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A lo que estaré dispuesto por ti por AsamiYang

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Notas del capitulo:

MIREN QUIEN VOLVIÓ MUÑECAS!!!

Esta loca está de regreso!!!! Me extrañaron?

Luego de un bloqueo mental depresivo, he decidido ponerme patas arriba y volver a seguir el fanfic!!! Esta vez con más trama que nunca. 

Espero que les guste!!! No me maten!!

- Jason – Llamó Jayden al Teléfono a Jason, quien apenas ingresaba a la mansión con David y Annaisha, siendo la última quien saltaba junto a su peluche y era seguido por David medio nervioso pero al mismo tiempo divertido.

- Cuando el jefecito llama en horas de trabajo, es porque la cosa debe estar jodona. – Comenta divertido el mercenario, quien solamente observaba a los menores subir. Al ver a David algo nervioso mirar por todos lados, se le acercó para llevarlo a la sala a descansar luego de su largo viaje.

- Cállate. Cómo llegó David?

- Nuestro invitado está muy bien, algo cansado. Lo llevaré a descansar.

- Me alegra. Salúdamelo de mi parte y dile que se tome en serio cuando le obligué a descansar. – Jason escuchaba el motor de un deportivo, significaba que Jayden estaba manejando.

- Pasa algo?

- Estamos en proceso de ejecución de la misión. Pero si te estoy llamando es por otra cosa.

- Dime?

- Tienes noticias de Reborn?

- Si. Y Parecen no ser buenas… Pero logró que nuestro blanco hablara antes de morir de la agonía y el sufrimiento que sabrá Dios lo que él le hizo pasar.

- Los métodos nada ortodoxos de Reborn son muy eficaces. – Pausó unos segundos en silencio pero Jason escuchaba el volante. – Te dijo algo?

- No dio detalles… Pero parece que la cosa no está sencilla.

- Eso mismo estoy pensando.

- Por qué lo dices?

- Creo que estamos lidiando con alguien más aparte de Reyner. Creo que metí las manos en el fuego para meterme en un problema más grande. Los compradores de una parte del contenedor que estoy siguiendo, hablaron de una especie de “líder” que mandó a dos personas diferentes a comprar el cargamento… Parece que buscan algo particular que vale mucho dentro del contenedor.

- Y tú sabes de qué se trata?

- No. Por juramento, los protectores de los contenedores le juramos a Giovanny lealtad y ojos ciegos. No sabemos qué hay ahí dentro.

- Si lo quieren es por algo. Quieres que investigue?

- No. No quiero problemas con Giovanny. Pero necesito que te encargues de esta investigación, sobre lo que estamos lidiando. No quiero meter a Asami en más problemas de los que ya está metido.

- Me pondré manos a la obra.

- Algo me dice que estos contenedores y nuestro blanco puede que tengan algo en común, no hay nada directo que los relacione… Pero mi intuición me dice que sí, y sabes que cuando mi intuición habla, es por algo. Así que te pediré cambiar de tarea, puedes dejar a David encargarse de Annaisha porque te necesito manos a la obra.

- No lo pidas dos veces. Me iré a tu oficina.

- Por favor, cuando te envíe todos los documentos y videos, ponte a investigar. Por cierto, cómo es eso de que Reborn dijo que la cosa no está sencilla?

- Parece que hay más gente trabajando con el canadiense… No entendí verdaderamente el detalle y Reborn tampoco, así que está volviendo para acá para hablar de eso. Tienes que acabar la misión y regresar lo más pronto posible. Tenemos que hablar de esto.

- Lo sé. En un rato terminamos todo y me iré de inmediato a Tokyo.

- No te tardes… Y sobre todo… - Jason no culminó su frase cuando Jayden le interrumpe.

- No voy a fallar… Saldré exitoso.

- Buen chico. No tardes, Jayden. – Y colgó por fin.

Miró su teléfono y sonrió satisfecho porque podría por fin trabajar en algo serio. Observó hacia la gran sala, donde la pequeña Annaisha le servía con toda elegancia y etiqueta una taza de té al hermoso David Hernández Da Silva, quien sentado en el piso recostando su cabeza cansada sobre sus brazos sobre la pequeña mesa de roble, admiraba encantado a la pequeña servirle el té y galletas.

Jason sonrió enternecido, se acercó a la sala y se agachó a nivel de los jóvenes.

- Todo bien?

Ambos asintieron contentos.

- Quieres una taza de té, tío Jason? – Preguntó amablemente Annaisha.

- No gracias, princesa. Solo vine para avisarles que ahora se me presentó un trabajo muy importante que concierne a tu papi y tengo que encargarme en su oficina. No te molestará si me ausento?

- No tío, nosotros estaremos bien. – Miró a David, quien levantó su cabeza de la mesa. Jason le observó Preocupado.

- No se preocupe señor Todd, si sucede algo llegaré a avisarle. – Y sonrió de una manera que Jason volvió a quedar flechado.

- Gracias, David. – Y se paró y se despidió con un gesto de la mano de los dos menores.

Los dos devolvieron el gesto y volvieron a sus posiciones iniciales. Jason se retiró y con un aire mucho más serio, se fue por el otro lado de la sala, a la oficina de su líder.

 

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Akihito los seguía con prudencia en su Bugatti Divo de color blanco y negro, salió unos minutos después del grupo con tal de que no levantaran sospechas. Estaba tranquilo, con buena música con tal de relajarse y concentrarse en la misión. Quería estar a la altura de las expectativas de Asami y demostrarle que la mitad del imperio estaba en buenas manos. A pesar de que Sakura estaba viva y lo asesoraba para que todo marchara sobre ruedas, pocos sabían que ella estaba viva en realidad, con tal de no arruinar el plan que tanto les costó construir.

Manejando empezó a pensar en Ryuichi y los momentos que convivió con él desde que se vieron por la primera vez en Francia como Jayden Miller. Si lo pensaba bien, Asami no era de los que se abrían así ni con su propia familia (Porque Aunque Asami nunca se lo había dicho, descubrió que tenía un hermano con el que no era muy próximo a parte de Sakura; en Croacia), aunque solo hablaba de manera breve y sin mucho detalle con él. Curioso por ello, con una mano firme sobre el volante, la otra fue a la guantera y rebuscó sin apartar la vista del camino hasta encontrar un teléfono desechable con el cual podría hacer otras llamadas sin ser detectado. Este lo encendió y marcó un número que se aprendió de memoria de forma rápido por órdenes de Sakura. Quienes conocían el número del teléfono desechable, sabrían directamente que se trataba de él

- Asami-sama? – Se trataba de Kirishima

- Cuando le extirpe los órganos al impostor ese que se robó mi identidad, podrá llamarme así, Kirishima-san. Sólo llámeme Jayden.

- Entiendo Jayden. – Kirishima se avergonzó. – Pero dígame: cómo está? A empezaron la misión? Y Asami-sama?

- Tranquilo. Ambos estamos bien y ya estamos ejecutando la misión. Por ahora todo en orden y Asami se está encargando desde otro lado. Pero no te llamo principalmente para la misión. – Puso el celular en una de sus piernas y vigilaba el GPS.

- Ya veo. Pero dígame qué sucede?

- Es sobre Asami. – Dijo sin chistar

- Qué pasa con él?

- Con los 7 años que han pasado, notaste si él se ha abierto más con las personas?

Desde el otro lado, Kirishima se quedó curioso mirando la ciudad, tratando de entender el porqué de esa pregunta.

- En todo el tiempo que Asami estuvo conmigo, Asami no se abría así conmigo, ni mostraba tanto sus emociones con gente que no conoce ni que lleva tanto tiempo sin convivir. Pero a pesar de ser el verdadero, para él soy un completo desconocido. Pero dialoga como si me conoce de toda la vida y se abre de todo corazón. Sabe a qué se debe?

Kirishima quedó pensativo unos momentos, buscando la solución o la respuesta correcta al enigma del menor. Aunque él mismo tuviera su pistas.

- Después de los sucesos de hace cuatro años, cuando Asami-sama se enteró que ese tal Erick no era usted y le hayan lavado el cerebro, eso cambió de forma drástica su trato hacia él. – Akihito escuchaba atento a las palabras del asistente de su amado, mirando al camino… pero se sentía tenso. – Si soy más claro, la confianza y la comunicación entre los dos ya no es la misma.  Aunque Asami-sama no diga nada, muy en el fondo él tiene sus preguntas ante el repentino cambio inconsciente hacia su esposo, pero aun así no ha vuelto a entablar una relación de confianza con él. Incluso es menos expresivo a excepción Fei-long-sama, Arvatof-sama, Kudora-sama, Giovanny-sama y yo mismo. Quizá… Quizá muy, pero muy en el fondo…

- Asami tiene la sospecha de que no es él… - Dijo Akihito en voz alta, completando la frase de Kirishima.

- Así y por lo que le hicieron, no sea capaz de analizar ese pensamiento y llevar a esa conclusión. Aunque puede ser una teoría ya que llevan una vida de casados más o menos. Pero a veces no llegan a cruzarse o hablar mucho en persona. En Sion solo hablan de negocios, pero nada que tenga que ver con sus vidas personales como ustedes dos hacían hace 7 años antes de los crueles sucesos que lo tienen separados.

- Recuerdo que al estar casados, aún era algo difícil para él abrirse así conmigo.

- Después del ataque en el tren, Asami-sama se volvió mucho más amoroso con quien piensa que es su esposo, lo sobreprotegía más de la cuenta con él, con el temor de volverlo a perder, cuando aún no sabía que él era el verdadero Takaba-kun. También pasaba mucho más tiempo con él y compartían varias cosas.

- Y cómo es que “Asami Akihito” terminó siendo un Yakuza junto a Asami?

- Tiempo antes de que Asami-sama descubriera la verdad, Reyner ya abordaba el tema de ser ayudante de Asami-sama de que ya no quería ser débil y que estaba interesado en los negocios d su esposo y quería integrarse. Obviamente Asami-sama se negó hasta que pasó lo que tenía que pasar y con la cabeza lavada terminó con aceptar.

- Quiere destruir la organización desde adentro.

- Y la verdad es que lo está logrando. Al robar negocios pequeños y al adueñarse por bienes matrimoniales de Asami-sama sin que él se dé cuenta, está destruyendo la organización paso a paso.

Akihito hizo una mueca de desagrado y apretó el volante del auto con furia.

- Agradecemos que usted interviniera para retomar los negocios de Asami-sama cuando estábamos al borde del abismo. Si sus negocios estaban en manos nuestras todavía, el habría podido adueñarse y hubiéramos estado acabados.

- La verdad… No. – Respondió Akihito. – Sakura había puesto 2 soluciones. La primera era que yo retomara el negocio, y la segunda era que si yo no podía tomar los negocios, los mismos se dividirían en 3: una parte para mis tutores (Ricardo, Manuel y Jason), otra para Asami y la parte que resta a manos de Asami Maxim-sama.

Kirishima estaba sorprendido, pero lo entendió. No era como si los Asami eran próximos los unos a los otros. Cada uno por su lado, a tal punto que no se hablaban casi nunca, era tanto que Ryuichi y Maxim no se hablaban ni se sabían del uno al otro desde hace muchísimos años. Akihito en sus tiempos ni sabía de la existencia de Maxim aunque de Sakura mucho menos. Asami no era de hablar de temas tan personales y profundos como los de su familia. Según Sakura, ellos eran hermanos de madre distinta, pero el parentesco entre los 2 era inminente (Solo los ojos y cabello diferenciaban a ambos hermanos).

Cuando vio la foto de los hermanos por la primera vez, quedó en shock al ver el parentesco, más el parentesco entre todos era algo significativo. Pero le pareció extraño: el padre de Sakura tenía sus rasgos diferentes del padre de Ryuichi, más Sakura era la viva imagen de él en versión femenina.

- Comprendo… Pero… Miller-sama… Volviendo a su principal pregunta… Sobre la familiaridad de Asami-sama hacia usted… No podría darle una respuesta ni clara ni cierta en realidad ya que solamente pude verlos juntos en la reunión de París… Pero creo que quizá usted mismo encontrará la respuesta que busca a su pregunta. Si disfruta y pasa mucho más tiempo de calidad con él.

Akihito cambió el semblante a uno más preocupado e inquieto, más los sentimientos mezclándose.

- Entiendo… Muchas gracias Kirishima-san.

- A sus órdenes, Jayden-sama…

Y colgó. Quitó el teléfono de la pierna y lo tiró hacia el asiento del copiloto. Suspiró fuerte y miró al camino, pensando a todo lo que habló con Kirishima. Será que Asami no estaba conectado con su instinto? Que sentía que estaba hablando con alguien en quien si podía confiar?

- Será que te sientes seguro conmigo… Asami? – Susurró en voz alta. – Espero que así sea…

 

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- Lo que he resguardado tanto con tanto recelo está por fin por ser descubierto…

- No crees que fue mejor decirles la verdad?

- Sabes las vidas que se han sacrificado solamente por eso?

- DEBES decirles… De todas formas, no te esperes a que no te salgan con las preguntas. La organización tiene derecho a saber.

- Todo puede ir en catástrofe… No somos los únicos que sabemos de su existencia… MILLONES DE SECRETOS QUE PONEN EN PELIGRO EL BAJO MUNDO!!!! CÓMO QUIERES QUE LES EXPLIQUE?!!!!

- Tienes que decirles, Giovanny. – Y colgó la llamada.

El francés miró su celular en la mesa, que escuchaba todo con el altavoz. Se llevó las manos a la cara y respiró fuerte, frustrado… la preocupación le estaba matando.

- Cómo decirles…

 

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Asami de su parte ya le había cogido gusto al conducir el deportivo de Jayden. Tanto que ya estaba pensando bien en pedir uno igual. Tal vez con el color diferente, más la elegancia del blanco y el negro y el interior le hacían preferir la mismísima concepción del vehículo. El motor eléctrico le daba una sensación de sentirse solo en el mundo, la tecnología le hacía sentirse en un mundo distinto, uno al que el joven le estaba quizá esperando… le gustaba.

Siguiendo su camión con el contenedor hacia el puerto marítimo en el cual estaban cerca, miró también el blanco de su compañero que seguía en camino hacia el sur, hasta que en su momento dado, se fijó que el camión que seguía Miller había cambiado de rumbo y eso le resultó inusual. Ya que según el plan, uno de los contenedores iría hacia el sureste, a otro puerto. Por qué iría en dirección contraria? Sin dudarlo, llamó a Jayden de inmediato y tan rápido como le marcó, así de rápido contestó.

- También lo notaste? – Dijo Jayden primero.

- Si. Es extraño. Creo que es una trampa… o…

- Saben que los estamos siguiendo, o piensan que alguien los sigue. Aunque seamos discretos, las voces corren por los pasillos. – Respondió algo molesto el más joven.

- Qué piensas hacer? – Preguntó Ryuichi sin perder la concentración en su parte de la misión, pero en el fondo, estaba interesado en lo que haría Jayden.

Desde su lado, el más joven miró por la ventana a su derecha, notando el otro lado donde el camión que estaba siguiendo pasó en dirección contraria a la suya por la carretera. Hizo una mueca de desagrado y miró al frente.

- Por ahora seguiré a distancia para evitar ser descubierto. Haré que mi equipo cambie rápidamente de dirección mismo si estemos lejos y lleguemos algo tarde. No ataques todavía, no creo que tardemos. Trataré de pasar por otros senderos por si las dudas. Es mejor que hagas lo mismo ya que es probable que vayan al mismo puerto.

- Entendido. Buena suerte.

- Buena suerte para ti también.

Y colgaron.

El oji metálico al notar que estaba lo suficientemente lejos de ellos como para derrapar con su vehículo y efectuar un giro de 180° grados, quedando con éxito por la otra vía; así  aceleró y en el camino para poder desviarse por otra vía y salir de la ruta principal, así seguir a su enemigo de manera discreta.

Suspiró y apretó un poco el volante. Quería terminar de una vez por todas y volver a encontrarse físicamente con Asami. Lo extrañaba, y le quedaba poco tiempo que disfrutar con él antes de regresar a Tokyo y seguir con su plan de asesinar a Reyner. Tantos años pasaron sin tener la compañía de su esposo. Él era el legítimo, ÉL ERA AKIHITO. Tenía que curarlo, tenía que salvarlo, tenía que…

- Tengo que recuperar lo que es mío. – Así como su mismo esposo hablaba cuando a él lo secuestraban. Pero ya no era débil, él ya no era ese Takaba. Él era ahora uno de los mafiosos más poderosos del mundo y tenía las de él para acabar con quienes quisiera.

 

Asami por su lado, optó por la misma estrategia del más joven y salió de la carretera principal, por una ruta mucho más transitada pero pasaría desapercibido. Bajó la velocidad para evitar algún accidente o tragedia y observaba el GPS, con tal de no perder a su blanco de vista y seguir encontrando más soluciones del cómo llegar al puerto.

Ambos centrados en sus áreas notaron que se acercaban al mismo sitio. Confirmando la teoría de que irían los dos al mismo puerto. Ryuichi llegaría primero y su equipo ya estaba instalándose e iniciar el asalto para cuando ambos jefes dieran la orden. Jayden estaba aún lejos, pero no tardaría si tomaba las rutas correctas, evitando la ruta principal por donde iban los camiones, furgonetas y automóviles blindados de sus contrabandistas, quienes poseían ese preciado tesoro que se robaron.

 

Ese preciado momento llegó para Asami cuando llegó al puerto, alejado de los contrabandistas, en zona segura. Al estacionarse, apagó el vehículo y comenzó a prepararse. Desde cargar sus armas y meterlas en su porta armas. Se aseguró de su chaleco anti-balas por encima de la camisa y bien asegurado con el traje. También se aseguró de recargas completas para sus armas, silenciadores y una navaja por si acaso. Todo listo salió del vehículo y tomó la llave.

Caminando se comunicó con su escuadrón de unos 15 hombres, 5 suyos y los otros 10 de Jayden, quienes los suyos eran más experimentados y dignos de la confianza de Asami, y los del menor eran los mejores de su élite de asalto. Con su teléfono en la mano se dirigió hacia una entrada improvisada ya hecha por sus hombres

Estos al ver al Yakuza hicieron los 15 en su totalidad, un saludo típico al japonés; por el cual este saludó en retorno con un simple asentimiento con la cabeza.

- Todo en orden?

- Sí, señor. – Responde el líder del grupo. – Esperamos el otro grupo pero ya nos ponemos en posición. Un par de soldados de la parte de Jayden-sama llegaron con nosotros.

- Soldados? – Eso Ryuichi no lo sabía. Jayden nunca mencionó poseer soldados. – Militares?

- Son un grupo de Ex militares comandados por nuestro jefe. – Responde un hombre que pertenecía a los hombres de Jayden. – Son parte de nuestra élite, pero son independientes. Nuestro jefe los mandó a ser imparciales.

- Entiendo. Eso Jayden me lo explicará después. Tomen sus posiciones y den reporte de lo que vean. En lo que esperamos el otro contenedor y a Jayden.

- Si, Asami-sama. – Responden todos.

Uno se acerca, y le da a Asami un auricular, quien toma y se lo pone al oído.

- Así podrá escuchar todo, señor.

- Gracias. – Dijo agradecido. – Ahora, a trabajar!

Y todos armados se dispersaron. Tomando caminos separados, incluyendo al líder de los Yakuza en Japón, quien ya armado se escabulló por los enormes muros de contenedores, sin ser notado por los pocos hombres que habían esparcidos por el lugar. Si se encontraban con uno en el camino, hacían lo más discreto posible para pasar desapercibidos. Aún no podían atacar o podrían arruinar la misión.

- Todos en posición acordada, cambio. – Dijo el líder del escuadrón a Asami, quien seguía en curso.

- Perfecto. Esperen a que el otro contenedor, Miller y sus hombres se instalen.

- A sus órdenes, Asami-sama.

Ryuichi de nuevo en silencio se acercó sigilosamente sin ser descubierto a un muro de contenedores, donde escucharía y vería lo que podía haber. Logró observar un nuevo navío de transporte de mercancía embarcando algunos contenedores con algunas grúas flotantes y en la estación portuaria, se encontraban algunos hombres, comandados por uno que miraba atentamente al enorme camión con el cargamento que estaba siguiendo desde el principio.

El camión se estacionó delante de él, y del mismo se bajaron 3 hombres.

- Todo ese tiempo se tomaron para traer el maldito camión? – Exclamó el hombre del lado del navío que se acercó al trío.

Nadie notó que Asami y sus hombres vigilaban. Todo iba según el plan.

- Como si las calles estuvieran desiertas… - Exclamó el conductor del camión, suspirando pesado. – Es un maldito camión con un puto contenedor de 23 toneladas, qué querías?

- El líder espera impaciente su pedido. – Responde el hombre

“Líder?” – Se preguntó Ryuichi. Se preguntaría si Jayden habría escuchado eso.

- Tenemos órdenes precisas de como transportar esa cosa. – Explica otro señalando el contenedor que trajeron. – Al parecer lo que hay dentro es muy delicado.

- Que mierda con todo. – Responde el primero.

- Yasuo viene con el otro. El jefe pagó 500 millones por los dos. Pero en serio, solo hay dinero y armas?

- Aparentemente hay otros objetos que valen una fortuna ahí, hasta creen que hay una bomba nuclear capaz de explotar una ciudad entera.

Ryuichi frunció el entrecejo. Cómo mierda sabían eso?

El Yakuza había formado parte de los guardianes que cuidaban bajo juramento a ojos ciegos ese cargamento, porque según Giovanny, de manera buena o mala, le concierne a nivel de sus negocios como Yakuza. Así que por su bien, debía proteger ese cargamento a como diera lugar.

Giovanny había dicho que Amil antes de ser asesinado designó a sus hombres más confiables de atesorar ambos contenedores. Y Giovanny estaba entre ellos. Sin embargo, los que cuidaban del cargamento fueron asesinados uno a uno hasta que quedó solamente el francés. Ya que para abrir los contenedores, se necesitaban algunos códigos que pocos conocían. Los contenedores estaban asegurados con explosivos dentro de los mismos, en casi de que algún infractor intente abrirlo por la fuerza. Eran muy delicados para el traslado, así que parte de los usurpadores conocían los sistemas de seguridad y los protocolos necesarios para mover el cargamento.

Tenían mucho que perder… y en especial sus vidas.

- El líder está esmerado en su venganza

- Y todo está dentro de los contenedores esos. – Aclara otro.

- Romadolf hizo un buen trabajo en el robo, pero me parece algo descarado solamente 500 millones para todo el equipo de asalto. 

- El líder es quien decide cómo se hacen las cosas… Pero esperemos a Yasuo y a los demás. Así podemos irnos ya. Estoy harto de esta ciudad.

Los dos japoneses decidieron fumar un cigarro en lo que esperaban el otro camión. Así como Ryuichi vigilaba tranquilo y miraba el teléfono con el GPS aún activo con los rastros del otro camión y Jayden. Desde el auricular, podía oír al equipo seguir dando posiciones y una que otra indicación. Incluso ya había logrado escuchar a los soldados de Jayden de los que sus hombres le habían mencionado. Uno de ellos era una sniper de la élite de la armada americana, quien sería una gran ayuda para la misión, que estaba entre las grúas más altas del puerto, con una vista perfecta de todo el panorama. Perfecto para defender ha los que estaban en tierra y disparar a distancia.

Desde el lado de Jayden todo iba según el plan luego de casi 45 minutos de viaje, ya que el camión que seguía entró al puerto y él estaba de forma paralela a la entrada, por lo que quedó bloqueado al exterior producto a las mallas de alambre. Detuvo su vehículo y apagó el motor. Se dio cuenta de que podía entrar en contacto con el resto del equipo y se comunicó.

- Escuadrón, aquí Jayden. – Dijo. – Ya llegué, pero quedé al exterior. Alguien puede verme?

- Aquí Alias. – Dijo una mujer de voz joven e intrépida, quien escalaba por una de las enormes grúas, teniendo una gran vista y área para disparar. La misma miró por todas partes hasta ver el deportivo del otro lado del muelle y con él, al joven adentro. - Puedo verle, señor. Camine a la izquierda. Hay una entrada custodiada solo por dos hombres. Si me instalo puedo facilitar el acceso.

- No. – Negó. – Yo mismo me encargo. Voy para allá.

- Aquí escuadrón A. Estamos en curso de instalación.

- Aquí escuadrón B. Estamos instalados.

- Asami-sama? – Jayden llamó por el auricular, esperando tener la seguridad de que su amado estaba bien.

- Tranquilo. Todo en calma – Respondió Ryuichi rápidamente.

- Se acerca el segundo camión, cambio.

Todo calculado al más mínimo detalle. Repasaron el plan por la noche anterior con todas las alternativas posibles que se les habían ocurrido. El americano hizo unas cuantas llamadas para dar con sus hombres más especializados (entre ellos la militar), para que el plan fuese un completo éxito. Asami estaba completamente favorable con su plan por la estructura en la cual se elaboró, más también porque Jayden le pedía algunos consejos y sugerencias, entablando que era un plan de dos y que no era uno que se llevaría todo el crédito. Concluyó que a Jayden le fascinaba mucho el trabajo en equipo.

Akihito de su parte estaba algo nervioso. No por la misión, sino porque por la primera vez en su vida mientras estuvo en su tiempo casado con él había hecho algo así; y esperaba que sus acciones y estrategias quedaran a los estándares del Yakuza, porque algo que él odiaba con todo su ser era estar al lado de gente incompetente, de novatos, de estúpidos… Asami requiere de hombres de experiencia, de práctica, de resistencia y de un gran intelecto.

Obviamente él se había convertido en alguien muy diferente a eso. Pasó 7 largos y duros años de su vida entrenando, practicando y trabajando arduamente para llegar a donde estaba hoy en día; no por nada fue mutilado millones de veces por Jason, Sakura y Reborn. Si hoy era temido y respetado por millones de personas era por algo. Más aun así estaba nervioso.

Caminando rápidamente preparaba una de sus armas, instalando el cargador y el silenciador. Era fino, preciso y experimentado, porque no era la primera vez que usaba un arma, ni la primera vez que mataba a alguien.

Su mirada cambió a una de un asesino, como esas típicas miradas de Asami cuando estaba molesto. Recordando a Reborn la primera vez que le arrebató la vida a una persona.

“- Dime Akihito… Es tu familiar?

- N-N… No… - Tartamudeaba.

- Es tu amigo?

- No.

- Qué es esta persona para ti?

- Nadie… Ni nada…

- Entonces? Estas mierdas te quitaron lo que más amas, lo que más querías… Te quitaron tu vida anterior, tu trabajo… todo lo que te hacía feliz. No tengas piedad con los que te quieran lastimar una vez más. Verás que es un mal por un bien mayor: tu bien. No lo dudes si se trata de recuperar tu vida, Akihito… Debes aprender y saber matar”

- “Ya no soy el de antes…” – Se dijo a sí mismo mientras desbloqueaba el arma una vez cargada. “Con mucho trabajo he crecido y ahora no daré marcha atrás… No cuando estoy tan cerca de mi objetivo.”

- Alias?

- Ya me he instalado señor, espero sus órdenes. – Comunicó Alias.

- Y Ghost? – Preguntó.

- Espero tus órdenes, Jay… - Una voz ronca y masculina habló, llamando la atención de todos, y haciendo temblar a la sniper. Estaba instalado tranquilamente en la sala de control, mientras que detrás de su asiento, un baño de sangre con 3 personas tiradas, quienes formaban parte de los bandidos.

- Prepárate, ya están aquí. Alias, si tienes puntos ciegos fuera de mi alcance de visión, dispara a matar.

- Sí, señor.

Y cortó la comunicación. Caminó con más seguridad de sí, más rápido y al ver que se acercó a la entrada que su compañera le indicó, levantó el arma y apuntó a su par de presas, ambos armados en la entrada.

- “Operation… X” – Sus ojos se iluminaron con intensidad, sus enemigos vieron su estébela apariencia llegar a ellos… se excitaron rápidamente. Pero al verlo armado, estos se pusieron en guardia en defensiva, listos para tirar.

- Quién eres tú?

Akihito disparó dos veces, una bala en la frente para cada objetivo. Los ojos afinaron un poco más su tiro para dar directo en el punto vital mismo si estaba caminando, incluso ya podía ver a algunos blancos más a su alcance.

Este paró de caminar al encontrarse en medio de los dos cadáveres. Se agachó y miró sus radios, se lo sacó y los tiró. A parte de quitarle sus armas. Los miró un poco apenado y suspiró. Retomó su rumbo una vez de pie y volvió a caminar.

- Aquí Jayden. Entrada limpia.

- El segundo camión ya está aquí. – Dijo Asami mientras miraba al otro camión estacionarse al lado del primero y otras 3 personas se acercaron al grupo.

- Yasuo… Por qué la tardanza?

- A parte del embotellamiento creíamos que éramos seguidos por alguien.

- Los perdiste de vista?

- Creo que sí.

- CREES?!!! CÓMO QUE CREES?! SABES QUE ESTAMOS JUGANDO NUESTRAS VIDAS?!!!

- Dijimos CREÍAMOS, GRANDÍSIMO IDIOTA.

- NI EL MALDITO CREÍAMOS ME TIENE SEGURO!!!

Asami notó que un hombre armado con una AK-47 vino hacia el grupo y susurró algo.

- Parece que ya se dieron cuenta. – Exclama el Yakuza

- Prepárense. – Exclama Jayden corriendo entre los contenedores.

- HAY INTRUSOS. – Grita uno.

- Tenemos dos guardias muertos al sureste, y descubrimos 2 deportivos, ambos paralelos.

- Los siguieron ESTÚPIDOS.

- Comienza el asalto, Alias. – Comentó Jayden por el comunicador mientras apuntaba a un hombre sobre un contenedor, mientras él estaba escondido detrás de otro.

- Roger. – Y la susodicha acostada sobre el frío metal de la grúa, apuntando con una Locus con una personalización marítima, disparó a Yasuo, el chofer del segundo camión que ya tenía apuntado desde que llegó. Siendo su blanco su frente y matándolo al instante con éxito. Lo que alertó a todos y los dejó en estado de Shock.

Todos se alocaron, se escondieron y mientras algunos llegaban a ver a los hombres del grupo de asalto, dispararon. Comenzando así el tiroteo.

Todos empezaron a intercambiar balazos unos a otros con el fin de eliminar al otro grupo, que sea grupo invasor o grupo de resistencia. La Sniper lograba dar con los blancos que podían estropear a sus dos jefes y al resto de sus compañeros, también vigilaba la situación que al parecer iba en orden a pesar del desorden de balacera que había abajo.

Ryuichi disparaba a todos los blancos que se le acercaban, con una caminata firme en su avance. Imponente, serio, rudo. Digno de ser Asami Ryuichi fue reconocido entre los líderes del robo de los contenedores.

- ASAMI RYUICHI!! – Gritó el hombre que esperaba los contenedores. – VAS A MORIR, EN NOMBRE DE MI MADRE VAS A… - El hombre recibió un balazo en el corazón y otro en la frente. Ryuichi quien estaba escondido tras un contenedor cercano a ese hombre, se fijó en quién pudo haberle matado, y vio a un hermoso doncel caminar hacia su dirección, parecía tranquilo para toda la balacera en su alrededor.

Cuando el ángel se acercó, se agachó un poco y se escondió a su lado, tirando a los enemigos que se acercaban.

- Eres muy popular, que todos tienen el ojo en ti. – Comenta divertido el doncel

- Habla el que vino en pasarela. – Ryuichi responde de igual manera

- Maté al tipo en tu lugar.

- Solo porque yo no lo vi primero. – Iba a empezar una discusión sin sentido entre los dos Yakuza cuando…

Una bala viajó cerca de la cara de Ryuichi, dejándolo en shock, viendo que la bala vino del arma del menor. Salido del corto transe, miró hacia donde pudo disparar, y vio a un cuerpo caer inerte al suelo. Volvió a ver al menor, quien tenía una mirada que parecía a la suya: esa mirada asesina que le correspondía. Pero sus ojos… sus ojos brillaban.

Estaba loco o sus ojos parecían de mentira? Brillaban como el sol y…

- CUIDADO!! – Asami al notar a alguien detrás de Jayden a punto de matarle, logró tomar el arma y disparar a una distancia no muy larga para el doncel, que apenas calculó, matando al enemigo en el pecho, cayendo inerte al suelo.

Jayden en su interior suspiró de alivio porque Reborn o Jason no estaban presentes. Sino, estaría más que muerto. Más todo fue muy rápido, apenas mató a quien estaba tras Asami y no notó que sus ojos le dictaban peligro. Concluyó que estar cerca de Asami era un peligro, porque era una fuente peligrosa de distracción.

Salió rápidamente del shock, y se acercó a la postura firme de Asami que le sonrió burlesco, eso le hizo salir de completo sentimiento de inconformidad. Ambos a pesar de estar en medio de la balacera sonrieron y recargaron las armas, para seguir disparando y recuperar el cargamento.

- Yo lo vi primero.

Jayden sonrió.

- Considéralo… empate.

 

Y volvieron a ponerse en posición de disparar y defenderse. 

Notas finales:

Me quieren? Me odian por tanto hacerles esperar?!!! Espero que nunca me odien y sigan leyendo. 

Espero sus comentarios chichis. 

 

chao chao


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