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Grito De Ayuda por yuhakira

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Notas del capitulo:

R+18

III

 

Mi hora de llegada a la casa siempre es a las ocho de la mañana, el traje es fundamental, la colonia, perfectamente peinado; mantener esa imagen es un ritual diario que ya se ha convertido en costumbre, en cierto modo me gusta, la imagen que refleja el espejo es completamente distinta a lo que realmente soy, ninguno de esos trajes son míos, bueno ahora lo son, pero todos y cada uno fueron elegidos por Akaashi y pagados por Kuroo, mi ropa toda es muy diferente, no tenía un solo traje en mi armario antes de trabajar con él, es su mayoría era ropa deportiva e informal, no había usado uno desde que salí de la preparatoria, ahora no podía vestir de otra forma, trabajaba de domingo a domingo, toda mi vida giraba en torno a ellos, quizás por eso me sentía obsesionado con él, estaba lleno de curiosidad, cada vez que estábamos en el apartamento lo buscaba, afinaba el oído para adivinar que estaba haciendo, no es más que un pasatiempo supongo; pero de cierto modo todo cambio al salir con él, me pidió que buscara a alguien y cuando intente hacer mi tarea me di cuenta; todo lo que tenía, no era nada mío, todo era de Kuroo, incluso el teléfono celular que usaba era de él, si pretendo ayudar a Tsukishima, primero tendría que conseguir un celular propio, tal vez Kuroo sea capaz de escuchar cualquier conversación que tenga, no se quizas sea solo paranoia, pero no estaba de más prevenir. Todo mi tiempo era de él, tengo también que encontrar tiempo para buscar un nuevo celular; todos teníamos muestra prisión a su alrededor. Akaashi, incluso él; había estado pensando mucho en el comentario hecho por Tsukishima de que quizás él gustaba de mi, lo increíble que eso sería, Akaashi es una persona increíble, y pensar en que yo pudiera llamar su atención de esa forma, estaba simplemente fuera de mi imaginación, me sentía nervioso de estar pensando en eso cuando volviera a verlo, y que lo notara, no sabría cómo justificarme.

 

El problema de todo esto, es que si me llegan a descubrir, si llegan a sospechar de mí, aunque sea un poco, no habrá más Bokuto por mucho tiempo, tampoco podía dedicarme a ayudar a Tsukishima y conquistar a Akaashi al mismo tiempo, aunque quisiera hacer ambas debía elegir una, llegaria un momento en el que hacer lo uno actuaría contrariamente a lo otro.

 

O tal vez estaba dándole mucha importancia a todo el asunto, de pronto en realidad no tenía oportunidad con Akaashi, de pronto lo único que Tsukishima quería era tener contacto con un viejo amigo.

 

Volví a la casa a las ocho de la mañana como era costumbre, antes de tocar el timbre Akaashi abrió la puerta y me jalo directo a la cocina. Al parecer la situación se había tornado tensa, peligrosa, entonces lo escuche, la puerta de la habitación de Kuroo cerrándose de golpe detrás de él, el chirrido de la perilla buscando ser abierta, los golpes de Tsukishima contra la puerta gritando que le dejara salir, Kuroo entró en la cocina bebió un trago de whisky de un solo sorbo, dio órdenes a la empleada de no servir nada de comer hasta que él volviera para la hora del almuerzo, ella tampoco tenía llaves para abrir la puerta, pero había una pequeña ventana por donde podía darle de comer; nunca entendí la función de aquella ventana hasta ahora.

Salió delante de nosotros, prácticamente tuve que correr detrás de él para alcanzarlo antes de que llegara al auto y poderle abrir la puerta, podía sentir su enojo calando mis huesos.

 

Recuerdo que recién ingrese a trabajar con él nuestra relación no había cambiado mucho, el se sentaba a mi lado en el auto, yo no tenía que abrirle la puerta, hasta un dia en que su padre lo sermoneo diciendo que le había dado tiempo suficiente de disfrutar su adolescencia, que no se olvidara de su posición, y que no olvidará la nuestra refiriéndose a Akaashi y a mi, entonces de apoco empezó a cambiar, hasta que fue demasiado obvio que ya no podía llamarlo bro… que dificil es darse cuenta de que has perdido algo aún cuando aún está entre tus manos.

 

Yo debo ir a todo lado con el, en ocasiones luego de salir entre las diez y once de la mañana no volvemos si no hasta la madrugada, mi apartamento está a unas pocas cuadras.

 

  • Escúpelo todo, que dijo, que hizo, que comió… todo.

  • Sí jefe - su mirada me instigaba desde el retrovisor - estuvimos en el parque cerca a la avenida principal, comió helado de vainilla y fresas, al parecer no tenía muy claro que quería hacer así que jugamos baloncesto, se quejó de sentirse oxidado.

  • Que más?

  • En un momento me pareció oír que quería ir a sendai pero pudo haber sido mi imaginación porque no parecía querer decirmelo - tenía que darle algo, algo que le hiciera ver que no todo fue perfecto, chasqueo la lengua y me insito a que siguiera. - le conté historias de la preparatoria, en su mayoría estabas tu, cuando entrabamos al apartamento le hablaba sobre el campamento de segundo año donde Kenma se estrenó como armador… recuerdas, que tenías que ir a sacarlo de las duchas porque no quería hacer los castigos.

  • No dijo nada más?

  • No jefe. - obviamente no podía decirle sobre la mención de Sawamura-san, ni que creia que Akaashi sentia algo por mi.

  • Mierda… me excedi.

En el trayecto no se dijo nada más. Vi a Akaashi con un nerviosismo inusual, evitando ver a Kuroo a los ojos, inseguro en su hablar. No recordaba haberlo visto así antes, jamás, y fue un tanto chocante; me hacía pensar en lo delicada que fue la situación, en mi cabeza no pasaba una sola razón por la que Kuroo pudiera haberse sentido enojado, no se que imagino, y no se como hacer para que sienta confianza en mi.

Generalmente cuando llegamos a algún lugar al que haya que ir. Kuroo y Akaashi se alejan y me dejan esperando en el auto, por lo general las reuniones no tardan más de 20 minutos o una hora, dependiendo al lugar al que vayamos, así que de cualquier modo tengo que esperar en el auto. Siendo un poco diferente cuando estamos en la casa principal, donde las reuniones se tardan mucho más y entonces se me encargan diferentes tareas, llevar documentos, vigilar alguna cosa, entre otras, para este tiempo no tengo idea de cuales son los negocios de los que Kuroo se hace cargo, cuál es su función en las empresas que visitamos, nada, no se absolutamente nada de lo que hace.  

 

Pasadas las once de la mañana regresamos al apartamento, por primera vez en todo el tiempo que llevaba con ellos almorzabamos en casa y no en cualquier otro lugar de la ciudad. Para cuando volvimos Akaashi estaba más tranquilo; la empleada estaba alistando el almuerzo; todo estaba en silencio. Kuroo fue hasta la habitación y se encerró en ella, escuche a Akaashi respirar hondo mientras aflojaba su corbata y se sentaba en el comedor de la cocina, me senté a su lado. El nombre de la empleada es Akane, ella también había estado muy nerviosa en la mañana, tenía restos de lágrimas en sus ojos, comentó que Tsukishima no se había calmado si no una hora después de que habíamos salido, había estado arrojando cosas a la puerta, estaba segura de haber escuchado varios vidrios romperse, las lágrimas volvieron a sus ojos.

  • ¿Qué fue lo que paso, que hicimos mal? - atine a preguntar sin entender nada aún. Era la primera vez que pasaba algo así desde que estaba con ellos.

Ninguno de los dos quiso decir nada, como si sus labios hubieses sido sellados, no podía preguntar nada más.

  • La habitación debe estar hecha un desastre, espero no se haya hecho daño. - ella continuó. - la mama de Tsukishima llamó varias veces tuve que decirle que él había salido con el jefe.

  • Si llamo, Kuroo le dijo que estaba ocupado que le llamaran de vuelta más tarde.

El silencio volvió cuando se escucho abrir la puerta de la habitación. El almuerzo estaba listo.

Tsukishima bajo detrás de él resignado, con el rostro bajo, apenas levantó la mirada para verme mientras fingí ir al baño para poder ver su estado; tenía los ojos hinchados, y fuertes moretones en sus muñecas que se esforzaba por tapar con la manga del saco, aún llevaba puesta la misma ropa del día anterior. Se sentó frente a Kuroo en el comedor, bebió de un solo sorbo el whisky que había sido servido para Kuroo, a lo que él solo le reclamó pidiéndole que volviera a llenar el vaso. Y así continuaron en silencio.

Cuando volví mi almuerzo estaba servido sobre la mesa y Akaashi ya comía el suyo. Akane salió a servir y nos dejó solos.

  • Crees que Kuroo vuelva a salir hoy? - Akaashi me miró confuso.

  • No creo, canceló las reuniones que tenía hoy, imagino se quedará con Tsukishima el resto de la tarde.

  • Te gustaria salir a tomar algo - abrió los ojos de par en par y me miró sorprendido - desde que estoy acá no hemos tenido la oportunidad de hablar, ni nada por el estilo, me gustaría aprovechar la oportunidad de salir contigo.

No respondió nada inmediatamente, solo siguió comiendo; supongo que lo meditaba en su cabeza, observando las posibilidades, entonces levantó el rostro y con un ligero movimiento de la cabeza dijo que si.

  • Pero no quiero ir así vestido, vete y vuelve a las cinco, me esperas en recepción.

Aunque no se noto mucho pareció sonreír y eso me hizo tener un sentimiento de calidez y tranquilidad que no había sentido en mucho tiempo.

Salí de la cocina luego de haber terminado. Kuroo y Tsukishima aún estaban en el comedor, ya habían terminado de almorzar y tenían una de sus manos entrelazadas por encima de la mesa, Kuroo acariciaba con suavidad la mano de Tsukki y le hablaba al oído mientras acariciaba su mejilla también; Tsukki se veía inmerso en su tacto y en sus palabras con su cabeza recostada sobre su hombro y los ojos ligeramente cerrados; no alcancé a descifrar lo que el le decia, pero no dejó de parecerme absurdo el hecho de que solo una hora antes hubieran estado de pelea y ahora se vieran tan acaramelados. Me vi obligado a cortar con el momento, le hable a Kuroo pidiendo el resto de la tarde libre si él no iba a salir mas, no me dirigió una mirada ni permitió que Tsukki me viera, pues de un solo movimiento se aprisiono de sus labios, en un beso profundo y con un gesto de su manos me dejó saber que estaba bien que me fuera. Era un perro marcando territorio sobre su presa, queria mas que todo dejarme claro que no era rival para él, como si estuviéramos en medio de una competencia.

 

Eran apenas la una de la tarde cuando salí del edificio, tenía tiempo suficiente antes de encontrarme con Akaashi, así que antes de ir al apartamento y cambiarme debía aprovechar la oportunidad y conseguir un móvil nuevo y libre; en la misma zona encontré un comercio de telefonos de segunda; conseguí un smartphone de calidad y barato, luego compre tiempo en internet para poder encontrar a Sawamura. Pero dejaría esa tarea para la noche luego de que me separara de Akaashi. Aproveche también para telefonear a mi mama y enviarle algo de dinero.

Mientras más se acercaba la hora de encontrarme con él en la recepción del edificio más nervioso me sentía. Así que tome un baño de agua fría para relajarme un poco y luego fui a buscar que vestir, me divertía pensar que Akaashi estuviera haciendo lo mismo; no sabia que ponerme, no era un encuentro formal así que el traje no era necesario, esculque en mi armario buscando algo que fuera decente y sobre todo no fuera deportivo, no tenía mucho que elegir al final opte por un vaquero negro, un camibuso blanco y encima una leñadora roja con una chaqueta de jean azul. Esperaba no fuera demasiado casual. En el pasado, cuando estudiabamos juntos, y estábamos uno al lado del otro todo el tiempo solíamos ir a lugares que en su mayoría elegía yo, como el karaoke o el gimnasio, el cine o los bolos, él siempre estaba dispuesto a ir a donde yo se lo pidiera; ahora que lo pienso nunca tuve suficientemente claro si a él le gustaba hacer todo eso, o solo se dejaba llevar por mi. Esta vez quería hacer lo que él quisiera, quería conocerlo como realmente es, ya no con esa relación de senpai y kohai de por medio, no de armador con su as, ahora éramos solo dos personas con un trabajo complicado queriendo tener una vida propia.

 

Finalmente dieron las cinco de la tarde y yo estaba en recepción esperandolo. no pasó mucho tiempo antes de que el estuviera a mi lado. llevaba puesto un buzo gris ajustado, bajo un blazer azul, un pantalón negro y unos zapatos en cuero negro, estaba más formal que yo, me sonroje al verlo; se acerco a mi con una leve sonrisa

  • Hey, te ves muy bien.

  • Bokuto-san también se ve bien.

  • No supe que querías hacer así que no supe qué vestir. ¿A dónde quieres ir?

  • Hay un lugar al que me gustaría ir. Si Bokuto-san está de acuerdo.

  • Claro, donde sea estará bien.

Camino a mi lado por la acera. Hasta que llegamos a un bulevar unas cuadras más adelantes, me invitó a sentarme a su lado en una de las banquetas del camino; curiosamente había más gente de lo normal, todas reunidas en torno a un hombre con un micrófono pegado en su mejilla que recitaba una especie de cuento, Akaashi lo escuchó atento riendo de vez en cuando a los cínicos comentarios de quien hacía el show, minutos después le ofrecí algo de beber, accedió a tomar una cerveza, la gente al rededor hacia lo mismo, así que no pareció que estuviera mal. Me acerque al comercio más cercano y compre un par de cervezas.

Lo observe desde lejos, mi sonrojo no había disminuido desde que lo viera en la recepción del edificio, sus labios delgados dibujaban tan delicadamente su sonrisa, cómo no fijarse en él, cómo no iba a llamar la atención de la gente. Antes de acercarme vi como un tipo se le acercó, sin titubear el señalo el lugar en el que yo estaba, como dejándole saber que venía conmigo, a lo que el tipo se alejó.

  • ¿Que quería?

  • Mmm… nada, ofrecerme un trago,le dije que tu ya me traías algo -dijo mientras el sonido de la lata destapándose se abría paso entre entre el sonido de su voz y el bullicio del lugar.

  • ¿Sabes quien es?

  • ¿Quien?

  • ¿El tipo del show?

  • Si, es comediante, en ocasiones viene y hace sus show. Me gusta venir cuando tengo algo de tiempo, ayuda a despejar la mente.

El tipo siguió haciendo sus monerías mientras el público reía a carcajadas. No voy a negar que fue divertido, en realidad fue muy divertido, y Akaashi se veía totalmente relajado, contrario a la forma en la que estuvo en la mañana, para cuando el show terminó ya eran las siete.

Le propuse ir a un lugar donde pudiéramos hablar, y acepto.

Terminamos en un bar-puff en la misma zona. El rock suave sonaba de fondo y armoniza el ambiente. Podía escuchar perfectamente el sonido de su voz. Al principio hablamos del pasado, de que había hecho cada uno saliendo de la preparatoria. Le hable acerca de los problemas que tuve, de porque había terminado abandonando el voleibol. Las cervezas continúan amontonándose sobre la mesa. Sus mejillas sonrojadas, el cruce de sus manos con las mías, como sus piernas se entrelazaron con las mías debajo de la mesa y como su mirada se sostenía tan finamente en mi que me hacía temblar el cuerpo, sus labios húmedos, su mirada excitada.

Antes de verlo había querido hablarle sobre todo la situación de la mañana, sobre Tsukishima, sobre Kuroo, pero estando ahí con él me olvidé de toda la situación, me olvide de lo que tenia planeado, solo me perdí en sus palabras, en lo serio de sus gestos, y cómo estos mismos me estudiaba y buscaban incitar a pecar con el. No se qué en qué momento mi mano derecha se cruzó con la de él, como mi frente se pegó a la de él, luego nuestras mejillas, y finalmente nuestros labios, suaves, gemidos, como si nos conocieramos por primera vez, como si conociéramos la existencia del otro por primera vez. Pero justo cuando nuestros labios se separaron él volvió a traerme a la realidad.

  • Tsukishima… - dijo, y dudo - ¿él tiene algo que ver con esto? Antes no habías mostrado interés en invitarme.

  • Si. - atine a confesarle que sí, que era su culpa, pero que me había hecho un favor al abrirme las puertas del cielo - me ayudó a perder el miedo. No es como si nunca me hubiera fijado en ti.

  • ¿Que te dijo?

  • Que tenía la sospecha de que gustas de mi - el agacho el rostro e intentó alejarse. Le tomé el rostro y le pedí que me mirara - ¿se equivoca?

  • No.

Y volvió a besarme, esta vez un poco mas rapido, mas fuerte, dejo que mi lengua entrara en su boca y la acarició con la suya, sentí su cuerpo queriendo acercarse al mío. Lo detuve, no era el lugar, lo mire a los ojos y le propuse ir a mi apartamento, estaba cerca, no lo dudó, se levantó de la mesa y fue y pagó lo que habíamos consumido a pesar de que insistí en que me dejara hacerlo.

Una vez cruzamos la puerta me empujo contra ella. Su boca se apoderó de la mía, en un ritmo rápido y ágil, sentí como el ritmo de mi corazon se acelero, podía sentir como mis mejillas se sonrojaron, como el aire caliente de su respiración chocaba contra mi cuello, mientras no podía hacer otra cosa más que dejarme hacer. De cierta forma me dio miedo la forma como tomaba el control. Como me llevo hasta el sofá y luego de quitarse la chaqueta me desvesti el dorso, jamás había estado en esa posición, pero la forma agil en que Akaashi movía sus manos, la fuerza que imponía en su tacto, no podía hacer otra cosa que dejarme llevar, ceder a sus peticiones silenciosas mientras mi cuerpo se calentaba, mientras sentía mi miembro levantarse debajo de la ropa interior, mientras sentía su excitación rozando mi pantalón.

Con una expresión que jamás había visto en su rostro me llevo hasta la habitacion, me sentia embelesado incapaz de negarme ante lo ágil de su actuar, finalmente me tiro en la cama y terminó por desvestirme mientras yo intentaba torpemente hacer lo mismo con el. Me paralice por completo cuando introdujo de lleno mi miembro erecto en su boca, lo engullo hasta el fondo de su garganta, estaba en el cielo, su boca tenia una tecnica increible yo no podía dejar de decir su nombre, mi voz ronca llenaba la habitación, no llevaba tanto tiempo sin hacerlo con alguien como para pensar que estaba acumulado, pero la verdad es que ni siquiera sentí cuando su dedo entro en mi, en algún momento de sus ágiles movimientos llegue, intente detenerlo alejarlo de mí, me aterraba llenar su boca de semen, pero él no se detuvo y prácticamente fue como si hubiera estallado dentro de su boca, sus ojos llorosos me miraron fijamente complacido de lo que había conseguido mientras limpiaba con el dorso de su mano los residuos que se escurría por la comisura de sus labios. Lo trago todo.

  • Me gusta como aprietas aquí - entonces me percate de donde tenía sus dedos.

  • Hey, hey. No, espera, nunca he estado abajo.

  • ¿Quieres que cambiemos? - dijo irónicamente mientras empujaba dos dedos hasta el fondo y un gemido involuntario salió de mi boca - no tengo problemas en estar arriba - se acercó y me beso mientras yo trataba de entender lo que estaba sintiendo, luego me habló al oído - Bokuto, te deseo, te quiero todo, dejame llenarte.

  • Aja… hazlo.

Después de eso solo sentí como el enorme intruso se abría paso por mi virginal cavidad, húmeda y caliente, que palpitaba cada vez que sentía sus venas hincharse en mi interior; estaba al borde de la locura, completamente ido. Pero, el celular de Akaashi empezó a sonar sobre la mesa de noche; mis piernas estaban ambas sobre sus hombros, y el las recosto a los lados para poderse acercar al celular; sentí su pecho sudoroso encima de mí, su masculino olor embriagandome, el palpitar acelerado de su corazón junto al mío.

Era Kuroo, estaba en la obligación de contestar, respiró hondo tres veces antes de hacerlo.

Sorpresivamente su rostro se relajo, el tono de su voz dejó de tener el tono ronco de solo hace un momento; no salió de mi cuerpo, al contrario siguió moviéndose lentamente, me costaba mantenerme en silencio mientras escuchaba la voz de Kuroo en el altavoz dándole indicaciones a Akaashi de las actividades del día siguiente.

  • Informar a Bokuto que mañana saldrá de nuevo con Tsukishima, tendrán tres horas de tiempo.

Mis ojos se abrieron como platos y mi rostro tenía una expresión desagradable, no quería saber de ese asunto todavía, Akaashi también pareció molesto pues súbitamente se detuvo.

  • Sí jefe se lo diré.

  • Estas con el ahora?

  • Si, estamos tomando un trago.

  • Hazme un favor y dale duro a ese maldito

Akaashi sonrió de medio lado, y me penetro de un solo movimiento a lo que no pude evitar gemir.

  • ¡AHHH AKAASHI!

Escuche la risa burlona de Kuroo al otro lado de la línea antes de que esta se cortará.

El no volvió a detenerse siguió embistiendo frenéticamente hasta que llegó dentro de mi. Su cuerpo cayó pesado sobre el mío, mientras intentaba recuperar la respiración, acaricie su cabello sudoroso, todo aquello era como un sueño hecho realidad, algo que deseaba en el fondo de mi corazón desde los años de preparatoria. Pero vaya que dolía, luego del placer incontenible venía ese malestar en las caderas, en el culo, aunque no había estado nada mal para ser la primera vez.

Akaashi durmió un rato, luego se levantó, intente convencerlo de que se quedara, que pasara la noche conmigo, pero no quiso, trato de explicarme que tenía cosas que preparar para el dia siguiente.

  • Puedes estar tranquilo, no creo que Kuroo vuelva a desconfiar de ti, sin embargo no te descuides, y por favor… - se quedó en silencio un momento pensando en lo que diría - Tsukishima, el puede manipularte, así que te pido estés muy atento y no creas todo lo que te dice.

  • No fallo respecto a ti.

  • Jaja lo se, pero su sonrisa no siempre es verdadera, no ha cambiado mucho a como era en los viejos tiempos, solo ten cuidado, cualquier cosa en la que dudes puedes decirme.

  • Akaashi?

  • Si?

  • Vamos a seguir viendonos, digo, de este modo, ¿verdad?

  • Si.

Me beso antes de irse.

Ya pasaba la media noche cuando se fue, de nuevo me vería con Tsukishima, me pareció que lo ideal era tener una razón con respecto a Sawamura. Por eso busqué el teléfono que había adquirido en la tarde, active el internet y lo busque en Google, Sawamura Daichi, sorpresivamente el buscador boto un gran número de resultados, la mayoría de ellos noticias locales, el héroe de la ciudad. El detective Sawamura Daichi… mierda.

 

Notas finales:

Gracias por leer

Recuerden dejar su comentarios osbre cualquier cosas que se les ocurra, siq uieren corregir algo o despejar alguna duda...

 

Yuhakira


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