El día de la fiesta se acercaba, todos estaban emocionados ya que se habían dado cuenta que Chris era el encargado de realizarla y sabían que sería en grande al ser ese chico el que la organizara.
Yuuri sólo había visto a Chris una vez, no lo conocía a del todo pero no le había gustado la mirada que le dio aquel día a su trasero, así que prácticamente cada vez que el rubio llegaba se quedaba sentado siendo protegido por su silla y escritorio, más ese día ya que lo vería en todo momento ya que la fiesta era al siguiente día.
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Cierto kazajo no dejó pasar tiempo, apenas que la puerta de la oficina se cerró salió como alma que lleva al diablo hacia la oficina del rubio, donde lo encontró.
Yuri por su parte estaba sorprendido, no pensó que su jefe y novio lo fuera a seguir hasta su oficina pero un sonrojo se posó en su rostro al ver la mirada depredadora del mayor mientras se acercaba a pasos rápidos.
Otabek besaba con pasión a cierto rubio mientras lo acostaba en su mesa sin dejarle como escapar.
Por otro lado el rubio estaba más que excitado, ese beso lo tenía en el cielo.
—¿Pero que....
—¿Tanto te gusto que no te diste cuenta cuando te quite tu ropa, mi gatito?
Yuri se sonrojo mucho y trato de intimidar al otro con su mirada pero lo único que se ganó fue un chupeton en su cuello.
Tuvo que taparse la boca para que un gemido alto no saliera de su boca.
—me gusta tu voz gatito, no te tapes.
Otabek mordió la oreja del que estaba bajo suyo oyendo un gemido que lo excito pero antes de poder seguir el teléfono de la oficina empezó a sonar así que tuvo que contestar, al notar que era de secretaria principal sonrió malvado y molestaría a Yuuri por haber interrumpido su tiempo con su gatito.
Alzó el teléfono.
—¿Qué sucede Yuuri?
—Ota tengo que pasar lista de quienes irán a la fiesta de mañana.
—mmm trabajo pesado te dieron.
Dijo al mismo tiempo de apretar uno de los pezones de su rubio logrando que este gimiera y que al otro lado de la línea se produjera un silencio.
—dime que no es lo que creo que es.
—no se de que hablas.
Respondió mientras le daba vuelta a Yuri y metía con cuidado un dedo por su entrada.
—Ahhh Beka!!
No pudo evitar gemir alto.
—Otabek Altin, te mataré apenas pueda.... necesito que respondas irás o no.
—si. Y coloca de una vez que Yuri Nikiforov también va.
—¡¡Maldito!!!
Grito el ruso pero gimio al sentir otro dedo en su interior
Katsuki no dudo y corto la llamada.
—lo más seguro es que se estaba vengando por haber interrumpido su "trabajo"
Dijo para si mismo Yuuri sonrojado mientras volvía a su trabajo de llamar a todos.
Mientras tanto de vuelta con Otabek y Yurio, el primero devoraba los labios de su amado mientras lo embestia con suavidad y el rubio metía sus uñas en la espalda del mayor.
Las embestidas y caricias fueron subiendo de tono, demostrando el amor que se profesaban los dos.
—te amo Yuri!
—te amo Beka!
Llevaron al clímax y se quedaron abrazados y dándose mimos pero el rubio se sonrojo al sentir algo haciéndose grande en su interior.
—una segunda ronda?
Sólo pudo sonreír y se pasaron para el sofá donde estarían más cómodos empezando con sus labores.
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Viktor estaba estresado, todo se le había juntado, muchas reuniones, contratos, la fiesta, pero lo que mas lo sacaba de quicio y lo tenía tenso eran las palabras que le había dicho su abuelo hace unos momentos por medio de una llamada.
Flashback
El teléfono empezó a sonar mientras revisaba algunos documentos, lo levantó al ver el número conocido
—Hola abuelo. ¿Sucede algo?
—Viktor he decidido algo muy importante.
—mmm ¿Y que sería eso?
—sabes que tu eres mi nieto pero al mismo tiempo mi hijo al haberte adoptado.
—lo recuerdo bien papá viejo.
Se empezó a reír al escuchar como el mayor estaba maldiciendo bajo desde el otro lado de la línea.
—Quiero un bisnieto.
Un silencio se produjo a los dos lados de la línea, y Viktor sentía como si le faltara el aire.
—ya escuchaste Viktor. Quiero un nieto y pronto, sabes que ya estoy viejo..... además si no me lo das pronto no dejaré que sigas siendo el jefe de la empresa.
Eso dejó al peliplata en piedra y sin poder decir nada escucho como del otro lado ya habían colgado.
Pov Viktor
—ahora si me tiene entre la espada y la pared ese viejo.... todas las mujeres son iguales, unas putas
No quería recordar mi pasado pero no lo podía evitar, con esa conversación me llegó el recuerdo de esa maldita mujer.
—te odio tanto y más el haber abortado a mi hijo.