposa pero estoy seguro que debió ser una mujer bastante especial para que pudiera domar a una bestia como tu…

Seguía riendo con dificultad, las lágrimas seguían saliendo sin control y volví a caer de rodillas empezando a temblar.

-Howard…-respiraba agitado- lo siento… -baje la mirada- lo siento, en verdad, lamento haberte matado. Te juro que yo jamás quise hacerlo, fue Hydra él que me obligo hacer esto, matarte con toda la frialdad del mundo, dejando solo tu hijo. Yo en verdad, lo lamento. Jamás habrá las suficientes palabras para que pueda enmendar este terrible error, daría lo que sea para que todo hubiera sido una maldita pesadilla.

-James…-dijo Tony con dificultad.

-Howard siempre te recordare como un gran amigo que siempre me ayudo y Maria…-mire la tumba de Maria- no merecías morir así, perdón…

Tomé aire y me di la vuelta ahora mirando Tony, él estaba serio conteniendo sus lágrimas lo más que podía.

-Tony…-dije serio- por todo aquello que te quite, por todos los momentos que hubieras podido tener y que yo los desaparecí, me siento profundamente arrepentido. A nombre de tus padres y de mí, lo siento…

Esto era lo más difícil que había hecho en toda mi vida, encarar aquellos que asesine y aquellos a los que les arrebate su futuro. Aun así, Tony me hace afrontarlo, con la frente en alto. Solo dio un gran suspiro y me miro.

-Tuvo que pasarles esto, para que me diera cuenta, de lo mucho que los amaba-bajo la mirada empezando a caminar quedando a pocos centímetros frente a mi- pero si no hubiera pasado, jamás me hubiera dado cuenta.

-Tony…-susurre.

-Cuando me enteré que mataste a mis padres y que Steve lo supo todo este tiempo, en verdad quería matarte -empuño las manos con fuerza- incluso luego de pasar los meses y que Steve alegara por ti, yo quería matarte…

- ¿Por qué no lo hiciste? –

-Porque no me haría distinto a Hydra-levanto la mirada a mi- estaría controlado por la ira y la venganza, hubiera terminando matando a una persona que Steve tanto quería y sufriría el mismo dolor que yo… -cerro los ojos derramo algunas lágrimas- pero lo amaba más de lo que te odiaba.

-Tony, te juro que no era yo, yo estaba siendo…-

-Ya lo sé, deja de disculparte-dijo un poco molesto- nunca fue tu voluntad, pero lo hiciste.

La frustración seguía comiéndome desvié la mirada y de la nada me sorprende al ver a Tony recargado sobre mi pecho.

- ¿Tony? -pregunte a punto de tocarlo.

-No me toques-me sorprendí- pero no me dejes solo y escucha…-se quedó en silencio unos segundos y luego suspiro- sabes a que se dedicaba mi padre ¿no?

-Fabricaba y creaba armas para la guerra-

-Pues yo seguí ese legado, creyendo que con mis armas protegía de algún modo a mi país, pero sin darme cuenta también le di las armas a mis enemigos para destruirme, nadie me obligo, pero igual lo hice. Yo mismo fabrique las armas para matarme.

No pude dejar de pensar en lo que Pepper me dijo alguna vez cuando la cuidaba “Ambos perdieron una parte de su humanidad, que los hizo ser lo que son ahora” yo perdí mi brazo perdiendo mi libertad y mi pasado, Tony perdió su corazón para encontrar el verdadero, ambos perdimos una parte de nuestra humanidad, para volvernos esto.

-James…-dijo serio- siendo el soldado del invierno o no, tú lo hiciste, tú los mataste y es algo que nunca voy a poder olvidar -alzo la mirada y me tomo el rostro con ambas manos- a pesar de eso, James, quiero que sepas… -me dio un pequeño beso en los labios y susurro- que te perdono, por todo.

Sentía que la felicidad se me desbordaba por los ojos, que por fin podía respirar con normalidad y las piernas me temblaban, quería abrazarlo pero aún no podía hacerlo por lo que dijo, solo podía limitarme a decirle…

-Tony…-hable con dificultad- te amo, te amo tanto… -llore con alivio- gracias, gracias por todo…

-Yo te perdono James ¿Y tú? -pregunto sorprendiéndome- ¿puedes perdonarte?

Incluso con si pidiera mil perdones, jamás enmendaría lo que echo, aunque ahora al menos protegeré y amare a aquel al que tanto lastime. Me tomara tiempo perdonarme; sin embargo, a lado de Tony, siento que en verdad pueda hacerlo.

-Tal vez-

-Bueno, no es una respuesta clara- suspiro- me conformo con eso -enlazo mi mano con la mía- vámonos.

- ¿A dónde vamos? –

-A casa-

El cielo empezó a despejarse, los primeros rayos de sol empezaron tocar el cementerio, sonreí aliviado enlazando con fuerza su mano y ambos nos fuimos del cementerio, dejando sobre las tumbas el ramo de Jacintos siendo cubierta por el caer de los copos de nieve.

Pocos minutos después había amanecido por completo, podía sentir el nuevo amanecer en el ambiente y mi alma. Por fin podía sentir la paz que tanto estaba buscando, miré por un momento a Tony, no pude evitar sonreír, en definitiva, lo mejor que pude hacer luego de ser descongelado, fue haberme enamorado de Tony. Lo amo, lo amo como nunca había amado alguien en mi vida.

Volvimos al Quinjet, Tony volvió a tomar el control de la nave encendiéndola empezando a sobrevolar el cementerio.

-El próximo año tu compraras el ramo ¿de acuerdo? – pregunto y yo mire el cementerio ahora sonriendo al verlo.

-Claro-dije- yo comprare el ramo el próximo.

-Vámonos…-

Apretó algunos botones y despegamos dejando atrás el cementerio, durante todo el trayecto no dijimos nada, sentía que no era necesario, ya no lo era. Solo puse mi mano sobre la suya y el me la tomo, disfrutando de nuestra compañía.

Llegamos a su torre, estaba completamente vacía, ni siquiera se oyó la voz de Viernes para recibirnos, el ambiente era completamente silencioso. Tony y yo nos dirigimos a su habitación, él fue el primero en tomar la iniciativa del momento, en cuanto entramos a su habitación cerró la puerta y me jalo de la ropa besándome, él me había rodeado el cuello con sus brazos, abrazándome con fuerza, me quedé un poco sorprendido, había olvidado como Tony tomaba la iniciativa en estas cosas, correspondí a su abrazo con fuerza, sintiendo aún más el contacto físico de ambos.

Ese amanecer en la ciudad era solo para nosotros dos, solo éramos Tony y yo, en aquella habitación solo iluminada por los rayos del sol, el clima era frio, pero yo solo sentía los cálidos besos de Tony en mis labios y el aliento irse en cada suspiro, nos separamos por breves instantes.

-Ha pasado mucho tiempo-susurre.

-Exageras-respondió sonriendo- solo ha pasado algunos días.

-Se me ha hecho eterno-

-A mí también-

Susurro cerca de mis labios y volvió a besarme, había extrañado tanto esta cercanía, este calor, este amor y este deseo que solo él podía darme.

Quería estar siempre así con él, poder amarlo sin límite y poder tenerlo para siempre sin restricciones, lo amaba. Lo amo más que nada en el mundo, porque el, me hace afrontar lo peor de mí y me acepta a pesar de todo.

- ya tebya lyublyu, Antoshka… -susurre a su oído.

-Yo también…-susurro Tony sorprendiéndome.

- ¿Qué dijiste? –

- ¿Qué? Aprendí un poco de ruso-dijo sonriendo con picardía

-No- dije un poco confundido- tú, dijiste…

-Y te lo repetiré ahora…-me volvió a besar- te amo, James…

Yo sentía que ya no podía ser más feliz y Tony ahora me hace querer la vida más que nunca, ya no podía pedir más, ya lo tenía todo. Cuando empecé a enamorarme de él, yo sabía que él no quería amar a nadie, por miedo a volverlo a perder y yo estaba conforme con eso, estaba dispuesto amar por los dos; Tony también lo sabía, por eso se limitaba a jamás mostrar su amor y ahora sin que yo esperaba nada a cambio, me ama. Que más podría pedir ahora.

- ¿En verdad? -pregunte agobiado- Tú, en verdad…

-Si…-susurro- te amo James, te amo como el hombre que eres y que ahora… -toma mi rostro con ambas manos- me haces la persona más feliz del mundo.

No podía ni responder; yo, en verdad, soy amado, yo tengo a Tony, yo…

Yo soy feliz…

Ya no necesito más, tengo todo lo que necesito y juro que voy a protegerlo, con toda mi alma.

Volví a besarlo con toda la ternura y el deseo del mundo, lo cargué de la cintura sin dejarlo de besar, llevándolo directo hacia la cama, me sentía impaciente, jamás creí que las ropas de invierno fueran tan estorbosas ahora, quería deshacerme de ellas lo más rápido posibles, quería amarlo y hacerlo mío de una vez. Besaba su cuello con lentitud conforme lo desvestía y de la misma forma Tony me desvestía a mí, tocaba cada parte de su torso por debajo de la camisa, aunque estaba impaciente de igual manera quería tocarlo por completo, quería sentir cada parte de su piel centímetro a centímetro.

Tony me quito la sudadera con todo y la camisa dejando mi torso completamente desnudo, él sonreía complacido por la vista de mi cuerpo, empezó a tocarme cada parte de torso desnudo.

- ¿Te gusta? - susurre en sus labios sin dejar de desvestirlo y tocarlo.

-Me encanta-

Puso sus manos en mi espalda haciendo que me acercara aún más él, Tony dio un pequeño gemido, podía sentir su cálida y palpitante erección chocar con la mía sobre los pantalones, ambos queríamos tocarnos con toda el deseo y el amor que queríamos.

Quería complacerlo más que nada ahora, me deshice de sus pantalones con todo y su ropa interior, baje hasta su entre pierna pudiendo ver el miembro erecto de mi amado Tony, no espere ni un segundo empezándolo a lamer con todo el descaro del mundo.

Podía escuchar esos tenues gemidos en toda la habitación y poco a poco elevaban su volumen, en verdad que adoraba escucharlos. Lo chupaba, lo besaba y lo metía en mi boca con tal de escuchar esos dulces y sonoros sonidos que provenían de él.

-Ahh…James…-decía entre jadeos, lo dejaba sin aliento.

Quería escuchar más de esa melodiosa voz, así que introduje un par de dedos en su entrada, sentía como su interior los apretaba con fuerza y como él se retorcía de placer solo con mis dedos en su interior.

-James…-seguía jadeando- ya, por favor. Estoy listo…-puso sus manos en mi cabeza- quiero que entres mi… te quiero…

Sentía que no podía resistirme más, ver esos ojos tan demandantes de Tony hacían que perdiera completamente la cabeza, saque mis dedos de Tony y aproveche el momento para dejar al descubierto mi duro y erecto miembro. Tony se puso ansioso enredando las piernas alrededor de mis caderas dándome clara señal de continua.

-James…por favor…-me rogo entre jadeos.

Yo seguía sin creer que esa mirada suplicante de esos ojos marrones, eran para mí, mi Kotenok, de mi Antoshka. Yo prometo que nadie te lastimara de nuevo y nadie te amara como yo lo hago. Volví a besarlo con suavidad, me aferré a sus muslos abriéndolos observando brevemente a su entrada y poco a poco empecé abrirme paso a su interior.

Tony cerro con fuerza sus ojos, arqueo su espalda hacia mí y empezó a respirar un poco agitado, podía sentir un poco de resistencia, pero, aun así, no dejaba de abrazarme del cuello.

-Sigue…-jadeo.

- ¿Seguro? -pregunte nervioso.

-Si, siempre inicia doloroso y luego no quiero que pare-

Seguía aferrándose a mí con fuerza ¿Que tan enamorado se tiene que estar?, para pensar en el placer de tu amada pareja, antes que el tuyo. Quiero que experimente mi placer de amarlo y que jamás lo olvide.

-Te amo…-susurre entrando por completo a Tony-

-Te amo…-susurro aferrándose a mi espalda- James…

Acelere el ritmo, las estocadas se volvía rápidas y placenteras, era esquisto aquel cálido y estrecho interior, las piernas de Tony ahora se enlazaban a mi cintura negándose a soltarme, eran movimientos profundos, Tony no paraba de gemir una y otra vez siempre que lo golpeaba en su interior, lo hacía mojarse, lo hacía extasiarse en cada movimiento, era lo mejor que podían darme esta mañana.

- ¡Ah! Mas…James. -Exigía, aferro más sus piernas a mis caderas.

Podía sentir su interior apretarme con fuerza, era increíble sentir esa sensación eléctrica cada vez que lo penetraba, sentía la humedad de Tony en mi vientre provocada por su erección, sostuve su rostro con mi mano derecha y con la otra me sostenía a lado para seguir penetrarlo, poco a poco bajaba mi mano derecha acariciando cada centímetro de su cuerpo desde sus pequeños pezones hasta llegar a su erección. La sostuve y empecé a masturbarlo mientras lo seguía penetrando, Tony gemía con irregularidad, estaba realmente fascinado con todo.

-Antoshka…-gruñí- me encantas, no quiero que nadie más pruebe cada centímetro de tu cuerpo, solo yo…

-Nadie lo hará…-seguida gimiendo aprisionado mi cuello con sus brazos.

Podía oír los espasmos de Tony, sentía como se tensaba y dando un gran gemido en toda la habitación, se dejó correr provocando que nos mancháramos el abdomen de su semen. Me sentía un completo descarado, tomando los restos de semen con mis dedos llevándolos a mi boca lamiéndolos. Las piernas de Tony ahora temblaron dejándose caer sobre la cama se veía exhausto y satisfecho.

-Mi turno, Kotenok…-susurre a su oído.

-Ahh…te amo…-dijo agitado probándome un pequeño escalofrió- te amo, James Barnes…

A pesar de que el había terminado antes que yo, no dejaba de ser tan lascivo y provocativo con cada palabra que decía.

Quería terminar este éxtasis cuanto antes, lo estreche con fuerza mordiéndole el cuello que provoco que diera un pequeño grito y haciendo que finalmente me corriera en su interior, lo solté jadeado con pesadez, me levante un poco volviendo a mirar Tony y él hacia lo mismo.

- ¿Por qué fue eso? -pregunto un poco agitado.

-Para que sepan que eres mío-

-Ja idiota-sonrió con lividez- ya lo soy y no necesitabas morderme para eso.

-Si-sonríe con picardía- si tenía, por si algún “Space” u otro sujeto no le queda claro-

-Que mapache tan celoso- rio un poco- me gusta.

-Lo sé-

Me acomode en la cama junto a él, nos arrope bien entre las sabanas y nos recostamos en la cama.

-Descansa-dije- no tendremos un momento así en un buen rato y prefiero estar contigo así, aunque sea unas horas.

-O al menos que no nos interrumpan-dijo abrazándome- es temprano, no creo que alguien nos moleste ahora

-Eso espero, ahora solo quiero dormir-

-De acuerdo, solo descansa-

Solo quería descansar y disfrutar el momento con él, es todo lo que necesitaba en este momento.

-Soldado…-

Esa voz, no era la de Tony, era la de una mujer, claro, esto es un sueño, la voz de la mujer Carter, era extraño oírla, ya había pasado tiempo desde que la oí la última vez, me pregunto porque ahora estaré soñando esto o más bien, porque estoy recordando esto.

 

-James Buchana Barnes…-

Seguía escuchando su voz, recordando como ella me pedía con desesperación que protegiera a Tony con toda el alma.

 -En verdad lo siento…-

Realmente no estoy enojado con ella por haberme utilizado, de echo creo que es la única persona que no odio que me haya utilizada, de echo le estoy de cierta forma agradecido.

Seguía escuchando la orden de salvar y proteger de Tony, su voz se hacía eco con el pasar de los segundos, luego de un momento a otro el panorama cambio, abrí mis ojos y estaba en una habitación oscura donde Peggy Carter estaba conmigo frente a frente bastante seria.

- ¡Soldado! -dijo seria.

-Recibo ordenes- respondí como el soldado.

- ¡Reporte de misión! –

-Sin novedad-respondí.

-Esto es extraño-dijo confundida- ya han pasado meses y Abdías con su organización no ha vuelto atacar-

-Quizás los asusto, agente Carter-

Sentí un terrible escalofrió combinado con unas terribles nauseas de solo escuchar ese horrible acento alemán, ese maldito científico apareció de la nada acercándose a Carter.

-Ya han pasado dos años agente y han sido pocas las apariciones de la gente de Abdías con su bola de terroristas, ¿no será tiempo de retirarse? –

- ¡No! -contesto con brusquedad- esos tipos no suelen solo irse sin decir nada, algo está pasando y tengo que averiguarlo.

-Te lo tomas muy enserio Carter, porque no pones a alguien más al cuidado de tu niño, otro soldado y ponemos al sargento Barnes a capturar a esos terroristas-

- ¡No! -grito mirando molesta al tipo- Barnes va a seguir protegiendo a mi pequeño Tony, es el único que puede protegerlo y si no quieres que los demás se enteren de esto o de tu enfermedad, lo vas a dejar con Tony ¿me oíste? Zola.

El científico loco no le contesto de inmediato a Carter, solo sonrió y empezó a reír con descaro molestándola aún más.

-Eres demasiado dramática Carter-

-No tengo tiempo para bromas Zola-dijo volviéndome a mirar- Tony está en peligro y Barnes es el único que puede protegerlo.

-Como quieras Carter-se empezó a ir- te dejare al sargento el tiempo que quieras, mientras cumplas tu promesa de no hablar sobre esto -miro un poco a Carter- al igual que yo, seguiré guardando tu secretito, sobre ti y Howard ¿Te parece?

-Lárgate de una vez Zola-dijo molesta sin míralo.

-Nos vemos, Agente Carter-

El tipo se fue dejándome solo con la agente, su expresión cambio a una forma más agobiante, podía ver que ella lloraría en cualquier momento.

-James…-dijo acongojada- fuiste un gran amigo de Steve y ahora yo te utilizo de esta forma -bajo la mirada- no tengo perdón, pero no tuve opción -se oía suplicante- tengo que protegerlo -puso sus manos juntas en su pecho- a mi pequeño.

-Salvar…-

Yo mismo me sorprendí al escucharme hablar, no era yo el que hablaba, era el soldado del invierno el que hablaba.

-Y proteger…-hablaba el soldado- es mi misión…

-James…-susurro alzando la mirada poniendo su mano en mi mejilla- has sufrido tanto, en verdad quisiera liberarte y no puedo…

-Tony…-dijo con dificultad-debo proteger, esa sonrisa…

Carter se sorprendió un poco al oír eso del soldado y sonrió retirando su mano de él.

- Te has enamorado de él ¿verdad? –

-Si…-

-Es un poco raro viniendo de un hombre mayor y más siendo un tipo como tú, lo interesante es que no me molesta-rio un poco raro- eso no importa ahora, James, tengo que pedirte algo -hablo un poco seria- más que una misión o una orden, es un favor… -sonrió de nuevo- amalo, ama a Tony con toda tu alma, protégelo con todo tu ser y vive para él. Tal vez así, podrás ser libre… -sonrió ahora con amargura- o quizás no, solo quiero liberarte, James Barnes…

El soldado ya no respondió y Carter tomo aire dando un gran suspiro, volviendo a ponerse seria mirándome de nuevo.

-Sigue tu misión soldado-dijo seria- protege a mi hijo.

-Entendido-respondió.

Los fragmentos de mi memoria estaban acomodándose en mi cabeza, ahora podía recordar esa misión con más claridad, esa misión de cuidar a Tony duro dos años, si bien había tenido algunos ataques por esa organización, ninguno tuvo realmente gran importancia, eran simples soldados que fácilmente me pude deshacer. Ese tipo Armin Zola le exigía a Carter que ya no me utilizara para esas vigilancias y ella se negaba rotundamente a dejarlas. Ese día que Carter había discutido con Zola, al anochecer, sucedió lo que tanto temía Carter, un ataque masivo por los 10 anillos.

Era de noche, ese día Howard y Maria habían salido de viaje dejando a Tony a cargo de su mayordomo Jarvis, yo hacia mi vigilancia nocturna de costumbre y a los pocos segundos de la media noche, algo ocurrió, un apagón de la nada. Había dejado un poco consternado al soldado, pues estaba más oscuro que no podía ver nada, se puso sus googlees activando la visión nocturna, percibió dos personas entrando a la casa, fueron interceptadas por el mayordomo Jarvis, aunque no lo pareciera, el sujeto sabia pelear dándole una buena paliza a esos sujetos, pero no se dio cuenta que otros tipos estaban entrando a la mansión por la parte trasera.

- “Protégelo con todo tu ser” –

Esa era la señal, la señal para matar. Conforme avanzaba el sueño vi al pequeño Tony dormir plácidamente en su cama, ruidos extraños lo despertaron.

- ¿Mmm? -soñoliento- ¿Jarvis?

Miro a su cuarto que estaba oscuro, varias sombras empezaron a moverse, eran sombras de hombres que lentamente se empezaron a acercar a él.

- ¿Jarvis? -pregunto asustado el pequeño Tony.

-Objetivo localizado-dijo una de las sombras- vamos de regreso.

El pequeño Tony se asustó a punto de salir de la cama, pero antes de salir varios disparos se oyeron sorprendiéndolo, miro de regreso y las sombras desaparecieron, miro a su alrededor no encontrando nada.

-¿Quién…

Se sorprendió más al ver una gran sombra por la ventana, se levantó de la cama y se acercó a la sombra que estaba en la ventana, esa sombra lo miro con unos fríos y penetrantes ojos azules, pero al pequeño Tony, no le asustaban

- ¿Mapache? –

La luz de la luna ilumino la habitación, dejando ver al soldado del invierno con su intimidante estampa y que miraba a Tony con frialdad.

-Eres tú-dijo sonriendo Tony y el soldado asintió la cabeza- y…-un poco nervioso- ¿Dónde están…

Miro a su alrededor encontrándose con 3 cuerpos con atuendos militares verde oscuro, sorprendiese.

-Los mataste…-

En ese instante, yo creí que me odiaría o que me miraría con miedo y no fue así, si dirigió de nuevo ahora más serio.

-Ellos ¿querían matarme? –

Tenía la regla de no hablar frente a Tony y cuando alguien ordena, el soldado siempre obedece, así siempre creí que fue, hasta que miro al pequeño y por primera vez se revelo.

-Si-dijo cortante el soldado.

-Deben ser los sujetos que están buscando a mi papá-dijo molesto- maldito viejo, me mete en sus tonterías ¿Quiénes son?

El soldado ya no le respondió más, porque de inmediato varias granadas rompieron las ventanas y se quedaron en la habitación, el soldado se sorprendió tomando a Tony protegiéndolo con su cuerpo, las granadas se activaron soltando un gran destello de luz, eran solo unas aturdidoras, en el suelo estaba el soldado abrazando a Tony protegiéndolo.

-Yo…-dijo el soldado- tengo que sacarte de aquí

-Parecen varios tipos, ¿cómo vas hacerlo?

-Cuidar y proteger-serio- esa es la misión.

CONTINUARA...

Notas finales:

El secreto de Peggy y Bucky poco a poco se libera, el soldado protegera a su kotenok con toda violencia.

Sera todo por el momento, espero que te haya gustado y nos vemos en otra fic ????


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).