Día 105: Oferta laboral
Mi vida fue plana un par de semanas, me levantaba temprano para darle la mamadera a Gabriel, luego jugaba con él hasta que llegaba Bárbara y se lo llevaba para el baño. Después iba hasta el hospital para acompañar a Clarisa, quien poco a poco mejoraba y volvía a ser la de siempre. En las tardes veía la contabilidad del burdel y por las noches dirigía el negocio. Además vigilaba que la señora Mauri no se aprovechara de ninguno de mis chicos.
-Lo que sucede es que soy parte de un plan piloto de buen liderazgo. Me infiltro en mi propio negocio como un trabajador cualquiera para saber cómo funciona todo sin mi supervisión, pero la verdad es que soy el dueño del burdel - le hablaba la muy mentirosa al asiático musculoso.
-Ay ya basta, si ya le dije a todos en esta casa que tienes demencia senil... Ahora anda a limpiar los baños - es que esa vieja no aprende.
Todo parecía presagiar que mi vida seguiría en esa rutina, tan solo que un día me llegó un e-mail muy interesante.
Estimado Nicolás Goycolea:
Como corporación de entretenimiento para adultos estamos buscando una locación para grabar nuestra próxima película erótica: En el burdel de mi tía Paquita. Hemos recibido buenas recomendaciones de su proyecto, por lo que quisiéramos ofrecerle un negocio.
Quedamos atentos a su respuesta,
Saludos cordiales.
Baby Pornograph
Luego de leer el mensaje me quedé para adentro, un tanto perplejo y es que jamás se me hubiera ocurrido incursionar en la industria de la pornografía. Por lo menos no como productor, porque obviamente me hubiera encantado ser actor.
-Deberías aceptar, es una buena oferta además que puedes publicitar mejor el burdel - me aconsejó Bárbara.
Lo sé, no somos los más cercanos y ni siquiera somos amigos, pero necesitaba platicar esto con alguien inteligente.
-¿Pero tú crees que esta casa pueda servir? ¿Y si se decepcionan? - tenía miedo por nuestra humildad.
-No creo, por algo te ofrecieron el negocio, tuvieron que investigar antes - la rubia estaba segura.
Así es que finalmente acepté, escribí un correo detallando todo y al día siguiente tenía al dueño de la productora en la sala de estar.
-Buenas tardes, soy Renato Prats dueño de Baby Pornograph, la empresa de entretenimiento para adultos más grande del país - se presentó con mucho orgullo el hombre.
Para mí suerte no se trataba de un viejo gordo, sino que de un treintón bien delgado, vestido con una camisa de lino, pantalones holgados y una pañoleta roja cruzada en su cuello. Creo que quería dar la impresión de cineasta de mundo, aunque solo parecía un hippie fumón.
-Buenas tardes, soy Nicolás Goycolea, dueño del centro de entretenimiento para adultos más diverso del país, aquí puedes cumplir todas tus fantasías, sea cual sea... Excepto la pedofilia y la la necrofilia... Y supongo que la zoofilia... - aunque de eso último no estaba muy seguro porque tengo chicos y chicas que parecen animales. Con cariño.
-Un gusto... Muy linda su casa, esperaba que fuera... Un poco más humilde - dijo el sujeto mirando por cada rincón del lugar.
¿Qué quería decir con eso? ¿Qué creía que era nuestro hogar?
-No te sientas mal, lo que sucede es que nuestra idea es grabar en un típico antro de pueblo, uno sencillo y hasta sucio. Tú sabes... Y bueno, tu casa es bastante decente - no sabía si sentirme halagado u ofendido.
-¿Quieres decir que quieres un lugar sucio? ¿Una pocilga? ¿Y quién te dijo que este burdel era así? - terminé enojado.
-No hay que discutir, solo fue un mal entendido. Mejor me voy, que estés bien - se despidió Renato como si no me hubiera humillado.
Caminó hasta la puerta de salida cuando se encontró frente a frente con la señora Mauri.
-¡Tía Paquita! Eres perfecto para ese papel - gritó sorprendido el productor.
¿Qué había sucedido?
-Ay guapo, me llamo Mauri, no Paca ¿qué cosa te metiste? - la vieja estaba igual de sorprendida.
-No, lo que sucede es que eres justo como había imaginado a un personaje de mi película porno - ¿qué? ¿Acaso quiere grabar una cinta de terror?
-Lo sé, siempre supe que mi belleza debería llegar a la gran pantalla. Además, soy una diosa en la cama - se vanagloriaba la muy cerda.
-Está decidido, voy a hacer mi película en este lugar - Renato se volteó para darme la noticia.
-Ah, qué pena, porque soy yo quien no quiere ahora - después de su desprecio no quería nada más con él.
-¡Ni se te ocurra! Es mi oportunidad para ser famosa - reclamó Mauri acercándose.
-Piénsalo bien Nicolás, deberías hacerle casi a tu abuela, este puede ser un excelente negocio... Especialmente por los diez millones que te voy a pagar - y quedé lelo.
-Bien, ¿cuándo empezamos? - y es que con plata baila el monito.
Traté de olvidar el desaire inicial y entender que estaba frente a una gran oportunidad.
-¿Y mi cara puede salir en la portada de la película? ¿Quienes me van a follar? ¿Hay algún negro? - la señora Mauri quería saber de qué se trataba su negocio y por eso preguntaba casi sin respirar.
-En realidad tú sólo actuarás como el dueño del burdel, dirás dos palabras y nada más - era la decepcionante verdad.
La vieja volvió a la realidad de una persona común y corriente, todos sus sueños de grandeza se desvanecieron con la misma rapidez con que llegaron.
-Bien, entonces firmemos el contrato. Llamaré a mi asistente - mencionó Renato.
Luego de un momento de esperar aquellos papeles, sonó el timbre de la entrada. Fui para recibir al asistente de Prats, tan solo que al abrir la puerta, me encontré con un hombre guapísimo.
-¿Se encontrará Renato? - preguntó el ángel.
No respondí nada y es que estaba embobado con su figura. Quizás ya era mayor, de unos cuarenta, pero se veía sublime, unas facciones masculinas y un cuerpo bien proporcionado. Tenía esa seguridad que tanto me encanta.
-Aquí estoy amor, ven a traerme el contrato - gritó desde adentro mi nuevo socio.
¿Acaso le dijo amor?
-¿Él es tu pareja? - pregunté despertando de mi sueño.
-Más que eso, Diego es mi esposo - y estaban casados.
Primera vez que me fijaba en alguien después de mi sufrimiento con Fabricio, y resultó ser que estaba casado. ¿Podré tener peor suerte?