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Chico Problema por Ahiezer

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“Nadie puede hacer nada acerca de los sentimientos, ellos existen y no hay manera de censurarlos. Podemos reprocharnos por algún tipo de acción, por un comentario, pero nunca por un sentimiento, simplemente porque no tenemos ningún control sobre él.”

 

—x—x—x—

El viaje en carretera fue tranquilo, más tranquilo de lo usual con Erwin conduciendo, Mike siendo su copiloto y Hange y Levi compartiendo los asientos traseros. Los rubios charlaban sobre la canción de la radio, Hange no soltaba su celular usándolo para enviar mensajes a Moblit y enseñarle de vez en cuando una foto de Gato –quien estaba siendo cuidado por el trigueño- a Levi. Por su parte, Levi se encontró mucho más cómodo mirando por la ventana.

Erwin y Mike en ratos intentaban incluir a Levi a la conversación, pero Levi no era muy fanático de tal música y tampoco estaba interesado en la charla. Y, sorprendentemente, tampoco estaba enfurruñándose o quejándose de la inmensa pérdida de tiempo que eran las reuniones.

Simplemente mirar por la ventana le parecía más atractivo, agregando que el paisaje de la carretera no era tan malo; Todo estaba cubierto de nieve. La vista era agradable, pero eso no era lo que verdaderamente llamaba su atención.

Desde el día de ayer que había salvado al mocoso de una caída fue cuando simplemente el castaño no salía de su mente. Era algo que debería ser olvidable, no era la primera vez que le había evitado un accidente, no era nada excepcional. Así que, por ello, Levi no sabía porque lo pensaba de sobremanera, ni siquiera el mocoso había hecho tanto escándalo, simplemente pasó y siguieron adelante. Pero su cerebro se negó a dejar ir el suceso, y era mortificante, porque no era correcto; Menos cuando recordaba el rostro del castaño tan cerca, esos ojos azul verdosos mirarlo con intensidad, tan cautivantes como las imágenes de los océanos que tanto veían… no estaba bien, no era nada apropiado, pero no podía apartarlo de su mente.

No era la primera vez que pensaba en él en estos viajes, aunque antes había una cantidad ridícula de maneras en la que Eren podía meterse en problemas. Eso siempre hizo sentir a Levi nervioso y alerta, esperando lo peor cuando regresara. Sin embargo, el castaño siempre lucía bien cuando Levi volvía a su rutina. Quizás eso fue lo que había tranquilizado a Levi lo suficiente como para no pensar en eso esta vez, pero estos pensamientos que tenía no estaban mejor.

Tales pensamientos hicieron que el camino a la nueva ciudad no se sintiera tan largo, porque cuando menos acordó ya habían llegado a su destino. Al llegar Levi se pudo concentrar en su vida de nuevo, pero cuando llegaron las condenadamente aburridas reuniones, la distracción volvió fácilmente; El recuerdo de sostener a Eren en sus brazos, de mirarse fijamente, la sensación extraña en su pecho y…demás cosas que Levi quería ignorar.

La próxima vez, Levi juró que iba dejar caer a Eren para que su cerebro dejara de atormentarlo.

— ¿Está todo bien? — Erwin preguntó mientras esperaban a Mike y Hange fuera del hotel para dar una última vuelta a la ciudad antes de irse. Las reuniones habían acabado más pronto de lo planeado y todavía tenían un par de horas para visitar los centros comerciales. Con el invierno y con las festividades navideñas tan cerca, Hange quería ver todas las luces y decoraciones propias de la temporada. Erwin también estaba de acuerdo, por lo que Mike y Levi no se opusieron.

—Fuera del jodido frío y que esos idiotas están tardando mucho, todo está bien—respondió Levi, sin interés, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta, tratando de buscar calor. El frío en la ciudad de Sina se sentía terrible, Levi no estaba particularmente emocionado de vagar por la ciudad con la nieve y el clima tan helado.

Pero eso no pareció ser suficiente para Erwin, quien lo seguía mirando como si quisiera oír algo más. Levi enarcó una ceja y miró al rubio a cambio tratando de entenderlo.

— ¿Qué ocurre? —cuestionó Levi.

—Es solo que has estado muy callado… pareces distraído, ¿Hay algo mal?

—Aburrido, he estado aburrido, odio esto—respondió Levi, tajantemente.

Erwin lo miró con una leve sonrisa poco creíble, su mirada era tan penetrante como si quisiera leer los pensamientos de Levi—. No, has estado distraído. Si estuvieras aburrido molestarías a Hange, o fingirías que pones atención a las reuniones. Pero no has discutido con Hange ni una sola vez, ni tampoco con Mike. Y tampoco has despotricado sobre las personas de la reunión.

—No he visto motivos, siempre es lo mismo con ellos.     

—Eso no te ha impedido hacerlo de todos modos.

Levi simplemente se encogió de hombros—. Quizás ya me di cuenta que es una absoluta pérdida de tiempo.

Erwin no le creyó, pero tarareó como si estuviera de acuerdo. Levi sabía que Erwin estaba mintiendo y que una charla incómoda se avecinaba, no había motivo de alargarlo.

 —Te conozco, hay algo que quieres decir. Adelante, dilo—dijo Levi, mirando a Erwin con seriedad. Probablemente las palabras de Erwin harían que su cerebro dejará de ser estúpido y le harían entrar en razón de nuevo. Le darían otra cosa en que pensar.

Pero el rubio se quedó en silencio, notándose dubitativo, evitando el contacto visual y mirando su reloj.

El gran rubio suspiró al notar que Levi y él habían sido excesivamente puntuales a la espera de sus compañeros que se destacaban por no llegar a tiempo. Con otro suspiro y no queriendo traer un ambiente incómodo, Erwin habló de lo que le parecía más adecuado.

—Carla me envió un mensaje diciendo que comenzará a entrevistar a algunos de los reclusos para reabrir los casos. Y también dijo que el chico Kyklo será liberado en un par de semanas.

—Es una buena noticia, ya se habían tardado.

—Los juicios son un proceso lento y aún más las apelaciones. El nuevo jurado no quiso involucrar a Reiss, probablemente no querrán involucrarlo con todos los demás casos tampoco, pero también abre la posibilidad de que los juicios sean un poco más rápidos si quieren que todo esto pase desapercibido. No es lo que se buscaba, pero es la mejor oportunidad que se tiene.

Por la forma desdichada en como lo decía Erwin, Levi sabía que el rubio estaba en desacuerdo. Después de todo, era Reiss por lo que Erwin estaba tan interesado en el tema en primer lugar. Había muchas preguntas que Levi quería hacer al respecto, pero se quedó en silencio cuando miró a Mike y la mujer de gafas caminando hacia ellos.

—Tsk, Ya era hora, ya vienen—comentó Levi, cubriéndose con la chaqueta. 

—Los veo—dijo Erwin y agregó: —Y sobre lo que digo, a lo que quiero llegar es, que varios de esos presos podrían salir antes, mucho antes de lo que se espera… eso, eso lo incluye.

—Eso está bien—comentó Levi, suavemente, sabiendo a quien se refería con esto último, tratando no darle demasiada importancia. Además, eso era una buena noticia, muy buena en realidad, todos esos pobres desgraciados que estaban siendo injustamente encarcelados merecían salir. Eren merecía algo mejor; Recuperar ese brillo que prisión le consumía, escuchar libremente esas canciones que tarareaba tan torpemente, y comer esa hamburguesa y esas comidas de las que tanto hablaba.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos al notar los ojos azules que lo miraban con detenimiento, Levi a cambio los miró frunciendo levemente el ceño.

Erwin sonrió, con una sonrisa suave y una mirada comprensiva y ligeramente divertida. Entonces Levi entendió el extraño comportamiento.

—Esa cuatro ojos te está contagiando de sus tonterías, ¿eh? —dijo Levi, con falso humor.

—Quizás, pero creo que no son parte de sus “tonterías” después de todo—respondió Erwin, y se puso en marchar cuando Mike y Hange estuvieron a solo un par de pasos de distancia.

Levi lo siguió apenas notó que el rubio se movió, tratando de olvidar su sorpresa, fingiendo no entender lo que Erwin quiso decir. Pero la ignorancia era difícil cuando su cerebro estaba volviéndose estúpido.

Erwin no volvió a mencionar el tema, ni siquiera a dar referencia a ello. Lo que Levi agradeció, era más tolerable oír esas locuras y tonterías de Hange, pero de Erwin, era simplemente más que incómodo. Porque escucharlo de Erwin lo convertía en algo serio, y no era serio en absoluto.

Así que, para no dar motivos ni ideas equivocadas, Levi se esforzó en quejarse, en maldecir sobre el clima y en criticar porque había tanta prisa en ver luces coloridas. Si alguna vez tuvo cualquier pensamiento sobre el castaño, lo obligó a irse. Fue un poco más difícil de lo que pensó, y acusó su convivencia constante con él por la situación.

Cuando estuvieron listos para volver y continuar con sus vidas, las cosas se volvieron fáciles y normales.

Hange había olvidado cargar su teléfono por lo que se dedicó en molestar a Levi, poner música increíblemente estridente, chismorrear sobre las personas de la junta, y hablar de lo increíble que había sido visitar Sina. Lo que hizo que el viaje de regreso fuera más animado y le dio la oportunidad a Levi de evitar preocuparse por las cosas. 

Llegaron a prisión antes del anochecer, y como llegaron un poco más temprano que los anteriores viajes, Levi tuvo la oportunidad de supervisar rápidamente cómo estuvo el lugar en su ausencia. Todo estaba terriblemente descuidado en cuanto a limpieza en los estándares de Levi, pero por lo demás, estaba en orden tal y como debería. Incluso los reos: No había nada fuera de lo normal y los reclusos del recinto A y B estaban en cafetería, en su hora de cena.

Todo estaba animoso con las ruidosas voces, entre la multitud de grupitos encontró el del mocoso en su mesa cotidiana. Parecía que el recluso Springer estaba contando algo gracioso mientras hacía ademanes exagerados porque todos a su alrededor reían. Eren entre ellos, mucho más relajado y aparentemente sin daños. Al parecer, de verdad no hubo ningún problema en su ausencia, lo que estaba bien.

Antes de que Levi decidiera moverse e irse, los ojos verdes lo encontraron. Había un alivio en ellos, pero también parte de la diversión se había ido, siendo remplazados por esa suavidad a la que Levi se estaba acostumbrando en biblioteca. La mirada solo duró una fracción de segundo antes de que el mocoso volviera al tema con los otros.

Sin embargo, la simple acción hizo que Levi se sintiera mucho más relajado y tranquilo. Con la nueva calma, fue más fácil para Levi lidiar con todo lo demás que era recoger a Gato y volver al departamento.

……

Superficialmente los días pasaban con pocos cambios: A veces pequeños motines, conflictos entre reos y uno que otra inspección sorpresa en busca de cosas ilícitas. Eso era lo normal, y nada había terminado en algo irremediable.

Pero en biblioteca, las cosas parecían cambiar, sentirse más diferentes con los días. Ya no solo era el hecho de que él y Eren se habían acercado, literalmente acercado. Levi no recordaba quien lo comenzó o porqué se sentaban tan juntos cuando iban a leer si podían estar a una buena distancia cuando todos los asientos estaban vacíos. Pero que tampoco podía imaginar de manera diferente. Tampoco era la manera en la que Eren podía charlar de lo que sea y Levi unirse sin problemas, ni mucho menos esos días en los que ambos estaban tan silenciosos, y que sin embargo tampoco parecía estar mal.

No, era diferente, de un modo que ponía nervioso a Levi. Los acercamientos ya no le parecían ajenos; Los ligeros roces, los toques de hombros o esos momentos donde Eren se inclinaba a su lado, como si quisiera descansar junto a él ya no pasaban desapercibidos. Casi hacían que Levi perdiera el hilo de la lectura o de lo que sea que estuviera haciendo en ese momento, que sintiera esa extraña sensación en su piel y en algo dentro de su pecho de una forma que no debería ser natural.

Nunca había sentido algo así, tampoco en fijarse en alguien de la manera que el castaño llamaba su atención.

Desde la enfermedad y perdida de su madre, Levi había estado demasiado concentrado en la supervivencia como para mirar a alguien; no en las calles dónde estaba tan concentrado en buscar refugio, alimento y encontrar trabajos, mucho menos en prisión donde todo era negocios. Constantemente en estado de alerta por el peligro y la amenaza. Furlan, Isabel, Erwin y Hange eran la excepción del comportamiento ansioso, pero incluso era muy diferente a lo que sentía en compañía del castaño. Con Eren era distinto, suave de alguna manera. Extraño, nuevo, irracional, y tranquilizador… si es que eso tenía sentido.

Levi creyó que lo que sea que estaba sintiendo referente a cierta persona de ojos verdes, pasaría, que sería cuestión de tiempo antes que esos extraños comportamientos se fueran.

Se equivocó.

—Estás enamorado—declaró Hange con una sonrisa y metiéndose el tenedor entre los labios con una mirada divertida, cuando estaban en cafetería almorzando en la mesita más alejada de los demás.

—Por supuesto que no—Levi se quejó rotundamente. Era una tontería.

—Claro que sí, llevamos aquí cinco minutos y no has escuchado nada de lo que he dicho hasta ahorita.

—No llevamos aquí 5 minutos, nos acabamos de sentar.

— ¿Cómo lo sabes?, no has mirado tu reloj. Anda míralo para que veas que digo la verdad.

Levi miró el reloj.

—Tsk, solo han pasado tres minutos—resopló Levi.

—Tres minutos que has ignorado todo lo que he dicho, y has estado mirando a la nada con ensoñación.

—No es cierto, no has dicho nada. No te escuché, simplemente has estado ahí fingiendo decir cosas.

—Eso solo demuestra lo que digo, definitivamente he estado siendo ignorada. Pero está bien, te perdonó, Levi.

Levi decidió ignorarla, y comenzar a comer para no insultarla. Hoy no estaba de humor para eso.

Eso solo pareció motivar a Hange quien sonrió no burlonamente, si no cariñosa—. Totalmente enamorado—dijo.

Levi no estaba dispuesto a seguir con sus locuras, y Hange solo le estaba dando de esas miradas que tanto detestaba. Se quedaron en silencio y de esa manera por unos segundos, antes de que Hange reanudara su conversación después de darle tres bocados a su almuerzo. 

—Está bien, Levi. No es malo enamorarse, quiero decir, es la cosa más natural. Está científicamente comprobado que--…—Hange comenzó a explicar todo sobre el enamoramiento, hasta las cosas que hacía en tu cerebro y un montón de tonterías más. Levi comenzaba a enfermarse, al punto que estaba pensando en simplemente ponerse de pie e irse, pero aún no terminaba su almuerzo y también tenía una pequeña parte y masoquista de él que estaba interesado en el tema.

Mientras escuchaba, la idea de ‘Enamorarse’ sonaba terrible e increíblemente empalagoso. Definitivamente algo que no quería y que absolutamente no le estaba pasando.

—…es maravilloso, y aterrador. Y todo eso lo hace tan excepcional—finalizó Hange, mirando a Levi como si esperara que dijera algo. Confirmara o negara toda la palabrería que dijo.

En cambio, Levi simplemente resopló: —Que estupidez.

—Puede que suene como una estupidez, Señor estupidez, pero definitivamente tienes algo de eso. 

—Cuántas veces te lo he dicho, cuatro ojos, no es nada. No pasa nada, incluso si fuera así en tus fantasías perversas es imposible. Un prisionero y un guardia, no pueden tener nada, es inapropiado—dijo Levi exasperado, y pensó: es violación, eso es lo que Erwin le había dicho la primera vez. Era lógico porque los reclusos no podían consentir lo que les pasaba. Y Levi prefería morir antes de convertirse en un bastardo violador como Xavi.

Levi había cruzado la línea de lo incorrecto varías veces, pero también había otras que decidía no cruzar. Y esto era algo de eso. No dañaría a Eren de esa manera.

—Ambos sabemos que eso no detiene a nadie. Además, no será un recluso para siempre, tarde o temprano va a salir. Oí que Carla ya está entrevistando para llevar los casos. Ella es buena en eso.

 —Eso no cambia nada.

—Lo cambia todo. No significa que tienes que alejarte, sabes, pueden intentarlo afuera.

—No hay nada que intentar—dijo Levi, comenzando a acomodar la basura en su plato para tirarlo. Estaba cansado del tema—. ¿Por qué mierda te importa tanto?

—Porque me gusta ver a mis amigos felices, y también quiero ayudarlos cuando son lo suficientemente ciegos para no ver las cosas obvias… y también porque es mi deber molestarte y apoyarte como tu mejor amiga—divagó Hange, y en eso sonó su celular y dijo: — Increíble charla que hemos tenido, pero tengo que irme.

Hange se puso de pie de inmediato, le guiñó el ojo a Levi y salió corriendo de la cafetería. Olvidando la basura de su almuerzo, aunque solo era su plato, cubiertos y servilletas.

Levi resopló sin humor, y tiró la basura de ambos. Le llegó un mensaje segundos después de Hange.

“Lo siento, olvidé mi desastre :’(. Podrías tirarlo por mí, ¡GRACIAS!.
Eres el mejor, Levi, juró que te lo recompensaré. :D :D :D ”

—Maldita cuatro ojos—murmuró Levi, más por costumbre que por sentirlo de verdad de esa manera.

Ahora su mente estaba plagada de ideas equivocadas, afortunadamente aún tenía tiempo de aclararlas antes de llegar a biblioteca.

Desafortunadamente para Levi, las horas pasaron demasiado rápido que no pudo traer cambios a esos pensamientos. Y pronto ya era hora de que cubriera su turno en biblioteca.

Levi fue puntual, por lo que no había ninguna presencia de Eren. Lo que le dio la oportunidad a Levi de agarrar el primer libro que vio y de sentarse en su respectivo lugar.

Ya no era exigente con la lectura, porque de todos modos no les brindaba la atención debida. Además, estaba demasiado perdido pensando en todas esas cosas dichas en cafetería. Era imposible que estuviera enamorado de ese mocoso, era risible e ilógico. Eren era demasiado ruidoso, a veces molesto y muy terco. Siempre con ese ceño fruncido cuando no estaba de buen humor, y su humor era tan cambiante que era difícil de seguir a veces. Pensó en todas esas cosas negativas por los cuales era imposible fijarse en él. Y todas las cosas por las cuales no debería tampoco.

El chirrido repentino de la puerta interrumpió sus pensamientos.

—Buenos días, capitán—anunció Eren, con mucho mejor humor del que Levi había visto, aunque sus ojos se veían cansados.

—Llegaste temprano—dijo Levi, y eso era lo más cercano a un saludo que el mocoso obtendría.

—Usted también lo hizo. ¿Cómo ha estado su día? —preguntó Eren, entrando a la sala, y recogiendo los libros rezagados de las mesas.

Cualquier duda, o pensamiento que Levi tenía se esfumó. Concentrándose en el presente, sin poder eludir los ojos verdes que lo miraban de vez en cuando.

—Jodidamente aburrido, ¿qué hay de ti? —cuestionó Levi, recargándose más cómodamente en el asiento, su libro olvidado en su mano, mientras daba vistazos a Eren de vez en cuando, viendo al castaño acomodar los libros en el estante inferior.

—Lo de siempre. Aunque gané mi primera apuesta en el almuerzo.

—¿De verdad? —comentó Levi distraídamente, volviendo su atención al libro después de que el castaño lo volviera a mirar también. Eren le había sonreído, de esa manera que Levi podía jurar que detestaba… al principio. Ahora, Levi sintió que la comisura de su boca se contraía ligeramente en respuesta. No había notado el cambió, no al principio mientras Eren charlaba sin parar de la apuesta y el almuerzo, pero cuando lo hizo la calidez se fue.

Esto no estaba bien en absoluto. Se negaba a que Hange tuviera razón.

El chico que había estado con la diatriba, se detuvo. Miró fijamente a Levi con preocupación, y comenzó a hablar tranquila y suavemente, lo que hizo que Levi volviera a prestarle atención.

Eren pareció entender que su voz no estaba siendo escuchada, por lo que volvió a preguntar—. ¿De verdad, está todo bien?

 —Lo está, sólo pensaba—respondió Levi, y evitó el contacto visual. Estaba siendo tonto, y ya estaba harto de eso. Volvió de nuevo su atención al libro, sin volver a dar un miramiento al castaño.

—No es nada malo, ¿o sí? —cuestionó Eren de nuevo, su tono mostrando toda esa preocupación que Levi se negaba a mirar.

—Nada de qué preocuparse, solo tonterías de Hange.

—Oh… creo que lo entiendo—exhaló Eren con alivio.

El castaño continuó con lo suyo, Levi pudo escucharlo trabajar, aunque detuvo las ganas de mirarlo. Prestó absoluta atención a su libro, y alejando cualquier tontería que quisiera entrar a su cabeza.

A diferencia de otros días en donde ninguno de los dos hablaba, este se sintió tan tenso e incómodo. Y Levi tenía intención de dejarlo así.

—Debe de ser algo serio para tenerlo tan distraído—mencionó Eren minutos después.

—No es nada—Levi respondió, de la manera más indiferente que pudo.

—Mhm eso es lo que sigue diciendo… y no lo parece.

Levi no respondió. Y eso fue suficiente para Eren, quien detuvo lo que hacía y dejó caer algunos de los libros en la mesa frente a Levi.

Levi se sobresaltó—Qué mier-…

—Muy bien, escúpalo. ¿Qué lo tiene así?, y no aceptaré un “Está bien, no es nada” como respuesta—le interrumpió Eren, imitándolo en la frase final.

El castaño tenía su ceño fruncido, y brazos cruzados. Era todo seriedad, divirtió a Levi internamente. Algo en él tuvo que delatarlo, porque el castaño comenzó a sonreír.

— ¿Y bien? —preguntó Eren. 

—Honestamente, no es nada—esa respuesta solo se ganó que de nuevo Eren hiciera esa cara de seriedad y poca credibilidad—. Solo estoy tratando de buscarle sentido a estupideces sin sentido… es algo de la cuatro ojos. Creo que es contagioso.

Eren no flaqueó su expresión, como si no le creyera. Miraba a Levi con detenimiento, como si pudiera ver a través de él. Casi similar a las miradas que Erwin le daba, pero esta se sentía diferente. Salvaje. Algo que Levi no podía dejar de mirar.

Se quedaron en silencio medio segundo hasta que la radio de Levi comenzó a sonar.

Hacía ya tiempo que la radio no se había escuchado, sobre todo a estas horas. Luego se escuchó la voz de Mike diciendo que necesitaba la presencia de Levi y que lamentaba interrumpir su cita, además mencionó uno de esos códigos con los que Levi estaba familiarizado: Un motín en el módulo F.

Levi creyó que el chico lo insultaría o atacaría por el comentario de Mike, porque sabía que la insinuación no pasaría desapercibida. Eren no era tan tonto e ingenuo como creía, y ya había demostrado hostilidad con el tema. Pero se equivocó, Eren simplemente se burló ligeramente, y lo ignoró por otra causa mayor—. Parece importante—dijo, la diversión desapareciendo de su rostro y tono, siendo remplazadas con la preocupación.

—Iré a investigar. Ya vuelvo—respondió Levi. Los problemas en el módulo F no eran extraordinarios y eran más fastidiosos que peligrosos. Como ahí residían hombres a la espera de su condena, unos ya sabían el resultado de sus acciones así que luchaban en ganarse una buena reputación para cuando su destino fuera sellado. Pero Eren no sabía eso, así que se preocupó.

—Tenga cuidado—escuchó Levi antes de salir.

El guardia no supo cómo responder al respecto, pero sí que algo de él se erizó de calidez.

Oh, mierda…  Levi se quejó internamente, estaba en problemas.

-x-x-x-x-

-x-x-x-

 

Notas finales:

Mucha miel en esta actualización, lamento entregarlo tan tarde, ya lo tenía listo desde hace tiempo, pero no me había sentido al 100 en su momento, tampoco el internet me está ayudando mucho. No estoy del todo feliz con el resultado, pero espero sea de su agrado. Tenía pensado en hacer que esta historia no fuera muy larga pero aquí estamos… agradezco profundamente su apoyo y comentarios. Son muy bien recibidos y apreciados y me ayudan bastante a mejorar. Además, me hacen muy feliz <3, los tqm.


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