Pov de Rukawa
No he dormido por tres días y todo es por la culpa del maldito pelirojo. …l y sus palabras causaron estragos en mí, me la paso pensando en ello todos los días. En el entrenamiento no me concentro lo suficiente y eso ha generado que los del equipo se preocupen.
Dios, Hana! Lo odio completamente si tan solo no hubiera dichos aquello hoy quizás seguiríamos peleando. Desde lejos lo observo como siempre haciendo estupideces con su grupo de amigos. Quizás algún día el y yo fuéramos así.
No puedo quitarle los ojos de encima es como un imán que me atrae, me arrastra sin compasión… no sé cuánto tiempo aguante estos sentimientos. Cuando lo tengo enfrente siento que todo se desborda y más de una vez salí corriendo para no gritar todo.
…L siempre sonriente, con sus bromas sin sentidos, con esa canción horripilante. Todo de él me encanta me vuelve loco, todas las noches sueño con Hanamichi. No me alcanzaría los dedos de las manos y de los pies para contar las veces que lo he soñado.
Te amo quiero gritártelo, quiero comerte a besos, quiero amanecer cada mañana contigo, quiero reírme y llorar contigo, abrazarte en tus días tristes, escuchar las confesiones que quieras hacer. Todo lo haría contigo, haría lo que sea por estar siempre a tu lado.
Si tan solo supieras que en estos momentos me parto en mil pedazos por ti…por el deseo de amarte. Mis ojos están cansados de llorar, mis brazos te buscan por las noches.
Eres el rayo mortal y amenazante que vino a mi vida causando un huracán. Yo estaba bien con mi rutina, el cómo era mi vida tan monótona entonces apareciste y me sentí tan arrollado con tu personalidad. ¿Por qué tú? ¿Por qué de un imposible me he enamorado?
No importa cuánto grite tu nombre en las noches solitarias y frías tú no me escuchas, no vienes a mí. Me consumo en este amor tan inútil días tras día y noche tras noche, debo olvidarte o arriesgarme a todo por ti. ¿Valdrá la pena?
Quisiera ser un vidente o algo así y saber que piensas y sientes. Si tengo un espacio en tu corazón. Busco por todos lados con que entretenerme, el básquet ya no me llena por completo. Ves? Hasta eso me has robado mis ganas de jugar ya no es el mismo.
Te quiero, te amo, te necesito, te anhelo todo es por ti. Si tu estas feliz yo lo estoy, si estas triste yo también lo estaré…
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—Hey Zorro— escuchó que le hablaban a sus espaldas, se volteo lentamente ya que esa voz lo reconocería a miles de kilómetros.
—torpe—
— ¿Cuándo dejaras de llamarme así?—cuestionó el pelirojo caminado hacia él.
—cuándo tú dejes de llamarme igual. —contestó
—está bien…Rukawa— le sonrió y guiño el ojo, Rukawa por un momento casi se desmaya
Caminaron juntos hacia la escuela, Rukawa estaba tan nervioso que su cuerpo comenzó a sudar. Miraba de reojo al pelirojo, le notaba tranquilo con una perceptible sonrisa en los labios.
“maldito Sakuragui” pensó Rukawa.
Algunos estudiantes quedaron boquiabiertos el verlos llegar. Todos conocían la relación de ellos, sabían que eran como el agua y el aceite. El ejército de Sakuragui el único que no se sorprendió fue Yohei.
— ¿Qué rayos hace Hanamichi con el idiota de Rukawa?—comento el rubio aun impactado por lo que veían sus ojos
—ellos se odian. — agrego el gordo comiendo una barra de chocolate
—no pueden ni siquiera estar en un cuarto solo, se molerían a golpes. — dijo el de bigotes confundido
—ya chicos dejen en paz a Hanamichi, el sabe lo que hace. — intervino Yohei. …l sabía que su amigo quería mejorar su relación con Rukawa, Hanamichi se lo había dicho cuándo quedó en rehabilitación.
Estaba arrepentido por todo lo que le había hecho, odiarlo sin razón solo porque la chica que le gustaba a él estaba enamorada de Rukawa, era algo tan absurdo que supo que todo los golpes que se dieron no tenía razón alguna.
Ante esa decisión Yohei lo apoyó, si Hanamichi decidía empezar una relación más cordial con su compañero de equipo él lo aceptaría y también lo harían los demás. Ahora Yohei se daba cuenta de algo que se cuestionó por mucho tiempo: el interés de Rukawa por llamar la atención del pelirojo. Quizás en su momento lo creyó absurdo e insólito pero ciertamente eso era más que evidente. Rukawa gustaba de Hanamichi.
Todo tenía sentido, las veces que el pelinegro lo molestaba solo para que los ojos de su amigo se centraran en el. Yohei ya estaba convencido y en su interior pensó que Rukawa era el ideal para su amigo.
—vaya nunca creí que alguno nos mirarían así—cuestionó el pelirojo algo cohibido por las miradas de los estudiantes
—No les preste atención. —respondió el de mirada azul ignorando a los demás.
—Pues yo creo que les cayó bastante bien nuestra llegada—comentó con gracia el pelirojo
— ¿Tú crees?— interrogó con ironía, se acercaron las Ru-Ka-Wa`s evidentemente sorprendidas por el repentino brote de “amistad”.
— ¿Qué haces con nuestro Rukawa?— preguntó una con el ceño fruncido y sus manos en sus caderas— ¡ni se te ocurra tocarlo!—
Hanamichi se quedo mirándolo como si fuera que la joven había dicho la peor estupidez. Las tres lo fulminaron con sus miradas y se fueron a sus clases.
—Que idiotas— murmuró el pelinegro queriendo estrangular a esas tontas
—debo tener cuidado con ellas—bromeó— oye Rukawa después del entrenamiento mis amigos y yo iremos al Denny’s ¿quieres venir con nosotros?—el pelinegro quedo mudo ante la propuesta tentadora, eso lo espero por mucho tiempo.
—tus amigos se molestaran. — afirmó mirando al pelirojo con duda
—por supuesto que no, ellos te aceptarán. — Dijo dándole un golpe en el hombro, sonrió y le dijo— piénsalo. —
El pelirojo pasó a un lado de él yendo a su clase por el camino se encontró a su grupo de amigos y juntos fueron al salón. Rukawa quedo allí un instante viéndolo alejarse, su corazón palpitaba fuertemente.
Esta es la oportunidad que tanto esperaba.
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La hora del entrenamiento llegó cada uno fue al vestuario a cambiarse para luego empezar la práctica. El capitán empezó diciéndole que dieran veinte vueltas.
Todos comenzaron a moverse, Rukawa estaba algo perdido observando de reojo a su adorado pelirojo. Se cuestionaba si era una gran oportunidad ir o no con el pelirojo. Que pasaría si sus amigos le rechazaban.
Al terminar de correr Ryota organizó un partido formando tres equipos, Mitsui, Rukawa, Hanamichi jugarían contra los novatos. La estrategia de Ryota era identificar las potencialidades de cada jugador, así para cuando les tocara jugar en el campeonato sabría a que jugador colocar.
Los novatos Ryu, Takato e Hiroshima, serian los primeros en jugar contra los de segundo año.
El partido comenzó con una ventaja de la posesión del balón de los de segundo año (y tercero) quien anoto el primer punto.
El partido fue algo fácil para los especialistas del básquet, el equipo de Mitsui gano por una gran diferencia de puntos, 50 sobre 10. Ryota anotaba en su planilla el potencial de cada uno y lo que deberían mejorar
Ryu era bueno en defensa pero aun faltaba cosas que aprender, Takato hacia unas fintas y pases, sabía armar jugadas solo faltaba que confiara mas en sí mismo, Hiroshima era bueno tirando tiros de tres puntos, pero le faltaba como hacer fintas y engañar al oponente.
Cada uno resalto con sus potencialidades y era algo muy positivo ante la mirada del capitán. El segundo equipo Ren, Takeshi, Tora eran los siguientes en enfrentarse con el primer equipo de los novatos.
Todos por igual debían mejorar sus técnicas. Al terminar los partidos Miyagi los reunió en la cancha.
—Bien, todos tienen que mejorar la técnica. No solo se trata de encestar el balón dentro de la canasta sino de tener habilidad para hacerlo engañando al oponente, hacer buenos pases y armar jugadas. Todos tienen potencialidades, cada uno tiene algo bueno pero no basta con ser buenos sino perfectos en el básquet. Mañana comenzaremos con mejorar sus técnicas, claro que no será rápido pero ustedes mismos verán el cambio. Ahora ya pueden irse. — finalizó mandando a sus jugadores a las duchas, cansados fueron a los vestidores a refrescarse y luego ir a sus casas a descansar.
Mientras Miyagi se quedaba un rato hablando con su novia. Rukawa entró en la ducha abriendo la regadera dejando el agua mojar su cuerpo. Cerró los ojos y despejo su mente. Hoy había sido un extraño día, sobre todo con Sakuragui.
Su corazon se encogía cada vez que lo veía, como se supone que aguantaría tanto.
— ¿Decidiste algo?—le habló el pelirojo a su lado. Rukawa abrió de golpe sus ojos, mirando a su derecha viendo a Hanamichi totalmente desnudo a su lado.
“tranquilízate Rukawa, tranquilízate”
Se decía mentalmente. Acaso ese idiota quería causarle algún infarto exponerse a si ante sus lujuriosos ojos y más aun con ese cuerpo de mil demonios con el torso todo marcados por los abdominales, piernas doradas y esas manos que recorrían su cuerpo sin ninguna vergüenza.
—Te estoy hablando. — repitió Hanamichi viendo a Rukawa que se quedaba mirándolo embobado.
—yo...eto...no se— tartamudeó nervioso evitando mirar al maldito pelirojo
— ¿Cómo que no sabes?—interrogó alzando una ceja. Ay Hanamichi si tan solo supiera que Rukawa estaba por desmayarse.
—No iré, estoy cansado— dijo cerrando la ducha y envolver la toalla a su cintura. Corrió a su locker y vestirse rápido, estaba por morirse y al mismo tiempo reprimiendo de comerle la boca al pelirojo.
—está bien. Quizás la próxima—salió Sakuragui de la ducha envuelto con la toalla y copiar a su compañero. Rukawa evitaba mirarle, pero sus ojos no le obedecían y miraba de reojo la escultura más sexy que haya visto. Se relamió los labios y respiro hondo para tranquilizar su corazón.
—Adiós. —se despidió al terminar de vestirse y tomar su mochila.
—Adiós—
El pelirojo termino de alistarse y salió para encontrarse con su grupo de amigos e irse al Denny`s.
Por otro lado Rukawa llegaba a su casa con sus mejillas totalmente rojas. Maldijo una y otra vez a su compañero por ser tan atractivo y sexy e ingenuo y casi provocarle un infarto.
Pero se entristeció cuando rechazo la propuesta del pelirrojo, quizás la próxima.
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