Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

V.I.P por Lady Wifi

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:  

Hola, espero que esten muy bien

No tengo mucho tiempo asì que solo les dirè que enserio pensaba pausar la historia porque ahorita no tengo ni internet, ni computadora, y tampoco casa XD asì que pues...si han sido dìas muy duros pero aqui seguimos en la lucha asì que espero puedan entender porque habìa tardado tanto en publicar.

Espero poder actualizar pornto, asì que solo me queda decir que disculpen la tardanza, disculpen tambien cualquier error ortografico y espero que disfruten el cap

XOXO

 

"¡Si!"

 

Pov Joon Hyun

 

El año nuevo llegó mucho más rápido de lo que yo esperaba, aunque la verdad es que últimamente los días han estado pasando tan rápido, que me levanto en las mañanas para el desayuno y de un momento a otro ya estoy listo para cenar y volver a la cama de nuevo.

 

Las horas me parecen apenas un par de segundos, y no he tenido casi nada de tiempo para otra cosa que no sea trabajo, trabajo y más trabajo.

 

Ser tu propio jefe no tan fácil como parece.

 

-¡Cielo, se te va hacer tarde! – Digo mirando la hora en el reloj. Habían pasado por lo menos quince minutos y Ji aún no terminaba de bajar por las escaleras. El señor Kang estará furioso con él si no está a tiempo para la reunión de fin de año con los accionistas de la agencia.

 

-¡Aquí estoy, aquí estoy! – Dice por fin bajando prácticamente corriendo – Ya ¿cómo me veo? – Pregunta y entonces yo aprovecho esa excusa para darle una escaneada exhaustiva. Una camisa de botones de color rojo escarlata que definitivamente luce sus musculosos brazos, unos pantalones oscuros ceñidos que me encantan porque bueno…trasero y piernas no le faltan, y claro zapatos de vestir, todo a juego con los aretes plateados que le obsequie hace poco para su cumpleaños y un reloj de muñeca. Luce impresionante, tan guapo como siempre.

 

-Absurdamente guapo bebé – lo halago.

 

-Gracias, gracias, me…voy corriendo, pero almorzamos juntos ¿no? – Pregunta tomando su chaqueta del respaldo de la silla.

 

-Claro – Respondo yo - ¿Teléfono…llaves?

 

-Sí y sí – Dice palmeando su dos bolsillos – Bueno ya me voy, y perdona que no te lleve al trabajo hoy y en año nuevo, te lo compensaré luego, lo prometo.

 

-No hay problema, no tienes que compensar nada – Digo yo – Que te vaya bien.

 

-A ti más – Dice antes de darme un beso de despedida – Te amo.

 

-También te amo cariño.

 

Para resumir lo que ha pasado estos últimos meses con nosotros dos, si…ya tenemos nuestra casa. Ayer desempaque la última caja que quedaba, lo que quiere decir que ya es totalmente oficial, y es precisamente por eso que hoy, celebraremos el año nuevo con toda la familia en nuestro nuevo hogar como si fuera una especie de…inauguración.

 

Al principio fue un poco difícil, y mamá efectivamente puso el grito en el cielo cuando se enteró que habíamos comprado una casa según ella “vieja y sin remedio”, pero ahora definitivamente no piensa eso, pues con trabajo duro semana tras semana y un par de cambios aquí y allá, ahora la casa “vieja y sin remedio” que nadie quería, se convirtió prácticamente en una hermosa mansión.

 

Y no…no estoy exagerando, lo único que diré, es que uno puede volverse un comprador compulsivo con una tarjeta negra a la mano con muchos ceros para gastar sin limitaciones. No me culpen, era mi primera vez comprando con tanto dinero, quien no.

 

*Flash Back*

 

-Ok, ¿qué compramos primero? – pregunta Ji una vez que estamos mirando cosas en la tienda aun sin saber exactamente por cual de todas las cosas que necesitábamos debíamos comenzar.

 

-La verdad no…tengo idea – Respondo con sinceridad – Creo que deberíamos comenzar con…las cosas del remodelado, ya sabes, cerámica, pintura…esas cosas.

 

-Estoy de acuerdo – Dice él – Vayamos por eso primero y luego por algunos muebles.

 

Una hora después.

 

-Oh dios, no sé qué rayos comprar – Digo con sinceridad – No…estoy acostumbrado a este tipo de tiendas, y tienen muchas cosas bonitas, pero los precios son demasiado altos, así que cada vez que veo algo, pienso que es lindo, pero luego veo la cantidad de ceros que marca y entonces ya no es tan bonito.

 

-Amor ya hablamos de esto muchas veces – Dice Ji – No tienes que ver el precio, si te gusta y lo quieres en casa, lo compramos y ya está.

 

-No puedo hacer eso, tú lo sabes, no me gusta que gastes tu dinero en mí.

 

-Es nuestra casa Joon Hyun, en teoría sería gastar dinero en mí también.

 

-Pero…es que…

 

-Es que nada – Me interrumpe tomando su billetera sacando una tarjeta negra de ella – Toma, es toda tuya.

 

-¡¿Qué?! – Digo horrorizado intentando devolvérsela - ¡No, no puedo, yo…!

 

-Claro que puedes, así que ve ahí… – Dice haciendo que gire sobre mi propio eje – Y compra todo lo que quieras con ella hasta que quede en cero.

 

-¡No, no voy a dejarte en bancarrota en un día!

 

-Cielo, no voy a quedar en bancarrota en un solo día, estás subestimando mis finanzas.

 

-Tú subestimas tus finanzas, ¿viste cuando costó cada cosa en la que me detuve? ¿lo viste? Porque creo que no estabas prestando la suficiente atención.

 

-Sí, si lo vi, y eran cosas geniales porque tienes un gusto excelente – Dice él.

 

-Pero no una buena capacidad de administración, hay un comprador compulsivo dentro de mí, créeme, no quieres que salga a la luz.

 

-A ver hagamos algo. Vamos a buscar a uno de los empleados y daremos otro recorrido por la tienda deteniéndonos justo en las cosas que te gustaron, yo veré el precio de nuevo para que veas que si estoy prestando atención y después decidimos si lo compramos o no lo compramos ahí mismo, ¿ok?

 

-Suena como que vas a decir que si a todo aunque no te guste solo para que lo compre.

 

-Seré 100% sincero al respecto, lo prometo, además casi siempre nos gustan las mismas cosas.

 

-No es cierto, tú eres muy retro y yo soy más contemporáneo y minimalista, no estamos ni cerca en estilos.

 

-Pero paso demasiado tiempo contigo y tú conmigo así que ya hemos intercambiado gustos sino solo míranos, tú eres el que lleva cuero ahora y yo mocasines.

 

-Umm…no estoy muy convencido con esto.

 

-Lo estarás en un rato, solo espera.

 

-Ok – accedo por fin - Ok.

 

-¡Ok!

 

Una hora después.

 

-No puedo creer que acabo de comprar algo con cinco ceros en el precio.

 

-Créelo porque si lo hiciste – Dice Ji - Y no fue tan malo ¿verdad?

 

-No demasiado, enserio me gustaba eso.

 

-Pues ya lo tienes, y vamos por lo siguiente.

 

-Cinco ceros…cinco malditos ceros.

 

-Joon Hyun…

 

-Debo maldecirlos, eran cinco…CINCO...cinco ceros…cinco ceros….cinco…ceros.

 

Otra hora después.

 

-Creo que voy a comprar ese – Digo señalando algo - ¿Qué te parece?

 

-Me gusta – Dice Ji.

 

-Y ese también – Continúo – Ah y ese de allá, se vería muy bonito en el baño, ¿no crees?

-Sí, y si no que vaya a la habitación, también se vería bien.

-Buena idea…llevaremos dos.

Y otra hora después.

-Es demasiado dinero, no podemos pagarlo, ya gastamos mucho.

-Cariño, claro que podemos, si lo quieres solo cómpralo y ya.

-No, es solo un estúpido sillón.

-Sí, un estúpido sillón, de piel, reclinable, con reposa pies y…masajeador incluido – Comenta Ji – Podrías sentarte en el a leer por horas y hasta…dormir, pero…si no quieres…

-Me lo llevo.

Y otra, y otra hora después.

-Soy un inmoral, lo devolveré todo, enserio, pediré disculpas y lo devolveré.

Muchas horas después.

-¡Me encanta todo, no voy a devolver nada!

Al final del día.

-Amor…creo que…compraste  demasiadas cosas ¿sabes?

-¿E-Enserio? – Digo algo apenado – Tú me dijiste que comprara Ji.

-Claro, pero no hablaba de…media tienda. Lo bueno es que tienen servicio de envío, necesitaremos por lo menos dos camiones para llevar todo a casa.

-Lo siento.

-No tienes porque.

-Qué horror, definitivamente no debo volver a tener esa tarjeta en la mano.

-A quien engañas, lo disfrutaste.

-Pues…si… – Confieso – Pero no pienso volver hacerlo, así que no me obligues.

-Si mi amor – dice él.

-Hablo enserio Ji.

-Lo que tú digas.

*Fin del Flash Back*

No quiero hablar sobre mi yo compulsivo.

Volviendo al tema, lo primero que hicimos evidentemente fue contratar un buen arquitecto para que verificara la estructura en general, la cual en su mayoría tuvo que rehacerse. Eso fue lo que más tardo de todo pues fueron como cuatro largos meses, pasó de ser un lugar descuidado y casi en ruinas a una magnifica edificación hecha y derecha digna del mismísimo presidente, no soy fanático de las cosas ostentosas pero…el resultado me encantó, lo admito, es lo que siempre quise y mucho más.

*Flash Back*

-Oh por dios – Fue lo primero que dije al ver por primera vez el lugar remodelado – Luce…enorme.

-La verdad si – Me apoya Ji – Mucho más de lo que creí.

-¿Y siempre…fue de este tamaño, o hicieron algo más? – Pregunto curioso.

-Pues no, nada en especial, siempre fue así, solo que nadie más lo vio excepto tú – Responde Ji – Tienes un buen ojo para los negocios grandes amor.

-Así parece - Digo aun sin poder creer la extensión del lugar - ¿No crees que es…demasiado? Es decir…solo somos tú y yo por ahora…a veces solo uno de los dos, ¿qué haremos con una casa tan…grande?

-No lo sé, pero el lado positivo es que nuestros futuros hijos tendrán espacio de sobra ¿no crees?

-¿Y mientras tanto…qué? ¿hablamos con walkie talkies? – bromeo sin embargo el rostro de Ji se iluminó como árbol de navidad en Berlín – No, ni lo pienses.

-¡¿Te imaginas?! – Dice Ji y yo solo atino a poner los ojos en blanco – “Amor, ¿me puedes traer un poco de agua al piso 1” “Claro bebé enseguida, estoy sacando la basura aquí en planta baja” ¡Sería lo máximo!

-Ahhh, ¿qué voy hacer contigo Yoo Ji Ho?

-No lo sé, ¿dejarme comprar walkie talkies tal vez?- Dice y no puedo evitar reír por su cara de emoción ante la idea.

-Ahhh – suspiro - Bien, puedes comprar walkie talkies.

-¡Wohooo! No se diga más.

*Fin Del flash back*

En un principio la idea era pagarles a unas cuantas personas para terminar con los arreglos de la casa, pintar las paredes, pulir el piso, las tuberías, sin embargo, este iba a ser el lugar en donde íbamos a vivir juntos él y yo, en donde planeábamos formar una familia, el lugar en donde van a vivir nuestros hijos y si pensamos más allá incluso hasta nuestros nietos, por lo que en vez de hacer que otros hicieran nuestro trabajo, decidimos que seríamos nosotros mismos quienes le daríamos poco a poco la forma del hogar que queríamos, y comenzamos claro con la parte más difícil, el piso, el cual tardamos por lo menos una semana en pulir en su totalidad, y con ayuda porque Min Yoon y Yu Gyeom estuvieron de acuerdo en que todos los gimnasios deberían incluir además de las pesas unas cuantas sesiones de pulido de pisos en sus rutinas. Fue algo verdaderamente agotador.

*Flash Back*

-Ok, terminamos con la sala, vamos a las habitaciones. Decidimos que vamos a poner cerámica en la cocina así que, eso y el baño queda fuera de la estación de pulido – comenta Ji.

-¡Si! – Celebra Min Yoon – Cualquier cosa que signifiquen menos metros cuadrados de piso que pulir para mí, lo apoyo totalmente o mis brazos se caerán en cualquier momento ¿Tú que dices Yu?

-Yo digo que… ¿cuándo vamos a comer?

*Fin del Flash Back*

Una vez que el piso estuvo brillante como un espejo era momento de pasar a las paredes y de eso si se encargó prácticamente toda la familia.

Ji Ho pinto toda la parte frontal de la casa junto con Jae que se ofreció para nada voluntariamente a usar su domingo en darle color a la parte posterior. Mi madre sorpresivamente se ofreció a ayudarme con la cocina y mi padre con el baño, mientras que yo me ocupaba del resto de las habitaciones, aunque cuando llegamos a la que sería nuestra habitación juntos, de alguna forma todo termino en una lucha de pintura que nos hizo tener que repasar la misma pared una y otra vez para que pudiera quedar todo del mismo tono.

*Flash Back*

-Bueno, última pared blanca que tenemos que pintar – Dice Ji Ho sujetando su rodillo – Por fin, esto amerita una celebración.

-Me encanta el color – Comento dispuesto a destapar la pintura – Sin duda se va a ver bonito.

-Sí es un color muy brillante, a mí también me gusta mucho.

-Oye bebé, la tapa…no quiere terminar de…salir – Digo forcejeando con el circulo de plástico – Creo que se…atoro en…algún lado.

-Haber…déjame te ayudo.

-Tal vez si lo…halo con más…fuerza…pueda…

Pero en ese momento, inesperadamente la tapa por fin cedió de manera brusca haciendo que varias gotas de pintura por no decir muchas fueran a parar directo a la cara de Ji, y parte de su camiseta.

-Oops – Es lo que digo mirando su rostro pintado – Amor…lo siento…no era mi…intención – Digo intentando quitar con los dedos la pintura lo cual en realidad lo empeoro muchísimo más y entonces ya no pude contener la risa por la expresión de indignación que tenía – Lo siento bebé, de verdad….pfff…jajaja…lo siento, enserio…jajaja.

-¿Enserio lo sientes? – Dice él fulminándome con la mirada – Porque esa no es para nada la cara de alguien que lo siente.

-Pfff…Jajajajaja – Comienzo a reír ya sin poder evitarlo – Perdóname…Jajajajaja.

-No te preocupes…te perdono – Dice él sorpresivamente – Las personas a veces se manchan con pintura mientras están pintando ¿no?

-Pues…si…jajaja…supongo que…

Y entonces descaradamente sumergió su brocha en la pintura y sin siquiera molestarse en quitarle un poco el exceso de pintura, la blandió hacia mí a propósito, manchándome también no con unas cuantas gotas sino con un chorro completo de pintura que me cayó en la cara, en la camiseta, en los pantalones, creo que incluso había pintura en mi cabello.

-Ahhhhhhhh, Yoo Ji Ho…no…hiciste…eso.

-Jung Joon Hyun…tal vez…si lo hice.

-Vas a pagar eso cielo.

-¿Si? Me gustaría verte intentando hacérmelo pagar mi vida.

-Conste que tú…lo pediste.

*Fin del Flash Back*

Ese fue un día muy divertido, especialmente por la larga ducha que tuvimos que tomar después en donde además de estrenar el baño juntos, tratábamos de quitar la pintura uno del otro, parecíamos unos lienzos vivientes, no puedo creer que tiramos tanta pintura, afortunadamente si alcanzó para terminar de pintar la pared.

Con el piso y las paredes listas, el resto era solo organizar todas nuestras cosas en su sitio. La parte frontal de la casa lucía maravillosa con el sillón colgante que pusimos junto a la pequeña mesa de té, y los rosales de mamá debajo de las ventanas y junto a la puerta definitivamente fueron el toque perfecto.

La cocina a pesar de que solía ser mi enemiga mortal ahora es una de mis partes favoritas de toda la casa. Ji Ho mando a instalar unos bonitos gabinetes de madera en las paredes junto con un largo mesón de mármol, y también compramos una cocina nueva, y un enorme refrigerador desde donde puedes obtener cubitos de hielo desde un compartimiento de la puerta sin siquiera tener que abrirla, solo colocas tu vaso ahí y ya. Creo que eso fue lo que más disfrutamos comprando, siempre quise uno de esos y al parecer no era el único.

El baño es otra de mis partes favoritas. Es enorme, con un súper espejo desde donde puedes ver tu reflejo ampliado, perfecto para maquillarse, lavamanos de vidrio, ducha con puerta corrediza y sobre todo, una bañera gigante en donde fácilmente podrían entrar 4 personas con espacio extra, y tengo sales de baño de todos los aromas que se puedan imaginar, desde lavanda hasta vainilla y canela. Es tan relajante que una vez que entro para bañarme no quiero volver a salir nunca de ahí. En serio, es magnífico.

En las habitaciones extra que teníamos, instalamos lo que nos gusta llamar nuestras “oficinas” En una Ji Ho puso todas sus cosas de música, desde su amplia colección de guitarras las cuales a duras penas entraron en todas las paredes, hasta su escritorio en donde tiene todas las cosas que utiliza cuando está componiendo canciones, mientras que en la otra yo puse toda mi colección de libros, la cual hasta ahora me doy cuenta de lo grande que es, y una buena parte de las cosas que tenía en mi antigua habitación, mi escritorio, mi computadora, mi máquina de escribir, etc…etc…etc…Así, cada uno tiene su propio espacio personal en la casa para trabajar a gusto, como dicen por ahí, juntos pero no revueltos, y ya le advertí que si veo solo un poco de desorden, vamos a tener serios, serios problemas.

*Flash Back*

-De acuerdo, por fin terminé – Dice Ji orgullos de ver todo en su sitio – Se ve muy bien.

-Se ve mucho mejor que el desorden que tenías en tu antiguo apartamento cielo – comento yo con los brazos cruzados.

-¡¿Qué?! ¿Cuál desorden? Solo era un poco de papelería por aquí y otro poco por allá, yo sabía en donde estaba todo.

-Lo sé, pero desde ya te digo que en esta casa vamos a tener reglas – Digo serio.

-¿Reglas? – Repite él - ¿Qué clase de…reglas?

-Sabes que me gusta tenerlo todo ordenado ¿no?

-Si-i…

-Pues…si yo me esmero limpiando la casa, y encuentro un solo bollito de papel en el suelo cuando entre aquí después de hacerlo…vamos a tener serios…serios problemas Yoo Ji Ho.

-Seré ordenado – Asegura él – Lo prometo – Dice levantando la mano a modo de juramento.

-Eso espero, y eso también va para tu manía de rayar las paredes – Advierto - Si veo una sola rayita en mis hermosas paredes te voy a arrancar las pestañas Ji.

-Auch – se queja él - ¿Por qué las pestañas?

-Porque así no vas a poder a dormir pensando sobre lo que hiciste.

-Que cruel – Se queja él – Y eso que todavía no nos casamos.

-Lo sé, cuando nos casemos será peor – Digo acercándome para darle un beso – Puedes con eso ¿no?

-Con eso y mucho más amor.

*Fin del Flash Back*

El jardín posterior fue lo que más le encantó a toda la familia. El césped verde, la piscina, el techo para hacer parrilladas y las sillas de extensión con sombrillas incluidas hicieron que pareciera una especie de club caro o algo por el estilo, incluso mi madre ya anunció que los fines de semana vendría a asolearse un rato y mi padre nos obsequió una parrillera para que la utilizáramos los domingos libres que tuviésemos. Los perros de Ji también estuvieron encantados con el lugar, tenían espacio más que suficiente para correr y jugar, y cada uno tenía su propia casa de madera para dormir sin problemas como lo hacían en casa de la abuela Yoo, aunque están tan apegados los cuatro que probablemente vacacionen intercaladamente un tiempo en cada casa para que no pierdan a su querida abuela.

Por último pero no menos importante estaba nuestra habitación, y debo decir que al principio fue un poco extraño tener que compartirla con Ji, ya saben, otro cepillo dental en el baño, otro par de pantuflas, otra ropa junto a la mía en el closet. Creo que estaba muy acostumbrado a estar yo solo en mi apartamento, y aunque pasábamos bastante tiempo juntos, al mudarnos a nuestra nueva casa, el cambio fue muy notorio para ambos, aunque para nada difícil acostumbrarse a él. Voy a extrañar un poco mi antigua habitación, incluso mi antiguo apartamento, pero este lugar me gusta mucho más porque por fin tengo algo propio como siempre quise y porque además lo comparto nada menos que con el amor de mi vida…que también es mío claro está.

¿Qué más podría pedir?

Ahora, la temporada de “remodelación” terminó y entonces comenzó lo que mi mamá denominó como la “rutina de convivencia” en donde literalmente solo veía a Ji Ho en las mañanas cuando desayunábamos juntos e iba a dejarme en el trabajo, y en las noches cuando iba a buscarme de nuevo, cenábamos y luego a la cama. A veces ni siquiera eso porque nuestros horarios parecían no querer coincidir nunca y yo salía demasiado temprano o él llegaba demasiado tarde, así que vivíamos en la misma casa pero parecía que no, y se supone que deberíamos vernos más que antes ahora que compartíamos el mismo espacio ¿o no?

Mi madre me explico que eso suele pasar en los primeros años de matrimonio, se arma una rutina diaria, el trabajo aumenta porque hay que mantener la nueva casa, el tiempo juntos se reduce porque después de todo viven bajo el mismo techo y ya no hay necesidad de apartar ocasiones específicas para verse, pero…con el tiempo se supera, queda de parte de ambos romper con la rutina para variar, y los detalles de uno con el otro comienzan a cobrar más importancia porque ahora hacen mucho más la diferencia. Yo estaba de acuerdo con toda su explicación, seguro que Ji Ho y yo éramos capaces de superar esto, darle un giro diferente a nuestro día a día y lo de los detalles estaba más que cubierto, salvo por una pequeña cosa importante.

Que no estábamos casados aún, entonces… ¿qué rutina era esta entonces? ¿convivencia?

-¿Diga? – Atiendo el teléfono sujetándolo con mi cuello mientras continuaba tecleando sobre el ordenador – Oh sí, claro que lo envíe, aprobaron la solicitud de publicación para la próxima semana ¿puedes encargarte tú? – Indico a uno de mis compañeros – Sí, me parece perfecto, solo los últimos detalles y a impresión. Gracias, gracias, cualquier cosa avísame, y feliz año nuevo para ti también – Me despido antes de colgar y de inmediato voy a responder mi otro teléfono que está sonando hace un par de segundos - ¿Diga?

Fuera de eso, creo que mi vida en el ámbito laboral también dio un inesperado giro radical. Si les contara todo lo que me ha sucedido en estos casi trescientos sesenta y cinco días luego de haber recién entrado a trabajar en la editorial creo que la mayoría se caería de espaldas de la impresión.

Estuve trabajando muy, muy duro al principio y tuve una temporada realmente horrible en donde muchas veces me pregunte si realmente valía la pena tanto esfuerzo si al final iba a ser tan duramente criticado hasta por mi manera de respirar. Sabía que ya no estaba en la universidad y que ahora si estaba dentro del juego y además con parte de la elite y ellos no permitían errores por más pequeños que fueran y menos de mí que era según ellos era una mente brillante en potencia, pero tampoco eran para nada delicados al momento de señalarme donde me equivocaba, además de que siempre me recalcaban que sin importar con quien estuviera saliendo no recibiría ningún tipo de trato especial, cosa que en realidad nunca pedí. Sentía que estaba caminando cuesta arriba y que en cualquier momento mis piernas fallarían y me caería de bruces al suelo, pero afortunadamente no lo hice, por una parte porque soy orgulloso hasta la médula ósea y otra porque tenía una personita especial a mi lado que me recordaba todos los días que podía con eso y con muchísimo más.

Al final de cuentas, aprendí muchísimo, una parte a las buenas, otra buena parte no a las malas sino a las peores, y poco a poco fui mejorando cada día más y perfeccionando los conocimientos que ya tenía hasta llegar justo a donde estoy ahora.

Siendo el jefe.

Sí, difícil de creer en tan poco tiempo, lo sé pero ¿recuerdan cuando dije que quería tener algún día mi propia editorial?, pues…para resumir lo que sucedió, me costó bastante tomarle el ritmo al trabajo, era un completo novato al principio, pero poco a poco fui tomando experiencia y una vez que tuve el ritmo de todo, termine prácticamente dirigiendo la orquesta. Un día, el dueño de la editorial que ya estaba bastante cansado de hacer lo mismo por los últimos cuarenta o cincuenta años o más, decidió arbitrariamente que era momento de retirarse del trabajo, y como no tiene ningún hijo para heredar sus bienes, su plan era vender la editorial al mejor postor para irse de vacaciones con su esposa y luego mudarse a su casa campestre, lejos de la ciudad, para pasar tranquilamente los últimos años de su vida ahí.

Fue una noticia triste e inesperada para todos, no solo por el aprecio que le teníamos sino porque nos estaba dejando sin trabajo, ya que el nuevo dueño seguramente iba a cambiar el personal actual por personas de su propia empresa que ya son de su confianza, y entonces todos quedaríamos desempleados con apenas un cheque de unos cuantos años de trabajo, o en mi caso ni siquiera eso pues había llegado hace muy poco. Ya estaba preparando mi curriculum para buscar trabajo en otro lugar antes de que el día de retirarse llegara, cuando el jefe me mando a llamar a su oficina, y cuando fui ahí, me dijo que ya tenía una buena oferta de venta para el lugar y que estaba listo para decir que sí a eso a menos que apareciera una contraoferta nada menos que de mi parte, cosa a la que yo no supe como rayos responder.

¿Me estaba sugiriendo que yo comprara la editorial?

La primera cosa que hice efectivamente fue negarme, no tenía tanto dinero ni de broma y aunque lo tuviera, no tenía la experiencia suficiente como para hacerme cargo por mí mismo de algo tan grande, apenas y podía siendo un simple aprendiz. Sin embargo él dijo “si hay alguien que puede hacerse cargo correctamente de todo esto, eres tú muchacho, justo lo que le hace falta al negocio, un alma joven que innove en la literatura de la nueva escuela” y después de eso me incluso me dio unas 24 horas para pensarlo antes de que la otra oferta se venciera también, se podrán imaginar mi cara cuando salí de esa oficina aquella mañana, ni siquiera sabía qué era lo que acababa de pasar.

Esa noche cuando llegue a casa, hable con Ji y le dije todo lo que había pasado, su cara fue prácticamente la misma que la mía, una de “tiene que ser una broma amigo” pero luego él también me dejo atónito cuando al día siguiente por la mañana me dijo “¿sabes qué? dile que sí, yo compraré la editorial para ti” y claro que al principio me negué rotundamente, no me gusta que Ji gaste dinero en mí y menos si es una cantidad tan absurdamente alta, no podía aceptarlo, pero él insistió tanto que incluso se atrevió a hablar con mi madre al respecto y juntos se aliaron para no dejarme otra salida más que aceptar porque era una oportunidad de oro que no iban a permitir que dejara pasar.

Y eso fue lo que pasó, ahora tengo una editorial a mi cargo, aunque teóricamente es más de Ji y de mis padres que aportaron muchísimo más para la oferta, pero como ninguno sabe qué hacer exactamente con ella, quien la maneja soy yo. Es como nuestro negocio familiar.

Por un momento creí que el personal se iría por completo cuando se enteraran que sería yo, un novato casi recién llegado quien tomaría las riendas de todo, de hecho, algunos se fueron y eso está bien, yo les di libre albedrío para hacerlo, pero afortunadamente la gran mayoría se quedó y estuvo de acuerdo con que era bastante apto para el puesto, incluso tuvimos un montón de aplicaciones para nuevo personal. De ese momento hasta ahora las cosas han ido bastante bien, las ventas mejoraron mucho, y los accionistas internacionales están felices con los nuevos proyectos que propuse. No ha sido nada fácil, ahí afuera hay personas sumamente malintencionadas que piensan que porque soy joven no tengo suficiente experiencia en el campo y de vez en cuando tratan de intimidarme cuando van a negociar o a proponerme algún trato, afortunadamente estudie seis años para esto, sé lo que estoy haciendo, sé cómo debo hacerlo y nunca dejo que nadie me intimide, solo les demuestro quien soy y en cualquier caso llamó a mi fiel abogado, el hermano de Yu Seok que se encarga de la parte legal de todo solo si es realmente necesario, hasta ahora nadie ha querido llegar a esa parte.

Así que…ahora yo soy el jefe, pero no soy un jefe nada convencional. Todo mundo trabaja para mí, y se supone que yo no debería hacer nada además de solo sentarme en mi sillón a sellar y firmar cosas y acudir a reuniones, pero no queme mis neuronas tantos años en la universidad para estar detrás de un escritorio haciendo nada. Yo amo escribir, y no lo voy a negar, también amo editar, amo leer, amo lo que hago, por lo que me mantuve con mi puesto anterior además de ser el jefe. Hasta ahora me ha funcionado perfectamente.

Lo único con lo que todavía no he podido aprender a lidiar es con mi propio tiempo libre. Sí, soy el jefe, puedo ir y venir cuando quiera, pero todo y todos en la editorial dependen de mí, así que si algo malo ocurre debo resolverlo, si alguien tiene alguna duda debo aclararla, si algún accionista llama por una reunión debo ser yo quien lo atienda, y así sucesivamente 24/7, por lo que hago mi jornada completa solo por si las dudas, a veces incluso más.

Eso explica porque en año nuevo, en vez de estar en casa cocinando la cena o con mi familia como comúnmente haría, aún estoy en mi oficina, sentado tecleando cosas de último minuto para que mañana, primer día del año, no haya ningún caos inesperado, planeo quedarme en la cama hasta muy tarde con mi novio, no puedo permitir que nada arruine ese plan.

Mensaje nuevo de “Amor” – “Cielo, no creo poder llegar al almuerzo hoy, nos vemos en la noche en casa. Te amo”

Aunque lo inesperado últimamente es parte de mi día a día.

Respuesta para “Amor” – “No hay problema, te veo en la noche. También te amo”

Y siento decir que cuando digo “inesperado” la verdad quiero decir “Ji Ho” que ha estado demasiado extraño y misterioso los últimos días, a un punto en el cual comienzo a preocuparme y a hacerme ideas quizás equivocadas de lo que pueda estar sucediendo.

Ideas malas debo decir.

Últimamente cancela los planes que tenemos juntos sin explicación solida alguna, llega tarde y tampoco dice porque, o se va muy temprano y no dice a donde va, y siento que su mente está en otro lugar pensando en algo que constantemente lo distrae. Lo conozco, y porque lo hago es que estoy muy seguro de que algo sucede, algo que no me quiere decir, y enserio comienzo a sentirme paranoico al respecto, aunque intento con todas mis fuerzas no darle demasiadas vueltas al asunto porque…bueno, es Ji Ho de quien estamos hablando y…no es bueno sacar conclusiones apresuradas, mucho menos si son de este tipo.

Él no es para nada como Hyun Su, así que en el peor de los casos…solo en caso de que…solo en caso de que tal vez…hubiese alguien más…él me lo diría…me lo diría directamente ¿cierto?

El teléfono de la oficina comienza a sonar haciéndome dar un respingo y cuando veo el identificador me extraño de que sea un número desconocido.

-Ahhh – suspiro largamente antes de estirar mi mano para tomar el aparato y responder dejando de lado por enésima vez la apenas segunda mordida a mi sándwich de pavo de almuerzo que ya ni siquiera tengo ganas de comer - ¿Diigaaaa? – atiendo casi de mala gana.

-¡Jung Joon Hyun, ¿qué demonios haces trabajando a esta hora y en año nuevo?! – Escucho a mi madre furiosa del otro lado de la línea, tanto que casi se me cae el teléfono de la mano. ¿No se suponía que estaría toda la tarde en el hotel en la recepción especial de año nuevo?

-Ahh…hola mamá…feliz año nuevo – Es lo que yo digo con un tono nervioso, la verdad es que no esperaba que fuera ella, de haberlo sabido ni siquiera habría respondido, y no puedo fingir que estoy en casa porque me llamo directamente a la oficina, es muy astuta.

-Más te vale que estés preparando tus cosas para irte a casa porque si no me vas a obligar a ir hasta allá por ti y arrastrarte por todo el pasillo de la oreja como cuando tenías cinco años – amenaza – Y hablo enserio, no me importa que ahora seas el jefe, yo soy tu madre y seguiré siéndolo aunque seas el mismísimo presidente ¿me oyes?

-Si mamá – Digo hundiendo la mano en mi cabello – En un rato estaré allá, tenía que terminar uno pendientes de último momen…

-Es que es el colmo – Se queja ella - Es el primer año nuevo que pasaremos en tu casa, deberías estar ahí preparando todo, no allá tecleando cosas, eso puede esperar para otro día, ya trabajaste los otros 364 días.

-Si mamá, es cierto.

-De acuerdo…voy saliendo para allá y esperare por ti…en el pórtico…así que no me hagas esperar o me dará hipotermia – Típico, una medida de presión.

-Claro, también te quiero, adiós.

Ok, supongo que eso significa que tendré unos cuantos pendientes para mañana, lo bueno es que nadie trabaja el primer día del año así que…sin duda puede esperar.

Tomo mis cosas y me despido del resto del personal que aún queda trabajando no sin antes desearles un feliz año nuevo y recordarles que son libres de irse a la hora que deseen por año nuevo, de hecho todos deberían estar en sus casas con sus familias, solo que algunos prefirieron ocuparse de sus pendientes igual que yo, no esperaba menos de ellos.

Conduzco mi auto hasta el supermercado más cercano listo para hacer unas cuantas compras de último minuto antes de que mamá se dé cuenta de que olvide por completo comprar los ingredientes para hacer el ponche de frutas, el jamón ahumado con piña, y las estúpidas galletas decoradas de navidad, por suerte debido a la cantidad de personas que igual que yo olvidaron hacer sus compras con anticipación, hay cuatro cajeros muy rápidos atendiendo en las máquinas registradoras, entre ellos mi amigo Jae Bum, así que no tardo demasiado en obtener todo y me siento mejor de no ser el único olvidadizo que espero hasta último minuto para hacer sus compras.

Una vez que llego casa con varias bolsas en las manos, veo a mi madre en la cocina con un par de botellas de vino tinto servidas y un enorme pollo con romero casi listo para ir al horno.

-Hasta que al fin llegas – Dice ella al verme – Pensé que enserio iba a tener que ir por ti, ¿Qué tanto hacías?

-Umm…nada demasiado importante – Digo dejando las bolsas en el mesón.

-Dejando todo para último minuto, ¿no te dije hace como tres semanas del ponche de frutas?

-Sí pero…umm…las frutas recién compradas son más…ya sabes…frescas.

-Claro, y por las noches yo me convierto en Madonna, ¿no?

-Bueno, eso no lo sé, ¿no que ibas a esperar en el pórtico? - Digo tomando un sorbo de la segunda copa de vino.

-Nos habríamos congelado, y deja eso – Me reclama quitándome la copa de las manos – Es de mala educación robarle su bebida a los invitados.

-¿Invitados? – Digo yo confundida - ¿Cuáles invi…?

-Tu abuela favorita, ¿quién más? – Dice una tercera voz agregándose a la conversación.

-¡Abuela Yoyo! – Digo entusiasmado con su presencia yendo a abrazarla inmediatamente.

La abuela Yoo ha estado últimamente igual de ocupada que nosotros. ¿Y porque? Pues…después de mucho insistirle, por fin se decidió a aceptar un puesto como miembro honorario de la academia de música y bellas artes como profesora.

Sí, profesora de piano.

Como saben, después de la muerte del abuelo de Ji, la abuela Yoo no había vuelto a tocar el piano nunca más porque le traía recuerdos muy tristes de su esposo, al igual que Ji no lo hacía porque le recordaba a su madre, pero…luego de tanto tiempo y con todo el tema de la señora Ji Hae resuelto, Ji se animó a retomar el piano junto a su madre y la abuela Yoo decidió seguir sus pasos convirtiendo todos esos recuerdos tristes en los que no podría tocar nunca más el piano con su difunto esposo, en recuerdos felices de todos los momentos en los que ambos estuvieron haciendo lo que amaban juntos durante tantos años.

Ahora, está en la lista de los mentores más codiciados y todos los pianistas del mundo, incluso los que ya son expertos piden una sesión de práctica con ella ya que experiencia en el campo es lo que le sobra, por lo que hacía ya un tiempo que no la veía en persona y estoy muy feliz de poder volver a hacerlo.

-No puedo creer que esté aquí, que sorpresa, Ji se va a poner muy feliz.

-Ese mocoso desconsiderado no me ha llamado ni una sola vez en los últimos quince días, solo deja que lo vea, voy a tirar tan fuerte de su oreja que va a dejármela en la mano.

-No pienso intervenir ahí – Comento yo.

-Sabia, sabia decisión querido mío.

Pase el resto de la tarde preparando la comida junto con mi madre y la abuela Yoo, me sentía orgulloso de no ser más un cavernícola en la cocina, de hecho recibí felicitaciones de ambas por mis progresos en el campo, incluso comentaron que sería un excelente esposo en el futuro.

Si es que llegaba a casarme claro está.

Más o menos a las 6 de la tarde, el pollo ya estaba en el horno junto con la carne y algunas patatas, la rosca navideña estaba enfriándose, al igual que el pie de frutas, y las galletas estaban más que listas para ser decoradas.

Mi madre me envió a darme una ducha mientras ella terminaba de preparar el ponche de frutas, así que fui hasta mi habitación y escogí algo bastante simple del enorme ropero que ahora comparto con Ji Ho, decidiéndome por un ajustado pantalón negro de vestir, con una camisa de botones de un rosa pálido de una tela muy, muy suave casi como la seda que Ji Ho había insistido en comprarme porque me quede mirándola como estúpido en una de las tiendas en donde él compra sus costosos trajes a pesar de que le dije que no lo hiciera porque era demasiado costosa solo para ser una camisa, pero en fin, la estaba guardando para una ocasión especial y que ocasión más especial que año nuevo.

Una vez que estuve de vuelta en la cocina me dispuse a decorar las galletas de navidad. Mi madre continuaba hablándome de un montón de cosas pero yo no estaba prestándole demasiada atención ya que mi cabeza estaba ocupada en una sola cosa.

Ji Ho.

 Eran casi las 8 de la noche y aun no tenía noticias suyas. Sé que había enviado un mensaje diciendo que la reunión se había extendido y que no podríamos almorzar juntos, pero de ahí a pasar todo el día fuera era otra cosa, comenzaba a dudar que aun estuviese en esa dichosa reunión.

-Joon Hyun al planeta tierra – Escucho que dice mi madre sacándome de mis pensamientos.

-¿E-Eh? – Digo confundido – Perdón ¿qué…me decías?

-Te decía que últimamente estás demasiado distraído, ¿te pasa algo? – Pregunta ella preocupada.

-No – Miento – No pasa nada mamá.

-¿Nada? Oh querido, al menos intenta sonar un poco más convincente - Dice con seguridad - ¿Algo que quieras decirle a tu madre?

-Yo…no…no – niego por último – Tan solo…ya sabes…tener una casa…no es…tan fácil como yo creí, y…la convivencia…es…complicada, es todo. Periodo de adaptación, tu misma lo dijiste.

-Creo que estás dándole demasiadas vueltas a eso de la “convivencia” ¿acaso Ji Yong y tu están teniendo problemas?

-Umm…no – Niego porque es la verdad – No exactamente…problemas como tal, es solo que…ya sabes…algo pasa…y no logro descubrir que es lo que está mal.

-¿Y si no sabes que es lo que pasa porque intuyes que es algo malo? – Buen punto.

-Pesimista hasta la muerte, ¿qué puedo decir? – Es lo que digo yo volviendo a concentrarme en las galletas.

-¿Y…ya le preguntaste directamente si sucedía algo?

-Claro, y evadió la pregunta olímpicamente también, así que he estado pensando tonterías desde entonces.

-Eh ahí tu problema – Dice ella – Sacar conclusiones apresuradas no te va a llevar a ninguna parte – Ok, ella tenía un punto – Dime  ¿han peleado por tonterías últimamente? – Pregunta.

-Umm…no, de hecho nunca hemos peleado enserio entre nosotros ni la primera vez.

-¿Ha gastado dinero sin justificarlo? – Continúa preguntado.

-No, solo compras tontas, lo de siempre.

-¿Pintura de labios en el cuello o perfume diferente en la ropa?

-Por dios claro que no – Aseguro horrorizado con esa pregunta.

-Entonces cálmate, no tiene otro…u otra.

-No puedes asegurar eso con tan poca información y ¿cómo sabes que pensé en esa posibilidad precisamente?

-Joon Hyun soy tu madre y estoy casada hace años, ese es un pensamiento básico de cuando algo sucede en la relación, el primero de todos en realidad.

-Ok, lo admito, lo pensé y si bien no ha hecho nada de lo que tu dijiste, si hay otras cosas, por ejemplo, cancelar nuestras citas sin razón aparente apenas momentos antes y desaparecer sin decir a donde va – Me quejo dejando salir un poco toda la frustración de todos estos días – Como ahora, que debería haber llegado hace bastante rato pero no sé dónde se supone que está.

-Atorado en el tráfico – Responde una tercera voz incluyéndose en la conversación inesperadamente.

Era nada menos que Ji Ho, al cual automáticamente fulmino con la mirada.

-Bueno…los dejare a solas – Dice mi madre yendo hacia la puerta – Oh…pero me llevo esto, y…esto también – Comenta tomando un par de copas y lo que queda de la botella de vino la cual nos hemos estado tomando en el último rato junto a la abuela Yoo.

Una vez que estamos solos en la cocina frente a frente por fin me animo a decir con sinceridad lo que he estado ocultando todos estos días.

-Sabes que “quedarse atorado en el tráfico” es una de las excusas más comunes que se da en el mundo, ¿verdad?

-No, no lo sabía, pero en mi caso no es una excusa, es la verdad – Asegura él - Estaba en la ciudad vecina y bueno es año nuevo, me quede atorado en el embotellamiento un par de horas, ¿desde cuándo tan desconfiado?

-¿Desde que actúas tan extraño que me haces desconfiar? – Digo con obviedad.

-¿Te parece que estoy actuando extraño? – Dice él.

-Sinceramente…sí – Digo yo  - Muy…muy extraño, como cuando de pronto cancelas nuestras citas sin razón, o sales y no dices dónde demonios vas, te vas absurdamente temprano y llegas tan tarde que ya no sé de qué manera modificar tu horario en mi cabeza para justificarte y no pensar mal, ¿eso no te parece suficientemente extraño?

-Wow, wow, espera…espera cielo…no es lo que tú piensas – Dice él.

-¿Y qué crees que estoy pensando según tú?...o mejor dicho… ¿cómo es que no quieres que lo piense Ji?

-Escucha…vamos a hablar al respecto, y te aseguro que no tienes nada de qué preocuparte, todo tiene una explicación lógica.

-¿Enserio? Porque eso espero, la verdad.

Estaba por decir algo más justo cuando aparecieron Min Yoon y Yu Gyeom por la puerta.

-¡FELIZ AÑOOOOOOOOO….! – Dice Min Yoon con unas orejitas de reno – Oh…lo siento… ¿interrumpimos algo importante?

-¿Lo ves? Te dije que había que tocar – Menciona Yu Gyeom.

-No – me apresuro a negar como si nada – Solo hablábamos, feliz año para ustedes también señores… ¿reno?

-¡¿Te gustan?! – Pregunta él señalando hacia su cabeza y yo asiento – Pues qué bueno porque te traje un par – Dice colocando unas en mi cabeza - ¡TA-DA!

-¿Debo suponer que obligaste a Yu a ponerse esas? – Comento divertido.

-¡Ja! – Articula Yu Gyeom – Que come que adivina.

-Japón – Dice Min Yoon fulminándolo con la mirada.

-Si, si, ya entendí…soy un reno feliz…hurra.

Así como llegaron Min Yoon y Yu Gyeom también comenzaron a llegar otros invitados, como Yu Seok con su novio y su hermano, Seo con su esposo, y claro que Jae Ha con Dae Hyun.

El ponche de frutas fue todo un éxito y fue poco a poco desapareciendo del tazón, afortunadamente teníamos algo de refresco, vino y cerveza fría para acompañar la cena. El pollo salió hermosamente dorado del horno listo para reposar antes de cortarse al igual que la jugosa carne asada, para los cuales ya estaba preparada una buena guarnición de ensaladas y patatas asadas. Y las galletas, bueno…se supone que tenía que terminar de decorarlas antes de la media noche, pero…eso no sucedió debido a que mi hermano piso la cocina y entonces todas desaparecieron incluso sin estar decoradas, afortunadamente mamá guardo algunas para los invitados fuera del alcance del mounstruo come galletas.

Faltaba poco para las doce de la noche, así que me serví una copa de vino que logre salvar de las garras de mi madre y salí a caminar por el jardín posterior. La temperatura estaba algo baja y desee haberme puesto un suéter con mi conjunto pero…estaba bien de momento, necesitaba pensar y eso me ayudaba, como dicen por ahí con la cabeza fría se piensa mejor.

-Te vas a congelar – Dice una voz detrás de mí al mismo tiempo que siento que colocan algo cálido sobre mis hombros.

-Gracias – Digo aceptando su chaqueta la cual está muy cálida y huele a su perfume.

Olvide mencionarlo pero ya no llevaba la camisa roja de esta mañana, ahora iba todo de negro, con una camisa negra de cuello alto, pantalones de vestir oscuros, y la chaqueta, también negra, que ahora yo tengo puesta. Estúpidamente perfecto, si tan solo supiera donde demonios se ducho y se cambió de ropa, si Min Yoon y Yu Gyeom regresaron hoy de casa de sus familiares y la abuela Yoo y su madre estaban con nosotros.

-Joon Hyun, tenemos una conversación pendiente – Dice él de pronto y siento que voy a desmayarme de los nervios en cualquier momento. No me gusta para nada como sonó eso, además de que en todo este tiempo desde que llegó no hemos cruzado más que un par de palabras simples, como si estuviésemos…no lo sé, separados de alguna forma. Sé que tal vez exageré y que quizás sí pudo haberse quedado atrapado en el embotellamiento como dijo, quiero creerle la verdad, pero de cualquier forma, la absurda idea de que algo más sucede no deja de rondar en mi cabeza por más que trato de sacarla de ahí, incluso ahora, así que es momento de saber qué es lo que pasa de una buena vez por todas.

-Sí, lo sé, y yo…y lo lamento ¿ok? – Digo yo – Siento…haber desconfiado de ti hoy, y haberte dicho que lo del embotellamiento era una excusa. No tuve que haberlo dicho, de verdad perdóname.

-Disculpa aceptada – Dice él – Pero…no es de eso de lo que quiero hablar precisamente – Aclara y eso quiere decir que tal y como pensaba si había algo más.

-O-Ok, y… ¿de qué quieres que hablemos entonces? – Pregunto dudoso de querer saber la respuesta de eso.

-De…nosotros – Responde y creo que ahora sí estoy un poco confundido – De nuestra…relación – Aclara y creo que eso es mucho peor que lo que dijo antes.

-¿Nuestra…relación? – Repito confundido - ¿Qué pasa con nuestra relación? – Pregunto directamente.

-Bueno yo…umm…ahh no sé cómo decirlo - ¿Decir qué? – Estuve pensando que...ya cumplimos unos cuantos años de conocernos, y…hemos sido novios durante bastante tiempo también, incluso nos mudamos juntos, y pues…siento que ya…ya no podemos seguir solo así - ¡¿Qué?! – Me refiero a…seguir siendo novios.

Lo sabía.

“No podemos seguir siendo novios” “No podemos seguir siendo novios” “No podemos seguir siendo novios”

Esa frase se repetía en mi cabeza una y otra vez, mareándome incluso, es más ni siquiera pude prestar atención al resto de las cosas que dijo, yo solo pensaba en que él…acababa de decirme…directamente…que no podíamos seguir siendo pareja.

Me estaba abandonando, y…no podía creer lo que estaba escuchando.

No podía creerlo.

-Espera…espera… - detengo lo que sea que estaba diciendo - ¿Tú acabas de…decirme que no…podemos seguir siendo pareja? – Digo con los ojos  llenos de lágrimas - ¿Por qué? ¿qué…fue lo que hice? ¿acaso hay…alguien más? ¿es eso?

-¡¿Qué?! ¡No, no, no es eso para nada! – Niega confundiéndome aún más todavía - ¿Y…estás…llorando? – Dice alarmado notando que yo simplemente había comenzado a llorar de la nada desconsoladamente, ¿qué esperaba, que hiciera una fiesta? - ¿Por qué…por qué estás llorando? No llores – Pregunta limpiando mis lágrimas con sus pulgares.

-¿Cómo no…como no quieres que llore? – Digo intentando no llorar más pero no puedo contenerlo, me siento tan devastado que las lágrimas se me salen solas – Estás…terminando conmigo Ji Ho.

-¡Amor no…no, no, no, no, no! – Se apresura a decir sujetando mi rostro – ¡No estoy terminando contigo por dios, ¿por qué haría eso? yo te amo, ¿te volviste loco?!

-Pero…estás…estás…diciéndome que… - intento decir pero las lágrimas no me dejan – Que no podemos…seguir, ¿qué…es eso entonces?

-Cielo yo…lo que quería decir era todo lo contrario – Dice él y ahora sí que no entiendo nada - Yo…ahhh entendiste todo muy mal, o yo no me supe explicar- Comienza a divagar.

-¿De qué…estás hablando?

-De que lo que quería decir era que no podemos seguir siendo novios, pero no me refería a…terminar, sino a...ser mucho más que eso.

-¿Más que eso? – Repito - ¿Qué…?

-Joon Hyun quiero pasar el resto de mi vida contigo – Me interrumpe de repente y yo…creo que ahora si no puedo creer lo que me está diciendo.

¿Acaso él…está diciéndome lo que yo creo que es?

-¿Q-Que?

-Dije...que quiero…pasar…el resto…de mi vida…contigo – Repite palabra por palabra sin problemas – Pero no como novios…como esposos.

¡Oh mi dios, oh mi dios!

-Eres el amor de mi vida Joon Hyun, mi otra mitad, mi mayor inspiración, mi mundo empieza y termina contigo. Estoy tan…tan enamorado que siento que no puedo vivir sin ti – ¡Awwww! – Por eso quiero compartir el resto de mis días contigo, quiero que tengamos una familia juntos, quiero que seas la primera cosa que vea en las mañanas cuando me levante y la última que vea en las noches cuando me acueste, entonces…Jung Joon Hyun… – Me nombra y definitivamente siento que voy a morirme en este momento, pero de la felicidad – ¿Quieres casarte conmigo? – Pregunta por fin y entonces se coloca sobre una de sus rodillas frente a mí y abre un pequeño estuche de gamuza de color azul, con nada menos que un precioso anillo plateado, con una línea de piedras brillantes adornándolo, una de ellas bastante grande y algo cuadrada justo en el centro.

¡No puede, ser, no puede ser, no puede ser, por fin está pasando, por fin está pasando!

¡Díganme que no estoy soñando……y si es así por favor no me despierten!

¡Es un anillo, un jodido y súper brillante y bonito anillo!

-Oh dios…oh dios – Es lo único que sale de mi boca porque enserio que aún no puedo creerlo. De nuevo estoy llorando pero ahora es…de pura felicidad - ¿Tú quieres…casarte conmigo? – Pregunto incrédulo.

-Más que nada en este mundo – responde él sin dudarlo.

-¿Aunque sea…un celoso de lo peor y haya……desconfiado de ti?

-En realidad disfruto mucho cuando te pones celoso de mí, además tenías razón en haber desconfiado porque no estaba siendo sincero del todo contigo y lo lamento pero…evidentemente no podía decirte que estaba buscando un anillo para pedirte matrimonio – Bueno, al menos todo tenía un propósito - Ya sabes…factor sorpresa. Incluso me puse guapo en casa del señor Kang para ti – Comenta y entonces yo solo atino a reír.

-¿De qué hablas?, tú ya eres guapo amor.

-Lo sé – Vocifera – Pero me gusta cuando tú me lo dices.

-Sabes que no pienso darte el divorcio nunca ¿verdad?

-No esperaba menos que eso – Comenta con una sonrisa - ¿Puedo…tomar eso como un “si quiero”?

Desde que lo conocí estaba esperando este momento y…por fin llegó, ¿cómo podría decir que no?

-Obviamente es un si – Digo por fin y entonces su sonrisa se amplía todavía más – ¡Si! – Repito - ¡Si quiero, claro que quiero casarme contigo!

La emoción me gana y me lanzo a abrazarlo, sin embargo no es la mejor idea que he tenido ya que lo hago con tanto impulso que termino desequilibrándolo por la posición en la que está y cuando me doy cuenta ya estamos cayéndonos.

-¡No, no, no…!

-¡Ahhhh!

A la piscina

Una propuesta de matrimonio totalmente única y diferente, jamás van a escuchar de otra como esta en todo el mundo. Esto…si fue literalmente como dicen por ahí…”saltar al agua”

-Está…fría – Comento una vez que estoy en la superficie y el aire frío me congela la nariz – Fría.

-O-Ok, definitivamente así no fue como planee esto – Se queja Ji en voz alta y yo sin poder evitarlo comienzo a reír - Primero por poco crees que estaba terminando contigo y ahora un ro-romántico baño de piscina bajo cero, todo un éxito – Comienza a decir él mientras yo no puedo dejar de reír por la situación y de tiritar también por el frío - ¡No te rías! Estuve practicando para hacer esto ¿sabes? incluso miré videos en YouTube.

-Seguro que sí – Digo pasando mis manos alrededor de su cuello - Y fue…perfecto amor.

-Perfectamente un desastre – Dice él.

-Yo amo ese desastre, y no tienes idea cuanto – Digo y entonces lo beso. A quien le importa a cuantos grados estamos, el hombre que amo acaba de pedirme matrimonio, el resto es historia.

El ruido de los fuegos artificiales hace que ambos nos separemos y miremos hacia el cielo el cual ahora está iluminado por muchas formas brillantes de colores. Tal parece que el año nuevo por fin había llegado, y en el momento indicado.

-Bueno…eso tampoco lo había planeado pero…al menos algo a favor ¿no? – Dice y yo asiento antes de volver a besarlo.

De pronto y sin que pudiera preverlo, sujeta mis caderas y me alza hasta quedar sentado en la orilla de la piscina. El aire frío del clima no se siente para nada bien tomando en cuenta que estoy empapado pero no me importa nada excepto esa cajita ahora húmeda de terciopelo azul y el brillante aro que tiene en su interior, el cual es quitado de su lugar para luego ser deslizado lentamente por el dedo anular de mi mano izquierda.

Una vez que por fin está colocado en su lugar, lo miro y…oh dios es precioso, si no fuera porque puedo sentir el metal frío en sobre mi piel diría que estoy alucinando todo. Es tan brillante y ahora en mi mano luce muchísimo más grande de lo que lo hacía en la cajita.

¡Es precioso!

-¿Te gusta? – Me pregunta el verme probablemente mirando embelesado mi mano izquierda.

-Me encanta – Respondo aun embobado porque por fin…por fin hay un anillo ahí – Es hermoso.

-Me alegro, hace que recorrer todas las tiendas del país día y noche haya valido la pena.

-¿Enserio Ji?

-¡Es que todos eran feos! – Dice él - ¡No podía proponerte matrimonio con un anillo feo y hacer uno desde cero llevaba tiempo!

-¿De cero? – Digo yo - ¿Me mandaste a hacer un anillo…personalizado?

-Por supuesto – Admite – Tenía que ser único en su clase, además de lo contrario jamás hubiese cumplido con todas mis expectativas, mi futuro esposo debe tener solo lo mejor de lo mejor.

-Cielo…no tenías que hacer eso – Digo yo – Cualquier cosa que me des para mí será perfecta solo porque eres tú.

-Lo sé, por eso te amo, pero igual era necesario…además si te gusto ¿no? misión cumplida.

-Y con mérito extra- Digo yo dándole un pequeño beso en los labios - ¿Ya puedo ir a presumírselo a todo el mundo? – Pregunto casi como un niño pequeño con un regalo nuevo.

-Sí, ya puedes – Afirma y entonces suelto un gritito de felicidad antes de darle otro besito fugaz y salir disparado hacia la casa sin importarme que este mojado y que probablemente me resbale un poco en el proceso - ¡Mamá, mamá, mamá! – Es la primera persona que llamo y la encuentro junto a papá probablemente deseándole un feliz año nuevo tomando en cuenta que ya es pasada la media noche.

-Ahí estás, estaba por ir a buscar… ¿pero qué…? – Dice mirándome de arriba abajo - ¡¿Joon Hyun porque rayos estás…mojado?! – Es lo primero que dice - ¿Te volviste loco? ¿viste a que temperatura estamos? Vamos, traeré toallas secas.

-No, no, olvida las toallas, luego te lo explico, pero…mira, mira, mira – Digo y coloco frente a ella mi mano izquierda, la cual ahora luce un súper brillante anillo de compromiso en el dedo anular.

-Oh dios mío, ¿eso es…lo que creo que es? – Pregunta ella con una sonrisa.

-¡Siiii! – Respondo dando saltitos de la felicidad como un niño pequeño - ¡Me pidió matrimonio, vamos a casarnos! – Digo y ella comienza a gritar y yo la sigo por alguna razón y entonces ambos estamos gritando bajo la mirada divertida de mi padre.

-Te felicito hijo – Dice mi madre alegre con los ojos húmedos – Ay, gracias al cielo, ya me preguntaba yo cuando iba a pedírtelo ese Ji Yong.

-Felicitaciones, estoy muy feliz por ti Joon Hyun – Dice mi padre mientras me da un abrazo.

-¿Tu…sabías cierto? – Pregunto conociendo las expresiones de mi padre – No estás ni siquiera un poco sorprendido papá.

-Bueno, bueno ya…la verdad es que…sí – Responde papá y entonces mamá lo fulmina con la mirada.

-¡¿Perdón?! – Dice ella automáticamente ofendida - ¡¿Y cómo es que yo no lo sabía?! ¡Soy su madre, yo fui quien lo cargó 9 meses en el vientre, no tú!

-Oh querida, solo quería un consejo para la ocasión de hombre a hombre, es todo – Aclara rápidamente.

En ese momento escucho el bullicio de los chicos que proviene de la sala en donde está Ji Ho ya con una toalla sobre su cabeza y con Min Yoon y Yu Gyeom alrededor felicitándolo.

-¡Felicitaciones! – Dice Min Yoon yendo hacia mí a darme un fuerte abrazo sin importar que este mojado.

-Gracias – Respondo en medio del abrazo.

-¡Oh por dios, es tan hermoso, me encanta! – Comenta mirando el anillo que ahora adorna mi dedo anular.

-¡Lo sé a mí también! – Digo con una sonrisa.

-Si, si muy bonito todo pero ¿alguien me explica porque el baño en la piscina? – Dice Yu Gyeom y entonces Ji Ho y yo intercambiamos miradas y luego reímos.

-Es…un ritual de la buena suerte – Digo yo y entonces Ji Ho ríe y asiente.

El resto de la noche la pasamos entre felicitaciones y extraños consejos tanto de mi madre como de la madre de Ji, o mejor dicho, mi futura suegra, que la verdad no pedimos pero…de ninguna manera pudimos haber escapado de eso, aunque ojala lo hubiésemos hecho ya que una vez que el vino hizo su trabajo, la cosa pasó de anécdotas de la vida de casados hasta la vergonzosa parte íntima que definitivamente no necesitábamos para nada escuchar.

Para nada, pero en fin.

-Huyamos ahora – Escucho que me dice Ji en el oído y entonces yo asiento y ambos nos escabullimos hacia la terraza, uno de los pocos lugares que solo nosotros conocíamos de nuestra nueva casa.

El cielo se veía hermoso desde ahí arriba, tan estrellado como nunca antes lo había visto y no hablemos de la luna, enorme y brillante como nunca, aunque debo decir que en este momento estoy tan…tan feliz que cualquier cosa por más insignificante que sea me parece maravillosa y perfecta.

El efecto del amor claro está.

-¿Aun tienes frío? – Pregunta él envolviéndome con sus cálidos brazos al verme frotándome por encima del suéter mullido que me he puesto para reemplazar mi húmedo atuendo de fin de año.

-Un poco – admito - ¿Tú no?

-No demasiado pero…si con eso tengo una excusa para abrazarte…si claro que tengo – Dice él dejándose caer en el sillón – Ven aquí.

Yo obedezco y entonces quedo apoyado sobre su cálido pecho mientras él me envuelve con sus fuertes brazos. Además de eso, nos cubre a ambos con una manta, y con eso termina de hacer que este tan absurdamente cómodo que incluso jadeo por la satisfacción.

-¿Cómodo? – Pregunta divertido.

-Mucho – Respondo relajándome contra su cuerpo.

-De nada, es todo un placer – Dice acariciando mi cuello con su nariz sacándome inevitablemente una sonrisa. Me encanta cuando hace eso, aunque me da un poco de cosquillas, soy muy sensible ahí - ¿Estás feliz? – Pregunta besando tiernamente mi mejilla.

-¿Te parece que no lo estoy? Porque mi cara podría deformarse si sonrío solo un poco más – Respondo yo con obviedad.

-Estoy ansioso de…verte vestido de blanco ¿sabes? – Comenta de pronto y si…pude sonreír todavía más.

-¿Quieres verme de blanco? – Pregunto y él asiente.

-Y con flores en el cabello – Completa.

-Jajajajaja, ¿qué?

-Flores en el cabello – repite él – Te verías muy lindo…más todavía.

-Así que de blanco y con flores en el cabello. Me gusta – Admito – A mí me gustaría verte a ti con un smoking de diseñador y…cabello rojo.

-¿Rojo? – Dice él - ¿Quieres que me ponga pelirrojo de nuevo para nuestra boda?

-Bueno…sí, ¿por qué no? El rojo es tu color – Digo yo – Además así nos conocimos y así me enamoré de ti, es casi algo…simbólico para mí.

-Pues…si lo pones así, supongo que…no puedo decirte que no ¿verdad?

-Aww, eres el mejor futuro esposo del mundo.

-Gracias, y solo espera a que te diga donde planee nuestra luna de miel.

-¡¿Qué?! ¡¿Ya la planeaste?! – Pregunto y él asiente - ¿Dónde?

-Ah-ah, es una sorpresa – Que esperare con demasiada ansia debo decir – Ah y también tengo planeado un súper obsequio de bodas aparte para ti.

-¿Enserio? – Pregunto y el asiente.

-Por supuesto, ya te lo dije, lo mejor de lo mejor para el futuro señor Yoo – Vocifera – No puedo esperar para tener esos privilegios – Comenta coqueto.

-¿Privilegios? – Pregunto en el mismo tono acercándome peligrosamente a su rostro - ¿Cómo cuáles?

-Nada en especial – Responde – Solo poder llamarte “mi esposo” y el hecho de que por fin…vas a ser todo mío Jung Joon Hyun – Oh si y me encanta como suena eso.

-No me opongo para nada, especialmente porque funciona en ambas direcciones – Comento – Todo mío Yoo Ji Ho.

-No te contengas.

Sí, sí, y mil veces sí.

 

CONTINUARA

Notas finales:

Que tal estuvo?

Espero sus opiniones. Super romantico y ahora es que se viene lo que todo mundo esperaba hace un monton, que es el final feliz. 

Nos leemos pronto...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).