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Forbidden heart por hannastony

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Tony decidió que ya había tenido suficiente por esa velada. No quería demostrarlo, pero muy dentro de su ser se sentía en exceso frustrado al ver como las cosas no habían salido tan bien como él quería.

Está bien, en cierta parte también debió de haber calculado que su plan de simplemente robarse al rubio caballero por toda la noche no era de lo más lógico y racional. Más aun teniendo en cuenta que esta celebración en específico era para celebrar su nuevo compromiso con la tal Lady Sharon. Era obvio que el rubio estaría en compañía de aquella mujer todo el tiempo, hasta un niño lo hubiera intuido….. No obstante, sí que le frustraba que ni siquiera hubiera podido tener una mínima conversación con aquel apuesto hombre.  Pero esto no se iba a quedar así, estaba más que seguro que esto no se iba a quedar así, después de todo, ya había quedado con su tripulación que él mismo se encargaría de volverse cercano a aquel caballero y él era un hombre de palabra, pero sabía que debía tener gran paciencia y esperar, por lo que su jugada había terminado por ese día, de igual forma, no le apetecía el relacionarse con más personas de la nobleza, de eso ya se habían encargado sus demás compañeros.

Sin más se dedicó a buscar a Thor por todo el lugar, encontrándolo muy bien acompañado de lo que parecían tres damiselas hijas de poderosos nobles, mostrándose como el centro de atención mientras platicaba cosas que hacia sonreír y sonrojar a las damas del todo hechizadas por sus encantos.

Se acercó del todo galante a su amigo sin importarle un poco el interrumpir la conversación que este estaba llevando acabo.

—Vaya vaya hermano mío, llevo buscándote por todo el lugar, nunca pensé que estuvieras rodeado de tan buena compañía —comentó Tony una vez estando lo suficientemente cerca colándose entre aquel pequeño círculo social y mostrando su encantadora sonrisa a las damas que se le mostraban, viendo como estas reaccionaban con un ligero sonrojo mientras una que otra escondía el rostro en su abanico del todo encantadas y apenadas.

—¡Tony! permíteme presentarte a estar hermosas damas que me hacen dichoso con su compañía —dijo Thor con una enorme sonrisa, introduciéndole a Tony cada una de aquellas damiselas más que nada para seguir el juego, sabiendo perfectamente que su capitán no estaba interesado en ello.

Tony fingió interés y comodidad, mostrándose del todo “atento” con aquellas jóvenes damas mientras se unía a la conversación trivial que habían estado manteniendo con Thor. Intercambió unas cuantas palabras, solo hasta que tuvo la oportunidad de acercarse al oído de Thor muy discretamente y susurrarle un “larguémonos de aquí” dándole entender al fortachón que no solo se refería a aquel pequeño círculo social, sino a toda fiesta en sí.

Thor asintió muy ligeramente, comprendiendo a la perfección para seguidamente girarse a las damas y disculparse con entera cortesía, excusando que él y su hermano tenían asuntos que atender y que debían retirarse por aquella noche.

Las damas al instante mostraron sus rostros del todo afligidos al haberla estado pasando más que bien en la compañía de aquellos caballeros tan apuestos. Sin embargo sus rostros cambiaron al instante al sentir como aquellos hombres las tomaban de la mano y les besaban el dorso, una por una, viéndose del todo embobadas por aquellos hombres que se mostraban tan galantes y encantadores.

Con esto hecho fue que Tony y Thor se retiraron de ahí, buscando ahora a la última integrante de la tripulación que se encontraba en aquel baile de máscaras. Mala fue su suerte al no encontrarla de buenas a primeras, Tony decidió que lo mejor era que la buscaran juntos, ya que si se llegaban a separar para poder encontrarla podrían terminar perdiéndose de vista nuevamente, no obstante, la pelirroja parecía haber desaparecido, no se encontraba ni en la pista de baile, ni en la barra de aperitivos, ni en los lugares concurridos en los que se encontraban la mayoría de los invitados.

—Maldita sea Natasha, ¿dónde te has metido? —susurró Tony para sí mismo un poco desesperado por no encontrar a la susodicha.

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Después de haber acabado de bailar unas cuantas piezas con el joven James Barnes fue que Natasha le sugirió al apuesto caballero el irse a conversar a un lugar menos concurrido, saliendo de la enorme pista de baile y del salón para irse a uno de los jardines que se encontraban cercanos y sobre todo, poco concurridos, pero sin restricción alguna para que los invitados pasearan por los alrededores.

Comenzaron a platicar mientras caminaban con tranquilidad y apacibilidad hasta que se encontraron una banca cercana en la cual ambos podían tomar asiento, rodeada por una estupenda vista y por la frescura del área verde que la rodeaba. Ya estando sentados fue que Natasha se retiró por completo el antifaz, notando como Bucky la miraba del todo hechizado unos segundos, para después espabilar al notar lo ojos verdes de la pelirroja sobre él e imitarla, retirándose también su antifaz y quedando su rostros plenamente descubiertos.

Se quedaron un momento en silencio, el castaño no podía formular palabra alguna al comprobar con completa seguridad que nuevamente se encontraba frente a frente con la mujer que le movía todas sus emociones como un huracán. Mientras tanto la pirata lo miraba del todo entretenida y curiosa, expectante por las reacciones de aquel caballero que ella con sinceridad consideraba del todo atractivo.

Finalmente después de unos segundos fue que Bucky pudo comenzar la conversación, controlando sus nervios con toda la fuerza que pudo y mostrándose más relajado para poder hacer sentir cómoda a la mujer de sus sueños en su compañía.

—Pensé que jamás te volvería a ver —dijo Bucky con voz serena y llena de tranquilidad al saber que ese pensamiento que había tenido era de lo más erróneo, sintiéndose dichoso porque el destino decidió juntarlos una vez más.

En algún punto de la velada ambos habían decidido dejar atrás todas las formalidades, por lo que ya se hablaban con toda la confianza posible y eso tenía más que feliz a Lord Barnes. Natasha por su parte estaba acostumbrada a tutear a todo mundo, ella no era realmente una dama de la nobleza por lo que para ella era machismo mejor el dejarse de formalidades, y el notar que a aquel castaño le encantaba la idea solo hacía que a la pelirroja le gustara aún más.

—Te dije que yo te buscaría, y soy una mujer que siempre cumple —respondió Natasha con una ligera sonrisa mostrándose del todo sensual al no apartar ni un solo instante su intensa mirada verdosa de los ojos azules de James Barnes.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó Bucky un tanto curioso, dejándose llevar por el ambiente que esta le transmitía

—Vamos Bucky, no fue del todo difícil —respondió Natasha ensanchando su sonrisa y convirtiéndola en una divertida—. Prácticamente me confesaste varias cosas aquella noche en la taberna y no hay ni una sola persona en toda la capital que no conozca algo acerca del joven Lord Barnes.

Bucky cambio su semblante a uno sorprendido. No recordaba haber confesado tanto, pero debía de admitir que lo mejor no era confiar en su memoria de borracho que en ratos le daba malas juagadas. Natasha al ver sus ojos algo preocupados y sorprendidos fue que no pudo aguantar la risa que se le escapó. Era del todo entretenido el ver las reacciones que el joven castaño tomaba con cada una de sus palabras.

—De hecho, debo admitir que me sorprende bastante que me recordaras. Al haber estado ebrio llegué a considerar que ni siquiera podrías rememorar a aquella chica pelirroja que conociste casualmente en un bar de mala muerte. —confesó Natasha aún más divertida sabiéndose del todo deseada por aquel hombre, ella tenía claro que sí la recordaría, raro hubiera sido que no. No obstante, le encantaba ver sus respuestas.

Bucky al escuchar esas palabras cambió completamente su semblante a uno serio y audaz, tomando las manos de aquella pelirroja entre las suyas, sintiendo la seda de aquellos guantes que le quedaban a la perfección a la dama frente a él.

—Jamás podría olvidarme de alguien como tú —confesó Bucky sin pensárselo dos veces mientras veía con decisión a la hermosa mujer frente a el—, eres única, eres la mujer más increíble que he tenido la dicha de toparme, sin contar que eres la mujer más hermosa que mis humildes ojos han podido presenciar.

—¿Eso le dices a todas? —preguntó Natasha sin dejar de lado su sonrisa, lamentablemente aunque no quisiera admitirlo, le gustaba mucho aquel joven frente a ella, y disfrutaba de sus halagos como no lo hacía con ninguno otro caballero.

—Por supuesto que no —contestó rápidamente Bucky del todo nervioso y apretando aún más el agarre que tenía en las delicadas manos de la dama—. Bueno está bien, confieso a veces halago la belleza de algunas cuantas damas— dijo un tanto apenado mientras desviaba un poco su mirada pero en unos instantes se recompuso y la volvió a posar en aquellas gemas verdes—. Pero creme cuando te digo que tú eres completamente diferente. Nunca había conocido a una mujer tan hermosa, divertida y genuina como tú. Sé que no nos conocemos mucho pero me encantaría poder hacerlo y si me lo permites, cortejarla a usted, mi Lady —dijo cambiando sus últimas frases en tono formal para tomar una de las manos que estaba sosteniendo y dedicarle un muy delicado beso por encima de aquel guante.

Natasha estaba más que satisfecha con las palabras de aquel hombre. Era justo lo que ella quería escuchar y el que se lo dijera de aquella forma la hacía sentir de cierta forma ¿feliz?. Sabía que ese sentimiento no era del todo correcto. Él era una misión, ni más ni menos, pero no podía evitar como su corazón comenzaba a retumbar en su pecho lleno de dicha e ilusión por aquellas palabras pronunciadas.

—Seria todo un honor el poder conocerlo, mi Lord —Natasha siguió con el jueguito de formalismo mientras lentamente se acercaba cada vez más al hombre frente a ella, sin dejar de conectar su mirada con la azulada.

Bucky por su parte se quedó petrificado. La distancia estaba siendo acortada cada vez más por aquella mujer tan más sensual y él sentía que en cualquier momento se le saldría el corazón del pecho. Sus latidos irregulares surgieron con más intensidad y sus labios no podían formular palabra alguna al sentirla cada vez más cerca de él hasta que sus cuerpos ya se encontraban completamente pegados.

Sintió el olor a rosas silvestres de aquella dama con más intensidad y al verla tan sugerente, tan sensual, tan atrevida, tan erótica, fue que no pudo evitar el posar una mano por detrás de su cintura, acercándola y pegando aún más sus cuerpos sintiendo como el calor se comenzaba a hacer presente.

Natasha por su parte posó una de sus manos en el hombro de aquel Lord, y sin pensárselo dos veces fue que se fue acercando a esos labios rosados, un tanto entreabiertos que se mostraban listos para ser besados. No obstante a Natasha le gustaba jugar y se quedó a milímetros de la boca ajena, sintiendo su freso aliento mientras se relamía levemente los labios.

Bucky no pudo resistir más, eso era demasiado tentador para alguien como él y sin importarle nada más fue él quien terminó de acortar la distancia entre sus labios. Besando con urgencia a aquella mujer la cual había querido besar desde el primer instante en el que cruzaron miradas en aquel bar.

Para ambos fue un momento único, magnifico, inmejorable. El corazón de Bucky nunca se había sentido tan alborotado por un simple beso y aunque Natasha lo siguiera negando ella se encontraba en las mismas condiciones. Ella había besado a  infinidad de hombres, pero nunca se había sentido de aquella forma tan especial que solo aquel joven Barnes le hacía sentir. Sus labios sabían exquisitos y el mismo pensamiento fue el que cruzó por la mente de Bucky a la vez de que intensificaba un poquito más aquel beso, moviendo sus labios con más necesidad de sentir por completo a aquella autentica mujer.

Natasha inmediatamente correspondió al ritmo más apasionado e incluso sintió como se comenzaba a acelerar. Estaba a punto de comenzar a meter su lengua en juego para probar la del contrario con exquisita dulzura cuando escuchó como un carraspeo bastante fuerte y ajeno a ellos los sorprendía.

Instintivamente ambos por instinto se separaron al escuchar aquello, girándose en cuestión de segundos para poder admirar a la persona dueña de aquel carraspeo que los había interrumpido tan abruptamente.

—Vaya, al parecer la fiesta está más animada por aquí —comentó el capitán Anthony con una sonrisa mientras admiraba aquella parejita del todo sorprendida por su presencia.

El joven Barnes se mostraba del todo confundido, sin poder reconocer a aquel guapo hombre con barba de candado, sin embargo sí que sentía que ya lo había visto en algún lugar. Natasha en cambio solo rodó los ojos con fastidio viendo que solo se trataba de su capitán. En seguida de esto fue que ella se paró del banco donde estaba sentada y tomó de la mano a Bucky para que él también se parara y juntos se acercaran a Anthony.

Ya parados fue que ambos notaron una presencia extra en el lugar, se trataba de Thor que se había mantenido atrás del capitán con una sonrisa sin poder contener la gracia que la situación le causaba.

—No te preocupes Bucky, solo son mis impertinentes hermanos. —comentó Natasha dirigiéndose a Bucky con una mirada tranquilizadora.

—¿Eh? ¿Solo tus impertinentes hermanos? Deberías de mostrar más respeto ante tu hermano mayor pequeña —respondió Tony sin ni una pizca de seriedad en su voz.

Bucky simplemente se quedó del todo impactado ante la situación mientras miraba como aquellas tres personas intercambiaban palabras con excesiva familiaridad. Primeramente se sorprendió por la naturalidad con la que se dirigían, se dejaban de formalismos y parecían del todo relajados y después se sorprendió porque aquel que se hacía nombrar el hermano mayor no mostrara ni una pizca de enojo al verlo. Vaya que si él se hubiera encontrado a su hermana menor besándose con un desconocido ya lo estuviera ahorcando.

Esta fue más que nada la principal razón por la cual a Bucky instantáneamente le agrado el hombre que tenía frente a él. Entre los nobles era muy difícil encontrarse personas con las cuales congeniar y sobre todo sentirse relajado y al parecer esa familia iba a ser de las excepciones.

Bucky no tardo casi nada en sentirse cómodo en aquella reunión familiar y con rapidez fue que Natasha lo pudo incluir en la conversación, presentándolos formalmente e intercambiando una que otra información acerca de sus familias.

Fue en aquella conversación que Bucky recordó por completo a aquel hombre castaño con coleta. Él había sido el mismo hombre con el que Natasha había bailado en aquella taberna y por el cual había sentido en un principio considerable celos, pensando que era la pareja de su pelirroja, notando ahora lo equivocado que estaba con ello.

Con esto dado por hecho fue que se sintió aún más cómodo entre aquella conversación, todo este tiempo sin soltar la mano de su Lady.

Duraron un pequeño rato más conversando entre todos, solo hasta que Tony le dijo a Natasha que era hora de irse y disculpándose con el joven Barnes por su retirada.

—Me gustaría invitarlos a mi aposento el día de mañana —dijo Bucky antes de que se retiraran la familia Héroes—. Si no consideran del todo apresurada mi invitación, mi familia en estos momentos no se encuentra por los alrededores, pero me haría muy grata su visita a mi hacienda, preparare el mejor banquete para ustedes —continuó Bucky a la vez de que miraba expectante a cada uno de los susodichos, en especial al castaño llamado Tony, ya que suponía que él era la autoridad y él seria el que debía de aceptar o rechazar.

—Vaya, me es muy grata su invitación joven Barnes. Ahí nos presentaremos con gusto —respondió Tony del todo complacido mientras hacia una reverencia y se retiraba junto con Thor. 

Natasha se despidió de igual forma, con una simple reverencia hacia su Lord y con una sonrisa para después seguir a su “hermano mayor” y tomarlo del antebrazo.

Bucky solo se quedó estático, mirando a aquella singular y excesivamente agradable familia retirarse de su vista lentamente. Al parecer lo increíble de Natasha lo había heredado de familia. El encontrar a otra familia noble que le gustara divertirse realmente, que no se tomara las cosas tan seriamente y que no se mostrara con la estúpida hipocresía era algo que no todos los días se veía. De verdad le interesaba más conocer a la familia de su chica especial y con ello demostrar que iba en serio con ella.

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—Sí que eres rápida Nat —dijo Tony divertido mientras se acercaban cada vez más a la salida en busca de sus demás compañeros—. Ya ni Thor.

—Eso era lo que querías ¿no? Que comenzáramos a formar relaciones —respondió la pelirroja con tono arrogante.

—Bien hecho. Esa invitación a comer puede resultar muy conveniente para nosotros y más ahora que he tomado una decisión —respondió Tony mientras miraba al frente.

Natasha e incluso Thor tuvieron ganas de saber cuál era aquella decisión, pero el capitán no mencionó nada más al respecto, por lo que supusieron que lo diría ya frente a todos.

Al momento de salir se encontraron con aquella carroza que supuestamente era suya y a Clint junto con Peter del todo aburridos, esperando por su llegada.

—Por fin llegan, terminamos los nuestro desde hace rato y ya me estaba hartando de esperar —comentó Clint mientras se acomodaba mejor en su puesto de cochero y viendo como Peter bajaba rápidamente para abrirles las puertas.

Tony no dijo nada, solo le mostró una mirada reprobatoria para después meterse al carruaje junto con Natasha y Thor.

El camino de regreso fue del todo tranquilo y silencioso. Tony no quería gastar saliva ni escuchar las cosas dos veces por lo que había decidido juntar toda la información recabada durante la noche ya estando todos juntos.

Llegaron al lugar donde se estaban quedando, siendo recibidos por los demás integrantes de la tripulación, expectantes por las noticias que estos trajeran. A Tony no le sorprendió que estos aun siguieran despiertos, después de todo se tenían que preparar para el informe.

Una vez todos reunidos y expectantes por escuchar fue que uno por uno fue relatando lo recabado.

Clint y Peter cumplieron con su misión de investigar toda la estructura del aposento de los Carter y Tony les mandó a que mañana por la mañana le comenzaran a hacer un mapa de todo el lugar, ya que sería de bastante ayuda para el atraco final.

Thor relató todo lo descubierto por aquellas amigas cercanas a Sharon Carter, como ya lo sospechaban, el dinero de los Carter no era del todo limpio. Las familias más poderosas siempre tenían cosas sucias que esconder y aquello solo les dio luz verde para poder seguir avanzando teniendo como principal objetivo a los Carter.

Natasha en cambio no tuvo mucho que aportar, la mayoría de la información que había conseguido ya era conocimiento de la mayoría por lo que no dijo mucho.

Fue al final, cuando fue el turno del capitán Anthony de hablar y de tomar la completa atención de todos.

—Escuchen bien Vengadores, he tomado una decisión —dijo con su porte de autoridad innegable ante todos—. El atraco lo realizaremos un día antes de la boda de Sharon Carter con Steve Rogers.

—¿¡En dos semanas!? ¿No le parece muy poco tiempo mi capitán? —preguntó Bruce del todo pasmado por aquella repentina noticia.

—Somos los Vengadores, dos semanas son más que suficientes para nosotros, así que tenemos que apurarnos en crear esos lazos de “amistad” y “amor ” —dijo esto último mirando rápidamente a Natasha haciéndole entender a la perfección lo que quería decir con ello para después proseguir—. Un día antes de la boda todos estarán demasiado distraídos en la estúpida celebración como para estar alertas, todo lo contrario, los tomaremos con la guardia baja y haremos nuestra jugada final. He decidido.

Con esto último dicho fue que todos pudieron ceder. El punto del capitán Anthony estaba en lo correcto y a ellos no les quedaba más que obedecer. Se discutieron unos cuantos detalles más para después cada quien irse a dormir a su respectiva habitación, decidiendo que mañana por la mañana los respectivos hermanos Héroes se prepararían para ir al hogar de los Barnes.

La que nadie notó fue que un integrante de la tripulación, Obadiah, ya se estaba cansando de todos aquellos jueguitos y de no conseguir absolutamente nada más del capitán Anthony o como él lo había conocido, del primogénito de la familia de los Stark.

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Steve después de aquel inesperado encuentro con aquel misterioso hombre no pudo disfrutar del todo el baile que había sido preparado para él y Lady Sharon. Todo el resto de la velada se la pasó acompañando a lady Sharon, saludando y presentándose a tantos nobles con apellido que para al final de la noche se le hacía difícil recordar todos y cada uno de los rostros y nombres con los cuales se había tenido que presentar.

Aunque no le gustara pensarlo de aquella forma, la noche se había tornado un tanto aburrida, sin hacer otra cosa más que comportarse cortésmente para quedar bien con completos desconocidos y por alguna extraña razón la compañía de Sharon no cambiaba mucho su sentir respecto aquel evento sin nada de especial.

También había otro cambio que notó con respecto al encuentro de aquel castaño con coleta. Después de haberse retirado, Sharon no se había separado siquiera un instante de él, con el simple hecho de resaltar que ni siquiera lo había soltado del antebrazo en toda la noche, jalándolo para que la siguiera y colgándose de vez en cuando en su fuerte brazo, manteniéndose completamente juntos. No es como si a Steve le molestara esa actitud tan repentina que había invadido a la bella rubia, solo le parecía un tanto extraño aunque decidió restarle la completa importancia.

Afortunadamente no volvió a ver por los alrededores a aquel hombre que se hacía llamar Tony Héroes. Estaba seguro que si lo volvía a ver aunque fuera de lejos instantáneamente se comenzaría alterar y los rápidos latidos de su corazón volverían. No le gustaba, no le gustaba para nada lo que aquel hombre provocaba en su ser y suponía que lo mejor para él era mantenerse alejado de ese hombre tan mas misterioso que solo le revolvía el estómago y provocaba estremecimientos en su cuerpo con una simple mirada.

Después de lo que fue un largo tiempo pudo encontrarse nuevamente con su mejor amigo. No había visto a Bucky por lo alrededores y le alegraba finalmente encontrarlo en una esquina tomando de su copa y con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

—Iré un momento con Bucky —comentó Steve en un susurro a su prometida a lo que ella sonrió con ternura.

—En un rato te acompaño —fue lo único que dijo Sharon  mientras lo soltaba y le permitía un tanto de espacio personal con su mejor amigo.

Steve agradeció enormemente aquel gesto, después de todo Sharon había permanecido a su lado todo el tiempo y el pensaba que esa no iba a ser la excepción.

Al irse acercando cada vez más fue que Bucky notó su presencia y ensanchó aún más su sonrisa al ver a su hermano del alma.

—Hey Bucky, no te había visto por los alrededores —dijo Steve con casualidad una vez ya cerca de él para después cambiar a una mueca un tanto curiosa—. ¿Y Lady Yaritza? Se supone que estaban juntos…

—Olvídate de eso Steve… —respondió Bucky retándole importancia para nuevamente volver a su enorme sonrisa—, no tienes la más mínima idea de a quién me encontré en este baile de máscaras —dijo ahora con tono muy sugerente a la vez de que formaba una sonrisa maliciosa en su rostro.

—Mmm… déjame adivinar. ¿A la chica pelirroja de aquel bar? ¿Natasha? Si no me equivoco —respondió Steve con simpleza y gracia notando como el rostro de su amigo de descomponía en completa extrañez.

—¿¡Cómo lo sabes!? —preguntó del todo impresionado porque su amigo le atinara a la primera.

—Digamos que yo también me encontré con alguien que ya había visto con anterioridad en aquel bar y ese alguien era el que estaba acompañando a tu chica “ideal” —respondió el rubio tratando de no meterse mucho en el tema, después de todo no le agradaba mucho el tener que hablar de aquel apuesto hombre. Le hacía sentir extraño.

—¿Tony? ¿Así que tú también ya lo conoces? —preguntó un animado Bucky viendo como Steve en serio trataba de restarle importancia al asunto.

—No lo conozco, solo me lo encontré por casualidad, aunque él no me reconoció en lo absoluto —respondió el caballero en un suspiro sintiéndose un tanto preocupado por la situación—. Escucha Bucky, si ellos nos reconocen y se dan cuenta que fuimos nosotros los que estábamos en aquel bar de mala muerte aquella noche podríamos tener problemas —confesó parte de su preocupación mientras veía como Bucky se relajaba aún más.

—Si eso es lo que te preocupa Steve déjame decirte que estas atrasado. Natasha me reconoció al instante y creo que ellos ya saben quiénes somos —contestó Bucky con simpleza mientras se encogía levemente de hombros. Con esto vio como la cara del rubio comenzó a transformarse en una de espanto por lo que se apresuró a aclarar—. No hay nada de qué preocuparse Steve, esa familia resulto ser muchísimo más agradable de lo que pensaba. Vamos, ¡son como nosotros! Ellos también son nobles que de vez en cuando les gusta disfrazarse como plebeyos y salir a divertirse de verdad. Parecen ser muy buenas personas. —finalizó el castaño mientras le enviaba a Steve la mirada más tranquilizadora que podía.

—No deberías confiar en unos completos extraños —fue lo único que atinó a decir el rubio a la vez de que se destensaba lentamente.

—Lo sé, lo sé. Es por eso que los invité mañana a mi hacienda para poder compartir un banquete y poder conocerlos un poco mejor —dijo Bucky como si aquella fuera la mejor idea del mundo.

Steve no pudo hacer otra cosa mas que suspirar pesadamente. Su mejor amigo era un terco de lo peor y sabía que con nada del mundo lo haría cambiar de opinión, más aun, al mostrarse tan intensamente interesado por aquella chica pelirroja que llevaba casi nada de conocerla. Sin embargo, no puso más trabas. Nunca había visto a Bucky tan emocionado y entusiasmando por algo como lo veía con aquella mujer. Se veía feliz y eso internamente hacia feliz a Steve también. Solo esperaba de verdad estar completamente equivocado respecto a los presentimientos que tenía acerca de aquella familia Héroes.

—Por cierto, tú también estas invitado a aquel banquete y no puedo aceptar una negativa a mi invitación —habló Bucky nuevamente mirándolo como si aquello se tratara de vida o muerte.

—Lo siento Bucky, pero yo paso —respondió Steve con seguridad. Por nada del mundo quería encontrarse con aquellos ojos chocolate que le hacían sentir mil y un cosas diferentes.

—Vaya, creo que no me escuchaste, no puedo aceptar una negativa como respuesta Steve —volvió a repetir Bucky mirando ahora al rubio con un tanto de tristeza—. Vamos hermano, mi familia está de viaje y me encuentro completamente solo en la hacienda. No me gustaría recibirlos yo solo y tú eres parte de mi familia. Además, esa chica es importante para mí y por lo mismo quiero que la conozcas bien. Necesito tu aprobación hermano —dijo Bucky ahora con una mirada de cachorrito suplicante. Había utilizado constantemente la palabra “hermano” para hacer flaquear a Steve y hacerlo sentir mal si este no aceptaba.

“Esto es vil chantaje” fue lo único que pensó Steve mientras se resignaba completamente.

—está bien, iré. Pero solo por un pequeño rato —respondió el joven Rogers sin saber porque realmente había aceptado aquella invitación.

Bucky le mostró su más resplandeciente sonrisa mientras tomaba su copa y se la bebía de un solo trago.

Steve sabía que aquello era extremadamente peligroso para su ser. Sabía que a pesar de las suplicas de Bucky él debía de haberse negado, ya que era bastante seguro que se encontraría nuevamente con aquel guapo hombre de cabellos castaños. Pero una parte de él, una muy recóndita y escondida parte de él, anhelaba con impaciencia ver nuevamente esos ojos color chocolate con miel. 

Notas finales:

Sé que ha pasado una eternidad y sé que dije que no me tardaría tanto en subir nuevos capítulos L pero realmente fui una ilusa al pensar que iba tener siquiera un poco de tiempo libre en esta carrera. Debo de admitir que incluso llegue a considerar varias veces el salirme de la carrera al ser tanta la presión y el estrés al que constantemente me sometían. ¡Pero sobreviví! Y ya estoy aquí, de vacaciones y con mucho tiempo libre para dedicárselo a ustedes y esta preciosa historia. En estas vacaciones subiré todos los capítulos que alcance a escribir y pues supongo que será de aquí a que comience el próximo semestre. Les pido una enorme disculpa y a la vez un gracias a las personitas que siguen aquí y que con paciencia me esperan. Como dije, jamás dejaría una historia incompleta así que no se preocupen.

Los amo <3 


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