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Segundas oportunidades por Ncox

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Notas del capitulo:

Yu Gi Oh no me pertenece.

“¿No te duele la mejilla? Se te está hinchando un poco” Preguntó algo preocupado el menor.

“¿Por eso era por lo que me miraba? Pensé que lo hacía porque le daba vergüenza o molestaba en la forma en que comía” Pensó algo asombrado el yami.

“No, no mucho” Contestó simplemente, viéndose a los ojos un tiempo.

Después de terminar de comer se fueron a caminar por el resto del mall a petición de Ryou.

Iban caminando, cuando el menor noto una nueva sala de arcade abierta y jaló al otro para entrar a ella, lo que no sabía el oji esmeralda era que en su teléfono que yacía en su bolsillo, había varias llamadas perdidas de sus amigos y no las había escuchado porque su teléfono estaba en silencio, por lo que tampoco vibró, ¿para que llamarían al peliblanco con “tanta urgencia”?

 

Entraron y miraron los nuevos y relucientes juegos que había por doquier, era entonces Ryou quien parecía niño en dulcería.

“¡Ven! ¡juega conmigo!” y arrastró al peliblanco mayor con él.

Llegaron al juego de Street Figther “Siempre eh sabido como se juega debes de tener algún recuerdo ¿no?” Preguntó Ryou a Bakura.

“Mmm, sí, unos cuantos nada más, los golpes básicos” Respondió el oscuro al otro.

“Con eso es suficiente, bien, ¡empecemos!” Con entusiasmo el oji esmeralda introdujo la ficha en la máquina y empezaron a jugar.

Al principio el más joven llevaba una racha contra su alter-ego, pero cuando Bakura comenzó a acostumbrarse a los controles y aprendiendo uno que otro combo, desechó a la basura la racha de su hikari e inició con la suya. Pero Ryou al ver el reto que se imponía sacó todas sus habilidades a relucir contra su yami, pero quedaron en poderoso empate, el cual se desharía cuando alguno de los dos superara el récord del otro en Pac-man, teniendo solo una oportunidad para superar a su “contrincante”

8875pts fue la cantidad que el menor impuso, el otro yo de este la vio fácil, pues era un juego que se basaba un poco en los reflejos que tuvieras y la facilidad de memorizar y descubrir los patrones de este y como buen ladrón que era la primera parte la tenía ganada, solo faltaba encontrar los patrones.

El oji carmesí estaba a punto de superar la marca impuesta y su luz veía mientras rogaba mentalmente porque su yami se equivocará y así fue, en vez de doblar la curva y comer la última esfera que quedaba en el mapa, se quedó trabado en la esquina y fue comido por uno de los fantasmas.

“¡SIIIIIIIII! ¡GANE!” Dijo Ryou alzando los brazos en signo de victoria mientras sonreía con los ojos cerrados.

Notó que su yami no se había movido se su posición, de hecho, aún agarraba la palanca de juego y lo hacía con fuerza ¿se habría enojado por perder? Se preguntó el menor, más vio como el mayor estaba apretando la mandíbula al punto de dejar ver sus dientes y su expresión en sus ojos era de furia y odio puro, estaba viendo hacía la entrada.

El menor volteo en la dirección de la mirada del otro y entendió la razón de su extremo enojo… el faraón yacía allí con una expresión algo enojada viéndolo también, pero sin llegar al extremo de Bakura, el resto de pandilla (menos tea, supongamos que está trabajando, pero en realidad no la quiero incluir que pereza xD) ellos veían atentos la situación, no estaban muy contentos de que Bakura hubiera recuperado su masa muscular “original” con el que había vuelto.

Entonces el más joven de los peliblancos reacciono antes de que se desatara una pelea o duelo por parte de cualquiera de los dos.

“Kura cálmate, no vayas a hacer una locura por favor” Le dijo el oji esmeralda suavemente a su alter-ego, poniendo una mano en su hombro.

“Me engañaste… los trajiste aquí aun cuando dijiste que no lo harías” Los mechones delanteros caían en los ojos del oscuro cubriéndolos, sonaba algo enojado y algo dolido.

“¿Qué? Yo no los traje, es una coincidencia que estén aquí” Dijo Ryou tratando de ver a los ojos al otro

No parecía convencido con esto, de hecho, se tensó más, agrandando más la espalda para parecer amenazante, entonces su luz dijo “Mírame, yo no los traje aquí, sé que te molesta verlos ¿porque querría ponerlos en peligro al acerté enojar?  Además, no me gusta verte así” puso su mano izquierda en la mejilla derecha del oji carmesí para que lo viera a los ojos, con esto el mayor parecía buscar mentira en la mirada del otro y no la encontró.

El más grande se volteó por completo hacia su otro yo y este puso la otra mano en la otra mejilla de su yami, iba a terminar de calmarlo cuando se escuchó la voz de su amigo tricolor más pequeño y Bakura solo se volvió a tensar presionando de nuevo la quijada, quería voltear la mirada hacia atrás, pero las manos de su luz no lo dejaron, así que solo tenía una vista parcial del enano del faraón, según le llamaba él.

“¿Ryou? Ammm, hola” Pregunto el pequeño tricolor

“H-hola Yugi, chicos” Ryou seguía sin soltar a Bakura y veía a los otros por encima del hombro de este.

“Te voy a soltar si prometes no hacerles nada ¿de acuerdo?” Dijo el hikari a su yami y este solo volteó la cara haciendo una mueca de disgusto

“Lo tomare como un sí, ten ¿porque no vas a un juego con el que te puedas despejar eh?” El oji carmesí recibió a regañadientes el dinero que le daba el otro y se fue.

“Lo siento por eso y ¿Qué hacen aquí?” Dijo amablemente el ahora único peli blanco presente

“De hecho nosotros íbamos a preguntar ¿Qué hace ÉL aquí?” Pregunto Tristán

“¡Tristán!” regañó el duelista tricolor “Bueno, aunque… tiene algo de razón” dijo después algo tímido

“Oh! B-bueno, verán, le dije a Ku-Bakura que saldríamos y lo traje a almorzar y terminamos aquí”

“Ya veo ¿fue por eso por lo que no respondiste mis mensaje y llamadas?” Preguntó extrañado Yugi

“¿Eh?” Ryou sacó el celular de su bolsillo y observó que su celular yacía en silencio ya que había olvidado cambiarlo a sonido porque siempre estaba en silencio cuando iba a clases para que no le provocara ningún problema, había varios mensajes preguntándole si estaba ocupado y que si quería ir con los chicos al nuevo arcade que habían abierto en el mall (centro comercial “Es lo mismo, pero más barato” DR. Simi xD el que entendió, entendió xD) y con ello varías llamadas también

“¡Valla lo siento mucho, mi teléfono estaba en silencio y no vi tus mensajes ni llamadas, enserio lo siento!” Se disculpó el peliblanco

“Está bien, pero dime ¿Qué hay de Bakura? ¿Cómo se ha comportado contigo?” Todos lo veían esperando la respuesta, es más, estaba seguro de que Joey, Tristán y Atem estaban listos para salir corriendo a darle su merecido a su yami en caso de que dijera que algo malo ocurría.

“Oh! Ah bueno, bien, quiero decir, al principio fue algo difícil, pero es amable, digo no es el ser más amable del mundo, pero lo es un poco conmigo, incluso cuando se aburre extremadamente, me viene a molestar un rato, en el sentido en que los dos podamos reír, es muy distinto a como yo pensaba que era” Habló con sinceridad el peliblanco a sus amigos y de hecho estos tenían una expresión de incredulidad en sus rostros.

“¿Estás seguro de que hablamos del mismo sujeto Ryou?” Preguntó Joey

“Sé que suena extraño, pero ustedes no lo conocen como yo, ya no es el demonio malvado que lo quería destruir todo, sí, aún siente enojo con lo sucedido con su aldea y cuando ve a Atem, eso ustedes lo pudieron ver, pero ahora que su humanidad que está de vuelta con él ya no es el mismo” Trató de convencerles Ryou

“Sabes que cualquier cosa que esté ocurriendo, no la puedes decir Ryou” Esta vez fue Atem quien habló

“Sí, lo sé” el peliblanco le dirigió una mirada extrañada al ex faraón, era lógico que no había creído ni una sola palabra acerca de lo que había dicho y de hecho no lo culpaba

“Bueno, debo irme, Bakura me ha de estar esperando, nos vemos después” Ryou se despidió con una sonrisa y agitando la mano mientras se iba a buscar a su yami

“Debemos vigilarlos” habló de nueva cuenta el tricolor más grande

“¿Qué? No podemos hacer eso yami” dijo yugi

“Lo sé, pero solo será por hoy, veamos que tan cierta es la historia de Ryou” dijo Atem saliendo en su “nueva misión de rescate” por lo que todos fueron detrás de él

Por otro lado…

Ryou seguía buscando a su yami por todo lado hasta que lo encontró en una de las máquinas de boxeo desquitando toda furia N/A: Ya saben, habló de estas http://www.cabroworld.com/wp-content/uploads/2017/07/boxeo.jpg

“¿Kura?” Llamó el más joven al otro, más este no le dio respuesta, solo siguió golpeando en la maquina hasta que dio un último remate con toda su fuerza y terminó.

El oscuro se volteó para a su hikari y que este le dijera “¿Terminaste? ¿Cómo te sientes?”

“Mejor, definitivamente mejor” Respondió Bakura algo agitado por el esfuerzo

“Me alegro, solo intenta no prestarles atención si no los topamos de nuevo ¿sí? tómalo como parte de la terapia ¿de acuerdo?” Le dijo el oji esmeralda a su yami con una pequeña sonrisa, mientras que este desvió un poco la mirada y asintió

“Entonces vamos a seguir jugando” y el menor jalo al oscuro en búsqueda de un nuevo juego.

“Bien, ahora que se fueron vamos a planear las cosas, nos turnaremos para vigilarlos, mientras los demás juegan, para no levantar sospechas y divertirnos como habíamos planeado ¿de acuerdo?” Habló el antiguo ex faraón mientras él y los demás yacían detrás de un juego escondidos observando como los peliblancos se alejaban.

“Nosotros empezaremos vigilando” Dijeron Tristán y Joey al mismo tempo.

“De acuerdo, vuelvan en 10 minutos para hacer el cambio, que no los vean” Ordenó Atem, a lo que estos asintieron y se fueron en su búsqueda.

Y en eso se había pasado el día, los peliblancos jugaban sin sospechar nada y los otros vigilaban si notar nada extraño, excepto la actitud extremadamente juguetona y algo amable que el oscuro tenía hacia su hikari, pero aún no seguían convencidos.

Vieron como Ryou parecía decirle a su yami que iría por algo de beber y que fuera a buscar otro juego, por lo que siguieron al mayor, en este caso toda la pandilla lo seguía pues la escena había ocurrido cerca de donde ellos estaban y decidieron ir todos juntos esta vez, Bakura caminaba con los brazos detrás de su cabeza ojeando los juegos a su alrededor, hasta que noto algo en suelo cerca de él, bajó la mirada y se encontró con un billete de 100 yenes, lo rejunto e iba a ponerlo en su bolsillo cuando de reojo observó una máquina de peluches N/A: Ya saben de estás pequeñas estafadoras xD http://www.viveparty.cl/images/peluchera.jpg  esta contenía peluches de los monstruos de duelo, se le quedó observando un momento y volvió a observar el billete en mano.

Cuando por fin parecía haberse decidido que hacer, caminó y se alejó del lugar, la pandilla iba comenzar a seguirlo de nuevo cuando lo vieron regresar, así que rápidamente volvieron a su escondite, traía muchas fichas en mano y bolsillos, lo que significaba que había cambiado el dinero por las fichas.

Lo vieron intentar sacar algún peluche, no pudieron ver cuál pues al tener a Bakura de espaldas no los dejaba ver su objetivo, pero la pregunta aquí era ¿para que querría Bakura, el gran y temible rey de los ladrones, quien fusionó su alma con la del dios oscuro Zork Necrophades un tierno y lindo peluche?

Lo vieron fracasar una y otra vez eh intentarlo de nueva cuenta, una y otra vez, hasta que al parecer al fin había logrado alcanzar su objetivo, lo vieron agacharse para recoger su premio, pero parecía que tenía otro objetivo en la mira, de nuevo se repitió la historia, la pelea del ex ladrón y la máquina, saliendo por último vencedor el oscuro quien parecía satisfecho.

Se fue seguramente buscando a su hikari y los demás lo siguieron extrañados, en una vuelta los peliblancos se toparon de frente y de inmediato el más grande escondió los peluches tras su espalda y vieron que eran un cambio de corazón y un mago blanco N/A: Sí el de la season 0, aparece en el cap 27, ósea el último, búsquenlo así si no saben de cual hablo, se parece a este https://vignette2.wikia.nocookie.net/yugiohenespanol/images/1/17/Foto_mago_silencioso_lv4.jpg/revision/latest?cb=20120324093820&path-prefix=es   , Ryou le preguntó si no había encontrado un juego que le llamara la atención y también pareció notar algo tras la espalda de su yami y le preguntó que era lo que escondía, lo otros no estaban seguros de que lo que veían era real o no, pero a Bakura le apareció una pequeña sombra rosa en el puente de la nariz y desvió la mirada, Ryou veía extrañado, el mayor le explicó que había encontrado dinero en su búsqueda de un juego que le llamara la atención y que entonces vio un par de peluches en una máquina que pensó que tal vez le podrían gustar, se los enseñó y le dijo que como no se pudo decidir entre los dos, trajo ambos.

Lentamente Ryou los tomó con una gran sonrisa y Bakura metió las manos en los bolsillos aún algo avergonzado y entonces el oji esmeralda salió de su shock y se abalanzó hacía su yami en un abrazo agradeciéndole, este apena atino a poner la suficiente fuerza para no caerse y puso una mano en la cintura del otro de manera floja, la pandilla veía con la boca abierta el cariñoso gesto del más grande con su luz, había gastado su dinero y esfuerzo para conseguirle algo que le gustaba a su hikari, esto no se veía todos los días, ni siquiera en su imaginación y ocurrió algo que los dejó con la boca aún más abierta, Ryou le dio un beso en la mejilla al oji carmesí y le dijo que fueran a seguir jugando otro rato, el mayor estaba en shock en el mismo lugar con la cara toda roja y los ojos más abiertos de lo usual, se volteó en la dirección en que el otro se fue y se quedó mirando un momento para después tocar el lugar donde fue besado, tenía la boca entre abierta y esta se convirtió en una pequeña sonrisa de lado aún abierta dejando ver parte de sus dientes y se fue detrás del otro.

Pero los que aún seguían en shock eran los otros chicos, aún no podían procesar toda la escena, la historia se repitió más tarde, los vigilaban para ver que Ryou no se alejó ni un solo momento de sus nuevas adquisiciones y que su contra parte no cambiaba la actitud con él, todo esto hasta que los peliblancos se fueron y dejaron de seguirlos.

Cuando llegaron cada uno se fue a sus respectivas habitaciones, pero no pasó mucho tiempo cuando Bakura entró en la habitación de su hikari, esta vez ya sin camisa y se lanzó a la cama de espaldas mientras que su luz acomodaba sus nuevos peluches a cada lado de su computadora de sobre mesa y se sentaba en la silla de esta para voltearse a ver a su yami acostado en su cama como una estrella de mar mientras dejaba caer la cabeza en el borde de la cama con los ojos cerrados.

Ryou volteo los ojos y negó con la cabeza con una pequeña sonrisa y se movió hacia su contra parte oscura aún sin levantarse de la silla impulsándose con los pies y levantó la cabeza de Bakura con sus manos y la puso en su regazo, los parpados se abrieron para dejar ver los ojos carmesíes del ex ladrón.

“Se te va a venir la sangre si te quedas así y ya es tarde como para llevarte al hospital” Dijo Ryou con gracia esto último, agregando una pequeña sonrisa a esto.

Bakura solo volvió a cerrar los ojos con una pequeña sonrisa adornado su boca, se quedaron así mientras Ryou revisaba sus redes sociales en su teléfono y hablaba con sus amigos de temas sin importancia en el grupo que tenían y también con otras que le enviaban mensajes, siempre se había preguntado como consiguieron su número de celular, pero bueno con esas chicas no era de extrañarse de que también supieran el color de boxers que estaba usando ese día.

Esas chicas enserio que tenían un problema con él, incluso cuando él ya les había dejado en claro su orientación sexual pues no le avergonzaba en lo absoluto que todo el colegio lo supiera, aunque eso solo empeoró un poco el problema, pues algunos chicos se fijaban en él también y llegaban a ser tan molestos como las chicas y su mala suerte siempre se desataba cuando el profesor pedía una exposición y no, el problema con eso no era que se querían juntar con él, el problema era que su cuerpo reaccionaba de mala manera jugándole una mala pasada en sus zonas privadas, siempre a mitad de la exposición a su cuerpo juvenil se le ocurría la gran idea de hacerle tener una repentina erección que lo terminaba avergonzando, no todos se daban cuenta, pero ellas sí, su chaqueta de uniforme era lo suficientemente larga como para cubrir la mayor parte de la vista, pero siempre se lograba ver algo, estaba seguro, porque no eran erecciones pequeñas, de hecho sentía la molestia de la presión que le generaba el pantalón, siempre se trataba de cubrir disimuladamente pero por indisimuladas miradas que le daban allí y después a su cara le decía que no era suficiente para ocultar eso.

Y lo peor venía después, pues al parecer a todas se les terminaba de alborotar las hormonas y trataban de acercársele de maneras indebidas de manera más persistente a lo común, era exhaustivo estar tratando de evitarlas todo el día.

Ryou bajó la mirada para ver que su yami se había dormido, lo acomodó en el centro de la cama y salió de la habitación.

Después de varias horas el oji esmeralda escuchó a su alter-ego bajar las escaleras, el más pequeño que estaba en la cocina, se volteó hacía la sala de estar para ver a Bakura terminar de bajar las escaleras y dirigirse hacia la cocina con los ojos cerrados, bostezando y estirando los brazos por detrás de la cabeza.

“Buenas noches dormilón, déjame adivinar te levantaste porque tienes hambre ¿no es así?” Molestó el más joven al otro, quien solo asintió sentándose en la mesa, aspirando el delicioso olor de la comida en proceso.

“Pronto estará lista ¿te lavaste las manos?” Pregunto el peliblanco más joven, volteándose para seguir en su labor.

Bakura abrió los ojos y observó sus manos un momento para después restregarlas en su pantalón para “limpiarlas”

“¿Sabes que hacer eso no las limpia en absoluto verdad?” Le dijo Ryou sin voltearse, no había visto nada, pero conocía bien los niveles de pereza de yami y no lavarse las manos antes de comer solo porque tenía que volver a subir las escaleras hasta el baño era uno de los niveles.

De hecho, una vez tuvo que quitarle el plato al oji carmesí porque no le quiso hacer caso, aunque ya le hubiera explicado las consecuencias de esto, así que gruñendo y bufando se había levantado y se fue a lavar las manos.

“Sabes lo que ocurrirá si no lo haces Kura, solo te tomará unos momentos” y de nueva cuenta el mayor se levantó bufando y se fue a lavar las manos, cuando volvió todo estaba listo.

La noche continuó como cualquier otra, como Ryou le dijo Bakura durmió con él para ayudarlo en caso de que tuviera una pesadilla, esto era parte del tratamiento de todas formas, el oji esmeralda ayudaría al mayor a aprender  a calmarse en estas situaciones, esperaba que los resultados comenzaran a surtir efecto pronto.


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