Sasuke estaba sentado frente a su escritorio con los ojos cerrados mientras se masajeaba la cabeza, estaba muy concentrado en sus pensamientos, metido en su propio mundo, a causa de lo que se había enterado.
No era nada fácil sobrellevar todo lo que le estaba pasando y menos ahora con lo que se vino a enterar por boca de su hermano.
Hace unas horas atrás había salido del hospital, e Itachi tal como el se lo pidió, le había ido a buscar para llevarlo a su hogar.
En el camino le insistió a Itachi en que le contara que era lo que había pasado en su ausencia, que le diese toda la información que consiguió de esas personas, en fin todo lo que necesitaba saber.
Pero Itachi se negó a dársela por lo menos hasta que Sasuke viese a su hija, ya que el tiempo que estuvo ausente fue demasiado.
Después de verla, abrazarla y jugar con ella un rato, se la dejó nuevamente a su madre, ya que realmente necesitaba saber que tanto sabía Itachi y cuanto le serviría la información.
Y ahí fue cuando todo le cayó como un balde de agua fría.
En primer lugar los que le habían hecho eso a su esposo habían quedado en libertad a cinco días después del hecho.
Lo que secundaba era que aunque la mayoría de testigos los habían denunciado y testificado en contra de ellos, por alguna razón no fue suficiente para el juez que debía ponerles una condena.
También se enteró gracias a la investigación que hizo tanto Itachi como su primo Shisui sobre estas personas, que anteriormente habían cometido esta clase de delito pero asombrosamente al parecer nunca hubieron suficientes pruebas.
¿Cómo podía ser eso?
Y más extraño aún era que el que los juzgo fue el mismo juez en todos los casos delictivos que estos cometieron.
Ahora bien, se preguntaba ¿Acaso era una simple coincidencia?
La respuesta era clara, debían de investigar a ese juez, porque no se puede simplemente dejar a alguien salir así sin más, alguna condena debían de cumplir.
Lo peor era que ni arresto domiciliario siquiera le puso, o que cumplan un servicio comunitario, nada.
-Maldita sea... - Susurró poniéndose de pie y alejando la silla para dirigirse hacia la ventana.
-Sasuke...
Entraba Itachi a la oficina con papeles en manos, una vez frente al escritorio tomó asiento cruzándose de brazos mirando a su hermano menor.
Realmente le preocupaba todo lo que estaba pasando, pero no había forma de que todo se termine rápido.
Lo sabia y muy bien, ya que en el tiempo en el que su hermano menor estuvo en el hospital, el se la había pasado investigando y haciendo lo posible para que aquellos desgraciados que habían atentado contra la vida de su cuñado terminarán tras las rejas, pero por mas que hizo no lo logro.
Eso lo puso de un muy mal humor en ese tiempo, quiso también hacerlos pagar por mano propia pero no era la manera, aunque aun lo tiene en mente, ya que con su familia nadie se mete.
Aunque Naruto no sea su pareja, el lo quiere igual, ya que tiempo atrás, mucho antes de que Sasuke se enamorara de él, Itachi lo había visto primero, y desde ese momento no dejo de pensar en el, pero solo eso pudo hacer, ''pensar'', ya que para cuando se quiso dar cuenta era demasiado tarde, su hermano menor le había ganado, pero en vez de tomarlo de mala manera decidió aceptar como sucedieron las cosas. Y estaba feliz de al menos tenerlo cerca, no a un modo que quisiera pero al menos ahí estaba.
Por eso tenga lo que tenga que hacer para hacerlos pagar así lo haría, primero lo intentaría de la buena forma, ósea siguiendo las leyes, pero si no había un resultado beneficioso, lo haría a la mala.
Sasuke volteo a verlo.
-¿Encontraste algo sobre el juez?
-Si, esto te va a interesar... -Dice apoyando los papeles sobre la mesa, acto seguido Sasuke los toma con verdadero interés comenzandolos a leer.
Itachi con rostro serio, apoya sus codos sobre el escritorio, juntado sus manos.
-¿Así que este no es el verdadero nombre del juez?
-No, pero si el que más utilizo en estos últimos años, su verdadera identidad es...
-Orochimaru...
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