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Little Things por StrawberryFF

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Notas del capitulo:

Hola! Vengo con un nuevo capítulo y espero lo disfruten.

Infinitas gracias a las que comentaron y pusieron en favoritos, se han ganado un pedazo de mi corazón ;-; <3

Se encontraba en el hospital observando a través del gran ventanal que daba hacía las cunas e incubadoras en donde reposaban bebés, unos recién nacidos y otros luchando por su salud. Así como es el caso de su pequeña SoHee quién había nacido a los siete meses de gestación por una amenaza de aborto.

Acaricio el cristal con añoranza, queriendo tomar en brazos a su bebé, su pequeño milagro, pero no pudiendo; su pequeña estaba mejor en la incubadora, protegiéndola y ayudándola a seguir en su recuperación. 

—Buenos días, señor Do. ¿Qué lo trae tan temprano por aquí? — El ya conocido doctor le preguntó queriéndole hacer plática, pues él ya sabía a qué venía, el doctor Kim llevaba el caso de su bebita.  — ¿Quiere cargarla? 

El chico de labios en forma de corazón asintió frenéticamente. El doctor abrió la puerta dejándole ingresar a la sala donde se encontraban las cunas con bebés recién nacidos, las incubadoras se encontraban en el fondo, el doctor Kim le indicó colocarse una bata y un cubrebocas antes de entrar a las incubadoras.

—Ella está bien, muy bien diría yo. Es una pequeña guerrera. — El doctor le informó mientras la sacaba para dársela en sus brazos. Tan chiquita.

—Mi bebé, mi SoHee. — KyungSoo tan sólo la abrazaba como podía, con mucho cuidado. 

La felicidad que sentía ahora mismo no la podía explicar, una pequeña lagrimita escapó de sus ojos, hacía tanto tiempo que deseaba tomar en brazos a su niña, pues cuando nació no la pudo ni ver al momento cuando ya estaba recibiendo atención médica.

— Estás tan chiquita, mi pequeña. 

Con parsimonia acariciaba sobre el cobertor a su pequeña, temiendo lastimarla. Su pequeña SoHee ahora tenía dos meses de nacida y a pesar de que hace unas noches había llorado de frustración al enterarse de que su hija estaba sufriendo de una pulmonía, debido a que sus pulmones no se habían desarrollado correctamente, eran débiles. Ahora está feliz de que SoHee se encontraba estable.

—En unos días serás libre de llevártela a casa. — Habló el doctor Kim sacándolo de su burbuja en donde estaban sólo él y su hija. — Esta pequeña ha luchado para quedarse y su recompensa está por darse.

—Gracias, doctor. Yo no sé qué hubiera hecho si no encontraba al doctor indicado para tratar a mi niña.

El doctor sonrió sintiéndose lleno de ver al chico feliz, quién me hacía muecas a la bebe que lo miraba atento con esos grandes ojos que había heredado. Una enfermera se acercó al ojón pidiéndole entregar a la bebé, pues la podrían de vuelta en la incubadora.

—Por favor, dejémonos de formalismos. — El doctor Kim dijo amigable. —Kyung, deja de ignorarme. Nos conocemos de hace años, lo mejor sería tratarnos como amigos, como conocidos. 

KyungSoo tan sólo suspiró dándole una última mirada a su hija, y un pequeño beso en su cabecita.

—Doctor Kim...

—JongIn, llámame JongIn. — Ambos ya se encontraban en uno de los pasillos del hospital, alejados de las habitaciones.

—Escucha — Interrumpió el adorable chico. — Estoy casado ahora, con el padre de mi bebé y soy feliz con él.

El doctor sintió su corazón encogerse un poco cuando el contrario levanto su mano mostrando el anillo en el dedo anular izquierdo. 

—Lo sé y no quiero arruinar eso. Sé que eres feliz. Y si tú eres feliz no me queda más que aceptarlo y apoyarte. — Al contrario de lo que imaginó KyungSoo, el doctor confesó. — Yo ya he dejado lo que siento por ti a un lado si eso no te hace feliz. Tan sólo quiero que quedemos como amigos, ¿está bien si regresamos a como éramos antes? 

KyungSoo se quedó pensándolo detenidamente, aquel chico lo había estado acosándolo pidiéndole una cita desde que lo conoció en la universidad. Sin embargo, siempre se había negado al no corresponder sus sentimientos y por no querer dañar su amistad. Pero ahora que lo pensaba, extrañaba su amistad con él, la cercanía que tenía y, por supuesto, el sentimiento de tener un buen amigo.

KyungSoo se preguntaba cómo le estaría yendo a BaekHyun, después de su partida no volvió a contactarse con él.

Más tarde Kim JongIn lo invitó a tomar un café en su hora del almuerzo en una cafetería cercana al hospital al aceptar reanudar su amistad. Si bien el moreno ya no parecía acosador como antes, ahora le daba su espacio como siempre debió de haber sido. Él pidió un frapuccino mientras el doctor optó por un americano.

—Hace mucho que no sabía de ti, te perdiste después de que abandonaste la universidad. — El moreno optó por comenzar una conversación, siendo cuidadoso con sus palabras.

—Oh, sí. Ocurrieron muchas cosas en ese entonces y tuve que dejar la universidad.

—Como... ¿Casarte? 

El pequeño se atoró con su bebida y empezó a toser siendo discreto, no quería llamar la atención de toda la multitud que frecuentaba la cafetería.

—N-no, nada de eso. Fueron asuntos personales. A ChanYeol lo conocí después en uno de mis trabajos de medio tiempo. — Sonrió al decir eso, haciéndole pensar a JongIn cuan enamorado estaba de su esposo.

—Claro, lo conocí cuando ingresaste al hospital por una cesárea de emergencia. Parece ser un hombre totalmente adinerado, apuesto a que podría comprarte todo lo que quisieras de Pororo, ya sabes, cuando nos conocimos estabas totalmente enamorado del pingüino animado. 

KyungSoo rió y se tomó la confianza de golpearle el hombro a modo de juego, justo como lo hacían en la universidad antes de que JongIn se enamorara de él.

—Tonto. A mi pequeña le encantará, yo lo sé.

—Le encantará porque se parece a su mami. — Dijo ganándose otro golpe por parte del ojón. — ¡Oye!

—Eso te pasa por decir cosas que no debes. —Declaró con esa mueca tan tierna que hacía cuando se molestaba de mentiras.

El doctor miró su anillo de casado con añoranza y un sentimiento que le hacía sentir su corazón un poco afligido.

—Él... ¿te ama, Kyung? — Preguntó un tanto preocupado, pues el que KyungSoo haya necesitado la cesárea de emergencia se debía a un traumatismo en el vientre, provocado por alguna caída o un golpe innecesario. Además, el dichoso esposo no había estado yendo las últimas dos semanas a visitar a la pequeña SoHee. 

KyungSoo se removió un poco incómodo en su asiento pero sonrió y asintió con cariño. JongIn sabía que había perdido totalmente ante el esposo de su gran amor.

—Y yo lo amo también — Confesó el casado. — Es difícil por lo que estamos pasando, pero yo sé que pronto encontraremos una solución a todo esto.

Si KyungSoo debía confesar, no todo iba de maravilla. 

En un principio todo estaba perfecto. Cuando le dio a ChanYeol la noticia sobre ser padres se había quedado un poco sorprendido pero no tardó en correr a abrazarlo y darle vueltas en el aire agradeciéndole por darle un regalo tan dichoso; los primeros meses de embarazo ChanYeol cuidaba de él y besaba todo el tiempo su vientre plano diciéndole que él los amaría por siempre y KyungSoo no dudaba aquello.

Al avanzar con los meses de gestación parecía que ChanYeol se hacía aún más cariñoso, no fue hasta que cumplió el quinto mes de gestación que el alto le propuso matrimonio y en una ceremonia discreta pero romántica se juraron amor eterno frente a el juez, su familia y la bebé que descansaba y seguía creciendo en su vientre. Ese día ChanYeol se aseguró de demostrarle el anhelo y cariño que le tenía a sus dos amores en una velada romántica.

La bebé crecía y parecía que el amor de ellos lo hacía en conjunto. A menudo el alto llegaba con regalos y con un inmenso amor del trabajo mientras abrazaba por la espalda a su esposo y acariciaba el vientre abultado de seis meses mientras él cocinaba la cena para su amado gigante, todo parecía un sueño del que jamás querría despertar. El haber esperado a ChanYeol el suficiente tiempo había dado sus frutos.

Sin embargo, cuando estaba cumpliendo los siete meses de gestación su esposo parecía frustrado por algo y él no sabía el por qué. Constantemente en las noches cuando ambos ya se encontraban acostados en la cama, KyungSoo abrazaba a su esposo y besaba su rostro tiernamente intentando hacer algo por él, a lo que ChanYeol sólo respondía con un Perdóname, bebé. Estoy bien, todo va a estar bien. Sin saber KyungSoo a qué se refería.

El menor se encontraba feliz de su matrimonio, pero ChanYeol parecía perdido esos últimos días y no sabía el por qué. Un día tuvieron una fuerte discusión en donde KyungSoo frustrado le preguntó la razón de su reciente actuar pero el contrario se negó a decir palabra alguna, diciéndole que aquello no le importaba y que lo dejara en paz. Al querer acercarse, el embarazado recibió un empujón en donde su vientre golpeó con el borde del tocador de su cuarto generándole un terrible dolor que terminó en ChanYeol conduciendo a toda velocidad al hospital y al llegar fue ingresado de inmediato a una cesárea de emergencia.

Al nacer la pequeña SoHee tuvo problemas de salud al ser prematura, al parecer tenía problemas en sus órganos, siendo los pulmones uno de ellos pues no se habían desarrollado completamente. ChanYeol se mantuvo con KyungSoo en todo momento, preocupado por su primogénita; sin embargo, la situación entre ellos no se arregló, pues la salud de la bebé era primero. 

Hace dos semanas ChanYeol se había ido de viaje de negocios, regresaría la próxima semana y para ese entonces espera poder hablar con su esposo y ayudarle en lo que le molesta para que las cosas vuelvan a la normalidad.

Al menos eso era lo que esperaba.



🔷🔷🔷



El pequeño HanSol era de todo menos tranquilo.

Con sus dos años recién cumplidos era un bebé andante y explorador, le gustaba caminar por todos lados. Sus risas siempre se escuchaban por toda la villa acompañadas de los pasos que resonaban por todo el lugar. A menudo corría hacia SeHun quien no se cansaba de jugar con el pequeño, haciéndole cosquillas logrando que el alegre ambiente se contagie a todos los trabajadores de ahí.

BaekHyun cada día se sentía más enamorado de su sencilla vida, y qué decir de su pequeño, se sentía orgulloso. HanSol era tan inteligente como  su padre, mientras que de él había heredado la dedicación y el esmero que le ponía a todas las cosas que hacía. De ChanYeol la actitud alegre y una personalidad acogedora.

Al cumplir los tres años, HanSol era todo un hacedor de travesuras las cuales eran tan ingenuas que hacían reír a SeHun un par de minutos, a veces hasta el rubio era cómplice de sus travesuras. El oír los pasitos corriendo por el piso de madera llenaba de felicidad a BaekHyun, ésta yéndose cuando un HanSol embarrado de lodo de pies a cabeza después de haber ido a jugar al jardín llegaba diciéndole que tenía hambre. 

Su pequeño era amante de la naturaleza y en vez de estar viendo dibujos animados en la televisión prefería salir a ayudarle en la recolección de frutas o el riego de ellas, hasta alimentar a los animales de la villa. Además era amante de los cuentos de príncipes y princesas, siendo sus personajes favoritos los animales parlanchines que nunca faltan en los cuentos infantiles que su mami le leía cada noche antes de dormir.

Una noche HanSol se mantuvo con fiebre alta y vómitos preocupando de sobremanera a BaekHyun. SeHun rápido tomó cartas en el asunto tomando en brazos al niño llevándolo a la camioneta diciéndole a BaekHyun que lleve lo necesario para pasar la noche en el hospital.

El doctor les había informado que HanSol tenía una fuerte infección en el estómago, por lo que debería permanecer internado al menos dos días. Sin embargo, el mantener a su hijo en el hospital tenía un costo el cual no era precisamente bajo; si bien ChanYeol seguía depositándole dinero cada mes, mas él no lo había tocado ni una sola vez. Actualmente contaba con un trabajo en una tienda del pueblo en donde ganaba lo suficiente para ambos, pero el costo del hospital rebasaba sus ganancias.

—Yo lo pagaré. — Escuchó decir a SeHun.

—Hun, no. No tienes por qué.

—Yo quiero hacerlo, además, ¿con quién jugaré si HanSol no se recupera? —BaekHyun le sonrió con sinceridad.

—Gracias, no sé cómo pagarte todo lo que has hecho por nosotros. — Avergonzado aceptó. SeHun siempre gastaba su dinero en ellos y de alguna forma ya no quería que lo hiciera, él era la madre de HanSol.

—No tienes por qué hacerlo, lo hago porque yo quiero mucho al pequeño HanSol.

—Estoy muy preocupado. — Confesó BekHyun. El menor le rodeo los hombros mientras él se acurrucaba en su pecho dejándose al toque del rubio.

—No te preocupes, verás que todo saldrá bien. — Besó delicadamente la frente contraria.

El doctor les indicó cuando ya tenían permitido entrar a la habitación asignada, toda la noche ambos se quedaron cuidando del pequeño. BaekHyun sentía una opresión en su pecho al ver a su pequeño hijo con una intravenosa en uno de sus brazos, como le gustaría que no estuviera en esa situación.



🔶🔶



—¿Mami? — BaekHyun levantó la mirada a su pequeño quien lo miraba con esos grandes ojos tan inocentes, dejó de hacer lo que estaba haciendo para prestarle atención a su hijo.

HanSol había amanecido mejor, la intravenosa con el medicamento había ayudado que sus defensas lo aceptaran y así recuperarse más rápido.

—¿Sí, mi amor? — HanSol gateo sobre la cama hasta donde la intravenosa le permitió y se acurrucó en su madre.

—¿Y mi tío Hun? — El castaño sonrió, su hijo estaba muy encariñado con SeHun.

Al despertar el niño no había preguntado nada sobre el rubio, hasta se le había hecho extraño, pero sabía que en algún momento del día su curioso hijo preguntaría por su tío favorito.

—Oh, él tuvo que ir a la villa para seguir cuidando que nadie vaya a robar la casa. —BaekHyun observó el tierno puchero en los labios de su bebé, tan lindo. — Pero él estuvo aquí toda la noche cuidándote, incluso él fue el que te trajo, ¿no es grandioso?

El niño hizo un gesto entre decepcionado, triste y a la vez emocionado y sorprendido. BaekHyun sabía que su hijo estaba feliz de que SeHun le haya procurado aunque en estos momentos no se encuentre aquí, su hijo adoraba a SeHun.

—Él es muy bueno — Exclamó el niño recuperando su ánimo. — ¡Quiero ser como él cuando sea grande, mami!

Y como si las pilas fueran recargadas, HanSol levantó la cabeza del regazo de BaekHyun y fue de regreso a su lugar en el centro de la cama sentándose entusiasmado mientras con la sábana rodeaba su cuerpo, haciendo alusión a como cuando BaekHyun lo enrollaba en su mantita cuando era un bebé.

—¿Ah, sí? — Cuestionó divertido el mayor. — ¿Qué te gusta de SeHun? ¡Anda! Cuenta más cariño.

Estos momentos son los que le encantaban a BaekHyun. Cuando su hijo desbordaba de entusiasmo y hablaba como si las palabras se le fueran a acabar. Amaba cada cosa de su hijo.

—Pues él es guapo... ¡pero no tanto como mami! Y es bueno y él cuida de los animales, ¡es divertido! — HanSol daba brinquitos sentado mientras se emocionaba más con sus palabras. — Siempre juega conmigo y lo quiero mucho, mami.

—¿Y yo dónde quedo? — Alzando una ceja preguntó y la reacción de su hijo fue la de jugar con sus dedos, pero inmediatamente salta hacia BaekHyun abrazándolo por el cuello rodeándolo con sus bracitos.

—¡Mami es el mejor del mundo! —Chilla feliz. — Además mami es muy lindo. Mami debería estar con tío SeHun porque los dos son los mejores.

—¿A-ah qué te refieres Hannie? — Un poco desorbitado preguntó BaekHyun, a la vez confuso. 

—A que mami y tío SeHun deberían casarse.

Definitivamente eso descolocó de gran manera al castaño, ¿de dónde sacaba todo eso su hijo? Quizá se debía a que SeHun consentía de todo a Hansol o quizá a que siempre era muy cariñoso con él. 

Estaba por preguntarle a su bebé de donde había sacado tanta ocurrencia cuando se escucharon suaves toques en la puerta y está se abrió en un instante. Ambos miraron quién entraba.

—¡Ha llegado el rey SeHun! — Entro dramáticamente el rubio con una capa y una corona mal hecha de papel. HanSol no tardó en soltarse a reír aplaudiendo y BaekHyun haciendo lo mismo pero un poco más discreto. — ¿Quién es este precioso niño que está aquí? 

Con una cara divertida y su bigote falso se acercó al niño que estaba sonriente sentado a la cama y le tocó la punta de la nariz al decirlo, HanSol se tiró a él haciendo que SeHun caiga a la cama.

—Madre del niño, por favor ayuda. — Dramatizó cuando HanSol se subió a él dándole besitos en la cara. — Con que pelea. Así será. — Seguidamente le hizo cosquillas al niño quién no aguantaba y estaba carcajeándose, sus risas resonando en toda la habitación. 

—Yah, Oh SeHun. — El castaño rió separando a su hijo del rubio abrazándolo protectoramente siguiéndole el juego. HanSol se escondió en el pecho de su madre riendo.

—Oh, pero qué tenemos aquí. — El rubio se acercó cautelosamente aún metido en su papel. — Bella damisela, ¿me podría decir su nombre? Apuesto a que es hermoso como usted. 

El rubio tomó una de sus manos y la beso delicadamente.

—¡Oh SeHun! — Chilló totalmente avergonzado con una sonrisa que al rubio le parecía linda, su mano sintiendo un hormigueo agradable. —No soy ninguna damisela, soy un hombre. 

—Ok, ok. — La obra de teatro se había dado por terminada. 

—¡Otra vez! — Pidió HanSol riendo y aplaudiendo. 

—Hannie, el rey nunca existió porque es el tío SeHun y él es más pobre que nada.

—¡Hey! — El mencionado se quejó, su dignidad estaba siendo quitada. — Podría serlo pero le traje regalos al niño más hermoso del mundo.

HanSol abrió la boca sorprendido cuando SeHun sacó los juguetes nuevos de la línea que había sacado la marca de Pororo. 

—¡Mamiiii! — Su hijo dijo emocionado. SeHun se apresuró a sacar los juguetes para el niño. — ¡Gracias, tío SeHunnie!

HanSol se entretuvo jugando con los juguetes que SeHun le había regalado por casi todo el día hasta que llegó la hora de comer y justo después de haber acabado se durmió tomando su siesta de la tarde.

BaekHyun aprovechó ese tiempo en el que su hijo dormía mientras las enfermeras habían entrado para hacerle un chequeo y así ir a la cafetería del hospital a comer algo ya que no había probado bocado desde que salió de la villa por la mañana. SeHun nuevamente se había ofrecido a pagar el almuerzo pero de inmediato el castaño se negó diciendo que él también contaba con dinero, ya no quería sentirse un aprovechado del dinero del menor.

Comieron silenciosamente, en ocasiones se mandaban miradas en donde ambos terminaban sonriendo. BaekHyun siempre había sentido simpatía y un cariño de hermandad con el menor, sin embargo, últimamente ese cariño había crecido aún más. Sabía que SeHun tenía una especie de enamoramiento hacia él, pero nunca se había enfrentado al menor y lo había dejado pasar. El mayor miraba como el rubio los trataba a él y a su bebé, como los cuidaba y como los mimaba, a su vez BaekHyun sentía la necesidad de procurar a SeHun, de quererlo más allá de simple hermandad, le gustaba él, su personalidad, todo, y ya no podía negarlo más. No cuando el rubio es tan atento con él y su bebé.

Ambos habían acabado su comida y SeHun le miraba a los ojos, tomando su mano derecha entre la suya mientras que con su dedo pulgar acariciaba el dorso de su mano; el castaño sintió una serie de cosquilleo en el estómago, le agradaba esa caricia.

—Baek, tengo que confesar algo. — El menor decidió hablar, había querido hacerlo desde hace unos días pero no había encontrado el momento.

—Está bien, puedes decirme. — Él también devolvía la caricia de su mano a la de SeHun, le gustaba ese momento que estaban teniendo.

—Verás, he estado pensando algo. — Se detuvo un momento para poder proseguir. — HanSol el próximo año ya entra al kínder, sin embargo, él no ha socializado con niños todavía y estaba pensando que estaría bien si lo llevo conmigo a las clases de baile, ya sabes, hay una clase de niños pequeños también.

BaekHyun se lo piensa un rato, no es como si no quisiera que su niño fuera, es sólo que un instinto sobreprotector con él ha nacido ya desde hace varios días, como sintiendo que algo malo está por ocurrir. No obstante, recuerda como su hijo ha estado encerrado casi prácticamente su corta vida en la villa, solamente sale cuando el castaño lo saca al parque en el pueblo o cuando hay feria, lo cual es muy inusual.

—Me parece bien. — Al final dice. No le gustaría que su pequeño se hiciera todo un antisocial, además entre más lo piensa recuerda que a HanSol le gusta bailar ante cualquier género de música que suene, no estaría de más el que aprenda los movimientos correctos. — Creo que le gustará, ya sabes, te adora.

El castaño sonríe imaginando la cara de su pequeño cuando le dé la noticia, seguro que estará muy feliz. SeHun tan sólo le observa. Como le encanta esa sonrisa.

—Baek — El menor interrumpe su burbuja de imaginación, su voz suena seria y eso llama la atención del contrario. — ¿Me dejarías besarte?

La pregunta lo deja en shock, sin embargo hay algo dentro de él que le dice que lo haga, ha sido tiempo desde que ha querido probar los labios del menor, desde que por error una vez rozaron los propios al casi chocar de frente. Un cosquilleo se forma en la palma de sus manos de anticipación cuando asiente afirmando al menor. Sus labios tiemblan de anticipación cuando el rubio con una de sus manos lo toma por la nuca de manera delicada, al casi estar en contacto se detiene y BaekHyun le mira a los ojos, esos que tanto le han estado gustando y no sabe por qué, pero él es el que toma la iniciativa tomando los labios del menor.

Al principio solamente chocan, rozándose, pero sin poder aguantar más toma preso el labio inferior con suavidad, SeHun toma eso como una indicación para empezar a besarlo como se debe. BaekHyun rodea su cuello y acaricia el cabello un poco largo que se encuentra en la nuca del menor. Se separan cuando sienten que ha sido suficiente, no queriendo llamar la atención de los demás aunque ya se han ganado unas miradas.

—Bueno, creo que no era el lugar tan indicado. — Sehun bromea acariciando la cintura del castaño por sobre su ropa, sabe que BaekHyun le corresponde sino no lo hubiese besado. 

BaekHyun tan sólo ríe queriendo aligerar la tensión que siente que se ha formado. SeHun no lo deja de ver con esa mirada tan intensa que siente que le cala los huesos, la mano acariciando su cintura lo hace estremecer. 

—Creo que es hora de volver a la habitación, ya debe de haber despertado HanSol. — El contrario asiente dándole la razón.

Al día siguiente dieron de alta a su pequeño, con indicaciones que el doctor le ha dado sobre tener una dieta sana compuesta en verduras y comidas no cargadas en grasas o azúcares para que no lo vuelva a recaer en lo que resta de la semana para su recuperación total. 

HanSol se encuentra feliz de regresar a casa pues el hospital no fue mucho de su agrado, menos la comida servida ahí. Había extrañado a todos en la villa, los trabajadores le recibieron con una sorpresa al estar de vuelta a casa, y él como el niño que es estuvo festejando toda la tarde hasta que llegó el momento de ir a dormir. Como siempre SeHun le ayudó en todo, desde quitarle la ropa a su hijo para ponerle la pijama hasta acostarlo en su cama, dándole un beso de buenas noches mientras él recogía todo lo que su pequeño había dejado tirado.

BaekHyun se dirigió a la cocina para terminar de lavar los trastes que habían quedado sucios por la celebración de la llegada a casa de HanSol. Inesperadamente sintió unos brazos rodeándole la espalda y un pecho duro pegándose a la misma, las manos contrarias quedaran acariciando su plano estómago.

—SeHun — Llamó cauteloso, sabía que era el menor quien lo abrazaba de esa manera aunque era la primera vez que lo hacía. Un beso detrás de su oreja no se hizo esperar como protesta al reclamo del castaño.

—Sólo un momento, por favor — El menor habló en su oído haciéndolo estremecer. BaekHyun de inmediato se giró en sus talones enfrentándolo con la mirada, sus manos quedando detrás sosteniéndose de la orilla del lavabo, quedando acorralado por los brazos del menor.

—SeHun, ¿qué somos? — Preguntó cuidadosamente. Si bien ya se habían besado el día anterior y el rubio no había pasado de besarle en el rostro y abrazarle en todo el día pero nunca habían platicado nada y eso es lo que BaekHyun quería aclarar ahora antes de que las cosas se complicaran.

El menor, no obstante, le robó un pequeño beso en los labios antes de hablar.

—Me gustas — Confesó. — Y estoy enamorado de ti, BaekHyun. Lo estoy desde hace mucho.

La confesión no le sorprendió del todo, lo había estado sospechando pero hasta hace unas semanas es que casi lo confirmó, cuando había notado una mirada que parecía contener amor hacia él.

—SeHun... — No supo qué decir; sin embargo, estaba esa sensación en la punta de su lengua que quería soltar que también sentía lo mismo. Contrario a su boca, sus manos se soltaron de la orilla para ir a acariciar los brazos del menor, adoraba sentir las venas marcadas en éstos. 

El menor quedó hipnotizado en sus caricias y sin poder evitarlo tomó los labios contrarios entre los suyos moviéndolos gentilmente, el castaño paseo sus manos por todos los brazos hasta acariciar su cuello y después rodearlo con sus propios brazos. SeHun le tomó de la cintura posesivamente cuando el beso se volvió más intenso.

Sus respiraciones se volvieron agitadas y sus lenguas empezaron a jugar entre el beso. BaekHyun se sintió mareado cuando se separaron y el menor tomó su labio inferior gentilmente entre sus dientes. Sin quererlo, soltó un suave gemido que le hizo ponerse rojo hasta las orejas.

Lo sabía, se había enamorado de Oh SeHun y su persona.

Notas finales:

¡Qué les parece? ¿Muy color de rosa? xD 

¡Les gustó que SeHun por fin se ganara el amor de Baek?

El próximo capítulo esta buenísimo (hasta yo me emocioné al leerlo xD) así que esperenlo 7u7r

¡Gracias por leer!


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