Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crónicas de un villano por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aqio estoy de nuvo con un capitulo mas de esta historia, esta vez con una linda sorpresa al final... o quiza no tan linda considerando el rumbo de la historia... en fin, espero que les guste.

Hadrien no fue el único que durmió hasta tarde hoy. Violet todavía no se levanta, Ione está viendo televisión pero tiene unas visibles ojeras,  Jency sigue en la habitación pero está despierto al igual que Lou,  e Ivette no está desde esta mañana.  Ah, solo estoy intentando no pensar en lo que paso en la habitación.


¿Qué fue exactamente lo que paso? Aun no termino de comprenderlo. En realidad solo fui a ver si Hadrien estaba ahí, pues con lo que paso anoche ya no hubo más tiempo de hablar sobre lo que haríamos ahora. Verle durmiendo…  no pude evitar recordarle como hace años, cuando todo iba bien.


— ¿¡Cómo puedes decir que Kira es mejor que L?!


— si fuera tan genial hubiera descubierto todo desde antes.


— Sí, pero…— ¿de qué están hablando? Ione a veces puede ser algo… extraño.  La mayoría de las veces no entiendo que habla, pero parece que ese niño le entiende. Eso no lo hace mejor, esa discusión carece por completo de sentido— ¡Solo falta que digas que Daryl es mejor que Rick! O que Daenerys es mejor que Arya.


— pero lo son.


— ¿De qué están hablando?— los dos me miran como si hubiera dicho una blasfemia— ¿chicos?


— No lo entenderías— dice Ione, y Han sube el volumen de la televisión. ¿Dije algo mal? no entiendo nada a estos chicos.  Ione vuelve a la atención a los dibujos animados que  están en la televisión.  Suspiro, dejándoles ahí.


¿Qué es lo que sigue? Quisiera concentrarme en eso, pero no puedo pensar en otra cosa más que en el beso. No sabía que Hadrien también podía enfermar, es una tontería no haberlo pensado antes, nunca le vi enfermo en el tiempo que vivimos en el mismo lugar. Después, siempre nos encontramos en situaciones no muy buenas, desde entonces le vi como una persona fuerte, hasta esta mañana. Lucia tan tranquilo como cuando nos conocimos, yo mismo me sentí tranquilo. Luego, solo pasó. No me pude detener.


¿Qué se supone que haga? Hadrien tiene razón al decir que es mejor fingir que no pasó nada, ¿Cómo podríamos…? Es casi imposible, tenemos ideales tan diferentes, nuestras motivaciones, todo.  Ya ni decir del gran escándalo que se armaría con esto.  Pero no quiero hacerlo. No quiero fingir que no pasó nada, esto va en contra de todo lo que creo.


— ¡Largo!— el grito proviene del baño. Casi de inmediato, el ifrit aparece entre los cojines, riendo.


— ¿ahora qué hiciste? Hadrien parecía cansado esta mañana— Han no despega los ojos de la televisión, y aun así está hablando.


— ah, chico, está mejor de lo que crees. 


— tengo hambre.


— ah, en serio ustedes no tienen nada de consideración por mí. Hadrien es un maldito manipulador, no ha cambiado nada desde que le conocí— ¿se conocían? ¿Hace cuánto? Había notado que Hadrien tiene un comportamiento muy familiar con ese ifrit, peor no sabía que se conocían. ¿Tanto como para estar en el baño al mismo tiempo?


—  Kiran, ¿has visto a Ivette?


— No. anoche estaba cansado y me  quede dormido. Esta mañana no estaba— Jency pone una expresión preocupada.


— ¿crees que le pasó algo?


— no lo creo, confía un poco ¿no? hubiéramos oído algo— Jency asiente— quizá solo quería un tiempo a solas, aquí como que hay muchas personas.


— ¿Ah?— la puerta del baño se abre. Hadrien recorre la sala con la mirada. ¿Qué necesidad hay que dos personas estén en el baño al mismo tiempo? Hasta donde sé, no muchas. Le sigo fijamente con la mirada. ¿No hay nada extraño en Hadrien?


—  ¿tú también vas a decir que tienes hambre? 


— de hecho sí. Han, cuando acabe de… ¿comer?— ya pasa del medio día— iremos a conseguir cosas, así que no quiero quejas.


—  ah, ya que.


— y harás más invocaciones.


— ¿hoy? ¿No se están tomando todos un descanso?


— mocoso insolente, no has hecho nada. Harás invocaciones y ya— sonrió, olvidando lo que estaba pensando. Aunque Hadrien es realmente alguien de temer y ha hecho cosas malas, cuando le veo hablar con ese chico… aunque parezca severo, creo que en realidad es más suave de lo que parece.  


— acaba con esto pronto, Hadrien, que es humillante tener que hacer de sirviente—  la mesa esta de pronto llena de platos, copas… todo lleno de comida.


—  Pronto—  el ifrit suspira, poniendo una expresión aburrida.


— ¿Puedes confiar en un ifrit?— me siento al lado de Hadrien.  El me dirige una mirada tranquila. Me gustaría que al menos hubiera alguna reacción en él, algo que me mostrara que  siente algo después de ese beso.


— sí, está bajo mis órdenes, y aunque no, Hassim es un viejo amigo. Deberías probar el té. Toda la comida es buena.


— tienes amistades muy peculiares.


— Lo mismo podría decirte… ¿Por qué se están quedando aquí?—  arqueo una ceja ¿está dando una insinuación para que nos vayamos?


— creía que estábamos trabajando juntos.


— sí, pero creo que estamos exagerando un poco. Realmente se vuelve fastidioso— dice, con un gesto aburrido.  Me quedo en silencio, viendo la comida.  Yo y Hadrien hemos estado separados ya por mucho tiempo, comienzo a darme cuenta que nada es igual a aquel entonces. ¿Podríamos encontrar un punto medio?


— estamos juntos en esto ¿no? y dudo que confiemos lo suficiente en el otro para estar en lugares diferentes.


— ah, cierto. Tienes un buen punto ahí. Olvida lo que dije entonces— no sé si pueda olvidarlo tan fácil. Hadrien se acerca un plato.


— ¿Qué vamos hacer ahora?— aunque preferiría tener que esperar, todavía hay cosas más importantes que hacer.    


— ¿vamos?... ah, como sea.  Lo que seguía era ir por el zafiro purpura del Delhi— ¿seguía? Hadrien se bebe de la taza. Con desgano tomo un plato también.


— ¿Por qué dices seguía?


—desapareció.


— ¿desapareció? No puede desaparecer solo así— es completamente ilógico.


— lo sabemos. Hassim es quien las puede ubicar, me dijo que ya no hay rastros de la joya. No me extraña, somos demasiados en esto, el futuro tarda en ordenarse y esas cosas.


— entonces ¿tenemos que esperar?


— desafortunadamente sí. No sé cuánto puede tardar, daré una semana antes de comenzar a pensar algo mas, no creo que tengamos más tiempo que ese.


— ¿no vamos muy rápido? Dijiste que aun teníamos aproximadamente tres meses.


—  ¿y dejar todo para último momento? es algo muy de mi estilo, pero incluso yo puedo fallar de vez en cuando.


— ¿Y si falla?— me parece que el aire alrededor de Hadrien se torna oscuro por unos momentos.


— Hay algo…— me mira— nunca lo he hecho, pero…podría intercambiar almas. Ponerla en un cuerpo sano— hasta que no siento el respaldo de la silla me doy cuenta que he retrocedido. No puedo creer lo que me está diciendo. Le miro, sintiendo la estupefacción en mi rostro.


— eso es…


— ¿desagradable? ¿Perturbador?  ¿Una aberración? Lo sé. Pero igual lo haría. O lo intentaría.


— ¿sacrificarías a alguien más?


— Si— Hadrien ni siquiera lo pensó— lo único que temo es la reacción del alma al estar en un cuerpo nuevo ¿se mantendría? ¿Seguiría haciendo magia? Creo que no podría seguir usando la magia en un cuerpo nuevo.


— no lo hagas. Busquemos otra forma.


— No hay más formas de lidiar con esa maldición— me lo dice tan serio…  Hadrien es quien conoce mejor todo esto, aunque no me guste admitirlo— pero eso solo es en caso de que no funcione la contra maldición. Yo espero que funcione.


— funcionara.


—  siempre eres igual, Kiran. Tan ingenuo y confiado—  sonrió.


— Hay cosas que nunca cambian— Hadrien me sonríe también, no esa sonrisa cínica que pone siempre, si no una que me recuerda más al Hadrien de antes— ¿Qué vas hacer hoy?


—  conseguir  materiales para los venenos. Revisar la correspondencia… cosas normales.


— Tienes una normalidad muy rara— Hadrien se encoje de hombros. Un rato después les veo salir.  ¿Qué debería hacer? No hay mucho que podamos hacer mientras esperamos. Umm, no quisiera tampoco dejarle que haga todo. Es una pequeña cuestión de orgullo. 


— ¿Qué es lo que estás haciendo?


— Ivette ¿Dónde estuviste?—  ella me mira, con los brazos cruzados.


— aquí se siente demasiado la magia oscura. Pero eso no es lo que importa ¿Qué estás haciendo? Kiran, sabes que él es nuestro enemigo ¿cierto?—  ¿lo es? No siento que Hadrien tenga nada que ver conmigo más que el tiempo que duramos juntos— Kiran, intento hacer que todos nos quedáramos sin magia.


— nunca estuve seguro de eso.


— ¿y las personas de ese pueblo? ¿Qué me dices del hecho de que hace venenos y los vende?


— eso no…


— No te olvides de que estamos haciendo— me dice, dándose la vuelta y dejándome sin poder responderle. ¿Acaso todo mundo se está dando cuenta de esto?  


— ¿Qué le pasa a Ivette?


— Ni idea— respondo, prefiero mentir un poco a tener otro sermón sin sentido. Entiendo que se preocupen, pero ellos no entienden lo que yo, jamás verán al Hadrien que yo veo— dice que le molesta estar aquí.


— es muy perturbador, si. Pero… no tan malo, aunque me cueste admitirlo. Lou-May se ve bastante bien, y ni hablar de Ione. Me molesta que quedamos como un montón de inútiles, ojala pudiéramos hacer mas.


— pensaba lo mismo. Hadrien está haciendo todo.


— ¿hay algo que podamos hacer?


— pues… encontrar el zafiro. Me acaba de decir que no lo pueden encontrar— es lo único que podemos hacer de momento, encontrarlo para comenzar a actuar.


— quizá Lou pueda hacer algo—  quizá, aunque lo dudo. Si Hadrien requirió de un ifrit para hacerlo, no creo que sea tan sencillo.


Estoy muy contento de que podamos tener esta especie de tregua, poder estar asegurarme de que Hadrien está bien. Necesito saberlo, porque simplemente es lo único de lo que me arrepiento: No debí dejar que pasara. Si Hadrien es así ahora, es por mi culpa.


Como quiero enmendar eso.  


Los siguientes tres días pasan rápido, y a penas y puedo ver a Hadrien. Sale cada que puede y el tiempo que está aquí está en compañía de ese ifrit.  ¿Acaso esta evitándome? No me extrañaría, aunque no parece ser el caso, Hadrien nunca ha sido muy sutil y esto  en serio parecen meras coincidencias, pero con él nunca estoy seguro.


— ¿Kiran?


— ah, Lou ¿Cómo estás?— me hago a un lado para que se siente en el sofá a un lado mío.


— bien, gracias por preocuparte. Lamento mucho que estemos aquí por mi culpa.


— No fue tu culpa— parece que va llorar. Le paso un brazo por la espalda, y ella se reclina contra mí. Me recuerda al poco tiempo que salimos juntos.


— si fuera como tú, esto no pasaría.


— Lou, fue un ataque por la espalda, no debes sentirte mal por haber recibido un ataque a traición.


— Jency me dijo que no encuentras el zafiro. Quise buscarlo, pero… me siento tan inútil.


— ya lo encontraremos.


—Eso espero— ella se pega más a mí. Debe ser terrible estar en su situación, ahora que recuerdo, también el chico, Han, tiene los días contados. Y ninguno habla sobre eso. Giro a ver a Hadrien, que desde hace dos días se la pasa en la mesa, con los dos diamantes. Sus ojos se apartan de los míos cuando topamos miradas.  De nuevo, tengo la impresión de que a su alrededor se vuelve un poco oscuro, como si su aura se hiciera visible unos segundos.  Aun estoy observándolo cuando el ifrit gira una silla y se sienta a su lado, le dice algo, que Hadrien ignora. Luego, veo a Hadrien reír por algo más que añadió.  Dejo de mirarlos, me molesta mucho que ahora no sea yo quien conozca mejor a Hadrien.   


No puedo dormir, hay demasiadas cosas que pensar, lo peor es que no todas son referentes a la crisis que tenemos. Aun no podemos relajarnos, aunque parezca que sí.  Todos están dormidos, incluso Ivette.  Salgo de la habitación cuando veo que no tiene caso intentar dormir. Hadrien sigue en la sala, en uno de los sofás, mirando al vacio.


— ¿Aun tienes pesadillas?— Hadrien gira lentamente la cabeza para verme. Me siento a su lado, pero aún queda un espacio considerable entre nosotros.


— No, hace mucho que deje de tenerlas.


— Me alegra oír eso— es verdad, sé que las pesadillas de Hadrien nunca fueron agradables. Cuando al final supe que Hadrien era un nigromante, entendí el origen de esas pesadillas.


— al final aprendí a mantenerlas lejos.


— En serio me alegro por eso…— ¿Qué debería decirle? Cualquier cosa sonara muy banal ahora.


— tú nunca las tuviste, siempre fuiste increíble, el salvador. Todos confiaban en ti. Todavía lo hacen— dice, volviendo a mirar al vacío.


— las tengo. Comencé a tenerlas cuando te fuiste— puedo ver su perfil, y por eso veo que sus labios se alzan un poco en una sonrisa— debió ser duro para ti…


— no tanto. Sabía que tenía que hacer.


— oye…


— todavía no se a donde debemos ir. Quizá deberíamos ir a…


— Hadrien, intento hablarte— él me mira, me sonríe con burla.


— ¿Y? Kiran, enséñame un héroe y te escribiré una tragedia.  No necesito escucharla, siempre será lo mismo. En fin, pensaba en ir a Grecia si no hay rastros del zafiro.


— ¿Grecia?


— estuve consultando el futuro con los espíritus, pero no dicen nada sobre el zafiro. Hassim tampoco puede verlo con sus predicciones. Necesitamos una pista pronto, y lo único que se me ocurre es ir a ver al oráculo— Hadrien hace un gesto de desagrado. Yo tampoco estoy muy contento con eso.


— esas son fuerzas con las que no me gusta involucrarme.


— ¿crees que yo quiero? Yo mismo puedo saber el futuro, es humillante tener que pensar si quiera en ir.


— esperemos unos días.


— Nunca estuvimos más de acuerdo— sonrió. Deseo apartarle el cabello de la cara. ¿En serio no hay forma alguna de que nosotros…? Suspiro. Ya ni siquiera sé si Hadrien siente lo mismo, todo paso hace tanto tiempo… pero aún recuerdo sus palabras….ahora me perteneces, ese es mi hechizo.


Kiran…— parpadeo, alejándome del pasado. Hadrien me mira de frente, con las cejas  leventemente fruncidas.


— ¿Si?—  Hadrien se acerca, no me muevo. Recuerdo el beso de esa mañana, y deseo acortar los pocos centímetros que nos separan, besarnos otra vez. Hadrien se endereza y se levanta.


— estoy cansando—le sigo con la mirada hasta que entra y cierra la puerta. Ah, pero qué demonios… en serio que es malvado. Estando tan cerca, estoy seguro que en su mirada había el mismo deseo que yo estaba sintiendo.


 


Es tarde, y solo una luz permanece encendida en el recibidor.  No veo a nadie por aquí, y está bien, porque solo quiero descansar.


— Kiran, volviste.


— ah, Jency. Pensé que eras alguien más.


— no luces tan bien.


— fue una dura batalla, las cosas no siempre salen bien… no hubo sobrevivientes— digo al ver la mirada de Jency. Él me pone una mano en el hombro.


— entonces no te detengo más. Seguro quieres estar solo, nos vemos mañana— le veo irse. ¿Quiero estar solo? He estado solo mucho tiempo, yo me he alejado, las personas se alejan de mí… soy un héroe ¿no? es mucha responsabilidad para cualquiera, eso es lo que dicen.  Los pasillos están vacíos, y puedo asearme cómodamente antes de dirigirme a mi propia habitación. Me siento pesadamente, y mi mano da con un bulto.    


— ¿ah?..— alzo las cobijas.  Suspiro al ver de nuevo a Hadrien aquí. Tiene el sueño algo pesado, porque no despertó cuando llegue. ¿Qué se le va hacer? Es imposible hacerle entender que no debería estar aquí. Me causa gracia verle.  Debo ir por otra sabana. Me levanto, buscando en los muebles. Un gemidito me hace girar a la cama— ¿Hadrien?— ya no tiene la expresión pacífica del sueño, se ha girado, su frente esta fruncida, sus labios tensos.


Debe estar teniendo una pesadilla. 


— No…— abre los ojos cuando le llamo otra vez. Parpadea, sentándose— ¿Kiran? Ah, ¡Volviste!— se arroja contra mí, dándome un abrazo.


— Es un poco tarde…— hago que nos acostemos de nuevo, le dejo entre mis brazos— ¿tenías una pesadilla?— pregunto, acariciándole el cabello.


— si… no recuerdo mucho. Había… cosas oscuras. Muchas personas habían muerto, y tú también ibas a morir…


— solo fue un sueño.


— No me gustan, siento que son muy reales— su voz suena amortiguada— estoy feliz de que vinieras,  las pesadillas siempre se van cuando tu estas aquí. También eres bueno haciendo eso.


— No hago nada, Hadrien—  se estira, mirándome con las cejas fruncidas.


— haces mucho. Eres increíble, Kiran. Quisiera quedarme contigo siempre— sonrió, empujándole para que ponga la cabeza en la almohada otra vez.


— Shh, es tarde, duerme.


— Cuéntame cómo te fue ¿Qué fue lo que hiciste?— no quiero contarle, no quiero recordar por ahora lo que paso. Así que le comienzo a contar el inicio, como fue que me dieron la misión y como fue el viaje. Hadrien se queda dormido muy pronto, con el asomo de una sonrisa en los labios.  Me gusta más verle así que con pesadillas, de nuevo tiene una expresión tranquila en su rostro. Le aparto algunos cabellos que se le vienen a la cara. Necesita un corte… no, me gusta como se ve con el cabello largo.


Umm, sí que es un chico especial. Como noches anteriores, su mano sujeta mi camisa. No la suelta en toda la noche, lo he comprobado más de una vez. No me molesta que venga. Me gusta mucho que este aquí, me hace sentir menos solo… quizá también ahuyenta mis propios fantasmas, así como dice que yo le ayudo con sus pesadillas.  Sonrió, mirándole.


— Ten dulces sueños— le susurro en el oído. Le doy un beso en la frente.  Sí que es un chico especial.  


Lo decidí. No dejare que le pase nada malo, le cuidare todo lo que pueda, todo lo que me permita cuidarle.


Y quizá después quien sabe…

Notas finales:

gracias por leer, cualquier aclaracion con gusto la respondo en un comentario.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).