Amigos
Pov Joon Hyun
-Muy bien, estoy listo – dijo Seo sentándose con las piernas estilo indio en la cama – Te traje frituras de queso y soda de uva. Empieza a hablar.
-Bien pero pásame la bolsa de frituras – pedí antes de abrirla y meterme un puñado en la boca – Ahntpes dhe hnabmar… - trate de decir.
-Mastica y traga – completo él.
-No – respondí una vez que pude tragar – Iba a decir que antes de hablar, quiero que me prometas dos cosas.
-¿Qué cosas? – preguntó.
-Número uno, no puedes regañarme – exigí – Y número dos, no puedes decirle a nadie lo que escuches.
-Lo de no regañarte es imposible y ahora que dices que posiblemente lo haga, haces que me preocupe mucho más, ¿acaso estás embarazado o algo así?
-¡Claro que no! – Negué de inmediato - ¿Cómo se te ocurre?
-¡Pero es que estás hablándome como si estuvieras a punto de decirme una catástrofe, que mataste a alguien o algo así!
-No he matado a nadie y mucho menos estoy embarazado, ¿qué pasa contigo? – Le reclamé.
-¡Entonces solo habla de una buena vez!
-¡Promételo primero!
-¡Si, si, lo prometo!
-¡Ji no es mi novio! – solté cubriéndome la boca como si hubiese dicho una blasfemia de lo peor.
-Ehhh… ¿q-que? – Repitió Seo demasiado confundido con lo que le decía y no era para menos - ¿De qué…hablas? ¡¿Terminaron?!
-Ahhh, no – solté un largo suspiro – Hablo, de que Ji Ho, no es mi novio en realidad, y nunca lo fue, todo fue…una mentira mía.
-¡¿QUE?! – Exclamó de golpe – ¡¿QUE?! – Repitió de nuevo - ¿Pero que me estás diciendo? Tú y él… ¿es broma verdad? Dime que es una broma.
-¡No es broma Hyung! – Dije con frustración – ¡¿Cómo podría bromear con algo así?!
-¡Es que es…ilógico! – Comentó lo obvio – Él y tu…se…y parecían tan… ¡no tiene sentido!
-¡Ya sé que es ilógico y que no tiene sentido pero esa es la verdad! No somos novios, nunca fuimos novios, solo amigos y nada más.
-¿Te refieres a…amigos con derecho? – Preguntó.
-¡Pero por supuesto que no! – negué de inmediato lanzándole una almohada.
-A ver entonces…explícame, porque…no estoy entendiendo nada.
Tuve que explicarle a Seo todo lo que sucedió desde antes que supiera que Ji Ho era V-king, lo que paso el día de las fans, lo del beso, lo del desgraciado interrogándome respecto a eso y luego cuando le dijo a mi madre y me preguntó a mí y yo no lo negué. Todo de principio a fin, hasta prácticamente el día de ayer, cuando…la cosa se salió de control
-Y…eso fue lo que paso – terminé de decir – Por eso, se molestó conmigo ayer y bueno regrese a la fiesta para buscarlo pero no estaba, y fue cuando te vi y…ya sabes lo que paso a partir de ahí.
-Haber… ¿me quieres decir, que ayer cuando se fueron juntos, estuvieron besándose y tocándose, pero luego recordaron de pronto…que no son novios de verdad, y pelearon, por eso? – preguntó intentando hacer un resumen de lo sucedido.
-Si, en teoría no peleamos, él solo se fue y no dijo nada más – aclaré – De hecho, no me ha dicho nada desde entonces, y eso…me frustra mucho – Terminé de decir - ¿Qué voy a hacer?
-¿Qué tal empezar por decirle lo que sientes por él? – Propuso como si fuera lo más fácil del mundo – Y hablo de la verdad.
-¿De qué estás hablando?
-De que es más que obvio que Ji te gusta, y te gusta de verdad, fuera de toda esta…mentira loca que inventaste.
-Claro que…claro que no.
-Claro que sí – Dijo con seguridad – Es por eso que mentir es malo, has sido víctima de tu propia mentira y te has enamorado de tu “novio” aunque en realidad no lo era; y es entendible, no te culpo, por algo le digo Adonis.
-No estoy… - Intente decir - No me…
-Joon Hyun, soy tu Hyung desde que tienes 12 años, no puedes mentirme y que yo no me dé cuenta.
-Pero estuve mintiéndote…hasta ahora…y no te diste cuenta.
-Y ese justamente, es el punto. Que no lo capte como una mentira, porque no lo era – Comentó –A ti te gusta Ji Ho, ¿o me lo vas a negar?
Bueno, después de lo que sucedió ayer, es más que obvio que siento…demasiadas cosas, las cuales no tengo claras pero…de que siento algo, siento algo.
-No sé – dije haciéndole poner los ojos en blanco.
-¿No sabes o no quieres saber?
-Es que tengo, o mejor dicho siento muchas cosas y no lo tengo muy claro.
-Está claro como agua de manantial, te gusta, le gustas, se gustan…
-Y no se puede – lo interrumpí - Es mi amigo, y los amigos no…sienten…cosas.
-Si…es cierto, y tampoco fingen ser NOVIOS, ni se besan CON LENGUA, ni se encierran en una habitación a hacer perversiones – Touché – Digo, yo solo decía.
-¡Ayer estaba ebrio! ¿Ok? Tome demasiado ponche, y mi cerebro se confundió y mezcló las cosas por un momento, eso es todo.
-¿Esa es la excusa que vas a poner? – Preguntó cruzándose de brazos - ¿Qué tomaste mucho ponche y por eso te lo estabas comiendo a besos en plena fiesta? ¿y qué hay de las otras veces? porque los he visto besarse infinidades de veces, sin alcohol, es decir, “sin confusiones de momento”
-Bueno, pero…eso era porque se supone que éramos novios – expliqué.
-Claro, y se toman la actuación súper enserio – dijo con sarcasmo – Se merecen un óscar, buenísimo que actúan, tiembla DiCaprio.
-¡Bueno, bueno, ya! – lo detuve - ¿Has venido a ayudarme, o a hundirme aún más? Porque no estás ayudando.
-¿Y qué te puedo decir además de lo que ya tú sabes?
-No lo sé, algún comentario que sea no lo sé…un poco más a mi favor.
-Pero si todo está a tu favor – dijo elevando los brazos hacia arriba - ¡Reacciona! Tienes frente a tus ojos a quien podría ser el amor de tu vida y tú en vez de aprovecharlo, te pones a jugar.
-Seo, enserio, no estoy para romanticismos ahora – me quejé tomando otro puñado de frituras – Enjemrio qme nmo – dije con dificultad obligándome a tomar un trago de soda.
-Bueno ayer…parecías estar dispuesto para todo, y si no, que lo diga el chupetón que tienes en el cuello – dijo haciendo que me atragantara con el refresco.
-¡¿Qué?! – Dije levantándome como un resorte de la cama para ir al espejo - ¡Ay, no puede ser!
-¿No me digas que no lo habías visto?
-¡¿Crees que si lo hubiese visto, reaccionaría así?! – Dije con obviedad – Ayúdame a…taparlo con algo, ¿quieres?
-El maquillaje no se me da, tú lo sabes.
-¡A mí tampoco, pero no puedo solo dejarlo así, se nota muchísimo, es gigante! – me quejé.
-Tienes mucha ropa de cuello alto, no te preocupes.
-Claro, y voy a usar esa ropa en casa de manera para nada sospechosa, ¿crees que Jae Ha nació ayer? Si mi madre me ve esto, me voy a morir.
-Hace tiempo leí en internet que sí, aplicabas hielo desaparecía más rápido. Una vez Jin Soo me hizo uno, que creí que se me caería ese pedazo de piel, recuerdo que me puse hasta hielo – Comentó aunque esa información estaba demasiado demás y no necesitaba saberla.
-¿Y…se quitó? – pregunté aun así.
-Nop – respondió comiéndose una fritura – Pero si lo leí – Terminó de decir antes de que yo lo fulminara con la mirada - ¿Qué?
-Te odio – fue lo que le respondí.
-¿Pero porque a mí? Eres tú el que anda hormonal y le hacen chupetones y no se da cuenta. De hecho, creo que estás muy, muy hormonal, ¿seguro que no estás…?
-¡QUE NO! – grité de inmediato.
-Bueno, bueno, no tienes que gritarme – se quejó – Hablemos de otra cosa si quieres, ¿ya llego la cosa que ganaste por internet? – Buen cambio de tema.
-No, no ha llegado y de verdad no quiero tener que ir a la oficina principal por eso – me quejé mientras intentaba desesperadamente descubrir como cubrir un chupetón con una camiseta común – Creo que lo dejare así y ya, tengo muchas otras cosas que hacer como para preocuparme por si me llega el premio de un concurso o no.
-¡¿Qué?! No, no puedes dejar que se pierda así nada más, estuviste todo un día peleando por esa cosa, vayamos juntos el fin de semana a buscarla ¿te parece?
-No tienes que molestarte Seo, enserio no importa…
-Vayamos – repitió con firmeza, demasiada quizás.
-O-Ok – cedí – Vayamos.
-¡Excelente! – Dijo con una sonrisa - ¿Voy por más soda?
Pov Ji Ho
-No puedo creer lo que me estás diciendo Yoo Ji Ho – me reclamó Min Yoon – Enserio que no…puedo.
-No tienes que regañarme, se perfectamente que fue una tontería.
-¿Entonces si lo sabías porque lo hiciste? ¿Eres masoquista o qué? – me reclamó.
-No, pero…
-Pero nada – me interrumpió – Con el amor no se juega, es peligroso, solo mírate – dijo señalándome – Estás enamorado.
-No estoy enamorado – refuté - Solo…un poco confundido, es todo. Lo aclararé.
-¿Así como lo aclarabas ayer? – Preguntó con sarcasmo.
-Ya sé, y no me lo recuerdes – respondí - No fue mi mejor comportamiento y no necesitas repetírmelo. Te estoy diciendo esto porque tú querías saber que pasaba así que ya lo sabes, fin de la conversación. No hablaremos más del tema.
-Pero claro que hablaremos del tema ¿o piensas que solo puedes dejar las cosas así y ya? ¿Qué esperas para decirle a Joon Hyun que te gusta de verdad?
-¡¿Qué?! – Exclamé con horror - ¡¿Estás loco?! No puedo hacer eso.
-Claro que puedes, es más debes hacerlo. Es obvio que esto es mutuo, así que apresúrense a confesarse entre sí y arreglarse para que quites esa cara de funeral que tienes ¿quieres?
-Tú… ¿no te has recuperado bien de la resaca de ayer cierto? – Pregunté - ¿Acaso escuchaste lo que acabo de explicarte, de que todo era mentira y que jamás fuimos novios y todo eso? Estás viendo cosas donde no las hay.
-No, el que no está viendo las cosas claramente eres tú mismo – comentó – Ayer cuando te encontré sentado en las escaleras te repetías “no aprendes Ji, no aprendes” como si enamorarse de alguien fuera algo…malo.
-Bueno, no me culpes por eso, estoy tratando de no cometer el mismo error dos veces.
-¿Pero de qué error estás hablando?
-Min Yoon, seamos realistas – comencé a decir – Se supone que Joon Hyun acaba de terminar con su novio y está en un periodo refractario en el cual no va a sentir nada por nadie, mucho menos por mi porque me ve solo como su amigo, es decir, estoy en la friendzone. Así que lo que tengo que hacer, es deshacerme de esta locura que siento de repente, porque será netamente dañino para mí, y lo que hará será destruir mi amistad con él y lo queda de mi corazón, lo cual evidentemente no quiero, porque ya he estado completamente destruido y me rehusó a volver a ese estado, ¿me entiendes?
-¿Q-Que? – repitió dándome a entender que no había entendido nada de lo que dije.
-Aishh, que estoy consciente de que me he fijado estúpidamente en la persona equivocada, que Joon Hyun jamás se fijaría en mí, y que lo resolveré – resumí.
-Ji Ho, si sigues hablando así, te voy a abofetear.
-¿Por qué? Es la realidad.
-Estás ciego como un topo si de verdad piensas que Joon Hyun no se fijaría en ti – respondió – Es más, ya se fijó en ti, lo de ayer te lo dice todo, no sé qué otra prueba quieres.
-Lo de ayer fue…obra del ponche, hasta a mí me afecto.
-Esa es una excusa de adolescentes, valórate un poco.
-Porque me valoro es que estoy intentando no hacer nada estúpido, o que me lastime.
-Ya hiciste algo estúpido, además ¿tanto temes ser lastimado? –Preguntó - ¿Es eso? ¿Tienes agliofobia?
-No tengo…no es…ahh no importa.
-Ji, la misma historia no se repite dos veces – comentó.
-Pero porque arriesgarme – dije con obviedad.
-Porque el amor de trata de eso, de arriesgarse, si no…no es amor – explicó.
-¿Cuándo te volviste el gurú del amor si se puede saber, y que parte de que todo fue fingido no comprendiste? – pregunté cruzándome de brazos.
-No lo soy, solo te estoy diciendo lo que considero que es correcto como tu amigo que soy que quiere verte feliz – Respondió - Sabes hay una delgada línea entre la verdad y la mentira, repetirse mucho una mentira hace que de pronto empieces a creer en ella, sin embargo creo que “fingir” no es la palabra correcta que se debe usar en este caso, sino más bien, “aplazar lo inevitable”
-¿Qué…tratas de decirme con eso? – pregunté muy confundido.
-Lo dejo a tu criterio – dijo levantándose del sillón dejándome solo en la sala.
-Min Yoon…
-A tu criterio – repitió antes de que pudiera decir nada más.
Las cosas desde la fiesta de halloween se habían vuelto demasiado extrañas entre Joon Hyun y yo por obvias razones. Creo que yo no tenía la voluntad suficiente para ofrecerle una explicación sobre lo que paso, y él probablemente estaba tan avergonzado y confundido que tampoco se animaba a decir nada, razón por la cual paso el lunes, y también el martes, y el miércoles, y ya estaba terminándose el jueves y entre él y yo no hubo ningún indicio de comunicación, ni siquiera salía al balcón a tocar porque con todo lo de la gira no tenía tiempo ni energía, además de que me producía cierta incomodidad saber que si lo hacía, él estaría mirando.
Si, un poco estúpido de mi parte siendo alguien que se sube a un escenario y canta para millones de personas, pero…es la verdad.
Min Yoon parecía un disco rayado diciéndome sin falta cada día que tenía que hablarle además de que repetía eso de “atrasar lo inevitable” lo que según yo se refería a que en algún punto tendría que recuperar las llaves de mi deportivo, las cuales aún no tenía de vuelta porque Min Yoon se rehusaba a pedírselas aunque fue el mismo quien se las dio y había puesto a Yu en mi contra para que no lo hiciera él tampoco. Así que…tenía que ir a pedírselas en persona yo mismo, ni modo, no había de otra. Necesitaba el auto para trasladarme a Seúl el sábado, así que…me prepararía mentalmente para ir a su apartamento antes de eso. Preferiblemente mañana mismo.
-¡Vamos al súper! – Anunció Min Yoon mientras se acercaba a la puerta junto con Yu Gyeom - ¿Quieres algo en específico? – preguntó.
-Si, banditas por favor – pedí – Para mis dedos.
-Banditas para los deditos del bebé novato con la guitarra, lo tengo – dijo divertido.
-Ja Ja Ja – reí sin gracia – Que gracioso.
Una vez que salieron yo pensé en que sería bueno tomar una ducha y luego una siesta antes de seguir trabajando, aprovechando que por fin teníamos un día parcialmente libre luego de tanto ensayo. Sin embargo y como casi siempre, me quede 5 minutos más porque de verdad teníamos mucho trabajo que hacer y los 5 minutos se convirtieron quien sabe si en una hora o dos y estaba sumamente concentrado en la pantalla de mi laptop, cuando de pronto…
Sentí unos tibios brazos rodeándome por la espalda que me hicieron dar un respingo.
-¿Q-Que…?
-¿Ya te dije…que me gusta cómo te queda esto? – dijo una voz conocida para mí cerca de mi oído al mismo tiempo que sentía que acariciaban el arete de mi oreja.
-¿Joon…Hyun?
Lo próximo que sentí fueron sus manos acariciando mi pecho y descendiendo hasta la cinturilla elástica de mi pantalón deportivo.
-N-No…es-espera…
-¿Esperar? Pero tú…no quieres esperar, ¿cierto? – escuche que dijo metiendo lentamente su mano por debajo de mi pantalón.
-N-No…Joon…Joon…Hyun – trate de detenerlo pero mi cuerpo no reaccionaba - Mmng~ - gemí sin querer cuando sentí su tibía mano sobre mi hombría.
-No atrases lo inevitable… “bebé”
-¿Q-Que…que…?
-Dije…que no atrases…lo inevitable.
Terminando de decir eso, su rostro se aproximó al mío lentamente y cuando estaba a solo escasos centímetros de que nuestras bocas se tocaran, entreabrí los labios y cerré los ojos por acto reflejo y mi cuerpo se estremeció solo de saber que volvería probar esos jugosos, suaves y rosados labios.
Eso…hasta que un ruido sordo acabo por completo con aquel momento.
-¿Ahhh…que…?
Y entonces me di cuenta, de que me encontraba en la sala, solo, con la laptop encima de las piernas y la ventana del balcón abierta desde donde probablemente y por obra del viento salió aquel ruido que escuche antes y que me hizo…volver a la realidad.
Si, había sido un sueño.
-¡Arrggg, no puede ser! – Gruñí de frustración levantándome como un resorte del sillón - ¿Pero qué te pasa Ji Ho? ¿Acaso estás en celo o qué? Si sigues así vas a terminar en el psicólogo – me autoreclamé – De nuevo – recordé.
Me acerqué la balcón y cerré la ventana con seguro, no sin antes darle una mirada al apartamento de Joon Hyun, el cual parecía estar vacío, seguramente aun no regresaba de sus clases, aunque debería haber vuelto porque ya eran pasadas las 4 de la tarde, de hecho eran casi las 5 y él nunca hacia otra cosa después de la universidad. A menos que tuviese otros…planes…con alguien…después de clases…pudo haber quedado con algún compañero…o en el peor de los casos con el nieto de la bibliotecaria el cual se lo come con la mirada cada vez que lo ve, aunque eso es los domingos solamente, ¿o eran los jueves y los domingos?
-Ok, basta, basta – dije sacudiendo la cabeza – Deja de pensar en tonterías y mejor sigue trabajando.
Pero entonces me di cuenta de que si quería seguir, tendría que ocuparme primero del enorme problema que tenía en los pantalones.
-Ok, una ducha fría primero – pensé en voz alta antes de dirigirme al baño.
Me desvestí y abrí el grifo de agua fría metiéndome debajo de ella sin pensármelo demasiado. Mi cuerpo tembló por un momento por la temperatura, pero luego se adaptó rápidamente y yo me dedique a vaciar mi mente y a sentir el frío del agua recorriendo mi cuerpo.
Mis músculos se destensaron al igual que ciertas partes que esperaba que se relajaran con la ducha. Ohh sí, eso era lo que necesitaba, una buena ducha para volver a sentirme ligero y…coherente además.
Claro que eso fue hasta que…sucedió algo…completamente inesperado.
-¡Ahhhh! – Escuché un grito de una voz sumamente conocida y una figura borrosa a través de la cortina del baño que se aproximó de golpe hacia mí - ¡Ay no, no, no, no, no, no!
¿Esa voz…no podía ser….de…?
Pero no pude ni siquiera pensar en algo más ya que fui literalmente tacleado a un punto en el cual agradecí lo pequeño del espacio, porque de no haber sido por eso y porque logré estabilizarme por poco en los azulejos, seguramente me habría caído, o mejor dicho, nos habríamos caído.
-¿Pero…qué…? – fue lo que pude decir
-¡Ji, haz algo! – Dijo aferrándose a mí torso desnudo y mojado sin importarle que estaba vestido – ¡Esta ahí afuera, y venía hacia mí, has algo, haz algo!
-¿Joon…Joon Hyun? – fue lo que pude decir incrédulo de que estuviese ahí, en la ducha, conmigo, abrazándose y temblando además.
¿Acaso mi mente me estaba jugando…otra mala pasada?
-Ji – sollozo en mi pecho – Esta ahí afuera.
-¿Q-Que? – Dije confundido - ¿Pero de qué…de que estás hablando? ¿Estás…estás…llorando? – Pregunté preocupado - ¿Quién está afuera?
Fue entonces que vi como algo, saltó volando hasta adherirse a la cortina del baño. Por la forma y la manera en la que se movió por el plástico opaco, la identifique rápidamente como…
-¿Una…cucaracha? – dije provocando que automáticamente se aferrara más a mí.
-¡Ay no, mátala! – exigió.
Definitivamente no sabía que Joon Hyun le tenía miedo a las cucarachas, aunque eso no era menos raro a que estuviese metido en la ducha conmigo con todo y ropa.
-Haber…cálmate – dije estirándome para cerrar el grifo de agua – No pasa nada, no tienes nada que temer, una cucaracha no puede hacerte daño, créeme.
-¡Tú lo dices porque no te paso lo que a mí! – Se quejó - ¡Son horribles, las detesto!
-Sí, yo te entiendo – dije acariciando su cabello semi-húmedo para que se calmara – Las odias, eso está claro pero eres como mil veces más grande, y alto, y…
-¡MÁTALA! – gritó.
-Sí, sí, ya voy…pero necesito que me…que me…sueltes – dije tratando de que aflojara su agarre para yo poder moverme.
-¡¿Pero y si viene hacia acá?! – Dijo como si esto fuera una catástrofe - ¡Me voy a morir!
-Joon Hyun…si no me sueltas…no puedo ir a matar la cucaracha…y además... – comencé a decir – Estoy desnudo y mojado.
Ante eso, él se separó de mí y me miró como si no hubiese tomado ese pequeño gran detalle en cuenta, cubriéndose los ojos automáticamente con su mano, aunque…ya para qué.
-¡L-Lo…lo siento! – se disculpó – Yo…yo…
-No te preocupes, no…no pasa nada – dije para que se tranquilizara – Pero no mires… - Como si ya no me hubiera visto todo - Mientras voy a matar a la cucaracha y quédate justo aquí, ¿vale?
-V-Vale – asintió con inseguridad – P-Pero y si…
-¿Confías en mí? – pregunté sujetando su mano.
-Si – afirmó.
-Bien, entonces quédate aquí y no te muevas, ¿de acuerdo?
-Ujum.
Dios…ayúdame por favor.
Pov Joon Hyun
¿Por qué deje que Seo me convenciera de llevarle las llaves a Ji Ho hasta su casa?
Era la idea más estúpida que había seguido en la vida, sobre todo porque Min Yoon que era quien me las había dado en primer lugar, se rehusaba a recibirlas de nuevo e incluso le dijo a Seo que Ji Ho tenía que hacer un viaje importante el fin de semana y necesitaba su auto, así que, era ahora o nunca.
Es por eso que al terminar las clases, decidí que iría hasta su apartamento, en donde se supone que no estaría porque últimamente había estado llegando de madrugada, es decir, eso…es lo que…según yo…sucede porque…lo veo por el balcón y...
Bueno como sea.
El punto es, que se supone que no estaría en casa pero Min Yoon o Yu Gyeom sí, así que bastaría con que llevara las llaves y las dejara ahí, aunque nadie las tomara y así Ji Ho tendría su deportivo de vuelta.
Sin embargo, cuando llegue, toque la puerta varias veces y nadie salió a responderlas, pero no podía solo devolverme porque Ji Ho necesitaba el auto así que…decidí que lo mejor sería introducir la contraseña de la puerta, entrar, dejar las llaves en la mesa y salir de la misma manera en la que había entrado, solo que una vez que estuve adentro, escuché el sonido de la ducha y supe que era por ese motivo que no había abierto nadie.
Ahora la pregunta era, ¿quién se estaba duchando? Podría ser o no ser Min Yoon, lo más lógico era que dejara las llaves en un lugar visible y de fácil acceso y que luego avisara que lo hice.
Fue en ese momento, uno súper malo por cierto, que divise a mi peor enemigo, justo encima de la pared que estaba al lado de mí y…y…colapse. Esa es la palabra.
Entre en pánico puro, y no tuve otra idea mejor que girar la perilla que tenía en frente y meterme al baño, sobre todo cuando, no solo se quedó ahí mirándome como si quisiera atacarme, sino que lo hizo y literalmente voló con sus asquerosas alas hacía mí.
Fue así como termine, irrumpiendo en la ducha de alguien, que para mí sorpresa era nada menos que Ji Ho, aunque…pensándolo bien, eso no era tan malo.
Ok no, eso era malísimo.
Sobre todo cuando abrí los ojos y ahí estaba justo frente a mí, esos bien formados pectorales y más abajo sus firmes abdominales y esa hermosa piel dorada ahora cubierta por gotas de agua que mis dedos picaban por tocar de arriba hacia abajo.
El simple hecho de saber que estaba en la ducha y que él estaba completamente desnudo, hizo que la sangre se me subiera a la cabeza y que mis piernas comenzaran a temblar sin razón. Cerrar los ojos de nuevo para no ver esa cosa horrible y a la otra cosa para nada horrible fue la mejor opción que pude tomar.
La verdad no sé qué paso, yo me quede estático justo como él dijo que lo hiciera y luego de un par de golpes, que yo espero hayan acabado con la existencia de esa…cosa horrible, sentí su mano sujetando la mía haciéndome dar un respingo.
-Tranquilo – me dijo y pude sentir su sonrisa aunque tuviese los ojos cerrados – Ya puedes abrir los ojos.
-¡¿Y-Ya?! – Pregunté incrédulo - ¿La mataste?
-Aniquilada completamente y muy lejos de ti – aseguró.
-¿Y ya no…no estás...?
-No, me puse la toalla tranquilo – explicó – Aunque ya me viste hasta el alma, no sé si tenga una función válida ahora pero…
-¡No vi nada! – Me quejé - ¡Lo juro!
-Vale, vale…ya…salgamos, tienes que secarte, esto de bañarte con ropa no es muy…práctico que digamos, estas empapado – comentó
Y tenía razón. Mis zapatos estaban ultra mojados, y no hablemos de mis jeans y del suéter que ahora pesaba como tres veces más. Afortunadamente no tenía nada importante en los bolsillos además del ticket del metro.
-Si, supongo que tienes razón – comenté antes de comenzar a salir de la ducha - ¿Debería quitarme los zapatos? Es que no quiero mojar…tu piso.
-Si quieres te puedo traer la ropa hasta acá – dijo amablemente.
-Ohh, eso sería perfecto – respondí.
-Cool, ya vuelvo enton…
Pero cuando Ji Ho abrió la puerta para ir por la ropa seca se encontró de frente con Min Yoon que iba pasando probablemente hacia la habitación junto a Yu Gyeom y que se encontró nada menos que con él, vestido solamente con una toalla en la cintura y a mi empapado justo detrás como si…como si estuviésemos…
-¿Interrumpimos…algo? – preguntó con una sonrisa de picardía.
-¿Deberíamos volver más tarde? porque no quiero tener que escuchar ruiditos extraños.
-No es…solo…no estamos… - trato de explicar Ji sin éxito.
-Si iban a bañarse juntos, hubiesen avisado para darles más tiempo a solas – comentó divertido.
-Y para que me esfuerzo – fue lo que dijo Ji Ho sabiendo que aunque explicara porque estaba en el baño, Min Yoon ya tenía su propia explicación en mente.
Una vez que estuve seco, todos nos sentamos en la sala, y tanto Min Yoon como Yu Gyeom me miraban de una manera acusadora, como queriéndome decir “sabemos que fingieron ser novios y que fue tu idea, que tienes que decir en tu defensa” y yo la verdad era que no tenía nada que decir a mi favor, de hecho, estaba muy avergonzado por haber hecho semejante tontería y haber arrastrado a Ji Ho junto conmigo.
-Joon Hyun – comenzó a decir Min Yoon - ¿No tienes nada que decir? – preguntó Min Yoon.
-Umm…esto…bueno yo…
-¿Qué lo suyo no era de mentiras? – Comentó Yu Gyeom – Digo, porque el baño en pareja parecía muy realista.
-No, es que…
-Y los besos también eran reales, a mí no me engañan – dijo Min Yoon – Ya decídanse, ¿es de verdad o no es de verdad?
-Pero…nosotros no…
-Sabes, así comienza todo, con el “nosotros no” - dijo Yu Gyeom.
-Pero la verdad es que sí – completo Min Yoon – Ya dinos, ¿te gusta Ji Ho de verdad, cierto?
-Basta, ya déjenlo par de tontos – les reclamó Ji Ho quien apareció en la sala completamente vestido – Vamos Joon Hyun, te acompaño a tu casa – dijo amablemente tomando incluso mi bolso del sillón y ofreciéndome su mano.
-S-Si – respondí dudoso tomándola como si fuese un salvavidas.
-No puedes salvarlo por siempre, lo vamos a interrogar aunque no quieras – advirtió Min Yoon.
-Yo no, yo solo estaba esperando que se quitara del sillón porque ahí me recuesto a ver la televisión – explicó Yu Gyeom ganándose una mirada de confusión de parte de los tres - ¿Qué?
-Enseguida regreso – les dijo Ji Ho conduciéndonos hacia la puerta.
Nos paramos justo frente al ascensor el cual llego incluso antes de que lo llamara, así que entramos y nos colocamos delante de las personas que ya estaban ahí las cuales se bajaron en el piso siguiente, dejándonos a ambos en un silencio sepulcral.
-Lo siento por eso – dijo Ji Ho de pronto rompiendo con el silencio – Como te dije…son…peculiares.
-No, no te preocupes – le respondí – Están en su derecho, se preocupan mucho por ti.
-Si pero, a veces exageran un poco - comentó – No les prestes atención, ¿si? – dijo antes de que saliéramos del ascensor.
-La verdad es que tienen toda la razón en exagerar – comenté – Todo esto es mi culpa, fue mi idea, y yo te arrastre conmigo.
-Bueno, tampoco fue que me apuntaste con un arma en la cabeza para que lo hiciera, o que opuse mucha resistencia. Eso me hace responsable también.
-¿Eres responsable o solo quieres ser amable conmigo? – pregunté aguantando la risa.
-¡Rayos! ¿Tanto se me nota que trato de impresionarte? Voy a cambiar de táctica entonces – respondió en el mismo tono.
-No te esfuerces, soy difícil de impresionar.
-¿Enserio? Hoy en la ducha parecías impresionado, y no te culpo, efecto gimnasio, hasta yo me sorprendo, aunque el general dice que engordé para él – dijo haciendo que me frenara en seco.
-¡Ji! – me quejé sintiendo mi cara arder - ¡Ya te dije que no vi nada, ¿por qué sigues diciéndome eso?!
-JAJAJA, porque no tenía con que más contraatacar – admitió – ¡Winner!
-Pues no…no era tan…impresionante – comenté – Para que veas – gruñí molesto.
-¿No que no habías visto? – Touché.
-Pues…me refiero a…a…
-A con que si viste, pervertido – se quejó.
-¡Yo no tengo la culpa de que…de que estuvieses ahí…desnudo! – me quejé.
-Estaba tomando una ducha, ¿por qué me ducharía con ropa? – dijo con lógica.
-¡Me refiero a en ese preciso momento en el que la cucaracha me ataco!
-Bueno, bueno…no hablemos más del tema si, subamos que ya es tarde – dijo señalando el ascensor.
-Quiero ir por las escaleras – dije de pronto sin razón alguna.
-¡¿Qué?! – Exclamó mirándome lleno de sorpresa - ¿Tú por las escaleras? ¿Te sientes bien?
-¿Qué tiene que quiera ir por las escaleras?
-¿Qué es sospechoso porque tú siempre dices que el ejercicio no es lo tuyo, que no eres atlético y que las escaleras se hicieron para cuando aún no existía el ascensor? – Bueno, en eso si tenía razón.
-Bueno ya, llama al ascensor, no iré por las escaleras entonces si piensas que es raro – dije acercando mi dedo hacia el botón del ascensor.
-Espera – dijo sujetando mi mano – Yo no he dicho nada, no pienso perderme este momento, porque la última vez que fuimos por las escaleras yo te cargue por el esguince porque el ascensor no servía ¿recuerdas? No me digas que quieres que te cargue de nuevo.
-Bueno, si gustas, yo no me opongo. El general dice que engordaste, has ejercicio – dije divertido.
-Ja Ja Ja – rio sin gracia.
-Ahhh… ¿vez como los dos podemos jugar a lo mismo? – Dije con superioridad – Como fue que dijiste… ¿winner?
-Puedes tocar lo que tú quieras, si encuentras algún gordito me avisas.
-Bueno, si tu insistes, que conste que el que está proponiendo cosas eres tú.
-Si, hazte el inocente.
-¿Pero quién es el que está proponiendo que le toque lo que quiera, tu o yo?
-Te gusta ganarme en conversaciones ¿verdad? – comentó mientras subíamos.
-¿Se nota mucho? – Respondí – Me encanta – dije arrastrándolo hacia las escaleras.
Subimos por las escaleras mientras hablábamos de cualquier tipo de cosas, tanto que creo que los 5 pisos se hicieron mucho más largos de lo que ya eran, y yo pensaba que el momento iba a ser un poco…incómodo, por obvias razones, pero no. Por el contrario creo que ambos, extrañábamos conversar y estar…ya saben…juntos.
-Y está matándonos – comentó con sinceridad – Porque dice que debemos ser doblemente mejores respecto al debut, que no desafinemos o que nos equivoquemos en las coreografías, y para variar, ahora en vez de decirme insecto palo, me dijo que subí de peso y que tengo que trabajar más en el gimnasio para…no lo sé…desaparecer tal vez – Pero si él no tenía ni un gramo de grasa en el cuerpo, es como perfecto, como…ok basta Joon Hyun,
-Eso suena…difícil – dije con sinceridad apartando esos pensamientos impuros de mi cabeza – Él general es muy estricto con ustedes.
-No lo has visto de mal humor. Una vez me lanzo una engrapadora.
-Jajajaja, ¿qué? – pregunté sin poder evitar reírme de eso.
-¡Si! – Reafirmo – Es enserio, no te rías, de no haber impactado con la puerta, hubiese muerto de traumatismo craneal, pero no hablemos de eso, hablemos de ti, ¿qué me cuentas de nuevo?
-Pues…he tenido problemas de inspiración como cosa rara – dije con sarcasmo – Debido a que alguien…pelirrojo…no ha salido a tocar al balcón…cof-cof-tu – dije al final mientras fingía toser.
-Ohhh…jeje…que cosas – comentó haciéndose el desentendido - Tal vez el chico pelirrojo, llega muy tarde para eso o no llega y por eso no lo ha hecho, digo…me imagino, parece una persona ocupada y…genial – dijo haciendo que ambos riéramos.
-Te extrañe – pensé en voz alta.
-¿Q-Qué? – preguntó mirándome fijamente.
-Ahh…me…me refería a que…extraño…que toques en el balcón – Corregí rápidamente. ¿Por qué tuve que decir eso en voz alta?
-Ahh…eso – dijo haciendo una mueca como de… ¿decepción? Ok no, ya estoy imaginando cosas - Te prometo que lo haré cuando regrese de mi pequeño viaje el fin de semana – dijo alzando la mano.
-¿Vas a…viajar? – pregunté sin poder evitarlo.
-Sí, pero es un viaje corto. Tengo que ir a la sucursal principal de la empresa en Seúl.
-¿Ohh enserio? – comenté mientras me acercaba por el pasillo a la puerta de mi apartamento – Que coincidencia, también pensé en ir a Seúl el fin de semana.
-¿De verdad? – Preguntó sorprendido - ¿Y porque?
-Bueno, me inscribí en un concurso por internet de escritores novatos y gané, pero el premio que se supone que me lo enviarían por correo nunca llegó y según la oficina de correo de aquí no tienen ningún tipo de envío desde la sede principal para mí, así que me recomendaron ir hasta allá – expliqué – Cosa que no haré, porque es tedioso y para nada económico solo por una tontería que ni siquiera sé que es.
-Ohh bueno, puedes ir conmigo si quieres – ofreció de pronto haciéndome tragar saliva. No sé si un viaje largo, en carretera, solos él y yo sea la mejor opción en este momento.
-No es…no es necesario – respondí – No quiero molestar o interrumpir tu viaje.
-¿Qué interrumpirías si vamos hacia el mismo lugar? - Punto a su favor - Si el cálculo no me falla, la oficina de correo está a solo 5 minutos en auto de donde yo voy, así que puedo llevarte y dejarte y luego pasar por ti de nuevo cuando termine y regresamos. Sería como hacer un viaje juntos – Y eso sonaba tan, pero tan tentador que no tenía la fuerza suficiente para decir que no.
-Umm bueno…entonces…yo…
-Me parece una excelente idea – comentó Seo apareciendo de golpe por la puerta dándonos un susto de muerte a ambos.
-Pero que…rayos – fue lo que pude decir - ¡No hagas eso! – Me quejé con la mano en el pecho – Casi me muero.
-Y yo – comentó Ji Ho – Enserio que miedo Hyung, además… ¿por qué estás escuchando nuestra conversación? – le reclamó Ji haciendo que yo asintiera con la cabeza y me cruzara de brazos.
-No estaba escuchando nada – se defendió – Iba de salida, fue por casualidad. Solo quiero decir que es una excelente idea que vayas con Ji a Seúl, viaje gratis y tendrás tu premio…puede que por partida doble – insinuó - ¿Podría haber algo mejor que eso?
-¿No me…dijiste que TU irías conmigo? – pregunté intentando no prestarle demasiada atención a sus insinuación.
-Si pero tienes a Adonis, no me necesitas – respondió - ¿Le puedo seguir sumando puntos? porque disponible para ti cuando lo necesites es uno muy importante.
-¿Algún día me van a explicar lo de los condenados puntos y porque sigues llamándome “Adonis”? – preguntó Ji Ho.
-No – respondimos Seo y yo al mismo tiempo.
-Pero bueno, me voy entonces porque solo vine de paso…y ahh, que bueno que te veo Ji Ho – dijo rebuscando en su bolso – Toma – dijo ofreciéndole un sobre blanco – Y más vale que estén ahí los tres, ¿de acuerdo? Joon Hyun, adentro esta la tuya y la de tu mamá, y dile a Jae Ha que está incluido ahí también, ¿sí? Me voy porque mi amor va a pasar por mí, así que los dejo.
Y fugazmente como apareció, desapareció por el pasillo velozmente como…no lo sé, algo súper veloz.
-Eso fue muy…raro – dijo Ji Ho.
-Lo mismo digo – admití - ¿Es la invitación a su boda?
-Aja – afirmó él abriendo el sobre – Y es un día antes de mi cumpleaños.
-Bueno, puedes ir y celebrar desde el día anterior, y es víspera de navidad además.
-Definitivamente voy, si no lo hago Seo no volverá a hablarme. Iré a dárselas a los chicos – comentó - ¿Entonces, me acompañas…a Seúl? – Pero y como decir que no.
-Claro – respondí con una sonrisa estúpida seguramente – Aunque en teoría tú me acompañas a mí.
-Bueno, tú también a mí – respondió - ¿Entonces, te molesta si paso por ti…a las 6am? Es que se supone que debería estar allá temprano.
-Ohh, está bien…a la hora que quieras – respondí.
-Súper Duper – comentó – Entonces me voy ahora.
-Ok, entonces…adiós – dije un tanto triste. ¿Pero porque me sentía triste de pronto?
-Te veo el sábado entonces.
Pero justo antes de que se diera la vuelta por alguna razón que no sé cómo explicar, lo sujete de la mano impidiéndole avanzar. ¿Así de desesperado estaba por alargar el momento?
-¿Qué? – preguntó obviamente por mi repentina acción.
-Ahh…es que…yo…quería – Genial, Joon Hyun, ahora vas a quedar como el loco que no sabe porque hace las cosas. Piensa rápido, piensa rápido – Las llaves de tu auto - ¡Si! Eso cerebro.
-Ay cierto, por favor devuélvemelas, ya te preste el auto casi una semana completa – comentó.
-Solo regrese en él, ha estado en el estacionamiento desde entonces, lo juro – Dije buscando en mi bolso las llaves – Toma.
-Eres la única persona que conozco que tiene un deportivo en su poder y no lo utiliza – comentó.
-No soy el tipo de personas que se aprovecha así de las situaciones
-Y por eso me gustas – creí haber escuchado, aunque…seguramente era mi imaginación.
-¿E-Ehh?
-Que…eso me gusta – aclaró. Si, obviamente no podía haber dicho lo otro – Hagamos un trato, yo conduciré de ida y tú de regreso, ¿va?
-Va – respondí sin poder ocultar mi emoción – Pero que conste que no soy tan bueno como tú, jamás he tenido auto propio.
-Bueno, puedo llevar el casco de mi moto en la maleta por si las dudas – dijo ganándose un golpe en el brazo de mi parte.
-¡Auch! – Se quejó – Ya extrañaba eso.
-También yo – admití – Bueno, ahora sí, entrare.
-Y yo me…iré. Hasta el sábado.
-Vale, hasta el sábado – dije adentrándome en mi apartamento agitando mi mano a modo de despedida y obligándome a cerrar la puerta o me quedaría ahí agitando la mano por siempre solo para…mirarle otro poco más.
¡Ahhhh! ¡¿Por qué me siento así?!
-Cuando por fin la puerta estuvo cerrada me deje caer apoyado en ella solamente recuperando la respiración.
¿Por qué mi corazón latía tan fuerte solo con verlo? ¿Por qué de pronto me sentía feliz como si hubiese ganado la lotería solo porque me hablo y no está molesto conmigo? ¿Por qué mis piernas se sentían como gelatina? Y lo del baño…
Santo…Dios…Bendito. Solamente de recordarlo, se me sube la sangre a la cabeza.
-No, no, no, no pienses en eso Joon Hyun, no pienses en eso.
-¿Pensar en qué? – dijo Jae Ha de la nada parado justo frente a mí. ¿Cuándo había llegado? - ¿Qué perversiones estás pensando?
-No estoy pensando en…perversiones, ni que fuera tú. ¿De dónde rayos saliste?
-Del baño – comentó – Te recuerdo que me estoy quedando aquí prácticamente – comentó - ¿Y porque estás tirado ahí en el piso y de quien es esa ropa? No fue así como saliste esta mañana - ¿Así o más acosador?
-Ahh…estoy….recuperándome porque vine por la escaleras – mentí – Y…esta ropa es…me la prestaron porque algo ocurrió con la mía, es todo – dije ganándome una mirada de “no te creo nada” - ¿Qué, porque me miras así?
-Claro, y hay pingüinos arcoíris en el caribe – dijo con sarcasmo – Más vale que te estés protegiendo correctamente.
-Si mamá, lo que digas – dije levantándome para ir a mi habitación.
-¿Entonces si lo estás haciendo? ¿Ni siquiera vas a negármelo? – Odio cuando se pone paternal.
-Interpreta mi silencio Jae Ha.
Camine hasta la habitación y decidí que quería una ducha, pero no una ducha rápida, sino una larga y relajante, y así lo hice. Apenas me metí debajo del agua tibia sentí alivio, mis músculos se relajaron automáticamente y me sentí ligero y como nuevo.
Realmente lo necesitaba, sobre todo después de tantas emociones fuertes en un día. Aun no superaba lo de la ducha, por favor, no podía quitarme esa imagen de la cabeza, me sentía como un pervertido, pero es que se sumar y rayos, buen cuerpo, buena actitud, buena voz, buen besador…
¿Por qué tenía que ser tan perfecto? ¿No podía haber una sola cosa de él que no me gustase? Incluso sus tatuajes, que jamás pensé que algo como eso podría gustarme tanto pero los suyos me fascinan ¡ay dios no!
-Ok, suficiente Joon Hyun – me reclamé a mí mismo en voz alta – Concéntrate. Mañana cuando te interroguen en clases, no vas a decir lo perfecto que es Ji Ho.
Cerré los ojos e intente pensar en cualquier cosa que no fuera él, pero es que, eso era lo único que tenía en la mente por ahora. En mi cabeza solo había una piel suave al tacto y de un tono que contrastaba perfectamente con la mía, cubierta de gotas de agua, que descendían por un pecho bien formado, y esos abdominales, por favor…cómo pudieron decirle que estaba gordo si su cuerpo parece esculpido por los dioses el olimpo, es una tentación andante sinceramente.
Pero una que no puedo tener, definitivamente no.
-¡Basta! – Exclamé casi con un grito abriendo los ojos de nuevo dándome una bofetada mental - ¿Qué me pasa? – Musité.
No pude dormir en toda la noche pensando en tonterías, y dando vueltas en la cama sin una sola gota de sueño, y cuando por fin estaba logrando que Morfeo se apiadara de mí, el reloj ya marcaba las 6am, es decir, hora de levantarse.
Arrastre los pies hasta el baño, me di una ducha rápida alistándome como siempre para ir a la universidad. Me hice un montón de café y lo coloque en un termo para tomármelo por el camino mientras iba hacia la universidad. Con eso me despertaría un poco.
Baje por el ascensor, y camine hasta la entrada mientras repasaba mentalmente lo que diría si la señora Yang me preguntaba algo en clase. Fue entonces que noté cierto auto estacionado en la entrada de mi complejo, que no me provocaba pero nada de felicidad.
Mala manera de comenzar el día.
-¡Joon Hyun! – dijo al verme con una espantosa sonrisa acercándose para abrazarme causando que automáticamente mi mano se abriera en palma señalando hacia su pecho indicándole que se detuviera.
-No te me acerques Hyun Su – advertí - ¿Qué rayos quieres ahora? – pregunté directamente y sin rodeos.
-¿Cómo que quiero? Pues vine por ti para llevarte a la universidad – respondió con naturalidad – Sube – comentó señalando hacia la camioneta de su padre.
-No gracias, puedo ir perfectamente a pie – dije comenzando a caminar con la intención de rebasarlo y nada más.
-Ahh pero si fuera un lindo deportivo negro, si irías ¿verdad? – comentó haciéndome fruncir el ceño de inmediato.
-Solo te puedo decir que aunque vinieras tú en una carroza y alguien más en una patineta, me iría en la patineta, eso responde tu pregunta ¿no? – gruñí casi a punto de escupirle el rostro.
-¿Me vas a hacer perder el viaje? – se quejó.
-Yo no te pedí que vinieras, y si no quieres perder tu viaje, no vengas, con eso me harías un enorme favor.
-Joon Hyun, ¿hasta cuándo vas a castigarme?
-¿Castigarte? – Repetí – Yo no te estoy castigando, no quiero saber nada más de tu existencia en serio, ¿por qué no puedes entenderlo?
-Porque es una…estupidez – comentó – Teníamos planes, planes grandes, no podemos tirar a la basura 4 años, por favor.
-Yo no los tiré, has sido tú.
-Mira, sé que fue mi error, y estoy de verdad arrepentido, pero creo que ya ha sido suficiente y que es momento de comenzar de nuevo.
-Si, opino lo mismo – lo apoye – Es momento de comenzar de nuevo, y yo ya lo hice, y te recomiendo que tú lo hagas también. Así que no vuelvas a perder el viaje, piérdete y olvida que vivo aquí, ¿si? gracias.
Iba a comenzar a caminar nuevamente cuando sentí que me sujetaron con fuerza de la muñeca.
-¡Auch! suéltame – me quejé forcejeando con él - ¿Qué problemas tienes con jalonearme?, salvaje. Me estás haciendo daño.
-Daño me haces tú a mi saliendo con ese…maleante poca cosa – gruñó refiriéndose a Ji - ¿Es por él que no quieres volver conmigo verdad? No esperaste ni siquiera un maldito mes para meterte con otro, ¿así de tanto me querías?
-En primer lugar, no es ningún maleante poca cosa – lo corregí – Y en segundo aunque no estuviera con él, no volvería contigo jamás, quiero que lo sepas, lo nuestro se acabó y punto.
-Por favor, no puedes encontrar nadie mejor que yo, seamos sinceros, soy tu mejor opción – Si claro, como no – Así que no seas berrinchudo y vámonos. Estoy harto de esto, y hasta hoy aguante esta tontería.
-¡¿Qué?! – Exclamé sorprendido – Harto debería estar yo de que no me dejes en paz ¿qué rayos te pasa?
-Eso es lo que yo te pregunto, ¿qué pasa contigo? Unos días con ese bastardo y ya te rebeldizas como él – Dijo subiendo su tono de voz - Sube al auto ahora Joon Hyun – exigió en un tono de ira.
-No, no subiré – me negué tratando de que me soltara pero era inútil – Suéltame.
-Sube…ahora – dijo en un tono más firme – Estoy perdiendo la paciencia.
-Dije que NO.
-No me hagas repetirlo porque no respondo – amenazó.
-Es lo que yo digo. Dije…que no voy a subir.
-¡Su…!
-Dijo que no quiere – se escuchó una tercera voz, detrás de nosotros. Y esa voz era nada menos que de…
-Ji – lo nombre por lo bajo.
-Suéltalo ahora – le ordenó en un tono serio.
-Vaya, pero si es el pandillero, porque no me sorprende – dijo Hyun Su, soltando mi muñeca con brusquedad, lo cual aproveche para alejarme lo más que pude – Comienzas a molestarme.
-Tú comienzas a molestarme – le respondió Ji Ho en un tono serio pero con una sonrisa ladina demasiado…sensual para mi vista. Ok no, no es momento de pensar en esas cosas, ¿qué pasa contigo Joon Hyun? Concéntrate - ¿Qué parte de que no quiere ir contigo no escuchaste? ¿Tienes problemas de audición?
-Mira…seré amable contigo imbécil – comenzó a decir Hyun Su - No te metas en lo que no te importa.
-Joon Hyun me importa y me importa mucho, así que me puedo meter todo…lo que yo quiera, ¿cómo ves?
Pov Ji Ho
Tuve que levantarme temprano para ir al súper por banditas debido a que las que les pedí a Min Yoon y a Yu Gyeom jamás llegaron. Ahh, pero para mal pensar cosas si eran excelentes, aunque…sinceramente que podían pensar viéndonos a ambos en el baño juntos, ni siquiera podía culparlos. Y hablando de eso…creo que ahora encabeza la lista de cosas inexplicables y sin sentido que me han pasado en la vida, y todo por una cucaracha a la cual no sé si odiar o adorar como un dios ahora que está muerta.
Ok no, basta de pensar tonterías, se supone que olvidaría el asunto y que me concentraría.
Si, concentrado.
Baje por las escaleras y de inmediato iba a tomar rumbo hacía el estacionamiento para ir por la motocicleta, luego al súper y a la empresa, justo cuando divise a lo lejos algo que ya había presenciado antes y que definitivamente no me gustaba para nada.
-Ay no, otra vez él – pensé en voz alta mirando como el tal Hyun Su, halaba a Joon Hyun contra su voluntad hacia un auto mientras discutían.
No pude evitarlo. Mis pies se movieron solos hacía allá, y cuando caí en cuenta ya estaba en medio de una discusión con él, y lo reitero, es una persona por demás de desagradable.
-No voy a volver a decírtelo, te quiero lejos de mi prometido – gruño señalándome de nuevo con su asqueroso dedo el cual aparte, de nuevo, con un manotazo.
-No es tu prometido y ¿jamás te han dicho que señalar directamente a las personas es de mala educación? – fue mi respuesta.
-Por favor, no quieras hacerte parecer como mejor que yo, no me llegas ni a los talones – vociferó con superioridad – Solo eres un entrometido que se aprovechó de la situación para meterse con mi chico mientras teníamos una pelea, eso es todo. Debería darte vergüenza – Lo mataré.
-¿Y tú sabes lo que es la vergüenza? – Dije lo más calmado que pude – Porque si supieras lo que es y la tuvieras, no mostrarías tu rostro después de lo que le hiciste a Joon Hyun – comenté desapareciendo automáticamente la sonrisa de su cara.
-Cierra la boca y no me des clases de moral cuando tratas de quitarme a mi chico, desgraciado – no soporto su boca.
-No trates de dármelas tú a mí – respondí – Y no es tu chico, es mi chico, ¿también tienes un problema de entendimiento?
-¡Ja! No me hagas reír – dijo Hyun Su con una sonrisa en la cara - ¿Tu chico? No te hagas el importante, solo está pasando el rato contigo porque está enfadado conmigo, así que no te ilusiones porque no llegaras a mucho.
-¿Seguro? – Dije entrecerrando la mirada - ¿Quieres saber hasta donde he llegado?
Eso lo enfadó tanto que se aproximó hacía a mí me imagino que con la intención de darme un golpe, y yo solo esperaba que se me acercará lo suficiente para poder golpearlo y tener la excusa de que fue en defensa propia. Usualmente no golpeo a nadie, la violencia no me gusta pero es que, mi paciencia estaba al límite y no lo soportaba, pertenecía a la pequeña lista de personas que quería golpear en la vida. Sin embargo, antes de que pudiera estar lo suficiente cerca de mí, Joon Hyun intervino y se interpuso entre ambos.
-Ahh no – dijo deteniéndolo con la mano – No te atrevas a hacer eso – le advirtió.
-Aww, ¿necesita que lo defiendan? – comentó provocándome.
-Créeme que esto es mejor para ti que para mí – dije refiriéndome a que si no fuera por Joon Hyun, ya estaría en el piso quejándose del dolor.
-Basta…los dos – dijo dedicándome una mirada a mi también esta vez – No más. Tú…regresa por donde viniste y no vuelvas, enserio, si sigues molestándome voy a llamar a la policía Hyun Su – le advirtió – Y tú…ya vámonos – dijo sujetando mi mano obligándome a caminar detrás de él.
-Joon Hyun, esto no se va a quedar así, ¿me oíste? – le amenazó haciendo que la sangre me hirviera. ¿Quién se creía que era, dios? Alguien tenía que bajarles los humos a ese niñato cuanto antes.
-¿Y qué harás al respecto? – me giré para responderle.
-Ji, ignóralo – me dijo Joon Hyun.
-No lo amenaces – dije ignorando lo que decía Joon Hyun - Si quieres agarrarla con alguien, hazlo conmigo, no tengo ningún problema, tú solo avísame cuando y donde.
-Estúpido, no sabes con quien te metes. Te tengo en la mira, así que no me provoques.
-Uy…que miedo – dije poniendo los ojos en blanco – Solo te diré que no quiero volver a verte ponerle un dedo encima a Joon Hyun o amenazándolo, porque realmente me tienes harto mocoso y el que no me conoce aquí, eres tú – advertí - Debería darte vergüenza lo que hiciste y debería darte más vergüenza aún no tener las bolas su lugar para reconocer que el único idiota, imbécil y desgraciado aquí…eres tú mismo – Si, me hartó.
-Que conste que tú lo has querido. ¿Sabes cuál es mi apellido? Mi familia te aplastará, ya lo verás.
-Si, si…háblame cuando tu mamá ya no te cambie los pañales y seas un hombre de verdad, ¿ok?
Y acto seguido quien comenzó a caminar esta vez en dirección contraria halando a Joon Hyun de la mano fui yo.
Cuando estuvimos lo suficientemente lejos, me detuve porque sentí una mano golpearme con fuerza el trasero logrando que me frenará en seco.
-¿Auch? – me quejé sin entender porque había hecho eso.
-Has dicho una mala palabra – dijo él cruzándose de brazos – Bueno…unas cuantas.
-Siempre habías querido hacer eso ¿verdad?
-¿Se nota mucho? – Admitió – Porque creí que este momento nunca sucedería.
-Para nada – dije con sarcasmo – Pero tienes razón, siento mi vocabulario de recién, yo no tengo la culpa de que tu ex novio sea desesperante y detestable.
-Y no te culpo, estamos de acuerdo con eso – dijo él – Es solo que creí que tú…no perdías los estribos.
-Pero claro que los pierdo, soy humano y tengo un límite de paciencia – respondí – De hecho, justo ahora me estoy conteniendo para no devolverme darle un puñetazo.
-Wow, wow…tranquilo, además…eso es lo que él quiere que hagas, no tienes que rebajarte a su nivel, eres bueno con las palabras, me encanta como dejas a las personas sin argumentos, eres genial.
-Aun quiero devolverme – comenté.
-Pues piensa en otra cosa – dijo de pronto – Haber canta.
-En este momento me apetece cantar un rock agresivo – comenté – Como un heavy metal – dije haciendo el símbolo del rock con las manos.
-No – negó él – Eso no sirve. Canta algo lindo.
-Algo lindo – repetí – “El teléfono suena, como cualquier otro día, dame un respiro o se acabará mi batería. Sonando esta, so-so-sonando está, si sigue sonando creo que pronto va a explotar. Él dice, dice que sin aliento está, que frustrado también, que su corazón late ¿por qué? Dice que soy linda y delicada, y no está equivocado, no es que presuma ni nada”
-Eso…no tiene nada de lindo – comentó.
-Pero ellas se ven lindas cuando cantan esa canción – comenté haciendo que me dedicara una mirada de muerte – Digo, pero como artistas – aclaré – Porque cantan y son delicadas y tiernas…ya sabes…la parte en la que dicen “ti-mi-da” es como icónica.
-Tengo clase a las 7 – fue lo que dijo dándose la vuelta para comenzar a caminar.
-Pero…espera – dije colocándome a su lado – No me dejes hablando solo, que maleducado.
-No me gusta ese grupo, así que háblalo con alguien más – gruño evidentemente molesto por mi comentario.
-Oye es solo un grupo de chicas – dije colocando mi brazo sobre sus hombros.
-Chicas LINDAS, DELICADAS y TIERNAS – dijo recordando lo que había dicho recién apartando mi brazo de él.
-No juegues, ¿es enserio? No puedes ponerte celoso por un grupo de chicas que cantan que jamás he visto en la vida.
-No estoy…celoso – refutó – Pero te puedes quedar con tus chicas lindas, delicadas y tier…
-O…me puedo quedar con un chico malcriado, dramático y exagerado que conozco – dije dándole un sonoro beso en la mejilla de golpe – Y llevarlo a la universidad.
-Tienes…enserio tienes un problema con invadir el espacio personal de las personas – se quejó.
-No el de las personas…solo el tuyo – dije picándole un ojo para tomarlo de la mano y comenzar a caminar.
No pasó mucho tiempo antes de que estuviésemos frente al montón de escaleras de la universidad de Joon Hyun.
-Bueno, aquí estás, sano y salvo – comenté.
-Gra-cias – dijo en un tono bajito que apenas pude escuchar.
-¿Qué? – Dije fingiendo no haberlo escuchado - ¿Qué dijiste?
-Dije que gracias –repitió de mala gana haciéndome sonreír – Por tomarte la molestia de venir hasta aquí, ahora adiós…voy tarde a la…
Pero antes de que pudiera decir nada más lo atraje hacia a mí envolviéndolo con mis brazos y comencé a darle besos en la mejilla.
-No-o…Ji…Ho – se quejó de manera entrecortada – Basta…ya…
Pero entonces y por culpa de que moviera su rostro, mis labios terminaron en los suyos, lo cual nos tomó definitivamente por sorpresa a ambos, pero por alguna razón que la verdad no comprendo, ambos cedimos y de pronto nos estábamos besando…ahí…en frente de la universidad, omitiendo que estábamos en público y que se supone que…ya no somos novios y no debemos hacer eso.
No, no debíamos hacerlo, porque se supone que los amigos no se besan, y fue exactamente por eso que cuando empezaba a disfrutar del beso…reuní toda la fuerza que me dio mi sentido común y me separé generando un chasquido entre ambos. No quería hacerlo, de verdad que no pero…tenía que.
-Ahhh…yo…umm…perdón – me disculpé mirando hacia el suelo solo para no fijarme en sus rosados labios hinchados por la presión que incitaban a que volviese a besarle.
Jamás estuve tan orgulloso de mi autocontrol.
-No, es mi…es mi culpa también – dijo él agitando las manos.
-No…yo….es que se…se me olvida que ya no fingimos ser novios…al menos no frente a la mayoría. Es mi culpa.
-Ta-También a mí se me olvida, lo siento.
-De-bo pasar por ti… ¿a las…4, no? – pregunté intentando cambiar de tema retrocediendo sobre mis propios pasos.
-Si…pero…no tienes que venir por mí, puedo…ir caminando o tomar el autobús.
-Vendré – confirme – Tengo tiempo, vendré a buscarte en mi moto.
-Súper – respondió.
-Bueno…nos vemos – me despedí girándome para comenzar a caminar hacia el súper.
-Ji – Escuche que me llamaba haciendo que me detuviera en seco.
-¿Si? – Atendí - ¿Qué sucede?
-Tu…y yo…somos amigos… ¿cierto? – dijo haciéndome tragar grueso.
Amigos.
Sí, eso era lo que éramos. No había nada, además de una simple mentira, la cual creo que he alimentado mucho y como dice Min Yoon, en algún momento me la he repetido tanto que comencé a creérmela.
-Claro que sí – respondí con una sonrisa fingida, aunque la más real que pude dedicarle – Siem-Siempre – dije con dificultad porque esa palabra abarcaba tanto tiempo que dolió al pasar por mi garganta - ¿Por qué…preguntas?
-No es nada, no me prestes atención – dijo comenzando a retroceder – Te veo a las 4.
-Si – respondí – Hasta…las 4 entonces.
Él comenzó a avanzar y a subir por las escaleras hasta que lo perdí de vista y fue entonces que tomé una gran bocanada de aire y luego suspiré con resignación. Sí, con mucha resignación, eso era lo que tenía que hacer, resignarme y entender que entre nosotros, solamente hay lugar para la amistad.
-Amigos – repetí mientras mordía mi labio inferior para que dejara de hormiguear - ¿Por qué eso ahora me suena tan mal?
CONTINUARA