—Así que quiso hacerle eso a Dei-nii.
—Sí. Ya había tomado la decisión y estaba preparando todo. Solo no había encontrado la oportunidad para implementar el plan.
—Pero ellos quedaran...
—No te preocupes— lo interrumpió, se levantó y abrazó a su hijo — Esto no es tu culpa ni nada. Solo que soy...
—Muy rencoroso— miró a su padre.
—Haré cualquier cosa para proteger a mi familia. Y si eso significa acabar con una empresa, lo haré.
Asintió y abrazó a su padre. Le gustaba abrazarlo, sentía un calor tan reconfortante cuando lo hacía.
—¿Eres feliz?
—Si— miró a su padre —Soy feliz con ustedes. Cuando mamá murió me sentí solo, aunque Iruka estaba conmigo. Pero los conocí a ustedes. Estos días han sido maravillosos. Todos son muy cariñosos conmigo y amables. Yo los quiero. Solo me falta poder llamarlos papás naturalmente.
—Lo harás— le besó la frente — Kurama es feliz de que lo quieras. Él sufrió mucho cuando te rapto Uzumaki. Se sentía culpable.
—Pero no fue culpable.
—Lo sé. Pero Kurama se siente responsable porque él te tenía en sus brazos.
—... Pero no tuvo la culpa. Mamá fue la culpable. Los hizo sufrir.
—No estés triste— le revolvió el cabello —¿Qué te parece si vamos a comer?
—¿Los demás?
—Kurama está de guardia. Deidara tiene una reunión, y Gaara saldrá con Sai.
—Esta bien. Vamos.
—Sí quieres recorre las instalaciones. Mientras haré unas llamadas. Te llamo y nos vemos en la recepción.
Asintió y abandonó la oficina. Se acercó a la secretaria —Me puede decir dónde está el baño.
—Claro. La primera puerta al doblar.
—Gracias.
———
Era una vista maravillosa. Desde allí logró observar Sharingan Corp., era mucho más grande que la empresa de su padre.
Escuchó los murmullos, y se alejó.
Había escuchado los murmullos: es él. Es el hijo robado. Se parece tanto.
—Naru. Ya llegaste.
—Lo siento. Me quedé viendo la vista. Es impresionante.
—Si. Vamos.
Salieron del edificio después de despedirse de los recepcionistas. Abordaron el auto y se dirigieron a rumbo desconocido; al menos para el rubio menor era desconocido.
Naruto observó feliz el lugar ¡Era el parque de diversiones!
—¿Te gusta?
—Si— sonrió — Es hermoso.
—Vamos— Se formaron en la fila para poder adquirir las entradas.
Una vez que obtuvieron las entradas, entraron al parque.
Naruto subió a cada juego. En algunos su padre subió con él.
—¿E-Esta seguro de esto?
—Por supuesto. Después de este vamos a buscar un lugar para descansar.
—S-Si— titubeó. No estaba seguro. Le gustaban los juegos mecánicos pero no de tanta altura.
Tomaron su lugar y se aseguraron. Segundos después comenzó a andar el juego...
Minato se aterró al ver la altura de la que descendía el juego... Escuchó la risa de su hijo menor, y miró a Naruto, se miraba feliz.
Se estaba muriendo del miedo, peor valía la pena si podía ver esa hermosa sonrisa en su hijo.
—Waaaaaa— gritó cuando el juego de fué en picada.
—Esto es grandioso— rió Naruto.
—————
—Tome esto— le entrego un bote de agua fría.
Minato volvió el estómago una vez más.
—Lo siento... Debí preguntar antes de arrastrarlo al juego.
—No te preocupes cariño. Fue divertido— dijo mientras enjuaguaba su boca.
—Lo siento..— se disculpó, culpable.
—Vamos— tomó la mano de su hijo —Aun nos faltan más juegos.