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V.I.P por Lady Wifi

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Notas del capitulo:

Holaaaa.

Esta vez subi capitulo doble, asi que antes de leer este vayan a leer el 17 primero.

Disculpen cualquier error ortografico

PD: En este capitulo hice referencia a la cancion "Serendipity" de Jimin de BTS traducida/adaptada al español la cual no me pertenece.

A leerrrrr

 

Amor

 

Pov Joon Hyun

 

No pude dormir ni siquiera un minuto porque en vez de ir con Morfeo, mi cerebro decidió estúpidamente quedarse pensando en las estupideces que había sembrado el desgraciado ese en él, empezando por esas “diferencias obvias” que habían entre Ji Ho y yo y que no había notado…hasta ahora.

 

Estaba tan acostumbrado a tratar con el chico simple que toca la guitarra en su balcón, tiene un lindo deportivo y odia el kiwi, que olvidé por completo que también es un idol famoso detrás del cual va medio mundo entre ese mundo otras famosas y famosos claro está.

 

¿Y que tenía yo contra eso?

 

La verdad es que nada, porque…solo soy un chico común, de hecho debo decir que el chico más común y simple que se puedan imaginar, tanto que incluso empiezo a preguntarme cómo es que pude agradarle como más que amigo siendo solo…yo.

 

-Estúpido…estúpido…y mil veces estúpido – dije pensando en que ojala y Hyun Su se enfermara del estómago y a la vez le diera gripe con estornudos o un terrible hipo.

 

No tenía casi nada de apetito, así que desayune algo tan simple como unas galletas saladas y café, y después de eso solo me deje caer en el sillón de la sala mientras revisaba mi móvil con mi autoestima arrastrándose por el suelo. Definitivamente no era así como esperaba tener mi “día libre”

 

Decidí enviarle otro millón de mensajes de texto a mi hermano, al cual no le veo la cara desde anoche cuando según él después de dejar a mis padres abajo, un amigo lo llamo para decirle que tenía un problema y el acudió a su llamado como si fuera Superman…y claro, aviso todo esto a las 4 de la mañana cuando ya me estaba planteando incluso llamar a la policía para reportarlo como desaparecido y todo, y nunca explico de que trataba ese problema así que me imaginaba cosas legales como buen fanático de CSI y mente criminal.

 

-“Jae Ha, quiero ver tu trasero aquí en menos de lo que pueda llamar a mamá y decirle que desapareciste sin decir nada” – fue el último mensaje que decidí mandarle.

 

Después de eso mire que tenía otro montón de mensajes sin leer, y esos mensajes eran nada menos que de…

 

Mensajes de “Ji Ho”

 

1.-Buenos días. ¿Qué tal tú día libre? – Definitivamente no como pensé que sería.

 

2.-Hey, estoy a punto de terminar de escribir serendipia, cuando lo haga te juro que serás el primero en escucharla – Eso es bueno porque de lo contrario te golpearía.

 

3.- ¿Joon Hyun? ¿Estás ahí? ( T – T ) – Estoy y a la vez no.

 

4.-No me hagas ir allá, te recuerdo que vivo justo en frenteLo sé, y lo único que quiero es que vengas y me abraces y me digas que todo estará bien.

 

Deje el teléfono de lado y cerré los ojos esperando que en algún momento Morfeo se apiadara de mí y me llevara con él aunque fueran 5 minutos, ya que el no dormir además de causarme un humor terrible, me quitaba por completo la energía, eso claro, junto a ese terrible sentimiento que había comenzado a oprimirme el corazón y que me hacía sentir…pesado y…simplemente mal.

 

No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que en realidad me dormí en algún momento producto del cansancio y que lo que me despertó fueron unas suaves caricias en mi mejilla, las cuales provenían de una mano grande pero a la vez suave, y por el simple perfume que despedían, podía deducir fácilmente de quien eran.

 

-El que se mete…a mi apartamento sin permiso – me quejé aunque en realidad esa queja era completamente fingida porque la verdad es que no me molestaba para nada.

 

-Yo…pedí permiso para entrar, lo juro – dijo él con una sonrisa – Incluso toqué.

 

-Seguro que sí – dije incorporándome un poco somnoliento en mi sitio - ¿Hace cuánto que llegaste?

 

-Umm…hace como una hora – respondió.

 

-¿Una hora? – Repetí - ¿Qué hora es? ¿cuánto tiempo me dormí?

 

-No sabría decirte, cuando llegué ya babeabas en el sillón – bromeo.

 

-Ja-Ja-Ja – reí sin gracia – Muy gracioso. De cualquier manera no creas que me olvidé de que entraste sin mi permiso, eso es allanamiento de morada.

 

-No hubiese hecho eso si alguien respondiera mis mensajes o mis llamadas en vez de ignorarme – se quejó.

 

-Yo no te…no te ignoré.

 

-Me dejaste en visto – se quejó.

 

-Bueno, tal vez…los…leí…mientras…me estaba quedando dormido…y por eso no respondí – mentí.

 

-Vale, te doy crédito solo porque estás mintiendo un poco mejor – comentó él.

 

-No estoy mintiendo, enserio fue así.

 

-¿Y qué me dices de porque no has comido nada en todo el día? – preguntó causándome cierta impresión

 

-Te digo que… ¿cómo rayos sabes eso?

 

-Simple, dejaste la taza de café con los envoltorios de las galletas que te comiste adentro y ya para la hora del almuerzo yo estaba aquí, así que deduzco que no desayunaste, y tampoco has almorzado.

 

-Vaya…alguien me copia perfectamente lo de atar cabos sueltos – dije divertido – Te felicito.

 

-Gracias – respondió – Yo siempre tratando de impresionarte – Comento haciéndome reír aunque esa sonrisa desapareció casi automáticamente de mi rostro.

 

-Joon Hyun – me llamó Ji Ho.

 

-¿Si? – atendí.

 

-¿Qué está mal? – preguntó colocándome nervioso de inmediato. Enserio nuestra extraña conexión mental comenzaba a preocuparme seriamente - ¿Qué pasa?

 

-¿Qué pasa…de qué? – dije haciéndome el desentendido.

 

-No lo sé, tú dímelo – insistió.

 

-No es…no es nada – respondí bajando la mirada – Todo va…bien.

 

-¿Estás seguro?

 

-Si…seguro – dije intentando fingir una sonrisa – Abrázame ¿quieres? – pedí de manera impulsiva.

 

Creí que preguntaría porque estaba pidiendo eso, o que quizás bromearía diciéndome que iba a nevar en el desierto, pero sorpresivamente no lo hizo, sino que simplemente se limitó a estrecharme entre sus brazos, dándome ese cálido abrazo que necesitaba para reconfortarme.

 

Hundí mi cabeza en el hueco de su cuello, aspiré su aroma, y todas mis dudas se disiparon de inmediato. Lo quería, claro que si lo hacía y mucho, tanto, que incluso pudo desaparecer sin problemas todas las incertidumbres que tenía, reemplazándolas por un sentimiento de seguridad que hacía que quisiera quedarme ahí abrazándole para siempre y nada más.

 

-Oye – dijo llamando mi atención logrando que me separara para poder mirarlo – Sea…lo que sea que pase… - comenzó a decir sujetando mi rostro con ambas manos – Todo estará bien.

 

-¿Lo prometes?

 

-Lo prometo – dijo uniendo nuestras frentes.

 

En ese momento no quería otra cosa que no fueran, sus labios sobre los míos, así que cerré los ojos y comencé a sentir como la distancia que había entre nosotros se acortaba más cada segundo.

 

-¡Ya volví! – Escuche la voz de Jae Ha que nos hizo dar un respingo a ambos y por supuesto separarnos -  Uy… ¿interrumpí?

 

-Te odio – fue lo que respondí fulminándolo con la mirada – Enserio…acabas de ganarte la maestría en ser…inoportuno – me quejé - ¡¿Dónde rayos estabas?! Me tenías preocupado.

 

-Te dije dónde estaba – alegó él.

 

-No, no lo hiciste, dijiste que un amigo tuyo tuvo un problema y fuiste a ayudarle, eso no me dice nada…y enviaste eso a las 4 de la mañana.

 

-Si bueno…me dormí en casa de mi amigo, tuvo una…ya sabes, crisis de…nervios – comentó haciendo que levantará una ceja- El punto es que ya está un poco mejor, pero…de cualquier manera prefiero asegurarme de que realmente lo esté así que…me quedaré haciéndole compañía hasta más tarde así que…me daré una ducha, y luego me voy…por si ya saben…quieren seguir en lo suyo y quieren espacio…yo…no estorbaré lo juro – dijo antes de desaparecer por la puerta del baño.

 

-Es peor mintiendo que yo – comenté.

 

-Al menos el suena convincente – dijo Ji Ho haciendo que lo pusiera lo ojos en blanco - ¡¿Qué?! Es actor, debe ser convincente.

 

-Claro.

 

-Ven, almorcemos – propuso  Ji Ho guiándome hacia la cocina.

 

-Ok, mi respuesta es sí – respondí con sarcasmo – ¡Oye…hiciste comida coreana! – Exclamé al ver varias cosas cubiertas con plástico encima del mesón de la cocina - ¿Cuándo hiciste todo esto?

 

-Bueno…tenía que entretenerme con algo mientras dormías.

 

-¿Y luego decidiste ir a acariciarme para que despertara? – dije mientras tomaba un bocado de comida.

 

-Pensé en besarte lo admito, luces lindo mientras duermes – comentó sonriendo como si nada – Pero tal vez me golpearías.

 

-Ohh pero claro que lo haría – admití – Luego podría devolverte el beso, pero seamos realistas primero te golpearía.

 

-Lo sé, no tienes ni que decirlo.

 

-Calla y come esto – dije dándole de comer en la boca.

 

-Umm…está bueno – comentó – No es porque yo lo hice.

 

-Claro, claro.

 

Jae Ha tal y como dijo que haría tomo una ducha y se fue casi de inmediato, y Ji Ho y yo, nos quedamos en el sillón hablando de cualquier tipo de tonterías mientras disfrutábamos de la compañía del otro entre risas, bromas y mimos. Por alguna razón el tiempo que paso con él se me hace tan corto aunque sean muchas horas, y es que siempre lo paso tan bien, solo dios sabe lo mucho que me gusta que me acaricie el cabello y me bese en la frente o en las mejillas.

 

Ojala y el domingo, hubiese sido eternamente domingo, desgraciadamente el lunes llegó con toda su energía y con él la rutina de siempre, clases hasta medio día, almuerzo y luego más clases hasta las 4. Le pedí a Seo que me acompañara a almorzar porque quería su opinión respecto a, ya saben quién además de que enserio necesitaba desesperadamente desahogarme con alguien y evidentemente no le podía decir a Ji Ho por obvias razones, entre ellas porque sabía perfectamente que se molestaría mucho.

 

-Y entonces, después de decirme todo eso se fue y yo…ahh…he pensado algunas cosas.

 

-Joon Hyun…enserio…enserio…quiero golpearte – dijo colocando su puño frente a mí.

 

-¡Es que, seamos realistas Seo, es un idol, podría tener a cualquiera a sus pies con solo chasquear los dedos!

 

-Sí, y te quiere a ti – dijo con obviedad – Ni siquiera chasqueo los dedos para eso.

 

-Hablo enserio, solo mírame, no soy su…mejor opción. Puede encontrar algo mejor en cualquier esquina.

 

-Detesto cuando te refieres a ti mismo de ese modo, enserio que sí, y en este mismo instante iré con ese imbécil de Hyun Su y le diré sus verdades junto a un buen puñetazo – dijo haciendo un intento de levantarse.

 

-¡No, siéntate! – Lo detuve – Para eso se lo hubiese dicho directamente a Ji Ho.

 

-Ah, es que Ji Ho no sabe que ese inepto fue a tu casa a molestarte – comentó haciendo que yo me reprochara mentalmente por haberle dicho eso – Ahora mismo se lo diré – dijo tomando tu teléfono.

 

-¡Seo! – me quejé quitándole el teléfono en la mano.

 

-¡Es que no puedo creer que estés actuando así! – Me reclamó – No puedes dejarte influenciar por cualquier tontería que te dicen y menos si quien lo hace es ese desgraciado. Sí, Ji es famoso, tú lo sabes, siempre lo supiste y no tenías problema con eso, ¿cuál es la diferencia ahora? – preguntó.

 

-Si lo…pones así…nin-ninguna.

 

-¡Exacto! – Exclamó – Ninguna. Tú sigues siendo tú y él sigue siendo él, y a ti te gusta él siendo él, y a él le gustas tú siendo tú, así que quita todas esas ideas locas que se metieron en tu cabecita y solo…ignóralo y déjalo que se pudra en la envidia porque evidentemente se está muriendo de la envidia de ver que puedes ser feliz de hecho mucho más feliz que antes sin problemas y sobre todo…sin su horrible presencia.

 

Bueno en eso si tenía razón. Nada había cambiado entre Ji Ho y yo, de hecho las cosas iban cada vez mejor y Hyun Su claro que se estaba retorciendo de la rabia porque no pensaba ni pensaré jamás en volver con él de ninguna manera, además ahora era feliz, muy feliz, ¿qué había de malo con eso?

 

-Lo siento – me disculpé con Seo – Actué como un…estúpido, perdón.

 

-Cariño, está bien – dijo él – Estás enamorado, y cuando uno está enamorado pasan esas cosas, uno siento que hay que buscar fallas donde no las hay solo porque los cuentos de hadas no existen.

 

-La verdad es que sí…justo eso siento ahora – confesé – Siento que todo está perfecto y que en cualquier momento todo se derrumbará…y lloraré.

 

-Ay no seas tonto Joon Hyun – dijo cruzándose de brazos – Deja de pensar tanto las cosas y solo…disfrútalo, ¿quieres?

 

-Disfrutarlo – repetí – Creo que puedo hacer eso sin problemas.

 

Y eso fue exactamente lo que hice, disfrutar del chico que me gusta y del tiempo que podía pasar con él al máximo. Esa semana estuvimos hablando como tontos enamorados por videollamada hasta tarde mientras yo estudiaba y él trabajaba, incluso me quede a dormir un día en su apartamento y él en el mío aunque eso no era nuevo. Debo decir que ha sido la mejor semana de mi vida, he sido feliz y lo único que deseo es que las cosas vayan así de bien hoy, que por fin es sábado y por fin tendremos esa cita que he estado esperando con ansias desde el mismo día que se lo propuse. Hoy por fin pienso confesarle mis sentimientos y espero…enserio espero que me diga que siente lo mismo por mí, lo cual es probable pero…bueno…uno nunca sabe.

 

-Ohh por dios…creo que voy a vomitar – dije mientras terminaba de arreglarme el cabello en el espejo.

 

-No, no, no – dijo Seo – Respira…inhala profundo y luego exhala. Debes calmarte

 

-Pues sí pero es que hoy…hoy…voy a decirle que estoy jodidamente enamorado de él y esto podría tomar dos caminos evidentes, uno en donde todo se formalice y seamos novios de verdad, o que simplemente las cosas no se den como en las películas y diga que no porque…no lo sé, no quiere o tal vez no le gusto lo suficiente, no sé, solo no.

 

-Joon Hyun, enserio, estás mal si piensas que Ji Ho te diría que no – dijo Seo con seguridad – Te apuesto 100 grandes, o mejor dicho 1000 a que dirá que también te ama, y luego te besará desesperadamente y te llevara a un hotel para que lo hagan toda la noche y no te veré la cara hasta el lunes.

 

-¡Seo! – me quejé.

 

-¡¿Qué?! Es la verdad – respondió – ¿Saben cuánto tiempo llevo esperando que pase algo serio entre ustedes desde que me dijiste que fingieron ser novios? Solo diré, que quiero detalles de todo y detalles explícitos.

 

-Jajaja, si sabes contar, no cuentes con eso porque no pasará.

 

-Hablo de…detalles explícitos de la cita…no de lo demás.

 

-Conste que tú lo aclaraste no yo.

 

-Si claro, como no.

 

-¿Cómo me veo? – pregunté colocándome de pie mientras miraba en el espejo el atuendo que había escogido luego de rechazar las otras dos opciones, unos jeans negros ajustados, con algunas partes rotas, sobre todo las rodillas (apuesto a que eso le iba a causar gracia a Ji Ho), una sudadera negra de manga larga que me cubría incluso hasta la punta de los dedos y encima mi suéter favorito de todos, con capucha y manga corta, rosa pastel, con la frase “PRETTY BOY” impreso en el frente en un tono azul pastel con letra cursiva. Nada mal para ser algo informal tomando en cuenta que el resto de mis cosas son muy monocromáticas. Decidí no usar mis mocasines de siempre porque pues…siempre los utilizo así que, porque no unas converse negras para terminar el conjunto.

 

-Umm solo diré…que eres toda una conquista Joon Hyun - me halagó – Si no estuviera por casarme, te pediría que saliéramos.

 

-Pues…me veo bien y me…siento bien – comenté – Hasta yo saldría conmigo.

 

-Ven, para finalizar el atuendo un hilito para amarrarte y que no salgas volando con el ego que traes – comentó haciéndome reír.

 

Esta…es mi noche…o mejor dicho…nuestra noche.

 

Pov Ji Ho

 

¡Ohh dios…ohh dios…hoy es el día!

 

Hace tanto tiempo que no me sentía tan…ansioso, o nervioso por algo, que incluso me temblaban las piernas. Por primera vez en la vida, estuve más de una hora escogiendo que iba a ponerme, y tome probablemente la ducha más larga que he tenido jamás solo porque me quede imaginando en mi mente como sería todo.

 

-Estoy nervioso… ¡estoy nervioso! – dije dando saltitos frente al espejo.

 

-Por favor Ji, es solo una cita, ni siquiera te pones nervioso en los conciertos – comentó Min Yoon con obviedad.

 

-Lo sé…pero es que…es que… ¡ahh!...esto es importante para mí, nivel…“me pongo nervioso” – confesé - ¿Qué tal si…si me dice que no le gusto lo suficiente? ¿y si me…dice que quiere que…seamos…amigos…otra vez?

 

-¿Lo…golpeas tú o lo hago yo? – preguntó Yu Gyeom entrando a la habitación.

 

-Ahh…Ji – comenzó a decir Min Yoon - ¿No te parece que si no le gustaras lo suficiente no te habría invitado a salir en plan de pareja?

 

-Bueno…si…supongo.

 

-¡Entonces deja de pensar en tonterías! – Gritó – Quiero que vayas, y la pases bien junto al chico que te gusta y no pienses en otra cosa que no sea lo bien que lo pasan juntos.

 

-Eso haré – dije con una sonrisa tomando una bocanada de aire, listo para salir. Era ahora o nunca.

 

-¡Espera! – me detuvo Yu Gyeom cuando ya estaba por cruzar el umbral de la puerta.

 

-¿Qué? – pregunté fastidiado porque enserio que me había costado reunir fuerzas para salir – Si llevo los estúpidos condones, no tienes que decirme eso siempre que salgo.

 

-En realidad iba a desearte suerte, pero…es bueno saber lo otro – dijo con una sonrisa de picardía haciendo que yo pusiera los ojos en blanco y saliera del apartamento dando un portazo.

 

En vez de ir por las escaleras como casi siempre lo hacía, decidí usar el ascensor. Tenía que la impresión de que si hacía eso, tropezaría y me caería como tonto por el simple hecho de que mis piernas temblaban como gelatina.

 

Mientras iba hacia la planta baja, me mire en el espejo del ascensor una última vez. Mire la camiseta blanca con el logo de batman que decidí ponerme, la chaqueta de cuero negro, los jeans desgastados, tenis rojos porque…necesito siempre algo rojo conmigo, y para terminar el gorro de lana que ya estoy acostumbrado a usar siempre, enserio me estaba replanteando volver a ser castaño, con eso ya no tendría que preocuparme por llamar tanto la atención. Pensé que esa hora que había utilizado en decidir cómo vestirme había valido la pena, y me gustaba la idea de que fuera para ir al cine con Joon Hyun.

 

Fui por el auto, lo estacione frente a su complejo de apartamento y subí por él como siempre hago. Toque la puerta y Jae Ha la abrió antes de  ofrecerme un saludo de puño y avisarle a Joon Hyun que había llegado…a su manera claro.

 

-¡Joon Hyun, Romeo llegó! – Gritó - ¿Cómo te va cuñado?

 

-Pues…súper duper acá, ¿qué tal tú? – dije omitiendo la parte en la que estaba muerto de miedo.

 

-He estado mejor – dijo él – El que sí está muy bien es Joon Hyun, definitivamente nunca lo había visto tan feliz en la vida – comentó haciéndome reír - Ha estado todo el día arreglándose para su cita cantando e incluso bailo con una almohada…claro que si pregunta, yo jamás te dije eso.

 

-No tengo que preguntar porque escuche perfectamente, torpe – dijo Joon Hyun detrás de él dándole un puntapié en el filo de la pierna que hizo que Jae Ha se quejará – Trata de no hacer desastres mientras no estoy y no vayas a quemar la cocina si es que te da hambre ¿quieres?

 

-No te…preocupes, ya me pedí…una pizza, hamburguesas y…pollo frito – dijo él con dificultad mientras frotaba con su mano su adolorida pierna – Diviértanse…y protéjanse, no quiero sobrinos aun.

 

-¡Solo entra! – Exclamó con fuerza Joon Hyun empujándolo hacia adentro y cerrando la puerta – Dime que no soy el único al que le pasa esto, ¿por favor?

 

-No, también sufro de esas escenitas – comenté sonriendo – Aunque…no estoy seguro de lo de la almohada…

 

-¡Olvida eso! – se quejó.

 

-Ok, ok…no hablemos del vals de la almohada – dije divertido haciéndolo poner los ojos en blanco – Hablemos de…lo bien que te vez hoy – comenté tomando su mano haciéndole dar una vuelta – Me gusta cómo te queda el rosa pastel…PRETTY BOY - cité la frase de su suéter.

 

-Yo podría decir lo mismo, el cuero te sienta bien – dijo él acariciando mi chaqueta - ¿Si yo soy pretty boy, tu eres…BAD BOY?

 

-No, soy…Batman – respondí haciéndolo reír y contagiándome con su risa - ¡¿Qué?! Mira, tengo el logo y todo.

 

-Solo vamos – propuso tomando mi mano comenzando a caminar hacia el ascensor.

 

-No me digas que prefieres a Iron Man.

 

-Pues...en realidad sí.

 

-Qué bien porque también yo – confesé haciendo que me dedicara una mirada divertida de confusión - ¿Qué? Es que su traje es rojo, todo lo que es rojo me gusta.

 

-¿Si el kiwi fuera rojo te gustaría?

 

-Ehhh…………no.

 

Fuimos al cine como se supone que haríamos y escogimos la película al azar debido a que ninguno de los dos se tomó el tiempo de revisar la cartelera con anticipación. Si, ambos estábamos tan ansiosos que ni siquiera nos molestamos en revisar que películas estaban, así que lo dejamos a la suerte y tan solo compramos un par de entradas, y nos metimos en la sala, con una bandeja llena de palomitas, refresco de uva y otros dulces varios.

 

La verdad es que a pesar de eso, estuvo muy buena, fue muy divertida y comimos de todo un poco, además de que bromeamos y nos reímos un montón.

 

-Oye – musité en el tono más bajo que pude - ¿No crees que podríamos haber visto la película en casa?

 

-¿Por qué? – preguntó él en el mismo tono que yo.

 

-Bueno…es más cómodo y…podríamos lograr fácilmente el efecto cine, comer lo que sea y ver a la película, acostados uno al lado del otro con los pies cruzados sin que nadie te lance palomitas encima sin querer o te pise los pies mientras busca su asiento.

 

-Para la próxima será – dijo él divertido recordando probablemente la cara que puse cuando la mitad de la caja de palomitas de esa joven terminó sobre mí.

 

-Pero piénsalo…si…subimos la potencia del aire acondicionado, cerramos las cortinas, subimos todo el volumen de mi pantalla plana…eso hace el efecto cine, ¿o no? – Pregunté – Tiene muchas ventajas, ¿quieres oírlas?

 

-Ji Ho…no me hagas reír ahora, por favor – se quejó.

 

-Le puedes poner pausa a la película cuando quieras para ir a hacer pipí – comenté sacándole una carcajada bastante sonora.

 

-¡SHHHHHHH! – siseo toda la sala.

 

-Y te…puedes reír en voz alta sin que nadie te reclame – añadí ganándome un golpe en el brazo.

 

La parte que más disfrute, fue cuando le robe un beso a Joon Hyun y este se sonrojo hasta más no poder, parecía un bombillito en la oscuridad, luego le agradecería a Min Yoon por la idea.

 

-¿Te gusto la película? – pregunté cuándo salimos de la sala de cine.

 

-Pues sí, aunque si cierta persona, se hubiese dedicado a verla en vez de hacer bromas y otras cosas – se quejó él - ¿Qué me dices tú?

 

-Más o menos – respondí – No recuerdo nada después de que te besé porque estaba ocupado mirándote a ti – dije ganándome un golpe en el brazo - ¡Auch! ¿Eso porque fue?

 

-Por…hacerme avergonzar – respondió – Además…eres un pervertido…solo a ti se te ocurre besarme en plena película, con…con todo el mundo ahí…mirando.

 

-Nadie nos vio, además estaba oscuro, el ruido de la película hace que no se escuche nada, la pareja de al lado también lo estaba haciendo y tú no opusiste mucha resistencia que digamos.

 

-Como si eso hubiese funcionado – dijo él – Por cierto, ¿A dónde estamos yendo?

 

-No lo sé, pero ya que lo mencionas, ¿qué te parece hacía allá? – respondí señalando la pequeña puerta llena de luces intermitentes de colores con el logo de “SPEED GAME” que había justo frente a nosotros – Tengo unas cuantas monedas que quiero gastar.

 

-¿Estás seguro de que quieres ir ahí? – Preguntó – No es por nada pero…las maquinitas eran mi cosa favorita cuando era niño.

 

-¡Que coincidencia! – Exclamé – También la mía.

 

Ambos entramos al lugar y he de decir que fue incluso mejor que la película. Debo reconocer que Joon Hyun tenía mucha habilidad para los juegos, aunque ¿qué era lo que él no hacía bien?

 

-¡Ja! Gané – celebró dando saltitos lanzándose a mis brazos - ¿A que si soy bueno?

 

-Aún no he conocido la primera cosa en la que seas malo – dije con sinceridad.

 

-Soy malo cantando – comentó – Mientras introducía más monedas a la máquina.

 

-Claro que no – intervine de inmediato – Solo tú mismo crees que eres malo cantando, a mi parecer eso no es cierto.

 

-A tu parecer, todo lo que yo hago está bien, y aunque no lo esté tú no me lo dirías, o lo harías bonito porque…porque me quieres.

 

-Oye……excelente observación – dije haciéndolo reír – Y no lo voy a negar pero ni un poquito – comenté preparándome para iniciar una nueva partida, aunque sentí sus brazos cruzarse sobre mi abdomen, y su tibio pecho sobre mi espalda y…todo desapareció, no existía otra cosa más que eso. ¿Cómo algo tan simple podía hacerme tan feliz? Definitivamente si esto no es estar perdidamente enamorado, no sé qué lo sea - ¡¿Qué?! ¡Noooo! – me quejé cuando reaccioné al escuchar el ruidoso GAME OVER en la pantalla apenas segundos antes de que el juego comenzara.

 

-Jajajajajajaja, ni siquiera jugaste – dijo divertido sin moverse de su posición.

 

-Claro que no lo hice porque alguien me distrajo.

 

-Ahh, ¿quién habrá sido? – Comentó haciéndose el desentendido con una expresión que me hizo reír – Que cruel.

 

-No puedo con tu manía de hacerme trampa Joon Hyun – Dije tomando sus manos de encima de mi abdomen solo para entrelazar las mías con ellas y acercarlo todavía más a mí. Aquella cercanía parecía gustarnos a ambos porque él la había iniciado sorpresivamente y yo no pretendía deshacerla – Esto no cuenta, quiero que lo sepas.

 

-Ji – me llamó.

 

-¿Qué?

 

-¿De verdad vamos a tener…esa conversación pendiente hoy? – preguntó haciéndome notar por su tono que estaba avergonzado.

 

-Si – respondí con seguridad – Pero no aquí, tiene que ser en un lugar tranquilo donde podamos hablar…solos tú y yo – comenté con obviedad por los gritos y las risas que inundaban el lugar además de los soniditos de arcade que iban y venían por todos lados – ¿Porque? ¿no quieres? – me anime a preguntar aunque un tanto nervioso de lo que pudiera responder.

 

-Si quiero – respondió quitándome un peso de encima – Pero…es que yo…me da…me da miedo echarlo a perder – confesó haciéndome sentir un escalofrío por todo el cuerpo. Definitivamente él y yo estábamos de alguna manera conectados.

 

-Sabes – dije girándome para mirarle de frente sujetándole luego el rostro con delicadeza – Yo me siento exactamente igual, pero…confío ciegamente en que pase lo que pase…esto no puede echarse a perder – comenté con una amplia sonrisa, una con la que intentaba transmitirle que todo estaría bien, se dijera, lo que se dijera.

 

-Bien…entonces…hay que ir – comentó con una sonrisa también.

 

-Ese es mi chico – vociferé – Y tengo el lugar perfecto en mente

 

Pov Joon Hyun

 

Después de que terminamos de jugar en las maquinas, fuimos al auto y Ji comenzó a conducir sin decirme hacia dónde íbamos. Lo único que sabía era que sería el lugar en el cual hablaríamos sobre…nosotros, y eso me hacía temblar las piernas.

 

Estuvimos un rato en la carretera hasta que llegamos a un sitio que la verdad no conocía. Los negocios cerrados se me hacían desconocidos, los edificios de alrededor también se me hacían desconocidos,  incluso el camino, el cual pasaba del asfalto a ser empedrado, se me hacía muy inusual. ¿En dónde rayos estábamos?

 

Ji condujo hasta girar hacia una caseta en la cual un hombre con uniforme y gorra pareció reconocerlo y sonrió haciendo una reverencia, indicándole que fuese a un sitio en específico, el cual luego comprendí cuando vi otros autos que sería como una especie de estacionamiento.

 

-Ji, ¿dónde estamos? – me animé a preguntarle una vez que el auto estuvo en un lugar y bajamos de él.

 

-¿Dónde crees tú que estamos? – devolvió la pregunta.

 

-Pues…la verdad es que…no tengo ni la menor idea – respondí con sinceridad – Todo esto se me hace, muy…muy desconocido.

 

-Cierra los ojos – pidió de pronto haciendo que yo le dedicara una mirada de confusión – Vamos…confía en mí - comentó sujetando mi mano.

 

Yo obedecí y cerré los ojos tal y como él me pidió.

 

-Ahora no respires como siempre, respira profundo…y escucha – dijo haciendo que yo estuviese a punto de reclamarle porque…no sabía que intentaba que sucediera, ¿acaso era que me relajara? ¿qué era lo que quería que escuchara si el lugar estaba particularmente en silencio con excepción de los grillos y la brisa? – Si escuchas bien…sabrás en donde estamos.

 

Comencé a respirar profundo y a escuchar lo que se supone que había detrás de los grillos y la brisa fresca que me golpeaba el rostro cada minuto. Debo decir que mi nariz comenzó a irritarse por alguna razón la cual quise pensar que era aire frio, y estaba a punto de decir que no escuchaba nada en realidad, cuando de pronto note que enserio había algo bastante particular que oír.

 

Era un sonido lejano, bastante al fondo, que mis oídos no captaban porque estaban aturdidos por el canto de los grillos, el cual era bastante alto, y además por la brisa. Si era la brisa la que más lo camuflaba.

 

Eso sonaba como si fuera…

 

-¿Olas? – dije inseguro de que fuera realmente eso pero es que si mis oídos no me engañaban eso era como un oleaje rompiendo contra las rocas.

 

-Eso – confirmó sujetándome con más fuerza la mano, comenzando a caminar en dirección de una especie de umbral empedrado que parecía ser el inicio de una urbanización privada o algo así.

 

Pero tal fue mi sorpresa cuando al cruzarlo, no había calles, ni autos, ni nada de eso. Por el contrario, el camino empedrado terminaba dándole paso a una enorme cantidad de arena blanca que cubría el piso, surcada de vez en cuando por algunas palmeras y que al final terminaba con un extenso mar azul adornado por nada menos que la luna que parecía estarse sumergiendo en él.

 

-Tiene que ser…una broma – pensé en voz alta admirando el paisaje y escuchando las olas con mucha más claridad que antes - ¡Una playa! – Exclamé con emoción – No puedo creerlo, no venía a una desde niño.

 

-Pues créelo porque así es – dijo agachándose en su sitio – No sé tú pero yo me voy a quitar los zapatos porque me gusta sentir la arena en los pies, además debemos caminar hasta llegar a dónde vamos.

 

-¿Qué? – Dije confundido - ¿No es la playa a dónde vamos?

 

-Sí…pero no – respondió dejándome aún más confundido – El lugar al que vamos…está en la playa.

 

-Ohh…entiendo.

 

-Entonces… ¿listo para una caminata…romántica…por la playa de noche? – preguntó ofreciéndome su mano de nuevo la cual no dude ni un segundo en tomar.

 

-Por supuesto que sí – respondí ya con los zapatos en la mano listo para adentrarme en la arena.

 

Caminamos un rato más sin decir nada, hasta que por fin fui yo quien se animó a decir algo recordando que a él no le agradaban mucho los silencios incómodos.

 

-Sabes, tengo que felicitarte – comencé a decir – Eres…verdaderamente un experto…en…paisajes hermosos.

 

-¿Enserio? – Preguntó incrédulo – Pues gracias. La verdad es que tenemos muchos gustos en común, eso me hace pensar que todos los lugares que a mí me gustan te gustan también a ti, como este por ejemplo, que es uno de mis favoritos.

 

-Es hermoso – comenté – Y me encanta. Incluso me dan ganas de lanzarme al mar…si supiera nadar.

 

-¡¿Qué?! No juegues, ¿enserio no sabes nadar?

 

-Bueno…la verdad no, pero…supongo que puedo intentarlo si la situación lo requiere, ya sabes…instinto de supervivencia.

 

-Te enseñaré a nadar – propuso de pronto con las manos en la cintura.

 

-¿A-Ahora? – pregunté casi nervioso por aquello mirando hacia el inmenso mar.

 

-Claro que no – aclaró - ¿Quieres que nos dé una hipotermia mortal?

 

-Pues tú no especificaste cuando – reclamé haciéndome puchero – Además…a todas estas, aun no me dices a donde vamos exactamente.

 

-Ya vamos a llegar – informó – Es un lugar que me prestó Min Yoon para traerte hoy.

 

-¿Ahh si?

 

-Si – afirmó – Y esta justo por allá – dijo señalando hacia el frente en donde a lo lejos se podía ver una caseta de madera, completamente a oscuras, en medio de la arena blanca y rodeada de palmeras.

 

Apresuramos el paso hasta que por fin estuvimos frente a ella, la cual de cerca, era mucho más grande de lo que parecía.

 

-Dame un minuto, hay que darle vida primero.

 

-¿Vida? – repetí un poco confundido.

 

Ji se adentró en la oscura casa dejándome en la entrada pensando a que se refería con que había que darle vida. Claro que esa pregunta fue completamente respondida cuando de la nada, se ilumino por completo como si fuese un árbol de navidad en diciembre, haciendo incluso que retrocediera de la impresión.

 

Tenía pequeños bombillitos en los bordes del techo, en las ventanas e incluso en la puerta, y gracias a la luz podía verse mucho mejor el acogedor interior, el cual lucia bastante bonito. Aun así, espere la seña de Ji Ho desde adentro para poder adentrarme en ella.

 

Empuje la puerta de madera encontrándome con una gran alfombra afelpada en la entrada. Tenía sillones blancos por todos lados y más luces brillantes en las esquinas. Las paredes estaban decoradas con muchas conchas de mar, e incluso había una especie de chimenea, y del otro lado incluso tenía un balcón, con sillas de extensión para tomar el sol.

 

En general el lugar era bastante bonito, una cálida y muy brillante casa en la playa, llena de colores pastel y blanco, muy del estilo de Min Yoon.

 

-¿Y? – Preguntó Ji saliendo de la nada - ¿Qué opinas? ¿Te gusta?

 

-La verdad es que es súper brillante, pero me gusta mucho – dije con sinceridad – Y tiene vista al mar, ¿sabes que mi sueño es tener una casa de dos pisos con vista al mar?

 

-No, pero…es bueno saberlo – comentó él yendo hacia lo que parecía ser la cocina – A ver… ¿qué tenemos aquí para comer? – pensó en voz alta revisando el refrigerador.

 

-¿Es enserio Ji Ho? – Comencé a decir - ¿Tienes hambre aun? ¿acaso tu estomago es un pozo sin fondo?

 

-Umm…yo prefiero llamarlo…agujero negro – respondió con varias cosas en la mano, en su mayoría frutas – No es mi culpa, es por el baile. Las practicas te quitan mucha energía y sudas mucho, así que tienes que reponerlo, antes no comía tanto, lo juro.

 

-¿Todos los días tienes…prácticas de baile? – pregunté.

 

-Si claro porque estamos pre-gira – respondió mientras cortaba una manzana en trozos más pequeños – Todos los días, practicamos todas las coreografías y también cantamos mientras lo hacemos, ya sabes, como cuando estamos dando un concierto.

 

-Eso suena…agotador – comenté.

 

-No tanto, es lo que hacemos siempre. ¿Te gustaría irnos a ver algún día?

 

-¿Y eso se puede?

 

-Claro – dijo con tranquilidad – Además, no serías el único, los aprendices siempre van a ver nuestras prácticas. Tu solo dime que día puedes y yo te llevo conmigo.

 

-Eso sería…genial – dije con sinceridad – Eso me recuerda cuando me dijiste que tenías dos pies izquierdos y era mentira.

 

-¿Qué? – Replicó en un tono gracioso – No era mentira, es verdad.

 

-Eso no fue lo que yo vi en la fiesta de halloween – dije recordando como lo había visto bailando y cantando junto a Min Yoon y Yu Gyeom en el escenario – Lucías como todo un experto en el baile.

 

-Ahora – aclaró – Pero no siempre ha sido así, eso es por puro esfuerzo y práctica, antes no lo hacía de esa manera.  Si no me crees, pregúntale a Yu Gyeom, como bailaba antes de que VIP fuera…VIP, y te dirá que era un desastre.

 

-Creo que es parecido a como yo era cuando comencé a estudiar literatura – dije recordando a mi yo de hace 4 años atrás – Tenía tantos errores ortográficos que mis hojas de trabajo estaban llenas de círculos por todos lados.

 

-Apuesto que eso no sucede ahora.

 

-De hecho no. Soy el mejor en ortografía, mis problemas ahora son otros, por ejemplo inspiración.

 

-Ohh…esta es la parte en la que dices: Si alguien se dignara a salir al balcón a tocar – comentó en un tono divertido.

 

-Menos mal que ya sabías que iba a decir eso.

 

-Si mal no recuerdo, debe haber una guitarra por aquí en alguna parte. Si la encuentro tocaré algo para ti – propuso haciéndome sonreír.

 

-¿Lo que yo quiera? – pregunté.

 

-Claro – afirmó él – Pero primero…comemos – dijo refiriéndose al plato de frutas que tenía listo para comer justo en frente – Ahh y también tenemos bebida – comentó acercándose al refrigerador por una jarra de jugo - ¡Ta-Da!

 

-¿Jugo de piña?

 

-No – dijo él – Esto es como…una piña colada…sin alcohol y sin sombrillita encima.

 

-Ósea…jugo de piña – repetí intentando no reír.

 

-Ok sí, es jugo de piña – admitió comenzando a reír causando que yo hiciera lo mismo – Vayamos a sentarnos.

 

Ambos nos sentamos en las pequeñas escaleras de la entrada. Desde ahí se podía ver perfectamente el cielo estrellado y también las olas del mar. Comimos frutas y tomamos jugo mientras hablábamos de cualquier tipo de cosas.

 

-Sabes, a veces siento que nos hicimos automáticamente amigos y nos conocemos mucho pero a la vez poco – comenté.

 

-Esto me suena…al juego de las preguntas y las respuestas – dijo él entendiendo perfectamente mi indirecta – Tú empiezas.

 

-Haber…dime alguna cosa vergonzosa que te haya pasado en la vida.

 

-Bueno…han sido muchas, sobreentiende que soy yo y que…bueno…soy yo – dijo haciéndome soltar una carcajada. Tenía razón, él a veces actuaba sinceramente como un niño grande.

 

-La primera que se te venga a la cabeza entonces – aclaré.

 

-A ver – repitió – Bueno…una vez se me rompió el pantalón en plena práctica de baile – dijo haciendo que en mi boca de hiciera una “o” – Fue cuando era aprendiz, como siempre, la puntualidad no es lo mío, iba tarde, me vestí con lo primero que encontré, unos jeans demasiado ajustados y viejos por cierto, y bueno intente agacharme para hacer un paso y se rompieron, lo peor es que llevaba puesta mi ropa interior de kumamon y todo el mundo vio eso – Ante eso comencé a reír con fuerza sin poder evitarlo – Si, mal día para no escoger bien la ropa interior,

 

-¿Te…te gusta kumamon? – indagué.

 

-La verdad…si, pero shhh, no mucha gente sabe eso – confirmó – Es tu turno – dijo de pronto cortando mi intención de reírme - ¿Qué cosa vergonzosa me vas a decir tú?

 

-Bueno…cuando era pequeño…una vez me vestí de niña para ir a la tienda y comprar una muñeca para mi mejor amiga de ese entonces – dije cubriéndome la cara con las manos – Jae Ha aun me molesta con eso.

 

-Pero… ¿por qué hiciste eso solo para ir a la tienda a…?

 

-¡Creí que solo se le vendían muñecas a las niñas! – me quejé.

 

-Jajajajajajajajaja – rió él con fuerza - ¿Por qué…porque creíste…eso? – preguntó con mucha dificultad debido a la risa.

 

-Puedes reír, hasta a mí me da risa, que te puedo decir, tenía 7 años, no tenía mucho sentido común ni lógica en ese entonces.

 

-De hecho sí, aplicabas la lógica, pero…no de la manera correcta. Haber…es mi turno de proponer una pregunta, a menos que quieras hacerme trampas claro – dijo haciendo que colocara los ojos en blanco – Umm…algo extraño…que te haya pasado.

 

-Algo extraño – repetí – Bueno…una noche estaba en mi balcón…y el chico pelirrojo que vivía en frente, levanto una hoja con su número de teléfono y me hizo escribirle. Ni siquiera lo conocía.

 

Él ante esto enarco las cejas y esbozo una sonrisa, no esperaba que dijera eso pero él dijo raro y eso…había sido la cosa más rara que me había pasado nunca, pero sin duda ahora que ese mismo chico estaba ahí, frente a mí sonriéndome, creo que sin duda ha sido no la más extraña sino la mejor de todas.

 

-¿Enserio? – Dijo haciéndose el desentendido - ¿Hizo eso? Que atrevido.

 

-Sí, él no tiene nada de vergüenza y es un atrevido de lo peor y un pervertido también – comenté divertido – Y por cierto, es su turno de hablar.

 

-Ohh…justo yo iba a decir, que una vez, salí al balcón y vi al lindo chico de enfrente, que siempre salía a escucharme tocar, llorando justo frente a mí – comenzó a decir haciéndome ladear la cabeza – Lo había visto otras veces, con algún libro o cuando iba gateando hasta la silla en la cual se hundía, creo que para que yo no lo notara, aunque no tenía nada de éxito, y él siempre lucía feliz y cantaba con mi música. Pero…esta vez era lo contrario, él lloraba, y lloraba con mucho sentimiento, tanto que incluso creo que sentí su tristeza en mi propio corazón, y…no sé por qué razón pero…por un momento quise estar ahí – dijo en un tono suave acariciando mi mejilla - Junto a él…limpiar sus lágrimas y decirle que…todo estaría bien, y que se veía más lindo cuando sonreía. Así que le di mi número de teléfono y…enserio creí que me tildaría de loco o que llamaría a la policía o algo así, ¿pero qué crees?

 

-¿Qué?

 

-Si me escribió – canturreo antes de sonreír contagiándome, juntando su frente con la mía - Ven – dijo levantándose y ofreciéndome su mano – Quiero mostrarte algo cool.

 

-¿Qué cosa? – pregunté curioso.

 

-Solo ven – insistió halando mi brazo para ayudar a levantarme.

 

Una vez que estuve de pie, lo seguí hasta que llegamos hasta una puerta, que en realidad no era una puerta, era más bien un umbral con una cortina hecha de caracolas y cuentas brillantes. Detrás de ella estaba un dormitorio, con una gran cama en el centro, un closet, lámparas, incluso había un peluche con forma de delfín encima de la cama.

 

-Antes de que malinterpretes todo… - comenzó a decir Ji Ho – Mira esto – dijo posando su mano encima de lo que parecía ser el apagador de la luz y de inmediato el lugar quedó a oscuras, pero…no completamente sino que en el techo, se reflejaron miles de estrellas luminosas que hicieron que mi boca se entreabriera por lo hermoso que se veía. Era como si hubiesen tomado un trozo del cielo de afuera y lo hubiesen colocado ahí adentro, algo impresionante.

 

-Vaya – fue lo que pude decir – Es…si el techo se pierde, quiero que sepas que he sido yo – comenté haciéndolo reír.

 

-Lo tendré en cuenta – fue su respuesta – Ohh y mira eso – comentó mientras se adentraba más en la habitación, específicamente hacia el closet, al lado del cual estaba nada menos que la guitarra que había mencionado antes – Aquí estaba. ¿Vez? te dije que había una aquí.

 

-Súper Duper – dije yo – Me pondré cómodo para mi concierto privado – dije sentándome en la orilla de la cama.

 

-¿Y? – Preguntó rasgando con sus dedos las cuerdas de una sola vez - ¿Qué te gustaría escuchar?

 

-Quiero que me toques serendipia – dije con firmeza.

 

-Joon Hyun – me nombró en tono de reproche - ¿Qué te dije de esa canción?

 

-Que cuando la terminaras me la tocarías a mi primero – cite sus palabras - Pero es que quiero un adelanto o mejor dicho, lo necesito. He estado días pensando en cómo sonará desde que dijiste que no podías decirme la letra.

 

-Aishh – se quejó – Bien – accedió - Pero…solo un pedazo pequeño y nada más.

 

-¡Siii! – celebré.

 

-“Nada de esto es coincidencia” – comenzó a cantar – “Solo-solo…puedo sentir que, el mundo ahora es diferente, solo-solo…por ti, porque…Cuando me llamaste tú, yo me convertí en tu flor, yo lo estaba esperando, florecer hasta el dolor…No es la culpa del universo, solo tenía que pasar…lo sabemos…tú eres yo, yo soy tú” – finalizo lo que parecía ser una estrofa deteniendo al final el sonido de las cuerdas con su palma abierta.

 

Una vez que dejo de cantar, por alguna razón que desconocía, mi corazón dio un latido tan fuerte, que…incluso me dolió el pecho por eso.

 

Lo había escuchado cantar muchas veces antes, miles de canciones y con letras completamente diferentes. Pero jamás…jamás…le había escuchado cantar algo tan…hermoso y lleno de sentimiento como esta canción, aunque tal vez percibía eso porque era precisamente para mí.

 

Sí…algo me decía desde el fondo de mi corazón, que la razón por la cual no quería cantármela era porque…era para mí.

 

-Y más o menos así va – dijo con una sonrisa sacándome de mis pensamientos – Como dije no está terminada. Te la habría cantado completa, pero…como alguien es impaciente y no me dejo terminarla primero…pues…

 

-Puedo… ¿puedo decir algo fuera de lugar? – dije sin poder reprimir el impulso de peguntarle.

 

-Haber…sorpréndeme.

 

-Esa canción… - intente decir, aunque luego me decidí por algo menos…directo – Suena como…una canción de amor.

 

-Buena observación – dijo el apoyando su rostro en la palma de su mano – Si, también creo que es una canción de amor.

 

-Estás… ¿estás enamorado Ji Ho? – me atreví a preguntar, causando unos minutos de silencio de su parte que se me hicieron eternos, sobre todo porque no despegaba su mirada de la mía.

 

-Si – afirmó haciendo que tuviese que tragar saliva – Estoy enamorado Joon Hyun, y… - comenzó a decir haciendo la pausa más larga de todas las pausas al hablar que se puedan imaginar - Estoy enamorado…de ti – confeso haciendo que mi corazón se detuviera y mis pulmones se olvidaran de cómo respirar.

 

-¿Ahh…si? – fue lo que pude decir.

 

-Ahh si – dijo con una amplia sonrisa como si no acabara de decirme que está enamorado nada menos que de mí – Y es por eso que…quiero saber…que es lo que sientes…tú por mí.

 

-¿Qué…siento por ti? – repetí haciéndolo asentir – Umm…bueno…este es el momento en el que algo…sucede y nos interrumpe – comenté solo para intentar alejar mi propia tensión.

 

-Pues esta vez no sucederá a menos que sea una palmera – dijo él con seguridad – Pero buen intento para cambiar la conversación – comentó divertido.

 

Ok…era ahora o nunca.

 

Debía decirle lo que sentía, debía decirle como mi corazón saltaba de alegría con solo verlo, y como se me cortaba la respiración con sus sonrisas, o lo mucho que me gustaban sus besos…y sus caricias en mi cabello.

 

Sería mucho más fácil, si tan solo…pudiera hablar.

 

-Ahh, lo siento – Me disculpe con frustración – Yo no…no trataba de cambiar la conversación…es que…pues…yo no soy tan… - intente decir sin éxito – Arrg – gruñí sacudiendo el pie en el piso.

 

-Jajajajaja – rió él haciendo que yo hiciera un puchero - ¿Eso es una rabieta?

 

-¡No te rías! – Me quejé – ¡Dices que soy bueno en todo, pero la verdad es que soy un…completo desastre hablando. Quisiera…enserio quisiera poder…mirarte a la cara y decirte lo mucho que me gustas, y que estoy tan enamorado de ti que…ohh por favor, soy tan obvio…casi me desmayo cada vez me besas en la mejilla…y…y cuando me acaricias el cabello o tomas mi mano…parece algo estúpido pero empiezo a temblar como gelatina y mi corazón comienza a latir como loco, y…he tratado de buscarte defectos, y hasta ahora no hay una sola cosa que no me guste de ti, a veces pienso incluso si de verdad eres real o solo…eres producto de mi imaginación porque…eres…tan…!

 

Pero no pude seguir hablando debido a que sentí un par de labios unirse con fuerza a los míos, al mismo tiempo que unas manos sujetaban mi rostro con delicadeza. Al principio debo admitir que me sorprendí un poco pero luego simplemente me deje hacer y correspondí con la misma intensidad con la que él me besaba, no era un beso profundo, ni apasionado, sino…suave y delicado, lleno de sentimientos…mejor dicho…de un sentimiento en particular que hacía estremecer hasta el último rincón de mi cuerpo.

 

Amor.

 

-Me…gustas – musitó demasiado cerca de mis labios tanto que pude sentir su aliento tibio sobre ellos haciéndolos temblar.

 

-Y tú…a mí – confesé impulsivamente casi sin aliento y no porque no tuviese suficiente oxigeno alrededor sino porque él me lo quitaba.

 

-¿Pero hace cuánto? – Indagó – Porque yo…creo que estoy embobado por ti… desde que me robaste ese beso estando ebrio en tu apartamento el segundo día de conocernos.

 

-¿De verdad? Rayos, ¿por qué yo no recuerdo eso con lucidez? – me quejé.

 

-Porque no podías ni siquiera ponerte en pie y creíste que la planta de tu balcón trataba de matarte.

 

-No sé – dije como si las palabras me pesaran – No sé desde cuándo me gustas, no sé si realmente me quejaba enserio cuando invadías mi espacio personal, ni siquiera sé si mientras fingimos ser novios fingí algo…tal vez no lo hice…no lo sé. Lo único que sé…es que…me gustas…y me gustas tanto que sufro porque…tengo miedo de lo que siento, y no quiero…salir lastimado otra vez, además…por encima de todo eso…eres mi amigo…y me gusta estar contigo…y no quiero…perder eso.

 

-Joon Hyun – me llamó atrayendo de inmediato mi atención – En primer lugar…yo jamás…JAMAS…podría lastimarte, además de que también tengo ese mismo miedo de que no quiero que me lastimen, en segundo, pase lo que pase entre nosotros, nunca vamos a dejar de ser amigos, y en tercero…también me gusta estar contigo, mucho, demasiado…pero no me puedo tragar esto que siento, y tú tampoco…así que…hay que decidir que somos, y que seremos de aquí en adelante.

 

-¿Qué…somos? – Repetí como si intentara darle sentido a eso.

 

-¿Qué somos Joon Hyun?

 

-Sinceramente…creo que somos…dos enamorados…que son amigos.

 

-Ahh…que trágico – dijo él haciéndome reír con su falso dramatismo – ¿Qué haremos al respecto? Hay que arreglarlo, porque… ¿y si moririmos de amor?

 

-Hay que arreglarlo – dije con seguridad tomando aire como si estuviese a punto de decir la cosa más difícil que había dicho en toda mi vida - ¿Quieres…ser…?

 

-No – me detuvo cubriendo mi boca con su mano – No vas a volver a robarte mi rol – dijo causándome cierta confusión - Yo te lo voy a pedir a ti – comentó haciéndome poner los ojos en blanco, aunque eso no duro demasiado ya que lo atraje hacia mí y nos fundí

 

-Joon Hyun… ¿quieres…quieres ser mi…novio? – preguntó haciendo que mi corazón hiciera una fiesta en mi pecho, ahora si no me quedara ninguna duda de que lo amaba, y de qué manera.

 

-Yo…yo… - intente decir aunque todas las palabras se habían quedado atoradas en mi garganta.

 

Ji Ho me gustaba, claro que me gustaba. Todo en él me atraía, su personalidad, su actitud, sus besos, sus caricias, su sonrisa, sus abrazos, sus ojos cuando se me queda mirando fijamente…TODO…en él es maravilloso, y siempre lo supe, siempre supe que no debíamos fingir ser novios, que no debíamos besarnos, ni sentir celos el uno del otro, esto se nos había ido de las manos hace muchísimo tiempo y yo lo sabía, sabía que me agradaba demasiado y que cada vez lo hacía más pero nunca hice nada para impedirlo. Es más, cuando caí en cuenta de que eso que sentía cuando me hablaba o estábamos juntos era mucho más que solo amistad solo…lo deje pasar, y ahora que soy consciente de que estoy…perdidamente enamorado de él, y de que él también me quiere, no hay vuelta atrás, y si…fue bueno mientras fuimos amigos, pero ya no tengo ojos de amigo para él, y la verdad es que tampoco quiero tenerlos porque…quiero ser…más que un amigo.

 

Lo amo.

 

Si…lo amo…y lo amo como el chico que canta en el balcón, y como V-King y como quien quiera que se le ocurra ser de ahora en adelante y me voy a esforzar para que esto funcione, aunque seamos diferentes como dice Hyun Su.

 

Al diablo todo.

 

-Si quiero – dije por fin – Si quiero, claro que quiero.

 

No hizo falta decir nada más.

 

Él me quería y yo a él, y ahora estábamos juntos, solos en una playa quien sabe en donde, besándonos, en un cama, con el corazón latiendo a mil por hora, tan solo dejándonos llevar por nuestros sentimientos.

 

En este momento no había nada ahí afuera…solamente éramos él…y yo.

 

-¡Espera! – dijo de pronto separándose de mí causando un sonoro chasquido al hacerlo debido al delicioso beso que compartíamos.

 

-¿Qué? – pregunte entrecortadamente aun algo aturdido por el beso de recién, el cual aún no sabía porque decidió terminar justo cuando lo estaba disfrutando tanto.

 

-Yo…umm…quiero que sepas que…no te…no te traje aquí a…una playa casi desierta, con…con doble intención, lo juro – explicó – Solo…solo quería que habláramos tranquilos y…Min Yoon mencionó este lugar…y…pues…si está un poco alejado, pero…yo…creí que…

 

-Ji – lo detuve antes de que continuara divagando cosas que en realidad no importaban.

 

-¿Qué? – atendió de inmediato sin dejar de mirarme tomando aire también.

 

-Sabes, estoy teniendo…un dejavu – dije haciendo que él me mirara lleno de confusión – De nosotros dos…en la fiesta de halloween…cuando…bueno…ya sabes…tuvimos…exactamente…esta misma situación – comenté recordando como justamente estábamos solos y habíamos comenzado de pronto a besarnos, y luego acariciarnos, y luego él terminó sobre mí, y nuestra ropa pues…se desarreglo un poco – Aunque bueno…esa vez…no había una cama sino…una mesa.

 

-Ohhh…si…la fiesta – dijo evidentemente recordando bastante bien ese momento – Espera… ¿que…significa eso? – Ay, era tan adorable cuando actuaba de ese modo.

 

-Significa… - comencé a decir relamiendo mis labios y halándolo de nuevo hacia mí - Cállate y bésame.

 

Pov Dae Hyun

 

Cuando mis sentidos volvieron a activarse sentí que todo me daba vueltas. La cabeza me dolía, tenía la garganta seca y el estómago revuelto con tantas ganas de vomitar que tuve que cubrirme la boca para no hacerlo en ese mismo instante.

 

Me deje caer hacia atrás de nuevo y fue entonces que note que la cama en la que estaba era demasiado suave y amplia para ser la mía, además las cortinas eran azul oscuro, y las paredes blanco con vinotinto, muy diferente a mis paredes en colores neutros beige y blanco que no podía cambiar porque está en las reglas de la residencia estudiantil.

 

Pero entonces…si no estaba en mi…casa…o en casa de algunos de mis compañeros de clase… ¿en dónde rayos estaba?

 

Como respuesta a mis preguntas, una figura masculina, vestida apenas con una toalla cubriendo su cintura, apareció junto a una nube de vapor de lo que se supone que sería el cuarto de baño, mientras con otra toalla se secaba el cabello. Cuando por fin pude ver su rostro, tuve que ahogar un grito al darme cuenta de quien precisamente se trataba.

 

-Ohh…despertaste – dijo como si nada acercándose al borde la cama, colocándose la toalla alrededor del cuello y cruzándose de brazos - ¿Qué tal tu resaca? Anoche…te creías el rey del mundo y te tomaste hasta el agua de los floreros - ¿Qué cosa?

 

-¿Q-Qué? – dije confundido con lo que decía.

 

-¿No recuerdas? – Preguntó haciendo que negara con la cabeza.

 

-Enserio que no sé qué sucede contigo – me reclamó – No puedo creer que seas tan irresponsable como para irte a beber solo, en un sitio tan lejano de tu casa, y que no conoces además, ¿en qué rayos estabas pensando?

 

En ese momento y ante la mirada intensa que me dedicaba me sentí pequeño e indefenso, tanto que incluso baje la mirada hasta mi regazo, lo cual me hizo darme cuenta de más detalles que había pasado por alto antes.

 

Mi ropa.

 

-¿Qué…? – Intente decir - ¿Dónde está…mi ropa? – pregunté cubriéndome con la sábana dándome cuenta de que no llevaba pantalones, ni ropa interior, apenas y una camiseta de manga corta que tampoco era mía.

 

-¿Quieres un resumen de lo que paso? – preguntó.

 

-Si por favor, si eres tan amable.

 

-Bien…antes que nada, no te toque ni un pelo, lo juro, como prueba puedes ir a ver que aún no arreglo el sillón en el cual dormí. Anoche me llamaste por teléfono como a las 1 de la madrugada para decirme que me extrañabas y que todo iba mal con tu vida y que lo único que querías era volverte polvo y desaparecer. Te dije que iría a buscarte y entonces fui y te saque arrastras del bar de mala muerte en el que te metiste e incluso tuve que noquear a un tipo para despegarlo de ti porque parecía muy interesado en querer llevarte con él a su casa, el estúpido me golpeo y me partió el labio, espero sinceramente que los dientes que le saqué le duelan mucho hoy, en fin…luego literalmente te cargue hasta el auto, conduje hasta aquí y como broche de oro, vomitaste todo en la entrada como si fueras un aspersor de jardín, mis zapatos, mi pantalón, la alfombra, tu ropa, eso explica porque estás casi desnudo y debo decir que es tu culpa por tener el trasero tan grande, si fueras de la misma talla que yo o menor no habría problema pero como no es así, simplemente use todo mi autocontrol, te limpie, y te deje semidesnudo en mi cama durmiendo, ¿a qué soy un buen Hyung no te parece? – dijo con una sonrisa yendo hacia una de las puertas la cual intuí que sería el closet.

 

No pude decir nada respecto a todo lo que me decía, solo atine a quedarme callado, muerto de la vergüenza y con el rostro ardiendo por lo rojo que estaba, sin nada que decir a mi favor, excepto tal vez que las cosas enserio estaban yendo tan mal que necesitaba desahogarme un poco aunque en vez de eso lo que hice fue ahogarme literalmente en alcohol, que admito no ha sido la mejor de las ideas que he tenido hasta ahora pero en su momento no lucía tan mal.

 

-Ok…ya estoy vestido – dijo saliendo por donde mismo entro solo que ahora llevaba puestos pantalones deportivos y una franela oscura – Puse tu ropa a lavar, así que debe estar seca en un par de horas más, ¿quieres desayunar mientras tanto?

 

-No gracias – negué acurrucándome en mi sitio – Lo único que quiero es…dormir y que…todo…sea…solo dormir.

 

-¿Qué sea como antes? – Dijo intentando completar mi frase - ¿Te refieres a…cuando Joon Hyun y tu…eran amigos?

 

-No quiero hablar de eso – gruñí recostándome sobre un costado, dándole la espalda.

 

-Dae…debes seguir adelante – dijo él de pronto – La vida sigue, y no puedes estar siempre anclado a los errores que cometes.

 

-Desde ese momento…mi vida…se ha vuelto una porquería – dije sin moverme de mi sitio conteniendo las lágrimas que luchaban con fuerza por salir – Solo mírame, ya no soy…ni siquiera la sombra de lo que era. Todo me sale mal, perdí a mi mejor amigo, perdí mi dignidad, perdí el respeto que me tenía a mí mismo…ni siquiera mi madre me trata como antes. Sea cual sea el agujero en el que estoy metido, sigo hundiéndome cada día más y ya no puedo salir de él, acaso… ¿no lo ves Jae Ha?

 

-Ahhh – lo escuche suspirar – Lo único que veo en este momento es…tu trasero, porque…estás semidesnudo y me distraes, no voy a negarlo – Que raro él con sus comentarios pervertidos siempre en los peores momentos – Fuera de eso…veo un chico lindo y listo que tiene todo un camino por delante que recorrer, y que se ha topado en la vida con un obstáculo del cual no ha hecho ni el menor esfuerzo por superar, además de lamentarse y lamentarse.

 

-¡¿Te parece que no he hecho un esfuerzo?! – Me levante de golpe lanzándole una almohada con fuerza - ¡Todo este tiempo he tratado de mantenerme a flote y lo único que hago es hundirme como el titanic, ya casi toco fondo, ¿no te das cuenta?!

 

-Y ese es tu problema – dijo él dejándome confundido – Tratas de mantenerte a flote pero no reparas el agujero que trata de hundirte. Eso es como cuando estas enfermo y tratas de curarte sin tomar medicina.

 

-¡¿De qué rayos…estás hablando?!

 

-Digo que…es momento de que hables con Joon Hyun y arreglen las cosas.

 

-¿Te burlas de mi verdad? – Dije con ironía - ¿Acaso no intente eso antes? ¿acaso no fui a intentar arreglarlo y no funcionó? Él jamás va a perdonarme, no confía en mí y me ve como lo que soy, un vil traidor, me lo dejo dicho claramente, no volverá a ser mi amigo, es más…ni siquiera conocido. Me odia.

 

-Pero en ese momento…estaba herido – explicó – No quería nada porque su corazón dolía, se sentía traicionado y no podía ver más allá de que tú, que se suponía que eras su mejor amigo, lo traicionó. Ahora es diferente.

 

-¿Por qué dices eso?

 

-Porque ya sabe que Hyun Su es un imbécil, y hay otra persona en su vida, alguien genial por cierto, tienes que conocerlo te va a caer bien – comentó – De hecho…creo que ese alguien, podría…ayudarte con Joon Hyun si se lo pides. Podría funcionar.

 

-No creo que merezca su ayuda – dije con sinceridad – Fui un mal amigo, nada puede justificar eso.

 

-Y nadie te justifica, eres un idiota, todos lo sabemos, pero un idiota que ha aprendido la lección, y somos humanos…los humanos se equivocan, ¿o no?

 

Esta escena se me hacía conocida. Había estado otras veces en la misma situación, mal, triste, sin esperanza, y siempre…siempre…la misma persona estaba ahí para darme su apoyo, o solo decirme que todo estaría bien…y aunque…el resto del tiempo fuese un pervertido de lo peor, realmente, apreciaba su presencia.

 

La pregunta que no dejaba de rondar en mi cabeza era… ¿porque lo hacía?

 

-Jae Ha… ¿por qué siempre tratas de hacerme sentir bien? – Pregunté - ¿Por qué eres el único que no me odia? ¿por qué siempre estás ahí cuando no recibes nada a cambio de mí?

 

-Bueno…no lo sé – respondió con la mirada perdida – Creo que no lo entenderías aunque te lo explicara. Algún día, cuando te enamores de alguien, tanto que tu corazón duela por eso, entenderás que una vez que caes, no importa si esa persona es la peor cosa del planeta, tú…no puedes dejarla porque lo único que quieres es que esté bien, incluso aunque tú no lo estés.

 

Su respuesta…lejos de dejarme confundido…me dejo más bien…atónito.

 

¿Acaso…estaba diciéndome…que él…me…?

 

-Pero bueno… - dijo interrumpiendo mis pensamientos - Supongo que creciste…en tamaño y edad, pero mentalmente sigues teniendo 12, y en cualquier momento aparecerá un sapo y me saltaras encima como el día que empezamos a hablarnos en secundaria. ¿Por qué no te das un baño? Tal vez luego de eso…tengas apetito ¿no?

 

Antes de que lo perdiera de vista no puede evitar pensar en que soy un idiota, pero…uno con mucha suerte, y hasta ahora me daba cuenta de eso.

 

-Oye…pervertido – lo llamé atrayendo su atención – Gracias…solo…gracias.

 

-Dae…sabes que yo solo acepto agradecimientos materiales…o físicos – dijo con picardía mirándome de arriba abajo como si quisiera ver por debajo de las sábanas – Avísame cual eliges…pero elige bien.

 

-Ohh…ya cállate.

 

CONTINUARA

 

Notas finales:

Que les parecio? 

Antes de que comenten nada, yo lo hare....SONNN NOVIOSSSSSS...OTRA VEZZZZZZ, aunque bueno esta vez si es de verdad pues.

Para los que lo estaban esperando...siii, por fin el proximo capitulo es el lemonnnn (No pude subirlo hoy porque descubri que aun tiene errores y bueno, no decidi bien quien narraba que cosa y me enrede XD) lo subire lo mas pronto posible, lo prometo

Nos leemos pronto

Aclaratoria: Lo que narra Dae Hyun, es cuando Jae Ha desaparece despues de la cena con los papas y todo eso. Lo coloque aqui porque, estaba en el capitulo anterior pero iba a quedar muy largo y el siguiente es el lemon y luego no iba a tener sentido pero ya lo escribi y queria que lo leyeran...en fin, solo eso y si ellos...hay algo ahi ewe lo detallare mas adelante xd

XOXO


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