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Este será nuestro secreto por ami4alice

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí les vengo con el extra, lo termine, lo ame tanto como el fic <3

espero que a ustedes también les uste <3

Aquel plan dio inicio justo el mismo día que habían atrapado a Jllian. Wolfram y Yuuri se encontraban en su habitación, luego de tan largo día para detener a aquel horrible hombre era evidente que se encontrarían cansados, aunque Yuuri parecía aun continuar procesando la información. A pesar de que estuvieran en la cama Yuuri miraba el techo de manera vaga, parecía no encontrarse ahí en la habitación. Wolfram que llevaba rato observándolo suspiro antes de sentarse en la cama mirando al moreno.

-¿Qué es lo que sucede Yuuri? –pregunto viendo aquellos orbes negros que le miraron cuando su nombre fue pronunciado.

-Es que no lo sé Wolfram… -inicio el moreno -. Sé que ese hombre es malo, pero no creo que sentenciarlo de muerte sea lo correcto…

-Esa fue decisión de los nobles, saben que eres demasiado blando y ese hombre es muy manipulador –comento Wolfram cruzándose de brazos.

-Pero debe haber otra manera… -dijo intentando pensar en una.

-Aun si dices eso y lo dejamos libre volverá a hacer lo mismo Yuuri, debe ser castigado para que no lo vuelva a hacer –comento Wolfram.

-No lo sé, mañana iré al templo para hablar con Shinou y Murata, quizás ellos me ayuden con el asunto –dijo para sentarse también en la cama -. Tal vez lleguemos a una mejor solución del problema.

-Yuuri, no digo que sea malo confiar en Shinou y el gran sabio, pero todo el tiempo no será de esa manera. No podemos siempre esperar a que ellos nos den una mano. Como rey debes saber resolver los problemas por tu cuenta –dijo Wolfram mirando fijamente al moreno -. Además, nosotros somos tus aliados, por eso…

De pronto Wolfram se silenció llevando una de sus manos a su mentón. Yuuri le miro confundido al ver que de pronto dejaba de hablar.

-¿Qué sucede Wolfram? –pregunto el moreno.

-Ese hombre es un orgulloso Mazoku, uno que cree que todos los humanos son inferiores, Yuuri… ¿Eso no te suena a algo? –pregunto con una sonrisa en su rostro.

-¿A algo? –dijo para silenciarse mientras pensaba en el asunto -. ¡Ah! –soltó de pronto cuando llego -. ¿Qué pretendes Wolfram?

-Je, je. ¿Por qué no ideamos un plan Yuuri? Acorralemos a ese hombre en una trampa –dijo el rubio con una corta risa.

-¿Qué tienes pensado?

-Bueno, ese hombre es una orgulloso Mazoku al igual que lo era yo antes de conocerte, eso significa que si regreso a como era antes Jllian me tendrá confianza. De esa manera estaremos un pasado adelante. ¿Qué te parece?

-Está bien, confiare en ti –dijo el moreno sin ninguna duda -. ¿Qué tengo que hacer?

-Debemos hacer que todos crean que de nuevo he regresado a ser el de antes, para eso tenemos que volver a pelear.

-¿Qué? Al fin logramos estar bien y tenemos que volver a pelear… -dijo en un suspiro.

-Será solo un acto, debemos hacer ver que nuestra relación esta tensa, así será más creíble, no solo eso, también debemos terminar con nuestro compromiso.

-Esta bi… Espera ¡¿Qué?! ¿Por qué tenemos que romper el compromiso? –se quejó el moreno refunfuñando. Wolfram rió levemente ante eso.

-Quien diría que ahora eres tu quien se queja por romper el compromiso –dijo entre risas.

-¡Ya hablamos sobre ese asunto Wolfram! –se quejó el moreno levemente avergonzado.

Wolfram rió ligeramente de nuevo antes de inclinarse un poco hacía adelante para quedar más cerca del moreno. Yuuri quien había estado mirando en otra dirección fijo su vista en el contrario cuando lo sintió cerca.

-No sé, ¿de qué hemos hablado Shibuya Yuuri? –pregunto con una sonrisa en su rostro. Yuuri rodó los ojos ante esas palabras antes de llevar sus manos a las mejillas del rubio.

-Usted sabe perfectamente nuestras conversaciones nocturnas Wolfram von Bielefeld –dijo en el mismo tono que había hablado antes el rubio.

-Usted sabe lo olvidadizo que soy Majestad –comento el rubio riendo levemente.

-Entonces le hare recordar excelencia –dijo el moreno antes de terminar por acabar la poca distancia que había entre ambos.

Una cosa que no había salido de esas cuatro paredes que hacían la habitación de la pareja real era ese pequeño secreto que tenían. A pesar de que a puertas abiertas se mostraban de una manera que hacía entender que continuaban en una relación estancada, lo que nadie más que los involucrados sabía era que esa relación había dejado de estar estancada hace mucho tiempo atrás. Era un acuerdo secreto entre Shibuya Yuuri y Wolfram von Bielefeld, que a pesar de que ambos tenían claros sus sentimientos ante los demás no iban a cambiar el cómo se mostraban.

Esa noche fue cuando el plan dio inicio, aquel plan para acabar con Jllian Sprigterz. Así fue como comenzaron con aquel acto que habían decidido a ejecutar, solo debían de actuar como lo habían hecho antes. Aunque ambos se sentían incomodos con el asunto, después de todo, actuar como si no se quisieran más era algo que no podían hacer tan fácil. Lo primero era las peleas entre ambos. Tenían que hacerlo correctamente y engañar a todos, después de todo como dice el dicho: “Para engañar a tus enemigos primero debes engañar a tus aliados.”

-Wolfram, ¿Cuántas veces hemos hablado sobre ese asunto? –dijo Yuuri con un tono cansado.

-¡Eso no importa! Seguiré haciendo lo mismo hasta que tú dejes de ser un infiel –comento enojado el rubio.

-¡Solo estaba hablando con una chica! ¿Acaso no puedo hacerlo? –comento con molestia en su voz, rodando los ojos con cansancio.

-Claro, “hablando.” ¿Así le dicen ahora a andar coqueteando con otros? –pregunto igualmente molesto.

-Majestad, ¿Qué sucede? –pregunto Conrad que iba pasando por donde se encontraban peleando los dos menores.

-Conrad, por favor has algo con tu hermano. ¡No me deja en paz! Tengo mejores cosas que hacer que discutir con él –comento con un suspiro el moreno.

-¿Qué? ¡Dices que hablar conmigo es menos importante que otros asuntos! ¡Será mejor que no vuelvas a repetir eso Yuuri Shibuya! –soltó con enojo e indignación.

-Todo el tiempo hablamos sobre este asunto, ¡Ya estoy cansado! –dijo con molestia el moreno.

-¡Yo soy el que debería decir eso! –dijo en tono alto el rubio. Conrad miraba la escena suspirando antes de interponerse en medio de los otros dos.

-Vamos Wolfram, ahora mismo tenemos una importante reunión, dejemos esta conversación para después ¿Si? –comento Conrad con su típica sonrisa. Wolfram miró a los otros dos turnadamente antes de suspirar con molestia.

-Esto no se quedara así –sentenció chasqueando antes de girarse y comenzar a caminar, dejando a los otros dos hombres.

-Lamento mucho el comportamiento de mi hermano Majestad –se disculpó el castaño cuando estuvieron solos.

-No te preocupes, ya se perfectamente como es tu hermano –dijo en un suspiro llevando una mano a su entrecejo -. Mejor vamos con Gwendal, aún tenemos ese asunto que resolver –dijo después iniciando su caminata. Conrad le siguió luego de suspirar.

El plan estaba en marcha, ya habían comenzado a dar comienzo a aquel acto de pretender odiarse hasta el punto de que no tuvieran más opción que separarse. Así inicio el primer acto, comenzando luego su segundo acto. El segundo era hacer que Jllian confiara en Wolfram, no iba a ser tan difícil, pero por seguridad ambos decidieron que dejarían escapar al hombre, y Wolfram sería quien lo ayudaría, así de esa forma sería acusado de traición, la perfecta excusa para no tener más que aliarse con Jllian.

Aun a pesar de que habían decidido llevar aquella mentira para lograr su objetivo, el engañar a las personas a su alrededor les dolía, pero ocultaban ese sentimiento, no debían de dudar, si lo hacían toda aquella obra se acabaría, era mejor dejar las cosas así, luego seguro les perdonarían por todo lo que habían hecho. Lo que si no pudieron evitar fue el hecho de no poder verse durante largos períodos. Tanto Yuuri como Wolfram estaban ya acostumbrado a muchas cosas, el dormir juntos y el hecho de que al girarse vieran al otro era una costumbre que fue la más difícil de soportar.

Esa fue la razón que a pesar de encontrarse ya en el cuarto acto, en donde Wolfram escapaba luego de ser acusado de traidor, ambos tenían la necesidad de encontrarse. Así que de manera silenciosa y sin que nadie más que ellos dos se percatara de las señales, escogieron un lugar para poder encontrarse. Esos momento en que el Maou desaparecía sin que nadie lo notaran eran justos los momentos en que se reunía con Wolfram, para dar instrucciones y decir los planes que iban a seguir, pero también para otras cosas.

Acordaron a través de pequeñas señales los lugares donde se encontraría, esa vez sería en el bosque, en una zona poco transitada por la gente, el perfecto lugar para que nadie notara su presencia. El primero en llegar fue el moreno, quien luego de bajar del caballo suspiro levemente, llevaba ya un tiempo desde que vio a Wolfram, así que se sentía nervioso. Se recostó de un árbol cerrando unos minutos los ojos, su plan iba perfectamente así que las cosas pronto acabarían.

-¿No cree que es peligroso estar tan relajado en un bosque señor? –aquella voz la reconoció de inmediato.

-Wolfram –dijo con una sonrisa mirándolo fijamente -. Podría decir lo mismo, un bosque es un lugar peligroso para alguien tan hermoso.

-¿Acaso me ha llamado hermoso? ¿Intenta coquetearme? Le advierto que soy un hombre comprometido  -dijo con una sonrisa antes de rodear al moreno con sus brazos por encima de los hombros. Yuuri hizo lo mismo pero en la cintura ajena.

-Oh, así que comprometido, el hombre con el que está atado debe tener suerte –dijo con una risa comenzando a eliminar la distancia que tenían.

-No lo sé, se lo preguntaré –fue lo último que se dijo en aquel lugar, después de todo los labios de ambos se centraron más en saborear el sabor de los ajenos.

Duraron un buen rato en completo silencio solo besándose, era inevitable, no tenían las noches para besarse como de costumbre, así que tenían que aprovechar el corto período para recuperar el tiempo perdido. Oh, aquella habitación guardaba un par de secretos de la pareja real, unos que cualquier que lo escuchara no lo creería por el comportamiento que tenían los involucrado a ojos públicos. Nadie jamás sospecharía que entre Wolfram y Yuuri había una relación más íntima.

Finalmente decidieron separarse, aunque no falto un par de besos rápidos. Ambos le gustaban los labios del contrario, era como si tuvieran un sabor que no pudieran evitar probar como mínimo una vez al día. Se quedaron unos minutos observándose, minutos que Yuuri aprovecho para ver un poco la piel del rubio notando como estaba un poco sudado. Sin poder evitarlo llevo una mano a la camisa del contrario para desabrocharla un poco. Wolfram lo hubiese notado si no se encontrara distraído realizando la misma acción. A veces era aterradora la sincronía de sus pensamientos.

-¿Cómo van las cosas de ese lado? –el primero en hablar fue el moreno, aunque su vista estaba centrada en el hecho de que podía ver mejor la piel ajena.

-Jllian tiene planeado atacar la aldea del sur, ya he arreglado todo con unos del pueblo para que actúen como si tuvieran miedo y no tuvieran salvación –le respondió Wolfram pasando su mano por el cabello negro de su pareja. Ninguno de los dos notó que en esos momentos se encontraban ya en el piso, siendo la espalda de Wolfram la que se encontraba unida al pie del árbol.

-Como siempre un paso adelante –dijo Yuuri con una sonrisa separándose un poco.

-Por supuesto, siempre buscaré las maneras de proteger el reino que tu amas –contesto el rubio sin ninguna duda.

Ambos sonrieron como si estuvieran diciendo más que lo que se escuchaba y en un momento dado las palabras fueron completamente innecesarias. Ambos se dejaron llevar por la pasión que habían estado acumulando por las largas noches sin verse. Esta vez la única presente ante aquel acto era el inmenso bosque, él era el único que sabría sobre aquel acto lujurioso que sucedió ese día, él y los relacionados con el acto. Entre Wolfram y Yuuri habían muchos más secretos que nadie más que ellos conocía.

Eran secretos que  ambos habían acordados no decirlos. ¿Quién les creería si lo hicieran? Por la fama de ambos, por la fama que tenía su relación nadie jamás se imaginaría la realidad. Era cierto que Yuuri se había negado a sus sentimientos, pero en un momento dado entendió que no importaba cuanto tratara de luchar, el mayor deseo en su corazón era tener a Wolfram. En el caso de Wolfram, él siempre había sido el insistente y acosador, pero en el fondo deseaba ser el único para Yuuri.

Yuuri mostraba su inseguridad negando sus sentimientos, Wolfram lo hacía mostrando sus celos. Ambos habían sacado lo peor de su personalidad buscando la aceptación del contrario, pero cuando lograron finalmente congeniar lograron ver que todo ese tiempo la única persona perfecta para ser su pareja no era nada más que la que siempre se encontró a su lado. Claro está, eso sucedió a puertas cerradas, así que nadie sabía realmente la verdadera relación entre ambos. Para los demás la relación entre Wolfram y Yuuri todavía era tensa, además de encontrarse estancada.

Ambos les pareció molesto tener que dar una explicación sobre como su relación había tomado otra dirección, así que simplemente decidieron continuar actuando de manera igual, solo a  puertas cerradas se abrían completamente al otro, dejándose llevar por sus deseos más profundos. Así fue como comenzaron los secretos entre la pareja real, secretos que no le hacían daño a nadie, secretos que ahora mismo le estaban jugando a su favor.

De nuevo se encontraban uniendo sus labios mientras acomodaban sus ropas, no debían dejar evidencia sobre lo que había pasado en ese momento. No debían dejar evidencia sobre el hecho de que de nuevo se habían entregado mutuamente. Finalmente terminaron de acomodar sus ropas, limpiando cualquier residuo de tierra que pudieran tener. Tomaron toda su voluntad para finalmente separar sus labios, ¡Era inevitable! Ambos amaban el sabor de los labios del otro.

-Bien, entonces llegare minutos tardes al pueblo para que así Jllian crea que ha ganado esa batalla, mientras más patético quede más el bajara la guardia –dijo Yuuri con una sonrisa.

-Si hay un cambio te lo haré saber –comento Wolfram con una sonrisa, pensaba girarse, pero antes de hacerlo tomo el cuello de la camisa del moreno para jalarlo hacía su persona.

Sin decir nada llevo sus labios al cuello del moreno para sin más dejar una marca. Ya le había dejado otras, pero no estaban a la vista. Sabía que no debía hacer aquello, pero el hecho de dejar al moreno solo a merced de mujerzuelas que quisieran quitárselo mientras él no estaba viendo no le gusto. El moreno llevo una mano a la zona donde estuvieron antes los labios del rubio.

-¡Wolfram! –se quejó el moreno, aunque en realidad no estaba molesto.

-Nos veremos en otra ocasión –dijo con una risa traviesa el rubio antes de girarse para comenzar su caminata.

Pero aquello no se iba a quedar así. ¡Wolfram no era el único posesivo! Yuuri estiro su mano al otro para sin más girarlo un poco, la mano libre fue a aquel pañuelo que acostumbraba llevar el rubio. Lo jalo un poco para soltarlo un poco y sin más ahora era él quién unía sus labios con el cuello ajeno, aunque a diferencia del rubio, este mordió un poco aquella piel  de porcelana.

-Sí, nos veremos en otra ocasión –dijo el moreno con una sonrisa en su rostro antes de robarle un beso al rubio y alejarse.

Sin esperar una reacción del rubio se subió al caballo y comenzó a andar dejando al otro en aquel lugar. Wolfram por su parte luego de dejar salir una exclamación llevo su mano a la zona involucrada levemente sonrojado. Cayó de rodillas al suelo viendo como el moreno se marchaba en el caballo.

-¡Yuuri! –grito levemente en un suspiro, ¿Ahora que debía hacer con aquella excitación que tenía en su cuerpo? Mira que el moreno sabía perfectamente que un punto sensible de su cuerpo era el cuello.

Duro unos minutos más en el bosque para poder bajar un poco la calentura que tenía su cuerpo. Era un poco difícil pues aun sentía perfectamente la respiración del contrario vívidamente en su cuello, cosa que le hacía difícil aligerar la excitación. Al final, con un poco menos de excitación decidió regresar, no podía andar mucho tiempo perdido o notarían su ausencia y más aún porque aquel hombre vivía llamándolo casi a cada rato. Era molesto las insinuaciones constantes que tenía de parte de Jllian, pero era algo que soportaba para continuar con el plan.

Como todas las obras los actos continuaron uno tras otro para dar seguimiento a aquella obra que habían montado entre la pareja real. Pero la obra ya había llegado al acto en donde debían de tener más apoyo, así que Yuuri decidió que era momento de contarles a sus cercanos la verdad sobre todo ese asunto. De esa manera dejo una nota en cada una de las habitaciones de los tres hombres para de esa forma reunirse y decirles todo el plan que se estaba ejecutando.

Yuuri se encontraba en su oficina, viendo por la ventana, le gustaba aquella posición, después de todo desde ahí podía ver a la escuadra de Wolfram cuando entrenaban, no solo eso, cada cierto tiempo las miradas de ambos se encontraban, pero era un acto que tal vez solo notaban ellos dos. Wolfram se giraba para ver a Yuuri en su despacho, lo mismo que hacía Yuuri pero siempre tenían la sincronía de que lo hacían al mismo tiempo. Esa noche estaba haciendo una fresca brisa lo suficientemente fuerte para levantar un poco las cortinas.

Entonces escucho la puerta abrirse y pudo saber que eran los hombres que había citado. Lo podía saber sin siquiera voltearse. No dijo nada escuchando las palabras de aquellos tres hombres, seguro tenían bastantes dudas sobre su repentina solicitud. Yuuri finalmente se giró luego de unos minutos para mirar fijamente a los tres hombres, tomándose su tiempo en cada uno, entonces decidió comenzar a contar sobre su plan que había estado ejecutando.

-Tengo algo importante que decirles, que tiene relación con la batalla que libraremos dentro de poco –dijo -. Lo que tengo que decirles es sobre lo que ha sucedido.

-¿Sucedido? –pregunto Conrad sin entender.

-Sí, es sobre el asunto de la traición de Wolfram y el hecho de que hemos estado perdiendo –comento con una sonrisa.

-Majesta… -soltó Gunter.

-¿Acaso hay algo que no nos ha dicho? –pregunto Gwendal.

-Sí. En realidad todo esto es un acto –inicio Yuuri bajo la mirada de los otros tres -. Wolfram y yo hemos planeado todo esto para que Jllian le tome confianza a Wolfram y así llevarlo contra la pared.

-¡¿Un plan?! –soltó exaltado Gwendal.

-Majestad, ¿Qué planearon? –pregunto Conrad en un suspiro.

-La cosa es fácil, solo montamos todo un acto para hacer ver que Wolfram y yo no podríamos estar juntos, tomamos la fama que ya tenía nuestra relación a nuestro favor –dijo con una sonrisa caminando por delante del escritorio -. De esa forma fingimos empeorar nuestra relación para así Jllian le tendiera una mano a Wolfram. Nunca creí que de verdad funcionara.

-Pero… ¿Por qué esperar hasta ahora para decirlo? –pregunto el castaño.

-Porque para engañar a tus enemigos debes hacerlo primero con tus amigos. Si los engañamos a ustedes de que esto era real, entonces los demás no lo iban a dudar –comento el moreno.

-Entonces caímos por completo en su trampa –dijo Gwendal en un suspiro con una mano en el entre cejo.

-Les estoy diciendo esto ahora para evitar que ataquen a Wolfram cuando nos enfrentemos a ellos. Él jamás nos ha engañado, pero es bueno que lo hayan creído de esa forma –comento de manera animada el moreno.

-Aunque en el fondo ninguno lo quiso creer de verdad –dijo Conrad. Le aliviaba saber que su sentimiento de que Wolfram jamás les traicionaría era cierto.

-Eso es todo, así que prepárense para la batalla –fueron las palabras que se dijeron en aquel despacho antes de la gran batalla.

Así fue como la mañana de la batalla inicio, trayendo consigo la paz que al Maou le había costado traer. Lo único que se lamentó el rey de Shin Makoku fue el no poder evitar el suicidio de Jllian. Pero aquel hombre había tomado una decisión, ahí ya nadie tenía potestad, lo importante era que gracias a aquel plan ideado entre la pareja real todo se había solucionado de manera en que nadie salió realmente lastimado.

De nuevo la paz en Shin Makoku regreso, la única diferencia de antes de aquella batalla que en esos momentos era el hecho de que ya todos sospechaban que la relación entre Wolfram y Yuuri era más profunda de la que mostraban. Ese fue el único pequeña cambio que hubo en pacto de sangre en todos sus residentes. Todos estaban de nuevo en sus cotidianos días, por esa razón se encontraban en el despacho, después de todo debían de reanudar el compromiso. Esa fue otra evidencia que los delato un poco.

 -Bien, todo ha regresado a la normalidad –soltó Yuuri luego de haberle dado la cachetada a Wolfram.

-Pudiste darme con más suavidad –se quejó Wolfram.

-¿Eh? –dejo salir Yuuri pero antes de agregar algo fue interrumpido por los demás.

-No puedo creer que todo fue un engaño… -lloriqueaba Gunter con un pañuelo.

-Debimos verlo desde el principio, mi Honey jamás engañaría a su Majestad –dijo Cherry con una sonrisa.

-No puedo creer que caí en su engaño –dejaba salir con frustración Gwendal.

-Es bueno que todo fuera solo un acto –soltó Conrad con una sonrisa.

-Por supuesto, yo jamás traicionaría a Yuuri, primero me corto un brazo –dijo Wolfram sin ninguna duda.

-Wolfram… -dejo salir en un suspiro Yuuri.

-¡Ah! –soltó de manera alta la pequeña princesa -. ¡Ahora entiendo porque Yuuri tenía esa marca en el cuello! –dejo salir con emoción.

-¿¡Qué!? –soltaron al unísono Gwendal, Gunter y Cherry.

-¡Greta! ¿Q-qué cosas estas soltando de pronto? –dijo Yuuri ocultando su vergüenza, después de todo recordaba aquello que habían hecho en diferentes ocasiones, eran hombres, sus deseos no iban a poder estar ocultos mucho tiempo.

-Es que cuando Yuuri me dijo que… -no termino su frase porque el moreno le tapó la boca.

-Creo que esas son cosas que no debe decir una niña como tu Greta…  -soltó con una risa el moreno sintiendo las miradas de todos los presentes.

-¿Qué estuvieron haciendo ustedes dos para que su majestad tuviera una marca? –dijo Cherry con picardía.

-No permitiré que profane a mi hermanito… -dijo Gwendal con su mano en el mango de la espada.

-¡Majestad! –grito horrorizado Gunter.

-¡No es lo que creen! –soltó Yuuri nervioso.

-Eres una niña muy inteligente Greta, por nada eres mi hija. Sabía que alguien lo notaría… -dijo mientras acariciaba los cabellos de la pequeña.

-¿Eh? ¡Wolfram! ¿¡Lo hiciste a propósito!? –soltó Yuuri con sorpresa. Aunque la sorpresa desapareció pronto, después de todo Yuuri también hizo lo suyo en aquel momento.

-Por supuesto, no iba a dejar que alguna mujerzuela se aprovechara para acercarse a ti. Así que te deje una marca –dijo con completa seguridad el rubio.

-¡Wolf…! –iba a quejarse pero se silenció unos minutos, ya tenía una idea para tener una pequeña venganza. En ese momento hizo un gesto que Wolfram entendió perfectamente así que se acercó al moreno, este le susurro algo al oído rápidamente.

-¿Te tocaste a ti mismo luego de que te besara en el cuello? ¿O te imaginaste mi tacto al estar ahí solo? Quiero ver lo que hiciste en ese bosque para bajar la excitación, tal vez lo repita esta noche –susurro de manera baja para que solo Wolfram le escuchara.

Todos los presentes se quedaron observando a la pareja esperando a ver que sucedía. Para su sorpresa luego del susurro del Maou el rubio fue cubierto por un todo carmesí hasta las orejas, se levantó con torpeza de donde se encontraba para ir a la puerta y antes de marcharse miró hacia adentro donde estaban todos los demás.

-¡Nunca! –grito el rubio antes de tirar la puerta para cerrarla. Por su parte del moreno solo rió de manera victoriosa.

-¡Majestad! –gritaron al unísono Cherry, Gwendal y Gunter, en sus respectivo tono. Cherry parecía curiosa y ansiosa por saber lo que había pasado, Gwendal parecía querer asesinar al Maou y Gunter parecía iba a morir por lo que acaba de pasar.

-Ah… ¡Ya les dije que no es lo que parece! –grito ahora siendo él el avergonzado, después de todo recordó aquel momento del que le menciono al rubio, así que sin más salió  por la misma puerta que se había ido Wolfram, siendo seguido por aquel trío.

Los días pacíficos regresaron a Shin Makoku. Ese día Yuuri huía del trío que quería interrogarlo sobre la verdadera relación que tenía con el rubio. Para su suerte recibió una ayuda para lograr escapar de aquel trío problemático. En uno de los pasillos fue jalado por una mano a una habitación, de esa forma el trío perdió a su objetivo. Yuuri quien había sido jalado pudo ver unos orbes verdes luego de pisar aquel lugar.

-Wolfram… -susurro su nombre con una sonrisa.

-Tengo una condición para hacerlo –dijo, después de todo el moreno se había tropezado cuando entro a la habitación y ahora se encontraba en el suelo con el rubio encima.

-¿Eh? –dejo salir Yuuri sintiendo como sus mejillas se avergonzaban levemente.

-Lo haré con la condición de que tú también me muestres que hacías para calmarte mientras no estaba –dijo con seguridad, aunque no dejaba de ser vergonzoso, así que sus mejillas seguían cubiertas por un leve tono carmesí, haciéndolo ver más hermoso a ojos del moreno.

-Está bien, lo haré –el moreno duro unos minutos en contestar, pero finalmente acepto. Como respuesta obtuvo una sonrisa de parte del otro.

-Será mejor que observes muy bien –comento con una sonrisa antes de comenzar a quitarse la camisa que llevaba encima.

-Jamás me lo perdería –comento el moreno antes de separar su espalda del piso y así atrapar los labios del rubio.

Otro día pacífico transcurría en pacto de sangre. Aún continuaban habiendo ciertos secretos entre la pareja real, pero eran unos que se quedarían de esa forma, después de todo habían secretos que era mejor dejarlo entre los involucrados, y la verdadera relación de la pareja real seguiría siendo un secreto, por lo menos hasta que ambos decidieran ir definitivamente al altar.

Ese asunto no estaba muy lejos para la pareja real… pero era un asunto que dejaremos para otro momento.

Porque la historia aún no ha llegado a su final.

Notas finales:

Bueno, hemos llegado al final de esta historia, de verdad ame este extra donde se evidencia la verdadera relación de la pareja. Aquí vemos más como ambos llevaron el plan <3

Quizás nos veremos en otra ocasión, hsta pronto y gracias por su tiempo <3


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