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El amor no tiene forma por sharedey

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— Bien este es el trato. Te quedarás con nosotros hasta el nacimiento de tu hijo, bajo este techo tendrás comida y protección. Por razones obvias se te estará prohibido salir o mostrarte en público, y en cuanto nazca la criatura te daremos el dinero suficiente para que puedas irte lo más lejos posible... — eran las palabras de Víctor. Los tres se encontraban en la sala principal. Yuuri guardaba silencio y se mantenía cabizbajo estando al lado de su esposo, mientras el menor de los tres  estaba sentado justo frente a ellos, mirando al ruso alpha seriamente. 
 
En verdad le parecía sorprendente lo fácil que se le hacía al otro decirle tan fríamente su plan, sin considerar por un momento lo que él sentía con todo esto; tomaba también el silencio de Yuuri como aprobación a las palabras de su marido, y eso no hacía más que hacerlo sentir incómodo. 
 
Siempre trató de defenderse, de no caer en los estereotipos de omega sumiso, suave o ingenuo, intentó por todos los medios no dejar que ningún alpha quisiera ponerse por encima de él o sus deseos. Y aquí estaba ahora, después de haber caído en los juegos de no uno, si no dos de ellos.
 
Suspiró. Tal vez había sido derrotado esta vez, tal vez habría más veces en el futuro en las que no tuviera oportunidad de vencer,  pero no permitiría que todo eso doblegara su orgullo, ni que lo quebrara por dentro o por fuera. Después de todo, el valor de una persona no se medía por sus victorias, si no por cuantas veces podía levantarse tras cada derrota, y él siempre volvería a ponerse de pie, sin importar cuantas veces cayera. 
 
— Entendido...— respondió simplemente luego de guardar un corto silencio, al momento vio la sonrisa que se formaba en los labios del platinado, y a Yuuri apretar los puños sosteniendo la tela de su pantalón, acción que no captó del todo— ¿cuál será mi habitación?— preguntó secamente. Tendría nueve meses de convivencia con ese par, y tenía una cosa en claro, no sería nada fácil, pero poco le importaba porque tampoco se los haría nada fácil para ellos. Esto sería como un campo de supervivencia, el principio sería difícil solo hasta que pudiera acostumbrarse. 
 
Después de aquella corta conversación, al final terminó por decidirse que permanecería en la habitación que le habían prestado aquel día. Por lo cual luego que lo dejasen solo nuevamente, lo primero que hizo fue quitar aquel porta retratos con aquella foto "familiar" y poner en su lugar una imagen de su abuelo. También acomodó sus pertenencias e hizo de aquella habitación un lugar en el que pudiera sentirse más cómodo, aun cuando no estaba nada conforme con su situación actual. 
 
Ahora mismo no tenía idea sobre qué le depararía el futuro, tenía claro que ya nada sería como antes, nunca más, pero… no sabía que tan diferente sería. Por instinto llevó una de sus manos hasta acariciar su vientre, aún se sentía dudoso de haber tomado la decisión correcta, sabía que aquel hombre tenía razón, y ahora mismo no tenía nada para ofrecer a aquella criatura. No la estaba dejando en brazos desconocidos, estaría con su padre biológico, y aún así, el nudo de su corazón no desaparecía. 
 
Miró en dirección a la puerta, solo esperaba el día en que tendría que cruzar por ella y no regresar nunca más. Hasta que ese momento llegara intentaría no relacionarse con Yuuri más de lo necesario, no era consciente de la situación ni su lazo con el japonés, solo sabía que estar frente a él, viéndolo al lado de su pareja, era doloroso, y lo que menos quería de ahora en más  era tener más conflictos en su vida. 
 
Bajó la mirada tras lo último y se recostó pesadamente sobre la cama. Habían sido días largos, pesados y estresantes, quería al menos por esa noche olvidar todo y descansar, quizá no lo lograría, pues el miedo y la preocupación aún estaban latentes, pero intentarlo lo valía. 
 
…..
 
La noche había caído nuevamente, el primer día se marchaba tan rápido como llegó.  Yuuri se mantenía en silencio esperando que Víctor saliera de la regadera, no podía dejar de pensar en su corta, pero directa conversación con Yuri antes que el ruso mayor llegara y lo pusieran al tanto de la decisión que tomó el joven, y no podía dejar de repetir en su cabeza la escena de aquella tarde “creo que lo mejor es que acepte el trato, ahora mismo es la única salida. Después del nacimiento de “su” hijo, yo me iré y olvidaré todo esto” aquellas palabras se clavaban como espinas en su pecho, y lo que más lo molestaba era que, a pesar de estar totalmente en contra de eso, aceptó que Yuri accediera a aquel trato solo por Víctor. 
 
  Suspiró al momento de ver el reloj en la pared, el segundero marcaba su paso llevando cada minuto contado, era increíble lo rápido que corría el tiempo y sabía que, nueve meses se irían como si nada. ¿Qué haría Yuri después de eso?, ¿se marcharía en verdad dejando todo atrás? El solo pensarlo lo lastimaba. 
 
 
Aún no lograba entender que era lo que ese omega despertaba en él, si era solo atracción o se trataba de algo más fuerte; y es que tenerlo cerca lo confundía. Él estaba seguro de su amor por Víctor, y aun así no podía ignorar aquella sensación que tenía cuando miraba a Yuri, en verdad era algo confuso. Tal vez la razón era simplemente el estado actual del omega, tal vez al estar esperando un cachorro suyo hacía que aflorara en él su instinto alpha, y por esta razón quería protegerlo, era una probabilidad muy grande, pero… había algo en él que no lo hacía sentir seguro. 
 
De pronto escuchó la puerta del baño abrirse, por lo que giró su mirada en dirección a esta y vio salir a Víctor por ella, su cuerpo estaba húmedo y solo lo cubría una toalla por debajo la cintura. Se giró casi en seguida, desanimado después de verlo; sabía que quien tendría que estar molesto era el ruso, pero ahora mismo sentía que todo era al revés. 
 
No podía ver su esposo del mismo modo que antes, no podía simular que todo estaba bien cuando no sentía que era así. Y es que tenía tanta rabia acumulada, rabia de sí mismo, y rabia de que Víctor tomara una decisión que solo le incumbía a él y a Yuri, aun cuando viéndolo objetivamente la opción que proponía su pareja parecía la más acertada, no podía conformarse con que todo se resolviera de ese modo. Y es que no podía olvidar las lágrimas que vio en Yuri aquel día. No, no quería obligar al menor a hacer algo que no quisiera hacer. 
 
— Has estado muy silencioso desde nuestra platica con aquel omega…— habló de pronto Víctor, sentándose a un lado de la cama mientras secaba su cabello— dime, ¿hay algo qué te tenga molesto?— preguntó, haciendo que Yuuri frunciera un poco el ceño.
 
Todo, todo se le hacía molesto. 
 
— No entiendo…— comenzó a hablar, logrando que el ruso le prestara su total atención— realmente no entiendo— repitió aun sin ver al mayor, mientras este ponía un rostro serio— ¿Cuál es exactamente tu plan?, ¿Qué mi hijo pase como un hijo tuyo?, ¿o pretendes acaso mentir y decir que es nuestro? Es una locura, nadie lo creerá y menos el señor Alexei— cuestionó. El mayor solo cerró los ojos por un breve momento, para luego dirigir su vista hacía el frente antes de comenzar a hablar. 
 
— Muchos trataron de decirme que era una locura que te tomara como mi pareja, más sabiendo que la sucesión de mi linaje era muy importante para toda mi familia. Tengo mucho dinero, mucho poder, y una carga enorme que no podré llevar a la tumba; siempre fue esencial en los alpha Nikiforov que, lo primero que hiciésemos al llegar a la etapa adulta, era dar un heredero, y soy el primero en la lista en no cumplir con ello…— dio la vuelta, y miró al japonés de frente— Sabes lo mucho que lo intentamos, y sabes también que las probabilidades de que esto funcionara eran casi nulas, aun así nunca me arrepentí de haberte tomado como mi esposo, porque en el fondo sabía que, de un modo u otro, tu cumplirías mi mayor sueño— tras lo último, tomó una de las manos de Yuuri, acción que sorprendió al japonés.
 
— ¿tu mayor sueño?...— sabía a qué se refería, pero no lograba entender a donde quería llegar Víctor diciéndole todo aquello.
 
— ¿no lo ves? Estoy intentando ver todo esto como algo que al final sea bueno para los dos. No creas que no me hiere saber que estuviste en los brazos de alguien más, y que no me doy cuenta de que ahora tienes un lazo más fuerte con esa persona que conmigo. Yuuri, tú estas cumpliendo el sueño que yo siempre tuve: ser padre, solo quiero que compartas ese sueño conmigo— concluyó mirando al menor directamente a los ojos.
 
  Por su lado Yuuri desvió la mirada de la de Víctor tan pronto como está la enfrentó. Lo entendía, pero no lo comprendía, y tal vez no quería comprenderlo tampoco. En aquel momento lo único que deseaba era lo que fuera mejor para Yuri. Maldición, se dijo internamente; pensar en Yuri lo hacía olvidar incluso sobre qué era lo mejor para su hijo. 
 
“Cumplir un sueño” sí claro, este sueño que cumplía no se sentía como uno, la circunstancia en la que todo se estaba dando ni siquiera le permitía disfrutar de la dicha de saber que sería padre.  
 
— ¿no crees que es egoísta? No sabemos si en verdad Yuri quiere separarse de su hijo, puede que solo aceptara porque ahora mismo no le queda otra opción, ¿y si se arrepiente?…— habló en voz baja, pero sus palabras fueron perfectamente audibles para el ruso.   
 
— entonces convéncelo de que esto es lo mejor…— respondió de inmediato, haciendo que el japonés lo mirara un poco confundido— Yuuri— continuó— si ese niño al final no se queda con nosotros, creo que nunca podré perdonarte— concluyó nuevamente, para luego ponerse de pie y salir de la habitación. El japonés guardó silenció al quedarse solo.
 
—  ¿siempre fue así?...— hizo esa pregunta al aire, mientras giraba su vista en dirección al cuadro de la pared, donde se podía apreciar a la pareja junta en la mejor etapa de su relación; el inicio. Las cosas habían cambiado tanto desde entonces… 
 
…..
 
La clientela llegaba a montones a pesar del mal clima, mientras él observaba detenidamente a cada una de esas personas. Minami y Mila le habían aconsejado no abrir aquella noche, pero… él se había rehusado a no hacerlo; y es que tenía la esperanza de que volviera a suceder, de que Yuri regresara a ese lugar con un disfraz,  tal y como ocurrió la última vez que aquel gatito arisco había escapado. Sin embargo no sucedió, y eso no hacía más que hacerlo sentir más frustrado. 
 
— ¿Dónde estás Yuri?...— se preguntó a sí mismo entristecido. Le había mandado mensajes advirtiéndole sobre las mismas trampas que él había puesto para encontrarlo. No sabía porque lo hizo, quizá solo porque a pesar de todo quería protegerlo. En esos mismos mensajes le decía que no importaba la razón por la que había huido, estaba dispuesto a perdonar todo si tan solo regresaba. Ni el mismo estaba seguro de en verdad poder hacer aquello, pero en aquel momento lo único que quería era tener a Yuri de vuelta. 
 
Suspiró, para luego ver en dirección a la estantería, lugar donde se preparaban las bebidas, y como si fuese una broma del destino, vio a Isabella parada justo ahí. Le sonreía dulcemente, como en los viejos tiempos; luego su imagen se desvaneció para dar paso a la de Yuri, quien se mantenía de espaldas. Trató por instinto acercarse a él y tomarlo del brazo, pero este desapareció antes de que pudiera si quiera tocarlo, haciendo que el canadiense cayera de rodillas.
 
  Minami y Mila observaron aquella escena algo preocupados; había pasado mucho tiempo desde la última vez que vieron a JJ en aquel estado, tan devastado, tan fuera de sí. La última vez que estuvo de ese modo, fue tras la muerte de su primera prometida; no querían que su jefe cayera como lo había hecho en aquel entonces, por lo que ambos corrieron hacía él. 
 
— ¿se encuentra bien? deje y le ayudo a levantarse…— habló Minami, quien fue el primero en llegar, seguido de Mila.
 
— ¿Qué fue lo que pasó?...— preguntó la chica algo preocupada, he intentando que el público no se diera cuenta de lo que ocurría ahí. JJ era alguien importante, no podía darse el lujo de mostrarse así frente a los demás, al menos no de nuevo.
 
 
— Fue mi culpa…— habló en voz baja el más alto, mientras los dos que tenía al lado lo miraban con preocupación. Sabían a qué se refería— Isabella murió por mi culpa, no quiero que nada malo le pase a Yuri— continuó, al momento que sus dos acompañantes lo ayudaban a ponerse de pie, para luego subirlo a una de las habitaciones de arriba. 
 
Cuando por fin llegaron, lo depositaron en la cama para que pudiera descansar. Había pasado mucho tiempo desde que el fantasma de Isabella dejó de perturbar los recuerdos del canadiense y, les preocupaba un poco que esto interfiriera de algún modo de manera negativa al problema que su jefe tenía ahora mismo con Yuri. 
 
— por favor descansa, nosotros nos haremos cargo del bar el resto de la noche, así que no tiene que preocuparse…— ofreció Mila, mientras el japonés asentía. Aquella acción fue agradecida por JJ, pues realmente no se sentía con ánimos de trabajar aquélla noche; estaba agotado, tanto física, como mentalmente. 
 
No tenía un buen presentimiento tras lo que presenció, sentía que la imagen de Isabella le advirtió sobre algo malo respecto a Yuri, dolía solo pensarlo, sobre todo sabiendo las razones por las que ella murió. La historia no podía repetirse, no quería pensar siquiera en la probabilidad de que eso pasara nuevamente. 
 
…..
 
Era inútil, ya era medía noche y el sueño aun no llegaba, tenía insomnio, extrañaba a su gato y se arrepentía de haberlo dejado; pero es que cuando huyó no tenía un sitio fijo donde ir, y pensó que lo mejor era que JJ lo cuidara. Suspiró, haría exactamente lo mismo con su hijo, lo dejaría porque él no podía cuidarlo.
 
Se puso de pie dispuesto a bajar a donde quiera que estuviera la cocina; tenía sed y pensaba que un vaso de agua no podía serle negado. Así que tomó valor y salió de la habitación, tratando de no hacer ruido bajó por las escaleras cuidadosamente, hasta llegar a un sitio que parecía ser la sala, no podía ver bien así que, en cuanto encontró el interruptor prendió la luz, encontrándose en seguida con la sorpresa de que Yuuri estaba sentado en uno de los sofás, al parecer el japonés también se había dado cuenta de su presencia en ese momento.
 
 
El silencio reinó, ambos se miraban pero ninguno se atrevía a hablar, y eso era incomodo para los dos, por lo que fue el menor quien se dispuso a dar el primer paso. 
 
— ¿Qué pasó?, ¿tu esposito te mando a dormir en el sofá?...— preguntó sarcástico, tratando de aparentar que estaba tranquilo y no le preocupaba nada de la situación actual. Aún cuando era consciente que no era así. 
 
— No, Víctor salió y no creo que regrese hasta mañana temprano, a veces es así…— respondió Yuuri algo nervioso, para luego dejar que el silencio reinara nuevamente por un largo periodo, hasta que el japonés encontrara que decir— Yuri— comenzó nuevamente, captando la atención del menor— perdóname, sé que estás confundido y quizás me odies, no te juzgaría porque razones sobran, pero aun si no me crees, te aseguro que nada de esto fue planeado, mi intención nunca fue lastimarte, y quisiera disculparme contigo por no poder protegerte como debería— al terminar la oración, el mayor se puso de pie inclinándose hacia adelante en un gesto de disculpa, de la manera en que era tradicional en su país natal.
 
 
Yuri por su parte permaneció en silencio. De nada le servía una disculpa, pero… por una extraña razón, y aun cuando se rehusaba a confiar nuevamente en aquel alpha, una parte de él quería creer que era honesto, y por una razón muy confusa estaba feliz de oír aquello. Se sentía estúpido.
 
 
De pronto todo comenzó a dar vueltas y a oscurecerse a su alrededor, la cabeza dolía y sus piernas no le permitieron permanecer por mucho más tiempo de pie, y cayó sobre sus rodillas mientras sostenía su frente, lo último que pudo ver fue al japonés corriendo en dirección a él. 
 
 
 

 

Notas finales:  
Wiiiiiiii con una semana de retraso :( traigo el nuevo capítulo de está historia, espero haya sido de su agrado =D 
 
La verdad la semana pasada no pude actualizar por problemas con la inspiración, escribí tres veces el inicio de este capitulo y ninguna versión me convencía :( por lo que opté por esperar uou aunque todavía sigo sin estar del todo convencida :# el capítulo estaba listo ya ayer :), pero faltaba las correcciones. Por mi desfortuna ninguna de mis betas tenía tiempo una vez más TnT, pero por un milagro una persona maravillosa me ayudó con esto. Así que los créditos de corrección esta vez van para: Jo jo Orellana, muchas gracias d84;d84;
 
Y gracias también a todas ustedes por leer =D en verdad son soles que me iluminan de alegría con eso d84;d84;d84; ^0^/ lamento ser tan impuntual :(
 
Bueno, por último aviso que intentaré tener el nuevo capítulo para el próximo sábado, y a partir de ahí, espero poder publicar todos los sábados, para al fin poder tener un día fijo :3 
 
Y ya no les distraigo más, cuídense mucho, nos leemos la próxima ^0^/ 
  
 
 
 

G


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