Antes de que Kyuhyun llegara a la puerta del camerino, la risa de Heechul se escucho por todo el lugar.
El mayor estaba molesto por la actitud del maknae, después de tratar a su AB brother de esa manera ¿Pensaba que se lo iba a dejar muy fácil?
Mirando al menor con una sonrisa burlona e incrédula casi le grito, saboreando las palabras dirigidas a ese estúpido maknae “¿Desde cuándo eres un buen dongsaeng? ¿Te golpeaste la cabeza y quedaste estúpido?” aquellas palabras le sabían a gloria al mayor.
Los presentes se quedaron confundidos y sorprendidos por las palabras y la obvia molestia en la diva de SuJu hacia el maknae, ¿Se habían perdido de algo?
Ambos se miraron de manera fulminante, antes de que Kyuhyun pudiera responder el mayor volvió a hablar “¿Quieres ser buen samaritano maknae? Olvídalo, eso no te queda”.
Kyuhyun miro a su hyung con molestia ¿Quién se creía para hablarle de esa forma? Pero antes de poder responder la voz de Heechul volvió a interrumpirlo “Mas te vale que quites tus asquerosas e infieles manos de mi rabid dog”, escupió el mayor con mirada feroz, ningún miembro había visto esa expresión dirigida hacia algún miembro del grupo pues siempre era dedicaba a aquellos que ofendían o herían a su familia.
Ante aquellas palabras los presentes miraron de Kyuhyun a Heechul pues se estancaron ante la mención de infidelidad, sin embargo Yesung se situó frente a su hyung, le sonrió de forma tranquilizante antes de envolver sus brazos a su alrededor para susurrar “Hyung no es momento para ventilar esta situación, por favor te suplico que me dejes manejar las cosas a mi manera”.
La mirada de Heechul era incrédula, ¿Cómo le pedía algo como eso? Dispuesto a reclamar e imponer su voluntad miro fijamente a Yesung y lo que noto no era más que una sonrisa genuina de maldad ¿Qué tenía planeado Jongwoon?
La voz del manager se escucho furiosa frente a todos “¡Kyuhyun deja de follarte a todas la bailarinas, no hay más que chismes en todo el puto edificio de lo bien que te mueves dentro de ellas!”
Aquellas palabras hicieron que cada par de ojos miraran a Kyuhyun de forma asesina, para nadie era un secreto que el vocalista principal de Super Junior tenía un complejo repertorio de relaciones fallidas y sabían que el amante de las tortugas estaba profundamente enamorado del maknae.
No hubo más palabras ya que el manager comenzó a moverlos para sus respectivas actividades, cada miembro lanzaba una mirada furiosa hacia el maknae antes de salir.
Salieron todos con preguntas cruzando por su cabeza pero antes de separarse completamente, Leeteuk tomo del brazo a Heechul para soltar un “Tu y yo hablaremos después” las palabras implicaban un tono obvio de molestia y por supuesto sin la posibilidad de discutir un sí o un no como respuesta.
Heechul sabía que Jongwoon no había dicho nada porque el muy amable -para no decir pendejo-, quería evitar problemas en el grupo y sobre todo aquellas miradas lastimeras que estaban más que seguro recibiría.
En todo el camino se pregunto ¿Desde cuándo ese estúpido maknae engañaba a su AB brother? Se sumergió en sus pensamientos dándose cuenta que aquellos benditos polvos no funcionaron para nada, es mas estaba seguro que Jongwoon ni siquiera los había abierto.
Pero recordó que en cuanto se acerco a Yesung la mañana siguiente un deseo por besar al chico tortuga le quemo la piel y los sentidos, ¿sería efecto del polvo? ¿Todos habrán sentido lo mismo? ¿Por qué no le afecto a Kyuhyun?
Deseaba respuestas y solo había una persona que podría responder sus dudas: Hangeng.
Mientras Heechul pensaba que el dragón chino respondería todas sus dudas, las cosas para Kyuhyun no eran nada fácil ¿Por qué? Jongwoon no le dirigía la palabra, ni siquiera dejaba que lo tocara, el más mínimo contacto lograba que Yesung se alejara como si pudiera infectarle algo.
La situación no podría ser peor, sabía que las palabras dichas por el manager traerían consecuencias. ¿Cómo lo sabía? Para nadie era un secreto que él era la persona más evil que pudiera existir, decía las cosas sin pensar en que podría herir a alguien con sus mordaces comentarios, que lastimaba a la gente sin pedir disculpas por ello.
Una prueba de ello era Jongwoon… había comenzado la relación porque su ego había subido a niveles más altos que los de un drogadicto con un coctel de sustancias toxicas ante la confesión del mayor.
El haber conquistado al raro del grupo le había dado un estatus de superioridad aunque claro eso era solo en su mente, nunca le había importado procurar a quien era su pareja; llegaba tarde, no iban a citas y siempre tenía un pretexto para no permanecer más de cinco minutos al lado del pelinegro y ahora sus acciones volvían para patearle el culo.
El sonido del móvil de Yesung lo alejo de sus caóticos pensamientos y si pensaba que las cosas no podrían ir peor pues se equivoco… ver una radiante y alegre sonrisa en la hermosa cara de su hyung, que por cierto no provocaba él, le dejo un muy mal sabor de boca.
Intento conversar con el mayor pero al abrir la boca las palabras del mayor le dieron un bofetón “¿Aun no pasan los cinco minutos? Si que estas muy caritativo hoy para brindarme más tiempo de tu valiosa agenda, ¿haces tiempo para alguna cita? Si esa es la ocasión por mí no te preocupes y ya vete”, palabras frías de la persona más dulce que había conocido, claro Sungmin entraba en la categoría -lindo como el infierno- pero no tenía esa aura misteriosa, ni esa mirada intensa y penetrante ni tampoco una sonrisa que le erizaba cada fibra de su ser.
En cuanto llegaron al departamento Jongwoon se encerró en el baño, se dirigió a su habitación y al fin se dio cuenta que desde su rompimiento con su hyung no había ni hecho su cama, las cobijas en las que dormía no había querido cambiarlas porque olían a él.
Era estúpido lo que pensaba pero no quería sentirse aun mas lejos de Yesung, mientras se quitaba la ropa para ponerse un pijama, se dio cuenta que llegaba tan cansado que no se tomaba la molestia de cambiarse la ropa para dormir.
Sacudió ligeramente la cama para quitar lo que a él le parecía harina o algo parecido; quizá Sungmin o Wookie tomaron una siesta sin importar la habitación, mientras tendía la cama se encontró con una ligera bolsa transparente rellena de un polvito que olía a rosas, chocolate y otras especias que desconocía, supuso que era algún producto que el mayor solía utilizar para relajarse y poder dormir, sin pensar se dirigió al baño para dársela a su hyung.
Abrió la puerta sin permiso encontrando a un dormido Jongwoon en la tina de baño, se acerco con cautela acariciando su rostro con su mirada; se concentro en sus pestañas, sus atrayentes labios, noto que gracias al corte de cabello y a la posición un tanto incomoda se mostraba la línea de su cuello hacia su clavícula, ¿Cómo pudo haber ignorado a tan atractivo hombre? Debió haber estado muy ciego para no ver que Yesung tenía un encanto natural.
Con el más delicado cuidado acaricio con su dedo índice la hermosa línea desde sus orejas hasta la clavícula provocando un suspiro y un leve movimiento de Jongwoon, se alejo para no hacer molestar aun más a su hyung.
Acomodo su cuerpo de forma suave para que tomara un baño relajante y roció el polvito en el agua de la bañera mirando como este se disolvía rápidamente creando un aroma cautivador, miro por última vez a su hyung y salió del baño con la respiración un poco agitada y con una ligera erección.
Regreso a su habitación para preparar el pijama del mayor, no dejaría que durmiera en el colchón, sabía que era un tonto por pensar así pero quería mirar a su hyung durmiendo en su cama, era una loca forma de que la presencia de Jongwoon aun siguiera a su lado.
Volvió a la realidad en cuanto escucho la puerta del baño ser abierta, sabía que su hyung no aceptaría volver a dormir en su cama pero no tenía más opción que mentir para que se cumpliera su deseo.
Mientras tanto el mayor sentía un calor envolver su cuerpo, más precisamente en su zona baja, se sentía caliente y necesitado pero mas allá de eso un escalofrió recorrió su cuerpo al pensar que estaba a solas con Kyuhyun pero una sonrisa burlona apareció en su rostro, se había olvidado que a su ex novio no le excitaba en lo mas mínimo.
Al entrar a la habitación un silencio se instalo en ambos, mientras Jongwoon se sentía arder por la necesidad de ser tocado y su erección crecía; Kyuhyun no pudo alejar su mirada del cuerpo de su hyung, sobretodo en cierta parte de su anatomía.
Ajenos a los pensamientos del otro, cada uno se sumergió en la situación; para Jongwoon era vergonzoso mostrar una erección frente al menor mientras que para el maknae sentir el dulce y excitante aroma proveniente de Yesung lo dejaba con ansias de pasar su lengua por todo su cuerpo, acariciar cada parte sensible empezando por sus labios y bajando a ese enorme bulto bajo su toalla de baño.
El calor comenzó a subir en la habitación, sin poder detenerse Kyuhyun se acerco al mayor por la necesidad de marcarlo como suyo, mostrar que Jongwoon ya tenía dueño y que nadie podía tocar lo que él tanto anhelaba, pero la voz de su hyung diciendo “no te atrevas a tocarme” retumbo en sus oídos dejándolo con la mano al aire en su dirección.
Kyuhyun carraspeo para aligerar un poco el pesado ambiente diciéndole al mayor que por esta vez debía dormir en la cama y no el suelo, se sorprendió cuando el mayor no opuso resistencia pero la alegría duro poco en cuanto su ex novio apago la luz dejando un débil rayo de luz de luna alumbrando la habitación.
Miro un momento más a su hyung y con un suspiro se dejo arrullar por el relajante aroma que desprendía el cuerpo del mayor, se despertó en cuanto escucho ruidos provenientes de la puerta principal y para evitar interrupciones al descanso del mayor le puso seguro a la puerta.
Volvió a sumergirse en el mundo de los sueños, ignorando los cuchicheos y susurros afuera de su habitación.
Despertó por un débil gemido proveniente del mayor, pensando que podría tener dolor abrió los ojos enfocando a su hyung pero lo que encontró le hizo pasar saliva, su corazón empezó a latir con fuerza, se mordió el labio para suprimir un gemido.
Miro la forma en que el mayor movía su mano acariciando su erección, la habitación tomo mas temperatura a pesar que la noche era un tanto fría, un gemido mas audible se escucho por parte del pelinegro y ante la vista Kyuhyun metió la mano en sus pantalones de pijama y se acaricio gimiendo el nombre de Jongwoon.
Kyuhyun intento levantarse atraído por la necesidad de tocar al mayor, pero la voz potente de Jongwoon lo dejo estático en su lugar “no te acerques a mí, no sé qué demonios me pasa pero no quiero que me toques” no tuvo más opción que mirar cómo se daba placer el mayor frente a él, miraba hipnotizado el movimiento pausado y a la vez salvaje de la mano sana de Yesung.
Miraba como el mayor se frustraba al no poder alcanzar su orgasmo, sin pensar tomo las sabanas alejándolas del cuerpo caliente y sudado de Jongwoon, noto como se tensaba ante su cercanía y tomando de todo su autocontrol se llevo dos dedos a la boca; ensalivándolos mientras le pedía con la mirada a su hyung que siguiera masturbándose frente a él, no supo porque el mayor obedeció pero sin poder resistir metió lentamente un dedo en la sensible entrada del mayor, en cuanto intento besar el interior de su muslo escucho la voz de Jongwoon decirle “no hagas eso, te dejo tocarme porque me siento caliente y no puedo joderme a mí mismo” ignoro el dolor que aquella frase le produjo y ejerció toda la fuerza de voluntad de la que fue capaz para no saltar encima de su hyung.
Su dedo entraba y salía sin problemas así que decidió meter un segundo dedo moviendo sus dedos en forma de tijera, intento hacerlo llegar a su orgasmo pero el mayor necesitaba algo más y aunque se moría por dárselo sabía que Jongwoon no le dejaría.
Con suspiros y la respiración agitada Jongwoon le susurro “en… mi… en mi… cajón hay un consolador, ayúdame” se mordió el labio mientras pensaba en todas las veces que Yesung tuvo que recurrir a ese maldito aparato teniéndolo a él como pareja, un nudo se instalo en su garganta ante la vista que tenía en frente.
Tomo la botellita de lubricante que siempre usaba en sus encuentros y tomo nota de la mirada burlona de su hyung, “me alegro que lleves esa cosa siempre contigo, por hoy me va aliviar que me folles con un consolador” las palabras le dolieron porque se daba cuenta que lo aliviaría sin que tenga que usarlo a él, deseaba ayudarlo; besarle cada parte de su cuerpo, acariciar con sus manos esos hermosos muslos pero ahora que lo quería no podía hacerlo.
Tenía que soportar verlo gemir mientras metía el consolador en su interior, escuchar los gemidos bajos que emitía cada vez que subía la intensidad en este y se odio por la situación porque se ahogaba en su deseo, en su desesperación por ser quien le diera placer y amor a Jongwoon y lo peor fue que después de escuchar el gemido del mayor mordiendo la almohada en su liberación, este se diera la vuelta tomando la sabana cubriendo su cuerpo y diciendo con voz adormilada un “gracias Cho, para la próxima evitare que seas tú quien me ayude”.