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Una carta que nos rompió el corazon por Krizz Sabaku No Uchiha

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Notas del capitulo:

hola de nuevo!

A traesles la continuacion, que se ocupa :D

 

*todos los personajes son de Masashi Kishimoto-sensei

Han pasado poco más de siete meses desde la última vez que vio a Sasuke. 




Cuando llego a su habitacion en el campus de la universidad, inmediatamente empaco sus cosas, no tenía ánimos de seguir en el lugar, mucho menos de hablar con Gaara, estaba seguro de no poder soportar contarle lo sucedido a su amigo pelirrojo, así que sin más, huyo de ahí, regresando a su ciudad natal en Suna. 




Pero las cosas no fueron mejor. 




—Naruto—. Escucho la voz sorprendida de su madre, la cual lo recibió en la puerta. —Hijo ¿Qué haces aquí?—. Al rubio menor no le pasó desapercibido en hecho de que su madre no lo había invitado a pasar, de hecho, se encontraba esmerada en bloquearle en paso a la vivienda. 




—¡¿Ese es Naruto?!—. La voz molesta de Minato se hizo sonar, Naruto ya sabía por dónde iba la situación, Kushina fue apartada de la puerta sin ninguna delicadeza y en su lugar, el patriarca Namikaze se encontraba de brazos cruzados y con mueca molesta. —¿Qué pretendes viniendo aquí?—. Pregunto el rubio, Naruto solo agacho la mirada y Minato entendió, el rubio mayor sonrió con prepotencia. 




—Ya veo—. Dijo burlista, entendiendo porque su hijo apretaba fuertemente el asa de la maleta que llevaba a cuestas y el porqué se negaba a verlo a los ojos, al final, él había tenido razón. —Así que... ¿Te abandono?—. Naruto no pudo evitar que sus ojos se humedecieran a causa de las ganas de llorar. 




—Minato—. Trato de reprenderlo la pelirroja, pero esta sabía que era imposible, miro con preocupación a su hijo. 




—Te lo advertí, Naruto—. Reprocho Minato. —Los habitantes del País del Fuego, no tiene corazón, mucho menos los Uchihas—. El rubio mayor frunció el ceño. —Y aun así te atreviste a desafiarme para probar lo equivocado que estaba—. Naruto no dijo una sola palabra, nada en contra de su padre. —No quiero que vuelvas a esta casa—. Termino el rubio, seguidamente, cerró la puerta justo en las narices de su hijo, importándole poco si este no tenía otro lugar donde pasar esa noche o cualquier otra noche. 




Naruto se las vio difícil los primeros días, sin una carrera universitaria, no tenía tantas chances de poder conseguir un buen trabajo, así que sobrevivió con lo que pudo, trabajando de medio tiempo en varios restaurantes y locales, hasta que consiguió, gracias a Iruka, su casero, un trabajo como asistente en la cadena local de noticias. 




Hacia trabajos simples como ayudar a Kakashi, su jefe, a ordenar archivos, hacer encargos o incluso redactar noticias. Su jefe estaba bastante satisfecho con su trabajo que decidio otorgarle una sección en las noticias informativas. 




No era el fuerte del rubio eso de salir en televisión local, llevando a cientos de casas noticias inútiles y, en parte, bastante entretenidas, pero inútiles al fin y al cabo. 




Su salario era modesto, pero el suficiente como para mantener los gastos de su departamento y algunos lujos como lo era el comer fuera de vez en cuando. 




—Naruto—. El rubio levanto la vista de la nueva noticia en la que había estado trabajando, y miro directamente a su jefe, el cual le hacía señas para que lo siguiera a su oficina. 




—Voy—. Contesto el rubio y miro a la chica con la que trabajaba, una chica de tes pálida y ojos perla. —Hinata, que lleven esto a edición y que me entreguen la edición revisada antes de las noticias de las 5pm—. La morena tomo los papeles del rubio y asintió. 




Apenas dejo encargada a Hinata, el rubio se dirigió a donde su jefe para ver que tenía que decirle.  




—¿Una noticia importante?—. Pregunto el rubio, el peliplata asintió. 




—Su nombre es Itachi—. Dijo. —Es uno de los empresarios más populares en Konoha—. Ante el nombre de la ciudad natal de Sasuke, Naruto se tensó, Kakashi no lo noto, asi que siguió como si nada. —La intención de Itachi es venir a Suna a establecer una extensión de su compañía—. Informo el hombre. —Quiero que le hagas una entrevista, solo para llenar el espacio que dejo libre la actriz mediocre esa—. El rubio asintió, Kakashi le tendió unos papeles con toda la información referente a la entrevista que debía realizar, sin más, Naruto salió del lugar para comenzar a prepararse. 




Itachi, cuyo apellido aun desconocía, porque curiosamente no estaba en ninguno de los documentos que le entrego su jefe. Es un empresario que maneja la compañía de su familia, tiene una extensa gama de negocios que van desde el turismo hasta bienes raíces, contrajo matrimonio hace poco menos de tres meses un tal Deidara. 




Naruto suspiro, su jefe era un perezoso, no le había dado la información relevante para realizar una entrevista. —¿Qué se supone que haga? ¿Bombardearlo con preguntas a lo tonto?—. Se quejaba el rubio. Pero bien sabía que esta era una noticia inútil, un espacio vacío que su jefe estaba desesperado por llenar, así que dejo el tema aparte y se concentró en otras cosas. 




Como resolver el conflicto con su molesto padre, sería bueno pensar. 




 




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En algún lugar de Suna, un pelirrojo se encontraba al teléfono y otro de piel alvina, ojos y cabellos negros cual carbón se encontraba sentado en el sofá más grande de la casa pasando su vista del pelirrojo al cuaderno que sostenía. 




—Lo entiendo señora Namikaze—. Escucho al pelirrojo suspirar. —Pero tiene que saberlo, él lo ama, aun lo ama, estoy seguro—. Gaara espero una respuesta que mas que tranquilizarlo, solo hizo que su enfado, de por si palpable, aumentara. —Usted sabe que lo que hace el señor Minato no está bien, Naruto sufrió, aun lo hace y usted no...—. El pelirrojo cayo toda reclamación y boto el teléfono de vuelta en su lugar. —¡Maldita arpía insensible!—. Maldijo. 




Sai que hasta el momento no había soltado comentario alguno, se irguió hasta estar sentado frente al pelirrojo. —¿Negación de nuevo?—. Gaara no contesto, Sai solo suspiro. —Con esto no llegaras a nada—. Comento, ganándose un ceño fruncido de su novio. —Te he dicho muchas veces que debes ir directo al punto, hablar con los Namikaze no servirá de nada, ni ellos tiene contacto con Naruto—.   




—¿Y cómo podemos hacer eso?—. Pregunto el de ojos aqua. —Es obvio que Naruto nos evadirá el tema apenas lo toquemos—. Sai se llevó la mano al mentón, pensando. 




—Ese Sasuke ¿No tiene un hermano?—. Gaara miro a su novio. Si Sasuke tenía un hermano, solo lo vio una vez y solo recordaba el nombre porque Sasuske parecía entre oiarlo y amarlo, aun no estaba seguro de cuál de las dos. 




—Si, Itachi, me parece—. Sai sonrió 




—Creo que ya se cómo solucionar esto—. Gaara le miro impaciente por lo que pasaba en la cabeza de su excéntrico novio. 




 




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En otro lado de Suna, una pelirroja de rasgos agraciados miraba el teléfono con gesto dolido y preocupado. —¿Sera que Gaara-san tendrá razón?—. Se preguntaba. 




Si le preguntaran a Kushina Uzumaki, ahora Namikaze, cuanto amaba a su hijo, la respuesta sería: mucho más que a Minato, pero Kushina es la esposa temerosa de su marido, y aunque los secretos de rubio estaban dentro de su memoria, sabía que Minato no se quedaría en paz. 




La furia y rencor de su marido hacia los habitantes del país del Fuego, se remonta años atrás, cuando él y ella aún no se conocían. Recuerda que su marido llego ebrio un día en especial, y desde que se casaron ese día, sin faltar cada año, Minato hace lo mismo. 




El rubio le conto en medio de delirios de ebrio que odiaba a ese hombre porque prefirio casarse con una mujer y a dejarlo a él de lado. Kushina paso consolándolo la noche entera hasta la mañana siguiente en donde el mayor siguió su vida como siempre, la única vez que Kushina quiso tomar el tema a discusión, Minato no le hablo en meses. 




Y ahora pasaban las cosas con Naruto. Estaba segura que no había visto tan feliz a su hijo desde que le hizo su primer tazón de ramen, pero esa felicidad se extinguía poco a poco ante las palabras de su marido, para con la reciente relación de su hijo. 




—Cuando menos te los esperes, te botara y te dejara con el corazón roto—. La furia en la voz de Minato era palpable, pero el corazón de Kushina solo se retorció cuando vio el semblante de Naruto. La mandíbula apretada, sus ojos azules al borde de nublarse por lagrimas que no quería dejar salir. 




Y la voz de su marido no paraba. Hasta que finalmente su hijo decidió cortar comunicación. Minato no paro de quejarse, Kushina esperaba paciente una respuesta de su hijo. 




Esta llego dos días después. Naruto en la puerta de su casa, con maletas a cuestas buscando refugio en su antiguo hogar, pero Minato le nego el acceso y prácticamente lo hecho a la calle cual jovencita indecente. 




Kushina no paro de llorar esa noche ante el rechazo de su marido para con su hijo. 




Una semana mas tardes comenzó a recibir llamada de Gaara-san, el compañero de Naruto, pidiendo hablar con el rubio urgente mente. Kushina en su dolor, se negó a hablar y razonar con Gaara. El pelirrojo quería decirle que el Uchiha que salía con su Naruto lo estaba buscando, pero las palabras de odio de Minato hicieron atrás su razonamiento y culparon al Uchiha de que ahora su Naruto estuviese en la calle trabajando de quien sabe que. 




Pero la gota que derramo el vaso de la situacion fue el hecho de pedirle a Minato resolver las cosas con Naruto, la respuesta que su marido le dio por poco la hacer pedir el divorcio. 




—Ese mocoso es un ingrato—. Dijo pasando las hojas del periodico que leia. —Lo que le pase se lo tiene bien merecido por desafiar mi autoridad—. Kushina solo apreto sus puños y salio de la habitacion de esta, hecha una total furia, esto habia llegado bastante lejos y no iba a permitir que las cosas siguieran asi. 




—¿Gaara-san?— . Pregunto al otro lado de la linea. —Tenemos que hablar—. 




 




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Naruto estaba preparándose para la entrevista con el empresario, estaba a punto de entrar al set destinado a las entrevistas en vivo, cuando el llamado de Hinata lo detuvo. —Na-¡Naruto-kun!—. El rubio giro medio cuerpo para ver a su compañera. 




—Hinata ¿Qué pasa?—. La ojiperla alzaba el teléfono.  




—Tienes una llamada de un tal Sabaku No Gaara—. Naruto no dudo en correr hacia donde el aparato que lo comunicaría con su viejo compañero de universidad se encontraba. 




—¡¿Hola, Gaara?!—. Pregunto entre sorprendido y contrariado, la voz grave de su ex compañero no espero para contestarle. 




—Naruto, cuanto tiempo—. Dijo. —En este momento ¿Dónde te encuentras?—. El rubio parpadeo confundido. 




—¿En dónde? En mi trabajo, en la estación de noticias de Suna ¿Porque?—. 




—Vamos para allá—. Dijo el pelirrojo. 




—¿Vamos? ¿Quienes?—. Pero la pregunta del rubio no fue contestada, encogiéndose de hombros dejo el aparato a donde pertenecía y se regresó al set de entrevistas. 




Cuando entro al lugar, había al menos siete personas, dos maquillistas, dos camarógrafos, el director y una parejas de hombres que asumió, serian Itachi y un acompañante. Vio al moreno susurrarle cosas a su acompañante e inmediatamente este salió por una puerta alterna, Naruto se acercó al staff y saludo a todos. 




—Buenas tardes—. Dijo con ánimo, el saludo fue contestado y Naruto no dudo en acercarse al moreno. —Señor Itachi un gusto, mi nombre es Naruto Namikaze y yo dirigiré su entrevista—. El moreno le tomo de la mano correspondiendo el saludo. 




—Un gusto, soy Uchiha, Itachi Uchiha—. El moreno quedo sorprendido ante el rostro shokeado de su entrevistador y antes de que pudiera preguntar que pasaba, una turba de gente entro al lugar. 




—¿Uchiha?—. Naruto tenía una expresión de sorpresa y no salió de ella hasta que lo llamaron 




—¡Naruto!—. La voz de Gaara fue lo único que pudo sacarlo del trance que había provocado el moreno. —¿Itachi?—. Pregunto sorprendido. 




—Sabaku No-san—. Saludo el moreno con sorpresa. —¿Qué hace aquí?—. Pero Gaara sonrio. 




—Esto no puede ser más conveniente—. Gaara miro a su amigo rubio y le sonrió. —Es bueno veste—. Le dijo y Naruto no pudo evitar abrazarlo.  —Bueno, es hora de que escuches todo lo que tenemos que decirte—. Dijo el pelirrojo una vez que Naruto y él se hubieron separado. —Itachi, creo que es muy conveniente que estés aquí—. Naruto miro al Uchiha y luego al pelirrojo. 




—¿Se conocen?—. El moreno sonrió. 




—Es una larga historia, que te será aclarada ahora mismo—. Y dicho esto, Naruto vio entrar al set a su madre y a Sai agarrando a su padre para evitar que escapara. 




—Chicos, tenemos un asunto familiar que resolver ¿Podrían dejarnos un momento a solas?—. Pidió amablemente la pelirroja. El staff no dudo en seguir la petición, pues Hatake les había avisado de ante mano sobre la situación. 




Apenas el staff hubo salido, Sai y Kushina soltaron a Minato, el cual verdaderamente enfadado se cruzó de brazos sin decir palabra alguna. 




—Así que usted es el famoso Minato Namikaze—. La primera voz que rompió el silencio fue la del moreno Uchiha. Minato frunció el ceño. 




—¡Púdrete, mocoso de mierda!—. Ante aquellas palabras Naruto se sorprendió. —No eres más que otra escoria del país del Fuego tu y tu padre deberían pudrirse en el infierno, par de malditos—. Escupió con odio el rubio. 




—¡Papá!—. Grito Naruto a modo de reprimenda, pero Gaara intervino. 




—Naruto, no—. Dijo, Naruto miro a su madre y está sintió a que le hiciera caso al pelirrojo. Y entonces Itachi miro a Naruto. 




—¿Sabes porque el odio de tu padre hacia el país del Fuego?—. Pregunto el moreno, Naruto lo miro confuso, así como también vio el semblante sorprendido y temeroso de su padre. —Y en especial a los Uchiha—. 




—¡Cállate, Bastardo!—. Minato estaba a punto de dar un par de pasos hacia el Uchiha cuando fue brutalmente detenido por Kushina, la cual lo miraba molesta y dolida. 




—Ya fue suficiente, Minato—. Dijo. —Esto se acaba aquí y ahora, no dejare que le sigas haciendo daño a nuestro hijo por estupideces de TU pasado—. La pelirroja estaba a punto de tirarse a llorar. —Itachi-san. Sigue, por favor—. El Uchiha miro a la pareja. 




—¡¿Pero que demonios está pasando aquí?!—. Exigió saber el rubio menor. 




—Fugaku Uchiha—. Dijo el moreno. —¿Conoces ese nombre, Naruto?—. El rubio negó inmediatamente. —Es el nombre de mi padre—. 




—¡No digas ese puto nombre!—. Grito Minato con odio, pero fue ignorado por Itachi. 




—También es el nombre del padre de Sasuke Uchiha—. Ante la mención del nombre de Sasuke, Naruto casi se desploma de la impresión, Itachi, ese Itachi al que estaba por entrevistar es el hermano del teme, ese del que siempre odio, aquel de cuya sobra escapaba. —Y también es o más bien era, el mejor amigo y amor platónico de Minato Namikaze—.  




—¿Q-que?—. Naruto miro a Itachi e inmediatamente a su padre que tenía el ceño fruncido y la mandíbula apretada de coraje.  




—Su odio por la gente del pais del Fuego, por los Uchihas—. Continuo Kushina. —Reside en que Minato Namikaze se enamoró de Fugaku Uchiha—.  




—Cállate—. Susurro el rubio con la vista gacha. 




—Pero mi padre ignoraba totalmente estos sentimientos—. Dijo Itachi y con una sonrisa miro a Minato. —Mi padre solo veía en Minato a un buen amigo—. 




—Las cosas cambiaron cuando conoció a Mikoto, su actual esposa—. 




—Y, por supuesto, Mi madre y la de Sasuke—. Continuo Itachi. —Tú fuiste la primera persona en conocerla ¿No?—. Pregunto el moreno. —¿Cómo te sentiste?—. 




Minato le miro con odio. —Esa perra me lo quito y el muy bastardo se fue con ella, ¡Me traiciono!—. Grito finalmente. —¡A mí, la persona que estuvo a su lado incondicionalmente! ¡A mí, la persona que lo amo! ¡Ese bastardo me traiciono!—. Y luego miro a Naruto. —¡Justo como su hijo lo hizo contigo!—. Naruto retrocedió medio paso ante las palabras de si padre. —Te abandono en el altar, te dejo plantado solo con una nota ¿Eso que te dice?—. Los ojos de Naruto amenazaban con humedecerse. —Esos bastardos son iguales ¡De tal palo, tal astilla!—. Naruto cerró los ojos con tristeza, era cierto, Sasuke lo había dejado plantado solo con una nota, Sasuke no llego al... 




—No—. ¿Eh?. —Sasuke no dejo plantado a Naruto—. Itachi tenia el ceño fruncido. Despues de eso miro al rubio a su lado. —Recuerda ¿Que paso ese día?—. Naruto se alejó del moreno. 




—Na-nada... Sasuke...él no llego—.  




—Naruto—. Ahora era Gaara el que estaba frente a él, el pelirrojo le sostenía las manos. —Piensa, recuerda ¿Que paso es día?—. Naruto negó, las lágrimas saliendo de sus ojos. 




—Por favor, basta. No quiero—. 




—Sasuke no llego, Naruto. Te dejo plantado—. Las venenosas palabras de Minato hicieron enfadar a Kushina. 




—¡Cállate, Minato!—. 




—Naruto, por favor solo una vez, solo hazlo una vez, no por mí, sino por ti—. Pidió Gaara. —¿Que paso ese día?—. Naruto hizo un esfuerzo comenzando a recordar. 




—Llegue al juzgado, entre para esperar a Sasuke, a Gaara y a Sai y después un niño llego con una nota.... y...y.... Sasuke no iba a llegar—. Las lágrimas de Naruto interrumpieron sus palabras. 




—¿Qué te dijo el niño?—. Pregunto Gaara, Naruto negó. —¿Lo conocías?—. Volvió a negar. —¿Él te conocía?—. Negó de nuevo. —Entonces ¿Cómo sabias que la carta era para ti?—. Ante aquella pregunta, Naruto paro su llanto y miro confundido a Gaara, como si algo en sus recuerdos fuera visible hasta ahora. —¿No había otras personas en el lugar?—. 




Naruto comenzaba a recordar, había un chico, un chico rubio antes que él, vestía de blanco y traía una estatuilla de arcilla. 




—Él, el chico rubio—. Itachi se puso a su lado. —Te pido que cuidaras algo ¿Qué era?—. Naruto miro al moreno. 




—Una estatuilla de arcilla—. Contesto ido. 




—¿Y no crees que el niño que te dio la carta pudo haberse confundido?—. Itachi sonreía. —¿Puede ser que a ese niño le dijeron que entregara la carta al rubio con la estatuilla de arcilla?—. Y la revelación se hizo en la cabeza del rubio. 




—Oh por dios—. El rubio se llevó la mano a la boca, tratando de no soltar un jadeo desperrado. Justo en ese momento, un rubio de largo cabello entraba en el set con una botella de agua mineral. 




—Itachi, no pude conseguir el agua con limón, Hm—. Y Naruto lo miro sorprendido, el chico rubio del juzgado, ese que le pidió de favor cuidar la estatuilla, se encontraba parado justo frente a él. 




—Tu—. Fue lo único que pudo decir Naruto. 




—Conocí a Deidara ese día en el juzgado—. Itachi se puso al lado del rubio, tomando de las manos de este la botella de agua y dándole un beso en señal de agradecimiento. 




Deidara lo miro y al reconocerlo se acercó al rubio menor. —En verdad siento la confusión, Hm—. Se disculpo. —Mi ex prometido, Sasori fue quien envió esa nota y su sobrino te confundió conmigo, Hm—. 




—Sasuke te espero, pero perdió toda esperanza al ver la nota que, según, dejaste para él—. Itachi bajo la mirada. —Después de eso, dejo la universidad en Suna y regreso a Konoha, desde entonces no sabemos nada de él—. Naruto aún se encontraba ido ante la situación. 




Sasuke se presentó en el juzgado, junto con Itachi, su hermano, para servir como su testigo, Sasuke había....había... 




—Llámalo—. Dijo Gaara. —Saca tu móvil y llámalo ahora—. Naruto pareció confundido e indeciso al principio, pero después y bajo la antena mirada de todos saco su celular y busco el número de Sasuke. Lo encontro y no espero nada para comenzar a marcar. 




Se escucharon los primeros dos tonos antes de que la voz monótona y robótica de una mujer contesto diciendo: El número que marco, no existe, favor de... 




Naruto colgó inmediatamente. 




—Otro número, hijo. Busca otro número—. Animo la pelirroja con entusiasmo, pero Naruto solo negaba. 




—No tengo otro número—. Dijo desesperado y después miro a su hermano. —Eres su hermano ¡Dame su nuevo número!—. Itachi saco su móvil y marco rápidamente el número que tenía registrado a nombre de su hermano, de nuevo se escucharon los dos tonos antes de que la misma voz robótica les contestara. 




—¿Qué tal la universidad de Suna?—. Sugirió Sai, pero el rubio negó. 




—Lo unico que me dirán es que envié un correo para que evalúen la emergencia—. Naruto penso un momento más y luego dio con la solución. 




 




"Y como mi familia está en Konoha, trabajo medio tiempo en la embajada del país del Fuego" 




 




—La embajada del país del Fuego—. Susurro el rubio, miro a Itachi. —¿tienes el numero de la embajada del país del Fuego?—.. El moreno asintió y de inmediato le paso el numero al rubio. 




Naruto puso el teléfono en altavoz, los primeros tonos fueron los más desesperantes, el set quedo en silencio, hasta Minato había callado todo reclamo, y después del cuarto timbrazo, la voz amable de una mujer les contesto. 




—Habla a la embajada del Pais del Fuego en Suna ¿En que puedo ayudarle?—. Naruto trago en seco, miro a Gaara y luego a su madre y esta le miraba con una sonrisa asintiendo. 




—bu-buenas tardes—. Tartamudeo. —Disculpe, hace un tiempo ustedes tenían a un estudiante de comunicaciones trabajando ahí, Sasuke Uchiha—. La mujer se oyo sorprendida. 




—¿E-es usted Namikaze?—. Pregunto la mujer. —¿Naruto Namikaze?—. El rubio quedo sorprendido ante el conocimiento de su apellido. 




—Si— . Asi que no dudo en contestar. Entonces se escuchó la voz emocionada de la mujer a lo lejos 




—¡Escuchen todos!—. La oyeron gritar. —Llego la llamada, Llego la llamada de Naruto Namikaze—. Todos en el set escucharon gritos de júbilo y emoción, Naruto, y los demás, no podían entender que pasaba, la respuesta llego después. —Señor Namikaze, todos los días en punto de las 9am, el joven Sasuke llama preguntando una sola cosa—. La piel de Naruto se erizo. —Si ha llegado una llamada desde Suna de Naruto Namikaze—. Los ojos de Naruto comenzaron a humedecerse, respiro hondo. —Espere en la linea, en un momento lo comunico—. La mujer no corto comunicación, de tal manera que Naruto y los demás fueron tertigos oyentes de como la mujer marcaba un numero en el teléfono. 




Naruto trataba de normalizar su respiración, los latidos de su corazón estaban desbocados y parecia que en cualquier momento este iba a salírsele del pecho. 




—¿Bueno?—. Naruto dejó de respirar.  




—Buenas tardes ¿Hablo con el señor Sasuke Uchiha?—. Pregunto la mujer. 




—Si ¿Quién habla?—. De nuevo esa voz, tanto tiempo sin escucharla, Naruto comenzó a derramar lágrimas. 




—Habla Karin Uzumaki de la embajada del país del Fuego en Suna. Tiene una llamada desde Suna—. Y entonces Naruto no pudo más. 




—Hola, Naruto—. Era la voz de Sasuke, la voz del hombre que amaba, el llanto y el gimoteo del rubio fue todo lo que pudo escuchar el moreno. —¿Hola? Naruto ¿Eres tú?—. 




—Sa-sasuke—. El rubio tomo el suficiente aire para decir su nombre. 




—Na-naruto... no puedo creer...—. Naruto sabía que Sasuke podría estar en las mismas condiciones que él.  




—¿Fuiste al juzgado?—. Pregunto el rubio entre lágrimas, mirando a Minato para esperar la respuesta del Uchiha. 




—Si, claro que fui, pero no llegaste—. Naruto volvió a jadear. 




—¿Por qué no llamaste?—. Pregunto. Escucho el Uchiha soltar una risa triste. 




—¿Cómo podria hacerlo?—. Pregunto. —En tu carta dijiste que no contactara contigo—. Dijo. —Pe-pero... no sabía porque, pero.... tenía el...el presentimiento de que... intentarías contactarte conmigo—. Escucho a Sasuke reír nuevamente. —Te has tardado, Dobe—. Naruto también rio. 




—¿Qué podia hacer, Sasuke?—. Naruto miro al techo, sintiendo que un peso era quitado de su espalda. —Ambos recibimos una carta que nos rompió el corazón—.

Notas finales:

Quieren continuacion o aqui le paro?

 

La idea para este fic me vino cuando vi la pelicula PK del 2014. Si son de mente abierta y no les molesta que critiquen a esos personajes conocidos como pastores o predicadores, se las recomiendo mucho, es una pelicula hermosa.

 

Gracias por leer!! :)


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