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A lo que estaré dispuesto por ti por AsamiYang

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Notas del capitulo:

Hey hey!!! Les hice esperar mucho? 
Lamento mucho la espera. Pero me estoy tardando ya que estudio enfermería aquí en París... Y como ustedes lo saben... Me está llevando la chingada a los profesionales de salud XD 

Aquí les traigo el nuevo CAP de este fanfic!!! 

DICLAIMER; Viewfinder y sus personajes (excepto el chingo de OC que hay que son míos XD, Reborn de KHR y Jason Todd de DC Comics... Que tampoco son míos) no me pertenece. Todos pertenecen a sus respectivos creadores. 

Sin más y basta che chachara!!! Let's go! 

Capítulo 20; Dubái 


Dubái – Emiratos Árabes Unidos – 27/09/20XX – 14:39

La velocidad era algo que le encantaba sentir. A una alta velocidad viajaba por las rutas del desierto en Emiratos Árabes Unidos sin curvas peligrosas, donde los amantes al volante desfilaban en sus mejores vehículos por línea recta; llegando al destino más deseado por toda persona en el mundo.

Dubái es simplemente un mundo magnífico fuera de todo lo imaginado, los edificios enormes, lujosos, cuidados con el máximo de detalles, donde la gente circulaba por las calles con animales exóticos, demostrando que en Dubái se vive en el lujo, con casas que sobrepasan lo extravagante, de gente preciosa con características únicas, como por ejemplo: el hecho de encontrarte con una bella morena con el cabello extremadamente largo y tener los ojos azules tan claros como el agua, el cielo y el mar, sin duda alguna.

Era de locos, y sin dudar, la gente que desea venir con toda el alma, hasta donan un pulmón para poder conocer la ciudad.

Y deteniéndose en un enorme edificio lleno de lujos, una preciosa Automobili Pininfarina Battista de color blanco y negro, se estacionaba medio a la entrada principal, esperada con ansias por un hombre joven de 36 años con la túnica típica de los árabes, con lentes de sol y su celular en manos. Se emocionó tanto que casi chilla de emoción, acompañado con varias asistentes muy hermosas, vestidas de manera elegante sin mostrar mucho, junto a unos cuantos hombres.

Del vehículo, del lado el conductor, un maldito y jodido bien vestido Jayden Miller abría la puerta hacia arriba, saliendo poco después. Vestía de unos Jeans bien ajustados de color negro, una camiseta bien ajustada color blanca debajo de una chaqueta en Jean negra con algunas estrellas en militar; calzando unos Panama Jack marrón claro, bastante bien pulcros. La vestimenta perfecta que le quedaba como anillo al dedo al chico. Sus bellos ojos eran protegidos con unos buenos lentes de sol, que impedían la irritación y el fuerte brillo.

Del lado del copiloto, un apuesto Ryuichi de forma urbana salía y rodeaba el vehículo: vestía de una camiseta blanca junto a una chaqueta a botones abiertos de un Jean azul marino, pantalones ajustados de color negro y un par de tenis deportivos bastante cómodos de color blanco. Sus lentes de sol ocultaban la mirada fija que tenía sobre ese delicioso trasero bien redondo y bien formado de su compañero viajero que se acercaba al anfitrión de aquel hermoso edificio.

Se mordió de manera disimulada el labio inferior, porque en serio le gustaba el chico….

Maldición con su matrimonio.

-Bienvenido, joven Miller! –Saludó Jean White Zedona, un gran socio de origen americano, pero de padre Árabe de Arabia Saudí y de madre del estado de California en Estados Unidos. Heredando la fortuna de sus padres y hoy en día dueño de muchos hoteles alrededor del mundo. No era alguien que vivía mezclado en cosas ilegales, pero era alguien supremamente colaborador con algunos socios suyos para el lavado de dinero y que era respaldado por Jayden.

-Jean! –El muchacho se le acercó y saludó a su socio con un buen apretón de manos.

Ryuichi subió, y el árabe sonrió con mucha más emoción.

-Asami Ryuichi-sama. –Este hace un saludo japonés para brindar respeto al mayor. –Bienvenidos a Dubái. Es un placer conocerlo al fin, y ver a los dos más grandes del bajo mundo por fin juntos. 

-Gracias por recibirnos. –Agradecen ambos al mismo tiempo, retirando los lentes de sol de sus rostros para no ser irrespetuosos.

-Cómo les fue en su viaje?

-Aterrizamos hace tres horas, no tardamos mucho en llegar.

-Viendo tu auto, no perdiste el tiempo.

El menor de todos miró su auto, su favorito en toda su colección.

-Eres el único que lo tiene en ese color.

-A que está genial?

-Los Battista son muy raros. Tienes buenos gustos.

El chico ríe un poco y niega. –Solo son unos pequeños placeres que me doy. Nada extraordinario.

El árabe sonríe más.

-Bueno, por favor. No los dejaré todo el día fuera, imagino que no han almorzado y que necesitan descansar.  Los empleados estacionarán tu auto en el subterráneo y llevarán sus maletas hasta su pent-house.

Y se encaminaron al interior, llegando al vestíbulo principal, con sus magníficos lustros, paredes limpias, alfombras bastante hermosas. Los muebles, los cuadros brillantes y el delicioso olor a natural les daban una cálida y agradable recepción al edificio de apartamentos. Ryuichi se sorprendía por la cantidad y tipo de contactos que el menor poseía, más no se sorprendía del todo, ya que tener una gran mayoría de contactos y socios, era naturaleza de su fallecida prima. Este muchacho era su sombra y a la vez era alguien sumamente diferente, original y único… Le encantaba.

-De nuevo, agradezco que hayas aceptado darnos alojo en uno de tus edificios. –Vuelve a repetir  Jayden por octava vez, ya que era alguien muy agradecido. Jean solamente sonrió al recordar que las otras 7 veces de muestras de agradecimiento se las había dicho por video chat y por llamada simple en celular.

-Por favor! Deja de agradecer! Me es un gran pacer poder recibirlos. –Comenta mientras llegaban al living para darle sus llaves. –Me sorprendió un poco al principio que pedías una reservación en uno de mis hoteles, ya que siempre estas quedándote en el Burj Al Arab cada vez que vienes hasta aquí.  Pero cuando me contaste bien la situación no dudé dos veces en conseguirles el mejor Pent-house de todos mis hoteles.

-Agradecemos mucho el gesto.

-Ya he llamado a Alrethe para que te traiga en persona las invitaciones para el evento el cual me pediste.

-Has logrado tener un informe nuevo como te preguntamos? – Preguntó Ryuichi mientras se metía en la conversación, al estar callado en todo el camino.

-Así es. Justamente les tengo aquí el informe como Jhones les prometió. No pudo venir al tener que irse nuevamente a Arabia Saudí. Su esposo doncel por fin dio a luz a su primerizo.

-Es una excelente noticia! –Exclama el peli azabache muy contento.

Cuando llegaron al living, las empleadas le pasaron al dueño del lugar un folder blanco bien tapado con un símbolo de estrella roja, que daba a conocer una organización anti-terrorista muy conocida para Jayden. Eran parte de la mafia de Groma, con quien Reborn estaba terminado los asuntos con Makein. Aún no tenía noticias de su espartano tutor sobre él, pero no tardaría mucho en tenerlas. Con gusto recibió el sobre y no lo abrió, ya que lo haría con Ryuichi una vez en el Pent-house.

-Los hombres de Groma hacen un excelente trabajo.

-Espero que encuentren lo que buscan muy pronto. Sé que estas cosas no son mis cebollas*, pero el ladrón quiere hacerse millonario con lo que se ha robado.

-Lo recuperaremos. Lo que se nos han llevado tiene un gran valor y todos podemos salir perjudicados mientras sigan en manos equivocadas.

-Entonces, esfuércense para conseguirlo y salvar el equilibrio.

-Gracias. –Agradecen ambos Yakuza.

El hombre le dio las llaves, los pases directos y algunas otras cosas que necesitarían para la gestión de su pent-house.

-Aquí tienen todo lo que necesitan. En este sobre tienen todos los números de cada servicio, los códigos de wifi de cada habitación y algunas contraseñas como de cajas fuertes y demás para lo que necesiten. En dos horas llegará el equipaje que ustedes no trajeron consigo, pero que son transportados por conocidos nuestros. No tardarán mucho.

-Muchas gracias por todo, Jean.

-Por favor, estoy a su completa disposición. Si necesitan algo más, pueden llamarme, vendré para acá a cualquier momento.

-Contamos contigo.

-Perfecto.

Ambos fueron encaminados al ascensor privado para la clientela exclusiva, que los llevaría al último piso directamente sin necesidad de puerta. Con los pases, los códigos fueron desbloqueados y el ascensor tomó camino hacia arriba luego de haberse despedido del dueño del hotel.

Subieron en un cómodo silencio. Ryuichi pensaba un poco y Jayden miraba su celular con una ligera sonrisa. Ryuichi por un momento pudo jurar que estaba algo triste y que parecía melancólico por alguna razón. No le preguntaría el por qué, ya que no se sentía en derecho y quería respetar su privacidad.

Para cuando llegaron y miraron el lugar, quedaron completamente satisfechos con la vista que apreciaban.
// La imagen está en Wattpad para los que la leen desde ahí también// 


Ambos silbaron por la belleza y el estilo, con una deliciosa fragancia a lavanda y una organización que le daban sus merecidas 5 estrellas. Ambos exploraron todo el piso de abajo: la sala, la cocina, el balcón, el estudio, incluyendo un gimnasio y una sala hecha para yoga. Todo en orden y listo para recibir a sus huéspedes.

-Veo que no te equivocaste al decidir que era mejor buscar otro sitio donde no seamos localizados.

-He estado en algunos hoteles de Jean en Qatar y Arabia Saudí, por lo que no dudaba que sus gustos en Dubái fueran distintos. Espero que sea de tu agrado.

-Me gusta. Y además, el servicio es perfecto. –Dijo satisfecho al encontrar en la entrada todo el resto de su equipaje junto al del menor en perfecto estado.

Jayden tenía una pose de victoria mientras se acercaba a la cocina.

-Se te apetece ordenar algo o me dejarías mostrarte un poco más de mis talentos?

Asami estuvo curioso con eso.

-Cocinarás?

-No te voy a matar, lo prometo. –Y guiñó el ojo, coqueto.

Ryuichi sintió otro flechazo y empezó a tener un poco de migraña otra vez. Pero eso no le evitó pensarlo unos segundos más.

-Solo si me dejas ayudarte.

Jayden se quitó la chaqueta y la dejó sobre uno de los sofás que tenía cerca.

-Es un hecho. Vamos a lavarnos las manos y hagamos de todo. Le había pedido a Jean que hiciera la despensa porque a veces, me gusta cocinar… Así que en marcha!

Ryuichi supo que este muchacho era demasiado especial en ese momento.

Empezaba a tener dudas…


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Aomori – Japón – Mismo momento – 18:25

En una camioneta blindada bastante moderna y con los vidrios tintados, Ricardo (El primer comando en teoría de Jayden) conducía desde hace un momento. Luego de haber aterrizado en una pista privada no muy lejos desde las afueras. Llegar hasta el pueblo no le fue tan difícil, excepto por las pérdidas de señal que habían y perdía la ruta en su GPS. No le frustraba tanto tener que detenerse de vez en cuando y pedir ayuda para guiarse y llegar por fin.

Para cuando llegó se sorprendió mucho, ya que para ser un pueblo pequeño, era bastante limpio y moderno. La gente circulaba en total tranquilidad, sin embotellamientos ni tanta contaminación, en total seguridad y en constante vigilancia por las autoridades.

Según lo que Sakura le había contado (quien a pesar de que trabajaban juntos como un equipo de mafiosos y tutores, siempre la vería como su superior), era que Aomori era la única ciudad japonesa que no era tocada por los clanes Yakuza, ya que alcalde era conocido por ser un hombre muy justo y las autoridades eran las únicas que en verdad respetaban los principios de la justicia.  

Nada mal.

-Me impresiona aún que hayan llegado hasta aquí sin ser descubiertos.*

-El pescador que los encontró al parecer vino por rutas mucho más vacías para llegar a tiempo al hospital. –Le respondió Manuel desde la conversación en video-chat que tenía desde otro teléfono móvil, ya que el que tenía cerca al volante, seguía con el GPS.

-Cómo te va con eso otro?

-Estoy tratando de conseguir su nueva dirección, ya que se había mudado. –Dijo el dominicano, mientras seguía trabajando en su estudio en aquella enorme mansión.

-Ese amigo de Akihito al parecer se había casado y tuvo una criatura.

-Eso es lo que él me contó. Pero eso no detendrá nuestra misión. Kou tiene consigo información vital que hará que Asami Ryuichi abra los ojos.

-Verás con Kirishima-san?

-No voy a molestarlo. Ya he movilizado al equipo para encontrarle. No tardaré ni una hora. Además de que él está enfrascado con el trabajo. –El castaño de ojos miel clara solamente se llevó una de sus manos a la nuca y se recostó del sillón de la oficina.

-Para cuando regrese le daré una pequeña ayuda indirecta…. Nada en lo que Erick sospeche de nuestra colaboración.

-Qué hay de Asami Ryuichi?

-Nuestro líder ya lo tendrá lo suficientemente distraído con las misiones como para que se ocupe de su trabajo. Obviamente no va a impedirle que trabaje en cosas menores, pero no notará la velocidad de Kirishima al trabajar. 

-Qué es lo que tienes que buscar?

-Ya lo encontré. –Dijo mientras divisaba el hospital de la gran ciudad, era simplemente enorme.

-Y qué es? Tonto.

-El hospital de la ciudad. Vengo a buscar un expediente.

-Ah ya veo. –Dijo mientras se reía. –Ese médico es alguien muy profesional… No te dará tal cosa tan fácil.

-Lo convenceré.

-Bueno en ese caso… -Una tercera persona se quiso unir a la conversación, la cual fue aceptada por Manuel al ver que el otro seguía con sus manos en el volante y con su mirada en el camino.

-Maldito seas, Ricardo!!!! –Un Jason Todd furioso se unió a la conversación.

-Tío Jason está diciendo malas palabras! Se lo diré a papi!!! –La voz de un infante muy conocida se escuchó, y Jason enfocó la cámara frontal un poco hacia al lado, notando que la pequeña Annaisha estaba a su lado junto a su oso de peluche: Poppy.

-No te atreverías, princesa. –Le amenazó Jason

-No me conoces…. –Le amenazó fiera la pequeña de ojos… Azules? Con sus anteojos*.

Los otros dos se echaron a reír.

-Lamentamos el repentino cambio, Jason. Normalmente serías tú quien vendría a esta ciudad, pero Jayden dio nuevas órdenes.

-Soy un mercenario! No una puta niñe…

-Tío Jason!!!

-Ash! No voy a estar cuidando mocosos.

-No ha llegado el jet? 

-No. –Dijo mientras la bella mirada de Todd miraba la pista del aeropuerto. –Y ya me estoy comenzando a cansar.

-No estarás al cuidado de ellos, solamente vas a recogerlo, y a partir de hoy, él estará al cuidado personal de Annaisha. Mientras nosotros hacemos nuestro trabajo.

-Eso espero. Tengo cosas que hacer y estoy en retraso.

-Tranquilo. Por el momento nuestras misiones no serán modificadas. Reborn debe ya haber terminado con su misión.

Una cuarta llamada se quiso unir, y Manuel aceptó, siendo el espartano asesino quien se unió a la conversación comiendo bolas de arroz muy entretenido.

-Hablando del rey de Roma. –Dijo divertido Ricardo.

-Que no te cansas de comer? –Jason habló burlón.

-Me vez engordar, metralletero? –Le dijo con burla el de fedora.

-Vete a la mierda! – Le mete el dedo del medio muy ofendido.

-Tío Jason!

-Te voy a meter un millón de balas por el culo por estar gritando groserías al lado de la pequeña, Todd. – Le advierte Reborn enfadado.

-Le diré que también tú estás gritando groserías, tío Reborn.

-Esta pequeña es cruel, pero justa. –Dijo el de ojos azules verdosos sonriente.

-Ustedes dos nunca paran de discutir. –Manuel rueda los ojos.

-Y bien, qué pasó? –Preguntó por fin Ricardo para llegar directamente al tema serio.

-Voy a sentarme allí. –La pequeña sabía que en esos temas de adultos no sería bienvenida, por lo que muy obediente y tranquilita se fue a sentar en un cómodo sillón teniendo en frente muchas golosinas. La sala privada donde estaban era genial!

Jason sonrió y se puso serio.

-Logré hacer que confesara. Casi muriéndose, pero logré hacer que hablara.

-Y qué dijo?

-Al parecer… La cosa es mucho más seria de lo que imaginamos, y tendremos que investigar mucho más a fondo.

Todos miraron a la pantalla serios, mirándose unos a otros.

-Entonces, cuál será el plan? –Preguntó Jason.

-Por el momento, hay un elemento más que vamos a necesitar, y Jayden ha movilizado a Sakura para conseguirlo.

-Por qué a ella?

-Dice que algo muy en el fondo de él… Que ella es la persona correcta para digerir ese elemento que nos falta.

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Con su maletín y su buen traje Ricardo hizo por fin aparición en el área de maternidad, algo que no sería mucho en coherencia con lo que estaba buscando, pero a la persona que buscaba, se había transferido a esta área de servicio hospitalario. El lugar estaba lleno de dibujitos, con las enfermeras de aquí allá, con mujeres y donceles embarazos a pocas horas de dar a luz y otros que ya habían dado, disfrutando de la belleza de ser madres por la primera vez o segunda… tercera? Quién sabe. Pero todo era hermosa. Incluso recordaba la hermosa emoción de haber conocido a la pequeña Annaisha cuando había salido del peligro.

Sonrió inconscientemente al recordar eso, y por un momento soñó poder sentir la experiencia de poder ser padre. 

-Disculpen? –Preguntó Ricardo ya más concentrado al haber llegado a recepción y encontrarse con tres enfermeras hablando tranquilamente de trabajo muy alegres.

Las tres le miraron.

-Buenas tardes. Podemos ayudarle? –Dijo una, quien se acercó.

-Buenas tardes. Estoy buscando al doctor Tensei-sama. Me dijeron que está en esta área.

-Hace dos horas había comenzado su turno y atendió un parto. Ahora mismo iré a buscarlo ya que está en su oficina. Deme un segundo por favor. –Dijo con una sonrisa la mujer antes de retirarse a paso rápido hacia el despacho del médico solicitado por el Yakuza.

No tardó mucho en volver junto al médico ya a un solo un año de retirarse al pensionado luego de tantos años de servicio a su comunidad. Un hombre admirable sin duda alguna.

-Tensei-sama. –El brasileño hizo una reverencia. –Buenos días.

-Buenas tardes. Dígame en qué puedo servirle?

-Quisiera hablar con usted en privado si es posible. Quisiera poder tratar un asunto con usted.

El doctor curioso no dudó mucho en aceptar y pedirle que lo acompañase a su consultorio para que pudiesen conversar en privado y en total calma.

-Dígame para qué puedo serle de utilidad? Señor.

-He venido en busca de unos archivos que usted guarda con preciosidad desde hace ya un tiempo.

-He guardado toda mi vida en este hospital.

-Más uno en particular. Estoy buscando el archivo de Takaba Akihito.

El doctor especializado en embarazos masculinos abrió enormemente. Se supone que esos archivos eran un secreto profundo entre él y los implicados: el paciente y su acompañante: Asami Sakura.

-Quién le dijo a usted sobre ese paciente?

-El mismo Joven me ha enviado. No se preocupe. Estamos en confianza.

-Es un archivo muy delicado… Se supone que nadie además de nosotros tres sabe de la existencia de ese caso en este hospital.

El comando teórico en finanzas solamente sacó uno de sus celulares y buscó en su galería un video para reproducir, lo dejó sobre el escritorio y le dio play para que el médico lo viese.

Era Jayden con una hermosa sonrisa quien hablaba.

-Doctor Tensei-sama. –Saluda el menor con una pequeña reverencia con la cabeza en señal de respeto. –Buenos días. Lamento no volverme a comunicar con usted luego de todos estos años, pro han pasado un sinnúmero de cosas que usted de seguro no se imaginaría. He tenido que cambiar mi imagen completamente luego de haber salido de su hospital. Normalmente usted no me daría la esperanza de poder seguir adelante luego de sus diagnósticos.  Pero fui fuerte y pude haber dado a luz prematuramente, pero mi pequeña Annaisha crece muy bien, sana y fuerte… Claro con unos pequeños defectos respiratorios muy raros, pero nada de qué inquietarse. He logrado recuperar la vista luego de una peligrosa operación de la cual me había puesto a prueba a pesar del embarazo riesgoso… Fui demasiado egoísta… Pero quería vivir con mis recuerdos de cada momento de la experiencia de ser padre primerizo. Además de que estoy comenzando a cumplir mi venganza.

El chico se relamió los labios y continuó el video.

-Espero que usted no me deteste por todos estos riesgos que he cogido, pero eran necesarios para recuperar a mi esposo y poder eliminar una pequeña molestia que intentó eliminarme de verdad. Por ende, he enviado a uno de mis mejores hombres en busca de una copia de mi expediente que voy a necesitar vitalmente para recuperar a mi esposo. Por favor, se lo suplico. Necesito una copia de esos papeles. Le agradezco enormemente con toda mi vida de poder haberme salvado la vida, por haberme ayudado a pesar de ser el esposo de un Yakuza… Pero esto es algo que me motiva a vivir… Necesito recuperar al padre de mi hija, y por ello necesito que usted me ayude y me entregue esos documentos, por favor.

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Aeropuerto de Tokyo – Mismo momento. – 18:35

Jason se encaminaba hacia la pista acompañada de una emocionada Annaisha que saltaba de felicidad hacia la pista obviamente siendo vigilada por el mayor, que al mismo tiempo vigilaba aquel jet privado enviado desde Paris. El avión apenas había aterrizado y de apoco detenía sus turbinas traseras.

Para no llamar mucho la atención, solamente fueron él y la pequeña Annaisha en un auto lo suficientemente cómodo para que fuesen más de tres en el vehículo.

Pero en parte eso le molestaba. Jayden solamente le había dicho que le enviaría a alguien a su cuidado y que estará a tiempo completo con Annaisha hasta que él decida por sí mismo que hacer, ya que su situación meritaba mucho de sus propias decisiones. No sabía nada más de eso, ya que él dijo que un video le sería mostrado con la persona una vez de que llegase.

-Tsk. –Solamente expresó al dejar de caminar y por fin cruzar sus musculosos brazos, serio.

-Tío Jason está molesto. Se ve muy lindo así. –Expresó contenta la menor, mientras paraba el saltadero y miraba contenta al mayor.

-Ah sí? Pequeña saltamontes. –Dijo con una corta sonrisa pícara al mismo tiempo que la observaba y miraba hacia el Jet.

-Cómo será mi nuevo niñero?! Papi dijo que era un chico muy bonito.

-Bonito?

-Sí, sí. Y me dijo que lo cuidara de ti.

Jason ahí no entendió.

-Eso veremos.

La compuerta se abrió, y con ello la escalera bajó hacia el suelo, dejando salir primero algunas azafatas quienes se acercaron a ellos y saludaron debidamente con respeto.

-Buenas tardes, Joven Jason. –Dijo una, quien vino con una Tablet en manos y quien se la dio. El mismo, no entendió mucho el por qué tanto misterio y preguntó al fin.

-Qué significa esto?

-Tiene que ver el video una vez que el pequeño baje. Él apenas está despertando ya que tiene que estar guardando mucho reposo, pero puede caminar por sí mismo y cumplir sus funciones siempre y cuando la pequeña Annaisha no lo trate con brusquedad.

-Ya escuchaste princesita. Nada de saltos con él. Está enfermito. –Dijo mientras miraba a la pequeña hacer un puchero.

-Al menos puedo compartir el té.

-Alguna otra instrucción?

-No señor, todo lo que usted necesite saber, el joven Jayden lo describió en el video.

-Entiendo. Muchísimas gracias por sus servicios, señoritas.

-Muchas gracias. –Y se retiraron.

Y cuando se marcharon, Jason se acercó hasta pocos metros de las escaleras del jet para ver por fin el tanto misterio que se tenían las azafatas y Jason. Sinceramente se estaba comenzando a desesperar por el tiempo que se tardaba ese chico; lo tenían en demasiado suspenso y estaba tan ansioso como Annaisha por ver de quien se trataba. Además… Por qué la pequeña le había dicho que lo cuidara de él? Imaginaba que se trataba de un enclenque cualquiera que sería sirviente y solamente atendería de la pequeña saltamontes mientras todos trabajaban en sus respectivas misiones. De todas formas ni le importaría ya que en todo este tiempo que ha tenido existiendo, jamás le ha atraído alguien; sin importar la edad, el sexo o lo que sea que tenga en particular. Todo le daba igual a él.

Claro… Eso era lo que pensaba hasta que…

Dos guardaespaldas salieron primero, uno tras otro bastante serios, como si cuidaban al sujeto que venía detrás con toda el alma…

(reproducir Roll Some Mo Remix –  a partir de 1.30)

Y cómo no?

Sus ojos por la primera vez brillaron con una fuerza abrumadora, y su corazón empezó a latir de una sola vez como caballo desbocado, loco, desesperado, a pocos segundos se salirse por su propia boca.

Era simplemente hermoso, brillante y bastante tierno. Su mirada estaba algo opaco, cansado y reflejaba mucha tristeza. Sus ropajes eran enormes, cuatro veces más grandes que su talla según su punto de vista, más era hermoso; Sin duda hermoso. Se veía muy intimidado, pero avanzaba al ritmo de los guardias mirando al suelo con vergüenza e incomodidad.

“Lindo…”

Su mente traicionera le hizo dudar de todo lo que pensaba, de lo que sentía, de lo que quería… Solamente sintió esas fuertes ganas de tenerlo en sus brazos, de protegerlo, de besar sus cabellos y dejarle descansar en su regazo. 


Era simplemente una verdadera ternura a quien su instinto protector le exigía que lo mantuviese cerca, como cuando Annaisha siempre quería estar corriendo sola por los parques para disfrutar del aire libre.

Cuando bajaron, el pequeño conectó su hermosa mirada con la de él, por unos segundos pudo ver un brillo de esperanza y paz…

Quizá este chico sentía que ambos tenían que estar juntos…

Verdad?

“Bendito y maldito seas… Jayden”.

El pequeño movió la cabeza, y sin decir nada señaló con el dedo índice la Tablet que conservaba el mayor. Este rápidamente captó, y encendió la Tablet, teniendo por suerte que el video estaba listo para reproducirse. No tardó mucho por darle play.

-Hola, Jason. –Saludó Jayden sentado sobre un cómodo mueble, de seguro estaba en su hotel en Mónaco listo para salir de viaje hacia Dubái. –Cómo estás? Siento mucho que te comunique esto así de repente y a último momento. Pero estoy algo apurado y ya casimente tengo que irme. Imagino que se si vez este video, es porque ya tienes en frente a quien cuidará de Annaisha de hoy en adelante.

Pausó un segundo.

–Su nombre es David Fernández da Silva. Tiene 23 años y es hijo de un abogado que conocemos bien, Dominic Fernandez da Silva. Estudiaba doble carrera en la universidad de la Sorbonne en Paris (Las cuales son letras y derecho) y que fue víctima del tráfico de donceles, y según una pequeña investigación de mis hombres en Brasil, su familia cree que este chico ha muerto y no quieren darle su cadáver. Sin embargo está siendo buscado por sus vendedores para entregarlo a un mejor postor por ser una… “belleza”. Se lo dejamos bien en claro y por el momento está muy débil, por lo que le propuse de cuidar de mi pequeña princesa mientras se recupera y él mismo decida qué hacer con su vida. Sé que no te gusta cuidar personas… Pero al menos mantenle vigilado esta noche por si tiene secuelas. Un médico le ha revisado y a pesar de verse bien, necesita recuperar muchas energías. Ah! Cómo dije que estudiaba letras, habla japonés, Inglés, portugués, Francés, Español, Italiano y está aprendiendo hablar Chino, además de poder entender el coreano. No habla porque es muy tímido, pero cuando te tome confianza podrás mantener una entretenida conversación con él. Oh! Dile a Annaisha de darle mucho cariño, es muy adorable y le gusta la esgrima. Creo que es todo….

Y se puso a pensar por unos segundos.

 –Ah! No lo acoses, porque si lo intimidas y me entero de que le haces algo, juro que pondré en práctica todo lo que me enseñaste en tu contra y te llenaré el cerebro y la polla de agujeros. Es todo! Chao!

Maldito sea ese puto de Jayden. Para ser su dicípulo, tenía grandes testículos para amenazarlo.

-Oye! Tío Jason. –La pequeña Annaisha estaba reclamando la atención de ambos. Jason entendió el mensaje y pasó la Tablet a alguien cercano y cargó a la pequeña, para tener cara a cara a su nuevo niñero, quien pareció cobrar vida de una vez por todas al conocer a la niña. –Qué lindo!!

El menor sonrió adorablemente, y Jason sintió como si le abofetearan fuerte en la cara por lo hermoso que es.

-Puedo… Cargarla? –Fueron sus primeras palabras. Y Jason sintió otra bofetada más turbia y ruda en la cara… Parecía completamente hechizado por él.

-Puedes cargarla?

El asintió, por lo que con cuidado se la pasó y la dejó completamente en sus brazos. La menor se encariñó de un segundo a otro.

-Eres muy bonito.

-Me llamo… David.

-Mi nombre es Annaisha. Cuento contigo!

-Me esforzaré. –Dijo antes de que la menor le abrazara, y él se sintiese en brazos cálidos nuevamente, y era como si hubiese sido volver a tener a Jayden abrazarle y a Asami Ryuichi cargándole al no poder caminar al principio…. Ella era como la mezcla de ellos dos. Entonces volvió  a mirar al mayor frente a él, y su corazón latió con fuerza. Le sonrió. –Gracias por venir a recogerme.

-Es mi deber. Pero, princesa… Él no puede hacer mucho esfuerzo y tú pesas una tonelada de dulces. Anda, suéltale.

Annaisha le sacó la lengua al sentirse obviamente ofendida, pero se dejó bajar con ayuda de Jason y colaboración de David.

-Bien David. Mis hombres llevarán tus cosas al a…

-No tengo equipaje… -Respondió cortante y directo. El mayor se rascó la nuca.

-Entonces mandaré a un equipo comprar la suficiente ropa para ti en lo que te instalamos Annaisha y yo. Tienes que estar cansado y tú más que nada necesitas descansar.

El menor asintió avergonzado, pero Jason sintió la gran necesidad de poder darle algo de reconfort en revolotear su hermosa melena. Y sin dudar ni pensar dos veces lo hizo. Su mano viajó directamente hasta su cabeza y con suavidad revoloteó sus cabellos ceniza. Fue una sensación tan agradable para ambos, que David al principio se asustó mucho, pero en un constante de segundos sintió como si toda una paz y seguridad se apoderaran del momento con ese gesto y se sintió en paz, con mucho cansancio.

-Vamos a mi auto, así podrás descansar un poco más o si deseas, puedes conversar tranquilamente con Annaisha para que la conozcas.

-Yo quiero! Yo quiero! Te contaré de todo!

El menor se sintió feliz, y sonrió hermosamente.

-Está bien.

-Andando.

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Pent-house de Asami Ryuichi –  18:57

-POR LA MALDITA MIERDA! JODER! MALDITA SEA!

-Y ahora qué mierdas sucede? –Preguntó Marcos mientras salía de la cocina con un tazón de cereal con leche, parecía ya hasta aburrido de las cagadas y malas noticias que recibía Erick.

-Ese maldito asqueroso de Miller…

-Qué te hizo ahora? A parte de haberse robado a tu marido.

-Mira! –Dijo mientras le enseñaba un video en su celular.

Era de un tiroteo grabado desde unas cámaras de seguridad, y al parecer fue enviado por un enemigo bien conocido para todos. Porque para cuando Marcos vio que se trataba de Reborn D’Arcobaleno, casi se atraganta con el cereal.

-Maldición! Esos malditos se llevaron a nuestro socio!

-Contacta a los del norte, y diles que investiguen a dónde se llevaron al idiota ese y que aparezca con vida!!!!! AHORA.

-Ya voy! Ya voy!!!

-JODER!!!! –Y la Tablet terminó por pagar también, al tirarla con una fuera incontenible hacia el suelo, terminado partida en dos.

Ese maldito de Jayden estaba jugándole muy pesado… Pero ya verá…

-Maldito hijo de puta…. Ya verás que tus jueguitos no dudarán mucho.

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Rixos The Palm – Dubái  – Emiratos Árabes Unidos – 15:58

-Y aquí está el último plato. –Dijo sonriente Jayden mientras dejaba la última bandeja con sus preparaciones ya listas.

Ryuichi llegó tras él abriendo una botella de vino de alta gama y la dejó sobre la mesa en el enorme balcón con vista al mar y a su objetivo principal: el Burj Al Arab Jumeirah, donde se celebraría una gran ceremonia, y en ella, una subasta donde serían comerciados los contenedores con las armas robadas a los franceses y a la liga de protectores de dicha riqueza.

-No es mucho? –Pregunta Ryuichi viendo la cantidad de platos que habían sobre la mesa

-Bromeas? –Dijo el chico. –Es tu problema si te llenas con una simple ensalada. Yo tengo un hambre de mil demonios. Además, yo no me privo de comer lo que se me antoje.

Ryuichi sonrió.

-Entonces… Tampoco me voy a privar.

-Esa es la actitud.

Y ambos se sentaron, disfrutando el delicioso sol de la tarde y de la refrescante brisa que les brindaba harmonía, tranquilidad y felicidad. Solo ellos dos, en una burbuja que sin pensar, ambos habían creado, y que en verdad, ni Jayden ni Ryuichi querrían romper.

Servidos de cada cosa que el menor y él habían preparado, comían y disfrutaban de cada sabor.

-Brindemos. –Dijo Ryuichi mientras alzaba su copa de vino tinto, siendo acompañado de Jayden segundos después. –Por la misión.

-Por la misión… Y por nosotros. –Y brindaron, tomando un poco para seguir con el almuerzo, y conversar con trivialidades… Matando un poco el tiempo antes de que llegase el día siguiente.

-Por nosotros…

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En la noche…


-Y cómo se dio todo? –Preguntó el oji metálico mientras miraba con atención el maletín metálico que guardaba consigo sus metralletas y sus katanas enfundadas y bien guardadas, al mismo tiempo que conversaba por teléfono.

-Todo se dio bien. Es un chico muy fuerte y valiente que necesita guardar mucho reposo. Lo cargué hacia su nueva habitación y ya está descansando, está muy agotado.

-El médico que le vio le propinó muchos medicamentos, pero también no ha dormido mucho, también su cuerpo está muy fatigado de tanto maltrato, por lo que es normal que descanse mucho.

-Lo mantendré más vigilado durante el paso de los días.

-Gracias por todo, Jason. –Agradeció el menor a su tutor de artillería pesada, quien sonrió.

-De nada… Annaisha muere por comenzar a jugar con él.

-Dile que no le exalte mucho.  Hay que tratarlo con mucho cuidado. 

-Tranquilo, está consciente de ello. –Contesta Jason desde el otro lado de la línea.

-De nuevo, gracias por todo, Jason.

-Tranquilo. Por el momento, céntrate en tu misión de distraer a Asami Ryuichi hasta que tengamos todos los elementos. –Le dijo el otro. –Por cierto… Cómo vez lo de las aspirinas?

-Se las toma como si fueran las que se tomaba. Por el momento todo va según el plan y mañana recuperaremos los contenedores si todo va según el plan.

-Perfecto.

Dijo mientras este cerraba el maletín y lo dejaba sobre aquella mesa en medio de su habitación. Y ahora con más tranquilidad viajó hasta su balcón, abriendo las ventanas de cristal corredizas y permitirle al delicioso viento de la noche refrescarle y menear su cabello y vestido de seda blanca súper larga, guardando un maravilloso body negro de encaje, digno de un doncel valioso y hermoso… Como lo era él.

-Por cierto, Jason.

-Dime?

-Tienen noticias de Reborn?

-Si. Ya nos llamó y en estos momentos está viajando hacia acá.

El doncel se acercó hasta el barandal del balcón y admiraba Dubái en gran concentración. Se recostó un poco y siguió conversando.

-Y dime… Te dijo si ese bastardo habló?

-Según él, le sacaron toda la sopa que había que sacarle… A la deriva, pero logró hacerlo… Y dijo que las cosas parecen ir un poco más allá de lo que imaginamos…

El menor encarnó una de sus cejas, curioso.

-Qué quieres decir?

-Que al parecer… La cosa es mucho mayor de lo que creímos… Y que parece ser más peligroso… Porque no estamos lidiando solamente con él… Y al parecer, Sakura nos traerá la pieza clave para entender parte de lo que buscamos.

-Entonces no me equivoqué al enviarla a ella junto a su equipo. Pero sea lo que sea lo que encuentre, no vaya a ser algo que vaya mucho más allá de lo personal…

-Es lo suficientemente fuerte para todo. De seguro se lo tomará con calma, y si es algo grave; se le dará el tiempo suficiente hasta que pueda ingerir la información.

Jayden asintió con la cabeza, y el viento empezó a soplar con algo de rudeza, mesiéndo la tela que cubría el body; mostrando su tonificado, pero curvado cuerpo.

-Creo que iremos rápido en esta misión.

-Mientras más rápido, mejor. Sabes las ganas que tengo ahora mismo de irme de vacaciones con el niñero de Annaisha?

Suspira. –Jason….  

-Akihito… -Jason le llamó por su verdadero nombre, haciendo que este abriese los ojos enormemente, entendiendo que este estaba siendo más que serio. –Esto es algo más que un simple sentimiento banal…

-No quiero que le hagas daño.

-Voy a protegerlo… Siento que es mi deber, mi obligación, mi principio de vivir…

-Cómo puedes decir eso?

-Lo presiento. –Le contestó firme. –Mi corazón no se equivoca cuando tengo ese fuerte sentimiento de protección, de ganas de abrazarlo, de mimarlo… De darle vida…

-Es muy pronto para que…

-Tengo 34 años, Akihito. No soy un niño para decir cosas como estas a la ligera, o no soy tu esposo que cuando tiene un capricho, hace todo hasta conseguirlo. Soy consciente de mis sentimientos, de lo que siento, de lo que quiero!

Dudaron así por un minuto, en un total silencio… Hasta que Akihito suspiró.

-Cuidado…

-Dalo por hecho… Solamente dejaré que él mismo dé el paso…

Adoraba ese lado tan adorable de Todd cuando se lo proponía.

Jayden cerró los ojos y dejó que la brisa nocturna sacudiera su cabello y le llenara de paz por unos instantes, antes de continuar una alargada conversación telefónica con su maestro de artillería.

Duró media hora para cuando colgó y regresó a su habitación. La ventana aún estaba abierta y daba ese aire de serenidad a toda la habitación. Pensó un momento en Asami, y lo imaginó darse un baño en su propia estancia…. No pudo evitar excitarse un poco al imaginar su escrupural cuerpo entre sus 40 que jamás cambia; estar lleno de agua y jabón, con un delicioso aroma y el jabón explorando cada parte de su piel. Suspiró en parte frustrado y sería mejor irse a la sala para bajar un poco la presión y esos pensamientos que tenía profundos por Ryuichi.

Tomó su laptop, audífonos y celular. Apagó las luces de su cuarto y se desplazó por el pasillo, sin antes mirar discretamente la puerta de la habitación de su vecino. Se preguntaba de verdad qué estaba haciendo? Pero no podría estar de curioso… Pero no podía parar de pensar en él. }

Bajó las escaleras y se dirigió al grandioso salón, y para su suerte o desgracia, el amor de su vida estaba ahí también, trabajando tranquilamente con su ordenador sobre sus fornidas piernas, las cuales estaban cruzadas aún si tenían el ordenador en sus piernas. Se veía atractivo y casi se derrite; más aún cuando le observó tomar de la mesita de al lado su wiskis, tomando un trago, dejarlo y seguir tecleando.

Él se dio cuenta de ser observado y Jayden casi moría de la vergüenza.

-Sucede algo, Jayden?

-No… Es solamente que me sorprende verlo trabajar. Pensé que descansaba en su habitación.

-No me he sentido cansado. He dormido mucho en Francia y también descansé unas cuantas horas en avión.

El menor asintió con la cabeza y sin dar vuelta llegó hasta los muebles y quedó sentado en un sillón individual frente a Asami. Miró por el gran ventanal la ciudad y sonrió algo resignado.

-Pasa algo? –Al parecer, Asami le observaba atento, como si se lo quisiera comer con la mirada.

-No. –Negó. –Solamente pensaba un poco en cómo puedo ir mañana?

-En qué sentido?

Jayden le miró.

-Soy doncel, Asami-sama.

Asami abrió los ojos enormemente. Obviamente sabía qué eran esos bellos seres. Pero a simple vista, Jayden no parecía uno con la ropa que usaba o con la simple manea de comportarse y lucir. Parecía más un joven caballero con mucha clase de etiqueta que un bello ángel. Pero ahora que lo notaba con ese body el cual era bien oculto con el manto, pudo darse cuenta de la bella cintura y toda la musculatura del menor. Era hermoso.

-Pasa algo, Asami-sama? –Preguntó algo nervioso el chico de ojos metálicos, ante la potente mirada de su compañero.

-Es que a simple vista. No pareces uno.

-Mi tutora en etiqueta me ha ayudado mucho a disimular mi naturaleza. Si no, jamás tomarían en serio a un doncel al poder de un clan yakuza tan poderoso, y mucho menos con los estereotipos en Estados Unidos. Solo en casa me dejo ser, y mis hombres me respetan igual por lo que soy y no por lo que aparento.

-Te ha enseñado muy bien.

El menor asintió algo apenado, abrió su laptop, la desbloqueó y buscó sus documentos el cual revisar y llenar.

Asami miró a un punto vacío en la pared, decidiendo si preguntar lo siguiente o no. Más se llenó de valor y le preguntó:

-Tienes hijos?

-Hm? –El  menor levantó la mirada algo sorprendido por la pregunta tan directa; en verdad de todo lo que Ryuichi podría preguntarle, esa nunca se lo esperó. Qué le diría?! Si le decía que sí, podría ser capaz de investigar a la pequeña Annaisha. 

Annaisha físicamente era la viva imagen de Ryuichi. No había ningún rasgo físico que pudiese distinguirlo, hasta la “pequeña traidora” fue capaz de tener sus ojos. Si Ryuichi la viese, se haría un millón de preguntas del por qué esa niña se parecía tanto a él. No podía decirle la verdad, al menos no ahora.

-Tienes hijos?

Él negó con la cabeza, y se sintió como la peor escoria del mundo al negarle al padre la existencia de su hija… su única hija y primogénita… 

-No. Siempre deseo tener un bebé. Siempre deseo una niña en mis brazos cual amar, cual proteger, criar… Adoraría llenarla de muñecas, de vestidos, de peinarla, pintar su cuarto de rosas y llevarla siempre a Disney. –Dijo ilusionado.

Algo hizo en la cabeza de Ryuichi.

“Asami… Si tuviésemos un bebé, quisiera que fuera niña. Siempre he deseado tener una para darle todo mi amor. Para educarla y darle el mejor camino. La protegería del mal, para poder peinarla todos los días para cuando vaya a la escuela, ponerle muchos vestidos, pinar su cuarto de rosa, llevarla siempre a Disney y hasta llenarla de muñecas, zapatillas muy lindas...”

“Y yo por fin tendría una colección de armas digna para cuando mocosos horrendos quieran acercarse a ella”

“Eres un tonto, Asami”

Esos pensamientos hicieron un eco fuerte en su cabeza, a tal punto de tener migraña. Jayden notó eso y se sintió culpable. Quería llorar frente a Asami por ocultarle la verdad, y quizá por hacerle recordar cosas del pasado.

“Asami-sama cuando recuerda algo al no tomar las píldoras, siempre se queda pensando en algo y luego tiene migraña. Hazle un té para calmarse”

Esas eran las palabras de Kirishima, por lo que él actuó de inmediato al ver a su amado sufrir.

-Asami-sama! Se encuentra bien?!

-Solo me duele la cabeza. Es todo.

-Ahora mismo preparo un té y luego se va directo a la cama. No es bueno que se quede despierto en este estado.

-Se me va a pasar.

-Insisto. Ahora se queda ahí en lo que hago su té.

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Lloraba amargo mientras tiraba de su cabello leve sin lastimarse. Estaba adolorido, sufriendo, lastimado por lo que hizo…

-Sabía que eso tarde o temprano, iba a pasar.  –Contestó Sakura desde el otro lado de la línea, tan triste como el menor. – Pero no esperaba que fuese tan pronto.

-Soy una basura, Sakura.

-Esto no es tu culpa. Sabes que las circunstancias te obligan a mentirle.

-Le he negado a su propia hija, Sakura. Le he negado la existencia de Annaisha.

-El plan se puede ir al caño si le dices que tienes una hija, Akihito. Annaisha no nos la dejó fácil y lo sabes. Los genes de Ryuichi son muy fuertes, por lo que es normal que la pequeña haya salido con cada característica de él.

-Es su viva imagen.

-Por eso él no debe saber por ahora que ella existe, ni mucho menos el maldito de Erick. –Le aconsejó la mayor. -Tienes que ser fuerte, Akihito. Pronto podrás hacer que ellos se conozcan y tú y él vuelvan a estar juntos. Pero por el momento, esta misión apenas comienza y no puedes ir tan apresurado. Toma todo con calma.

-No podré soportarlo…

-Te entrené para eso. Y ni te entrené yo… Lo hicimos todos. Los cinco te volvimos fuerte para que no caigas ante estas debilidades. Podrás soportarlo, yo sé que sí.

-Lo amo.

-Lo sé. Y es porque lo amas que tendrás que soportar esta prueba de estar a su lado. Pero recuerda… tienes que conquistarlo poco a poco, para así sacarlo de en medio e ir por nuestro objetivo.

Él asiente y deja de llorar. Tenía que ser fuerte por Ryuichi, por Annaisha y por él mismo. Pronto estarían juntos los tres como familia. Pero aún le faltaba camino… Mucho camino por delante antes de cantar victoria
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Burj Al Arab -  Dubái – Emiratos Árabes Unidos – 14:23

El hotel más lujoso del mundo daba su esplendor uno de sus más grandes eventos de toda la gran ciudad: era bastante lujoso. Las personalidades más ricas del mundo se desplazaban desde los cuatro puntos cardinales del planeta solamente para asistir a tal enorme fiesta en el hotel.

Los invitados eran recibidos con una increíble alfombra roja en la entrada, con miles de fotógrafos tomando sus mejores tomas de todos y todas: los fans chillaban al ver ídolos de la música, cine, teatro, empresarios… de todo un poco!

El célebre Pinipinfarina Battista blanco se detenía en medio de la entrada, y los curiosos y fans conocieron a su dueño una vez que salió. Los flash no tardaron, los gritos se escucharon a los cuatro vientos, y la sonrisa coqueta de Jayden Miller resplandeció a toda lente a su vista; saliendo de manera elegante de su automóvil y del lado del copiloto, Asami Ryuichi salía igual de guapo. Ambos vestidos de trajes de tres piezas hechas a la medida, con zapatos pulcros, accesorios bastante hermosos y sus peinados perfectamente arreglados.

Se miraron una vez más confiados, y un joven llevaría su auto al estacionamiento, así avanzaron hacia la entrada juntos, listos para comenzar su misión.

-Suerte, Asami-sama

-Cuídate las espaldas, Jayden.


Notas finales:

Qué les pareció? 

No sé ustedes, pero veo mucho relleno acá! Pero no se preocupen... La acción y drama vendrá después de este cap que espero terminar después de mis practicas!!! Después de todo no volveré a la uni hasta septiembre... Pero la escuela Online nos me va a matar. 

Sin más nenes, hasta la próxima!! Bye Bye! 


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