Había pasado el tiempo de forma rápida, ya Yuuri tenía cuatro meses de embarazo y Yuri estaba cumpliendo un mes.
Otabek ahora se la pasaba en la mansión Nikiforov, de hecho Nikolai le dijo que se quedara a dormir cuando quisieras, que era bienvenido en la casa y por supuesto en la habitación de Yuri.
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El japonés se encontraba sentado en una banca en el jardín, sintiendo la fresca brisa que golpeaba contra su rostro. También sonreía mientras veía las flores que habían sembradas ahí.
Yuuri sintió la mirada de alguien, volteó un poco y se topó con un ramo de tulipanes rojos cerca suyo.
-te las traje Yuuri, tan hermosos como tu.
El pelinegro se sonrojo y más porque sabía que los tulipanes significaban "amor verdadero", sonrió para después tomar el ramo.
-gracias Viktor, son hermosos.
Se quiso poner de pie pero el ruso se adelantó y se sentó a su lado.
Pronto la piel blanquecina del mayor se tiñó de rojo al sentir los labios suaves y delgados de Yuuri en su mejilla.
Llevó su mano izquierda a la mejilla mientras veía que Yuuri lo veía con una sonrisa pero el rostro igual al suyo, como un tomate.
Cierto rubio los veía desde una ventana mientras suspira exasoerado.
-son unos tontos, no se dan cuenta que se gustan.
-Gatito, ellos han pasado por mucho, ademas de que su amor por lo visto será duradero, los dos tienen un pasado que les quitó la libertad pero entre ellos parece que no hay barreras, ellos se pierden en los ojos del otro.
Otabek hablaba y sonría un poco ya que notaba la mirada de su gatito en él, sabia que tenia un sonrojo en su rostro pero a pesar de eso no le quitaba la mirada de encima.
Yuri no podía dejar de ver a su prometido, este hablaba de una forma que lo hacía suspirar.
-Sabes Gatito? Dicen que la vida se vive una sola vez, yo la vivo cada mañana al levantarme y comenzar otro día más contigo, viendo tu hermoso rostro que me hace enamorarme mas de ti cada dia, cada minuto, cada segundo.
-Encontrar el amor fue fácil, pero encontrarte a ti fue lo más difícil de mi vida.
Fue lo que respondió Yuri a pesar de ser un tomate andante por las hermosas palabras que le regaló su amado.
Los dos se fueron acercando poco a poco hasta unir sus labios en un suave beso que fue aumentando con intensidad, Otabek fue recostando despacio y con cuidado a su gatito en la cama, se coloco encima suyo sin llegar a aplastarlo a el o en donde se alojaba su pequeño retoño.
Los suspiros de Yuri encendían más al pelinegro, que no perdió tiempo y metió las manos por la camisa del otro hasta sacarla por completo.
-haaa - suspira el rubio al sintiendo como su pareja bajaba con un camino de besos desde sus mejillas siguiendo por el cuello y llegando hasta sus tetillas.
-Ahhh Beka!!! - gimió fuerte al sentir que su botón derecho era succionado y mordido y el izquierdo era pellizcado por la mano contraria que tanto conocía.
El Kazajo se separó del pecho de su amado y sonrió al ver que los pezones estaban totalmente rojos y erguidos, más por el embrazo y las hormonas locas. Volvió a besar el pecho pero esta vez empezó a bajar poco a poco hasta llegar al vientre del menor el cual fue besado con suavidad logrando que se escucharon suspiros en la habitación.
Las manos grandes fueron acariciando los costados del menor hasta llegar al borde del short, que llevaba puesto, lo fue bajando lentamente dejando expuestos unos boxers con estampado de tigre, el cual también quito.
-Haa B..Beka.. nhhg nn..no es.. justo haaaa
El nombrado dejó de jugar con el ombligo y subió hasta el rostro de su pareja para mirarlo a los ojos.
-¿Que no es justo?
-Yo..haa... estoy haaaa desnudo... y tu... todavía..tienes tu ropa - decía entrecortado.
-Hmp - le dio un pequeño besito en los labios - eso lo puedes arreglar tu - dijo agarrandolo de las caderas para levantarlo con cuidado, él se acostó dejando a Yuri encima de sus caderas sentado.
El rostro de Yuri era más rojo que un tomate, estaba avergonzado pero eso no lo detuvo y comenzó a darle besos, lamidas y mordiscos al cuello de Otabek, el cual no podía evitar que pequeños suspiros salieran de su boca, el rubio siguió con sus acciones, bajando sus besos hasta los pezones los lamió un poco para después sentir un bulto crecer bajo sus nalgas lo cual le produjo suspiros, detuvo los besos y bajo sus manos hasta las caderas de su pareja quitándole la ropa y dejándole solo en boxers igual que a él.
Se quedaron viendo fijamente para después besarse suavemente pero con pasión mientras iban quitando las prendas que quedaban hasta quedar desnudos.
-Realmente eres hermoso Yuri - el nombrado no podía hablar por el bochorno que sentía.
Otabek se deleito besando, succionando y mordiendo suave las piernas de su amado mientras al mismo tiempo lo preparaba con cuidado.
-Ahh Beka!!!
Gimió Yuri fuertemente al sentir su miembro ser engullido por su pareja, además de sentir los dedos jugar en su interior. El kazajo se detuvo al notar que su amante está a punto de venirse y le aprieta la base del falo.
-B..Beka.haaa por favor.
-Aun no mi amado gatito.
Después de uno momentos ya estaban listos, Ota saco sus dedos del interior del ruso para después besarlo y al mismo tiempo ir entrando poco a poco para no lastimar a su gatito. Espero a que se acostumbrara y empezó a moverse suave, para después ir subiendo la intensidad de las estocadas tocando su punto erógeno, logrando que el rubio viera las estrellas. Los gemidos, gruñidos y suspiros se escuchaban por toda la habitación hasta gritar los nombres del otro cuando se vinieron.
Trataban de recuperar sus respiraciones, se dieron un besito para que después el mayor salía con cuidado y se acostaba a un lado acariciando el cabello rubio.
-¿están bien?
-si, tranquilo.
Se dieron otro beso y una caricia en el vientre del ruso para después acomodarse para dormir sin importarles que todavía era de día.
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Viktor y Yuuri estaban caminando juntos por los jardines con tranquilidad, dejaron el ramo de tulipanes en un florero con agua antes de dar el paseo.
El japonés se mordió los labios unos momentos para después suspirar y girar a ver al ruso.
-Viktor...mmm puedo preguntarte algo?
-¿que sería?
El menor jugó un poco con sus dedos para después armarse de valor y preguntar esa duda que tanto le carcomía.
-¿Por qué jugabas con las mujeres y donceles?
Por su parte, el ruso se detuvo de golpe y subió la mirada al cielo
-Perdón! no debí preguntar eso.... lo sien..
Viktor colocó su dedo índice en los suaves labios del otro para callarlo mientras lo veía con una sonrisa, la cual no llegaba a sus ojos, es más, se veía tristeza en ellos.
-Sentémonos primero.
Dijo para después sentarse en el césped y ayudar a que Yuuri se sentará cómodo a su lado.
-Lo que te voy a contar es sobre mi pasado, sobre cómo jugaron con mi corazón lo que hizo que me volviera como me conociste cuando recién ingresaste a la compañía.
El ruso tuvo que respirar profundamente y después empezar a relatar su pasado, desde que conoció a Anya, cómo se fueron "enamorando", cuando supo de su traición y de lo pero, cuando abortó a su pequeño retoño.
Al terminar de hablar, su rostro estaba empapado de lágrimas, había soltado todo el dolor que tenía atrapado desde hace años. Sintió unas manos tomar su rostro, se quedo viendo fijamente a Yuuri, el cual también tenía su rostro empapado de lágrimas.
-Yuu...
-El verdadero amor no consiste en tratar de corregir a los otros, sino en alegrarse al ver que las cosas son mejores de lo que esperábamos... ella no vio lo hermoso que eres en tu interior, todas las personas somos diferentes, tu eres alguien especial, alguien grande que no se rinde a pesar de los problemas... tu actitud puede ser muy juguetona y pegajosa pero eso es lo que te hace ser tú.
Dijo para después darle un beso en la frente y abrazarlo, de hecho bajo un poco sus brazos e hizo que Viktor lo abrazara con cuidado.
-Es muy duro que hayas tenido que pasar por una perdida asi pero ten por seguro es tu pequeño es un angelito que te cuida desde el cielo, siempre estará a tu lado... yo tambien estoy a tu lado y también nuestro pequeño.
Dijo mientras sentía como Viktor hipaba, el llanto iba subiendo y más al sentir las pataditas de su bebé que golpeaba el rostro que ruso, que ahora tenía abrazado a Yuuri con su rostro en el pecho y el comienzo del vientre.
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Pasaron algunos días en donde Viktor se la pasaba abrazado del vientre de Yuuri, este sabía bien que era por el miedo de haber recordado su pérdida, pero lo apoyó en su dolor y le ayudó a recuperarse.
En esos momentos estaban en la compañía, ya que Viktor no podía seguir faltando y Yuuri debía arreglar unos documentos para la persona que sería la o el nuevo secretario del ruso.
-Hola, Yuuri, Dichosos los ojos que te ven
Dijo una voz masculina que conocía muy bien.
-Hola Ancel, ¿como estas?
-Antes triste por no verte, ahora estoy feliz
El japonés rio algo forzado para después seguir con su trabajo bajo la atenta mirada del hombre
-¿y ya te acostumbraste a tu trabajo?
-emm si... pero me hubiera gustado que no para que siguieras enseñándome.
-jeje ya veo, pero ya no es así
Fue lo único que respondió para después seguir trabajando.
Pasaron unas cuantas horas y se hizo la hora del almuerzo
-"es la hora de empezar" Yuuri!!!
Ancel llegó corriendo a donde el japonés, tomó la mano de este y se fueron rápidamente de la compañía.
-espera...¿a dónde vamos?
-a comer, iras conmigo, quieras o no.
Fue lo dijo antes de entrar a un taxi y decirle una dirección antes de irse.
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-NOOOOOOO!!!! SUELTENME!!!!
Gritaba una chica de cabello castaño claro mientras era agarrada por los policías.
-Soy inocente!!! no pueden detenerme
-¿inocente? Usted es todo menos eso. inocente no es una personas que abusa verbalmente contra un doncel, tratar de empujar al mismo doncel por unas escaleras estando en cinta, tratando de herir con una navaja al mismo doncel, envenenando las mentes de otras secretarias, haciendo lavado de dinero.. eso no es una persona inocente.
Decía enfadado un policía mientras leía todos los cargos de la chica, ya le habían entregado todas las pruebas que la inculpan y por ello visitará la cárcel.
-Llevesela de aquí.
-Tengo derecho de un abogado, también de una llamada!!!
Gritaba desesperada mientras trataba de zafarse del agarre de los dos policías.
-dejenla hacer la llamada.
Respondió cierto ruso peliplata mientras la veía como si quisiera matarla.
La mujer llamó rápidamente a un número conocido diciéndole a la persona del otro lado que le consiguiera ayuda y un abogado, cuando explico lo que pasaba la mujer gritó "Mandy", el nombre de la otra que estaban buscando, porque esta le colgó.
De inmediato cuando se dieron cuenta con quien hablaron trataron de triangular la llamada, apenas les dio tiempo de hacerlo y movilizaron las patrullas.
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Mandy corria rápidamente por las calles hasta llegar a un restaurante que tanto conocía, entró y se acercó a la mesa donde estaba un chico de cabello chocolate oscuro y con mirada miel.
-Hola querido primo
Respondió la rubia al hombre, Yuuri al escuchar esa voz se dio la vuelta despacio para toparse con su némesis.
La mujer sonrió al ver el miedo en esos ojos cafes del japonés, hizo una mueca de disgusto al notar el abultado vientre. Llevó su mano ahí.
-yo debería ser la que tenga en el vientre el hijo del gran Viktor Nikiforov, no tu doncelucho de cuarta.
Apretó un poco ahí hasta escuchar un pequeño quejido salir de los labios del pelinegro.
-Mandy pense que llegarias mas tarde.
-Hubo cambios de planes, a la imbécil de Brittany la atraparon, muévete, debemos irnos.
El otro asintió y se puso de pie jalando bruscamente el brazo del japonés para ponerlo de pie y salir de ahí, pero no contó con que este se defiende.
Yuuri había agarrado un tenedor y lo incrusto en el brazo del Alemán, agarró el vaso y se lo tiró a la mujer, el cual le pegó en el rostro haciéndole un corte por la ceja. No dudó y salió corriendo de ahi rapidamente mientras escuchaba los gritos de las demás personas que salían del restaurante.
Corrió hasta que alguien lo tomo de sus brazos, enfrente de el, trato de safarse pero vio sorprendido a la persona del frente cuando le hablo
-!!YUURI¡¡ ¿Estas bie?
-Vik....VIKTOR!!!
Se lanzó a este abrazandolo por el cuello, el abrazo fue devuelto con fuerza pero cuidadoso.
Pronto se escucharon el sonido de las sirenas de las patrullas y los gritos de una mujer y un hombre que trataban de escapar.