Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Forbidden heart por hannastony

[Reviews - 151]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Bucky había estado cabalgando por un par de minutos hasta que finalmente llegó a su destino, el aposento de los Rogers.

En toda la noche la cual se suponía seria la boda de su mejor amigo no hubo noticia alguna sobre este y con la preocupación a brote en su sistema fue que esperó hasta el día siguiente, donde a altas horas de la mañana se había anunciado a todos los habitantes de la capital que Lord Steve Rogers se encontraba desaparecido y secuestrado por aquella tripulación que se hacían llamar Los Vengadores.

Todas las familias nobles se encontraban completamente derrotadas y devastadas, no había ánimo para nada, más que nada por pura venganza. Aquellos piratas se habían robado demasiadas riquezas, era increíble la habilidad con la que se habían infiltrado y sin dejar rastro alguno desaparecieron, como unos fantasmas.

Bucky se había sentido solo un poco aliviado al ver como su casa estaba intacta y no había sido atacada. Sinceramente el joven caballero no habría sabido como afrentar la situación solo y agradecía aquello. No obstante, al parecer aquellos rufianes si le habían arrebatado algo muchísimo más preciado: su hermano del alma.

Fue así como el castaño de ojos azules había decidido visitar a la familia Rogers. Imaginaba y sobre todo entendía la perdida que el matrimonio estaba enfrentando en estos momentos y a pesar de que tampoco habían sido saqueados, era la familia más triste y desesperanzada de todas las demás.

Al llegar fue recibido por uno de los sirvientes que tomó su corcel para que Bucky pudiera adentrarse a la gran hacienda. No fue avisada su llegada, solo que él se tomó la molestia de entrar con cautela hacia la gran sala que poseía aquella vivienda, viendo como ahí sentados en el gran sofá se encontraban el matrimonio Rogers.

Para Bucky Sarah era como una segunda madre y  al verla tan llorosa, tan afligida, tan entristecida, fue que a Bucky se le apretujó el corazón.

Lord Joseph se encontraba consolándola, también con una mirada taciturna en su rostro, pero sin derramar lágrima alguna, tratando de ser fuerte para su familia.

—Lady Sarah… —llamó Bucky con voz suave ya estando más cerca de ambos.

La mujer al ver al mejor amigo de su hijo fue que lloró aún más, sintiéndose bastante apenada, sabiendo que aquel joven estaba sufriendo probablemente igual que ellos, sin tener pista alguna de donde podría estar Steve.

—¿Por qué? ¿Por qué se lo llevaron? ¿Qué caso tenia? Él es un buen muchacho Bucky, y ahora no podemos tener la más mínima idea de donde esta —dijo Lady Sarah tratando de limpiarse las lágrimas con su pañuelo mientras le hacía un gesto al joven Barnes para que tomara asiento—. ¿Lo estarán alimentado bien? ¿Lo habrán ya vendido como esclavo? ¿Sigue vivo? No puedo siquiera imaginarme como lo estarán torturando en estos momentos —y una vez más, soltó en llanto sin poder contenerlo.

—Steve es fuerte cariño, no debemos de perder la esperanza —dijo su marido mientras sobaba la espalda de su mujer tratando de hacerla sentir mejor.

—Lord Joseph tiene razón —sentenció Bucky llamando la atención de ambos, siendo fuerte ante toda la situación—. Steve es alguien muy fuerte y estoy seguro que él no se dará por vencido tan fácilmente así que nosotros tampoco lo haremos, debemos de buscarlo hasta encontrarlo —dijo Bucky ganándose una ligera sonrisa de la madre de este.

—Al parecer los oficiales ya están comenzando a investigar y una vez que tengan la información suficiente partirán hacia la persecución de aquellos piratas —explicó Lord Joseph con la información que él contaba.

—Steve sigue vivo y le prometo lady Sarah que no me rendiré hasta traer a su hijo de vuelta —expresó Bucky con la idea rondando por su mente y tomando la decisión de ello.

No había más que pensar o decir, Bucky ya sabía lo que tenía que hacer. Se uniría al equipo de oficiales y los ayudaría con aquella búsqueda y arresto, tomando la convicción que no descansaría ni un solo minuto hasta salvar a su mejor amigo. Él sentía que Steve seguía vivo, algo en su interior lo sabía y sencillamente no se podía quedar de brazos cruzados.

Bucky esperaba que aquellos desgraciados piratas comenzaran a rezar por su vida, porque él no tendría piedad alguna hasta haberlos capturado y hacerles pagar todo lo habían hecho.

><><><><>< 

Todo lo que restó del día hasta que cayó la noche fue que Steve se la pasó descansando en aquel camarote con la compañía del joven Peter.

No pasó mucho tiempo para que ambos iniciaran una conversación del todo agradable. Hubo un punto en el que Peter completamente abierto y quitado de la pena fue que le comenzó a relatar a Steve sobre su triste y doloroso pasado. El como el capitán Anthony lo había salvado del horrible futuro que le deparaba, el cómo le había dado un nuevo propósito en la vida y el cómo apenas estaba en formación para convertirse en un vengador.

Steve se había molestado un poco con todo aquello y se lo hizo saber al joven. ¿Qué Tony no tenía otra manera de instruir a un joven que enseñándole a robar? Eso estaba demasiado mal, sin embargo, la respuesta del inteligente chico le sorprendió bastante.

“No somos simples ladrones, tenemos un propósito. Pero se dará cuenta de ello más adelante”. Aquella respuesta tan más confusa no se la esperaba el rubio, pero decidió dejar el tema de lado y conversar con el muchacho acerca de cosas más agradables.

Aunque no lo quisiera admitir, aquel joven pirata le comenzaba a caer muy bien, no solo por su simplicidad, curiosidad e inocencia, sino porque también mostraba carácter, determinación, y lo que él podría identificar como sentido de justicia (cosa irónica al ser parte de aquellos piratas).

Fue así como terminó el día, con el joven castaño despidiéndose para dejarlo completamente solo en aquel cuarto.

Estando ya recostado en aquella cama, mirando hacia el techo de madera, fue que pudo analizar con más tranquilidad todo lo que estaba ocurriendo.

Necesitaba respuestas y sabía que no las iba a obtener solo. Necesitaba salir y encontrarse con aquellos rufianes para hacer el intento de poder conversar con ellos y que le dijeran siquiera el que pensaban hacer con él. Quería agotar todas las posibles posibilidades antes de tener que dirigirle la palabra a aquel deshonesto capitán, que hasta hace nada consideraba un gran y buen amigo.

Le dolía, a pesar de que trataba de ocultar su decepción con enojo no podía engañarse a si mismo con la cruda realidad. El único propósito de Tony y Natasha había sido acercarse a ellos para seguramente obtener la información que necesitaban y atracara a aquellas poderosas familias con facilidad y él como un vil imbécil les había dado todos los datos que necesitaban, confiando en ambos y dejándose cegar por la estúpida ilusión de que probablemente había conseguido verdaderos amigos.

Sentirse traicionado sin duda alguna se sentía mal, muy mal, pero él sabía más que nadie que debía dejar de lamentarse. Lo mejor sería que comenzara a actuar, pero  ¿Cómo?

Era algo bastante difícil si lo pensaba con claridad. Se encontraba en un barco lleno de piratas enemigos que no lucían para nada débiles, al contrario, a simple vista se notaban sus gran determinación y habilidad para atacar. Por Dios habían robado a quién sabe cuántas familias ¡en una sola noche!, definitivamente no debía subestimarlos.

Y había otro punto, en el dado caso que pudiera escapar, en el dado caso que pudiera escabullirse y tomar uno de los pequeños botes con los que contaba la embarcación, ¿A dónde iría? No tenía siquiera la más mínima idea de donde se encontraba ni hacia donde se dirigían y lamentablemente él no sabía navegar. Era una de las cosas que no fueron instruidas con constancia en su educación como caballero, ya que la mayoría del terreno que abarcaba era en tierras firmes. Con trabajos y se había subido a un barco, por lo que si tomaba un bote no sabría ni para donde ir y la idea de quedar perdido en el infinito océano sonaba muchísimo más terrorífica. Por lo que con un suspiro resignado fue que lentamente cerró los ojos hasta caer en un profundo sueño.

 ><><><><><

Los vengadores ya reunidos nuevamente y tranquilos sabiendo que el rubio caballero dormía y no los interrumpiría fue que retomaron el tema en el que se habían quedado.

Tony ya había establecido que Steve se quedaría ahí con ellos por tiempo indefinido, sin dejar a nadie más quejarse al respecto de su decisión y advirtiendo que si le llegaban a hacer una mala cara, se las tendrían que ver con su capitán. Esta última advertencia fue casi innecesaria, ya que el castaño sabía cómo su tripulación estaba conformada por buenas personas, eran sus amigos después de todo.  También todos fueron conscientes que no debían de mantener la guardia con Steve tan alta, ya que lo que menos querían era que el rubio se sintiera como un prisionero, sin contar que el hombre no podía hacer mucho al respecto con su situación.

Dejando ese tema de lado pasaron a otras cosas más importantes, como lo era el figurar quien había sido la persona que los había delatado y también aquel sujeto misterioso que había aparecido de la nada para acabar con la vida del capitán Anthony.

No fue muy difícil el sacar la conclusión para poner a Obadiah Stane como principal sospechoso. Él era el único que sabía de sus ataques, él era el único que conocía todo el plan, él era el único que sabía en qué barco partirían, no había mucho que argumentar respecto a los hechos, y no solo eso, sino que también ya había mostrado su ruin y verdadera cara, por lo que una traición de parte de él no extrañaría del todo a los piratas.

Tony quería negarse a pensarlo, pero él estaba también seguro de que se trataba de Obadiah, más que nada porque aquella silueta negra, a pesar de estar totalmente cubierta, se le hacía bastante familiar.

¿Y qué era lo que harían? Ya no podrían regresar a la capital para asegurarse de que aquel viejo cerrara la boca, pero al mismo tiempo y conversando entre todos se dieron cuenta que no iba a ser realmente necesario aquello. Ellos a pesar de todo habían logrado escapar y solo bastaba con no volver a pisar la capital nunca más para dar aquel tema por cerrado y pasar de página.

Natasha con aquel acuerdo de no volver a viajar nunca más a la capital fue que se le hizo un fuerte nudo en el estómago. Aquello entonces ya sería completamente definitivo. A pesar de que ella sabía que sus probabilidades de volver a ver a Bucky eran muy bajas, ahora con aquello cualquier 1% de probabilidad desaparecía por completo. Debía de comenzar a sacarse al Lord Barnes de la cabeza y mientras más pronto comenzara a hacerse la idea, todo sería mejor.

Fue así como cada grupo pasó a hacer su reporte del atraco, y como Tony ya lo había supuesto, ninguno alcanzó a robar todo lo que tenían planeado al haber sido sometidos a una persecución.

El capitán agradecía en creces que todos hicieron caso a sus instrucciones y que al haber escuchado las campanadas, no lo pensaron dos veces para salir corriendo hacia el muelle. Quien sabe, si alguno de sus tripulantes hubiera puesto el dinero y joyerías por sobre el tiempo, probablemente ellos no hubieran tenido oportunidad alguna de salirse con la suya.

A pesar de que Tony creía que él había sido el único que se tuvo que someter a un combate directo, Natasha y  Peter también tenían cosas que contar, diciendo como ellos extrañamente también tuvieron que pelear con unos cuantos oficiales, peleando con destreza y ganando rápidamente para después salir corriendo a preparar el barco.

“Este niño convierte una soga en un arma mortal, tengan cuidado con él” dijo Natasha ganándose unas carcajadas de parte de todos mientras ella acariciaba el cabellos de Peter con cariño.

Tony agradeció, felicitó y alabó a cada uno de sus tripulantes por el buen trabajo que habían hecho. Les dijo que de ahora en adelante podrían llamarle Tony, al parecer aquel nombre le gustaba más que Anthony y sin más fue que cada quien volvió a sus puestos.

El capitán antes de dirigirse hacia el timón fue que tomó a Peter de un brazo y le preguntó con lujo de detalle cómo se había encontrado Steve en todo el día. El pequeño no dijo mucho, sencillamente reportó que sus ánimos habían calmado y que se mostraba un poco, solo un poco menos a la defensiva.

El capitán se relajó con aquella respuesta y agradeció el reporte, para finalmente dejar ir al más joven.

Tony quería darle tiempo y espacio a Steve. Sabía que por ahora no era muy prudente el sentarse a conversar con él, ya que este se encontraba herido y molesto, por lo que quería dejar pasar solo un poco de tiempo para poder ganarse la confianza del rubio una vez más.

><><><><>< 

Al día siguiente Steve despertó con menos molestias en su herida, a pesar de que aún no se encontraba sanada por completo, el dolor había disminuido considerablemente. Al estar consciente se dio cuenta que había descansado y dormido de más, ya que no era precisamente la mañana, sino que el sol ya se encontraba en todo su esplendor, anunciando la tarde.

El caballero volteó a ver la mesa de madera en la cual habían estado esparcidos varios pergaminos y mapas, viendo como ahora se encontraba completamente desocupada, solo con un plato de desayuno y una jarra de agua con su respectivo vaso.

Steve instintivamente se levantó y caminó hacia aquella comida que lucia realmente apetitosa. No había tenido la oportunidad de comer el día anterior y su estómago ya comenzaba a exigirle una buena porción de alimento.

Terminó de comer y esperó un rato sentado, sin hacer nada más que pensar y divagar su mente. ¿Cómo estarían sus padres? ¿Cómo se encontraría Sharon? Probablemente molesta por la interrumpida boda y ni que decir de ambas familias, que querían consolidar el matrimonio lo más antes posible. Suspiró nuevamente, por más que quisiera no podía salir de aquella situación, o al menos no lo haría ahí sentado encerrado en aquel camarote, por lo que con mucho cuidado fue que se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta para salir y encontrarse con cosas para nada familiares.

No se apresuró y tuvo mucho cuidado con su vendaje, por lo que corrigió los errores del día anterior haciendo que su herida no se abriera como la vez anterior. Fue así como salió y subió los pequeños escalones, encontrándose con un brillante y caluroso sol, por lo que tuvo que cerrar los ojos por un momento, haciendo que estos se adaptaran poco a poco a la gran luz solar.

Caminó un poco más y se recargó en uno de los bordes del barco para apoyar gran parte de su peso y descansar un poco, ya que sabía que no debía de hacer muchos esfuerzos. Ya estando de pie, con ambos brazos descansados en el borde de madera fue que se dispuso a observar a aquella embarcación con más a detalle junto con sus tripulantes.

Era un barco muy grande, no podía negarlo, contaba con un amplio espacio de cubierta, largas y extensas velas y altos mástiles. Era imponente. A lo largo de la cubierta pudo ver grandes cajas y sacos, probablemente llenos de las riquezas que se habían encargado de saquear.

—¡Buenos días Lord Rogers! —escuchó a lo lejos como alguien le hablaba y fue que Steve volteó a todos lado tratando de encontrar al portador de aquel saludo encontrándolo después de unos segundos.

Se trataba de Peter, que se encontraba arriba de la cofa, en el mástil más alto de todos. Steve sonrió y le devolvió el saludo meneando su mano de un lado para otro. Con esto Peter se dio por bien servido y le devolvió con sinceridad la sonrisa, para después voltearse y seguir con su trabajo de vigía.

El rubio volvió la mirada a su propia altura, viendo a otros piratas pasar como lo era Bruce, junto con otro tripulante del cual no sabía su nombre pero estaba seguro ya haberlo visto en algún lado, al igual que Peter. Era un hombre de estatura promedio y cabello castaño claro, lo recordaba también porque aquel sujeto había estado a nada de dispararle una flecha, de no haber sido por la intercepción de su “capitán”.

Tanto Bruce como Clint al momento de pasar a unos metros del caballero fue que lo notaron y le dirigieron una muy ligera sonrisa y un asentimiento de cabeza, como un saludo, para sin más seguir su camino.

Steve al notar como aquellos piratas ya se mostraban más relajados con su presencia, fue que intuyó con facilidad que estos ya habían caído en cuenta que él aunque quisiera no podría escapar. Al parecer ya no lo veían como una amenaza y Steve no sabía si sentirse ofendido o tranquilo al respecto. Sin contar que gracias a su herida no podría dar lucha alguna.

El caballero continuó paseando sus ojos hasta que encontró aquella silueta que siempre le había llamado la atención. Era Tony, se encontraba de espaldas y a varios metros de él, leyendo bastante concentrado lo que parecía ser los pergaminos que habían estado antes en la mesa del camarote.

Steve lo veía tan diferente, ya no era aquel hombre vestido con ropaje de la nobleza, ahora su apariencia lucia más relajada, más libre, más despreocupada… con varios aretes y anillos adornado sus manos y orejas y portando un característico sombrero que los capitanes de piratas solían usar. Lo peor de todo es que aquella nueva apariencia le quedaba bien, demasiado bien y Steve lo único que pudo hacer fue reprimir aquel incoherente pensamiento que se instaló en su cabeza. No podía creer como Tony al parecer podría lucir perfectamente bien cualquier cosa, sin perder ni un poco su estilo, porte y distinción, a pesar de ser un pirata.

—Es bastante atractivo ¿eh?, aunque no es mucho mi estilo —se dejó oír una voz a lado de Steve, refiriéndose exactamente a la persona que el rubio había estado observando en silencio.

Steve volteó a mirar perplejo e incrédulo a aquel hombre delgado, de piel blanca, ojos, verdes y cabello negro a lado de él, sintiéndose de pronto bastante abrumado y abochornado por las palabras dichas.

—¿Q-que dices? —preguntó Steve sin creerse por completo el que otro hombre admitiera tan abiertamente aquello, después de todo, en la sociedad aquel simple comentario podría considerarse una completa aberración.

—Soy Loki, aunque a veces me pueden llamar como “el dios del engaño” —dijo el pelinegro ignorando por completo la pregunta anterior, para sonreír maliciosamente y después tenderle la mano a Steve.

—Steve Rogers, un placer —dijo Steve correspondiendo el apretón de manos. Por alguna extraña razón aquel sujeto tampoco le parecía mala persona, solo alguien un tanto prepotente.

—Todos aquí sabemos quién eres —respondió Loki con simpleza mientras se encogía de hombros—, el capitán se ha encargado de dejárnoslo muy en claro.

Steve se reprimió un bufido que normalmente hubiera dejado escapar al escuchar el nombramiento de aquel famoso “capitán”.

—¿También ayudas al capitán con sus masivos atracos? —preguntó Steve ya sabiendo la respuesta, sintiendo la pregunta casi un tanto sarcástica.

—Todos ayudamos, el capitán de una u otra forma ha salvado a todas y cada una de las personas que ves por aquí. Incluso a mí y a mi hermano Thor, no sé qué hubiéramos hecho sin él —relató con relajación mientras también se recargaba en el borde del barco, justo al lado del caballero.

—¿Thor también es tu hermano? —preguntó de repente el caballero sintiéndose un tanto confundido al respecto.

—¡Oh! No, no, no, somos algo parecido, pero sé el por qué de la pregunta. Thor no es hermano ni de Tony ni de Natasha, de hecho nadie en la tripulación está emparentado por sangre, pero aquella solo fue una mentira que te hicieron para poder pasar desapercibidos entre los nobles y seguir con nuestro plan —soltó Loki como si nada, sabiendo que no tenía caso seguir engañando a aquel pobre caballero, después de todo ya se encontraba atrapado con ellos.

“Por supuesto” pensó Steve con resignación e ironía, sintiéndose una vez más, como un completo imbécil.

—¡Hey! No pongas esa cara, ya verás que nosotros tenemos la razón e incluso puede y quieras hacerte parte de la causa —dijo Loki sin más viendo la mirada del rubio.

—Solo con que no le muestres tu lado enfadoso y manipulador, Loki —dijo una tercera voz agregándose a la conversación.

Ambos hombres voltearon para encontrarse con a la única pirata mujer de la tripulación. Que sonreía con un poco de gracia por su comentario.

Loki sencillamente se limitó a dirigirle una cara fea a la pelirroja y una vez que notó como el ambiente había cambiado a uno verdaderamente pesado por el encuentro del caballero y la pirata fue que dejó aquello por la paz.

—Bueno, yo me retiro, tengo cosas que hacer —dijo el pelinegro y sin más se alejó de ahí, dejando a ambos para que pudieran conversar de sus propios asuntos.

De la nada surgió un incómodo y tenso silencio entre los dos. Fue hasta que Steve no pudo más con aquello que se decidió hablar.

 —Y dime ¿tu verdadero nombre es Natasha?  O como debería de llamarte de ahora en adelante —Steve sabía que eso era un tanto grosero, pero no podía evitar sentir como había sido engañado, traicionado y pisoteado.

—Solo omite el apellido héroes —dijo Natasha con pena, sintiéndose mal al respecto. Steve le caía muy bien y no solo eso, sino que también era el mejor amigo del amor de su vida—. Lo siento tanto Steve, nuestra intención nunca fue lastimar.

—Pues creme que lo hicieron y a grandes rasgos. No me quiero siquiera imaginar cómo se pondría Buck si se enterara —dijo Steve más para él mismo que para a la dama a lado.

—¡Te equivocas! En ningún momento fingí mis sentimientos respecto a Bucky. Confieso que mis intenciones al acercarme a él en un principio no fueron del todo honestas pero conforme paso el tiemp-

—¡Ya no digas más! no quiero escuchar más mentiras —interrumpió Steve casi gritando, exasperado, sintiéndose muy malo con todo.

Todo era reciente y el rubio se encontraba renuente a aceptar cualquier tipo de explicación, por lo que Natasha simplemente lo miró con tristeza, esperando que algún día ella y su capitán pudieran ser perdonados y que ella con el tiempo pudiera demostrarle a Steve que su amor hacia Bucky era real, lo más real que ella había sentido en su vida.

—Regreso al camarote, me siento cansado —y con aquella excusa barata fue que Steve se retiró de ahí, con el ceño fruncido, dejando a la pelirroja sin más palabras que decir.

Notas finales:

Perdón por tardar, pero no es un pretexto jaja mis gatos me descompusieron mi computadora y dure dos semanas para recuperarla. Por fin la tengo! Y tengo que comenzar a escribir porque me quedan pocas vacaciones.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).