El sol del nuevo día entraba por las ventanas, atravesando la pequeña brecha que había entre las cortinas grises de cada uno de los cuartos. Kai, como siempre, fue el primero en levantarse, abrió las cortinas, se quedó mirando el paisaje un rato, abrió la ventana para que la brisa fresca entrara, luego bajo a hacer el desayuno.
El olor a comida fue lo que despertó a Reita, se sentó en la cama, se quedó un rato mirando a la nada, después se levantó para ir al baño que había en su habitación, tenía que revisar que tal estaban las heridas.
Uruha abrió los ojos al oler alimento, su estómago gruño, se levantó de la cama, tenía el cabello esponjado y un tanto desarreglado, bajo bostezando a la cocina, donde Kai ya estaba preparando el desayuno.
—Buenos días…—dijo Uruha aun con voz soñolienta, sentándose en la pequeña mesa que tenían en la cocina.
— ¡Buenos días Shima! ¿Cómo dormiste? —dijo un energético Kai mientras cocinaba.
—Bien…—dijo sobándose un poco el cuello.
—Oye Shima… ¿podrías ir por Reita? Se me hace raro que no haya bajado al oler comida—rio un poco.
—Sí, ya voy…—dijo levantándose para ir de nuevo arriba, fue al cuarto de Reita, entro asomando su cabeza, notando que no había nadie. — ¿Reita? — dijo en voz alta.
— ¡Estoy aquí! —Uruha vio salir una mano de la puerta del baño, se acercó, notando que se estaba quitando los vendajes. — ¿Vas a bajar?
r13;Sí, solo necesito cambiar esto—dijo el rubio terminado de quitar los vendajes de su espalda— ¿Cómo se ve?
—Mejor que ayer…—dijo el castaño, acercándose para ver más de cerca.
— ¿Quieres ayudarme?
— ¿Qué tengo que hacer? —dijo Uruha parándose atrás de él.
—Limpia las heridas con alcohol, después en una gasa encima y párchala…
—Está bien—dijo el castaño tomando la botella de alcohol y unos algodones, el remojo un poco, dejo la botella en el tocador que estaba dentro del baño y comenzó a pasar suavemente el algodón por las heridas, lo hacía con cuidado para evitar lastimarlo. Reita estaba disfrutando del suave tacto que Uruha estaba teniendo con él, cerró los ojos, soltando un suave suspiro de satisfacción.
—Y cuando no hay nadie que pueda ayudarte… ¿Cómo haces esto?
—Por lo general no lo hago, me tiro la botella de alcohol en las heridas y me cubro con una toalla hasta que se cierra…—Uruha le metió un coscorrón en la cabeza— ¡oye! ¿Por qué me pegas?
— ¡Eso no está bien Reita! ¡Se podría infectar! —dijo Uruha tanto enojado como preocupado, Reita noto eso y se disculpó, Uruha le sonrió de manera dulce— Ven, vamos a bajar, Kai nos está esperando—dijo tendiéndole la mano.
Reita se sonrojo levemente, por esa sonrisa, tomo su mano y se levantó del banquito en el que se había sentado.
Kai, quien había subido porque ahora ambos chicos no bajaban, regreso a la cocina, al escuchar que esos dos ya salía, iba contento, Reita nunca había sido “tan calmado” con alguien, ya que había llevado varios amigos a la casa y Reita los ignoraba o los trataba cortante, “amor a primera vista, es seguro” pensó Kai.
Reita solo había sido amable con él un año después de estar conviviendo, a Uruha solo le costó un día, “Si, amor seguro” entre más lo pensaba más se confirmaba en su cabeza.
El desayuno empezó cuando ambos chicos bajaron.
— ¿Y que podríamos hacer hoy? —pregunto Kai para después llevarse la taza de café a los labios.
—Podríamos ir a pasear por ahí…
Kai estuvo a punto de hablar cuando su teléfono sonó, estiro su brazo hasta la barra de la cocina, no estaba muy lejos.
—Es Ruki…—dijo y los 3 suspiraron al mismo tiempo, no querían a la fastidiosa “diva” tan temprano, Kai tomo valor y contesto, poniéndolo en altavoz— Hola Ruki…
—Kai~ ¿pasas por mí? Quiero ir al centro comercial a comprar unas cosas pero mi auto aún está en el taller.
— ¿Pues qué tanto vas a comprar? —dijo Kai con los ojos en blanco.
—Muuuuchas cosas~ Salió toda una nueva línea de primavera y tengo que tenerla, en fin, ¿vienes?
—Amm… pues, sabes que el auto es de Reita, y Uruha…
— ¿Uruha está ahí? ¿Desde tan temprano? ¿Qué hace ese pato feo ahí?
— ¡¡Escuche eso maldito gnomo berrinchudo!! —dijo Uruha enojado, Reita no pudo evitar reír, el apodo le causo gracia, Kai noto eso, la sonrisa de Reita se mantuvo mientras miraba al castaño gritarle más insultos al menor por teléfono, “es amor, definitivamente” pensó Kai, pues esa mirada solo podía ser de enamorado.
—Bueno, bueno, si voy yo, tienen que venir ellos, tómalo o déjalo enano.
— ¡¡ ¿Tú también Kai?!!
—Decídete o cuelgo.
—Argh… está bien, pasa por mí en 10 minutos—después de eso el menor colgó.
—Ya cálmate Shima…—dijo Kai sonriéndole
— ¡Pero es que!...
—Uruha…—esa fue la voz de Reita, el cual lo miraba de manera intensa pero con una sonrisa— ya cálmate ¿sí?
—Está bien…—dijo el castaño calmándose, sus mejillas se pintaron de un suave rosa mientras le sonreía tímidamente.
Kai no paso por alto todo lo que estaba pasando, quería gritar cual colegiala viendo doramas de la emoción, quería llorar de alegría, o hacer ambas al mismo tiempo, sus amigos estaban enamorados, de eso no había duda, pues Kai bien sabía que ninguno de los dos se comportaba así con alguien que acababa de conocer.
—Bueno, vamos a cambiarnos, ya saben cómo es Ruki. —dijo tratando de distraer a esos dos del aura de flores y corazones que empezaba a rodearlos para que le hicieran caso-Uru, te prestare ropa, aprovechamos y te compramos algo ¿sí?
—Kai, no creo que sea necesario, no quiero abusar de su hospitalidad…
—No es molestia, te compraremos ropa y te callas ¿bien? —dijo Reita mirando al castaño.
—E-Está bien…—dijo Uruha completamente sumiso a Reita, Kai sentía que podría gritar de emoción, sus amigos estaban “avanzando muy rápido en su relación” a parecer de él, porque realmente aun no existía ninguna relación.
Subieron a cambiarse, Kai le presto ropa a Uruha, un suéter vino, pantalones negros y unos zapatos, el suéter le quedaba un poco grande, Kai tenía mucha más masa muscular trabajada que él, así que el suéter parecía de “cuello ancho” en su cuerpo, metieron la ropa del castaño a lavar, Reita se quedó un poco embobado al ver la blanca piel del cuello del castaño, pero tuvo que apartarla cuando Kai salió de la lavandería de la casa hacia la salida.
Subieron al auto de Reita y emprendieron marcha, durante el camino Uruha se quedó mirando a la ventana, sabía que Reita se le había quedado viendo, había sentido esa penetrante mirada sobre si, se detuvieron en un semáforo, suspiro. r13;
—Kai…no quiero venir atrás con Ruki—dijo casi en un sollozo.
—Mmm tienes razón, lo más seguro es que se la pasen peleando y la verdad no tengo cabeza para estar aguantando los griteríos de Ruki…
— ¿Entonces? —dijo Uruha mirando con ojos suplicantes.
—Cuando lleguemos te pasas a mi lugar.
Tras esas palabras involuntariamente Reita sonrió, Uruha se le tiñeron solo un poco las mejillas de rosa, asintiendo a su mandato, cuando llegaron a la casa de Ruki, Kai bajo para tocar la puerta, Uruha aprovecho y se pasó a su lugar.
—Te vez tenso…—dijo Reita colocando su mano en el hombro de Uruha.
—Me siento tenso…Ruki realmente me pone de los nervios…
—Lo se…a todos—le sonrió de manera cálida, a lo cual el castaño se sonrojo, regresándole la sonrisa.
Ruki subió al auto en un rato seguido de Kai, no saludo a nadie, venia viendo quien sabe que cosas en el celular, el auto arranco, el centro comercial que estaba en el centro de la ciudad, fue lo que le dijo Kai, pues Ruki venia demasiado concentrado en su móvil.
Una vez ahí, bajaron del auto, Ruki por fin se despegó del celular, mirando a Uruha de arriba abajo a través de sus gafas obscuras.
—Te ves horrible, esa ropa es de mal gusto.
—Es mía. —dijo Kai con una vena resaltada en al frente, pero con una sonrisa, la cual se veía más que perturbadora a ojos de todos, en especial a los de Ruki.
—O-Oh… pero cuando te la pones tú se te ve bien Kai —dijo completamente nervioso.
Después de ese pequeño incidente entraron al centro comercial, Ruki jalo a Kai a la tiendo que le había dicho que tenía la línea que quería, dejando a Reita con Uruha solos, asearon un rato por el centro comercial, viendo algunas tiendas, Reita tomo a Uruha de la muñeca.
— ¿Qué pasa? —dijo el castaño levemente sonrojado.
—Te dije que te compraría ropa, así que vamos a entrar ahí—dijo Reita señalando una tienda de ropa “normal y sencilla”.
—Reita…pero yo no…
—Te callas y vamos—sentencio el rubio a lo que el castaño simplemente asintió y se dejó llevar.
Dentro de la tienda Reita solo pregunto dos cosas “tu talla y tu color favorito, Uruha respondió tímidamente “mediana, morado, gris, negro y blanco”, Reita no dijo nada más y se puso a recorrer la tienda, mirando varias cosas, Uruha simplemente se quedaba callado detrás del rubio, mirando lo que hacía, no quería opinar, pues sentía que Reita lo regañaría, cuando Reita tenía almenas unas 8 prendas diferentes, entro con él a los probadores.
—Ten, ponte esto, si te gusta no lo llevamos ¿okey?
—E-Esta bien—dijo casi con miedo entrando a uno de los probadores, Reita se quedó fuera, esperándolo.
Uruha tenía que admitir que el gusto de Reita era muy bueno, todo lo que se probó le gusto como le quedaba, eran camisetas con estampados, suéter, pantalones y una sudadera, pero se quedó pensando, todo le había gustado, pero no quería que gastaran en él.
—No te hagas tonto yo sé que te gustaron las cosas—dijo Reita desde afuera del probador, le contesto como si pudiera leer su mente. —Sal ya que tenemos que ir para ver más tienda y comprarte más cosas…
Uruha no quiso desobedecer al rubio y salió, ya con la ropa de Kai puesta, Reita pago todo, Uruha estaba sonrojado.
—Realmente no era necesario Reita…
—Si lo era…—dijo tomando las bolsas con la ropa, se las dio a Uruha—toma, ahora vamos a ver algo para tus pies, ¿de qué numero calzas?
— 8…—dijo tímido tras el rubio que ya iba a la salida del local.
Literalmente Reita y Uruha le compraron casi un guardarropa entero de más de 5 tiendas a Uruha en lo que Kai y Ruki salían de una sola, el menor se tardaba horrores en comprar cosas, en especial cuando eran caras, se estaba haciendo tarde, el estómago de Uruha al igual que el de Reita, gruñeron casi al mismo tiempo, ambos se sonrojaron bajando la cabeza.
—Listo~ —dijo Ruki con un montón de bolsas en sus manos—vamos a comer, muero de hambre.
Todos le tomaron la palabra, la verdad es que si tenían hambre, fueron a la zona de comida de la plaza, Ruki busco una mesa mientras que los otros 3 ordenaban comida chatarra, bueno, al menos Reita y Kai, pues Uruha s e pidió una ensalada y un poco de sushi, Ruki también compro ensalada.
Al sentarse a comer, el hambre de Kai y Reita era tanta que comían sin cuidado, haciendo que Ruki los mirara mal y Uruha simplemente riera mientras comía.
—Sí que le haces honor a tu apodo Reita…—dijo Ruki limpiando unas cuantas migajas que salpicaban al momento que Reita comía.
Reita estaba a punto de contestarle al menor, si no fuera aporque Uruha, se acercó un poco y limpio la boca de Reita con una servilleta. —límpiate correctamente antes de hablar ¿de acuerdo? —dijo con una tímida sonrisa, termino de limpiar y se sentó de nuevo en su sitio.
Reita se sonrojo asintiendo levemente, Ruki miro la escena sorprendido, Uruha había “dominado a la bestia”, miro a Kai pidiendo una explicación, este simplemente se limitó a sonreír, encogiéndose de hombros.
— ¿E-Ellos son…?
—Si…—dijo aun sonriendo.
— ¿Y están...?
—Oh si, perdidamente—su sonrisa se ensancho.
— ¿De qué están hablando? —pregunto Uruha aun con una servilleta en mano, limpiando el rostro de Reita otra vez.
—Nada, nada—dijo Kai sonriente— ustedes siguen en sus cosas.
Uruha rio un poco y continuo limpiando a Reita, incluso le quito unas cuantas moronas del cabello— ¿Incluso comer por el cabello?
—Lo siento…—dijo Reita apenado, mirando con una sonrisa al castaño, el cual se la devolvió.
Tanto Kai como Ruki notaron eso, sonrieron, les alegraba que alguien tan “bestia” como Reita pudiera amar de esa manera, porque sabían, se notaba a kilómetros de distancia que esos dos se amaban, solo que ni ellos mismo eran conscientes de eso.
La comida transcurrió con normalidad, solo unas cuantas interrupciones por parte de los “fans” de Ruki y unos cuantos más de Reita, tanto Kai como Uruha se quedaron sentados en una banquita del centro comercial.
— ¿Te estas divirtiendo? —dijo Kai al ver que Uruha no dejaba de ver a Reita.
—Sí, aunque realmente estoy apenado con ustedes, cuando pueda les pagare…si es que los vuelvo a ver— de pronto toda la alegría de Uruha se fue, realmente le deprimía el tema.
—Hey…no pienses en eso ahora, a nosotros no nos cuesta comprar esas cosas, lo hacemos porque te queremos mucho, y así evitar que pienses en eso, apenas va un día, no quedan 30 mas…
—Sí, lo se…
—Listo, ya podemos irnos—dijo Ruki al momento en que ondeaba su cabello, Reita se veía algo fastidiado, no era mucho de “convivir con sus fans”, Uruha lo noto, trato de preguntarle pero el fastidioso de Ruki empezó a apresurarlos para que ya se fueran.
Pronto llegaron a casa, claro, primero fueron a dejar a Ruki a la suya, no estaban dispuestos a aguantar más a esa diva berrinchuda. Así Uruha tomo su lugar en los asientos de atrás y Kai regreso al copiloto. Una vez en casa, Kai fue junto con Uruha a ordenar su nuevo guardarropa, el cual sobrepasaba las 30 prendas.
—Realmente no debieron comprarme tantas cosas…—dijo apenado el castaño.
— ¿Qué dices? Si hasta nos faltó—dijo Kai riendo al ver tan apenado al castaño.
Después de eso volvieron a bajar, estaban aburridos así que se pusieron a ver películas. Pronto se hizo tarde, Kai fue a preparar la cena, dejando a ese par solos en la sala.
— ¿Te encuentras bien? Te veías algo estresado en el centro comercial…
—No es nada, es solo que… no soy mucho de fotos, o convivir con “mis fans” como lo hace Ruki…
—Supongo…—dijo Uruha con una leve sonrisa en los labios, se acomodó mejor en el asiento, quedando apoyado así en el hombro de Reita, estaba cansado, cerró los ojos.
Reita se sonrojo de manera violenta, mirando por un momento a Uruha como si fuese la cosa más rara del mundo, pero no lo aparto, paso su brazo por la cintura del castaño, apegándolo más, apoyando su propia cabeza en la de Uruha, era agradable la calidez de su cuerpo.
Kai salió de la cocina para anunciar que la cena ya estaba casi lista, tuvo que ahogar un grito de emoción en su garganta al ver a sus amigos “juntitos” en el sillón, no se resistió, saco su celular, le quito el flash y el sonido, tomo unas 3 o 4 fotos, guardo su celular en su bolsillo trasero, tocio un poco haciendo que esos dos se separaran, lo miraron, ambos completamente sonrojados, Kai simplemente sonrió de manera dulce. —La cena ya está casi lista, ayúdenme a poner la mesa.
La cena no llevo mucho tiempo, comieron mientras hablaban de lo que aso en el día entre otras cosas, después de eso se fueron directamente a la cama, no sin antes claro que Kai revisara las heridas de Reita, necesitaban otro cambio.
— ¿Te pica alguna de las heridas?
—No, ninguna
—Eso es bueno, eso quiere decir que están sanando rápido—sonrió mientras aplicaba pomada—solo un día más con los vendajes y las costras se caerán solas, es bueno que tengas coagulación rápida—dijo Kai riendo levemente.
—Si verdad, que suerte—dijo Reita en medio de un bostezo, ya tenía sueño.
Kai termino de resanar las heridas, coloco nuevos vendajes y se fue directo a su cuarto, soportar a Ruki en un día de compras era todo un reto.
Era de madrugada, como las 4 de la mañana cuando Uruha abrió los ojos, sentía la garganta seca, así que salió d ella cama y fue a la cocina.
—Un vaso de agua y me regreso a dormir…—dijo un tanto adormilado, él no era mucho de levantarse en las noches, por lo general tenía un sueño continuo.
Una vez en la cocina, Uruha abrió el refrigerador, sacando una cajita de jugo de manzana, la ajito un poco y después la abrió, metió el popote y comenzó a beber, pero al momento en que iba a cerrar por completo el refrigerador, pudo notar gracias a la luz de este que había alguien parado a su lado, casi da un grito, pero le cubrieron la boca, era Kai.
—Cálmate, solo soy yo—dijo Kai sonriéndole para calmarlo—lo siento por ser tan brusco, si gritabas probablemente despertarías a Reita, se levanta de mal humor cuando no lo dejas dormir.
—¡¡Casi me matas del susto!! —dijo en un susurro histérico.
—Lo siento —dijo con su encantadora sonrisa.
— ¿Qué haces aquí en silencio, a obscuras a las 4 de la mañana? —mirándolo.
—Me dio hambre otra vez, así que baje a comer ¿y tú?
—Me dio sed…
—Mmm…bueno, vamos a sentarnos, yo la verdad no tengo mucho sueño.
—Yo tampoco, y todo es por tu culpa…—dijo mirándolo con reproche, haciendo un puchero, a ojos de Kai se veía lindo, pues sus labios de “pico de pato” lo habían ver adorable.
—Ya me disculpe~ —dijo Kai picándole la mejilla, sentándose con él en el mini comedor de la cocina.
Ambos se sentaron, Kai calentó más comida, conversaron un rato de algunas cosas, más que nada “recuerdos” de cuándo se conocieron y de cosas en adelante, Kai tenía unas tremendas ganas de preguntar sobre su “repentino comportamiento con Reita”.
—Y dime Shima…
— ¿Qué pasa? —dijo picando su comida con el tenedor.
— ¿Qué tal te cae Reita?
— ¿A qué viene eso tan de repente? —dijo un tanto el nervioso el castaño, no estaba preparado para ese tema.
—Bueno—comenzó Kai mientras jugaba con sus palillos— Quiero saber que tan bien se llevan mis mejores amigos, que tal si lo detestas o no es de tu agrado y yo aquí, haciéndote que estén bajo el mismo techo…—dijo mirándolo atentamente, aunque por la obscuridad no se veía mucho.
—A-Ah…pu-pues...--realmente estaba nervioso, ¿Por qué estaba tartamudeando? —Amm…es buena persona, me agrada, así que no te preocupes, puedes estar tranquilo. —dijo Uruha jugando con sus palillos
—Ah…que bien, que bien, desde el primero momento en que se vieron no sabía si te caería bien, ya sabes, son completamente opuestos el uno del otro, el siendo muy rudo, serio y agresivo, y tu siendo tranquilo, alegre y pacífico, realmente son “polos opuestos”. —dijo Kai con cierto tono sugerente el cual Uruha no noto.
—Mmm…—Uruha realmente no supo que contestar a eso así que continuo jugando con su comida, sentía la cara roja, pero gracias a que estaban a obscuras Kai no podría notarlo.
— ¿Te incomoda hablar de él?
—B-Bueno, no lo conozco tanto, así que no sé qué decir sobre él, ha sido bueno conmigo... Y…Amm…—Uruha trataba de dirigir su mirada a cualquier cosa que no fuese Kai, lo estaba presionando con la mirada
— ¿Y? —insistió a su amigo dándole leves golpecitos en el hombro.
—Y-Yo… la verdad no se…no sé qué más decir de él…
—Bueno entiendo que sea raro para ti hablar de él...Pero bueno, en fin, ¿Qué tal te fue en las compras? — dijo Kai tratando de distraer a Uruha, pero al mismo tiempo mantenerlo en la línea de la conversación.
— ¿Eh? Ah…pues… Realmente no escogí nada yo—dijo apenado bajando su mirada a sus piernas—toda la ropa la escogió Reita...aunque realmente me gustaron las prendas—dijo mientras una tímida sonrisa aparecía en sus labios. Kai pudo notar eso así que siguió insistiendo.
—Ahhh así que Reita escogió para ti todo... Es un hombre de buenos gustos, puedo notarlo en tu pijama, escogió la adecuada para tus pi-…—se detuvo, pues estuvo a punto de arruinar el momento diciendo el vergonzoso incidente de ambos con las piernas de Uruha esa mañana—... Digo similar a tus gustos
—Si… espera, ¿Qué dijiste? —pregunto el castaño con duda.
—Que tu pijama es bonita, Reita hizo un buen trabajo ¿no? —Kai se hizo de oídos sordos para evitar hablar de ese tema.
—Si... —dijo el castaño levemente sonrojado, recordando lo vergonzoso que había sido probarse el pijama para que Reita lo viera que tal le quedaba.
—Recuerdo que tomo mucho tiempo para que me tuvieras confianza, con Reita la tuviste enseguida, eso me duele Uru... —Kai puso su mano en su pecho y volteo la cara mostrando "indignación".
El castaño se sonrojo de golpe, quiso disculparse pero las luces de la cocina fueron encendidas por un MUY molesto Reita
—Esto parece noche de chicas, hasta mi cuarto se escucha todo su cuchicheo, por favor ya cállense y vayan a dormir ¡que son ya las 5 de la mañana por el amor de dios!
—Wow… ¿en serio? ¿Tan temprano es? —dijo Kai riendo, pues el tiempo se había ido volando mientras hablaba con el castaño.
—Kai, sé que estás acostumbrado a no dormir, pero yo si necesito descansar, tengo pelea mañana y tengo que ir descansado, ¿me harían el favor par de señoritas de irse a dormir ya?
Reita se veía realmente cansado, ¿ya habían pasado una hora hablando?, se lo preguntaba Uruha al momento de levantarse y recoger los platos.
—Sí, si ya vamos gruñón... anda Uruha ya sube a dormir, yo lavare los platos—Kai empujo a su amigo para que subiera junto a Reita.
Gracias a este pequeño empujón Uruha fue a dar contra el cuerpo de Reita, quedando sus rostros realmente cerca, Uruha se volvió a sonrojar de golpe, a Reita pareciera que se le fue el mal humor, se sonrojo levemente al tener al castaño tan cerca de sí.
—L-Lo siento…—dijo el castaño separándose rápidamente, agachando la cabeza por la vergüenza.
—Para ya de disculparte y vamos a dormir anda…—dijo Reita suspirando al momento en que tomaba la muñeca del castaño, llevándolo consigo arriba.
Kai, mientras lavaba los platos tenía una sonrisa de triunfo en el rostro, no solo había conseguido información, sino que también había hecho que ambos chicos tuvieran un “pequeño acercamiento” entre ellos, cuando termino de lavar los trastes regreso a su habitación casi brincando de felicidad, en la tarde sería un “día nuevo” pues ya era de día, donde tendría más oportunidades de juntar de nuevo a ese par.
Fin del capítulo 2.
Amor Yaoi
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