Llegaron al cuarto y Bakura acostó a luz en la cama, quien tenía un brazo enganchado en el cuello de su yami, por lo que lo jaló de allí y como este no tenía mucha fuerza por el extremo cansancio quedó acostado allí sobre el menor, ambos quedándose dormido casi de inmediato, siendo la primera vez que Bakura podía dormir con una camisa puesta.
- ¿Enserio crees eso? ¿No estarás exagerando las cosas? – Preguntó una voz un poco suave pero masculina; - No estoy exagerando nada, nunca lo vi mirar así a alguien, pero nunca esperé que fuera a… él – Dijo otra voz aún más suave que la otra, pero que también era masculina; - Creo que habrá que tener paciencia y esperar para ver qué ocurre.
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Ya era lunes, las dos semanas de vacaciones habían pasado y para algunos, habían pasado de manera lenta, pero para otros, como nuestro oji esmeralda, pasaron sumamente rápidas y al contrario de estas, el día había pasado sumamente lento, pues apenas era medio día, hora del almuerzo para ser exactos y como deseaba poder volver a ayer, para dormir todo el día con Bakura de nuevo.
Hablando del mayor, este tampoco tenía la mínima de las ganas de ir a trabajar, de hecho, costo mucho hacer que se levantara, haciendo que ambos por poco llegaran tarde a sus diferentes destinos. Ryou ya acababa de terminar de comer, pero aún tenía un poco de sed debido al día caluroso, así que se levanto y fue a comprar un refresco; - Vuelvo en un momento, iré por un refresco- Le dijo el albino a sus amigos, quienes solo asintieron.
Cuando Ryou estuvo lo suficientemente lejos Joey dijo: - Bien Yugi, habla ¿qué era lo que nos tenías que decir sobre Ryou? – El mencionado entrelazó sus manos jugando con sus pulgares y dijo: -Bueno verán… no estoy, quiero decir, no estamos seguros de esto, pero… - Dijo el oji amatista mirando a su contraparte; - Creó que algo pasa entre Ryou y Bakura, no es nada malo, creo, sino algo más allá de su “amistad”- Todos se miraron entre sí sorprendidos, menos el mismo Yugi, Atem y Marik; - ¿Y como es que llegaste a estas conclusiones Yugi? – Preguntó Tristán curioso, tratando de conseguir la respuesta de la duda suya y de los demás; - Pues, verán…
Flashback
Yugi caminaba por la acera junto a su yami hacia la parada de autobuses ya cansados, pues eran las 12:25 de la noche y venían de un torneo de Duelo de monstruos que se hizo a las afueras de la ciudad y el cual Yugi ganó, pues Atem decidió no participar, aunque puede que si participara el final hubiera sido el mismo.
Por suerte no les tomo mucho tiempo esperar al autobús, pues se estaban muriendo del sueño, pero cuando subieron se llevaron una gran sorpresa que les quitaría el sueño.
Estaba allí, en los asientos del lado izquierdo en casi los del medio, dos albinos dormían tranquilamente apoyados el uno en el otro, el mayor apoyaba su cabeza en el hombro del otro, quien también apoyaba la suya en el otro, ambos sostenían una mochila, Yugi sabía que ambas le pertenecían a Ryou, pero una la tenía Bakura.
Los tricolores se fueron a sentar unos asientos más atrás de los albinos; - ¿De dónde vendrán a esta hora? Debieron estar muy cansados como para quedarse dormidos ¿no crees yami? – El mencionado asintió sin despegar la mirada de su “enemigo mortal”.
El viaje continuo en silencio, solo el motor del autobús se escuchaba, pues solo ellos cuatro y el chofer obviamente iban en el transporte, hasta que este se detuvo en otra parada y subió una chica y se sentó frente a Ryou y Bakura.
Después de otro rato, el autobús se detuvo de nuevo y subió un hombre que parecía estar un poco, MUCHO, ebrio, sonrió de una manera no muy buena que digamos cuando vio a la chica sentada frente a dos muchachos completamente dormidos. Caminó tambaleándose y se sentó junto a la chica sin quitar su asquerosa sonrisa y sin dejar de mirarla a ella, quien lógicamente estaba incomoda y nerviosa, por lo que se pegó a la ventana lo más que pudo.
El tipo le decía cosas, pero Yugi no pudo llegar a escuchar nada, pues el tipo hablaba muy bajo y con el motor del autobús le era imposible escuchar, era obvio que la chica se ponía más angustiada a cada momento y más cuando le pidió al tipo de buena manera que se alejar, pero este no la escucho y solo se acercó más, por lo que Atem estaba apunto de levantarse de su asiento para ayudar a la chica, más una mano pálida le gano la jugada, pues esta tomo el cuello de la camisa del tipo y lo jaló con tal fuerza que lo sacó de su asiento, asiéndolo caer al suelo; -¡Te dijo que te alejaras! ¡además no me dejas dormir! – Dijo un Bakura fastidiado y algo enojado mirando al hombre en el suelo, quien cuando salió de su aturdimiento por el golpe y el alcohol ingerido, miró molesto al que se atrevió a hacerle tal cosa.
- ¡¿Qué diablos te pasa?! – Dijo a como pudo el hombre poniéndose de pie al lado de Bakura, tratando de intimidarlo, pero el peliblanco mayor no iba a dejarse y también se puso de pie, haciendo notar que era más grande por algunos centímetros y más grande muscularmente hablando, así que tomó de nuevo cuello de la camisa del tipo y lo levanto hasta que sus caras quedaran frente a frente, frunció el ceño y dijo: - ¿Algún problema imbécil? – Al ver que al más joven no le temblaría la mano para comenzar una pelea allí mismo, el sujeto negó con la cabeza rápidamente. Bakura sintió una suave mano en la derecha suya que estaba libre, pues con la otra agarraba al sujeto, era Ryou que había despertado por el pequeño alboroto y le pedía sin palabra alguna que se calmara y volviera a sentarse; - Entonces si no quieres acabar con la poca paciencia que me queda, será mejor que te largues y te sientes en otra parte – Dijo Bakura soltando al tipo, quien rápidamente se fue hasta la parte de atrás del autobús y se quedó allí.
Bakura se volvió a sentar y suspiro haciendo volver al cansancio a su mirada y facciones, volteó a ver a Ryou, quien también lo miraba cansado, pero aun así le sonrió y puso una mano en su mejilla, en la cual Bakura se apoyó un poco cerrando los ojos por un momento para después abrirlos y devolver una pequeña sonrisa a su hikari, a quien miró a los y este a él durante lo que pareció ser un minuto, hasta Ryou, quien salió del trance primero, volteó la cabeza hacia atrás, mirando por la ventana, para después decir: -No podemos dormir más, pronto debemos bajarnos.
Bakura asintió y se alejó del toque del menor para estirar sus brazos hacia arriba, dejando al descuido su torso, el cual recibió un pequeño “ataque” por parte del dedo índice de Ryou, por lo que rápidamente bajo los brazos y se cubrió el lugar “atacado” viendo al menor reír un poco de su pequeña “travesura”, pero si alguien sabia de venganzas, ese era Bakura, así que estiró su brazo como si fuera a abrazar a Ryou, pero cuando su extremidad estuvo fuera de la vista de las esmeraldas del otro, tomó la capucha de la jacket de Ryou y la jaló hasta que esta le quedara cubriéndole la mayor parte de la cara y rápidamente jaló los tirantes que ajustaban la capucha, dejando la cara de Ryou atrapada en una pequeña prisión.
Rápidamente el menor se sacó la capucha de encima un poco despenado y trató de vengarse, pero antes de que siquiera se acercara un poco, el mayor tomó sus manos, así Ryou comenzó a forcejear para llegar a Bakura, quien sonreía maliciosamente y miraba a los ojos de su hikari, quien le devolvía la mirada, haciendo que rubíes y esmeraldas chocaran.
Su “enfrentamiento” tubo que ser pospuesto, pues ya debían bajarse y así lo hicieron sin darse cuenta de los ojos amatistas que los observaron todo el rato.
- ¿Viste eso? – Preguntó Yugi a su contraparte tricolor; - Sí, ayudó a alguien… - Dijo Atem ido y extrañado; - No eso no… ¿sabes qué? Olvídalo – Dijo el tricolor menor, viendo que su yami le había prestado más atención a Bakura, que la verdadera situación que más importante que Bakura ayudando a alguien… esa mirada, no, esas miradas, no eran miradas cualquieras entre amigos y nunca había visto a su amigo mirar así a alguien, sus ojos nunca habían brillado tanto, ni siquiera bajo cualquier luz… ¿acaso él…?
Fin del flashback
- Yo… no sé que pensar, se lo conté primero a Marik y tampoco está seguro – El mencionado se encogió de hombros diciendo un “no sé” con esto, todos se quedaron pensando hasta que Joey habló: - ¿Y porqué no solo le preguntamos?
- ¡Claro! ¿y que le vas a decir? “Oye Ryou ¿es cierto que te gusta Bakura? Porque parece que a él si le gustas” – Dijo Tristán sarcásticamente; - Bueno, no es del todo una mala idea – Todos voltearon a ver a Marik mientras seguía diciendo; - Quiero decir, podríamos intentarlo, no de manera tan directa, pero tampoco una indirecta, habrá que provocar alguna situación que los exponga un poco para después preguntarles – De nuevo todos se miraron entre sí y Yugi dijo notando algo raro en la oración final: - ¿Preguntarles? – Marik asintió y respondió: - Sí, preguntarles, le preguntaremos a ambos, tu a Ryou y yo a Bakura, obviamente no me lo va a decir, pero es muy impulsivo así que seguramente su cambio de ánimo será evidente – Tristán pasó un brazo sobre los hombros de Joey y dijo: - ¡Mira! Esta vez sí se te encendió el bombillo ¡muy bien Joey! – Ambos comenzaron a pelear y todos comenzaron a reír; - ¿Por qué ocurren milagros cuando no estoy? – Dijo Ryou llegando, haciendo reír más a los otros.
- Oye Ryou – volvió a hablar Joey, librándose de Tristán; - ¿Crees que podamos ir a tu casa este sábado? Es que mi hermana va a regresar y la última vez que vino, acordamos que iríamos a tu casa – Todos se volvieron a mirar discretamente sonriendo, ante la gran segunda idea de su amigo; -Sí claro, no hay problema.
El resto del día pasó dolorosamente leeeento, hasta que por fin salieron a la dulce libertad y ahora caminaba de regreso a casa, Ryou estaba del lado “exterior” de la acera, ósea, estaba más cerca de la carretera y llevaba su mochila en su hombro izquierdo, una motocicleta que venía rápido, fue frenando poco a poco y el conductor de esta estiró el brazo y le arrebató la mochila a Ryou, quien no sabía que hacer, más el conductor se detuvo un par de metros adelante, un largo cabello blanco salía por la parte de atrás del casco… “espera…¿un ladrón de cabello blanco?... no puede ser…” pensó Ryou acercándose al conductor con cara pocos amigos y estiró la mano cuando llegó a él, quien le devolvió su mochila y después se quitó el casco.
- ¿Así es como cuidas tus cosas hikari mío? – Ryou se puso su mochila de nuevo y se cruzó de brazos; - ¿De dónde sacaste esa motocicleta Bakura? – El mencionado sonrió un poco y dijo: - Estoy probando que esté completamente arreglada y como yo la arreglé, lógicamente está más que perfecta – Ryou levantó una ceja y preguntó: - ¿Por lo menos sabes manejarla?
- Ya me enseñaron…hace 10 minutos – La ceja de Ryou cayó con un poco de… decepción podríamos decir; - Pero eso no importa ¿te llevo? – Ryou Siguió su camino y dijo: - Ni pienses que me subiré en eso contigo.
- ¿Qué? Vine hasta aquí por ti, hasta te traje un casco y ¿me dices que no? – Dijo Bakura avanzando lentamente en la moto junto a Ryou; - Si caminar contigo ya es un peligro, no me imagino que pasaría si me voy en moto contigo – Bakura rodó los ojos y dijo: - Vamos, te prometo que no te pasará nada, te doy mi palabra de ladrón – Ryou se detuvo, cerró los ojos y suspiró: - Bien, además no tengo otra opción ¿cierto? – El mayor volvió a sonreír y le extendió el casco al otro, quien se dirigió a sus amigos y dijo: -Bueno, entonces aquí me separo yo, nos vemos mañana – Se despidió Ryou, montándose detrás de Bakura.
- Ve despac… ¡BAKURAA! – El mencionado, quien seguramente recibiría un regaño más tarde, arrancó tan rápido que la llanta de adelante se levantó un poco y se alejó rápidamente, dejando ahora más convencidos a los otros de lo que Yugi les contó.