Se miró en el espejo una vez más, y acomodó su flequillo.
Se miraba bien.
—Naru— Gaara entró sin tocar —. Ya esta la mayoría de los invitados.
—Dios...
Sonrió con ternura y abrazó a su hermano mayor —Todos son muy buenos. A algunos ya los conoces.
—¿Los conozco?— preguntó intrigado.
—Hinata-san.
Sonrió al escuchar el nombre de su amiga —Genial ¡Vamos!
Gaara sonrió al ver a su hermano alejarse feliz.
Bajó rápidamente las escaleras y se dirigió al jardín. Sus ojos brillaron. Las carpas no le dejaban ver cómo habían adornado, y su padre Kurama le prohibió salir.
A sus ojos se extendía la más grande fiesta a la que había asistido. Todos los adornos en color negro y naranja, sus colores favoritos.
—Naru.
El tono seductor, detrás de él, le hizo extremecer. Giró lentamente y se ruborizó. Sasuke se miraba guapo y bastante sensual con esos pantalones negros que no dejaba nada a la imaginación.
—¿Te comió la lengua el ratón?
Se avergonzo ¿Cómo podía sonreír así? Desvío la mirada y se aclaró la garganta.
Rió divertido por el sonrojo de Naruto. Se acercó y lo jaló de la cintura, sus torsos se juntaron. Podía sentir el ritmo acelerado del corazón de Naruto. Delineó la cintura de su novio y se acercó lentamente.
Cerró los ojos al sentir los labios de su novio sobre su mejilla, y luego poco a poco se acercaron a sus labios. Tímidamente respondió al beso.
—Hijo. Suelta a Naruto. Están haciendo un espectáculo— fugaku separó a ambos.
Naruto se avergonzo al notar que era cierto, todos lo miraban.
Sasuke le besó la frente— Tranquilo. Minato-san te presentará a todos.
—Naruto— Minato llamó la atención de su hijo.
El rubio caminó hacia su padre —¿Qué pasa?
—Te presentaré con nuestros amigos.
Asintió nervioso y siguió a su padre.
Minato se detuvo frente a todos, y llamó la atención de todos.
—Gracias por asistir esta noche. Cómo saben, hace 20 años nuestro pequeño Naruto nos fue arrebatados. Todos esos años estuvimos buscando a nuestro pequeño, y estuvimos sin noticias. La esperanza nació gracias a los Uchiha— alzó la copa en dirección de Makoto y Sasuke —. El que mi Naruto se encontrara con Sasuke fue cosa del destino. Gracias a eso nos fue posible encontrarlo— miró con cariño al rubio, y lo sujetó de los hombros —. Él es Naruto. Nuestro bebé.
—Nuestra familia se ha llenado de felicidad desde que arribó a esta casa— miró a su esposo —. Espero ustedes le den la bienvenida.
Los aplausos no se hicieron esperar.
El rubio conocía cada amistad de la familia, lo mismo que los socios.
—Naruto-kun.
—Hinata-chan— la pelinegra se miraba espectacular en ese vestido.
—Naruto-kun. Ellos son mi familia. Mi padre Haishi Hyūga— presentó al pelinegro.
—Un gusto, Naruto-san. Hinata me ha hablado mucho de usted. Gracias por cuidar de ella.
Respondió rápidamente a la reverencia —Un gusto Hyūga-san. No es nada. Hinata-chan es una gran chica.
—Porque no fuiste varón...— susurró.
—¿Disculpe?— preguntó ya que no entendió lo que dijo el pelinegro.
—Nada. Ella es mi hija menor... — giró para buscarla —¿Dónde está esta niña?
—Buenas noches...
Giraron hacia la persona que los interrumpió.
Naruto miró atónito —Shikamaru...