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UN CUENTO DE NAVIDAD por Holly Motto

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UN CUENTO DE NAVIDAD”

CAPITULO 2: “UN CORAZON LLENO DE SOLEDAD”

Los dias siguientes transcurrieron de forma habitual, Yami y los demás pasaban muy ocupados es sus trabajos y el pequeño Yugi ya se encontraba un poco mejor, luego de la oportuna ayuda de Yami, pero sin la operación que el chico tanto necesitaba aquella tranquilidad era temporal ya que el, seguiría sufriendo si no era operado lo mas pronto posible…

- Debo irme…- advirtió Yami, mientras se arreglaba un poco el cuello de la chaqueta que llevaba…

- ¿A que horas regresaras?- pregunto el pequeño mientras miraba al faraón…

- No lo se, este día tengo muchos duelos pendientes, además Kaiba quiere que le ayude a clasificar unas cartas…

El faraón decía todo aquello mientras se peinaba un poco, luego de verse en espejo que había en la habitación de Yugi…

- No te preocupes hikari, estaré aquí antes de la cena de navidad, además tengo que llevarte a la iglesia ¿recuerdas?…

Le sonrío el faraón y Yugi asintió, tambien con una sonrisa no podía creer, que su faraón lo recordara…cada día de navidad el abuelo Solomon, llevaba a Yugi a la iglesia para dar gracias y esa navidad aunque su abuelito no estuviera presente no iba hacer diferente…

- Te lo prometo, haré todo lo más rápido que pueda para llevarte a ese lugar, y para la cena…

Dijo el faraón mientras se arreglaba un poco sus mechones rubios, sabiendo que ese día era navidad, por ello tendría que apresurar las cosas, para llegar a tiempo a su hogar con su familia y sus amigos…

- Este bien, te espero…- de pronto se escucho el sonido del timbre indicando que la persona que cuidaría Yugi había llegado…

- No vemos luego…-Yami se agacho hasta besar a Yugi en los labios y luego se marcho a toda prisa, abrir la puerta y marcharse…- te lo encargo mucho…-el chico que había llegado, despedía al faraón con su mano mientras cerraba la puerta para luego subir a la habitación de Yugi…

- Hola Yugi-kun…-saludo un joven de cabello celeste, mirando alegremente a Yugi…

- ¿Horo-Horo-kun, como estas?

- Pues…

Ese día el joven ainu no tubo trabajo en el vivero así que pudo tomarse el día, para estar con Yugi, mientras Yami salía a su trabajo…mientras tanto en las calles, se miraba al joven faraón agitado y corriendo lo mas veloz que podía para no retrasarse como era costumbre…

- Haaa…-suspiro al llegar al lugar, la secretaria le sonrió…

- Feliz navidad, joven Yami…-le dijo una chica de cabello plateado, sentada al frente de la computadora y dedicándole una sonrisa…

- Feliz navidad, como te ha ido Jine…- le dijo Yami, correspondiendo la sonrisa, lo que hizo ala chica sonrojarse, luego de su jefe, el faraón era el chico mas guapo de toda la empresa…- muy bien joven, los duelos lo esperan…-la chica tecleo unas cosas, para ver la agenda de ese día de Yami…-tienen un duelo a las 9 en punto, su oponente ya esta aquí, el siguiente duelo…

Yami puso mucha atención a todo lo que la chica decía, en verdad aquel día iba hacer el más agitado de toda su carrera…

- Bien muchas gracias Jine…nos vemos…-Yami se despidió de la chica, la cual en una época fue la doncella de hierro, a pesar de que ella jamás quiso ese destino…pero ahora gracias a los shamanes y al faraón y sus amigos, tenia una vida normal como ella tanto soñó…

- Si joven y no se olvide, que a las 6 de la tarde el señor Kaiba quiere verlo en su despacho…

- Lo se…nos vemos luego…

Yami corrió directo a donde iba a realizarse su duelo, mientras que la chica miraba desvanece la figura del faraón, hasta que se subió al elevador. En verdad era muy agradable ver a Yami, tenía la habilidad de hacer de feliz, hasta los corazones más duros, la chica sonrió. Era por eso que el faraón estaba con Yugi, ya que el faraón llenaba de felicidad la vida de Yugi y el pequeño, llenaba de dicha la vida de Yami, era algo mutuo y ambos eran tan diferentes y por ellos se complementaban, hacían una magnifica pareja…bajo su mirada…quizás si ella hubiera llagado a la vida de Yami antes…no…el faraón, estaba destinado a estar con Yugi, no podía hacerse ilusiones ya que el, jamás se fijaría en ella y le tenia cariño de amigos, lo sabia bien. A pesar de eso no se tenia por que sentirse triste, sabia que la persona que le había robado el corazón sin saberlo, era feliz…quizás no a su lado, pero con ver su radiante sonrisa cada día…bastaba…

- O joven Yami…

Pensó mientras miraba una foto que tenia de Yami en la computara, la cual era su fondo de pantalla, lo admiraba, lo queria con todo su corazón pero el jamás se fijaría en ella, el faraón ya tenia a alguien a su lado y era feliz…y a Jine con eso le bastaba… toco la pantalla donde estaba la foto de Yami en plena acción de un duelo, hasta que una persona desvió sus pensamientos…

- ¿Señorita? ¿Señorita?

Dijo la voz de una mujer, la chica aparto la mirada de la pantalla para verla directamente…

- Gomen…-dijo apenada y con un ligero sonrojo, en sus mejillas…-¿En que puedo ayudarla?

Mientras tanto en una de las salas de la corporación, se llevaría a cabo el duelo de Yami y un chico de cabello color azul, el cual estaba impaciente a jugar con el rey de los juegos…

- Que comience el duelo…

Luego de poner su baraja en su disco de duelo, el duelo comenzó y el chico le sonrió a Yami, teniendo la confianza de que el seria el primero, que vencería al faraón…pero de nada le sirvió toda su confianza, ya que al final el faraón resulto ser el ganador…

Mientras tanto en la casa tienda, Len tambien había salido temprano de su trabajo, así que le hizo una visita a su amigo Yugi y a su pareja el cual luego de que el chino llegara, decidió ir a limpiar un poco la entrada de la casa de Yugi apartando un poco la nieve con una pala, para que cuando el faraón llegara no se preocupara por hacerlo el…

- Eso es Koloro…

Animo el ainu a su espíritu acompañante, el cual estaba ayudando a su amo a quitar la nieve con sus poderes espirituales…

- Vaya que cansado, pero quedo hermoso…

El ainu se sintió orgulloso al ver limpia la entrada y con la luz del sol parecía brillar, en verdad se miraba muy hermoso, y como al joven le gustaba mucho la nieve y verla matizada con la luz de sol la hacia verse a un mas bella…

- Te quedo muy bien, Horo-Horo…

El chico volteo atrás de si, para ver quien le había hablado y se encontró con una sonriente castaña, que admiraba, el trabajo realizado por Horo-Horo y su pequeña amiga Koloro…

- Arigato…Tea…-El ainu se llevo una mano atrás de la cabeza, le regalo una sonrisa a la chica y un significativo sonrojo…

- ¿Has venido a cuidar a Yugi?- comenzó la platica la castaña, luego de ver al chico tan sonrojado por su comentario…

- Hai, baje a limpiar un poco ya que esta Len, con Yugi en estos instantes…-le dijo el chico mientras limpiaba un poco la pala que estaba utilizando…

- Ya veo, en verdad te agradezco a ti y a tus amigos, todo lo que hacen por Yugi, no solo hoy, si no siempre…

Dijo la joven recordando muy bien como los chicos ayudaban a Yugi, según sus posibilidades, aunque a ellos quisieran poder ayudarlo mas, como pagando la operación que el chico necesitaba pero ese era un deseo no podrían cumplirlo aunque quisieran, no contaban con los medios para hacerlo

- Lie…aunque quisiéramos hacer mucho mas por el…-el chico bajo su mirada, en verdad quiera ayudar a Yugi mas, pero con el dinero que gana apenas y le alcanzaba para su hogar y ayudar a su hermana en Tokio…

- Vamos, no te sientas triste, ustedes hacen mucho por Yugi y eso te lo agradezco…aunque me entristece verlo tan débil…cada día le doy gracias a dios por verlo con vida, ¿pero por cuanto mas…? Y que calidad de esa vida tiene, ya que se que Yugi sufre mucho…

Dijo la chica, mientras miraba hacia la ventana en la segunda planta de la casa tienda, donde rea el cuarto de Yugi y Yami y ahí debía estar Yugi…

- Si, lo se jamás mire tanto valor en una persona…el es muy fuerte y pasar del dolor, sigue luchando no se rinde…y en verdad no creo que lo haga…

El ainu sabían muy bien cuanto estaba luchado Yugi, a pesar de todo el dolor que sentía en la mayoría de ocasiones, siempre mostraba una sonrisa, la cual traía paz a los que sufrían a su alrededor, por su salud…

- Si el siempre ha sido así, y estar con Yami, le ha enseñado hacer mas fuerte…

La chica sonrió ante lo que dijo, a pesar del dolor de no tener a Yami para ella, ya que el faraón, había decidido estar con Yugi, a un así sabia que el faraón había hecho una elección correcta y ahora el era el mejor apoyo para Yugi y le servia para seguir adelante en su lucha…

- Si, tienes razón…oye y cambiando de tema… ¿ya estas lista para la cena de navidad?

El ainu sonrió, mientras ponía la pala atrás de su espalda y Koloro se sentaba en su otro hombro, para descansar un poco y miraba desde ese lugar a la chica…

- Claro, todo esta listo cada quien sabe lo que debe traer…

Advirtió Tea, sabiendo que aquello seria de gran alegria para Yugi, ya que a pesar de no estar Joey, ni Solomon a un así seguían con la tradición de hacer la cena de navidad en su casa y juntos todos como en años anteriores y ahora seria mucho mejor ya que tenían a los shamanes con ellos…

- Genial, además vendrán Mine y Jine…- sonrió el ainu, sabiendo que Yami, había invitado a esas dos chicas, que en un pasado fueron un verdadero dolor de cabeza para los shamanes y ahora eran tan amigas de ellos, como jamás hubieran imaginado…

- Genial…-sabiendo que había sido el faraón quien había invitado ambas, Tea sonrió

- Yami-san, dijo que Jine traería unos obsequios y Mine tambien, ya que los preparativos para la cena ya estaban repartidos…

Era cierto cuando Yami invito ambas, los chicos ya se había repartido que cosas traerían, cada quien. Por ello, para no llegar con las manos vacías, las chicas habían decidido llevar obsequios para las personas que asistirían a la cena…

- Que bueno…bien me voy…me saludas a Yugi…-la chica mira su reloj…

- No subirás a ver a Yugi-kun

- No lo siento, se me hace tarde dale mis saludos…

La chica apresuro su paso, y se despido con su mano, al chico de cabellera celeste…

- Esta bien…Sayonara…-Horo-Horo le correspondió la despedida, y le dedico una sonrisa

- Sayonara…- Koloro, se despidió tambien de la chica mientras miraba el lugar por donde se fue…

- Será mejor que entremos…Len debe estar aburrido…

Dijo con una sonrisa, ya que sabia que el chico de chica tenia poca paciencia, ya que no podía hacer mucho en la alcoba de Yugi, ya que el estaba tomando una siesta…la pequeña Koloro, le sonrió a su amo y ambos entraron de regreso a la casa…

Mientras tanto el tiempo pasó, tiempo que Yami se le fue muy rápido, todos sus duelos eran muy cansados y a veces tediosos, los cuales no le daban tiempo ni de almorzar por lo apresurados que estaban sus oponentes de vencerlo aunque al final ninguno logro hacerlo…

- Bien ese fue el ultimo…-Yami se sentó en una silla, ya que en todo el día desde que había llegado no lo había echo, estaba agotado…

- ¿Joven Yami?- De pronto el faraón escucho una voz muy conocida para el…

- Jine ¿como estas?- le sonrió el faraón a la chica la cual se sonrojo ante las muestras de afecto de Yami…

- Joven Yami, el señor Kaiba lo necesita en su despacho…

Yami se exalto y se levanto de su lugar, sabiendo que tenia una reunión con Kaiba, además de que ese día, era el día en que recibiría su sueldo lo hacia ponerse feliz y entusiasmado ya que con el dinero podría ayudar a Yugi…

- Iré a verlo…

Yami salio corriendo, y en la distancia la chica pudo escuchar un “Gracias” Yami estaba muy entusiasmado por ver a Kaiba, recibir su paga e irse con Yugi para cumplir con su promesa, pero eso tardaría un poco en suceder…

- Toc, toc…

Se escucharon los toques en la puerta del despacho de Kaiba, el cual estaba muy ocupado y en su escritorio tenia una gran cantidad de papeles, los cuales estaba revisando con su laptop…

- Pase…

Se escucho al voz del joven empresario, indicando que Yami podía entrar, el faraón abrió la puerta y por todos lo papeles ordenados en frente de Kaiba no podía ver su rostro...

- Hola Kaiba ¿Estas bien?

Pregunto sin lograr ver el rostro de Kaiba, solo sus cabellos castaños resaltaban un poco entre aquellos papeles…

- No…

Dijo en forma cortante, haciendo a Yami no preguntar mas, conocía muy bien a Kaiba y cuando hablaba así, era por que no queria mas preguntas…simplemente obedeció y se sentó en un sillón frente al escritorio de Kaiba esperando por que el se desocupara…

- Llegas tarde…

Le dijo el joven, sin abandonar su posición mientras miraba el reloj indicando que eran las 6.30 de la tarde, hora en que Yami llevaba 30 minutos de retrasó. Cosas que no le gustaba en los mínimo a Kaiba…

- Hai, Gomen Kaiba, los duelos me retrasaron un poco…

Se disculpo Yami, apenado, sabiendo que a Kaiba no le gustaba los retrasos, pero lo que decía el faraón era cierto lo que paso fue que un duelo se alargo mas de lo debido, por ello su retraso…

- No me des tus patéticas excusas…-le dijo el chico, fastidiado, detestando de sobre manera las excusas…- mira no te llame para que me hables de la inmortalidad del cangrejo, si no, para que me ayudes… toma esto…-Kaiba le lanza una calculadora a Yami…-y me ayudes a realizar unas cuentas…

Yami miraba aquella calculadora científica en sus manos, y no tenia ni la menor idea como se utilizaba, aquel instrumento. Además era uno muy avanzado, al parecer era un modelo que ni siquiera salía al mercado, por la marca KC en un extremo era de suponerse que era invención inédita de Kaiba…

- ¿Qué pasa?...

Kaiba no escuchaba ni un murmullo de Yami y eso lo intrigaba, el faraón solo estaba viendo aquel artefacto raro que tenia en su mano sin saber como utilizarla…

- Lo siento Kaiba, pero no se como usar esta cosa rara…-le dijo preocupado sabiendo, que eso haría enfadar al chico empresario

- Eres bastante inútil…-le dijo el chico mientras se levantaba de su lugar y encaraba a Yami, el cual solo bajo la mirada y puso el artefacto en la mesa del escritorio de Kaiba…

- Gomen…- dijo Yami, mientras hacia aquello y dejaba la calculadora en su lugar, y miraba a Kaiba…

- Ya déjalo, me aburren tus excusas, hay cosas mucho más importantes…

Dijo Kaiba fastidiado mientras, sacaba su portafolio abajo del escritorio, y se lo entraba a Yami, el cual se sorprendió al sentir el peso en sus piernas…

- Quiero que ordenes cada carta, por nombre, puntos de ataque y tipo…

Yami se sorprendió si hacia lo que Kaiba le ordenaba, seguramente no llegaría a tiempo para llegar a la iglesia a Yugi…

- Kaiba, por Ra, eso me llevaría horas…-le dijo preocupado, sabiendo la hora que era ya

- ¿Acaso te estoy preguntado? te ordeno que lo hagas y punto…-le exigió Kaiba, mientras se sentaba de regreso en su escritorio…

- Pero la cena…mi familia…Yugi…-Yami intentaba explicar sus razones, pero Kaiba no le dio oportunidad…

- No me importa, si quieres llegar a tiempo, simple apresúrate…-le exigió Kaiba, dándole nula oportunidad de explicarse…

- Hai…-Yami bajo su mirada y abrió el portafolio de Kaiba listo hacer lo que el había ordenado…

Pasaron 2 horas y Yami a un seguía ordenando las cartas de Kaiba, cuando entre aquellas cartas miro un lugar a un lado del portafolio, donde estaban unas cartas, de las cuales el empresario consideraba como inservibles, saco todas las cartas que ahí habían en ese sitio…

- Bien estas cartas son las últimas…

Yami se extraño al ver aquellas cartas, que a su parecer no merecían estar en aquel lugar como cartas inservibles, cuando de pronto entre todas aquellas, encontraría una muy conocida para el…

- Por Ra…- Yami abrió sus ojos en impresión al encontrar su carta favorita entre las cartas de Kaiba y mas el lugar que el le había dado…- ¿Kaiba que haces con mi carta favorita?-

Le pregunto Yami, a Kaiba, lo hizo al CEO levantarse de su lugar y mirarlo, luego le sonrió, le pareció muy gracioso el arranque de cólera que tenia el faraón, al encontrar al mago oscuro entre las cartas de Kaiba y específicamente el lugar donde lo había encontrado…

- Hum…-Kaiba sonrió y negó con su dedo…-lo siento Yami esta carta me pertenece… ¿se te olvido? la vendiste, y como buen negociante yo la compre…-una malvada sonría apareció en su rostro al ver la expresión de asombro de Yami…

- ¿Cómo fuiste capaz?

Yami no salía de su asombro, en primer lugar ¿por que Kaiba había comprado su carta favorita? Y en segundo… ¿Por que le había dado el peor lugar de todos a su carta favorita?

- Esta carta, no merece estar con mis dragones blancos…pero bien sirve de porta vasos-se explico Kaiba, mientras tomaba asiento otra vez y regresaba a sus números…

- ¿Cómo puedes irrespetar de esa forma tan cruel y ruin esta carta?...-Yami levanto su mirada y encaro a Kaiba el cual no lo miraba, su atención estaba en su laptop

- ¿Qué me vas a dar un sermón del “Corazón de las Cartas”?- Kaiba hizo una mala imitación de la voz de Yami, mientras dijo aquello, lo cual al faraón no le gusto nada…-Ya me tienen hartos tus incumbencias, termina con tu trabajo y largate…

- Ya termine…-dijo determinado…-ahora pagame…-le exigió, el faraón estaba muy enojado con Kaiba por hablar de esa forma de su carta favorita…

- Como quieras…-Kaiba saco un sobre de su gabardina y luego se lo lanzo a Yami…-Ahí tienes ahora largate…

Kaiba agito su mano, indicando a Yami marcharse pero el no se iría hasta revisar cuando le había dado esta vez Kaiba, y se topo con una desagradable sorpresa…

- Un segundo aquí hace falta dinero…-dijo el faraón, mientras contaba el dinero que se le había dado, y no era todo el que generalmente recibía…

- Pues, ahí esta tu descuento, ¿Qué esperabas?- dijo Kaiba, seriamente tomando la atención de Yami…- todos estos dias has venido tarde, además aquel día hace 2 semanas, faltaste para llevar a tu novio con el doctor, pues ahí esta tu descuento…perdí mucho dinero por tu culpa…los duelistas pagan para tener duelos, con el rey de los juegos y si no apareces la empresa pierde dinero, yo pierdo dinero…

Kaiba seguía trabajando en su laptop y Yami solo miraba cuan egoísta e insensible era, se preguntaba ¿hasta cuanto llevaba su egoísmo y avaricia?…

- ¿Y no te importa a la hora que me voy?

La salida de Yami debía de ser a la 5 de la tarde, pero generalmente sus duelos se pregraban hasta las 10 de la noche, la ultima semana había sido sumamente cansada, el faraón no protestaba, no reclama esperando que todo aquel esfuerzo fuera recompensado pero al parecer estaba muy equivocado…

- Ese es tu problema…ahora largate…

De nada servia seguir con sus explicaciones, Kaiba no se le ablandaría el corazón por mas reclamara…

- Kaiba ¿Qué harás esta noche?

Sabiendo que Mokuba y Noa, no estaban en el país, ese día siendo navidad, seguramente Kaiba pasaría solo en su casa por ello una idea apareció en la mente de Yami…

- ¿Por que?

- Para que los pases con los chicos y con Yugi y conmigo…como en los viejos tiempos…

Kaiba abrió sus ojos en impresión, desde que estuvo con su cachorro las navidades las pasaba con los amigos y la familia de Yami, pero ahora que el ya no estaba todo había cambiado y esa tradición no volvería a suceder…

- Estaré ocupado…

Le dijo en tono serio, en verdad estar con ellos le iba a traer mucha tristeza aunque no lo dijera así seria, por ello preferiría pasar la noche de navidad solo en su mansión…

- ¿Estas seguro?, Yugi va estar muy contento de verte…

Desde la muerte de Joey, el pequeño Yugi no había vuelto a ver al joven empresario, y seguramente se alegraría de verlo. Pero al parecer Kaiba, no queria darle esa dicha…

- Déjame en paz, y vete…

Yami bajo su mirada, no iba a conseguir nada de Kaiba así que prefirió marcharse…

- Esta bien…

- Y te espero mañana…

- Pero Kaiba, mañana es navidad y hoy es la cena, seguramente me desvelare hoy y…

- No quiero escuchar tus excusas, te quiero aquí mañana y si no vienes estas despedido…

- Pero…

- Ya escuchaste

Yami bajo la mirada y asintió en verdad iba hacer muy difícil, que el día de navidad llegara temprano luego de lo desvelado que estaría

- Feliz navidad…

- Ahorratelo…La navidad es para tontos y despreocupados como tu, no para mí…- Dijo en tono fastidiado, Yami no le presto atención y prefirió marcharse…

Minutos después de que Yami se marchara, Kaiba aun estaba muy atareado haciendo todas las cuentas y verificando cifras en su laptop, cuando de pronto entraron a su oficina a dos jóvenes, Kaiba los miro y se sorprendió verlos, ya que no esperaba visitas a esa hora de la noche, ambos jóvenes iban vestidos muy elegantemente, con saco y corbata pero para Kaiba ese traje, no era mas que una baratija…

- ¿Quiénes son ustedes?- pregunto de forma seria…-¿Cómo entraron aquí?

Sabiendo que su secretaria, le habría avisado de su llegada, se sorprendió verlos a dentro de su despacho…

- Lo siento señor Kaiba…-comenzó un joven, mientras se sentaba en el sillón que minutos atrás había ocupado Yami…

- Siempre nos es muy fácil, ingresar a las instalaciones, ya que si su secretaria nos hubiera visto, seguramente no nos habría recibido…

Dijo el otro mientras, se sentaba a lado de su amigo. Kaiba frunció el ceño, esas muestras tan extrañas de afecto no le gustaron y solo lanzo un gruñido mientras se disponía hacer una llamada, para alertar a seguridad del ingreso de esos extraños…

- Yo no haría eso si fuera usted…-le dijo un joven de cabello color azul mientras desconectaba el teléfono, para que Kaiba no alertara a nadie de su llegada…

- ¿Qué rayos quieren?- Kaiba se regreso a su asiento mirando furioso a ambos jóvenes…

- Mi nombre es Tayson-comenzó un chico de cabello negro…

- Y el mío Kai…-termino el otro de cabello color azul mirando a Kaiba, y dedicándole una sonrisa…

- Venimos del orfanato de Domino…

Al escuchar aquello Kaiba abrió sus ojos en impresión, ese era el lugar donde su hermano y el se había criado, antes de que la familia Kaiba los adoptara…

- ¿Lo recuerda?...-pregunto el pelos azules mientras miraba a Kaiba, el cual estaba un poco impresionado al recordar ese lugar…

- ¿Qué rayos quieren?- Kaiba abandono sus pensamientos y miro a ambos jóvenes de forma seria…

- Venimos, por que ese lugar necesita su ayuda…

- ¿Mi ayuda?- interrumpió Kaiba viendo al chico…

- Si, el orfanato lograr salir delante, por medio de donaciones de personas altruistas y como usted, fue un ex residente pensamos que nos puede donar algo de dinero…

Kaiba miro seriamente a ambos chicos, en verdad el no iba a ayudar a nadie, ese lugar solo le traía maslos recuerdos…

- Jamás…ese lugar debería ser demolido…

Ambos chicos abrieron sus ojos en impresión, no era posible que Kaiba fuera tan duro de corazón que no quisiera ayudar los niños que ahí habitaban…

- ¿Qué dijo?

- Lo que escucharon, no ayudare a nadie… ¿Ustedes piensan que solo por que tengo dinero puedo regalarlo? Están locos, he trabajado duro para ganármelo y no voy a desperdiciar mi dinero, en mocosos patéticos…

Ambos chicos, quedaron impresionados sabían que hablar con Kaiba seria difícil pero jamás se imaginaron a que grado llegaría, ahora se daban cuenta que Kaiba, estaba segado por la ambición nadie lo haría cambiar…

- Pero esos niños lo necesitan…-intervino el chico de cabello negro, pero Kaiba solo lanzo un gruñido y señalo la puerta…

- Larguense…-dijo en tono tan firme haciendo a ambos chicos se levantarse de sus lugares…

- Por favor señor Kaiba, ayude a los niños en verdad lo necesitan…-seguía insistiendo el chico pero de nada servia Kaiba no accedería ayudar…

- Larguense o los sacare, a patadas…

Kaiba lo dijo en tono tan molesto que a los chicos no les quedo otra opción que obedecer y marcharse…

Fuera de la oficina de Kaiba, ambos suspiraron, sabiendo que no podía hacer nada para que el joven empresario les ayudara. Lo más probable, era que los chicos murieran de hambre con los pocos fondos que contaba el orfanato…

Cuando ambos chicos, estaban por marcharse se toparon con unos dos jóvenes no los conocían, ambos se miraban muy ansioso que no les prestaron atención solo los miraron dirigirse a la oficina del CEO y luego Kai y Tayson continuaron su camino a la salida dejando atrás, a dos visitantes inesperados en la oficina de Kaiba

- Ya les dije que no ayudare a nadie…-Kaiba estaban tan concentrado en sus asuntos que no se dio cuenta quines había entrado en su oficina…

- Hermano…-dijo un chico de cabello negro, mientras soltaba la mano del chico que iba a su lado y corría abrazar a su hermano mayor…- te he extrañado…snif…-el chico estaba muy feliz de ver a Kaiba y las lagrimas se desbordaron por sus ojos rodando por sus mejillas, Kaiba se sorprendió…

- ¿Mokuba?- pregunto, al ver al chico que tenia en sus brazos…y luego levanto la mirada encarando al otro…

- Es un gusto verte, hermano…-le correspondió dedicándole una sonrisa…

- ¿Noa?- pregunto dudoso mientras miraba como Mokuba, no dejaba de llorar de alegria luego de no ver a su hermano tantos meses…- ¿Qué hacen aquí?...-pregunto Kaiba a Noa, sabiendo que Mokuba por el estado en que estaba, no podría responderle…

- Venimos, acompañarte en navidad…-le sonrió Noa, mientras miraba como Mokuba se separaba del abraso en que tenia a Kaiba y lo encaraba…

- Te hemos extrañado mucho…

Mokuba y Noa, había sido enviados por Kaiba a un internado en los estados unidos, ambos se habían enamorado y tiempo después se hicieron pareja a pesar que Mokuba tenia 14 años y Noa 18, Kaiba no se opuso a su relación. Que surgió mucho antes, cuando todavía estaba con su adorado cachorro…

- Deberían estar en la escuela…

Dijo fríamente Kaiba, haciendo que el pequeño Mokuba, sintiera un punzado en su corazón, por esas muestras tan poco agradables de afecto…

- Lo siento…-dijo el chico separándose del abrazo y regresando alado de Noa…

- Venimos por que te extrañamos, además estamos de vacaciones…- dijo Noa abrazando a Mokuba, el cual comenzaba a sollozar por las palabras tan crueles de su hermano mayor…

Kaiba abrió sus ojos en impresión, era cierto cada navidad ellos volaban todo un día, para estar con el y su querido Doggy, pero ahora…todo era diferente el no estaba y todo había cambiado…para mal en su vida

- Sentimos mucho la muerte de Joey…- sintiendo el dolor en los pensamientos de su hermano mayor Noa, le dijo esas palabras desde el fondo del corazón…

- Váyanse, no quiero pasar con ustedes la navidad…

Ambos chicos sintieron un punzado en su corazón no creían lo que Kaiba decía, ninguna navidad había estado solos, pero ahora era diferente…

- Váyanse déjenme trabajar, hay mucho que hacer…-Kaiba se sentó en su lugar y continuo por con su trabajo, Mokuba lloraba aun mas dolido, por lo que había dicho y Noa estaba triste por ver a su Koibito, no lo podía permitir que Kaiba le diera ese desaire…

- Mira Seto, yo no soy tu hermano cierto, pero te quiero como si lo fueras…

De los tres en la habitación, el único Kaiba legitimo era Noa hijo del padre adoptivo de Seto, pero aun así el chico le tenia mucho apreció y cariño a Seto como si en verdad fuera su hermano…

- Esta bien no necesitas pasar la navidad conmigo…-presintiendo que Kaiba solo queria pasar la navidad con su hermano Mokuba, Noa se haría a un lado con tal de ver feliz a la persona que mas amaba…

- Lie, Noa quiero que pases este día con nosotros…-le reclamo el pequeño mirando a su novio a los ojos…

- Seto, pasa este día con Moky, el te extraña y aunque yo tambien te extraño los dejare esta navidad…

Noa no miraba a Mokuba, solo queria que su Koibito fuera feliz, esa navidad ya que sabía muy bien lo duro que le resultaba estar lejos de su hermano por el internado, merecía una vez al año debía ser feliz y estar con su familia…

- ¿Qué me dices?...

- Larguense…los dos…no quiero a ninguno en mi oficina, no quiero pasar este día con nadie…

A Mokuba le dolieron tanto esas palabras, que se separo del abrazo que lo tenia Noa y salio corriendo lejos de la oficia de Kaiba…

- ¡¡Moky espera!!…gracias Seto…feliz navidad…-le dijo Noa, con lágrimas en sus ojos mientras corría tras su Koibito, dejando a Kaiba con un nudo en la garganta por lo cruel que había sido con ambos…

- Gomen…Moky…Noa…- dijo el joven empresario mientras sus cabellos color café tapaban sus ojos

Mientras tanto a fuera de la corporación se miraba a parecer a un chico de cabello negro, que salía apresuradamente del lugar con lágrimas en sus ojos no dejándolo ver su camino y por ello choco con alguien…

- Estas bien…-ambos quedaron sentados en el piso pero el otro chico se levanto rápidamente para ayudar a Mokuba a levantarse…

- Si estoy bien…lo siento… ¿ha?

Mokuba se levanto del piso sosteniendo la mano del chico, y levanto su mirada reconociéndolo de inmediato a su lado un chico mas pequeño que el que había chocado con el…

- Hola Mokuba ¿Cómo estas?

Sonrió el otro mirando a Mokuba, el cual solo miraba a ambos sorprendido, luego escucho un llamado atrás de el…

- ¡¡Moky…!! ¿Estas bien?...

De pronto llego Noa, agitado de correr tras Mokuba y puso sus manos en las rodillas por el esfuerzo que aquello le había causado…

- Hola Noa…-saludo alegremente el mismo chico de antes, y Noa le sonrió…

- ¿Yugi…?-luego miro al chico que estaba a su lado…-¿Yami?

- Hola ¿como están?

Preguntaron ambos casi a una sola voz, lo que hizo sonreír a Mokuba olvidando un poco sus tristezas…

- Bien ¿Y ustedes?...

- No tan bien, pero la vamos pasando como se pueda…-dijo Yami con tristeza…

- ¿Qué sucede?- pregunto Mokuba mirando a Yami directamente…

- Es una larga historia…

Dijo Yami resignado sabiendo que toda aquella tristeza era por la enfermedad, que Yugi estaba experimentando, los chicos asintieron…

- ¿Vinieron a ver a Kaiba?

Sabiendo que su único familiar estaba en Japón era obvio que habían a venido a verlo y celebrar la noche de navidad juntos, pero al parecer Kaiba no pensaba lo mismo…

- Si…-dijo Mokuba tristemente…-pero el no quiere vernos…snif…-las lagrimas se desbordaron por sus ojos bajando por sus mejillas…

- Calmate…

Noa lo abrazo por su espalda, reconfortando al pequeño, en verdad Noa era un gran apoyo en aquellos tiempos de tristeza y soledad…

- Si quieren pueden pasar este día con nosotros…

Ofreció Yami con una sonrisa, a la cual los chicos asintieron y Mokuba dejo de llorar por un momento, al saber que no pasarían la noche de navidad comiendo solos en el restaurante de un hotel…

- Bien solo que no traemos nada, nos da pena llegar con las manos vacías…

Era cierto en navidad, los chicos tenían la tradición de colaborar con lo poco que tuvieran para celebrar aquel día, ya que ninguno a excepción de los Kaiba tenia mucho dinero para costear la cena de todos, por ello la colaboración en conjunto era primordial…

- Supongo que con un pastel de frutas será suficiente…

Sabiendo lo mucho que a los chicos y a su hikari le gustaba ese postre fue una buena sugerencia a demás no era tan caro, para que los jóvenes invitados lo compraran y lo llevaran a al cena…

- Esta bien…

Así los 4 chicos se pusieron en camino a la panadería, para luego disfrutar de una cena en familia, con amigos como hace tiempo no lo hacían y ahora su hermano mayor, su familia les había negado ese deseo…

CONTINUARA……………


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