Al contrario del mayor, Hoseok disfrutaba de hacer muchas cosas y mantenerse ocupado.
Mientras más tarde pudiera llegar a casa para él era mejor, así que se inscribía a múltiples actividades donde conocía a mucha gente intentando perder el tiempo.
Tenía clases, talleres, cursos… Tantas cosas por hacer en un día que era raro para él tener un tiempo libre. Por lo mismo, solo podía ver a Yoongi unas cuantas veces: durante clases y cuando salía temprano de alguna actividad.
En un principio tenía la idea de que el mayor era uno de los chicos que al terminar sus clases se iba directamente a su casa, pero comenzó a notar que al salir de algunas clases el chico aún se encontraba en la escuela leyendo tranquilamente.
Así que fue tomando la costumbre de ir a buscarlo en cuanto terminaran sus clases para estar a su lado y cuando ya fuera lo suficientemente tarde, irse a sus respectivas casas.
El pelinegro era de pocas palabras pero con lo poco que le conocía, sabía que su casa no era muy lejos de ahí y prefería estar en la facultad porque en su casa no había nadie.
–Hoseok –Oyó una voz grave que le interrumpió de sus pensamientos.
–¿Pasa algo hyung? –El mayor tragó saliva.
Hoseok estaba sorprendido porque él era quien normalmente iniciaba las conversaciones entre ellos dos.
–Es muy tarde y ya casi va anochecer –Lo miró extrañado –¿No se preocuparan tus padres?
El castaño se imaginó a sus padres preocupados por él y casi le da risa, mientras siguiera enfermo nunca lo harían. El mayor lo miró preocupado así que intentó evadir la pregunta para no mentirle a él.
–¿Mis padres?, ¿acaso te estas preocupando por mí?
Esperaba que su insinuación fuera suficiente para avergonzarlo y evadir su pregunta inicial, no deseaba hablar sobre una familia perfecta ni tampoco mentirle a Yoongi.
A él no.
–Lo hago –Palabras que le sorprendieron –Y no contestaste a mi primera pregunta.
Ahora si estaba en una situación precaria y no tenía idea de cómo salir de ella sin mentir.
–Por ellos no hay problema pero, ¿por qué estás preguntándome estas cosas?
Al final pudo contestar sin mentirle, ¿o contaba como mentira el decirle una verdad a medias? Sin embargo la última pregunta si que le interesaba, Hoseok tenía la idea de que el mayor ni siquiera se interesaba por él.
–Porque me preocupo por ti –Sintió como su corazón se aceleraba y de su estómago bajaba y subía algo –Ya te lo dije –Para Hoseok, los ojos negros del pelinegro eran preciosos y le causaban muchas sensaciones.
–Es raro porque… –Tal vez escuchar un poco más no haría daño, solo tal vez.
–¿Crees que no me preocupo por ti? –Miró al mayor –Lo hago y espero te quede claro.
Notó como las mejillas blanquecinas del chico tomaban un color rojizo, se veía lindo de esa manera y por un momento creyó que por primera vez era sincero con él. De alguna manera sus intentos por llegar al verdadero Yoongi habían dado resultados y se sintió feliz por ello.
–Sabes Hoseok… –Voz que interrumpió el como admiraba su bello rostro –He sido muy frío contigo pero a pesar de mis desplantes continuabas a mi lado –El menor comenzaba a ponerse nervioso –Debo agradecer eso pero… ¿por qué lo hiciste?
Y Hoseok volvió a recordar su motivo emocional.
Porque me dabas curiosidad, porque me sentía cómodo a tu lado y sobre todo...
–Lo hice porque no preguntabas nada –El mayor asintió –En esta escuela es importante conocer el origen de la familia –El mayor se acercó inconscientemente más a él –Y a ti parece no importarte eso, así que no me veo obligado a mentir.
Sobre una familia que no poseo, una personalidad que he perdido y unos sentimientos que tampoco existen.
–A tu lado no es necesario sonreír ni tampoco es necesario escuchar tus problemas –Por primera vez estaba siendo sincero a su lado –Y aunque me gusta el ruido, creo que nunca me había sentido tan cómodo con el silencio.
–Siempre sonríes pero… –Alzó su mirada –A veces me da la impresión de que tu sonrisa es falsa y es algo que odiaba de ti –Acaso ¿lo había notado?
Yoongi no quitaba su mirada penetrante del menor.
–¿Se nota? ¿mi sonrisa se nota falsa? –Preguntó asustado –Aunque creo que eres el único que lo nota… –Puesto que nadie le había comentado nada al respecto.
–Probablemente, pero si realmente somos amigos no es necesario que lo hagas a mi lado –Amigos… al final si lo eran –Simplemente sé tú mismo y permíteme conocer al verdadero Hoseok porque estoy dispuesto hacer lo mismo.
El verdadero Hoseok quedaba tan lejano del que mostraba a los demás, por supuesto que él era una persona alegre por naturaleza pero también tenía momentos donde se frustraba, tenía ganas de llorar o estaba molesto.
Desde que cubrió sus verdaderos sentimientos había olvidado lo que se sentía ser el verdadero él, sin estar pensando en lo que el resto de las personas pensaran, en lo que sus padres esperaban o en lo que debía ser con tal de pertenecer al círculo llamado sociedad.
–Estoy tan decepcionado de ti –Soltó su padre cuando lo vio entrar a la casa –De verdad no entiendo que hice mal al criarte –Hoseok agachó el rostro mientras escuchaba sus palabras –Quizás te consentí mucho como para hacerte un hombre.
Su madre tenía las piernas cruzadas mientras asentía firmemente a las palabras del hombre que estaba sentado junto a ella.
–Siento haberlos decepcionado pero lo intenté y sigo igual –Contestó –¿Acaso no pueden comprender que no es una enfermedad?
–Cállate –Interrumpió su padre –Eres un malagradecido porque después de todo lo que te dimos –Las lágrimas en el rostro del castaño comenzaban acumularse en sus ojos –Sigues siendo un maricón de mierda.
–Seré un maricón de mierda pero sigo siendo su hijo –Sintió como algunas lágrimas resbalaban de sus ojos sin poder contenerlas.
No quería llorar pero era imposible cuando ni siquiera un pequeño saludo lo recibía.
–Serás nuestro hijo ante la sociedad –Sentenció –Pero dentro de esta casa no eres más que otro ser humano viviendo de mi dinero –Su padre se levantó aventando un florero que estaba en la mesita de la sala –Como una sanguijuela –Se retiró de la habitación.
–Recoge eso –Su madre se levantó también siguiendo al hombre –Fue tu culpa que él lo tirara y rompiera.
Era increíble que después de no verlos durante todo el día, el único trato que recibía era ese. ¿Cómo podría dejar salir al verdadero Hoseok cuando ni siquiera en su propia casa podía hacerlo?