Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

V.I.P por Lady Wifi

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Holaaaaa personitassssss. He vueltooo con capítulosss nuevosss para ustedessssssss!

Antes que nada, disculpen por la tardanza. No actualice antes porque he estado trabajando doble turno porque la terrible palabra con T, además de tiempo y de sacar canas verdes tambien te asalta la cartera y bueno, yo soy pobre, tengo que trabajar y ahorrar.

Como les dije, subire los capítulos de 2 en 2 o de 3 en 3, depende como los edite así que, hoy traje doble capítulo, esperen el proximo en un ratito más. Espero que los disfruten mucho.

Gracias por las 8200 lecturas, estoy tan feliz que casi vomito arcoiris ( * w * )

Disculpen cualquier error ortográfico (No lo había dicho antes pero, si ven alguno, por fa, avisenme, para corregirlo lo antes que posible)

PD: En este capítulo hice referencia a la canción "RETRO FUTURE" de Triple H, traducida/adaptada al español, la cual no me pertenece.

Sin más que decir, a leer.

 

"Intentar"

Pov Ji Ho

 

Una…exagerada… y muy dramática…celebración.

 

Eso fue lo que hice en plena sala cuando colgué la llamada, consciente de que Joon Hyun había aceptado a vernos y que sería apenas en un par de horas.

 

Oh sí.

 

-¡Si! – Exclame con mi mano hecha puño - ¡Si, si, si, si, si, si, si! – Celebré - ¡Oh sí, oh si, oh sí…aja…si! – celebré con baile incluido.

 

-¿Me…perdí de algo bueno? – pregunta mi abuela curiosa saliendo de la cocina haciendo que además de tener un susto de muerte, recupere la…compostura…automáticamente.

 

-No – niego de inmediato sentándome de golpe en el sillón como si nada – No – niego nuevamente negando con la cabeza – No.

 

-¿Seguro? – insiste cruzándose de brazos y entrecerrando la mirada.

 

-Bueno…ummm…tal vez -  corrijo. Es imposible resistirse a esa mirada acusadora - Tenemos que charlar de…

 

-Ohh no – me interrumpe ella – No vas a ir a ninguna parte Yoo Ji Ho.

 

-¡¿Qué?! Pero… - intento refutar de inmediato – Pero…si aún no he dicho…

 

-Tengo buen oído – dice ella – Además…con todo el escándalo que hiciste, probablemente lo sepan hasta en pekín.

 

-Abuela es…es de muy…muy mala educación escuchar conversaciones…ajenas – intento cambiar de tema.

 

-Buen intento, pero no me cambies de tema jovencito – dice sin inmutarse.

 

-Ahhhh, enserio…enserio…enserio…necesito ir – digo juntando las manos a modo de plegaria – Es de…vida o muerte – exagero.

 

-Puedes tener una cita con Joon Hyun cualquier otro día – comenta – Además los paparazzis están ahora por todas partes buscándote. Salir es una pésima idea, como lanzarse a una piscina con tiburones…sangrando – Punto a su favor.

 

-Lo sé, lo sé, incluso él dijo eso, pero es que… - intento decir – Es que yo…yo… - continuo intentando decir sin éxito – Agrrrr – gruño de frustración – No sé cómo explicarlo pero…tengo que ir.

 

-¿Hace solo 1 segundo no querías ni siquiera enviarle un mensaje, y ahora…quieres ir a verlo en persona? Ese es un cambio muy drástico de aptitud en muy poco tiempo – Segundo punto a favor.

 

-Lo sé, no tiene sentido, pero…enserio…enserio tengo que hacer esto, además…nadie me descubrirá porque iré de incognito como siempre con gorro y tapabocas y todo lo demás. Nunca me han atrapado hasta ahora.

 

-Porque nunca estuvo una foto de tu rostro por todas partes – Ok, tercer punto y oficialmente estoy K.O.

 

-¡Aishhh abuela! – me quejo.

 

-Solo estoy cuidándote, es mi trabajo – dice sentándose en el sillón – Haber, te dejaré ir, si me dices porque es…tan urgente que no puede esperar para otro momento cuando las cosas se calmen un poco.

 

-Porque…no sé qué hacer – digo con sinceridad – He estado todo este tiempo pensando en él, y en todas las cosas horribles que pasaron, y en si…hay alguna manera de recuperar lo que teníamos o no. Necesitamos hablarlo, porque necesito saber si aún hay esperanza o solo debo…continuar. La incertidumbre me está volviendo loco, no puedo pensar en otra cosa.

 

Ella se quedó pensativa y entonces por fin me dio la respuesta que quería.

 

-Ahhh – suspira – Supongo que es inútil que te diga que no ¿cierto? – dice haciéndome sonreír ampliamente.

 

-Te…adoro abuela – digo acercándome para darle un fuerte y sonoro beso en cada mejilla - ¡Te quiero!

 

-Sí, sí, sí, solo quiero que sepas que Min Yoon no va a estar para nada contento con esto.

 

-No te preocupes. Seré tan cuidadoso que ni siquiera se va a enterar, auch…

 

-Más te vale que eso sea cierto y vayas y regreses sin contratiempos, porque si no, vas a estar en serios problemas conmigo ¿me oyes? – dijo sujetando mi arete con fuerza.

 

-Fuerte y claro señor – respondo haciendo un saludo militar – Digo…señora.

 

Después de eso, fui a darme una buena ducha, y escogí cuidadosamente la ropa que iba a colocarme. No quería que nadie me descubriera, pero tampoco quería ser sospechoso, y si algo he aprendido de los paparazzis es que van siempre detrás del que más trata de esconderse, por lo que no pienso ser uno de sus objetivos por ser tan obvio, así que me dedico a crear un atuendo que pase desapercibido pero por ser común, y teniendo a phebe de mi lado, de la cual aún nadie tiene información afortunadamente, porque desaprovechar la oportunidad de ser un motero de pandilla.

 

Opte por unos jeans oscuros un tanto desgastados, una camiseta negra, una sudadera de capucha gris, y una chaqueta de cuero negra de esas con las que te sientes un personaje de la película grease. Tome uno de los miles de gorros de lana que tengo para cubrir mi para nada llamativo cabello que definitivamente tendrá que irse dentro de poco, negro también, y un tapabocas.

 

Joon Hyun tiene toda la razón, en esta época del año, la temperatura es baja por la cercanía del invierno, sobre todo en la zona del río, y ya que voy en moto y no quiero que mis manos se congelen, unos guantes no podían faltar, y de cuero para seguir con el tema del motero de pandilla.

 

Una vez que estoy listo, y mientras espero impacientemente que sean por lo menos las 8 pm, decido escuchar un poco de música, luego voy a comer algunos bocadillos a la cocina y además también me decido por fin a verificar con mis propios ojos cuanta información mía se filtró por todo internet ahora que estoy mucho más calmado.

 

No me sorprendo al ver que afortunadamente, y sin contar mi fotografía, es solo información básica.

 

Min Yoon hizo un buen trabajo ocultando lo verdaderamente importante, por lo que apenas  puedo ver mi nombre, que no es demasiado común pero no descarto que haya otros Yoo Ji Ho en Asia, mi fecha de nacimiento, eso no era verdaderamente un secreto, las fans siempre tuvieron conocimiento de que mi cumpleaños es en diciembre, mi edad, eso no lo estaba ocultando en realidad porque todos saben las edades de Min Yoon y Yu Gyeom y que yo soy el menor del grupo por un par de años. El único dato que verdaderamente lamento que haya salido a la luz es la dirección de mi apartamento en Busan. Dios, amaba ese departamento, era como mi lugar feliz, me sentía tranquilo estando ahí y practicando en el balcón, además ahí conocí a la persona que actualmente ocupa mi mente y mi corazón por lo que es importante para mí de cierto modo.

 

Aparentemente ya idee una manera de no desligarme por completo de él.

 

Las horas continuaron pasando demasiado lento, apenas eran las 7 y yo continuaba dando vueltas por todo el lugar. Ojala mis perros estuvieran aquí pero la abuela los había enviado con su amiga a Jeju mientras reparaban los daños de la casa y además se supone que iba a quedarse en Busan conmigo para cuidarme hasta que mi reposo terminara antes de que la situación diera este…vuelco tan inesperado.

 

Cuando apenas eran las 7:30 ya no pude soportarlo más y me decidí a salir. El cielo ya estaba oscuro, así que se supone que no habría problemas, utilizaría la noche como siempre para camuflarme.

 

-Abuela, ya me voy – anuncie mientras bajaba las escaleras hacia la puerta.

 

-Ah, ah, ah, espera, espera – dice ella haciendo que me detenga y gire sobre mis talones para mirarla - ¿No es demasiado temprano aun? – pregunta sin dejar su trabajo en el tejido. Es bastante buena con esas agujas.

 

-Sí, más o menos – admití – Pero…tampoco es tan temprano, así que…pensé que me vendría bien algo de aire fresco.

 

-Aire fresco – repitió para nada convencida – Yo creo que más bien estás demasiado ansioso – Ahh, jamás podré ocultarle nada a esta mujer.

 

-Vale, vale, me atrapaste – admito acercándome con las manos en los bolsillos – Tal vez lo esté…solo un poco.

 

-Tenemos un concepto de poco muy diferente – dice ella divertida –  Solo…no dejes que nadie te vea ¿si?, y…nada de tarjetas, si vas a pagar algo que sea en efectivo.

 

-Como el hombre invisible – bromeo acercándome para que ella me dé un beso en la frente.

 

-¡Muack! Que te vaya bien cariño – me despide – Ahh…y dile a Joon Hyun que espero que me visite pronto. Ya que tú no lo haces, quiero ponerme al día con mi nuevo nieto.

 

-Lo haré  -respondo con una sonrisa poniendo los ojos en blanco.

 

Salgo al garaje, y quito de encima la tela que está cubriendo a phebe hace ya un buen rato. La traje porque no quería dejarla abandonada en el estacionamiento del complejo en vista de que utilizaba más el auto.

 

Y qué bueno que lo hice.

 

En poco tiempo, ya estaba sobre la carretera camino hacia el río Han. Era temprano aun pero, eso me daría algo de tiempo para saber exactamente qué era lo que iba hacer.

 

¿Qué iba a decirle exactamente a Joon Hyun cuando lo tuviera en frente? Esa era una muy buena pregunta.

 

No quería ponerme nervioso y decirlo todo de un solo golpe o por el contrario omitir cosas. Con Joon Hyun había descubierto que podía estar frente a miles de personas de todo el mundo, cantando y bailando sin problemas, pero no podía contra su mirada penetrante y esa sonrisa que  podría derretir glaciares enteros si se lo proponía.

 

Dios, ni siquiera lo había pensado. Esta podría ser mi única oportunidad y no podía darme el lujo de echarla a perder o sí.

 

-Tranquilo, solo debes ser sincero – me repetí a mí mismo – Solo tienes que ser tú mismo.

 

Lo amaba, de eso estaba completamente seguro y era lo principal que quería decirle.

 

La pregunta era… ¿él me amaba a mí?

 

Cuando llegue aún faltaba poco más de media hora para las 9. Así que estacione a phebe a un lado de la caminería para bicicletas y me senté en la banca que está justo frente al río.

 

Mire en todas las direcciones y no había prácticamente nadie cerca con excepción de quienes pasaban haciendo ejercicio nocturno. Ninguna furgoneta negra o blanca sospechosa, es decir, no paparazzis.

 

Perfecto.

 

El río estaba hermoso. Las luces se reflejaban junto con la luna en el agua, y las estrellas brillando en el oscuro cielo le daban ese toque faltante al paisaje. Era definitivamente cautivador, podría pasar horas contemplándolo a pesar de la baja temperatura.

 

Sin embargo, ni siquiera eso se comparaba con la belleza que ahora estaba frente a mis ojos.

 

Cabello oscuro, piel blanco pálido, labios rosáceos y mejillas sonrosadas por el frío.

 

Va vestido apenas con unos jeans simples y una chaqueta gris un par de tallas más que la suya Aun así luce despampanante, y no me sorprendía, él era la única persona que conocía que luciría como modelo de revista sin siquiera proponérselo y sin utilizar nada ajustado o revelador.

 

Solo siendo él es hermoso para mí a decir verdad.

 

Me levanto de mi lugar, y una sonrisa divertida se escapa de mis labios al observar que avanza lentamente, mirando hacia el suelo, mientras parece tener una especie de batalla o discusión consigo mismo.

 

Al parecer no soy el único que quiere que todo salga bien hoy.

 

-¿Joon Hyun? – Lo nombro llamando su atención automáticamente.

 

Está parado justo frente a mí, mirándome, y allí se queda estático.

 

Quiero acercarme, y probablemente él quiera lo mismo, pero ninguno tiene la valentía de acercarse al otro.

 

La temperatura está bajando cada vez más, mucho más de lo que pensaba, incluso pude ver claramente cuando un suspiro escapo de sus finos labios.

 

-H-Hola – dice primero rompiendo el silencio que se había formado entre ambos.

 

Ese es mi chico.

 

Yo vuelvo a sonreír, él sonríe junto a mí, y es entonces cuando por fin me relajo. No hay razón para estar nervioso, He querido esto por un buen tiempo, y ahora que por fin lo tengo no puedo darme el gusto de no disfrutarlo ¿cierto?

 

Además…solo hay una cosa…una sola cosa que quiero decir a gritos. El resto…no importa a decir verdad.

 

-Hola – Le respondo sin dejar de sonreír.

 

Por fin llegaron las 9 pm…y valió cada segundo de espera.

 

-¿T-Te…hice esperar mucho? – pregunta frotándose las manos acercándose apenas un poco más.

 

-Umm…más o menos – miento avanzando un poco también.

 

-¿Cuánto tiempo llevas aquí? – Pregunta frunciendo el ceño – Dijiste a las 9 – avanza un poco más.

 

-Si – asentí acercándome más también – Pero…estaba un poco ansioso, no me culpes. Además, valió la pena…la vista es hermosa.

 

-Es cierto – dice mirando hacia el río – El río es hermoso de noche.

 

-Yo no hablaba del río.

 

Ante mi comentario, él se gira para verme y nuestras miradas se conectan con tanta intensidad, que nos comunicamos sin necesidad alguna de palabras.

 

Lo que paso después no sé cómo explicarlo. No sé si he sido yo quien ha terminado de acercarse, o ha sido él quien ha chocado contra mi pecho voluntariamente. Lo único que sé, es que no hay más espacio entre nosotros, y que ahora está por fin entre mis brazos, justo donde pertenece.

 

-Vaya – comienzo a hablar – Así si puedo notar que realmente hay mucho frío – digo refiriéndome a la calidez de su cuerpo contra el mío.

 

-Es tu culpa – dice aferrándose a mí – Tu querías venir aquí, te dije que haría frío, ¿o no te lo dije?

 

-Pues…no me arrepiento de nada – digo yo – Y así…tengo una excusa para abrazarte.

 

-Si, note perfectamente cómo te estás aprovechando de eso justo ahora – dice él.

 

-¿Me…puedo aprovechar entonces…solo un poco más? – Pregunto - Porque recuerdo perfectamente como atesoras tu espacio personal – bromeo.

 

-¿Me oyes…quejándome? – Devuelve la pregunta – Hace frío, además… ¿desde cuándo TÚ respetas mi espacio personal?

 

-¡Cierto! – Exclamo – No lo hago – admito sin pudor.

 

-Jum. Lo dejare pasar esta vez, pero no te acostumbres – Gruñe haciéndome sonreír. Ese es mi Joon Hyun.

 

-Lo intentare, pero no prometo nada, además es difícil si me va tan bien. Mira, cinco minutos y ya obtuve un abrazo.

 

-Y ahora es cuando yo obtengo mi café – dice haciéndome reír.

 

-¿Latte vainilla, con mucha espuma y canela? – pregunto recordando perfectamente cuál es su favorito.

 

-Si – confirma - Exactamente así.

 

-¿Y…si le agrego a eso unas galletas…puedo obtener un beso a cambio? – propongo.

 

-Oye…oye…tranquilo chico listo – dice separándome un poco de él con ambas manos – Estás pensando en el postre…antes de comer.

 

-Venga, es una oferta imposible de rechazar. Créeme…no la vas a encontrar en otro lugar ¿vas a dejar pasar la oportunidad? – Digo haciendo que entone los ojos – Sabes que quieres~

 

-Lo…pensaré – dice ladeando la cabeza antes de reír.

 

-¡Sí! – celebro tomándolo de la mano para ir a la estación de servicio que está muy cerca de ahí. No es el mejor café del mundo, pero estoy seguro de que hay una máquina y galletas de todo tipo ahí – Los negocios se me dan bien, ¿no crees?

 

-Oh sí, todo un empresario en potencia…cielo – dice apropósito.

 

-Gracias…amor – respondo con el mismo tono – Ya lo sabía.

 

Ambos fuimos tomados de la mano hasta la estación de servicio y pedimos un par de cafés medianos, y en vista de que había tantos tipos de galletas diferentes, un montón de paquetes de galleta de distinto tipo.

 

Regresamos de la misma manera hasta el lugar en el que nos habíamos encontrado la primera vez, pero en vista de la baja temperatura optamos por ir al único sitio disponible que quedaba para charlar con comodidad.

 

El auto de Seo.

 

-Ohh…me gusta mucho este auto – digo con sinceridad mientras admiro la bien elaborada tapicería  y el diseño de las ventanas – Es nuevo, pero luce muy…retro. Me encanta.

 

-Es el regalo de bodas que le dio Jin Soo – comenta él dándole un sorbo a su café – Imaginé que te gustaría.

 

-¿Enserio? ¿por qué lo dices? – Pregunto - ¿Por mi apartamento? o bueno…mejor dicho…mi ex apartamento.

 

-Pues claro –Afirma – Por tu pared llena de guitarras, tus lámparas de lava, y tu mesa en forma de cassete que ahora es MÍA – dice recalcando lo último - Eso es tan retro como este auto, además, tu habitación parece como hecha para Elvis Presley o algo así – comenta haciéndome reír – Definitivamente te gusta lo retro.

 

-¿Qué puedo decirte? Soy una mezcla de épocas – Me encojo de hombros – Futuro Retro  “Retro future…retro future, retro future…retro future” – comienzo a cantar haciéndolo sonreír – “Retro sexi músic…ah…ah, hey vamos sexi music ah, ah, ah” – Continuo y con baile incluido.

 

-¿Aun tienes una canción para todo? – dice mirándome mientras apoya el mentón en su palma.

 

-Claro amor. Siempre – digo picándole el ojo.

 

-¿Y bien? – Dice Joon Hyun suspirando - ¿Por dónde quiere…empezar señor…retro?

 

-Ehh ¿hablas de las galletas, o…de la conversación? – pregunto divertido.

 

-Pues…de ambas en realidad – responde él.

 

-Umm…hablemos primero de…el bastardo de Hyun Su – digo colocando las manos sobre el paquete de galletas de chocolate – Esto amerita chocolate.

 

-Noooooo – se queja de inmediato haciendo puchero - ¿Por qué…por qué de él primero? es más ¿tenemos siquiera que hablar de él?

 

-Sabes que si – digo yo abriendo el paquete de galletas y ofreciéndole una – Además…elegí las de chocolate. Eso debería mejorarlo.

 

-Para mejorarlo, tendríamos que comer toda la fábrica de Willy Wonka – dice tomando la galleta de mala gana – Además…no hay mucho que decir de él – comienza hablar – Apenas despertó la policía lo abordo y ahora está esperando un juicio para condenarlo a prisión, aunque sus padres planean alegar que necesita ayuda psicológica o algo así escuche del hermano de Yu Seok.

 

-Pues coincido, tal vez si necesite esa ayuda – comento mientras como mi galleta.

 

-Lo que necesita, es ser encerrado, para que pague por todas las atrocidades que hizo - dice evidentemente con rencor – Y…perdón si suena insensible de mi parte, pero es lo que siento.

 

-No te preocupes, estás en todo tu derecho – digo comprensivamente – Además…una parte de mí espera lo mismo que tú, que pague por todo lo que hizo.

 

-Pero la otra no, y no entiendo porque.

 

-Porque creo que si necesita ayuda, es todo – respondo – Es más, conozco un terapeuta muy bueno que podría servirle incluso. Tal vez le comente algo la próxima vez que lo vea.

 

-¿Cómo…como puedes decir eso cuando corto los frenos de tu auto y casi te mata? – Pregunta con el ceño fruncido - ¿Quieres ayudar a alguien así?

 

-Bueno, haz el bien sin mirar a quien ¿no? y no me malinterpretes, no estoy diciendo que justifico todo lo que hizo, definitivamente debe hacerse responsable con las autoridades.

 

-Pero… - dice incitándome a que continúe.

 

-Pero…fuera de eso, tiene crisis y no puede controlarlas, lo controlan a él. Por eso todo término tan mal – explico – Necesita ayuda, y yo conozco a alguien que podría servir así que lo recomendaré, eso es todo, tampoco es la gran cosa.

 

-Ji Ho…tú…oficialmente…eres demasiado bueno para este mundo tan cruel – dice dándome un sonoro beso en la mejilla.

 

-Lo sé, lo sé, soy irresistible, y hoy estoy que ardo, llevo veinte minutos contigo y ya obtuve un abrazo, un beso en la mejilla y un “eres demasiado bueno para este mundo” Es mi nuevo record personal – bromeo mientas termino de comer mi galleta.

 

-Me gustaría ser un poco más como tú – comenta él – Tal vez sería mejor persona.

 

-No digas tonterías. Eres perfecto tal y como eres – digo acariciando su mejilla con suavidad – Además, no he hecho la gran cosa, solo el arte de ver todo desde…varios ángulos.

 

-¿Si? Pues debería inscribirme para unas clases intensivas de ese arte para no sentirme tan mal conmigo mismo por odiar tanto a alguien.

 

-No debes sentirte mal contigo mismo por nada. Cada quien tiene lo que se merece, y estoy seguro de que ese sentimiento ha sido muy bien ganado, así que está bien, no pasa nada. Por cierto ¿cómo están tus heridas? – pregunto con interés.

 

-Solo eran un par de rasguños – responde restándole importancia - ¿Qué tal están las tuyas? ¿Aun te duele las costillas?

 

-Solo…cuando me río – respondo haciéndolo sonreír.

 

-Deberías estar en la cama descansando ahora – Dice él – Te dieron un montón de reposo ¿no es así?

 

-No me digas – digo con sarcasmo – También tú, si no me equivoco.

 

-Lo estaría, pero…ALGUIEN…me saco…de mi casa…con sobornos.

 

-Ahhhh, no puede ser, ¿quién ha hecho…semejante cosa? - digo haciéndome el desentendido

 

-Un tonto – responde él – Que me hace hacer tonterías todo el tiempo.

 

-Uh, debes querer mucho a ese tonto para ceder a todo lo que te dice – comento acercándome peligrosamente.

 

-Si – admite - Más o menos – dice colocando una galleta en mi boca para alejarme – Me saca un poco de quicio, pero…me debe una mesa, una alfombra afelpada y un apartamento. Era necesario.

 

-Y hablando de eso… - comienzo a decir mientras como la galleta – Si vas a vivir ahí, debes saber que por los próximos meses vas a estar un poco…vigilado.

 

-No te preocupes, me lo imaginaba. Si yo fuera un paparazzi y de pronto descubro la dirección de la casa de un famoso, haría exactamente lo mismo – muy comprensivo de su parte – Lo cual nos lleva a que…tienes prohibido visitarme ahí.

 

-¡¿Qué?! – Exclamo horrorizado – Pero…pero…

 

-Sin peros – Me interrumpe - Tú mismo lo has dicho, vi-gi-la-do – deletrea – Es peligroso.

 

-Bien, supongo que tienes razón – digo de mala gana comiendo la última galleta – Pero…eso no quiere decir que no pueda verte en otro lugar, ¿me oíste?

 

-Lo sé – dice tomando un sorbo de café – Yo no dije nada de otro lugar, solo del apartamento.

 

-Eso pensé – digo cruzándome de brazos - ¿De qué quieres hablar ahora? – Pregunto - Es tu turno de escoger.

 

-Bien…ya que lo mencionas…quiero hablar de…Jun Dae – dice entrecerrando la mirada.

 

-¿De Jun Dae? – repito para nada convencido con el tema que escogió – Bueno. ¿Galletas…de fresa o de vainilla?

 

-De hecho hay de piña – comenta - Quiero esas para esto, porque considero que él es…igual de molesto que una piña, y…no quieres saber en dónde.

 

-O-Ok – digo abriendo el pequeño paquete con las galletas de piña y le ofrezco una - ¿Y…qué quieres hablar de Jun Dae?

 

-Sigues gustándole Ji – dice sin titubear.

 

-¡¿Qué?! No, claro que no.

 

-Claro que sí – Repite con seguridad – Y basta con ver la manera en la que coloca casualmente cualquier excusa para acercarse a ti para darse cuenta – explica – Aun le gustas, y va por ti. No me digas que no te has dado cuenta, es taaaannn obvio.

 

-Ok, ok – comienzo a decir dándole una mordida a mi galleta – Supongamos que tienes razón, y que aún le guste y que vaya por mí, bla bla bla. A ti – digo dando un pequeño toque sobre su nariz – No te importa lo que pase con él, solo te importa lo que pase conmigo, y a mí…me da completamente…igual – Aseguro – Ya no siento nada por él, porque…cof…cof…mi corazón está sumamente ocupado con…alguien más – Digo y él sonríe - De hecho, creo que ni siquiera lo veo como un…amigo, sino más bien como un…compañero de trabajo. Y si…no voy a negar que me shockeo mucho volver a verlo después de tanto tiempo y después de todo lo que paso entre nosotros, pero…hasta ahí, y ya que lo mencionas, quiero aprovechar para disculparme contigo por lo que paso ese día en la clínica.

 

-N-No…no tienes que hacerlo.

 

-Pero quiero hacerlo – insisto – De verdad lo siento – Me disculpo - Se supone que tenía que haberme puesto de tu lado y del de Min Yoon, pero como dije, estaba en shock y…no supe que hacer en el momento.

 

-Lo sé Ji.

 

-Te juro…que fue solo eso, no sentí absolutamente nada, tienes que creerme, y…

 

-Te creo – me interrumpe acariciando mi mejilla – Aunque no voy a mentir, me lo imaginaba, es más, ni siquiera puedo pensar en ustedes como pareja. Él no es para nada de tu tipo, y es muy…muy desagradable.

 

-Sobre todo para ti. Realmente te pusiste celoso ¿no es cierto? – bromeo.

 

-No demasiado – dice tomando otra galleta - Además…nunca me agrado, incluso desde antes de conocerlo, lo cual se reafirmó cuando fue a buscarme a la cafetería para decirme convenientemente que lo del accidente no fue accidente y que…

 

-Wait….wait…wait…wait…wait - Lo detengo interesado en lo que acababa de decir. ¿Acaso era lo que estaba pensando? – Espera… ¿qué Jun Dae te dijo…que?

 

-Ehhh…ehhh…

 

-Así que fue él quien te dijo todo ¿no? – Digo encajando todas las piezas en su lugar – No puedo creerlo. Debí…debí imaginarlo.

 

-Ahh – suspira - Fue a verme a la cafetería de la clínica ese día – comienza a decir – Después de que salí de la habitación, fui a la cafetería como siempre, y entonces…él apareció de repente, se sentó en mi mesa y…comenzó a decirme…pues…cosas.

 

-Cosas – repito para nada satisfecho con lo poco específico que era eso - ¿Qué cosas?

 

-Me dijo que regresó porque se lo pidieron en el trabajo y que no quería revolver el pasado, pero es tan obvio que es todo lo contrario. Así que le dije que no lo quería cerca de ti porque te hacía daño, y…entonces…entonces me dijo lo de Hyun Su – confesó haciéndome fruncir el ceño – Me dijo que envió unos sicarios a matarte, y detallo completamente cada situación, que primero les ordeno que te golpearan y como eso no funcionó, corto los frenos de tu auto para que tuvieras ese accidente – Explicó dejándome…atónito con la cantidad de información que le había dicho Jun Dae - Me dijo que tenía la culpa de todo, y que…si alguien te hacía daño era yo.

 

-Mi dios – dije respirando hondo para no buscarlo en este momento y…darle lo suyo - ¿Por qué…porque no me dijiste eso antes? – le reclamé.

 

-¿Para qué?

 

-¡¿Cómo para…como para qué?!  - digo escandalizado - Pues para confrontarlo. Ese…ese mocoso me va a oír la próxima vez que lo vea.

 

-Hizo bien – dice él – De no ser por él, yo seguiría en este momento…feliz en mi ignorancia sin saber nada de nada.

 

-Pero no le correspondía decirlo a él, sino a mí, y era mi decisión hacerlo o no hacerlo.

 

-Tenía derecho a saberlo Ji Ho.

 

-Lo sé, y sé que no estuvo bien ocultártelo – Admito - Pero de igual forma hubiese preferido que no lo supieras, porque no sirve para nada más que para hacerte daño.

 

-Lo iba a saber de una u otra forma en algún momento, además…me hiciste daño no diciéndomelo. Sentí que…sentí que no…confiabas en mí lo suficiente.

 

-No es así y lo lamento – Me disculpo - Yo…solo quería…quería que no…

 

-Querías que no me sintiera culpable ¿no? – Me interrumpió – Pues no debiste, además…sabes que en parte tiene razón. Es mi culpa.

 

-No, no lo es – me apresure a decir.

 

-Claro que si – insistió.

 

-Claro que no – insisto yo – No puedes hacerte responsable por los actos de alguien más.

 

-¿Aunque sea la causa principal de ese acto? – Contrataca – Seamos sinceros, Hyun Su te hizo eso porque sabía que yo te amaba a ti y no a él.

 

-Joon Hyun, hizo eso porque tiene un complejo de ser mejor que los demás y como no pudo pasar por encima de mí, simplemente quiso quitarme del camino a las malas.

 

-Digas lo que digas…igual me sentiré responsable por ello, y no harás de ninguna manera que me sienta mejor al respecto.

 

-Me imagino –digo consciente de que cuando a Joon Hyun se le mete algo en la cabeza, es difícil sacarlo de ahí – Pero aun así no puedo permitir que te lamentes por eso siempre, así que… ¿qué te parece si en vez de eso…intentas reponer el daño?

 

-¿Reponer? – repite casi horrorizado. Su cara es un poema - Claro, porque puedo pagarte ese y otros dos deportivos más – dice con sarcasmo – No bromees ¿sí? Ambos sabemos que ni vendiéndole mi alma al diablo podría comprarte otro deportivo como el que tenías.

 

-No bromeo y no hablo de ese tipo de reposición, además…el auto es lo de menos, es algo material, me puedo comprar otros 5 tranquilamente en cualquier momento.

 

-Ok señor modestia, entonces… ¿a qué te refieres con “reponer”?

 

-Se bueno conmigo – aclaro yo.

 

-¿Qué? – dice incrédulo.

 

-Lo que oíste, se bueno conmigo – repito.

 

-¿Soy…soy malo acaso? – pregunta confundido.

 

-¡Si! Muy malo Joon Hyun – Afirmo – Y sigues sin llamarme oppa – Me quejo de manera dramática.

 

-Y dale con eso – dice él poniendo los ojos en blanco.

 

-Así que…a partir de ahora…quiero que empieces a reponerme todo eso con acciones, y no…no cualquier cosa, deben ser muchos besos, y abrazos, mimos y todo lo que se me…ocurra – especifico cruzando los brazos en un intento por parecer serio, pero la expresión Joon Hyun no me lo ponía nada fácil. Tenía una enorme carcajada atorada en la garganta a punto de salir en cualquier momento.

 

-¿Y todo lo que se te ocurra? – Repite con esa misma expresión en su rostro - ¿Eso no es…demasiado abierto?

 

-Y todo lo que se me ocurra – repito – Definitivamente se me ocurre un striptease – digo levantando las cejas ganándome un golpe en el brazo - ¡Auch! – Me quejó – Eso también tienes que reponerlo.

 

-¿Te gusta este giro que le diste a todo, no es cierto? – Dice cruzándose de brazos – Te estás aprovechando de la situación.

 

-El fin justifica los medios – digo sonriendo sin poder evitarlo – Además, yo solo intentaba hacerte sentir mejor – comento haciéndome el inocente mientras como otra galleta - ¡Ya sé! Agreguemos...un disfraz…de conejito…al striptease.

 

-Ni…lo sueñes – dice automáticamente – No voy a ponerme algo tan…vergonzoso como eso.

 

-Ahh…pero no has dicho que no al striptease como tal, quiero que eso quede claro.

 

-¡No tengo que decirlo! – se defiende.

 

-Bueno ya, no te enojes cielo, mejor comamos más galletas – digo tomando un paquete nuevo - ¿Qué tal…unas medias de malla?

 

-¡Ji Ho!

 

No sé cuánto tiempo paso exactamente, pero estuvimos hablando durante un buen rato más de muchas otras cosas, de sus padres, de la invitación de mi abuela, de su nuevo amigo Yu Seok, de mis nuevas canciones, de la pierna de Jae y de su inesperada relación con Dae Hyun.

 

-Entonces… ¿son una pareja? – pregunte interesado.

 

-No tengo idea que clase de relación tienen a decir verdad, pero…se gustan, y desde hace muchísimo tiempo, ni siquiera sé cómo no pude darme cuenta antes – Dice él – Me siento mal por no haberlo hecho, tuve que haber apoyado más a Jae en ese entonces.

 

-Bueno, pero lo que paso antes ya no importa – Digo yo – Importa él ahora, y…no estaría nada mal que hablaras con ellos sobre eso, ya sabes, para que sepan que tienen tu…aprobación.

 

-¿Mi aprobación? No necesitan eso – dice él - No puedo mandar en el corazón de otros, y si a mi hermano le gusta es Dae, pues él será. No me importa a quien elija realmente mientras lo haga feliz, además lo que paso entre Dae y yo…ya no importa, es agua bajo el puente y nada más. No tiene nada que ver una cosa con la otra.

 

-Apuesto a que a ellos les gustaría escucharte decir eso – comento – Deberías decírselo.

 

-Me lo voy a pensar – comenta – Por cierto, ¿qué hora es? – Pregunta - Hablando de Jae, le dije que regresaría rápido. Espero que mamá no le haya hecho un interrogatorio.

 

-Umm…bueno… – digo mirando sorprendido el reloj en la pantalla de mi nuevo móvil – Según esto, son…las 2 de la mañana.

 

-¡¿QUÉ?! – Exclama sorprendido – No puede ser – dice rebuscando en su bolsillo su propio móvil para corroborarlo – Yo… ¿cómo es posible que hayan pasado 5 horas? Para mí fue solo un rato.

 

-Si bueno, el tiempo vuela cuando te lo pasas bien – digo estirándome un poco – Vamos. Hay que poner todo esto en la basura.

 

-Si, y dejar el auto de Seo como si no lo hubiese atacado el mounstruo come galletas.

 

-¿Qué? Pero…si no lo atacaste – bromeo divertido – Solo a las galletas.

 

-Mejor calla y sigue limpiando.

 

Ambos bajamos del auto y pusimos todo el en cesto de basura más cercano. El aire frío nos golpeó en la cara con fuerza, ahora sí que estaba verdaderamente muy, MUY, frío.

 

-Siento que va a…nevar en cualquier momento – comenta Joon Hyun.

 

-Puede ser, el invierno es impredecible – digo yo – Ten cuidado al regresar ¿si?

 

-Eso debería decírtelo yo a ti. Con este frío, podrías congelarte en el camino en la moto.

 

-He viajado en moto un par de veces antes, no pasará nada, te lo aseguro.

 

Después de eso se arma de nuevo un silencio entre ambos en donde solo nos miramos mutuamente y sin decir nada más.

 

En algún punto inconscientemente he tomado su mano, y esta se ha entrelazado con la mía de manera sumamente natural como si hubiese estado ahí todo el tiempo.

 

No sé lo que está pensando con exactitud, pero sé que le molesta esta despedida tanto como a mí y no quiere soltar mi mano. Evidentemente yo tampoco quiero soltar la suya, pero es tarde y alguien tiene que dar el primer paso ¿no?

 

-¿Cuándo podré…volver a verte? – pregunto sin más.

 

-Apuesto que ahora la idea de la fotografía no suena tan mal ¿o sí? – bromea.

 

-Sabes que me refiero a en persona – aclaro – Además…hoy hablamos de todo, menos…de lo más importante – digo mirándolo fijamente.

 

-¿Y…que es…lo más importante? – pregunta sin romper nuestro intenso contacto visual.

 

-Nosotros – respondo mirando como automáticamente se hace una expresión de tristeza en su bello rostro.

 

-Ji, yo…

 

-No – lo interrumpo de inmediato sabiendo exactamente lo que va a decir – No quiero escucharte decir absolutamente nada…NADA…de lo que paso ¿ok?

 

-Pe-pero…

 

-Eso ya no importa, ya paso – lo interrumpo nuevamente – Lo que sí importa, es lo que está por pasar de ahora en adelante, y eso…depende…solo de ti.

 

-¿D-De…de mí? – pregunta dudoso.

 

-Sí, de ti – afirmo – En este momento, estamos en una burbuja…y en esta burbuja, no existe nada…solo…tu…yo…y una sola pregunta – digo dejándolo completamente a expectativa - ¿Me amas? – Preguntó directamente sin rodeos dejándolo claramente sorprendido.

 

-¿Q-Que?

 

-¿Me amas? – Repito aunque sé que escucho perfectamente la primera vez - ¿Si…o no? – pregunto aún más específico.

 

-¿P-Porque me estás…porque me estás preguntando eso? – dice él – ¿No debería…preguntártelo yo  ti?

 

-Joon Hyun, yo te amo – digo sintiendo de inmediato alivio al poder expresarlo después de tanto tiempo – Te amo, y tú lo sabes, en ningún momento he dejado de hacerlo.

 

-Deberías…deberías odiarme – Dice él y suena más bien como un…lamento.

 

-No podría – Digo automáticamente – No podría aunque lo intentara cielo - respondo y acaricio su mejilla con dulzura. Él se estremece y se inclina hacia mi mano buscando más contacto.

 

Cuando lo veo con los ojos cerrados, disfrutando de mi tacto, no puedo evitarlo, me acerco y acaricio con suavidad su nariz con la mía.

 

Beso de esquimal.

 

Estaba tan cerca, que podía sentir su aliento tibio sobre mis labios y estaba utilizando cada gota del autocontrol que tenía para no actuar impulsivamente y apoderarme como un salvaje de esos labios entreabiertos que tanto me gustaban.

 

-Ji~

 

-Dime…que me amas – digo y mi voz tiembla. Es más una súplica que otra cosa.

 

Ohh rayos, quiero besarlo. Mejor dicho…necesito besarlo. Es casi como si mi vida dependiera de ello. Estoy intentando ser firme, pero…joder…él quiere besarme, y lo sé porque sus labios entreabiertos y humedecidos me lo dicen, lo cual no me está ayudando para nada.

 

No soy de piedra.

 

Pero quiero una respuesta, y la quiero urgentemente, no puedo vivir un día más con la incertidumbre. Justo cuando estoy a punto de rendirme contra mí mismo, esa respuesta que quiero…por fin aparece.

 

-La…la duda… – comienza a decir y todo mi cuerpo tiembla de la anticipación por lo que va a decir a continuación – Me…me ofende.

 

Y eso es todo. No puedo soportarlo más tiempo. Utilizo la mano con la que acariciaba su mejilla para terminar de atraer su rostro al mío, y después estampo mi boca contra la suya en un muy…muy necesitado…beso, que llevaba reprimiendo hace horas.

 

En el momento en el que nuestros labios se tocan, me siento como…en el cielo. Es como tomar agua por primera vez después de haber estado años en un ardiente desierto. Y ese desierto es tan ardiente, que ya no puedo sentir el aire frío que hace poco segundos me calaba en los huesos haciéndome tiritar.

 

Rodeo con firmeza su delgada cintura, y sus brazos van a mi cuello profundizando el beso aún más. Al principio quería algo romántico, un beso suave y tierno, pero mi cuerpo no me responde y actúa como si tuviera voluntad propia, por lo que termino invadiendo su boca con mi lengua instintivamente y ni siquiera soy consciente de cuando lo he hecho.

 

Mi corazón late tan rápido, que no recuerdo la última vez que me sentí tan vivo, y quiero demostrarle exactamente eso. Quiero demostrarle que realmente no me importa nada de lo que paso, que esto…no es un simple amor, que no es solo atracción o química, sino algo mucho más profundo. Quiero cuidarlo de todo el que quiera hacerle daño, abrazarlo, besarlo y hacerlo sonreír siempre. Él…es la persona con la con la que me siento completo y con la que incluso me imagino un futuro como si fuera un niño con su primer amor.

 

Por eso y mil razones más, estoy decidido a hacer que esto funcione, quiero que funcione, y no quiero dar la satisfacción a nadie de vernos separados porque nos merecemos más que eso. Quiero que podamos continuar todo donde lo dejamos porque mi amor por él sigue intacto, y si…las cosas no están en su mejor punto ahora para mí, pero…estoy dispuesto a intentarlo, y espero que quiera intentarlo conmigo.

 

Aun si todo está en nuestra contra, quiero una oportunidad, porque no tengo nada que perder, pero si mucho…mucho que ganar.

 

Vale la pena intentar.

 

Pov Joon Hyun

 

¿Hace cuánto tiempo no tenía un día tan bueno como este?

 

Sinceramente no lo recuerdo. Los últimos meses fueron prácticamente una horrible pesadilla para mí de la que simplemente no podía despertar por más que lo intentara.

 

Sin embargo hoy, apenas en un par de horas, cierta persona ha hecho que de la nube gris que se posaba sobre mi cabeza, saliera un colorido arcoíris con todo y olla de oro al final, y…apenas con un simple café y unos paquetes de galletas.

 

Solo Ji Ho podría lograr algo así.

 

No quiero irme, enserio que no quiero, y si me dieran a  escoger…definitivamente optaría por acurrucarme junto a él en el mismísimo auto y simplemente disfrutar de su compañía y del calor de su cuerpo junto al mío aplacando el frío inminente que hay afuera.

 

Pero no puedo.

 

¡No puedo! La culpa me está…matando, y no puedo dejar de pensar en que gracias a mí pudo haber muerto en ese accidente. Esa idea está martillando mi cabeza constantemente, y tan solo imaginármelo hace que la bilis suba por mi garganta y quiera llorar hasta quedarme seco.

 

Debo decírselo.

 

Debo decirle que…lo quiero, lo quiero demasiado y que por eso es que sé perfectamente que merece estar con alguien mil veces mejor yo y que eso le ahorraría miles de problemas. Sin embargo duele…duele porque sinceramente no quiero alejarlo, y…diciéndome que quiere verme y mirándome como si fuera…lo más bello que sus ojos han visto, no está…ayudándome…para nada.

 

--Apuesto que ahora la idea de la fotografía no suena tan mal ¿o sí? – intento bromear con el tema porque siento que la sangre está subiendo hacia mi rostro.

 

-Sabes que me refiero a en persona – aclaro él – Además…hoy hablamos de todo, menos…de lo más importante – digo y estoy a punto de jadear solo por la manera en que está mirándome.

 

-¿Y…que es…lo más importante? – pregunto atrapado en esa intensa mirada café oscuro.

 

-Nosotros – responde y juro que mis pulmones olvidan de pronto como es que se respira. ¿Acaso aún hay un nosotros?

 

-Ji, yo… - intento decir pero…las palabras se quedan atoradas en mi garganta.

 

-No – me interrumpo de inmediato – No quiero escucharte decir absolutamente nada…NADA…de lo que paso ¿ok? – especifica con el ceño fruncido, y…ahh…se ven tan sexi cuando hace eso.

 

-Pe-pero…

 

-Eso ya no importa, ya paso. Lo que sí importa, es lo que está por pasar de ahora en adelante, y eso…depende…solo de ti.

 

-¿D-De…de mí? – repito algo aturdido por dicha declaración.

 

-Sí, de ti – afirmo – En este momento, estamos en una burbuja…y en esta burbuja, no existe nada…solo…tú…yo…y una sola pregunta – explica y me hace tragar con dificultad - ¿Me amas? – Pregunta y yo quedo…prácticamente en shock. ¿En serio hablaremos de esto ahora? ¿Enserio todo depende de mí? ¿Enserio…haremos…lo que yo decida…AHORA? Tiene que ser una broma.

 

-¿Q-Que? – Es lo único que sale de mi boca.

 

-¿Me amas? –Repite y aunque mi boca no diga nada, mi corazón comienza a latir como si quisiera gritar ¡siiii, claro que sí!  - ¿Si…o no? – especifica que clase respuesta quiere.

 

-¿P-Porque me estás…porque me estás preguntando eso? – Digo aun sin poder creer su pregunta. ¿Por qué no lo amaría si quien ha hecho todo mal he sido yo? – ¿No debería…preguntártelo yo  ti? – Sí, claro que debería, después de todo solo soy un saco de problemas y…mal carácter. ¿Quién querría eso?

 

-Joon Hyun, yo te amo – Dice sin titubear y juro que solo el frío invierno evita que me derrita a sus pies – Te amo, y tú lo sabes, en ningún momento he dejado de hacerlo.

 

-Deberías…deberías odiarme – Musito y no sé si eso es un lamento o un consejo.

 

-No podría. No podría aunque lo intentara cielo – responde y luego extiende su mano y acaricia suavemente mi mejilla.

 

Su tacto me hace sentir adormecido. Es demasiado agradable, tanto que no puedo evitar inclinarme hacia su mano en busca de más. De pronto la caricia se extiende, y siento como acorta más la distancia entre nosotros y frota suavemente su nariz con la mía, en un beso de esquimal.

 

Joder, está tan cerca que su aroma penetra en mis fosas nasales prácticamente asfixiándome, y su aliento tibio me golpea el rostro. Mi cuerpo tiembla, pero ese temblor que recorre todo mi ser, es por cualquier cosa, menos por frío.

 

-Ji~

 

-Dime…que me amas – Exige y su respiración agitada me lo dice todo.

 

Quiere besarme…y lo peor es que yo quiero que lo haga.

 

Me siento como en un callejón sin salida, en una encrucijada, entre la espada y la pared. ¿Qué debo hacer? ¿Debería hacerle caso a mi frustrada cabeza en donde soy el peor del mundo que jamás le ha dado nada bueno de lo cual sentirme orgulloso además de problemas, o a mi corazón que palpita en mi pecho diciéndome que lo necesito a él y solo a él como el aire que respiro?

 

-La…la duda… – comienzo a decir y siento que si no me besa, yo voy hacerlo – Me…me ofende – Como si pudiera mentir respecto a eso.

 

Y entonces…me besa.

 

Nuestros labios se mueven con parsimonia en una perfecta sincronía, como si se hubieran estado extrañando entre si todo este tiempo.

 

No se supone que debería estar haciendo esto, de hecho, debería detenerlo, pero no lo haré por dos simples razones, porque lo estoy disfrutando más que demasiado, y porque aunque quisiera, mi cuerpo no respondería porque no puedo pensar con claridad y ordenarle.

 

Mi mente esta tan sumida en las sensaciones, que se ha quedado prácticamente…en blanco.

 

Cuando mi boca se abre intentando recuperar un poco el oxígeno que está robándome sin piedad, hago una clara invitación a su lengua la cual evidentemente no deja pasar, invadiéndome poco a poco, convirtiendo mis piernas en un par de inservibles gelatinas.

 

Jodida madre, besa tan bien que incluso llega a marearme.

 

Mis brazos rodean su cuello y parece que en cualquier momento vamos a fundirnos el uno con el otro. Es como si estuviéramos pegados…magnéticamente, y…si seguimos así, estoy seguro de que acabaremos en una situación muy difícil de controlar y al aire libre, a la vista de cualquiera. Sim embargo estoy tan cómodo que…simplemente pierde importancia y no puedo pensar en nada más…que en esto.

 

Es la vibración de un teléfono lo que nos regresa de pronto a la realidad separándonos con un fuerte chasquido, antes de que ambos miremos hacia abajo en busca del oportuno/inoportuno aparato que ha logrado romper nuestra…burbuja.

 

Es el suyo.

 

Cuando elevamos el rostro de nuevo nuestras miradas se encuentra y…si, hay fuego ahí, sin embargo yo me dispongo a retroceder para darle espacio para atender su llamada, cosa que no me deja hacer. Es más, ni siquiera me deja protestar al respecto.

 

-Quieto – Es lo que me dice antes de robarme otro pequeño beso.

 

Yo pongo los ojos en blanco pero aun así obedezco y me quedo justo donde estoy, de cualquier forma, no es como si me molestase en realidad.

 

Él rebusca su teléfono en el bolsillo y cuando por fin lo tiene, le echa un vistazo y luego devuelve la mirada hacia mí.

 

-Es Min Yoon – Dice y su expresión de miedo hace que muerda mi labio y aguante las ganas de reír.

 

-Uhh…alguien está…en problemas~ – canturreo divertido.

 

-Si – afirma – Tú, si no dejas de hacer eso con tu labio - dice liberando la presión del mismo con su pulgar antes de darme otro corto beso.

 

-¡Ja! No me hagas reír – Me burlo de su amenaza – Además ¿quién rayos te dio permiso para…besarme en primer lugar?

 

-No… - me da un beso – Necesito… - otro – Tu… - otro – Permiso – y otro más.

 

-¡Ya~! – Me quejó o al menos hago el intento ganándome otra ronda de pequeños besos - ¡Ji!

 

-¡¿Qué?!

 

-¡Atiende! – exijo haciendo que tome una gran bocanada de aire antes de deslizar su dedo por la pantalla y responder.

 

-¿Hola? – Atiende por fin - ¡Min Yoon, que bueno que llamas! – Exclama haciendo que cubra mi boca para no soltar una carcajada – Justo…justo iba a llamarte.

 

Luego de eso, literalmente tiene que apartar el móvil de su oído para no quedarse sordo. No está en altavoz y aun así puedo escuchar sus gritos perfectamente. Está furioso.

 

-Min Min, no te enojes – dice en un tono lastimero - Solo…solo salí un minuto a…tomar aire, y se me fue un poco el tiempo, es todo. Nada paso, fui como un ninja, como un fantasma, totalmente invisible, no llame la atención ni siquiera un poco.

 

-Porque afortunadamente no había nadie ahí mientras me devorabas la boca en plena calle, por eso – continuo pensando.

 

-¿Qué? ¿Joon Hyun? – Me nombra de pronto haciendo que mis ojos se abran como platos – Pues…él…está muy bien, excelente, como…nunca – comenta mirándome de arriba hacia abajo –  Te manda saludos - dice haciendo que yo lo fulmine con la mirada – Ya voy de regreso, no te preocupes, estaré ahí en un santiamén, enserio – Intenta calmarlo – Ha-Hablamos en casa ¿sí? No te entiendo cuando me gruñes - Se despide y seguidamente le cuelga antes de soltar un largo suspiro.

 

-Estás…en problemas – repito mirando como guarda su móvil.

 

-No demasiados – responde y comienza de nuevo a acercarse a mi rostro - ¿En qué…estábamos? – Y acto seguido vuelve a apoderarse de mis labios lentamente, sin siquiera dejarme decir nada al respecto.

 

-No, no, no – Digo obligándome a mí mismo a separarme de su beso – Tienes que irte – Le recuerdo – Además, no siempre vas a salirte con la tuya a punta de besitos y caricias ¿oíste?

 

-No sé de qué…me hablas – se hace el inocente.

 

-Claro que si – lo acuso – Además, aún…aún no he olvidado lo que paso. Es difícil para mí…hacerlo, pero…lo intentaré – digo con sinceridad – Así que deja de intentar influenciarme hasta entonces ¿quieres?

 

-Bueno…sabes que dicen que los peces dorados, tienen una memoria tan corta, que cada vez que giran en la pecera, es como si fuera la primera vez – Dice dejándome confundido.

 

-¿Y…porque me estás diciendo eso ahora?

 

-Pues… ¿si ellos pueden olvidar así de fácil, porque nosotros no?

 

-Porque… ¿no somos peces dorados quizás? – Digo con obviedad – Además, ya se descubrió que tienen la capacidad de recordar todo perfectamente hasta por doce días.

 

-Sí, pero la otra teoría encaja más con el momento – Dice como si nada y yo solo atino a reír – Vamos, se mi pez dorado Joon Hyun – propone y yo sinceramente no sé qué decir al respecto ¿Qué clase de proposición era esa?

 

-Ehhh no – Niego con gracia – No puedo, porque entre otras cosas amo mucho mis piernas.

 

-Ohh también yo – Dice él - También amo tus piernas, créeme – Aclara y yo lo fulmino con la mirada.

 

-Hablo enserio Ji – me quejo.

 

-También yo - asegura.

 

-Ji Ho, no puedo solo olvidar todo, como un…pez dorado – digo muy serio - ¿No eres tú quien dice que hay que finalizar las cosas y no arrastrar piedras pesadas en el camino?

 

-Si, con la diferencia de que esto ya finalizo y que no hay ninguna piedra pesada que debas cargar contigo – corrige – Te amo…y tú me amas. ¿Estás dispuesto a permitir que lo nuestro se pierda? – Pregunta - Porque sinceramente…yo no.

 

¿Recuperarme? Pero si en ningún momento me perdió. Mientras estuve con Hyun Su en ese infierno, lo único que me hacía mínimamente feliz era Ji Ho, saber que no me odiaba del todo como yo pensaba y que quería ayudarme y cuidarme. Ahora que lo pienso, he estado todo este tiempo pensando en lo malo, pero…no en lo bueno, y…fue su amor el que me mantuvo a flote tanto tiempo. ¿Voy a permitir que se pierda así nada más? Creo que la respuesta está más que clara.

 

No, claro que no.

 

-No – niego después de pensármelo un par de minutos – No quiero.

 

-Entonces…hay que hacer que funcione – dice él y me dedica una de esas sonrisas que son incluso más luminosas que el mismísimo sol - Además, la recompensa por la lucha es muy buena ¿no crees?

 

-Si – afirmo sonriendo – Claro que sí – digo y entonces ambos nos abrazamos como si acabáramos de vernos después de muchos años. Me siento feliz, me siento tranquilo, siento que…mi alma…ha vuelto a mi cuerpo.

 

Me siento completo.

 

-Te quiero devuelta – Dice mirándome fijamente una vez que rompemos con el abrazo.

 

-Ya me tienes amor – Digo y no puedo pensar nada más porque sus labios vuelven a apoderarse de los míos con fervor y entonces el resto de las cosas a mi alrededor desaparecen.

 

Todo este tiempo Seo tenía razón. Estaba demasiado concentrado en pensar, cuando lo único que tuve que hacer todo este tiempo…era esto.

 

Intentar.

 

-Debo…irme – susurra sobre mi boca antes de separarse - Pero no creas que esto se queda aquí – advierte.

 

-Lo sé, además, no me dejare convencer con un…par de besitos nada más – comento.

 

-Ohhh, no te preocupes por eso, hay muuuuuchos más de donde salieron estos así que…siéntete libre de pedir todo los que quieras.

 

-Bueno…tal vez te tome la palabra – digo coqueto y él se inclina para besarme nuevamente – Después – Específico cubriendo su boca con mi mano – Porque ahora te tienes que ir.

 

-Vamos, solo…uno más y me voy.

 

-No – niego alejándolo de mí aunque se resiste a dejarme – Ya me besaste suficiente por hoy.

 

-Uno solito, no seas así.

 

-No – vuelvo a negarme – ¡Ji! – me quejó cuando el agarre sobre mi cintura se reafirma.

 

-Déjame darte uno más…uno más, y ya – insiste desarmando mis defensas - ¿Por fis? – pide haciendo un puchero.

 

Yo cedo y le doy un pequeño beso en los labios.

 

-No más – digo con firmeza para que me suelte.

 

-Vale, ya lo dejo – se rinde por fin entrelazando una de sus manos con la mía – Regresa con cuidado ¿sí?

 

-Eso te digo yo a ti – digo mirándolo fijamente - Regresa con cuidado.

 

-Lo haré – dice acercándose y dejando un beso sobre mi frente – Envíame un texto apenas estés en casa ¿sí?

 

-También tú.

 

Él comienza a alejarse, y antes de soltar mi mano deposita un beso sobre el dorso de esta, y Dios…había olvidado lo mucho que amaba ese gesto.

 

-Joon Hyun, de verdad te necesito en mi vida – Dice y mi corazón empieza a latir como loco en mi pecho. Intento con todas mis fuerzas reprimir la sonrisa, pero me es imposible hacerlo.

 

Estoy jodidamente enamorado.

 

-Y yo a ti en la mía – Admití. Se sentía tan bien decirlo – Aunque tal vez lo olvide como un pez dorado – bromeo haciéndolo reír.

 

-Sé un pez dorado selectivo entonces – propone contagiándome con su risa.

 

La distancia entre nosotros crece y aunque aún está a pocos kilómetros de mí, ya siento que lo extraño.

 

Me doy la vuelta con la intención de volver al auto, pero mi camino es interrumpido por algo, y en menos de lo que puedo siquiera parpadear ya tiene mi rostro sujeto y está robándome otro delicioso beso.

 

-¡Ji Ho! – me quejó cuando se separa.

 

-Yo dije…que me dejaras darte uno más, y…el último beso me lo diste tú a mí – aclara librándose automáticamente de la culpa. Odio cuando hace eso…y a la vez me encanta.

 

Acto seguido y antes de que pueda quejarme, esta vez sí va rápidamente hasta su moto, subiéndose a ella con demasiada gracia para mi gusto.

 

Yo camino hacia el auto y una vez que estoy dentro me hundo en el asiento y respiro profundo para intentar calmarme. Mi corazón late con fuerza y me sudan las manos. ¿Quién suda con este frío descomunal? Pues sí, solo yo, efecto Ji Ho por su puesto.

 

Demasiadas emociones juntas para tan poco tiempo.

 

Enciendo el auto, listo para comenzar a manejar de vuelta a casa de mis padres, no sin antes echarle a una mirada a Ji Ho, que ya está listo para irse también. Me encanta ese aire de chico malo que trae hoy, todo de negro, con chaqueta de cuero e incluso guantes. Si me quedo mirándolo fijamente por mucho tiempo, probablemente comience a babear.

 

Mi teléfono comienza a vibrar y veo que es un mensaje suyo.

 

-“Tu primero” – Es lo que dice refiriéndose a que quiere que me vaya primero.

 

-“Bien” – le respondo y además agrego un emoji con beso solo por gusto.

 

Pongo el auto en movimiento, y alcanzo a mirar por el retrovisor que cuando estoy lo suficientemente lejos, él también se pone en marcha en dirección contraria.

 

Una sonrisa boba se instala en mi cara y me acompaña todo el camino de regreso sin intención alguna de borrarse. Fue bueno haber venido, fue bueno haberlo hablado, y no hablemos de los besos, esa fue la mejor parte.

 

Cuando estaba con Hyun Su, jamás tuve este tipo de sentimiento. A decir verdad, los casi 4 años que pase junto a él me parecen cada vez más y más lejanos y borrosos. Fue tiempo perdido, y puedo contar las cosas importantes con los dedos de una sola mano.

 

Con Ji Ho, es todo lo contrario. Tengo esta sensación de felicidad que se desborda por todos lados con solo pensar en él. Cada cosa que hace, la hace inolvidable, cada detalle o comentario ´por más simple que sea, alimenta mi corazón y lo hace caer por él un poco más, y aun no hay una sola cosa suya que no me guste. No es perfecto, lo sé, pero incluso sus defectos son buenos. Él sabe cómo hacerlos buenos.

 

Lo más importante es que…me ama, a pesar de todo me ama, y me lo demuestra cada vez que puede sin que yo se lo pida. Es difícil de creer porque no soy la mejor persona, podría encontrarse algo doblemente mejor, y pasaron tantas cosas que me gustaría simplemente borrar con una goma y quitarlas de ahí que no puedo cambiar aunque quisiera. Aun así, él quiere quedarse, y sinceramente yo quiero que se quede.

 

Quiero intentarlo.

 

Cuando por fin llego a casa, intento ser lo más silencioso que puedo, al punto de quitarme los zapatos y entrar en puntillas. No quiero despertar a nadie, en especial a mamá porque no quiero enfrentar ningún interrogatorio suyo a esta hora. Probablemente mañana no haya manera de salvarme pero, mientras tanto lo retrasare lo más que pueda.

 

Logro llegar a mi habitación con éxito y entonces me quito la chaqueta y me dejo caer descuidadamente encima de la cama.

 

Siento como si hubiera corrido un maratón, estoy agotado, pero a la vez estoy feliz, tanto que si por mí fuera en este momento estaría dando saltitos por toda la habitación.

 

Iba a tomar una ducha pero es tarde y hace frío, además el perfume de Ji Ho se ha quedado impregnado en mí por todos lados, así que me meto bajo las sábanas y ahí me quedo, simplemente disfrutándolo.

 

Es tan relajante que me quedo dormido prácticamente en segundos y cuando recupero la conciencia es porque he recibido un fuerte golpe en el trasero.

 

Esperen… ¿en el trasero?

 

-¿Mmm…que…?

 

-Ohh rayos, parece que no hubo acción ayer como yo pensaba – Es lo que dice Jae Ha.

 

Tenía que ser mi estúpido hermano.

 

-Jae Ha, ¿qué rayos te…?

 

-Creí que te dolería, pero no salió como yo esperaba – dice sin ningún tipo de vergüenza – O Ji Ho esta lento, o fue acción de otro tipo.

 

-Desgraciado – digo cuando mi adormecido cerebro captó la idea por fin.

 

-Bien, de cualquier forma logré despertarte así que me conformaré con eso. Mamá quiere hablar contigo – Ohh no, la hora del interrogatorio llegó.

 

-¿No es demasiado temprano para el interrogatorio? – digo regresando la cabeza a mi almohada.

 

-Parece que no – dice divertido – Prepara las excusas.

 

-Ohh cállate – digo cubriéndome con las mantas nuevamente.

 

-No tardes. Ya sabes cómo se pone.

 

Escucho la puerta cerrándose cuando sale, y entonces me debato entre levantarme o solo quedarme ahí y fingir que no me siento bien o algo por el estilo. Quisiera utilizar lo segundo pero sé que no funcionará porque utilizará en mi contra mi perfecto estado de salud ayer antes de salir, aunque podría decir que hacía mucho frío y que cogí un resfriado por eso, lo que significaría luego doble regaño. Decido irme a lo seguro y levantarme a enfrentar el interrogatorio básico de “donde estuviste, que hiciste y con quien” Así que arrastro los pies hasta el baño, tomo una ducha rápida, me lavo los dientes e intento que mi cabello luzca medianamente decente.

 

Antes de bajar tomo mi móvil y veo que tengo un mensaje en mi bandeja de entrada. La sonrisa boba vuelve a mi cara cuando veo que es de “Amor”

 

-“Buenos días cielo. Que tengas un buen día” – Es lo que dice junto a un emoji de corazón.

 

Esta vez no me contengo y celebro con un par de saltitos. Luego miro fuera de la habitación para comprobar que afortunadamente nadie vio eso antes de responderle.

 

-“Si que son buenos. Ten un excelente día también amor” – Tecleo y le reenvió un emoji de corazón también.

 

Después de responder, bajo a la cocina y veo que todos, incluyendo a mi padre están sentados en la mesa desayunando. Apenas notan mi presencia, me miran fijamente como si fuera un…bicho raro, lo cual me dio muy mala espina.

 

-B-Buenos días – me animo a decir sintiendo su mirada cada vez más y más intensa. Mi padre y Jae responden como cualquier otro día, sin embargo mi madre…es otra historia.

 

-Buen día hijo – Dice ella sin dejar de mirarme – Siéntate – continua y esta vez lo acompaña de una pequeña sonrisa…totalmente aterradora.

 

Yo la obedezco y me siento casi como un robot, acomodando mi asiento, absteniéndome de estirar mi mano hacia el queso crema para untárselo a las tostadas por miedo a perderlo. Afortunadamente Jae me lo pasa.

 

-Sabes, he estado mirando las noticias en la televisión – dice haciendo que me detenga en seco justo antes de dar la primera mordida.

 

-¿A-Ahh si? – Es lo que atino a decir – Que raro…tú prefieres la prensa.

 

-La prefiero, pero…una noticia en particular llamo mi atención y…quise más información.

 

Que sea de economía, que sea economía, que sea economía.

 

-No me…digas – digo haciéndome el desentendido.

 

-Pues sí, y vaya que me sorprendí cuando vi…esto - dice lanzándome el periódico del día de ayer con la fotografía de Ji Ho a todo color en el titular.

 

Rayos. ¿Por qué no podía ser economía?

 

-Espero…que tengas una muy…muy buena explicación para esto Jung Joon Hyun.

 

Pov Jun Dae

 

Necesito dinero y lo necesito con demasiada urgencia.

 

Tengo una parte de lo que debo, pero es apenas la mitad y sé que si me presento solo con eso para cuando el plazo termine, habré cavando mi propia tumba y mi cabeza rodara por el suelo y luego será utilizada como balón de futbol.

 

He recibido recordatorios cada día y no han sido precisamente los mejores del mundo. ¿Mensajes de texto? ¿Mensajes de voz en el buzón? ¿Llamadas? Eso se queda corto.

 

Es verdaderamente estresante.

 

Hace años cuando me vi en el momento más bajo de toda mi vida, realmente no sabía qué hacer. No tenía a donde ir, no tenía trabajo, no tenía dinero, mucho menos donde quedarme y además en un país desconocido lejos de cualquiera que pudiese tenderme una mano piadosa.

 

Creí que si arriesgaba todo tendría éxito, y eso hice. Deje mi país, mi trabajo, mi pareja. Nada de eso lograba cumplir con mis expectativas, y siempre quise más de lo que podía tener así que  ¿por qué no ir por más? Desgraciadamente, la suerte es una perra, y lo único que obtuve por eso después de todo lo que pase fue una terrible bancarrota por no decir que prácticamente arruine mi vida y todo lo bueno que pobremente tenía en ella.

 

Iba a ser mi fin, y sería uno muy decadente además, bajo un puente o en prisión por hacer algo dentro de lo ilegal. Afortunadamente logré contactar a Jae Bum antes de eso, que seguía viviendo feliz pudriéndose en la buena vida con su adinerada familia en Seúl. Si había alguien que podía sacarme de ese hoyo, era él, pero continuando con mi mala suerte, justo estaba enfrentando una situación difícil económicamente, ya saben, el dinero va y viene y para su familia al parecer se estaba yendo a la velocidad de la luz y justo cuando yo lo necesitaba.

 

Fue ahí donde me dijo que sus padres habían decidido hace algunos días pedirle un préstamo a un hombre, uno que se dedicaba netamente a eso, a hacer prestamos de grandes cantidades de dinero, dando plazos para pagar inusualmente largos.

 

Ese hombre no tenía nombre, pero todos lo conocían en su ámbito como “El Gran Señor” y a  pesar de que no tenía ninguna información suya, sabía que probablemente era algún mafioso con negocios ilegales y dinero hasta para utilizarlo como papel higiénico.

 

Jae Bum me advirtió que el tipo era peligroso pero que todo estaría bien si solo pagaba antes de que el plazo venciera, así que yo pensé que era una luz al final del túnel, pues no tenía nada que perder pero si mucho que ganar, así que me arme de valor y busque la manera de contactarlo para pedirle un préstamo como todos los demás.

 

Para mi sorpresa fue mucho más sencillo de lo que pensaba, explique mi situación al pie de la letra y luego simplemente obtuve un maletín lleno de billetes con una enorme suma de dinero, una lo suficientemente grande como para mantenerme todo un año completo sin trabajar ni un solo día. ¿De dónde salía ese dinero? No tenía la menor idea, pero no importaba mientras aumentaran los ceros en mi cuenta bancaria sin necesidad de mover un solo dedo.

 

Ese año viví como todo un rey. Pague todas las otras deudas que tenía y me recupere de las cenizas como el mismísimo fénix. Viaje a Japón, la ciudad donde vivía uno de mis padres pues soy mitad japonés y ahí me estabilice y se podría decir que comencé mi vida desde cero otra vez.

 

Durante el año siguiente ahorre para pagar mi deuda, tenía un par de años más para pagar y me pareció que era mucho tiempo para cobrar algo pero, no quise cuestionar las reglas del “Gran señor” así que solo me concentre en estar listo para cuando tuviese que pagar.

 

Desafortunadamente no soy muy bueno administrando mis finanzas así que en algún punto volví a quedarme sin dinero, razón por la cual tuve que regresar a trabajar para mi vieja y aburrida compañía que afortunadamente tenía una sucursal en Japón y necesitaba personal urgentemente.

 

Desde entonces he estado “ahorrando” dentro de lo posible para mantenerme y además pagar esa deuda millonaria. En menos de lo que pude darme cuenta, el plazo ya estaba a punto de vencerse por lo que comencé a recibir esos recordatorios para nada agradables que hacen que quiera arrancarme el cabello por haber sido tan descuidado y confiado y no pensar en el futuro.

 

Cuando me ofrecieron regresar a la sucursal principal en Corea como sustituto, al principio quise negarme rotundamente. Hacía años que no pisaba ese lugar y después de tanto, sería como echarse sal en las heridas abiertas, un dolor completamente evitable. Sin embargo, cuando estaba a punto de decir no, una idea de pronto comenzó a rondar en mi cabeza como la posible solución a todos mis problemas.

 

Yoo Ji Ho.

 

Si había alguien con suficiente dinero para solventar esa deuda, era él. Había tenido mucho éxito desde la última vez que lo vi. V.I.P ahora no era un simple grupo de aprendices torpes de la compañía, habían debutado y habían tenido mucho éxito, haciendo varios hits y junto a ellos millones de fans que esperaban por sus giras y conciertos. Se habían vuelto muy populares, y era el grupo del momento, próximo a ganar premios de los más importantes en el mundo de la música.

 

Si tan solo me hubiese quedado un poco más.

 

No había recibido ninguna noticia de que  Ji Ho estuviese con alguien. Tenía entendido que había estado todo este tiempo solo, concentrándose solo en crecer profesionalmente, lo cual era beneficioso para mí porque, siempre me cuestione si haberlo dejado fue la mejor de las decisiones. Él nunca hizo nada para disgustarme y la manera en la que nos separamos no fue la mejor, todo quedo como que jamás me importo lo nuestro y que lo único que siempre quise fue fama, lo cual no era del todo cierto y estaba dispuesto a aclarárselo una vez que se diera la oportunidad. Dicen que donde hubo fuego, cenizas quedan así que… ¿porque no intentarlo de nuevo?

 

Para mi sorpresa, cuando llegue, él no estaba tan solo como creí. Si había alguien estorbándome en el camino, un mocoso sin gracia que logro de alguna manera metérsele por los ojos a mi hombre, bajo quien sabe que tácticas pues no logré encontrar nada que fuera lo suficientemente llamativo o atractivo como para llamar su atención.

 

Creí que librarme de él iba a ser fácil, sobre todo cuando supe de ese accidente que había tenido Ji Ho y que había sido causado nada menos que por el ex novio del chico. Me cayó como anillo al dedo y evidentemente no pude dejar pasar la oportunidad para utilizar eso a mi favor lo más que pude.

 

Al parecer funcionó, pues el chico no se presentó al día siguiente en la clínica después de haber tenido una amena charla con él, lo cual me dejaba el camino libre, sin embargo, supe de inmediato que la técnica en la que pensaba no iba a funcionarme como yo esperaba cuando después de lograr que una puerta de abriera, otra se cerró justo frente a mi cara.

 

Cuando pensé que podría tener una oportunidad, en realidad fue todo lo contrario. El humor de Ji Ho estuvo del asco ese día, y ni siquiera volteó a mirarme a la cara. Fui como un…cero a la izquierda para él, cosa que me dio exactamente la ruta que debería tomar.

 

Tenía que cambiar de estrategia, pues es más que evidente que si quería tener de nuevo el corazón de Ji Ho, primero tenía que ganarme su confianza, luego obtener su amistad y luego con suerte convertirlo en algo más, pero eso iba a tomarme tiempo.

 

Y tiempo era lo que no tenía.

 

Así que idee una estrategia de chantaje. Podría chantajear a Ji Ho con revelar su identidad y su información para obtener dinero. Hice algunos buenos amigos en Japón que podían ayudarme con eso, eran muy cuidadosos a la hora de hacer un trabajo y lo mejor es que no iban a descubrirlos porque eran unos don nadie para la sociedad y estaban lejos además.

 

Ese era el plan perfecto, hasta que de pronto y como si el universo hubiese decido ponerse en mi contra, todo el mundo se enteró de la identidad de Ji Ho y en mis narices sin que pudiese hacer nada para evitarlo.

 

¿Cómo era posible que dos planes se me hayan venido abajo tan pronto?  Necesitaba algo, y lo necesitaba rápido.

 

Así fue como se me ocurrió este nuevo plan maestro a prueba de fallas.

 

La única manera de hacer que Ji Ho vuelva rápido a mis brazos es haciendo que Joon Hyun lo odie y pase de él, para que así se sienta muy mal, y entonces yo tenga que consolarlo. Se perfectamente lo vulnerable que es en ese ámbito, así que estoy confiado en que tendré éxito, y mientras lo consuelo puedo echarle un vistazo a sus cuentas bancarías, un par de millones que le falten no creo que le afecten para nada, además en su estado triste ni siquiera va a notarlo.

 

Pero para eso necesito que Joon Hyun verdaderamente lo odie, y aunque bien podría encargarme yo mismo de eso, creo que los paparazzis son mucho más expertos que yo separando parejas en tiempo record.

 

Justo lo que yo necesito.

 

-Jae Bum, ya hablamos del plan – digo al teléfono mientras camino por la calle – No me vengas con tus estupideces ahora ¿si? Cuento contigo imbécil.

 

-¡Yo jamás accedí a participar en nada, además no me trae ningún beneficio lo suficientemente bueno como para hacerlo!

 

-Mira, no tengo tiempo para tus estupideces sí. Más te vale que contactes con ellos o me vas a hacer enojar de verdad – gruño.

 

-Uy si, mira como tiemblo – Infeliz – Es peligroso para mí ¿entiendes? Tu trasero se mantendrá a salvo, ¿pero qué hay del mío? – Dice haciéndome poner los ojos en blanco.

 

-Ya te dije que no te involucrare de ninguna manera, tu solo serás el intermediario, como un contacto, y nada más.

 

-Sabes perfectamente que no soy precisamente de su agrado después de lo que paso, y que para ellos estoy siempre en el ojo del huracán, esperando cualquier cosa por más pequeña que sea para arruinarme. No quiero echar leña al fuego.

 

-Aishhh, por cosas como esta es que tú y yo nunca congeniaremos. Me molesta que seas una…gallina cobarde – le reclamo.

 

-¿Si? Pues a mí me molesta que tú siempre juegues en base al trasero de los demás mientras el tuyo está a salvo – Él realmente sabe cómo desesperarme.

 

-Jae Bum, te recuerdo que hago esto por mi maldita vida. Si quieres verme muerto está bien, no me ayudes, de cualquier forma en menos de un mes dejare de molestarte…permanentemente porque estaré picado en pedacito en algún callejón oscuro – digo de forma sumamente dramática.

 

Luego de unos minutos de silencio en la línea por fin recibí la respuesta que yo quería.

 

-Bien – accedió de mala gana – Veré cuál de todos me causara menos dolor de cabeza y lo pondré en contacto contigo.

 

¡Si!

 

-¡Gracias! Sabía que podía contar contigo  – dije en un tono dulzón esta vez – Te llevaré un muffin. Café no porque es muy caro y tengo que ahorrar, ya sabes.

 

-Ohh, más vale que lleves tu trasero en unas lindas bragas de encaje negro esta noche a mi cama o no hay trato – exige haciendo que bufe. Siempre sacándole provecho a la situación.

 

-De acuerdo – accedo de mala gana – Supongo que tengo una de esas por ahí.

 

-Excelente. Hacer negocios contigo siempre es un placer…literalmente –Idiota – Ahora déjame trabajar ¿si? El departamento no se paga solo.

 

-No, lo pagan tus padres – devuelvo la broma recibiendo como respuesta el sonido de que me ha colgado al llamada – Que grosero – Digo guardándome el móvil nuevamente en el bolsillo - Ya no le llevare ningún muffin.

 

Por otro lado, las cosas nuevamente están tomando el curso que deberían. No me gusta cuando todo no sale como yo lo planeo, y mucho menos me gusta tener que cambiar mis planes, pero…afortunadamente estoy de nuevo en el juego, y a punto de lograr mi objetivo.

 

Separar a Ji Ho de Joon Hyun…para siempre.

 

 

CONTINUARA

 

Notas finales:

Chon chon choooooooooooon

¿Que les pareció el cap? Espero sus comentarios al respecto.

Ya comencé con la reconciliación, así que se viene lo zuculemto, porque no hay reconciliación buena sin su lemon, así que...ewe, ya saben lo que se viene.

Recuerden que pueden darle amor a esto tambien en wattpad, así que los espero por allá tambien.

Saluditos y un abrazo para todos.

Nos leemos muy pronto

XOXO


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).