- Oye… tengo hambre y debo llevar esto lleno y listo mañana al trabajo o van a despedirme – agregó Bakura con los papeles en su mano; - es cierto, lo había olvidado ¿entonces quieres tener dos trabajos? – Pregunto Ryou mientras se levantaba juntos a su yami para ir a la cocina; - solo por temporada, cuando entre a estudiar volveré a trabajar solo de mecánico, para entonces ya debería tener todo el dinero para traerte de vuelta – Ryou asintió con la esperanza que así fuera, no quería tener que quedarse allá mucho tiempo, no solo, si tan solo pudiera llevarlo con él le mostraría todos los lugares que conoce; ¿podrías dormir conmigo esta noche?...
- Esta y todo el resto de las del mes…
Más parques de atracciones, más parques acuáticos, una gran cantidad de idas al cine o maratón de películas en la casa fueron algunas de las muchas cosas que había hecho cierto grupo de amigos (y otro no tan amigo) con cierto peliblanco en su último mes juntos, al menos por ese año durante el día otras veces por la noche, pues estas últimas eran más para dos.
Ryou estaba seguro de que su yami hacía una maratón apenas salía de su trabajo, pues llegaba en 15 caminando y extrañamente había comenzado a llegar cada noche en 5 minutos desde que supieron la noticia de su partida. Ahora estaba más atento, extrañamente servicial y aún más extraño…más hablador y meloso…sí, meloso, al principio el menor considero que era una manera de aprovechar el tiempo máximo posible, pero el pasar los días se dio cuenta de que en realidad era “un mecanismo de defensa” contra su trauma de “perderlo todo” nuevamente, pues no lo perdería todo, además de que él no se iría para siempre, pero simplemente era el miedo hablando, justo como lo hizo cuando se enteró de la noticia.
- ¿Tienes sueño?
- No, tampoco quiero y no creo que pueda dormir
- Pero mañana debes levantarte muy temprano, vas a estar desecho
- Ya estoy desecho
Una mano pálida acarició una mejilla de porcelana, la cual se inclinó al tacto tratando de ocultar un rastro líquido y salado que transitaba por allí, más un pulgar se encargó de sacar de ruta al intruso de tan perfecta piel; - Sé que dijiste que no querías llorar en ningún momento…pero no puedes seguir reprimiendo tu naturaleza sensible Ryou, eso no va contigo, tu eres una persona que necesita liberar lo que siente, déjalo salir, hará que mañana todo sea un poco más fácil – pidió Bakura acostado sobre la cama con su contraparte sentado en su estómago, quien sin aguantar más, solo se dejó caer sobre el mayor, rodeando su cuello con sus manos, dejando salir todo lo que había tenido guardado para sí mismo, mientras que el oji carmesí solo podía soportar el dolor como puñales que sentía en su corazón al tener que escuchar los dolorosos sollozos a su lado manteniéndolo seguro entre sus brazos.
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- ¿Recuerdas todo lo que te expliqué? – preguntó una suave voz, mientras esmeraldas y rubíes no se quitaban la mirada; - Sí – las esmeraldas se estrecharon un poco; - ¿Estás seguro? – Bakura asintió y preguntó: - ¿Hablaremos todos los días? – Afirmando, el menor también preguntó; - Sí, mi casa estará en una sola pieza cuando vuelva ¿cierto? – El yami solo rio un poco, sabiendo que era innecesaria una respuesta; -Tampoco te metas en problemas sin mí, o no habrá quien te saque de ellos ¿de acuerdo? –“amenazó” Ryou alzando una mano; - Lo prometo – respondió Bakura alzando también su mano y entrelazando sus dedos con la otra, pues al estar ahora acostados de medio lado, no podían estrechar sus manos, solo unirlas.
El teléfono de Ryou comenzó a sonar en su mesita de noche, lo que creó la sensación de vació en ambos adolescentes… su tiempo se había acabado.
El oji verde sin muchas ganas se volteó sobre si mismo y apagó la alarma que marcaban las 5 de la mañana, se sonrojó cuando sintió a su contraparte abrazarlo por la espalda, pasando un fuerte brazo por su desnuda cintura, atrayéndolo a su igual desnudo pecho; - cinco minutos más – Habló la gruesa voz en el oído perforado del hikari; - No intentes retrasar lo inevitable Kura – el mencionado gruño triste como lo haría una bestia herida. No tuvieron más opción que levantarse, Ryou levanto un pedazo de tela del suelo y volteó a ver a su yami con una ceja alzada; - Me debes una camisa – dijo enseñándole la “prenda” (que ya ni forma tenía) al mencionado; - De acuerdo, te daré una nueva… ¡cuando arregles mi pantalón de dormir! – Exigió también la contraparte obscura, habían estado jugando todo el día y parte de la noche anterior y durante sus juegos Bakura había jalado muy fuerte la camisa de tirantes negra que Ryou usaba debajo su típica camisa a rayas y a veces para dormir; - ¡¿Qué?! No fue mi culpa se rompiera tu pantalón, que de hecho no es de dormir, es para hacer ejercicio y nadie te tiene brincándote el sofá de un solo salto – Durante la persecución por la camisa rota del menor, Bakura había dado un gran salto con el fin de brincarse el sofá para que Ryou no lo alcanzara, lo había logrado, pero a un costo, durante el salto, había estirado tanto las piernas que su ajustado pantalón no había dado para más y se había roto justo en la costura entre sus piernas hasta su trasero al estilo Bob Esponja, dejando un enorme hueco que dejaba ver rojo boxer del mayor, quien también estaba rojo al “estar al descubierto” tapándose de inmediato, lo cual no ayudaba de mucho en realidad, Ryou por su parte solo se sentó el suelo sin parar de reír del “karma” de su contraparte. N/A: https
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- ¿Tienes todo? ¿no olvidas nada? – Le preguntó Bakura desde la cama a Ryou, quien terminaba de lavarse los dientes en el baño; - Sí, llevo todo lo que necesito - Respondió el menor, Bakura miró la maleta a su lado pensando por un momento, para después, decidido, levantarse saliendo de la habitación hacia la suya y volviendo poco después con algo en su mano.
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- Tómalo… como si fueran unas vacaciones lejos de mí, para que dejes de preocuparte y estar pendiente de este idiota ¿sí?, ya no tendrás que cocinar para ningún monstruo, no tendrás que sacar de problemas a nadie, será un tiempo para ti ¿de acuerdo? – Las palabras de Bakura le lograron sacar una suave risa a Ryou mientras estaban abrazados cerca de la entrada para que el oji esmeralda tomara tu vuelo, mientras el resto de sus amigos miraban tristes la escena al ellos haberse despedido ya; - Así que, no hay razón para que estés triste, nos veremos muy pronto, te di mi palabra y sabes que haré lo imposible por cumplirla – se separaron un poco y se miraron a los ojos “Ultima llamada para el vuelo 403 Malta Airlines destino Bournemouth, Dorset, Inglaterra” ; - Hasta pronto mi oscuridad / hasta pronto mi luz – Se despidieron simultáneamente mientras Ryou tomaba su maleta e iba rumbo a la entrada, donde volteo y despidió al resto con la mano.
Miraron el avanzar del avión desde un gran ventanal con vista a la pista de despegue/ aterrizaje, desde lejos esmeraldas y rubíes, sin saberlo, estuvieron perfectamente alineadas hasta el despegue. Cuando el avión desapareció por completo del cielo, decidieron que ya era hora de regresar a casa, se voltearon para comenzar a caminar cuando un notablemente enojado y triste Bakura pasó frente a ellos caminando con la mirada en el suelo y las manos en los bolsillos, Marik abrió la boca para decir algo, pero después de un momento la cerró, decidiendo que este debía pasar un tiempo a solas, después trataría de sacarlo de su nueva soledad.
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- ¿Te llegó lo que te envié? – Habló una profunda voz; - Sí, gracias Kura, no te hubieras molestado, voy a cuidarla mucho, cuando regrese la pondré en mi habitación - Habló Ryou a través de la pantalla de la computadora. Sí, una de las primeras cosas que le había enseñado a su contraparte fue a usar la computadora, mientras el se había llevado su laptop para poder hablar “libremente” durante las noches o madrugada en caso del menor, lo que provocaba que hablaran poco, si eran las 8 de la noche en Japón, en Dorset eran las 12 de la madrugada, mientras que en el día, aprovechando que el yami tenía su propio teléfono, hablaban por alguna red social; - Deberías dejar que nos saquemos más fotos juntos – Bakura le había enviado una fotografía en un sobre y una nueva camisa negra de tirantes, la fotografía era de ambos sentados en el sofá, aunque solo salía la mitad de su torso hacia arriba, Ryou estaba sentado entre las piernas de Bakura sonriendo ligeramente, llevando una camisa negra de manga larga con el #72 en color gris N/A: https
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Mientras que detrás suyo estaba el mayor estaba de brazos cruzados, usando una camisa negra sin mangas y su gabardina, su típico ceño fruncido y seriedad estaba en su rustro, mirando con sus ojos profundos a la cámara y un Khepera más crecido estaba acostado sobre el respaldo del sofá presumiendo la “melena” en su pecho ya crecida, justo para el invierno que se avecinaba. N/A: https
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- La enmarcaré pronto y… ¿Qué pasa? – Ryou se paró de hablar cuando notó la mirada extraña que le daba Bakura a la venta en la habitación; - Yo… ¿es normal que la lluvia sea blanca? – el menor se extrañó por la pregunta; - ¿Lluvia blanca? ¿de qué…? – de repente las dos esmeraldas se expandieron al máximo con cierto brillo en ellas; - ¡¿Está nevando ya?! – ahora era el yami quien estaba extrañado- ¿nevando? – la contraparte ligera de este estaba ligeramente botando sobre la cama donde estaba sentado; - Kura, eso no es lluvia ¡es nieve! Bueno, es lluvia, pero congelada ¡la primera nevada del año, que emocionante! – A pesar de saber que era sumamente frio o sea algo que odiaba, Bakura estaba fascinado con la famosa “nieve” jamás había visto algo por el estilo; - ¿por eso hacía tanto frío? – Pregunto el egipcio sin despegar la mirada de la ventana; - Sí, ahora hará más frío, todo se cubrirá de nieve, todo estará blanco ¡es tan lindo! Ya lo verás, pronto deberá comenzar a nevar aquí también – el mayor subió el zipper chaqueta de invierno color vino tinto, que según le había dicho Ryou cuando fueron a comprarlas antes de que se fuera, que combinaba con sus ojos y que ya tenía mucha ropa negra y un pequeño cambio no estaba mal, Bakura se sintió un poco “engañado” cuando Ryou se compró uno azul pues también ya tenía mucha ropa de ese color, pero al final le terminó gustando, además de que era lo suficientemente cálido usarla N/A:
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-Estoy en conflicto, lo odio y lo amo- explicó Bakura volviendo su atención a Ryou nuevamente, quien solo rio suavemente - bien… creo que ya se está haciendo un poco tarde, hablamos mañana ¿cierto? -dijo el oji verde no queriendo dejar de hablar en realidad, pero tenía que dejar descansar a Bakura, tener dos trabajos no debía de ser fácil; - Sabes que sí – respondió el mayor también sin muchas ganas y con leve gruñido; - Nos vemos… te quiero / t-también te q-quiero…hikari -