Finalmente, las esposas que sujetaban a Thor fueron retiradas, sus amigos mortales también fueron liberados y los guardias los guiaron hasta un enorme salón… las gigantescas columnas doradas, los grandes jarrones llenos de flores, las fogatas que daban luz, calor y energía a las altas paredes eran impresionantes, nunca habían visto algo parecido, ni siquiera en los más lujosos palacios de los jeques árabes que Tony había visitado mientras acompañaba a su padre en viajes de negocios.
Natasha, Clint y Bruce ni siquiera se atrevían a tocar aquellas colgaduras de seda, aquellos delicados ornamentos que parecían estar hechos de oro... había una mesa con fruta y agua frescas, estaban hambrientos y sedientos desde hacía días, cuando el Tío Vili cesó sus visitas y los suministros comenzaron a escasear… pero al ver que Thor seguía estoicamente de pié, aguardando sin tocar los alimentos o el agua, el resto del grupo no tuvo otra opción que soportar para ser solidarios con el rubio Príncipe.
-¿Por qué nos has liberado?- exclamó Thor, elevando sus ojos al cielo- ¡Dímelo, Padre! Dime cual es tu intención al liberar a tus prisioneros… Todo lo que tú haces es siempre parte de un plan, así que dímelo… ¿Cuál es el precio que voy a pagar?
La voz de Thor se apagó, los últimos ecos resonaron y entonces el silencio fue su respuesta. El rubio rugió con rabia, derribando con sus manos todo lo que encontró cerca, Tony entonces aprovechó para tomar un ave asada antes que rodara por el suelo y tras salvarla del desastre, sencillamente tomó una de sus patas y comenzó a comer con verdadero apetito.
-¡Tony!- recriminó Bruce, intentando guardar la compostura.
-¿Qué? Es obvio que pusieron esto para nosotros, si se va a ir a la basura… mejor a mi estómago, querido...
Y como finalmente, ni el hijo de Odín les prestaba atención, ni ocurría nada interesante, los cuatro se dispusieron a rescatar los alimentos del suelo y reponer sus fuerzas. Thor se negó a probar alimentos, paseándose como león enjaulado de la ventana a la puerta.
-¿Estamos encerrados? ¿Cambiamos solo de prisión?- preguntó Barton, quien con la boca llena, revisaba una especie de ballesta ornamental que decoraba las paredes- Lástima que esto no funciona...
-No… no está cerrada la puerta- agregó Natasha. Girando el aldabón- Creo que podemos salir en el momento que nos pegue la gana...
-Tu padre no tiene miedo de perdernos ¿Verdad? Sabe que no iríamos a ningún lado sin que él se entere...
-Puede vernos… sí, y escucharnos... cuando y en el momento que él quiera- respondió Thor, buscando nuevamente en el alto techo alguna señal que indicara que Odín estaba presente- Supongo que disfruta torturándonos con este silencio...
-Y si quiere destruirnos, solo le basta mover un dedo y nos evaporaremos- dijo Barton, haciendo la señal de una explosión con ambas manos.
-Yo no deseo que les suceda algo verdaderamente irremediable, fue muy insensato de mi parte aceptar que viniesen. Esta es mi batalla y quizá sus cuerpos mortales no soporten un enfrentamiento con un Einherjar… Le pondré remedio a esto. Quizá sea hora de suplicarle a Heimdall, el Guardián, que los regrese a Midgard… Queridos amigos, ustedes han sido un apoyo invaluable para Loki y para mí… pero no es justo que sigan arriesgándose por nosotros...
-Hey… estamos aquí por nuestra voluntad como bien has dicho…- dijo Tony, comiendo de un enorme racimo de maduras uvas- Estaríamos mejor con nuestros equipajes, las armas y todo eso... pero nos las confiscaron y no creo que nos las devuelvan, aún así, yo no tengo miedo… ninguno de nosotros teme entrar en acción… y no te vamos a dejar solo ¿Estamos, ricitos de oro?
Transcurrieron algunas horas, el grupo descansó, se alimentó y dormitó en los cómodos divanes disponibles. Incluso Natasha cambió sus ropas por un cómodo atuendo asgardiano, disponible en el cuarto de aseo adjunto al que entraron finalmente para corregir un poco el descuido que las semanas de encierro les causó en sus personas.
-¿Por qué no nos vamos, Thor? No parece que algo vaya a suceder en este lugar... Has estado de pié por horas, no has comido nada, no has descansado… hombre… ¿Qué quieres demostrar?
El rubio bajó un instante su rostro, permitiendo que una lágrima resbalara por su rostro curtido. Tampoco sabía muy bien qué esperaba, pero el corazón no le permitía moverse de ahí… alzó de nuevo la mirada, estaba seguro que tarde o temprano, Odín se compadecería y le respondería, malo o bueno, pero obtendría una respuesta. La ventana se abrió de pronto, azotando las dos hojas contra las paredes y dejando entrar una ráfaga de viento gélido que hizo al grupo retroceder para resguardarse del frío cortante… junto a la ventana abierta apareció un hermoso cuervo, de brillantes alas que azulaban con la luz de las lámparas y el fuego. El cuervo llevaba atado al cuello un pequeño listón, y en él se encontraba sujeto un pergamino.
Thor se abalanzó hacia el ave y tomó el papel, que desdobló de inmediato y leyó con avidez.
-¡Acepto!- dijo entonces, apretando los dientes y los puños- ¡Acepto, padre! ¡Ponga usted las condiciones! ¡Ponga la fecha! ¡He dicho que acepto!
Un nuevo silencio reinó en el salón… Bruce tomó el papel que Thor había dejado caer para cubrirse el rostro con las manos, la nota estaba escrita en runas, y pasó de mano en mano pero nadie la pudo leer. Luego, la puerta se abrió, el Tío Vili entró y abrazó a su sobrino, Thor no se opuso, respondiendo al gesto sin demostrar ningún otro sentimiento que el de cordialidad.
-Me enorgullece que cumplas tu palabra, Thor… la promesa de matrimonio es algo sagrado, el honor de tu casa y de la mía está a salvo. Mañana mismo tendremos la celebración del compromiso.
Vili presentó a Thor un contrato, mismo que el rubio firmó sin leerlo, luego dio un par de pasos atrás… estaba más que cansado, hastiado y nervioso. El hermano del Rey asintió, conforme de ver la rúbrica del Príncipe en aquel documento, saludó con una reverencia, miró de reojo y con desdén al resto de los presentes y salió de la sala.
-¿Qué hiciste, Thor?- cuestionó Tony, molesto con el que acababa de salir y brincando inquieto sobre la punta de sus pies, como si se tratara de un pugilista- ¿Qué clase de contrato firmaste?
-El de mi matrimonio...- dijo, lacónicamente el de ojos azules.
-¡No puedo creerlo! ¿Y todo lo que has luchado? ¿Todo esto para rendirte? ¿Para entregarte? ¡Vamos Bruce, dinos que dice esa carta! Yo sé que eres capaz de comprender esas malditas letras… si este rubio terco no nos dice nada, dime al menos con qué clase de amenaza le han lanzado para obligarlo...
La carta es la promesa de mi padre de liberar a Loki si yo acepto el compromiso matrimonial...
-¡No, Thor!- exclamó Nat, profundamente conmovida- ¿Qué hiciste? ¿Sacrificas tu amor para ver libre a tu hermano? ¿En verdad de eso se trata la promesa que ha hecho tu padre? ¿Por qué firmaste sin leer? ¡No debiste hacerlo sin negociar al menos!
-Como sean las condiciones… yo perderé...
Entonces, el majestuoso cuervo que esperaba posado en el dintel de la ventana comenzó a volar, cruzó la amplia sala de un lado al otro y finalmente se posó en el hombro de Thor, quien le sonrió y le ofreció una roja uva que estaba a salvo sobre la mesa.
El ave la tomó con el fuerte pico, voló de nuevo, mientras la devoraba y finalmente, se envolvió en un destello de luz, que se disolvió como una cascada de oro hacia el suelo, tomando una forma diferente.
-¡Amor!- exclamó Loki, apareciendo en carne y hueso, reflejando una enorme emoción en su armonioso rostro y extendiendo los brazos hacia aquel que tanto adoraba- ¡Mi amor!
Corrió hacia él, saltándole a los brazos, enlazando sus largas piernas en la cintura y tomando el rostro varonil entre sus manos para buscar los labios y besarlos con toda la fuerza de su corazón. Thor estaba que no cabía de felicidad… tenerlo al fin a su lado, sentir su calidez, enlazar su breve cintura y besar aquella boca que tanto amaba… Muy poco les interesó a los amantes que estuviesen más personas presentes… volver a tocarse, eludir la barrera de cristal por la que habían hablado los últimos días era lo único en que podían pensar… y necesitaban, urgentemente… estar a solas...
***
Loki era otro… Thor lo supo desde el instante mismo en que brincó a sus brazos… aquel muchacho ya no se parecía al dócil híbrido con ataques de remordimiento con el que se escondía desde dos años atrás... tampoco era el amante debutante que se quejaba por lo estrecho que era para recibirlo y al que tenía miedo de partir en dos cuando hacían el amor, no era el que sollozaba cada tarde añorando a Madre Frigga y odiando a Odín, no... aquel Loki era diferente…
Tenía la mirada traviesa, las mejillas encendidas, se movía con una lentitud y cadencia desconocidos… lleno de sensualidad... Bajó de los brazos de su amante para tomarse de su mano y permitir que Thor lo llevara hasta una de las habitaciones. Nadie los detuvo, nadie los cuestionó... Loki pasó su mano larga y fina por los desordenados cabellos de azabache, colocándolos tras su pequeña oreja sonrosada y miró de reojo al grupo de amigos que lo veían sin entender lo que sucedía… ¿Acaso no era que al día siguiente se llevaría a cabo una fiesta de compromiso? ¿No había dicho Thor que se casaría? ¿Por qué si Loki ya estaba ahí simplemente no huían todos, como la primera vez que la pareja huyó y ya, asunto arreglado?
La lengua del travieso se paseó por los rojos y delgados labios, antes de reír suavemente y permitir que Thor soltara su mano para pasarla por su cadera... Tony sintió que todos los cabellos se le erizaban al imaginar que a aquel par le esperaba otra noche de amor… miró a Bruce largamente, hasta que el castaño lo sorprendió y entonces Stark se ruborizó y propuso a todos buscar también ellos un buen lugar para pasar la noche.
Thor cerró la puerta con llave... mientras que Loki extendía, por si las dudas, varios pases de magia que sellaban al menos por unas horas la privacidad de su alcoba. Una cortina de humo de color verde, que aromaba a sándalo, se elevó hasta el techo… las runas se recitaban de forma que el humo hizo suaves olas antes de disiparse… no estaba muy seguro de que aquello funcionaría, pero al menos entorpecería la visión del mismísimo Heimdall.
-No... no Loki…- se quejó amargamente Thor, deteniendo al pelinegro que se quitaba la ropa a toda velocidad, decidido a no perder el tiempo- Espera, mi amor… hablemos un poco...
-¿Hablar? ¿Cuándo a tu padre se le puede ocurrir obligarme a regresar a su lado? No, Thor… yo te necesito…- declaró Loki, reflejando angustia en su voz y en su gesto- ¡Urgentemente te necesito! Mira mi cuerpo, mira mis ojos… mira mis manos… que ya no pueden vivir sin ti...
-¿Cuál es el precio?- cuestionó Thor, con gravedad- Dime por favor… ¿Cuál es el precio que pagaste por mi libertad? Padre nos ha cobrado muy alto… muy alto por liberarnos… yo lo sé… Mi precio por ti fue aceptar el compromiso, pero el tuyo… ¡Loki, por amor de todo! ¡Si has pagado ese precio por mi libertad juro que prefiero morir encarcelado que saber que has permitido…!
-¡No!- interrumpió el menor, poniéndose serio- No lo he permitido... No me ha tocado...
-Padre sería capaz de ponerte como condición por sacarme de las mazmorras que le pertenecieras...
-Lo hizo…- interrumpió Loki nuevamente- Tu padre puso esa condición... Para sacarte de ahí...
-¡Mil demonios de Hel lo maldigan!- rugió entonces, prácticamente echando fuego por los ojos- ¡Lo enfrentaré! ¡Iré a donde esté mi padre y lo enfrentaré! ¡Juro que se arrepentirá de…!
-¡No jures! ¡No blasfemes! No pronuncies palabra contra tu padre y contra tu Rey… Thor… cariño mío… razón de mi corazón… por esta vez… deberás confiar en mí... –dijo el menor, acariciándolo con presteza, repasando sus mejillas, la barba rubia, los largos y solares cabellos, en un intento por calmarlo.
-Loki, me pides un imposible… mi sangre hierve con sed de venganza...
-¿Venganza de qué? Aún no ha ocurrido, no puedes vengarte de algo que tu padre no ha hecho. Y te lo repito… si de verdad me amas, entonces debes confiar en mí...
-¡No! ¡Padre me escuchará lo quiera o no!
-Tú diste tu palabra… yo he dado la mía… confía en mí ¿Quieres? ¡Por todo lo eterno, solo confía! ¿Acaso no entiendes que no voy a volver a perderte? Mi memoria ya no puede ser borrada, mis decisiones las tomo yo… ¡tengo libre albedrío! Y en este instante solo puedo repetirte que te necesito… que los dos te necesitamos… ¿O acaso ya no lo recuerdas?
Thor exclamó… ¡Por supuesto que lo recordaba! Si lo único que miraba además de los ojos de jade era la suave curva de aquel vientre que crecía cada día un poco más… su hijo… el hijo de los dos… el que estaba ahí por obra de la magia de su Madre, por el don maravilloso que otorgó para unirlos por la eternidad… Cayó de rodillas adorándolo y venerándolo… Loki estaba gestando a su hijo… no había en ningún mundo un tesoro de dicha que se le pudiera igualar… aún en aquellas extrañas y terribles circunstancias.
-¿Padre ya lo sabe?
-No... no ha llegado el momento en que lo sepa...
-Todavía tengo miedo por ti…- murmuró, pegando el rostro al abdomen del otro, besándolo con ternura.
-También yo tengo miedo… pero debemos arriesgarnos- replicó Loki, sintiendo ahora las caricias de Thor en su intimidad- Pase lo que pase sabes que yo solamente a ti te pertenezco...
***
-¿Qué haces, Tony? Vas a despertar a Clint y a Natasha...
-Es que no puedo dormir... ¿Qué estarán haciendo Thor y Loki? ¿Estarán ya de acuerdo, tendrán algún plan para evitar el compromiso de mañana?
-¿De verdad te estás preguntando lo que hacen?- rió Bruce suavemente, sin saber si la ingenuidad de Tony era real o fingida- Creo que no están perdiendo el tiempo...
-¿Perdiendo el tiempo dices? Déjame comprender… si ellos están en estos momentos teniendo sexo loco y apasionado, como se requiere en un reencuentro así… eso es para tí aprovechar el tiempo… entonces estar conversando, como nosotros lo estamos ahora… ¿Es una pérdida de tiempo? ¿Consideras perder el tiempo cuando tú y yo pasamos las noches conversando?
-No quise decir eso… sabes cuanto valoro lo bien que nos entendemos en cuestiones científicas...
-Pero te gustaría entendernos en otros temas también...
-No dije nada de eso- replicó Bruce, sonrojándose intensamente- Estás colocando palabras en mi boca.
-Tu sabes que no hemos tenido sexo porque, al contrario de este par de locos… yo… eso lo considero un paso muy importante, que no voy a hacer con cualquiera ¿Se entiende?
-Entiendo... yo soy cualquiera...
-¡No! Bruce, me vuelves loco… es que yo no… es decir, ¡Por supuesto que eres especial! Solo es que yo...
Bruce tomó la iniciativa por primera vez en la vida, se acercó para apoderarse de la boca altanera del otro, demostrándole que sí... que mucho tiempo había pasado anhelando que el heredero de las empresas Stark dejara atrás su orgullo, el miedo o lo que fuera que lo estaba deteniendo para consumar su amor… eran jóvenes, con un futuro prometedor, Tony desarrollando sus partes robóticas y sus inteligencias artificiales, intentando recrear su versión de un híbrido… y él intentando manipular los flujos que podían darle la energía necesaria para que “vivieran”
Eran un equipo y además… se amaban… ¿O no se amaban? Él por lo menos sentía que sí… que podía dedicar la vida a intentar domar aquel carácter genial, vanidoso e impulsivo, porque sabía que dentro de su apariencia superficial y desenfrenada, se escondía un corazón solitario y ávido de ser amado.
-¿Esto te da una idea de que necesitamos también aprovechar nuestro tiempo, querido Tony?
-Bruce…- musitó Stark, retirándose con aire confundido, sin saber que decir también por primera vez en la vida. Salió de la habitación deseoso de tomar aire fresco y acomodar sus pensamientos.
-Cuestión de nada para que sea tuyo…- dijo una voz apacible a espaldas de Banner.
Bruce se volvió para encontrarse con el indiscreto de Barton, que quien sabe desde cuando estaba despierto, escuchando aquella conversación.
-¿Tú crees?
-No… yo estoy aquí… solo dormido y soñando...
***
Con todo cuidado… pero a profundidad… Thor dejó su labor con la lengua en el centro del trasero de Loki para ponerse de pie y puntearlo con su arma bien erecta… estaba fascinado con los cambios producidos en él… aun estaba apretado, muy apretado… deliciosamente apretado, pero contrario a la última vez que habían hecho el amor, Loki se encontraba tan excitado y dispuesto que los gemidos de dolor pasados, eran ahora sonidos tan llenos de calor y de sensualidad, que el corazón estaba a punto de estallar de amor por aquel suave joven… por esa sedosa piel… por aquel que llevaba en el vientre al fruto de su unión...
-¿Te duele?- gruñó mientras se detenía un instante, observando el gesto de éxtasis del menor- ¿Quieres que lo saque un poco?
-¡Quiero que me des con todo!- jadeó Loki, aspirando profundamente- Hazme sentir que te pertenezco, que soy tuyo… ¡Hazme el amor con toda tu fuerza Dios del Trueno!
Thor fue llamado por primera vez con el título que obtuvo al cumplir la mayoría, junto a la custodia del maravilloso martillo Mjölnir… pero en su naturaleza de desterrado, de hijo pródigo, casi lo había olvidado… Loki estaba entonces relajado y predispuesto, se acomodó a sus espaldas, lo acunó con suavidad, y aún pasó su mano por la graciosa curva del vientre… no haría nada con demasiada fuerza… tenía miedo de lastimar al bebé que crecía dentro del increíble y amado padre...
-Entonces...- afirmó el rubio, comenzando a moverse… primero con lentitud, deslizándose hacia afuera, sintiendo como su miembro distendía la cálida zona, húmeda y firme, para después volverse a introducir y arrancar gemidos a su amante, sonidos entrecortados que le elevaban al máximo placer.
-Sigue... sigue…- jadeó Loki, cerrando sus ojos para concentrarse en las embestidas que poco a poco aumentaban su ritmo, su fuerza y profundidad… comenzó a girar un poco su trasero, lo necesario para unirse en aquella sensual danza, suficiente para aumentar la cadencia y que también él comenzara a experimentar un dulce placer al sentirse invadido... quizá eran las hormonas, los cambios que el embarazo le estaba causando en el cuerpo… pero lo cierto era que estaba disfrutándolo enormemente.
Thor bombeaba sin problemas para ese instante, ya completamente adueñado de la intimidad del otro, bien aferrado al cabello de azabache y a los hombros esbeltos, gruñía y bufaba con cada vaivén, estrellando una y otra vez su bolsa escrotal contra aquellas nalgas enrojecidas, firmes y deliciosas… el éxtasis estaba llegando con cada latido de su corazón, con cada mililitro de sangre galopando por sus venas.
-¡Oh, Loki! ¡Eres exquisito! ¡Te amo!- susurró con la ronca voz que el placer y la excitación de proporcionaban, bajando la diestra para apoderarse del miembro de Loki, que estaba ya derramándose, desbordado entre los jadeos y voces más sensuales y sexuales que jamás antes el rubio había escuchado.
Loki había llegado al orgasmo antes que él… sentirlo mojado, sudoroso, extático, lo estimuló a seguir embistiendo con más y más velocidad… también él quería alcanzar las constelaciones del Valhalla, el cielo del infinito placer...
-Vamos, mi poderoso Dios… vamos… termina dentro de mí…- suplicó el pelinegro, moviéndose y apretándose todavía más contra las caderas invasoras, que no pretendían darle tregua hasta que Thor alcanzó su propio clímax y sin aviso, pero con el permiso de su amado, se vació absolutamente, dentro de él… cayendo desfallecido de amor y de cansancio a un costado del menor.
***
-Te sienta bien la ropa Asgardiana, Bruce…- murmuró Tony, rompiendo el silencio entre ambos que reinaba desde la conversación de la noche anterior.
-Gracias- respondió el otro con un tono algo cortante.
-¿Estás enfadado? ¿Estás molesto conmigo?
-No, claro que no Tony... solo que recuerda el protocolo, debemos estar callados hasta que esta ceremonia termine...
-Si, por supuesto… pero antes de ver como nuestro amigo beach boy se coloca la soga al cuello, quiero decirte que he estado pensando mucho en el beso que me diste… fue diferente ¿Sabes? Fue diferente y muy bonito… cambia mi forma de ver nuestra relación... solo eso quiero que sepas...
Bruce alzó la ceja y se giró un poco para ver a Tony, para pregunytarle a qué cosa se refería exactamente con “su forma de ver la relación”. Pero el heredero Stark ya no estaba a su lado, cambió el lugar con Clint y Natasha, de manera que quedaban dos asientos entre los dos… la mesa de banquetes estaba ya servida y la ceremonia estaba por iniciar… Banner tendría que esperar un momento más oportuno para cuestionar al castaño por sus frases extrañas.
El compromiso era sencillo… Allys entraría con un cuenco de agua limpia y una frazada, se dirigiría sin dudarlo hasta colocarse frente a aquel que habían elegido para ser su esposo y le ofrecería el agua del cuenco. El futuro novio solo tenía que meter sus dedos, lavar sus manos en el agua que le era ofrecida por la mujer con la que compartiría la vida… de esa forma, ella aceptaba y él también aceptaba el compromiso… el novio se secaría con el paño y enviaría el cuenco a su padre y a su suegro, que le imitarían en el gesto de lavar sus manos y secarlas… esa era la costumbre, ese era el modo de aceptar a la persona en matrimonio… las condiciones del contrato, quedaban sujetas a la negociación entre las familias. Pero en este caso, Allys y Thor venían a ser primos en primer grado… muy poco habría por negociar y sí, mucha fortuna, poder y reinos por consolidar en una sola línea de sangre real.
-Mi mayor ilusión es que Thor y Allys queden embarazados a la mayor brevedad posible- anunció Odín tomando asiento junto a su hermano Vili y llevando junto a él a su hijo menor.
Thor apretó los puños y rechinó los dientes al verlos... pero se obligó a permanecer quieto y en su lugar. “¿Dónde está Loki? Pensé que se había quedado contigo en la noche” lo cuestionó Stark muy temprano, al entrar en la habitación, ansioso por enterarse si ya tenían algún plan. “Loki se fue… me quedé dormido un minuto y cuando abrí los ojos… ya no estaba…”
Loki sabía que si se quedaba al amanecer, Thor no lo dejaría marchar… que intentaría cualquier acción desesperada y sin duda, los haría fracasar en su intento por salvar su amor. Nadie quería un enfrentamiento en la familia, nadie imaginaba siquiera que el padre y el hijo pudieran ser rivales por el amor de un… híbrido...
Por eso Loki estaba al lado de Odín aquella mañana, el soberano estaba muy enterado de donde había pasado su híbrido la noche, pero al parecer no le interesaba… porque tenía su promesa de entregársele cuando pusiera a Thor en libertad y por supuesto, cuando el hijo primero de la sangre se comprometiera con la hija de Vili.
Odín le apretaba disimuladamente el muslo a Loki, ansioso porque la ceremonia terminara y la comida también… había una larga celebración pendiente, que gracias a lo eterno, no estaba obligado a ofrecer por su todavía reciente luto… por eso el banquete sería todo, la ceremonia de compromiso y festejo al mismo tiempo. Y una vez lograda su ambición con su primogénito… pasaría a sus habitaciones privadas para satisfacer la otra, la más oculta de sus ambiciones… con su supuesto hijo menor...
-Mi hija es hermosa, es además muy sana, de buenas caderas… sin duda será una matrona digna de aumentar la descendencia de la familia, de asegurar el trono y la línea de sucesión.
-Niño o niña, varón o mujer… el primer príncipe o princesa de la sangre será mi heredero, ningún otro Vili, porque el honor que adquirirá tan solo por nacer, lo torna en el instante en la primera sangre real, la que heredará Asgard, mi trono, mi poder y las responsabilidades de mi gobierno, junto a todos sus privilegios.
-¡Las Nornas son testigos de tus palabras, querido hermano!
Odín y Vili brindaron, felices por lo bien que estaban saliendo sus planes, y Loki… sonriendo para sus adentros, simplemente se llevó la mano a su vientre… acariciando su bebé lleno de amor. Luego alzó la mirada, encontrando por un instante los ojos enamorados de Thor, que suplicaban por cualquier cosa, la más mínima señal que calmara la angustia de su alma… Loki sonrió, hizo un ademán discreto y el viento entró, fresco y limpio, levantando un poco las paredes de las enormes y blancas carpas que el Rey había dispuesto en el jardín para llevar a cabo la comida… la ráfaga fue más bien mansa, cálida, acariciante, pero suficiente para llevar un poco de hojas secas, ramas y otros pequeños objetos por breves segundos en el interior, los invitados se cubrieron un poco ante el evento, pero en realidad, nadie se dio por enterado o por molesto por el viento intruso... lo más que sucedió fue que tuvieran que sacudir un poco el polvo y las hojas que se habían levantado. En el plato del rubio, muy junto a su mano… una pequeña y aromática flor de pétalos blancos apareció… Thor la tomó y aspiró su perfume, supo de inmediato que Loki la había enviado, que a falta de palabras esa era la forma de reafirmarle su amor y solicitarle que siguiera confiando en él. Ambos sonrieron cuando Thor guardó la flor bajo su armadura de gala, cerca de su corazón...
Sin dejar de mirar a Thor, Loki dejó de sonreír… Odín había vuelto a colocar su manaza sobre su rodilla y le preguntaba en voz muy bajita si estaba emocionado por lo que sucedería esa noche.
-Supongo que será algo diferente para los dos…- respondió, concentrándose en mover su pierna hasta que logró que el Rey retirara su toque.
Thor bajó la mirada también… entristecido por lo que Loki estaba viviendo… mil batallas, mil heridas, mil travesías por los mundos los hubiese cambiado con placer tan solo por evitar que su amado pelinegro siguiera expuesto a los ataques velados y directos de su propio padre.
Pero había jurado confiar...
-Pasa… hija mía- dijo Odín, haciendo una seña al ver a la futura novia colocarse en la entrada de la carpa- Bienvenida seas, y que un futuro de gozo y de abundancia en familia te espere a partir de que des el primer paso en tu compromiso matrimonial.
Allys estaba ahí… excepcionalmente hermosa, vistiendo un exquisito traje color lavanda, todo bordado de diamantes, hilos de plata y perlas… el cabello largo y rubio estaba artísticamente trenzado, flores blancas y perfumadas caían como graciosa cascada entre sus rizos… y en las manos como alabastro, la muchacha llevaba el cuenco de porcelana, con el agua límpida del primer deshielo de la montaña, celosamente guardado para la ocasión.
-Pido su bendición, Padre de Todo y noble padre mío, para ir frente al hombre que he de desposar y consolidar mi promesa...
-Yo te la doy, mi dulce niña…- respondió Vili, ante el asentimiento de Odín- Ve y cumple los designios de tu futuro… en ti reside el honor de mi casa, dale el honor que se merece...
Loki palideció, a pesar de todo… no era nada agradable soportar todo aquello… además, Allys nunca le había hecho nada malo, ella no tenía la culpa de ser puesta en un contrato, en un matrimonio arreglado… sintió una punzada en el pecho y un pequeño dolor en el vientre… se alarmó por un instante, pero no estaba dispuesto a moverse y perder un solo momento de la ceremonia.
-¿Estás emocionado?- le comentó Odín, en tono un tanto burlón, al notar su evidente malestar.
-La palabra del Padre de Todo es una Ley… yo la he aceptado y espero sea cumplida...
-Por la memoria de mi amada esposa, Loki... Thor será libre de la cárcel en cuanto tú cumplas también, y como ha de concretarse este compromiso… mañana, a primera hora… serás libre también… Espero que ahora que Thor y tú deben irremediablemente separarse, reconsideres que a pesar de todo, sigo siendo tu dueño y solo junto a mí tendrás los cuidados y cariños para los que fuiste creado.
-Gracias… “Padre”
Allys sonreía esplendorosamente, caminando suave y decidida a lo largo de la mesa, llevando en sus manos el cuenco y sobre su antebrazo la tela blanca... el corazón se le detuvo al pobre de Loki, por más valor que tuviera… le resultaba brutal atestiguar el compromiso de su amor, del padre de su hijo… con otra…
Thor se puso lenta e involuntariamente de pié… esperando el momento en que tuviese que rendir su voluntad, doblegar su orgullo y acatar las órdenes de su padre. No sabía como saldría de aquello, ni podía pensarlo en ese instante… lo único que estaba en su mente era la noche anterior… Loki entre sus brazos, Loki gimiendo de placer… Loki durmiendo… Loki llevando en su vientre a su hijo, al hijo de los dos…
-“Llevaré a cabo el matrimonio, pero no lo consumaré”- se repetía en voz muy bajita- “Transcurrirá el tiempo del handfasting y dentro de seis meses, Allys reclamará que su esposo no ha consumado el débito matrimonial, por lo tanto… no habrá la menor posibilidad de que esté embarazada… pero Loki estará a punto de tener a nuestro bebé para ese entonces… y cualquiera que sea su plan, en ese tiempo no podremos ocultarlo más… Un hijo… nuestro hijo… eso es lo único que me dará fuerza para soportar… y para confiar que lo que suceda después...”
-Ahora todo quedará sellado… nuestro rubio no se va a salvar del casamiento…- Tony anunció con pesar lo inminente, mientras Natasha y Bruce cerraban los ojos, prefiriendo no ver nada. Clint en cambio, no quitaba los ojos de la linda muchacha y futura princesa de Asgard.
-No…- dijo Allys de pronto, arrojando el cuenco al suelo y derramando el agua de la ceremonia- No puedo hacer esto… Lo siento, Thor… sé lo decepcionado que estarás, pero no deseo casarme contigo...
Todos quedaron asombrados y mudos ante aquella audacia, incluso Vili estuvo al punto de tener un desmayo ante la inminente deshonra a la que estaba siendo sometido su apellido. Odín dio un golpe con ambos puños cerrados sobre la mesa.
-¿Qué se supone que estás haciendo, muchacha?- gritó, haciendo temblar a todos los presentes.
-No quiero casarme, Majestad… no quiero… No amo a Thor, a quien veo como un familiar apreciado, pero nada más… no quiero ser desdichada toda la eternidad… no quiero vivir en la agonía en que vivió mi madre al verse atada a un hombre que no estaba en su corazón… ¡Perdóname Thor! Sé que te ofendo, sé que mi conducta no tiene explicación, pero es la verdad…
-Allys… ¿Qué haces insensata?- cuestionó Vili, con el gesto descompuesto- No solo ofendes a Thor… ofendes al rey, me ofendes a mí… Te ordeno que cumplas tu deber…
-¡No lo voy a hacer! No me obligue, Padre… se lo suplico… sé que debí decirlo antes, pero juro que quise llevar esto hasta el final y no puedo ¡No puedo!
Allys rompió en llanto, Vili le ordenaba a grandes voces que siguiera adelante y las voces, la confusión, las miradas de reproche… los techos, las paredes… la flor que todavía sostenía entre sus manos… todo comenzó a dar vueltas para el Príncipe y futuro novio…
Thor escuchaba como un eco lejano a su tío, a su padre y a la pobre de Allys, un zumbido agudo y constante lo ensordecía, incluso creyó escuchar a sus amigos midgardianos cuestionarlo, preguntarle si se sentía bien porque su semblante decía todo lo contrario… un cerco de color rojo comenzó a cerrar su visión y tuvo el presentimiento de que estaba a punto de desmayarse…
Se esforzó por no perder el sentido… después de todo, era Thor Odinson, no era ningún debilucho… pero la debilidad seguía ganando terreno ¡Qué vergüenza! En un momento supremo, donde quizá debía alzar también él la voz para unirse a Allys y gritar que tampoco él deseaba el compromiso porque amaba a Loki, y que además esperaba un bebé… Thor Odinson simplemente estaba a punto de desmayarse… ¿Qué dirían los invitados, los testigos de honor, sus amigos…? ¿Dirían que no soportó el desprecio de una mujer? ¿Perdería la oportunidad de rebelarse también?
El único que conservaba la calma en aquel caos era precisamente quien lo había formado... Loki observaba como entre Clint y Tony sostenían a Thor ya sin sentido, y como Vili gritaba a su llorosa y casi histérica hija… Odín llamó a gritos a sus oficiales de guardia y no los encontró, solo estaba presente el Capitán Harokin y a él recurrió… le ordenó llevarse a la muchacha y ponerla a resguardo, toda vez que se había atrevido a cometer una traición y deshonrar su casa.
Allys gritaba por un perdón que no llegaba, Vili estaba furioso, Odín frustrado… pero Loki seguía ahí, sentado, aparentemente indiferente… sosteniendo el hechizo que había revelado los sentimientos verdaderos de la muchacha y obligado a que los gritara… gracias a la magia poderosa que crecía conforme se empapaba de los antiguos conocimientos de los hechiceros de Asgard, Loki había logrado si no romper, al menos posponer el compromiso de Thor… y también gracias al somnífero que le había enviado a su amado, el rubio dormiría al menos veinte horas… el tiempo suficiente para que su amor y su impetuosidad no lo pusieran en riesgo esa noche… cuando se viera obligado a pagar el precio por su libertad...
***
-Pasa… querido… pasa...
La voz de Odín sonó ansiosa, llena de extraños acentos que le daba la emoción. Esperaba recostado en su amplio lecho, en una alcoba nueva, más grande, más lujosa, más apropiada para un Rey que esperaba seducir a su joven amante… sin que nada, ni un mínimo detalle, le recordara a su difunta esposa.
Esperaba vestido con una leve túnica de exquisita seda, en un ambiente iluminado por velas aromáticas, pétalos de rosa y perfume de almizcle y ámbar. Dos copas llenas del mejor de los vinos estaban servidas en la pequeña mesita de servicio, junto a envases primorosos detallados con oro y plata, que contenían aceites preciosos y aromáticos… Odín sabía pasar las noches de sexo con toda la opulencia que se merecía dada su alta investidura.
Exhaló sorprendido al verlo… todavía conservaba un cierto encanto infantil, pero las formas de su cuerpo ciertamente anunciaban a un hombre en ciernes… Y sí… ya no sería el dueño de sus primicias carnales, ya no podría ser el primero en profanar su cuerpo y poseerlo… pero al menos ahí lo tenía… vestido con una túnica semitransparente y completamente desnudo bajo ella… transparentando sus formas, dejando adivinar sus partes íntimas… un miembro juvenil y suculento, unas nalgas redondas y firmes, pequeñas y curveadas, que anheló comenzar a tocar y a besar cuanto antes...
-Aquí estoy… mi dueño…
La voz de Loki no sonaba resignada, ni tampoco enfadada… era una voz neutra, tranquila, de suave entonación… acompañó la frase con un leve parpadeo, dejando los ojos de jade entornados, y con un gesto de picardía, paseó su lengua por el contorno de sus labios.
-¡Al fin! ¡Al fin… mi adorado híbrido! Al fin serás mío...