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V.I.P por Lady Wifi

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Notas del capitulo:

Holaaa!!!! Si, he vuelto por acá con nuevo capítulo por fin.

Odio demorarme tanto en actualizar capitulo pero es que.....arrrrggghhhhh...en este momento soy un desastre, practicamente vivo y respiro para la terrible palabra con T e incluso cuando duermo, sueño que la estoy haciendo, así que mi creatividad y mi tiempo libre para editar y publicar es mínimo.

Aun así, aquí estoy, porque soy muy macha y me encanta esta historia y necesito crear capítulos nuevos porque hasta yo quiero saber como continua jaja, así que sin más preambulo, a leer.

Como siempre disculpen cualquier error ortográfico que tenga (En el capítulo anterior creo que no escribi esto, pero, ustedes saben que si hay algun error por ahí, mis más sinceras disculpas por mi ignorancia ortográfica)

PD: En este capítulo hice referencia a la canción Blooming Day de EXO-CBX, traducida/adaptada al español, la cual evidentemente no me pertenece (Ojala y me pertenecieran Baek y Xiumin ewe)

Gracias por las nada menos que 6800 lecturas. Los quiero un montón. A veces pienso que por estar tanto rato sin actualizar, pierdo muchos lectores pero me anima ver que las lecturas suben muchisimo y muy rápido así que solo por eso, me animo a escribir <3

Que lo disfruten.

 

"No puedo"

 

Pov Ji Ho

 

Estaba sumamente aturdido.

 

No sé a ciencia cierta qué fue lo que sucedió. Lo único que sé, es que…me perseguían dos autos, mi neumático trasero estalló, y mis…frenos no…servían.

 

Perdí el control, y luego de un fuerte golpe, estaba dando vueltas con todo y auto.

 

Todo paso tan…rápido que no sé cómo…

 

No sé cómo describirlo.

 

*Flash Back*

 

Después de salir de la casa de Joon Hyun esa mañana temprano, estaba más que decidido a hacer algo. No podía permitir que el bastardo de Hyun Su se saliera con la suya, alguien tenía que ponerle a ese mocoso los pies sobre la tierra y no sería otro más que yo, así que sin pensármelo dos veces le pedí a mi amigo Mark que investigara a la familia Choi puesto que si quería saber algo de Hyun Su tenía que comenzar de lo más grande hacia lo más pequeño.

 

La información que me proporcionó era realmente buena en realidad, ya que me dio acceso a los nombres de todos los accionistas de la empresa, de alguna manera que prefiero creer que es totalmente legal, y los nombres de los padres de Joon Hyun no figuraban ahí por obvias razones, lo cual hacía más que injusto e ilegal mantenerlos a ambos en la empresa cumpliendo deberes cuando ya no formaban parte de ella, punto a mi favor afortunadamente.

 

El siguiente punto a mi favor era que dos de los accionistas más grandes de la empresa, casualmente eran conocidos míos. La empresa de los Choi era en realidad multifacética y bastante elaborada, porque hacía publicidad y patrocinio a diversas marcas importantes y variadas, incluyendo para el pesar de Hyun Su, disqueras. Ellos definitivamente se enterarían del fraude que hizo.

 

El problema con todo esto, era que tenía que probar que efectivamente había un fraude, pero sin que los padres de Joon Hyun se enteraran de todo, lo cual era contradictorio, tomando en cuenta que son los principales afectados y que la prueba crucial, es ese documento que firmaron cediendo sus acciones inconscientemente.

 

Me sentía como en un callejón sin salida.

 

-¿Alguna cosa que quieras contarnos? – preguntó Min Yoon sentándose junto a mí.

 

-Umm…en realidad no hay nada nuevo – respondí.

 

-Ya habla, no te hagas el interesante – dijo Yu Gyeom sentándose del otro lado del sillón – Te oímos hablando con Mark.

 

-Si, y…no lo estaba haciendo a escondidas – comenté – Le pedí que averiguara información sobre la familia Choi, y…me dio varias cosas buenas. El problema ahora es como probar que el bastardo de Hyun Su hizo un fraude con los padres de Joon Hyun, sin que ellos lo sepan. Joon Hyun definitivamente no va a querer que eso suceda.

 

-Encrucijada sin salida – completo Yu Gyeom exitosamente.

 

-Exacto – le di la razón.

 

-¿Y porque no hablas con Joon Hyun al respecto? – Preguntó Min Yoon – Si sus padres saben lo que Hyun Su hizo, definitivamente no van a querer que este con él, eso le quita un…tirano de encima.

 

-Sí, pero automáticamente esa basura cumpliría su amenaza y los dejaría en bancarrota que es lo que Joon Hyun no quiere que pase y por lo que hizo todo lo que hizo – expliqué – Si ellos se enteran, todo lo que Joon Hyun ha tenido que pasar todo este tiempo habrá sido en vano, y…no quiero eso.

 

-Estás en un callejón sin salida, y la única manera de salir es haciendo lo mismo que hiciste para entrar – Dijo Yu Gyeom dejándome confundido.

 

-…

 

-Que la única manera de que esto se arregle sin que los padres de Joon Hyun sepan, es exactamente la misma forma en la que sucedió, es decir, tienes que conseguir las acciones de nuevo sin que Hyun Su lo sepa – Aclaró – Podríamos intentar de las maneras no tan legales.

 

-Ahhhhhhhh – dije comprendiendo un poco su plan – Pero ¿y como rayos haré que me…firme un documento cediendo las acciones de nuevo? Si alguien sabe de fraude es él, lo notaría de inmediato.

 

-Yo…creo saber cómo – Comentó Min Yoon con una sonrisa de oreja a oreja – Y sería completamente legal.

 

 El plan de Min Yoon era un tanto arriesgado, pero a la vez brillante, y además sorprendentemente no tenía nada que perder pero sí mucho que ganar así que…porque no intentarlo.

 

Todo iba a ponerse en marcha en menos de lo que pudiera ir a Seúl a buscar una especie de luz verde para poder avanzar, y eso era justamente lo que estaba haciendo ahora.

 

Me gustaría poder ver la cara de Hyun Su cuando se entere de que no es el único que sabe hacer trampas, y aunque jamás canto victoria antes de tiempo, estaba seguro de que por fin las cosas iban a arreglarse y de la mejor manera posible sin que nadie saliera perjudicado…nadie excepto el mismo Hyun Su claro está.

 

Sin embargo…no contaba con que…a mitad de camino, un par de automóviles sospechosos que estuvieron en la misma dirección que yo prácticamente desde que salí del estacionamiento,  comenzaran a seguirme demasiado cerca, a un punto en el cual, llame a la policía solo porque eran tan evidentes y se estaban cercando tanto, que tuve que acelerar y desviarme de mi ruta original, en busca de una vía más transitada y mucho más larga, ya que no sabía a ciencia cierta cuál era su verdadero propósito, y no quería colocarme en evidencia de ninguna manera.

 

-Si…quiero reportar un par de automóviles sospechosos que están siguiéndome – dije a la operadora de emergencias una vez que atendieron en la línea –  Ambos son negros, y no tienen placa. Han estado detrás de mí desde que salí de mi casa y se están acercando, voy lo más rápido que puedo.

 

-Intente guardar la calma, enviaremos un par de patrullas a su ubicación actual. No cuelgue el teléfono – fue lo que respondieron.

 

Yo continué manejando, intentando con mucho esfuerzo guardar la calma, sin embargo mis esperanzas de que todo esto fueran solo paranoias mías, se desvanecieron cuando sentí el primer golpe proviniendo desde detrás de mí.

 

-¡Rayos! – me quejé sintiendo mi cuello protestar por lo de recién.

 

¿Qué era lo que pretendían embistiéndome? ¿Sacarme de la vía? ¿Se trataría de un secuestro?

 

-¡Están golpeando mi auto con los suyos! – me quejé al teléfono en donde permanecía la llamada en curso.

 

-Ya enviamos a nuestros oficiales más cercanos, estarán ahí en 5 minutos.

 

-¡No creo que sean solo 5 minutos si continuo alejándome más! – fue lo que dije mientras maniobraba cambiando de ruta nuevamente.

 

Luego de ese golpe, otros dos siguieron y al tercero casi pierdo el control del auto. Iba demasiado rápido, tanto como jamás lo había hecho en la vida, y aun así ellos lograban de alguna manera alcanzarme.

 

Tenía que perderlos, y ya que en la carretera no era viable, lo único que se me ocurrió para dar tiempo a que las patrullas llegaran, era detenerme en un lugar con muchas personas para poder perderlos a pie. Ese era sin duda el mejor plan y había un mercado a pocos kilómetros que era lugar perfecto para eso, lleno de personas de todos lados las 24 horas del día.

 

Sin embargo, cuando disminuí la velocidad con la intención de detenerme, note algo que hizo que todos los vellos de mi cuerpo se erizaran por completo.

 

-¡No puede ser! – dije mientras pisaba el freno repetidas veces.

 

Los frenos no respondían.

 

Eso no podía ser posible. Llevo mi auto todas las semanas a revisión, y en ningún momento me informaron nada respecto a los frenos. Además…el día anterior había manejado y los frenos estaban bien.

 

Alguien…tuvo que haberlos manipulado.

 

-¿Qué hago, que hago, que hago? – pensé en voz alta intentando no caer en desesperación, aunque era más que evidente que los nervios se estaban apoderando de mi lentamente.

 

Ahora sin frenos, estaba más que seguro de que los tipos que me perseguían tenían el propósito de asegurarse de que mis frenos inservibles hicieran su trabajo bien.

 

Esto…era definitivamente un ataque directo, y aunque no quería ser malpensado, el único nombre que me llegaba a la mente, me hacía pensar en que Joon Hyun estaba realmente en grave peligro.

 

-¿Hola? – Dije al teléfono - ¿Siguen ahí? Por favor, necesito ayuda.

 

En ese momento el auto que estaba detrás de mí, me tacleo de nuevo causando que tuviese que maniobrar con el volante.

 

Como si esto no fuera suficiente, comencé a escuchar disparos, uno impactando en el parabrisas demasiado cerca de mí.

 

Lo próximo que sucedió fue que uno de esos disparos acertó contra uno de mis neumáticos, haciendo que de inmediato perdiera el control del automóvil por completo. La velocidad, la imposibilidad para frenar y un neumático menos, se combinaron para que al final todo terminara en…tragedia.

 

El auto se inclinó de golpe hacia adelante, haciendo que mi cabeza impactara contra el volante. Posterior a eso, todo comenzó a darme vueltas, aunque en realidad no era todo lo que daba vueltas, era yo quien las daba…con todo y auto.

 

*Fin del flash back*

 

Cuando todo se detuvo, yo no podía ni siquiera…respirar bien. Afortunadamente el cinturón me mantuvo en mi lugar porque fácilmente pude haber salido del auto y haber aterrizado en el duro pavimento. Aun así, estaba muy adolorido, era como si me hubieran dado una paliza en fracción de segundos.

 

Mi vista era borrosa y no…no podía moverme, además sentía la sangre tibia deslizándose por mi nariz y también de mi frente.

 

Pude notar como alguien se acercó a mí y apenas alcance a ver su rostro, pero definitivamente no era para ayudarme puesto que lo único que hizo fue eso…acercarse y luego alejarse, sin hacer o decir nada al respecto salvo una mueca en la que pasaba su dedo por encima de su cuello antes de esbozar una sonrisa de triunfo hacia otro más fuera de mi campo visual.

 

Desgraciados.

 

Sentía como la conciencia se iba poco a poco de mí. De pronto tenía tanto sueño como si hubiera estado despierto por mucho tiempo, pero a la vez hacia todo el esfuerzo que podía para no dormirme pues…en este caso eso…no era para nada bueno.

 

Antes de perder por completo el conocimiento, comencé a recordar esas tontas clases de defensa personal a las que el general nos había obligado a asistir, en donde nos habían obsequiado, un botón de pánico para casos de emergencia que lucía como un llavero común y corriente.

 

Afortunadamente, lo había colocado en las llaves del auto y lo tenía justo frente a mí, como si quisiera darme una señal.

 

Estire mi brazo como pude, pues mis costillas protestaron bastante con ello y presione el botón rojo el cual comenzó a brillar automáticamente de manera intermitente.

 

Eso fue lo último que alcance a ver antes de que mis sensaciones se apagaran y todo se pusiera negro.

 

Cuando volví en sí, lo primero que noté fue un cuadrado de luz blanca y brillante que me lastimo la vista de inmediato, por lo que tuve que parpadear un par de veces antes de poder acostumbrarme a ella.

 

Una vez que lo hice, mire a mí alrededor y note que ya no estaba en el auto y mucho menos en la calle. Estaba acostado boca arriba, con una mascarilla sobre la cara y algo duro rodeando mi cuello impidiendo que pudiese moverlo. Por el color de las paredes y el equipo que rodea la cama en la que estoy acostado, deduzco rápidamente que estoy en un hospital, incluso tenía otra ropa, la ropa blanca típica que usan los pacientes en las clínicas.

 

Me incorporo con lentitud, sintiendo de inmediato como mis costillas protestan al respecto, sin embargo hay algo alrededor de mi torso, que intuyo deben ser vendas, que limita muchísimo dicha molestia. Además, también hay algo conectado a mi vena y tengo una especie de gancho sobre mi dedo índice, de esos que usan para medir la frecuencia cardiaca. Quien sabe cuánto tiempo estuve inconsciente, pero sinceramente me da mucha alegría saber que estoy completo…y vivo, aunque ya vea venir el reposo y la rehabilitación. El general va a matarme.

 

-Ohh, por fin despertó. Eso es muy bueno – comentó una enfermera mayor vestida de blanco adentrándose en la habitación - ¿Cómo se siente? ¿Está bien? ¿Le duele algo? – pregunta con interés.

 

-Umm…todo – respondo con mi raposa voz, incluso hablar me duele – Pero…supongo que estoy bien, para lo que paso.

 

-Qué alegría – dijo ella con una sonrisa bastante maternal a mi parecer – Su familia estaba muy preocupada, enseguida les diré – Van a matarme, mejor no les diga – Llamaré al médico también para que lo examine, trate de no moverse demasiado y no se levante de la cama por ningún motivo ¿de acuerdo?

 

-De acuerdo, muchas gracias.

 

Una vez que salió de la habitación no pude resistirme y me quite el collarín del cuello. Me sentía asfixiado con él puesto y a decir verdad el cuello era lo que menos me dolía de todo lo demás.

 

En pocos minutos un hombre vestido con una bata blanca apareció por la puerta con una sonrisa en el rostro.

 

-Yoo Ji Ho – me nombro mientras se acercaba a mí hasta posarse justo a mi lado – Soy el Dr Kim, he estado atendiéndote y siguiendo tu caso desde que llegaste.

 

-Es un gusto doctor, muchas gracias por atenderme – dije con una reverencia, o el intento de una.

 

-Me diste un buen susto muchacho.

 

-No puede haber sido peor que el que yo me lleve, créame  – dije yo con sinceridad.

 

-¿Cómo te sientes? – pregunto acercando su mano a mi rostro apuntándome directo a los ojos con una linterna.

 

-Adolorido – respondí – Muy adolorido.

 

-Eso es entendible, pero veo que ya has intentado moverte, ¿qué tal está tu movilidad?

 

-Pues…siento mis…brazos como pesados y…bueno me duelen las costillas.

 

-Te fracturaste, te dolerá un par de días más, y en cuanto a lo de los brazos, eso es efecto de la medicina, esa sensación debería desaparecer en un par de horas. ¿Recuerdas que fue lo que te paso?

 

-Si – afirmé. Claro que recordaba todo con lujo de detalles como si hubiese sucedido recién – Un horrible accidente – dije para no entrar en detalles.

 

-Eso es una muy buena señal. Creo que estás mucho mejor de lo que esperaba – dijo el doctor – Sin embargo, debes tener reposo absoluto y te quedaras aquí por lo menos unos quince días hasta que tus costillas mejoren.

 

-Si – dije casi a regañadientes – Lo haré.

 

-Bien. Llamare a tu familia para darle las buenas noticias - comentó – Se pondrán felices de que despertaste…sobre todo ese pobre chico que no dejaba de llorar.

 

-Ohh ¿el rubio? – dije seguro de que Min Yoon era quien lloraba en el pasillo por mí ya que Yu Gyeom no lo haría, o al menos no a la vista de todos – Si, Min Yoon es un poco llorón, apuesto a que mientras lloraba recitaba lo irresponsable que soy y cómo me mataría.

 

-Oh no, hablo del otro chico – aseguró el hombre – Si mal no recuerdo su nombre era…Joon Hyun – dijo haciendo que mis ojos se abrieran como platos

 

-¿Joon…Hyun está aquí?

 

-Lo está, y lo sé porque tuve que firmarle una tarjeta para que no volviera a meterse sin permiso en la clínica.

 

Yo no sabía que me impactaba más, si el hecho de que Joon Hyun estuviese afuera llorando por mí o que se hubiese metido a la clínica sin permiso.

 

-Apuesto a que estará muy feliz de verte – dijo el doctor mientras revisaba la botella de líquido que estaba conectada a mi brazo – Muy bien, daré permiso para que todos pueden pasar, pero nada de levantarte de la cama ni hacer esfuerzos, y…ponte el collarín de nuevo o tu cuello comenzará a doler.

 

-Claro – asentí tomando esa cosa asfixiante para volver a ponerla en mi cuello…más tarde – Gracias doctor.

 

-No es nada. Si necesitas algo, llama a la enfermera. Vendré a ver mañana como estás.

 

Luego de darme algunas indicaciones, salió por la puerta dejándome una especie de alivio en el cuerpo. Joon Hyun estaba bien, y además estaba preocupado por mí lo cual de alguna manera me hacía sentir bien.

 

Cuando la puerta volvió a abrirse, la primera persona que divise fue a él, y efectivamente como lo dijo el médico, sus ojos estaban muy hinchados. Definitivamente había estado llorando.

 

-Joon Hyun – Lo nombre antes de dedicarle la mejor sonrisa que pude.

 

-Cielo – dijo antes de abalanzarse literalmente hacia mis brazos.

 

Mi adolorido tórax protesto con su acción pero…en realidad no le di mucha importancia. La persona que yacía entre mis brazos lo era más, sobre todo si sollozaba por mí culpa.

 

-¿Estás bien? – Preguntó con desesperación sujetando mi rostro como si estuviera examinándome – Dime que estás bien – dijo casi como una súplica.

 

-Estoy bien amor – respondí para complacerlo aunque eso no parecía calmarlo – Tranquilo, no pasa nada.

 

-¡¿Cómo rayos me pides que esté tranquilo cuando te has volcado en el auto?! – Se quejó.

 

-Lo…lo siento – Me disculpé – Sé que te gustaba mucho ese auto – bromee.

 

-¡Al diablo con el auto, me importas tú! – Admitió en voz alta sin ningún tipo de duda en su voz – Mira cómo estás – Comentó acariciando varias de las heridas que tenía. No me había visto en el espejo pero me hacía una idea.

 

-Lo sé, lo sé, era broma cariño – dijo sonriendo acariciando su mejilla – Estoy bien – repetí - De verdad tienes que calmarte, o el próximo que van a atender vas a ser tú.

 

-Estuve todo este tiempo…muriendo de la preocupación por ti – admitió.

 

-Eso…está bien – dije con obviedad – Me molestaría que no fuese así.

 

-Tonto, no sabes el susto que me diste – dijo fingiendo una sonrisa aunque sus ojos brillantes me decían que estaba punto de llorar.

 

-Lo siento – Me disculpé de nuevo con sinceridad atrayéndolo hacia mis brazos de nuevo – Me alegro de que estés aquí…aunque vamos a tener una charla sobre eso de meterte a la clínica sin permiso ¿ok? – dije limpiando con mi pulgar la traviesa lagrima que resbalaba por su mejilla.

 

-Ok – aceptó sorpresivamente sin rechistar e incluso con una sonrisa – Hablemos todo lo que quieras

 

Le di un beso en el cabello y luego hundí mi nariz en él, aspirando el aroma de su champú profundamente, sintiéndome automáticamente bien. No necesitaba ninguna medicina para recuperarme, Joon Hyun era la mejor cura para todos mis males.

 

Nos sumergimos en un mundo en donde solo existíamos él y yo…ignorando todo a nuestro alrededor, hasta que alguien llamó la atención de ambos, reventando nuestra perfecta burbuja de aislamiento.

 

-Umm…cof cof – se aclaró la garganta Jae Ha – Yo…enserio…no quisiera interrumpir…

 

-Nosotros si queremos – admitió Yu Gyeom estrellando su puño contra su palma en una clara señal de pelea – Mocoso irresponsable – Ay no, aquí vienen los reclamos - ¿Qué te dijimos de viajar solo?

 

-Umm…en realidad nada – alegué – Ustedes dijeron que querían acompañarme, jamás que no podía ir yo solo, además mírenme…de haberles hecho caso, estaríamos los tres en cama y eso nos acumularía trabajo – dije haciendo que la vena del cuello de Min Yoon se tensará a un punto que pensé que explotaría en cualquier momento como una bomba atómica – Vean…el lado positivo.

 

-¡Te voy a…matar Yoo Ji Ho! – fue lo que dijo Min Yoon.

 

-Se-guridad.

 

-Solo espera a que la abuela Yoo se entere de esto – dijo Yu Gyeom.

 

Pov Joon Hyun

 

Un accidente.

 

Mi cabeza se negaba a internalizar lo que mis oídos habían escuchado.

 

-Él…esta inconsciente – dijo haciendo que de inmediato un malestar se instalará en mi pecho a un punto en el cual no podía ni siquiera respirar – Creo que deberías venir.

 

Ni siquiera pude decir nada al respecto. Tenía tantas preguntas.

 

Porque, como paso, cuando paso, pero la voz se quedó atascada en mi garganta como un nudo que se formó junto a unas  insoportables ganas de llorar, así que solo…actué impulsivamente, solté el teléfono, deje lo que estaba haciendo como estaba y corrí al cuarto dejando todo tirado sobre la cama antes de ir al closet a ponerme lo primero que encontré.

 

Lo próximo que hice fue cerrar la puerta de mi habitación y ponerle seguro. Jamás había estado tan feliz de no tener que preocuparme por Hyun Su hasta el día siguiente, aunque en este momento realmente todo me daba igual, y lo único que quería, era ir con Ji Ho.

 

Me acerque a la ventana y no voy a mentir diciendo que no me dio vértigo cuando miré hacia abajo, pero…no tenía otra alternativa. Gracias al cielo que decidí preguntarle a Ji Ho hace apenas unas horas, como rayos hizo para subir por mi ventana tan fácil y sin que la cámara lo captara porque definitivamente este era el momento en el cual esa información me sería de vital utilidad.

 

Espere a que la cámara cambiara su dirección tal y como me había dicho, y luego baje con rapidez utilizando las ramas de los arboles como apoyo. Era mucho más difícil de lo que parecía, sobre todo porque no soy la persona más atlética del mundo, pero la adrenalina hace maravillas, así que cuando mis pies tocaron el piso, de inmediato comencé a correr y correr y correr sin mirar atrás en ningún momento.

 

Inconsciente.

 

Esa palabra seguía dando vueltas en mi cabeza, y me hacía imaginarme los peores escenarios posibles respecto a accidentes automovilísticos. Lo único que quería era verlo y escucharlo decirme que nada pasaba, que estaba bien como siempre lo hacía. De verdad que anhelaba con desesperación escuchar esas palabras de su boca.

 

Cuando llegue a la avenida me di cuenta de que Jae no mencionó el lugar en el que se encontraba, pero no podía llamarle porque había dejado el móvil ya que estaba seguro de que Hyun Su de alguna manera tenía una especie de localizador en él para saber en dónde estaba y no era seguro tenerlo conmigo, así que solo lo deje, y tampoco traía conmigo el que Ji Ho me había dado porque…simplemente no se me ocurrió.

 

Afortunadamente, mi cabeza recordó que en algún momento Ji Ho mencionó que había una clínica privada en la cual se atendían las personas famosas por las políticas de privacidad del lugar y era allí a donde iba cuando su salud se deterioraba por algo.

 

Era una clínica muy costosa, la fachada era muy grande y estaba rodeada de todo tipo de autos caros estacionados además de muy buena vigilancia por todos lados. Me sentía incluso fuera de lugar, y creo que no era el único que lo notaba ya que lo primero que hizo el hombre con uniforme de la entrada, fue detenerme mirándome de arriba hacia debajo de muy mala manera y preguntarme todos mis datos antes de decirme que no podía pasar sin tener una tarjeta de quien sabe que o una autorización de algún socio de la clínica como familiar.

 

Yo puse los ojos en blanco ante aquello. Sí, no iba a dejarme pasar, entonces porque me hacía perder valioso tiempo preguntándome tonterías.

 

Insistí un par de veces diciéndole que de verdad necesitaba saber si alguien estaba dentro de la clínica para que al menos me proporcionara algo de información al respecto, pero este se negó rotundamente.

 

Si no entraba hasta la recepción y preguntaba por Ji Ho, jamás iba a saber si estaba en el lugar correcto, o si no tenía que preocuparme por agradarle al vigilante de la entrada y solo dar la vuelta e irme, así que mientras este hablaba por teléfono muy concentrado quien sabe de qué con quien sabe quién, me escabullí  lentamente por el pasillo como si se me hubiera permitido pasar con completa confianza.

 

Ya había corrido hasta aquí, y había salido de la casa a escondidas, no iba a detenerme un tipo que ni siquiera me conocía.

 

-¡Oiga! – escuche que dijo el vigilante cuando ya estaba bastante lejos de la entrada, pero yo lo ignore olímpicamente y continúe con mi camino aumentando el paso. De verdad que no me importaba nada con tal de saber que Ji Ho estaba bien.

 

Afortunadamente, luego de cruzar en una esquina haciendo rechinar mis tenis en el piso, divise con la vista en el pasillo a Yu Gyeom, que caminaba de un lado a otro en lo que parecía ser la búsqueda de señal en su móvil. Eso era bueno, ya que eso quería decir que Ji Ho si estaba ahí y además me ahorraba el tener que buscarlo por mi cuenta.

 

-¡Yu! – lo llame mientras me acercaba corriendo hacia él.

 

-Oh, Joon…

 

-¡Oiga usted! – Dijo uno de los vigilantes de los cuatro que venían detrás de mí. ¿En qué momento se habían vuelto tantos? Se supone que solo era uno - ¡Deténgase ahí, no le dimos permiso de pasar, no tiene tarjeta!

 

El hombre extendió su mano con la intención de sujetarme el brazo, sin embargo Yu Gyeom se interpuso en medio y no permitió que esto pasara.

 

-Tranquilo todo el mundo, él viene con nosotros – explicó haciendo que todos los vigilantes retrocedieran – No tiene tarjeta, pero está con nosotros. Se nos…pasó el protocolo, fue una emergencia.

 

-Di-Disculpe usted señor Park – dijo el hombre haciendo una reverencia – No fuimos informados de esto. Discúlpenos – Dijo esta vez hacia mí.

 

-No…dis-disculpe usted – comenté yo.

 

-Bueno, todo aclarado, ahora mírelo bien e informe al resto – Dijo Yu con seriedad – No quiero que vuelva a suceder, le diremos al médico que firme su permiso, no se preocupe.

 

-Lo que usted diga – dijo el hombre con demasiado respeto hacia Yu Gyeom - Ofrezco disculpas nuevamente.

 

-No se preocupe, continúen haciendo su trabajo.

 

Una vez que el hombre se retiró mire a Yu Gyeom que me dedico una pequeña sonrisa, aunque estaba por demás de lejos de ser de diversión. Se notaba preocupado.

 

-El que se mete corriendo y sin permiso – bromeo – Tu y Ji son tal para cual.

 

-¿Dónde está? – fue lo que pregunté.

 

-Lo movieron hace poco de la emergencia a la habitación, aun no nos han dejado pasar a verlo – respondió – Sigue…inconsciente.

 

Inconsciente, ahí estaba de nuevo esa horrible palabra.

 

-¿In-consciente? – Repetí con una expresión de horror evidentemente - ¿Por qué está inconsciente?

 

-No te alarmes – Dijo palmeando mi hombro - El médico nos dijo que para la magnitud del accidente que tuvo él está bien – Eso no me producía el alivio que necesitaba, pero por lo menos reducía un poco mi nivel de preocupación – Dijo que esta estable y que le haría varios estudios para corroborar – explicó – Ahora solo tenemos que esperar.

 

Bueno, algo era algo. Por lo menos estaba “estable” aunque eso no me reconfortaba para nada.

 

-¿Y mi hermano? – Pregunté – Él fue quien me llamó, ¿cómo se enteró?

 

-Está en la sala de espera – Respondió -  Se enteró porque nosotros lo llamamos. Íbamos a llamarte, pero según sé, tienes otro teléfono y no sabemos el número con el cual tú y Ji Ho se comunican, así que llamamos a tu hermano que estaba entre los contactos del móvil de Min Yoon, porque el de Ji Ho... – dijo sacándose un muy maltratado móvil del bolsillo, con muchos raspones y la pantalla partida. Si así estaba eso no quiero imaginar cómo esta él – Bueno, esto es lo que queda, aunque está mucho mejor que el auto.

 

Ambos caminamos hasta que llegamos a una de las habitaciones del último piso, en donde estaba Min Yoon, Jae Ha y sorprendentemente también estaba Dae Hyun. ¿Qué rayos hacía ahí? No tengo la menor idea pero…sinceramente lo que menos me importaba en este momento, era eso.

 

-Joon Hyun, ¿qué es eso de colgarme el teléfono sin decir nada? Te llame millones de veces – Se quejó Jae Ha apenas me vio – Estaba preocupado por ti.

 

-Perdón – me disculpé – Me…altere ¿ok? Pudiste haber sido un poco más explícito con tu información, estuve comiéndome el cerebro todo el camino hasta aquí, ni siquiera me dijiste donde rayos estabas, tienes suerte de que sabía sobre este lugar.

 

-¡Me colgaste! – Dijo él - ¡No me dejaste darte los detalles!

 

-Como sea – bufé frotándome la cien con un fuerte dolor de cabeza en proceso - Ya no importa.

 

-¿Sabes qué? – dijo tomando una bocanada de aire - Ven siéntate. Luces como si hubieses corrido una maratón.

 

-Eso es porque si la corrí. Corrí desde la casa hasta aquí, torpe – respondí sentándome junto a él en una de las sillitas de plástico.

 

-¿Y desde cuando eres tan atlético? Pudiste haber tomado un taxi,

 

-No tengo dinero en efectivo Jae Ha – gruñí.

 

-Pude haber ido por ti.

 

-¿Cómo iba yo a saber que tenías el auto? Además…si estoy aquí sin nadie siguiéndome es porque no saben que salí.

 

-¡¿Te has escapado?! – Dijo horrorizado - ¡¿Te volviste loco?!

 

-¿Tenías una mejor idea?

 

-¿Familiares de Yoo Ji Ho? – dijo de pronto una hombre con una bata blanca acercándose hacia nosotros.

 

-Somos nosotros – se apresuró a decir Min Yoon - ¿Cómo está doctor? – preguntó.

 

-No tienen de que preocuparse, los estudios que hicimos resultaron bien – dijo haciendo que mis pulmones recordaran como se respira correctamente – Como tuvo un accidente de auto bastante aparatoso, nuestra principal preocupación era que hubiese recibido algún golpe en la cabeza o en el abdomen, pero al parecer afortunadamente todo está en orden con excepción de un par de costillas, así que necesitará reposo absoluto por un tiempo. Del resto, hay que esperar a que despierte para evaluarlo de nuevo.

 

-Ahh gracias a dios, muchas gracias doctor.

 

-No tienen nada de que agradecer. Si despierta, háganmelo saber de inmediato ¿de acuerdo?

 

Estaba bien, gracias al cielo, aunque eso no me reconfortaba del todo. Yo necesitaba que él me lo dijera con sus propias palabras, es por ello que espere obedientemente hora tras hora, quien sabe cuánto tiempo en la sala de espera, aguardando a que recuperara la conciencia.

 

No quería llorar, pero simplemente no podía dejar de hacerlo. Aunque había escuchado de boca del experto que estaba bien, mi corazón no dejaría de doler hasta que pudiese comprobarlo con mis propios ojos. La incertidumbre me estaba matando.

 

-Joon Hyun, se está haciendo tarde, tengo que llevarte a casa antes de que se den cuenta de que no estás – dijo Jae Ha y para mi pesar con toda la razón del mundo.

 

-No pienso mover un pie de aquí hasta que lo vea Jae.

 

-Que…necio eres – fue lo que dijo sentándose junto a mí incitándome a colocar la cabeza en su hombro. Era malísimo reconfortando personas, pero la intención es lo que cuenta.

 

Pasadas las 11 de la noche, cuando creí que iba a tener que quedarme a vivir en la clínica porque cuando Hyun Su se enterara de que no estuve quien sabe por cuantas horas tendría un infarto y luego tendría que vender todas las mis cosas para intentar reponer un poco la economía de mis padres, por fin el momento que tanto había estado esperando llegó.

 

-¡Despertó! – Dijo Min Yoon de golpe entrando en la sala de espera con una sonrisa en el rostro.

 

Todos nos acercamos a la habitación, sin embargo no pudimos pasar inmediatamente. Las enfermeras lo estaban revisando y además también llamaron al médico justo como pidió para revisarlo.

 

Una vez que salió nos dijo que podíamos verlo pero que no podía levantarse de la cama y que teníamos que asegurarnos de que tuviera reposo absoluto.

 

Cuando entramos, efectivamente estaba despierto y sorpresivamente a pesar de todo lo que paso, tenía en el rostro la misma sonrisa que siempre tiene como si nada hubiese pasado.

 

-Joon Hyun – me nombró al verme.

 

-Cielo – dije antes de abalanzarme sobre él y abrazarlo como si mi vida dependiera de ello.

 

Mi corazón se partió en pedacitos cuando lo vi ahí en la cama, con la ropa de hospital, todo golpeado y con raspones por todos lados. No pude evitar llorar, sentí tanto miedo como nunca lo había sentido en la vida.

 

Él era mi todo.

 

-¿Estás bien? – Pregunté con desesperación mientras lo examinaba por todos lados. Tenía la cara llena de raspones, habían puntos de sutura sobre su ceja, y había un gran moretón sobre su mejilla – Dime que estás bien – dije casi como una súplica.

 

-Estoy bien amor – respondió evidentemente para calmarme. Él y su manía de decirme lo que yo quiero escuchar – Tranquilo, no pasa nada.

 

-¡¿Cómo rayos me pides que esté tranquilo cuando te has volcado en el auto?! – Me quejé.

 

-Lo…lo siento – Se disculpó – Sé que te gustaba mucho ese auto – ¿Cómo tenía ánimos para bromear?

 

-¡Al diablo con el auto, me importas tú! – Dije impulsivamente - Mira cómo estás – Comenté sin poder evitar pasar mi dedo con cuidado sobre sus heridas.

 

-Lo sé, lo sé, era broma cariño – dijo acariciando mi mejilla con suavidad. Ahh, enserio necesitaba su tacto – Estoy bien – repitió - De verdad tienes que calmarte, o el próximo que van a atender vas a ser tú.

 

-Estuve todo este tiempo…muriendo de la preocupación por ti – admití.

 

-Eso…está bien. Me molestaría que no fuese así.

 

-Tonto – Solté - No sabes el susto que me diste – dije con la voz quebrada. Me sentía cansado, habían sido solo pocas horas pero sin duda las más largas y agotadoras de mi vida. No quería llorar pero no podía evitarlo, las lágrimas simplemente salían solas de mis ojos.

 

-Lo siento – Se disculpó de nuevo atrayéndome hacia sus brazos de nuevo. Quería protestar pero, al final solo me deje hacer y no dije nada al respecto. El calor que emanaba su cuerpo, sus caricias, incluso su aroma me reconfortaban – Me alegro de que estés aquí…aunque vamos a tener una charla sobre eso de meterte a la clínica sin permiso ¿ok?

 

-Ok – accedí sin pensármelo dos veces. – Hablemos todo lo que quieras

 

Aquel día, Ji Ho le pidió a Jae Ha que se fuera a casa y que me llevara de nuevo con Hyun Su para que no hubiese problemas, aunque en realidad no los tendría porque jamás supieron que me fui, además de que ese bastardo seguramente estaba en algún bar con alguna puta barata o con su secretaria pasándola de lo lindo. De hecho, no supe de él sino hasta al día siguiente pasadas las 5 de la tarde cuando decidió regresar apestando a perfume, alcohol y vómito, y con una resaca de muerte que lo hizo darse una ducha y caer automáticamente rendido en la cama sin siquiera dirigirme la palabra. Enserio tengo que enviarlo de nuevo a donde sea que fue si con eso me libero de él por tanto tiempo.

 

Los días siguientes domine mucho más la técnica de salir por la ventana para poder ir a visitar a Ji Ho a toda hora, y si…ya no tuve problemas con ingresar a la clínica porque ya tenía el permiso firmado por el doctor para hacerlo, e incluso mi propia tarjeta de socio de alguna manera que sigo sin comprender pero que por el momento no me interesaba si con ella podía usar el ascensor y entrar sin que me persiguieran como un criminal por el pasillo.

 

En la clínica le ordenaron a Ji permanecer allí por lo menos quince días además de reposo absoluto, así que cada día en algún momento, me escapaba y le llevaba comida, libros o lo que necesitara para estar a gusto, aunque debo decir que lo trataban bastante bien y no era para menos, después de todo y a pesar de que a mí se me olvidaba a veces, seguía siendo V-King, nada menos que el líder de VIP.

 

La noticia de que había tenido un accidente se comenzó a correr con rapidez cuando algunas fanáticas vieron a Yu Gyeom y a Min Yoon saliendo de la clínica, por lo que la misma empresa decidió confirmarlo todo pero aclarando que estaba bien y fuera de peligro, causando por supuesto que la seguridad se incrementara el triple puesto que las fans comenzaron a presentarse en frente de la clínica con carteles de apoyo para él y además regalos, tanto que la habitación se había quedado sin espacio y tuvieron que comenzar a llevarse cosas al apartamento.

 

Ji Ho, no estaba aceptando demasiado bien eso del “reposo absoluto” y cada cinco segundos o menos, era regañado por los chicos o por mí cuando intentaba levantarse de la cama o hacer algo que no implicara estar tranquilo y descansando como dijo el médico.

 

-Ji Ho, por enésima vez – dije frotándome las cienes – Quédate quieto mientras no te estoy mirando.

 

-¡Solo quería ir al baño! – alegó.

 

-¡Tienes un baño casi 5 estrellas aquí adentro! – Refuté – Con dos tipos de papel higiénico y ducha.

 

-Pero no tiene un bonsái – dijo haciendo que yo le dedicara una mirada de muerte - ¿Qué? Es cierto. El de afuera tiene un lindo bonsái de adorno. Me gustan los bonsái.

 

-Cielo – dije prácticamente empujándolo hacia la cama para que se sentara - Si vuelvo a quitarte la vista de encima y estás de pie, voy a decirle a la abuela Yoo – lo amenacé.

 

-No por favor – suplico con las manos juntas a modo de plegaria – Aun está muy enojada conmigo por lo que paso.

 

-Pues imagínate cómo se va a poner cuando le diga todo lo que haces mientras no te está viendo.

 

-Pero es que…es que…

 

-Lo sé, lo sé – dije acariciando su mejilla – Pero si quieres recuperarte del todo e irte…tienes que ser obediente y quedarte quieto como el médico dijo.

 

-Eso es lo que he estado haciendo por 8 días – se quejó – ¡8! Eso es un montón.

 

-Y faltan otros 7 más - Recordé.

 

-Pero ya me siento bien, y puedo moverme y….y mis costillas ya no duelen…auch…tanto.

 

-15 días son 15 días, ni un día más ni un día menos.

 

-Pero Joon Hyun – se quejó frunciendo los labios.

 

-No – negué – Y no me hagas puchero, sabes que no puedo hacer nada – dije sin poder evitar acercarme a besar sus labios fugazmente – Has aguantado hasta ahora, un par de días más no te van a matar.

 

-Si siguen dándome de esa gelatina roja que parece cualquier cosa menos eso, yo creo que si podría morir.

 

-No seas exagerado, no esta tan mal.

 

-Ohh claro que sí, de hecho es tan mala, que la mandan en cantidades industriales para que no se desperdicie – dijo haciéndome reír.

 

-Bueno pero el resto está bien, además…estas descansando, ¿quién se molesta por eso?

 

-Alguien hiperactivo como yo. Enserio necesito moverme, y no es caminar por la habitación, hablo de moverme como…como…un…muñeco de gasolinera – comentó haciéndome reír.

 

-¿Qué? – pregunté divertido.

 

-Sí, es decir…mucho movimiento. Estar acostado todo el día hace que me sienta…como…tieso…e inútil.

 

-No eres inútil, además…incluso compusiste una canción estando aquí. Solo tú podrías haber hecho algo como eso.

 

-En realidad era una propuesta para ti, solo que tú lo tomaste como una canción y a los chicos les gusto.

 

-¿Me…recuerdas como era la propuesta?

 

-“So baby… ¿can I be your boyfriend, can I?”– Comenzó a cantar – “Todo lo que no conoces, te lo quiero mostrar, so baby… ¿can I be your boyfriend, can I?, puedo darte lo que quieras, eso y mucho más”

 

-Excelente propuesta – dije con una sonrisa en el rostro – La respuesta definitivamente es sí – comenté acercándome frotando nuestras narices en un beso de esquimal.

 

-Eso pensé.

 

Estos días a pesar de todo habían sido muy buenos para mí, y la única razón de eso era porque podía verlo y estar con él prácticamente casi todos los días aunque tuviese que bajar por un árbol y saltar una reja para hacerlo. Además Hyun Su de alguna manera estaba más ausente en la casa y aunque eso me daba un poco de mala espina, era mucho mejor a tener que soportar sus amenazas constantes y sus sarcasmos diariamente.

 

A pesar de todo lo que había sucedido, mi cabeza no dejaba de pensar en que Ji Ho definitivamente era el amor de mi vida. Cada día me decía que todo estaría bien y que en menos de lo que pensaba, todo iba a volver a ser como antes, y yo cruzaba los dedos para que efectivamente algo sucediera y ambos pudiéramos estar juntos otra vez.

 

No voy a negar que había pensado varias veces en hablar con mis padres y terminar con esto de una buena vez por todas, en más de una oportunidad estuve listo para decirles todo sin titubear, pero…había sido el mismo Ji Ho quien me había dicho que haciendo eso solo estaría desperdiciando todo lo que había hecho hasta ahora y que haberme casado con Hyun Su habría sido en vano. También dijo que no tenía que preocuparme más por eso, que él lo solucionaría y yo enserio quería creerle, pero… ¿de qué manera podría hacerlo?, ¿realmente podía? Sinceramente era demasiado pedirle eso.

 

Estaba demasiado indeciso, no sabía cuándo terminaría esto y no podía pedirle a Ji Ho que esperara hasta que yo pudiera organizar mi vida pero tampoco quería perderlo porque lo amo. Necesitaba una señal, algo que me dijera que realmente podríamos retomarlo todo donde lo dejamos y continuar con esa hermosa relación que teníamos y que ninguno de los dos terminó en realidad.

 

Esa misma tarde…algo sucedió, aunque no era precisamente la señal…que yo esperaba.

 

-¡Buenas tardes! – dijo una voz suave irrumpiendo en el cómodo silencio de la habitación.

 

Yo fije mi mirada hacia la puerta al igual que todos los presentes, pero a decir verdad no tenía idea de quien se trataba, pero al parecer el rostro desconcertado de Ji Ho y el de furia de Min Yoon y de Yu Gyeom me hicieron darme cuenta de que ellos sí que lo sabían y al parecer los últimos dos no estaban felices por ello.

 

-¿Qué demonios haces tú aquí? – fue lo que dijo Min Yoon de manera sumamente cortante.

 

-Min Yoon, tiempo sin verte querido, ¿cómo estás? – fue lo que dijo esta persona sin quitar la sonrisa de su cara.

 

-Mucho mejor que tú por lo que veo – respondió este – No pienso repetir la pregunta.

 

-Tranquilo, estoy aquí porque me entere de que Ji Ho tuvo un accidente y quise venir a ver como estaba, eso es todo.

 

-Claro, y eres la madre Teresa de Calcuta y yo nací ayer – le respondió Min Yoon con sarcasmo.

 

-Vine en son de paz – dijo el chico alzando ambas manos – Por los viejos tiempos.

 

-Por los viejos tiempos eh, yo podría darte un puñetazo en son de paz por los viejos tiempos – gruño Min Yoon haciendo que Yu Gyeom interviniera sujetándolo del brazo cuando comenzó a avanzar.

 

-Cálmate – Dijo Yu Gyeom.

 

-No me pienso calmar hasta que este…este…ser…salga de aquí.

 

-Ohh, Yu Gyeom cariño – saludo efusivamente – Veo que la vida te ha tratado sumamente bien – comentó mirando de arriba hacia abajo - ¿Sigues soltero verdad? Hasta cuando…eso se puede arreglar fácilmente.

 

-Te voy a matar – gruño Min Yoon siendo de nuevo interceptado por Yu Gyeom.

 

-No – lo detuvo de nuevo Yu Gyeom – Basta, lo hace a propósito.

 

-Lo sé, y voy a ponerlo en su lugar a propósito.

 

-Que pesado que eres – dijo el chico bufando fastidiado – Sigues igual de histérico que antes.

 

-Y tú igual de ofrecido.

 

La discusión entre los dos se formó casi tan rápido como ese chico había cruzado la puerta y cada uno argumentaba algo que el otro refutaba automáticamente. Yu Gyeom mientras tanto se encargaba de que no llegaran a más que solo discutir aunque de vez en cuando también intervenía de manera cortante cuando era mencionado por el otro chico.

 

-Ji Ho, ¿quién es él? – pregunté interesado en la respuesta que me daría.

 

-Es…es Jun Dae – respondió dejándome frío.

 

-¿Ese Jun Dae? -  dije fastidiado consiente de que solo había oído de una persona con ese nombre - ¿Qué rayos…?

 

-No tengo…ni la menor idea – interrumpió adivinando mi expresión - Pero…no me gusta cómo va  esa charla.

 

-¿Y quieres…charlar con él o algo así? – pregunté haciendo que me mirara con confusión.

 

-¿Q-Que? No – negó de inmediato -  No…tenemos de que…charlar, ni siquiera sé porque está aquí.

 

-¿Entonces porque no has dicho nada al respecto? – Pregunté cruzándome de brazos.

 

-Ahh…pues…ahh…

 

-Esperare fuera – lo interrumpí dándome la vuelta con la intención de salir.

 

-No…espera…Joon Hyun – intento detenerme pero yo hice caso omiso a sus llamados.

 

Cuando pase al lado del grupo de discusión, inevitablemente llame la atención de todos y en realidad no quería hacerlo pero estaban todos justo frente a la puerta.

 

-Permiso – fue lo que dije – Esperare afuera.

 

La cara de sorpresa de Min Yoon era demasiado evidente y ni hablar de la de Yu Gyeom, creo que ambos esperaban una respuesta diferente de mi parte pero…en realidad no podía hacer mucho, después de todos soy quien está casado con otro, mi moral en este momento para hacer una escena de celos no es la mejor de todas.

 

-¿Nos conocemos? – dijo este chico Jun Dae específicamente hacia mí justo antes de que pudiera poner mi mano en la perilla de la puerta para salir.

 

Enserio esperaba que no hiciera ningún comentario hacia mí porque…si actuó lo más calmado que puedo, pero su presencia me molesta y me molesta mucho.

 

-No – negué dándome la vuelta lo más calmado que pude – No nos conocemos, y discúlpame pero…no estoy interesado en hacerlo.

 

-Te entiendo – dijo muy calmado – Seré breve lo juró, a decir verdad solo vine a tratar de temas profesionales.

 

-Eso espero – respondí igual de calmado – Porque…no voy a mentir, no me agradas y tampoco el hecho de que estés aquí, así que volveré en unos 15 minutos, y espero no…ver tu cara – solté como si nada - Creo que eso te alcanza, ¿verdad que sí?

 

-Más que suficiente.

 

-Eso creí – comenté – Vamos Min Yoon.

 

-Bien – gruñó accediendo a mi pedido – Pero 15 es mucho, que sean 5.

 

Una vez que los tres estuvimos afuera, tal y como dije me senté en la sala de espera y tome una revista al azar para comenzar a leerla.

 

-No puedo creer que los dejaras a solas – fue lo que dijo Min Yoon sentándose junto a mi cruzándose de piernas - ¡Y no puedo creer que tú no me dejaras tumbarle los dientes!

 

-¿Por qué a Joon Hyun le reclamas sin gritarle y a mí sí me gritas? – fue lo que dijo Yu Gyeom.

 

-¡Porque él no dejo que lo miraran descaradamente de arriba abajo sin quejarse!

 

-Min Min…

 

-No – lo interrumpió Min Yoon – No quiero hablar contigo ahora y más vale que pegues tu oído supersónico en esa puerta y averigües de que hablan.

 

-Si con eso dejaras de estar celoso – dijo Yu Gyeom levantándose de la silla.

 

-¡No estoy cel…! – Pero no pudo decir nada más pues Yu Gyeom le robó un beso callando por completo sus quejas.

 

-Sí, si…lo que tú digas.

 

-Más vale que averigües bien de qué hablan Park…o vas a dormir en el sillón – musitó al final.

 

Una vez que estuvimos solos por fin se animó a hablar.

 

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo? – me preguntó – Yo… como puedes…

 

-No lo estoy – admití con sinceridad – Apenas van 3 minutos – dije porque contaba cada segundo para que esa…persona saliera de la habitación.

 

-¿Por qué lo hiciste? – Preguntó.

 

-¿Y que querías que hiciera? – Devolví la pregunta - ¿Hacer una escena de celos cuando soy yo quien está casado con otro? Eso no…no sería justo.

 

-Joon Hyun, todos sabemos que…

 

-Sea como sea, lo estoy – lo interrumpí – No estoy en la mejor posición ni para exigir, ni para quejarme, ni para…ni para nada, además……él no dijo nada…al respecto – comenté mirando hacia mis pies - ¿Qué podía decir contra eso?

 

-Pues… ¿qué tal un…“fuera de mi vista bitch”? – Dijo haciéndome reír – Aunque he de admitir que la parte de “volveré en 15 minutos y espero no ver tu cara” fue mi favorita.

 

-Planeo llevarla a cabo en menos de 15 minutos – dije levantándome de mi lugar – Me voy a mi casa.

 

-¡¿Qué?! – Exclamó Min Yoon horrorizado – No te puedes ir, te lo prohíbo.

 

-Igual lo haré – dije con sinceridad - No me…siento cómodo, y…de cualquier forma ya es hora de que regrese – comenté mirando mi reloj.

 

-Sí, pero no mientras ese…sigue ahí.

 

-Sabes, me hubiese gustado que Ji Ho…dijera algo parecido a…“vete, no quiero verte, o no tenemos nada de que hablar” – dije con mucha sinceridad – Pero supongo que es mucho pedir. Él es…demasiado bueno para eso ¿cierto?

 

-Ay cariño – dijo Min Yoon acariciando mi mejilla – No dejes que ese imbécil te afecte, Ji Ho ahora te ama solo a ti, te lo aseguro.

 

-Eso espero, porque tengo toda mi confianza en ello aunque…nuestra relación se echó a perder.

 

-No digas eso.

 

-Hazme el favor de decirle que me fui y que…mañana no puedo venir – dije recordando mi horario – Tengo tutorías todo el día.

 

-De acuerdo, se lo diré.

 

Aquel día no pude dormir en toda la noche porque mi cabeza comenzó a llenarse de cosas sin sentido como ¿qué pasaría si de pronto Ji Ho encuentra a otra persona que le guste? Está en todo su derecho, después de todo quien quiere estar con alguien con quien no pude definir si tiene una relación o no porque está casado con otro y que además lo hizo mientras se suponía que estaba contigo.

 

Eso es…horrible, solo a mí se me ocurre ponerlo en una situación como esa. Sé que Jun Dae le hizo mucho daño en el pasado y que esa persona probablemente no sea él, pero también sé que tuvieron una historia de larga data y…donde hubo fuego cenizas quedan, además…no voy a mentir, el chico tiene un lindo rostro, a diferencia de mi hace ejercicio por lo cual tiene un cuerpo bastante llamativo, y para colmo canta, así que supongo que es fácil entenderse con él. Desgraciadamente he tenido que presenciar lo bien que se llevan durante un par de días en los cuales ese tal Jun Dae se ha empeñado en venir a visitarlo con la excusa de que tiene que hablar de cosas de trabajo.

 

Es insoportable.

 

Su voz es tan suave y tan…falsa, que hace que me duela la cabeza, por lo cual apenas llega, simplemente salgo de la habitación ignorando los llamados de Ji Ho quien se ha empeñado varias veces en decirme que efectivamente es Jun Dae quien le trae papeleo de la empresa y que es solo por eso que continua yendo a verlo, y me siento a leer en la sala de espera o doy paseos por toda la clínica.

 

Gracias a eso, fue que pude encontrar la cafetería, en donde me he acostumbrado a tomarme un latte vainilla con algún dulce mientras espero que cierta persona se vaya y se lleve con ella su cara, para no tener que mirarla.

 

Y había tenido efecto hasta hoy.

 

-¿Te molesta si me siento? – escuche una voz justo frente a mí. Cuando noté que era nada menos que Jun Dae, lo primero que pensé fue: ¿qué rayos hace aquí?

 

-Sí, me molesta – respondí.

 

-Bueno, de cualquier manera lo haré – comentó él tomando asiento justo frente a mí.

 

-No tenías que preguntar si de cualquier manera ibas a hacerlo.

 

-Solo lo hago para molestarte, lo que vine a decirte no me va a tomar más de 5 minutos.

 

-¿Ohh vienes a decirme algo? Excelente, empieza diciéndome para qué rayos volviste – pregunté directamente y sin rodeos.

 

-Que directo – comentó – Sabes, en otras circunstancias tú y yo nos llevaríamos bien.

 

-¿Y bien? – insistí desinteresado por completo en el resto de sus comentarios.

 

-Volví porque tuve que hacerlo, me lo pidieron en el trabajo – respondió descaradamente – No vine con ninguna doble intención, ni con ánimos de pelear con nadie y mucho menos de revolver el pasado si es lo que piensas, puedes estar tranquilo.

 

-Sería más fácil decir que te creo, pero…no me convences. Eres muy…falso.

 

-¿Piensas que estoy aquí porque quiero intentar algo de nuevo con Ji Ho? – Preguntó – ¿No crees que pude haber hecho eso hace mucho? ¿Acaso eres celoso?

 

-Más o menos – admití – Y definitivamente es más.

 

-Pues…que mal por ti – dijo acariciándose la barbilla mientras me observaba de arriba abajo – Deberías tener más seguridad en ti mismo, después de todo, un hombre como Ji Ho…atractivo, talentoso, con dinero, y además famoso llama la atención de cualquiera ¿No has notado como las cabezas giran hacia él cuando entra a algún lugar? Siempre odie eso.

 

-Claro que lo noto, no estoy ciego, pero no me interesa mientras su cabeza siempre este mirándome a mí – dije con seguridad.

 

-Si tú lo dices.

 

-Claro que lo digo, pero…ohh perdóname si no era así contigo, hablo por mí – dije con una sonrisa al ver que la suya se borró parcialmente. Eso lo molesto.

 

-Eres particularmente…molesto – dijo cruzándose de brazos – No te ofendas.

 

-Lo mismo digo – comenté – Molesto y además falso – dije con firmeza - Enserio, aléjate de él, le haces daño, y eso no me agrada.

 

-¿Yo le hago daño? – Bufó – Claro…porque mi “esposo” es quien mando a unos sicarios a matarlo en la carretera, no.

 

Cuando lo escuche decir aquello de inmediato mi ceño se frunció y mi rostro de desconcierto debió ser demasiado obvio.

 

-¿Q-Qué? – Fue lo que pude decir - ¿De qué…de que estás hablando?

 

-Bueno, no se supone que supieras esto pero…creo que es lo mejor – comentó mirándose las uñas – Tu esposo, quien quiera que sea, envió a unos sicarios a matar a Ji Ho – dijo haciendo que mi rostro se desfigurara por completo – Al principio solo querían amedrentarlo, por eso envió a alguien para que lo golpearan, pero él se defendió y nada paso, es por eso que luego enfureció y envió a esos tipos a seguirlo no sin antes cortar los frenos de su auto. Habría salido ileso de nuevo, pero le dispararon y atinaron a sus neumáticos, es por eso que se volcó.

 

¡¿DE QUE RAYOS ESTABA HABLANDO?!

 

-Eso…eso no es cierto.

 

-Está bien si no me crees, pero…eso fue lo que paso, ¿por qué te mentiría con algo así? – Aseguró - Tú tienes la culpa de que este así – sentenció con una voz mucho más firme y seria -  Así que no me hables de daño cuando eres tú quien lo lastimo de esa manera.

 

-¡Eso no puede ser! – Exclamé horrorizado – Me lo…me lo habría dicho.

 

-Claro que no tontito, es más que obvio que coincidimos en que él es alguien demasiado bueno para este universo, y como no va a decírtelo, yo lo haré…aléjate de él – dijo cruzándose de brazos - Si de verdad lo amas, entenderás que eres un peligro y que mientras esa otra persona y tú estén atadas, su vida está en riesgo… ¿o acaso quieres que algo le pase?

 

No pude seguir escuchando nada. No quería. No podía.

 

Necesitaba que Ji Ho me dijera que todo era falso, que tan solo era una artimaña de Jun Dae para alejarme de él, por lo cual camine lo más rápido que mis pies accedieron a hacerlo hasta que llegue de nuevo hasta su habitación.

 

-No pueden decirle – escuche la voz de Ji Ho hablando haciendo que mi mano se congelara encima de la perilla de la puerta – Ya hablamos de esto, no quiero que lo sepa.

 

-De mi boca no ha salido nada y no va a salir nada, pero seamos sinceros, es de Joon Hyun de quien estamos hablando, lo descubrirá por sí mismo en algún momento – esa era la voz de mi hermano.

 

-Yo creo que deberías decirle – ese era Min Joon – Es algo grave Ji, tiene derecho a saberlo y se molestara cuando sepa que no se lo confiaste.

 

-Intenta imaginarme diciéndole todo y dime que no enloquecerá. Prefiero por el momento que todo quede como un…accidente y ya, y eso incluye a mi abuela, si llega a escuchar que me cortaron los frenos, sufrirá un ataque – Tal y como yo lo estoy sufriendo ahora.

 

-Creo que más bien enloquecerá si sabe quién lo hizo – dijo Yu Gyeom.

 

Automáticamente mi mente comenzó como siempre a atar cabos sueltos y el extremo final no me gusto para nada. No podía ser…no podía ser lo que estaba pensando.

 

-Díganme que no es cierto – dije adentrándome en la habitación haciendo que automáticamente todos me miraran con desconcierto, sobre todo Ji Ho – No fue un accidente, y tú lo sabías…y me lo ocultaste.

 

Yo lo miraba con firmeza y el me dedicaba una mirada casi de miedo. Era más que obvio que no sabía que responder al respecto.

 

-Bien, todo mundo afuera, conversación privada, conversación privada – dijo Yu Gyeom haciendo que el resto de los presentes se levantara con dirección a la puerta.

 

Una vez que quedamos solo yo respire hondo e intente calmarme pero…no podía. Él que siempre se queja de que yo no le cuento todo y me oculta nada menos que algo tan grave como esto.

 

-No vayas a explotar, déjame explicarte.

 

-¿Y qué vas a explicarme? – Gruñí automáticamente - ¿Vas a explicarme como es que todo mundo sabía que le cortaron los malditos frenos a tu auto pero yo no?

 

-Cielo…escucha…

 

-¡No, tu escucha! – Lo interrumpí – No puedo creer que…no puedo creer que me mintieras así – dije dolido - ¿Es porque fue él quien lo hizo, verdad? ¿Lo hizo Hyun Su? Ese…bastardo.

 

-Sabía que te ibas a poner así, además…ni siquiera…ni siquiera sabemos si realmente él lo hizo, no puedes culpar a nadie sin pruebas.

 

-Por favor, eres tan…malo mintiendo – dije con obviedad – Esto…esto no puede seguir, yo…no puedo, no…no puedo.

 

-Joon Hyun…por favor.

 

-Pudiste haber muerto, te…te dispararon – dije con la voz quebrada y lleno de horror. La sola idea me daba nauseas - Esto…esto esta tan mal…y todo es culpa mía. Te hizo esto porque te quiero y no a él.

 

-Joon Hyun, eso no es cierto.

 

-Claro que sí lo es – refuté – Y no Ji Ho…así yo…así no puedo.

 

-¿Qué…que quieres decir? – preguntó.

 

-Digo que no puedo seguir con esto – dije mirando hacia el suelo porque si lo hacía mirándolo a los ojos, mi corazón me traicionaría y no podría hacer lo que siempre tuve que haber hecho. Alejarme - Lo mejor es que…estemos verdaderamente separados, hasta que…todo esto se aclare.

 

No…definitivamente no puedo soportar que le hagan daño…y menos por mi culpa.

 

Pov Hyun Su

 

Odio…cuando mis planes…se arruinan.

 

Se suponía que para este día, habría recibido la noticia de que el marginal ese había muerto en un desafortunado accidente de tránsito en el cual su auto de volcó en la carretera por fallos en los frenos.

 

Incluso compre vino para celebrarlo, aunque claro que aparte un traje negro también para asistir al funeral e incluso pensaba comprar flores en señal de “paz” y de que lamentaba hipócritamente su pérdida, además de que se me habían ocurrido un par de cosas para consolar a mi muy triste esposo que seguramente estaría muy triste por perder a su juguetito de tiempo libre.

 

¿Cuál es mi sorpresa? Que en la primera plana de la prensa, en donde se supone que aparezca la economía, apareció un titular informando que el…maldito hijo de perra…esta perfecto después del accidente en el cual su auto quedo completamente inservible.

 

Estaba eufórico.

 

¿Acaso tenía pacto con el diablo?

 

Primero…los de la paliza no pudieron hacerle ni el más mínimo daño, ahora sale ileso de un accidente en el cual tenía que haber quedado en pedacitos, con su cerebro esparcido por el pavimento.

 

Definitivamente, tiene que tener un contrato con la muerte o es que los supuestos sicarios a mi mando son uno inútiles.

 

Me inclino más hacia la segunda opción.

 

-¡Son unos incompetentes!  -gruñí al móvil - ¡Les di una tarea tan simple con una paga tan jugosa… ¿para esto?! – Les reclamé - ¡¿Acaso pueden hacer algo bien?!

 

-Señor, hicimos lo que nos dijo – alegaron como siempre excusas – Estaba prácticamente agonizando cuando lo dejamos, no sé qué sucedió.

 

-¡Sucedió que sobrevivió, estúpidos! – Dije perdiendo por completo la paciencia - Quiero que sepan, que pueden despedirse del dinero, porque no pienso pagar ni un centavo por su inutilidad. ¡¿He sido claro?!

 

Una vez que colgué el teléfono, lancé lo primero que tenía a la mano contra el piso, y lancé todo lo que tenía sobre el escritorio al suelo en un ataque de ira.

 

Tuve que respirar profundo un par de veces antes de poder calmarme y recuperar los estribos. No, ese…marginal no podía hacerme perder los estribos. No valía la pena.

 

-Bueno Hyun Su, al parecer estás rodeado de estúpidos, así que vas a tener que hacer esto por ti mismo.

 

Enseguida levante el teléfono con la intención de llamar a mi secretaria.

 

-Si Hani, cancela mis citas de esta tarde – pedí – Tengo que salir a hacer algo importante, colócalas cuando puedas.

 

-No se preocupe señor, yo lo arreglo.

 

-Para eso te pago querida – respondí – Oh y Hani.

 

-¿Si señor?

 

-Envía a alguien a ordenar mi oficina mientras no estoy, ¿quieres?

 

-Por supuesto, enseguida.

 

Bien dicen que si quieres hacer algo bien, lo tienes que hacer tu mismo, y eso…es exactamente lo que pienso hacer.

 

Yoo Ji Ho...te juro…que vas a lamentar haberte cruzado en mi camino como un obstáculo.

 

-No voy a parar…hasta verte muerto…infeliz – gruñí – No sabes lo que te espera. Vas a desear haber muerto en ese accidente.

 

Pov Jun Dae

 

Cuando la empresa me dijo que necesitaban personal en la sucursal de Busan, lo primero que pensé fue: No aceptes, tú odias ese lugar, no necesitas volver puede hacerlo alguien más. Sin embargo, en el fondo, siempre quise una excusa para volver.

 

Porque él estaba ahí.

 

Luego de nuestro encuentro “casual” el día de año nuevo, estuve esperando pacientemente a que el destino me diera una señal, por eso cuando por fin llegó no pude desaprovecharla, por lo cual acepte ser prácticamente ser el cartero del lugar aunque tuviese más papeleo del que me gustaría porque eso lo incluía a él.

 

Había tenido un accidente, y no voy a mentir diciendo que no me escandalicé de inmediato, sé que él es muy bueno conduciendo así que algo tuvo que haber desencadenado aquello, por eso cuando me entere de la razón especifica por la cual había pasado semejante cosa, no iba a quedarme callado de ninguna manera.

 

Mucho menos si eso me era sumamente útil para lograr mi objetivo.

 

-Bueno, no se supone que supieras esto pero…creo que es lo mejor – comencé a decir notando de reojo como captaba por completo su atención – Tu ESPOSO – recalqué - Quien quiera que sea, envió a unos sicarios a matar a Ji Ho – solté sin ningún tipo de anestesia dejándolo prácticamente en shock. Pobrecito – Al principio solo querían amedrentarlo, por eso envió a alguien para que lo golpearan, pero él se defendió y nada paso, es por eso que luego enfureció y envió a esos tipos a seguirlo no sin antes cortar los frenos de su auto. Habría salido ileso de nuevo, pero le dispararon y atinaron a sus neumáticos, es por eso que se volcó.

 

-Eso…eso no es cierto – fue o que dijo él.

 

-Está bien si no me crees, pero…eso fue lo que paso, ¿por qué te mentiría con algo así? – Asegure - Tú tienes la culpa de que este así – lo acuse de manera más seria -  Así que no me hables de daño cuando eres tú quien lo lastimo de esa manera.

 

-¡Eso no puede ser! Me lo…me lo habría dicho.

 

-Claro que no tontito, es más que obvio que coincidimos en que él es alguien demasiado bueno para este universo, y como no va a decírtelo, yo lo haré…aléjate de él – dije cruzándome de brazos - Si de verdad lo amas, entenderás que eres un peligro y que mientras esa otra persona y tú estén atadas, su vida está en riesgo… ¿o acaso quieres que algo le pase? – añadí al final como si fuera la cereza del pastel.

 

Cuando se levantó de golpe de su sitio caminando como alma que lleva al diablo, lo único que pude pensar fue: Bingo. De haberlo planeado con anticipación no habría resultado tan bien.

 

Creo que todo sucede por una razón, y el hecho de que las cosas estén a mi favor para que Ji Ho quede libre solo para mí, definitivamente es una especie de señal.

 

-Ahh Joon Hyun – suspiré probando un poco de la crema del dulce que había quedado sobre la mesa olvidado - Deshacerme de ti, va a ser mucho más fácil de lo que esperaba.

 

No puedo…desaprovechar esta oportunidad.

 

CONTINUARA

 

Notas finales:

¿Que les parecióooooooo? Ufff no saben lo que se viene, son demasiadas cosas, así que preparen sus kokoros. Espero que les haya gustado.

Espero sus comentarios los cuales usaré para mejorar, y no olviden que tambien pueden leer esto en wattpad, así que denle amor por allá tambien.

Saluditos y un abrazo para todos.

XOXO


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