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Forbidden heart por hannastony

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Notas del capitulo:

Para escribir este capítulo escuché la banda sonora de “shingeki no kyojin” porque simplemente es ÉPICA. Por si gustan escucharla mientras leen. Nos estamos leyendo.

Los fuertes y audibles sonidos de los caballos trotando a toda velocidad hacían eco por las calles. Los carromatos iban a una rapidez inimaginable, al ser estos conducidos con prisa por Bruce y Clint.

—¿¡Cómo es que esto pasó!? —preguntó Bruce gritando a su capitán que se encontraba cabalgando lado suyo también a toda velocidad.

—¡Créeme que no lo sé! Ahorita solo debemos de concentrarnos en no ser atrapados —respondió tajante el castaño de coleta sintiéndose un poco exasperado por la situación.

En cuanto habían escuchado el toque de las campanas fue que los piratas tomaron los últimos sacos de riquezas que habían adquirido y con prontitud tomaron sus caballos y carromatos para salir corriendo de ahí. Su único objetivo era llegar al muelle en el cual Tony esperaba, ya estuviera listo su barco para zarpar junto con todos sus integrantes y mercancía robada dentro.

Ellos eran los más vulnerables ante aquella situación, la localización en la que se encontraba el hogar de los Carter se encontraba más cerca a la estación de oficiales a comparación de las otras casas las cuales iban a atacar, sin contar que Tony sabía que la seguridad tendría como prioridad proteger la casa de los Carter sobre cualquier otra casa de familia noble. Por lo que irían tras ellos, eso era seguro.

Como si los hubiera invocado, fue que los piratas comenzaron a escuchar como los trotes de unos caballos ajenos se acercaban también con gran rapidez hacia ellos.

A Tony solo le bastó mirar por sobre su hombro para notar como efectivamente se acercaban a ellos lo que parecían ser 4 oficiales, montados en sus respectivos caballos y teniéndolos ya en la completa mira.

—¡Están aquí! —gritó el capitán a sus compañeros, viendo como estos le regresaban la mirada expectantes a sus órdenes—, ¡no dejen de galopar! ¡Ojo de halcón! —llamó al castaño claro haciéndole una seña para que tomara sus flechas y se pusiera en acción.

Clint simplemente asintió en respuesta y con ello, sin dejar de arrear a sus caballos, fue que tomó su arco y flechas y con una destreza y rapidez realmente impresionantes fue que atacó uno por uno hasta tumbar a aquellos oficiales que ya se encontraban heridos y por consiguiente habían caído de sus corceles, provocando que los dejaran de perseguir y que los piratas los perdieran de vista.

Lamentablemente la estabilidad no duró mucho, ya no que tuvo que pasar mucho tiempo para que nuevos oficiales montados en corceles los comenzaran a alcanzar. Clint cada que podía se paraba de su asiento y volteaba para lanzar unas cuantas flechas y dejar fuera de combate a algunos oficiales, sin embargo aquello no era suficiente y Clint no se podría encargar de todos ellos solamente con sus flechas, ya que tenía que estar arreando también a los corceles para que el carromato no perdiera velocidad.

De repente detrás de todos aquellos oficiales y caballos se comenzó a abrir paso un caballero distinguido montado en un gran y blanco corcel que se mostraba imponente sobre el resto y al parecer contaba con más fuerza y velocidad, ya que fácilmente comenzó a rebasar a los oficiales hasta quedar al frente y comenzar a alcanzarlos.

Tony con un fugaz vistazo pudo percatarse de quien era. ¡Se trataba de Steve! ¡Su adorado Steve! Mostrándose tan formidable, impresionante y temible por sobre todos los demás. El capitán no tuvo que pensar mucho en ello al recordar que Steve era un caballero y al ser este tan recto y honesto seguramente no había resistido las ansias de unirse a la batalla. Sin saber porque una sonrisa llena de adrenalina se instaló en el rostro del castaño.

Contó rápidamente los oficiales que aún seguían en combate y vio como solo quedaban 3, sin contar a Steve. Perfecto, él podría con ellos, y con aquel plan bien formulado fue que dio su orden final.

—Yo los detendré, les daré tiempo así que ¡no paren hasta llegar con los demás! —sentenció Tony mientras miraba a Clint y Bruce, este último dedicándole una mirada bastante preocupada—. Yo puedo con esto, ¡los alcanzare! A este paso los tres seremos atrapados. Espérenme en el muelle, llegaré, se los aseguro —les dijo finalmente viendo como estos aceptaban su decisión.

Ellos sabían el poder y la fortaleza de su capitán, ellos sabían que aquel hombre era solido y que fácilmente podría detener aquellos oficiales, por lo que con plena confianza de que su capitán regresaría fue que tanto Bruce como Clint siguieron conduciendo a toda velocidad sin mirar atrás.

Tony sonrió y con esto paró abruptamente su corcel, para luego comenzara a galopar en dirección contraria dirigiéndose directamente a las personas que enfrentaría para poder detenerlos, incluyendo a Steve.

Steve al ver como aquel pirata cubierto con una pañoleta se les acercaba para un enfrentamiento directo fue que sacó su espada esperando tener la oportunidad de asaltarlo y pararlo por completo. No sabía por qué, pero ciertamente conforme aquella silueta se acercaba más y más sentía que la conocía de algún lado, le parecía demasiado familiar, pero no se dejó atormentar demasiado por aquellos pensamientos al estar en plena batalla.

Tony al ver los movimientos de Steve fue que también sacó su espada, aproximándose cada vez más al caballero hasta estar a nada de pasar a lado de él. Steve sin rechistar atacó al pirata con su espada, siendo está bloqueada por la espada contraria del mismo castaño.

Tony no se entretuvo con aquello ni paro su corcel, simplemente había bloqueado el ataque del rubio para rebasarlo y dirigirse a acabar con los oficiales. Claramente Steve al ver que aquel criminal no frenó con su choque de espadas fue que él mismo detuvo su corcel y comenzó a seguir al ladrón.

El pirata al acercarse cada vez más a sus contrincantes fue que haciendo una maniobra verdaderamente impactante, se aferró con ambas piernas al lomo y costados del corcel que estaba montando para inclinarse suficiente hacia un lado y dando un giro de 90 grados quedando montado en un costado del caballo. Con esto logró esquivar la espada que estaba dirigida hacia él por uno de los oficiales y también logró lo que quería, al estar en aquella posición pudo cortar una de las patas del caballo el cual el oficial estaba montando.

El caballo relincho e hizo sonidos de dolor cayendo abruptamente y tirando a su jinete de paso.  A Tony no le gustó hacer aquello, pero si quería ganar debía de. Hábilmente se enderezo en su asiento y se dirigió hacia los otros dos oficiales, oyendo como Steve se encontraba a muy poca distancia, debía de apurarse.

Estaba a punto de atacar a otro de los oficiales cuando vio como una flecha cayó directo en él, dejándolo fuera de combate y haciendo que cayera de su corcel. El castaño abrió sus ojos con sorpresa y volteó para poder asegurarse que sus tripulantes no habían regresado por él. Al parecer habían seguido sus órdenes, a penas y los carromatos se encontraban visibles por lo lejano que ya se encontraban, pero el jodido de Clint había podido darle una última ayuda a pesar de que ya se encontraba demasiado alejado de él.

“Hijo de puta” pensó el capitán con una grande sonrisa al haber sido aquello verdaderamente otro nivel de puntería, nivel que parecía prácticamente imposible.

Sin desconcentrarse de la pelea fue que se dirigió hacia el ultimo oficial, sintiendo como Steve ya se encontraba pisándole los talones al haberlo aventajado. Tanto el corcel de Steve como el del oficial ya se encontraban prácticamente acorralándolo, por lo que sabiendo que una pelea en tierra firme le favorecería fue que de un brinco se paró en el asiento del corcel y se agachó para así tomar impulso usando sus piernas como resorte y brincar hacia el suelo, saltando de su caballo y esperando a que ambos bajaran también para combatir.

Ya estando en el suelo el pirata se pudo percatar que también se acercaba el oficial el cual había tumbado al haber mutilado su corcel, claramente había dejado fuera de la pelea al corcel, no obstante el jinete seguía de pie. Viendo como tanto Steve como el otro oficial bajaban de sus caballos para acercarse a él dejándolo nuevamente acorralado entre el nuevo oficial que se unía a la batalla fue que Tony sin culpa alguna sonrió ampliamente debajo de su pañoleta divirtiéndose con la situación. Serían 3 contra uno y él parecía no tener ni un solo problema con ello.

—Tranquilos no se amontonen, ¡hay para todos! —dijo el pirata con burla viendo como entre los tres ya habían creado un circulo “atrapándolo” mientras apuntaban con sus espadas.

Steve sería el rival más fuerte, sin lugar a duda, pero  el rubio al escuchar aquella voz tan más peculiar, a pesar de que estaba un poco distorsionada por la pañoleta, no pudo evitar que aquel pensamiento se pasara por su cabeza. ¡Era completamente imposible! Sin embargo aquella figura, aquel cabello siempre sujetado en una coleta y aquella seductora voz hacían pensar a Steve que comenzaba a ilusionar probablemente al extrañar al castaño.

Fue así como el rubio se distrajo y Tony aprovechó aquello para sacar otra de sus espadas, sosteniendo una en cada mano y comenzar a atacar a los dos oficiales.

Era demasiado fácil, el castaño sentía que estaba peleando con niños ya que como si de un entrenamiento se tratara Tony podía esquivar los ataques de estos con mucha sencillez, sus movimientos eran demasiado predecibles, sin embrago no tardo Steve en unirse a aquella pelea y fue cuando Tony supo que debía de noquear a aquellas dos distracciones cuanto antes para poder enfrentar por completo al rubio.

El pirata se agachó por completo y con agilidad dando un giro agachado fue que de una patada tiró a uno de los oficiales, dejándolo en el suelo. El castaño se levantó, dio una voltereta hacia atrás esquivando un ataque de Steve y con el pomo de sus espada golpeó fuertemente la nuca del otro oficial que aún se encontraba de pie, dando en el punto exacto para dejarlo completamente inconsciente, cayendo al piso sin remedio alguno.

El oficial que había sido tumbado se levantó nuevamente y sin pensarlo se abalanzó contra el pirata, siendo este movimiento muy torpe, haciendo que Tony aprovechara aquello para girarse, como un torero y hacer que el oficial terminara estampado contra Steve. El rubio tuvo que bloquear aquel ataque del oficial para no hacerse daño y también se preocupó un poco por este, por lo que Tony con rapidez uso aquello para hacer exactamente el mismo movimiento que había hecho con el otro oficial, atacando por detrás y pegándole en la nuca para ver como este caía inconsciente en los brazos de Steve.

El caballero miró con odio al usurpador a la vez de que atrapaba al oficial y lo dejaba en el suelo, todo aquello haciéndolo muy rápidamente y sin quitar la vista del hombre frente a él, que parecía disfrutar aquello.

—Solo quedamos tú y yo, guapo —habló el pirata mientras tiraba una de sus espadas y se quedaba solo con una, al igual que su rival.

—¿Quién eres? —preguntó Steve empuñando su espada con ambas manos y poniéndose en posición de defensa.

—Vamos Steve, me ofendes —respondió el castaño con ironía y fue en ese mismo instante en el cual Steve supo con quien se estaba enfrentando.

Sin poder evitarlo al quedarse en completo shock fue que deshizo su posición de defensa y se quedó mirando plenamente impactado y con la boca levemente abierta al hombre frente a él. El escuchar su nombre con aquella voz lo había hecho asegurarse de todas aquellas sospechas que creyó una locura y fue exactamente cuando miró con detalle aquellos ojos, aquellos grandes, poderosos y marrones ojos con un toque de miel, que todas las dudas se disiparon.

—¿No te han dicho que no debes distraerte en plena batalla? —y dicho esto fue que Tony atacó con su espada, siendo bloqueada por la espada de Steve, que por simple inercia hizo aquel bloqueo.

Steve dejó todos sus pensamientos y juicio atrás, sabiendo que debía de concentrarse si no quería que aquel criminal escapase y fue así como comenzó una batalla de espadas, en la cual ninguno cedía ni un poco.

Steve esquivaba, Tony esquivaba, de nuevo había choques entre sus espadas y así sucesivamente. Tony era experto con la espada, llevaba haciendo aquello prácticamente la mayoría de su vida, pero debía de admitir que le fue realmente impresionante como Steve se mostraba al mismo nivel que él, dándole una dura batalla en la cual parecía no haber fin.

El pirata sabía que debía de apurarse con aquello, había acabado con los oficiales pero sabía que no iba a pasar mucho tiempo para que un nuevo grupo de oficiales se unieran a ellos y si esto ocurría, ahora sí sería atrapado y no podría volver con su tripulación, y si aquello pasaba seguramente todos los demás serían también atrapados, al no querer escapar hasta que él llegase.

Con un veloz y ágil movimiento con su espada fue que logró finalmente que Steve soltara la suya, haciendo volar está lejos y dejando al caballero sin armas. Tony apuntó al cuello del rubio con su afilada arma, dejando en claro que había ganado y que si el caballero no quería salir dañado sería mejor que lo dejase ir, no obstante no contó con que Rogers se agachara rápidamente y fuera a por sus piernas, abalanzándose contra él y tumbándolo dejando a ambos en el suelo.

Tony inevitablemente soltó su espada y entre golpes y patadas comenzaron a revolcarse por el suelo, Tony tratando de escapar de aquel musculoso cuerpo y Steve haciendo todo lo posible porque este no se escabullese.

Al final Steve era mucho más fuerte que el pirata e inevitablemente después de un momento se vio sometido con la espalda en el suelo y con aquel gran cuerpo encima de él, sujetándole ambas muñecas contra el piso y haciendo presión con sus muslos para que Tony no lo pudiera patear.

Así fue que el rubio, sin poder soportar más la situación de un tirón brusco le retiró aquella pañoleta del rostro, dejándole ver aquellas expresiones que apenas le comenzaban a romper el alma.

—Pensé que estarías feliz de verme —dijo Tony con su característica sonrisa sarcástica tratando de enterrar aquella punzada que se formó en su pecho al ver la decepción en aquel rostro que tanto le gustaba.

—¡ERES UN JODIDO TRAIDOR! —expresó Steve agachándose hasta quedar a pocos centímetros del rostro del castaño, gritándole en la cara y haciendo todo el esfuerzo del mundo por omitir todos aquellos horribles sentires que se estaban comenzando a formar en él, no debía, no ahora, no era el momento para estar con sentimentalismos baratos.

 Apretó aún más el agarre que tenía en las muñecas contrarias dejando salir su furia y Tony solo vio una oportunidad en aquello. Con una sonrisa traviesa aprovechó aquella cercanía para hacer su movimiento final. No respondió nada, solo levanto su cabeza para quedar aún más cercano al rubio y de un movimiento atacó el cuello de este, besándolo con su lengua justo en una zona erógena para cualquiera.

Sintió el estremecimiento del cuerpo encima de él y beneficiándose del completo desconcierto, turbación y confusión del rubio fue que Tony se zafó de aquellos muslos con rapidez y dio un rodillazo justo en los testículos del hombre.

Steve se sintió un completo estúpido y se retorció del dolor mientras dejaba escapar a aquel audaz pirata, apretando sus partes íntimas con ambas manos tratando de apaciguar el dolor mientras veía como el castaño se salía con la suya.

Tony se incorporó, corrió hacia el caballo más cercano, de un ágil salto se montó y comenzó a cabalgar a gran velocidad

El caballero sabía que las cosas no se iban a quedar así, por lo que con un chiflido llamó a Snow que obedientemente se posó a lado de él y usando a su fiel corcel de apoyo para poder ponerse de pie fue que se pudo montar nuevamente en él, siendo ayudado por el animal, ya que su corcel se agachó al ver que Steve no tenía las fuerzas suficientes para saltar a su lomo. Así fue como Steve salió disparado viendo como Tony solo le llevaba algo de ventaja, pero sabiendo que si no desistía lo podría alcanzar, cabalgando lo más veloz que pudo.

Tony escuchó los trotes detrás de él, sabía que Steve no sería alguien de quien se pudiera deshacer fácilmente, pero por ahora su prioridad era llegar al barco con su tripulación, por lo que sin desistir ni un poco fue que el castaño también cabalgó lo más veloz que pudo.

Los fuertes y sonoros trotes de ambos caballos se dejaban escuchar mientras recorrían lo largo de las calles hasta que Tony pudo divisar el muelle y el barco el cual iban a zarpar. Mientras más se acercaba se pudo dar cuenta que todos los carromatos ya estaban vacíos, que toda su tripulación ya se encontraba reunida en el barco y que solo faltaba que él llegara para poder marcharse.

 

Peter estaba alerta ante la orden que le habían asignado y con sus binoculares pudo divisar como su capitán ya se acercaba con rapidez hacia la embarcación.

—¡El capitán se encuentra a la vista! ¡El capitán se encuentra a la vista! —gritó a sus compañeros que ya se encontraban dentro del navío esperando solo a que este llegase.

Todos los vengadores sintieron alivio al escuchar aquellas palabras, sabían que tenían el tiempo encima y que si no salían en ese justo momento, iban a ser alcanzados sin lugar a dudas.

Al ya estar llegando al largo muelle de madera fue que Tony frenó su corcel y bajó de él para comenzar a correr, viendo como Loki era quien se había bajado del barco para esperar a que él subiese.

—¡Eleven el ancla, agarren el timón, izad la vela mayor! —ordenó Thor mientras gritaba a cada uno de los que estaban en el barco, al no estar aun dentro su capitán. Se tenían que ir YA.  

Steve no perdió tiempo alguno e imitó los movimientos de Tony, bajando de su corcel y corriendo hacia el castaño teniendo como único objetivo atraparlo. Por desgracia no podía correr tan rápido como el castaño al encontrarse aun dolido por el fuerte golpe de este, pero primero muerto antes de rendirse ante una batalla.

Tanto Loki como Clint que se encontraba cerca vieron como su capitán era aún perseguido por un hombre y fue el arquero el que tomó la iniciativa y agarró su arco y flecha, dispuesto a disparar para quitarse aquel rubio de encima.

—¡NO! ¡NO DISPARES! —ordenó Tony al ver las intenciones de su tripulante, sabiendo que aquella flecha iba a herir a Steve que se encontraba detrás de él.

Fue cuando ya estaba casi a lado del tablón en el cual tenía que subir para estar dentro del barco, que Tony se  giró por completo, haciendo frente a su persecutor que se encontraba a fácil dos metros de él.

—Perdiste Steve, lo mejor será que desistas—trató de hacer razonar al rubio mientras este se acercaba ahora con pasos más lentos.

“Vamos idiota, no quiero hacerte verdadero daño” pensó Tony para sí mismo mientras suplicaba por dentro que el caballero se rindiera y los dejara ir sin dar pelea.

Y a continuación sucedió algo que absolutamente nadie se esperó, dejando a todos alerta y sin saber qué hacer. Se escuchó un disparo, un solo disparo y fue hasta que Tony vio como la sangre comenzaba a empapar las prendas del tronco de Steve, que pudo dar cuenta de lo sucedido.

Steve lo volteó a ver con estupefacción, para después voltearse a ver a él mismo y caer de rodillas, tocándose el vientre apreciando como una bala lo había perforado, sintiendo junto con todo la humedad de su sangre que comenzaba a empapar también sus manos.

Tony por primera vez en toda su vida sintió un miedo y terror verdaderamente indescriptibles, volteó a ver con desesperación atrás de él para saber si alguno de sus tripulantes había sido el causante de aquello, pero no vio nada. Fue cuando regresó la mirada hacia Steve que vio una silueta negra detrás del caballero, con el arma en una mano lista para disparar nuevamente pero ahora hacia él.

Aquel enemigo cubierto de negro estaba a punto de disparar cuando fue interceptado por nuevos disparos, esta vez de Loki, quien había tomado su arma dispuesto a defender a su capitán que en estos momentos parecía tener la mente en blanco.

La silueta negra huyó al verse atacado con más de un balazo y con rapidez se escondió entre las sombras, huyendo del lugar y escondiéndose entre las oscuras calles y callejones de la capital.

Fue en ese momento en el que Tony posó toda su atención en el atractivo rubio que se encontraba cada vez más inconsciente, presionándose su propia herida que no dejaba de sangrar.

—¡CAPITÁN DEBEMOS IRNOS! —gritó Loki tratando de llamar la atención del castaño que parecía no reaccionar a nada. El barco ya comenzaba a andar, si no actuaban con rapidez todo sería caso perdido—. Los oficiales llegaran pronto y se ocuparan de él, ¡debemos irnos ya! —exclamó nuevamente viendo a su capitán completamente indeciso sobre qué hacer.

Tony dirigió su mirada hacia su embarcación y después hacia Steve, viendo a un lugar y después a otro sin saber realmente como actuar, entrando en un entero pánico. La herida de Steve estaba sangrando demasiado, probablemente teniendo una hemorragia interna y Tony sabía que para cuando los oficiales arribaran ya sería demasiado tarde para el rubio.

—¡MALDITA SEA! —exclamó Tony con frustración, tomando una decisión que cambiaría todo el rumbo de las cosas.  


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