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V.I.P por Lady Wifi

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Notas del capitulo:

Holaaaaa, ¿como están todos? Espero que ultra  bien

 

Aquí traigo el quinto capítulo de la historia (si hoy lunes para que comiencen la semana con buen pie) espero que les guste mucho.

 

Muchas, muchas, muchisimas gracias por las 500 lecturas. Enserio, me hace muy feliz, la última vez tenía 200 y ahora tengo más del doble que eso y me emociona saber que tantas personas lean mi historia (y que no soy tan mala escribiendo como pensé) así que GRACIAS INFINITAS y tambien por los reviews que cuando me da un "bloqueo de escritor" los leo y digo: ¡Escribe, que estan esperando la continuación carajo! jaja XD

 

Por cierto, he decidido subir la historia a Wattpad tambien, porque pues, se que por ahi hay personitas que prefieren leer desde allá así que, tengo para todos, todo (o hago el intento) así que aquí les dejo el link de mi usuario por si se quieren pasar por allá: https://www.wattpad.com/user/Lady-W1f1 (recien la estoy comenzando a subir, por acá esta más adelantada solo por el momento)

 

Y como siempre disculpen cualquier error ortográfico.

 

PD: En este capítulo hice referencia a la canción al grupo de k-pop BIG BANG y su cancion "BANG, BANG, BANG" (Traducida/Adaptada al español) la cual no me pertenece.

 

"La Cena"

 

Pov Joon Hyun

 

No puedo describir a ciencia cierta todo lo que sentí cuando escuche la voz de Dae Hyun hablando detrás de mí en la biblioteca.

 

Sabía que trataría de contactar conmigo en algún momento, que quizás podría encontrármelo en la calle porque vivía muy cerca de la universidad, o que podría cruzármelo en el centro comercial o en un café porque frecuentábamos los mismos lugares y cuando no quieres ver a alguien, el universo conspira para juntarlos en el mismo sitio.

 

Pero una cosa era imaginar lo mal que reaccionaría y otra muy diferente que sucediera. Es por eso, que en ese momento, la realidad supero a la ficción y todo fue peor…de lo que esperaba.

 

*Flash Back*

 

-Joon Hyun – Me nombro haciendo que apretara la mandíbula.

 

-¿Qué…quieres? – Pregunté sin moverme de mi sitio en un tono ácido que jamás había salido de mi boca. Quizás porque no había tenido tanto resentimiento por alguien anteriormente.

 

-Hablar – respondió como si eso fuera tan fácil de hacer después de…todo lo que me hizo – Quiero…que hablemos.

 

Respiré profundo, intentando aflojar el nudo que se estaba formando en mi garganta, antes de poder responderle, de la manera más…sutil, que mi rabia me dejara.

 

-Y yo quiero a Brad Pitt pero no por eso se lo voy a quitar a Angelina – dije lleno de sarcasmo – Ohh espera…ya se separaron, y seguramente esas “diferencias irreconciliables” se llaman infidelidad – Estoy seguro que entendió el doble sentido.

 

-Joon Hyun, por favor.

 

-Tu y yo no tenemos nada de qué hablar – dije antes de comenzar a caminar en dirección contraria. Necesitaba alejarme de él.

 

-Si, si tenemos – insistió mientras escuchaba sus pasos siguiéndome.

 

-No gracias. Ahórrate las excusas – dije apresurando aún más el paso.

 

-¡Tienes que escucharme Joon Hyun! – Exclamó - Tienes que…dejarme que te explique lo que pasó.

 

-¿Tengo? – Gruñí – No, no tengo porque todo quedo más que claro. Eres un traidor.

 

-Lo soy – admitió – Pero lo lamento mucho – se disculpó – No era mi intención lastimarte, lo juro, yo…yo…

 

-Pero lo hiciste – lo interrumpí, girándome por fin para hacerle frente – Y de nada sirve que te arrepientas porque el daño…ya está hecho – lo sentencie con un tono de odio en mi voz que incluso le hizo comenzar a llorar y  faltaba realmente poco para que yo lo hiciera también.

 

-E-Escú-chame – dijo con la voz quebrada.

 

-No – Negué con fuerza – No quiero escucharte nunca más – dije con sinceridad – Así que déjame en paz. Deja de…llamarme, no me envíes mensajes, no vengas a buscarme a la universidad ni te aparezcas en mi apartamento porque tú…tú…ya no eres mi amigo.

 

*Fin del Flash Back*

 

Mucho, mucho peor.

 

Quizás tenga que ir luego a disculparme con la bibliotecaria por semejante escandalo dentro de la biblioteca, pero es que en ese momento no pensaba con claridad, tenía tantos sentimientos encontrados, en su mayoría ira, que sentía que si callaba un poco más, seguramente me saldrían subtítulos.

 

Yo y mis rabietas.

 

Cuando salí huyendo de la biblioteca hacia la calle dejando a Dae Hyun prácticamente hablando solo, me parecía que era la mejor de las ideas. Tal y como dije no quería escucharlo, no quería verlo pero ni en foto y realmente no necesitaba que me dijera las mismas excusas baratas que ya me había dado Hyun Su: que lo perdonara, que no había sido su culpa, que todo tenía una explicación, que quería aclarar las cosas etc, etc, etc.

 

Pero…eso era antes de que la “voz de mi conciencia”, que ahora ha decidido llamarse Ji Ho, llegara con su eterna sabiduría a decir “el lobo siempre será el malo si solo escuchas a caperucita”

 

Tenía que ser él.

 

No sé ni porque le hago caso, pero ahora siento que no voy a estar en paz conmigo mismo hasta que escuche lo que Dae Hyun quiere decirme, para que todo sea “justo”, para poder terminar con ese asunto de una buena vez por todas, dejarlo en el pasado, y entonces continuar con mi vida sin arrastrar “piedras pesadas” por el camino.

 

Claro que tuve que haber pensado en eso, antes de decirle que no quería saber ni que respiraba el mismo aire que yo, porque ahora, él realmente no ha vuelto a llamarme, ni me ha enviado más mensajes, incluso creo que ha dejado de seguirme en las redes sociales.

 

¿Cómo se supone que tendremos esa “conversación” ahora?

 

Estuve todo el día de ayer esperando que diera alguna señal de vida, un mensaje de texto, una llamada, una actualización en su instagram. Pero ¡nada!, nada paso. Incluso pase a pie lentamente frente a su complejo de apartamentos, créanme…muy lentamente, y no apareció.

 

Si, antes me salía hasta en la sopa, y ahora que quiero encontrármelo, se ha esfumado. Las ironías de mi vida.

 

En fin.

 

Es miércoles, y como siempre, tenía que levantarme temprano solo para ver una clase OPTATIVA, hasta apenas las 8:30 de la mañana máximo, es decir, dios bendiga mi perfecta asistencia porque es solo por eso que hacía el sacrificio de ir. No sé en qué rayos estaba pensando cuando decidí anotarme para cursar literatura cinemática los miércoles en la mañana si era mi único día “relativamente libre” de la semana. Pero bueno, fuera de todo eso, era interesante y en algún momento me serviría de algo, estaba aseguro.

 

Usualmente, luego de que esa clase “súper larga” terminaba, iba a la biblioteca pública en donde una o dos veces a la semana, casi siempre los miércoles y domingos, ayudaba a la señora Ming a cumplir sus funciones como encargada, que en su mayoría eran organizar los libros que estaban en las estanterías más altas, consideren que es una mujer de la tercera edad, y también revisar los libros ya devueltos y  actualizar las fechas de las próximas devoluciones y esas cosas.

 

Me gustaba pasar tiempo ahí. En las vacaciones cuando la universidad cerraba, podían verme yendo casi todos los días, así fue como obtuve este pequeño “trabajo ocasional” ya que a pesar de que le digo a la señora Ming que no debe pagarme nada, siempre me da algo como   “compensación”, que podían ser un par de billetes extras que nunca le caían mal a mi beca, libros e incluso comida, pues tiene la idea de que como estudio mucho, debo comer bien para estar saludable.

 

Esta vez me había dado una bolsa de tomates rojos que parecían de comercial de comida. Ella tenía una huerta en su casa y a veces me daba vegetales, pero esta vez había exagerado. Eran muchísimos, y estaban en su punto, necesitaba utilizarlos para que no se dañaran, así que ya que había invitado a Ji Ho a cenar, la señora Ming me había ahorrado el trabajo de pensar que cocinaría.

 

Almorcé una ensalada ligera, aprovechando desde ya los tomates de la señora Ming, me tome un vaso de jugo de naranja y decidí que tomaría una siesta antes de hacer un poco de orden para comenzar a preparar la cena.

 

Justo en ese momento mi móvil comenzó a sonar encima de la mesa, indicándome que tenía un nuevo mensaje de texto.

 

-Hola “BEBÉ” – Ni siquiera tenía que leer el nombre del remitente para saber quién me lo había mandado. ¿En que idioma tenía que decirle a Ji Ho que no me llamara con adornitos? - JAJAJA, te apuesto mi deportivo a que has pensado “Lo voy a matar. Le dije que me llamara por mi nombre” – Apareció otro nuevo mensaje apenas segundos después de que el “visto” apareciera en el mensaje anterior.

 

-Ya me conoces BEBÉ – teclee siguiéndole el juego - Yo siempre estoy pensando en cómo ¡matarte lenta y dolorosamente!

 

-Que agresivo – respondió junto a un emoji de miedo – Me gustaSerá masoquista.

 

-Te va a gustar mucho más cuando use mis cuchillos de carnicero en ti – amenacé – Y deja de molestar, o te pondré veneno en la cena.

 

-Gracias por el dato, luego no te quejes cuando te diga: AMOR di ah! - Insoportable -Te veo a las 7:00pm. No me extrañes demasiado.

 

-Muérete -  teclee antes de lanzar el móvil encima de la cama mientras iba al closet por ropa para cambiarme.

 

Una vez que estuve listo, me metí bajo las sábanas y comencé a revisar las redes sociales. Aún no había señales de Dae Hyun y Hyun Su seguía enviándome tonterías, entre ellas poemas mal escritos sacados de Wikipedia. Ahora era cuando me daba cuenta de que su ortografía era un asco, o acaso yo estaba tan enamorado que no me fijaba en esos pequeños grandes detalles.

 

Deje el móvil sobre la mesa de noche, y me acurruque bajo las sábanas cayendo en un  profundo sueño. Últimamente no había dormido bien pues solo daba vueltas en la cama, así que una siesta no me caía nada mal, después de todo me había levantado muy temprano esa mañana y tenía que aprovechar que me sentía cómodo como para dormir. Tan cómodo…que no supe nada de mi hasta que una melodía conocida llego hasta mis oídos, sacándome del mundo de Morfeo.

 

Me removí bajo las sábanas y cuando abrí los ojos la habitación ya estaba oscura, de hecho por el cristal de la ventana podía ver que el cielo ya comenzaba a tornarse oscuro. Estaba anocheciendo.

 

¿Pero cuánto tiempo había dormido? Se suponía que era solo una siesta.

 

La bella durmiente y yo.

 

Tome mi móvil y casi me da un infarto cuando el reloj digital marcaba las 6:45 de la tarde.

 

-¡Joder! – me quejé en voz alta mientras saltaba de la cama tendiéndola en tiempo record.

 

Se suponía que Ji Ho vendría a las 7 y faltaban solo 15 minutos para eso y yo no había comenzado a hacer la cena todavía. Supongo que tendría que ir con la verdad y decir que me había quedado inevitablemente dormido. Afortunadamente había decidido hacer algo sencillo que estaría listo en poco tiempo.

 

Pero hablando de  Ji Ho…juraría haber escuchado su música al despertar pero…ahora que estaba realmente despierto todo estaba en silencio ¿Acaso lo había imaginado?

 

Salí a la sala y encendí las luces para que mi apartamento ya no estuviese a oscuras, y cuando mire instintivamente hacia el balcón, pude ver que el de Ji Ho estaba cerrado, además las luces estaban apagadas. Él definitivamente no estaba ahí.

 

¿Entonces lo que escuche si había sido mi imaginación o habría estado soñando aún?

 

Decidí no prestarle demasiada atención al asunto y camine hacia la cocina para comenzar con el “desafío cena”, porque sí, eso para mí era un desafío. Prefería ir a pie hasta Pekín antes que a la cocina, pero bueno…esta era una de las pocas excepciones.

 

Saqué los tomates del refrigerador y los coloque en una olla para que se cocinaran con la intención de hacer una rica salsa roja que luego pondría encima de unos spaguettis. Fácil, rápido y sencillo, como tenía que ser todo en la cocina. Iba a buscar los spaguettis crudos en la alacena, cuando de pronto…la melodía que había escuchado antes volvió a sonar.

 

Y ese, era sin duda alguna el sonido de la guitarra de Ji Ho. Lo reconocería donde fuera tal y como si estuviera tocando desde su balcón, aunque ya había comprobado visualmente que no estaba ahí, y además…se oía muy alto…muy cerca…demasiado cerca como si estuviera…detrás de la mismísima puerta.

 

-No puede ser – musite.

 

Y efectivamente, ahí estaba cuando la abrí, solo que…en una situación que definitivamente no esperaba.

 

-Tocas muy bien – lo halago una de las chicas que vivía en el mismo piso que yo con una mirada que podía interpretar fácilmente como que deseaba tener rayos x para verle debajo de la ropa.

 

-Entonces… ¿eres tú el que sale siempre a tocar la guitarra al balcón? – preguntó otra de mis vecinas mordiéndose coquetamente los labios. Ofrecida.

 

-¿Y solo sabes tocar la guitarra? Pareces tener muchos…talentos – ronroneo esta vez el chico que vivía al lado. ¡¿Era enserio?! Ni siquiera sabía que él era gay.

 

Y como ellos tres, medio piso…o mejor dicho medio edificio, estaba aglomerado en las cercanías de mi puerta, rodeando a Ji Ho, el cual se encontraba sentado en el piso, prácticamente acorralado con la espalda pegada a la pared, mientras intentaba sonreír con una viva expresión de incomodidad, tanto que ni siquiera había notado mi presencia.

 

-Y dime… ¿tienes novia? – comenzaron a interrogarlo. De hecho me sorprendía que no lo hubiesen hecho ya – Digo…porque estoy muy interesada en unas clases de guitarra…privadas - ¿Perrrrrdón?

 

-Yo me apunto, aunque…podrían ser clases……de lo que tú quieras, muñeco - ¡¿Qué?!

 

¡Ok, suficiente!

 

-Ji Ho – Lo nombre llamando su atención y la de todo el mundo - ¿Qué estás…haciendo? – pregunté aunque era más que obvio que estaba siendo acosado por todas las chicas del edificio………ah y mi vecino gay.

 

-¡Joon Hyun! – Me saludo con alegría levantándose de golpe, yendo hacia mí como si hubiese visto un dios supremo o algo así – Ehm…yo…yo…

 

-Tú… - repetí curioso sobre lo que iba a decir respecto a cómo termino a punto de ser el protagonista de un video de pornhub.

 

-Umm… ¿no me…invitas a pasar primero? – preguntó con una sonrisa que interprete como “AYUDAME”

 

-Debería dejar que te violen – gruñí entre dientes para que solo él pudiera escucharlo.

 

-No por favor – respondió en el mismo tono sin dejar de sonreír.

 

-Me debes una – advertí.

 

-Las que tú quieras – Si, estaba desesperado.

 

-¡Claro AMOR! – Dije de golpe en un tono alto, que pudieran escuchar todos los presentes – Te hice la cena ¿por qué no me mensajeaste? – pregunte acercándome a su nuca para acariciar atrevidamente los rojizos mechones que se escapaban del gorro de lana blanco que tenía puesto.

 

-Me…quede sin batería CORAZÓN – me siguió el juego – Perdón.

 

-No importa. Anda ya pasa – dije haciéndome a un lado para que pudiera entrar.

 

Una vez que estuvo completamente adentro cerré la puerta no sin antes dedicarles una mirada picara a todos los que estaban ahí como estatuas observando, como si quisiera decirles: Si, vino a verme a mí…perras. Con eso bastaría para que lo dejaran en paz por el momento.

 

Cuando me gire para ver a Ji Ho, solo atine a cruzarme de brazos y lo mire con una expresión de “no puedo creer lo que acabo de ver”

 

-Yo…puedo explicarlo Joon Hyun – dijo antes de que pudiera decir algo.

 

-Me imagino que sí – respondí tomándolo de la oreja como un niño pequeño.

 

-¡Ay…ay….ay! –Se quejó mientras lo conducía hasta el sillón – ¡Eso…eso duele!

 

-No como te habría dolido una orgía con medio edificio – bromee soltándole la oreja - ¿En que estabas pensando? Para tu informe, esto está lleno de mujeres solteronas, divorciadas, viudas y muy hormonales, para las cuales eres como “carne buena y fresca” – expliqué.

 

-Ohh, esa información hubiese sido muy útil “antes de” – se quejó.

 

-Como sea, ¿porque  estabas ahí…tirado en el pasillo en primer lugar? – pregunte confundido.

 

-Esperando por ti, que más – respondió como si nada – Toque la puerta y te mensajee pero no respondiste así que creí que no estabas y decidí esperarte, pero me aburrí y entonces como tenía mi guitarra me puse a tocar y…bueno…de pronto me vi rodeado de mujeres…y ese chico

 

-¿Y porque no entraste? – Le pregunté – Te sabes la contraseña de la puerta – le recordé.

 

-Ohh no – negó - Esta mal entrar a los apartamentos ajenos sin permiso.

 

-No seas inmoral, ya entraste y sin mi permiso.

 

-Pero eran otras circunstancias y en teoría has sido tú quien me ha dado la contraseña, eso…funciona como un permiso para entrar.

 

-Aish, no importa…pero como dije, me debes una – dije encaminándome a la cocina – Y supongo que este es un buen momento para decirte que…me he quedado dormido y apenas estoy comenzando a hacer la cena.

 

-Con razón no saliste cuando toque la puerta – comentó – Un tractor te pasaría por encima y tú no lo notarías.

 

-Calla y ponte cómodo antes que te saque al pasillo para que te violen – amenacé.

 

-¡Si señor!

 

Estuvimos hablando un buen rato de cualquier tontería mientras se cocinaban los spaguettis. Aproveche que los tomates aun no estaban listos para hacer un poco de pan de ajo, después de todo, me gustaba mucho y no iba a besar a nadie esta noche así que, estaba bien.

 

-¿Y qué cocinas? – preguntó Ji Ho asomándose a la cocina a curiosear mientras tocaba una melodía inespecífica con su guitarra.

 

-Spaguetti con salsa roja – respondí – Me regalaron un montón de tomates que debo usar antes de que se echen a perder. Si quieres te puedo dar unos cuantos.

 

-¡Cool! – Respondió – Para hacer sándwiches porque siempre estoy de aquí para allá y últimamente mi dieta se ha resumido a cereal, sándwiches y delivery.

 

-Te regañaría pero…hago exactamente lo mismo solo que incluyendo ensaladas – confesé – Como dije, la cocina no es mi lugar favorito del mundo, pero…a veces hago excepciones, así que más vale que te guste la comida italiana porque es lo que te vas a comer hoy.

 

-Suona bene me (Suena bien para mí) – dijo dejándome muy sorprendido. ¿Eso…era italiano?

 

-Ah, ¿hablas italiano ahora? – bromee.

 

-Più o meno (Más o menos) – No, tenía que estar jugando.

 

-Cualquiera puede decir una o dos frases en italiano para impresionar – le dije con confianza – Tienes que esforzarte más si quieres impresionarme a mí.

 

-Beh, io non sono un esperto (Bueno, no soy un experto) – aclaró - Ma se cerco di impressionarmi (Pero si trato de impresionarte)

 

En mi cara se dibujó inevitablemente una sonrisa de emoción al escucharlo. ¡Hablaba Italiano joder! Siempre me había gustado ese idioma y lo entendía por cosas de la vida pero nunca me había propuesto aprenderlo y tampoco conocía a nadie que lo hablara, hasta ahora claro.

 

-¡No puedo creerlo! – Dije cayendo en cuenta de que una frase para impresionar sería hola o adiós y cosas simples, pero él hablaba muy fluido y parecía poder decir lo que fuera – Haber, dime otra cosa en italiano y te creeré – reté.

 

-¿Cosa vuoi che ti dica in italiano? Non ho praticato per molto tempo. Non giudicare (¿Qué quieres diga en italiano? No he practicado por mucho tiempo. No me juzgues)

 

-¡Ohh dios si hablas italiano de verdad! – Exclame lleno de emoción - ¡Ahhhh!

 

-E tu capisci (Y tu lo entiendes) – respondió – Non molte persone lo fanno (No mucha gente lo hace)

 

-Ohh si, lo entiendo más o menos porque…tuve que escuchar algunos audio libros en italiano – aclaré – Pero no lo hablo, ni se leerlo o escribirlo. No puedo ir a Italia así.

 

-¿Di cosa stai parlando? Potresti andare a vivere in Italia senza problema (¿De qué estás hablando? Usted podría ir a vivir en Italia sin ningún problema)

 

-Tú…no dejas de sorprenderme – dije con los brazos sobre la cintura.

 

-Questo è quello che mi dicono tutto il tempo (Eso es lo que me dicen todo el tiempo) – Respondió con un gracioso tono de superioridad.

 

En ese momento, mientras teníamos nuestra “conversación en italiano” sonó la puerta haciendo que ambos nos miráramos las caras.

 

-Bussano alla porta (Llaman a la puerta) – comentó lo obvio.

 

-¿A quién invitaste? – pregunté con una mirada acusadora.

 

-¡A nadie! – Respondió casi como una queja - ¿Por qué tengo que haberlo hecho yo? ¿A quién esperas tú? Es tu apartamento.

 

-Pues a nadie…bueno…a ti pero ya estás aquí ¿o tienes un hermano gemelo? – dije acercándome hacia la puerta para verificar quien era.

 

Sin embargo cuando mire por el visor de la puerta de pronto todas mis preguntas tuvieron una respuesta clara.

 

-¡Joder! – Me quejé en voz alta llevándome luego la mano a la boca.

 

-Joon Hyun, con esa boquita comes – se quejó Ji Ho al cual parecían no agradarle para nada las malas palabras.

 

-¡Lo olvide por completo! – me quejé comenzando a caminar en círculos.

 

¡Es cierto! Le había dicho a Seo que nos veríamos el miércoles… ¡y hoy era miércoles!

 

-¿Qué olvidaste? – me preguntó Ji Ho.

 

-¡A Seo! – respondí.

 

-¿Quién…es Seo? – dijo confundido. Ohh cierto que él no lo conocía.

 

-Es un amigo…y se supone que habíamos quedado en encontrarnos hoy porque hace mucho tiempo que no nos veíamos y él ahora va a casarse y le dije que quería que me lo contara todo y como mañana es su día libre… ¡hice planes con él para hoy pero como mi cabeza está hecha un lio se borró por completo de mi memoria! – Expliqué - ¡¿Qué voy a hacer?!

 

-Puedes decirle que te neutralizaron los hombres de negro – bromeo logrando que yo le dedicara una mirada de “No estoy para bromas ahora” – Vale, perdón…no pude evitarlo. No te preocupes, hagamos esto: Me voy a esconder en el baño, tú le dices que pase, luego lo entretienes con algo, yo me escabullo como un ninja hasta la puerta para salir y listo. Tú continúas con tus planes con él como si nada hubiese pasado y le ofreces la cena – dijo comenzando a guardar su guitarra como si nada – Asunto arreglado, venga…ya me puse en modo ninja.

 

-¡¿Qué?! – Dije horrorizado con esa idea – No, no hare eso. Me sentiría mal por ti.

 

-No pasa nada Joon Hyun, vivo en frente y además te debo una ¿recuerdas?

 

-Pero no es así como esperaba que me la pagaras, además no es necesario, solo le diré que…umm…que…umm…

 

-Umm… - repitió.

 

-¡Deja de imitarme! – me quejé.

 

-No lo hice, y piensa rápido porque el chico sigue en la puerta y…el modo ninja se me pasa – recordó.

 

-Ahh…solo quédate aquí ¿si? Diré la verdad, me disculparé con él y…lo invitare a cenar – dije decidido - ¿No te…molesta eso verdad?

 

-Para nada.  Me parece molto bene (Muy bien) – respondió en italiano haciendo que yo rodara los ojos.

 

Camine hacia la puerta y tome la palanca, no sin antes tomar aire y pensar en lo que diría. Le debía una disculpa a Seo y una muy grande, pero esperaba que no se molestara mucho y que cuando le explicara la razón por la que mi mente había estado hecha un desastre los últimos días lo entendiera.

 

-¡Hola Joon Hyun! – me saludo con alegría como siempre cuando le abrí la puerta con un abrazo.

 

-¡H-Hola Seo! – respondí intentando sonar con la misma emoción, correspondiendo a su abrazo y sintiéndome la peor persona del mundo…mundial, universal…galáctico. ¿Cómo pude haberlo olvidado?

 

-No sabía que traer así que…traje soda de uva – dijo señalándome la botella de refresco que tenía en la mano – Sé que Dae Hyun y tu adoran esta cosa. Lo traje porque pensé que vendría también.

 

-S-Si…umm…sobre eso… – respondí dejándole pasar y cerrando la puerta – Tenemos que hablar de…

 

Pero antes de que pudiera decir algo, vi que Seo se había quedado embelesado mirando en una sola dirección específica, la cual luego comprobé que era a Ji Ho en la cocina.

 

-Joon Hyun – me llamó casi en susurró halándome del brazo para acercarme - ¿Por qué tienes a “Adonis” en la cocina?

 

-Ohh…es mi vecino – respondí con naturalidad.

 

-¿Y porque tú “vecino” está cocinándote? – Preguntó con picardía – Se de alguien a quien le no le gustaría eso.

 

-Si, Seo…tenemos que hablar de eso – dije notando que obviamente se refería a “el desgraciado” con su comentario – Pero…espera un minuto, tienes razón… ¿por qué me está cocinando? – ¿Qué rayos hacía en la cocina? Lo había dejado en el sillón

 

-Tú dímelo – dijo Seo.

 

–Ji Ho – lo nombre llamando su atención mientras me encaminaba hacia la cocina.

 

-Joon Hyun – respondió.

 

-¿Qué haces en la cocina?

 

-Jugando tenis, ¿qué más podría estar haciendo? – Dijo con una risa ladina y mucho sarcasmo logrando que yo lo fulminara con la mirada – Quise decir…cocinando – corrigió.

 

-Ve a sentarte y deja eso. Se supone que yo cocinaría.

 

-Pues…cambio de planes – dijo con naturalidad – Tú ve a sentarte, hare esto en 5 minutos.

 

-¡¿Qué?! – Exclamé - ¡No, no señor! ¿Qué tal si quemas mi apartamento?

 

-Joon Hyun, vivo solo desde los 12, créeme que hay más probabilidades de que tú quemes la cocina que yo – Dijo con seguridad – Abbi fiducia in me (Confía en mí)

 

-Hablar italiano no te ayudara.

 

-¡¿Habla italiano?! – Dijo Seo sorprendido llamando la atención de ambos inmediatamente – Ohh perdón…perdón…no quería…interrumpir.

 

-Que tal – lo saludó Ji Ho amablemente – Soy Ji Ho, un gusto.

 

-Seo Min – dijo Seo respondiéndole el saludo – El gusto es mío.

 

-Justo iba a presentarlos – me excusé ante lo cual ambos me dedicaron unas miradas acusatorias – No me miren así.

 

-Déjamelo a mí, ve con él – dijo Ji Ho palmeando mi hombro.

 

-Pero…

 

-¡Vamos! – Dijo Seo prácticamente halándome del brazo y arrastrándome hasta el sillón – ¡Ya dilo! – exigió - Dijiste que teníamos que hablar de algo importante así que…me hago ideas desde ya.

 

-Umm…no creo que ninguna de esas ideas sea la correcta – respondí – Créeme que…ni te lo imaginas.

 

-Tu vecino es tu amante – soltó de golpe haciendo que le golpeara con fuerza en el brazo - ¡Auch! – Se quejó.

 

-¡¿Estás loco?! – le reclame en un tono bajo - ¡Pero claro que no, ¿cómo pudiste decir eso en voz alta?!

 

 -Bueno, bueno, perdón – se disculpó – Supongo que me he pasado un poco.

 

-Un poco bastante. Pudo haber escuchado Seo, está a solo unos metros de nosotros – dije refiriéndome a que estábamos en la sala y él estaba en la cocina – Además, apenas y somos amigos, nos conocemos desde el viernes – comenté abrazando un cojín.

 

-¿Enserio? No parecen conocerse desde el viernes.

 

-Si, el viernes cuando…cuando…termine mi relación con Hyun Su – dije sin más preámbulo.

 

-¡¿QUÉ?! – Gritó levantándose como un resorte del sillón llamando tanto mi atención como la de Ji Ho – Ohh…perdón…perdón – dijo sentándose nuevamente – Es que…es que… ¡no puede ser! Ustedes eran una pareja tan…buena – Si yo también pensaba eso antes - ¡¿Qué pasó y porque no me avisaste?! ¡Hubiese venido corriendo con el bate de Negan que tengo encima de la puerta de la tienda! – Oye, eso no sonaba nada mal. Ok no.

 

-No Seo, tú estás…estás preparando tu boda ahora, no quería…abrumarte con mis cosas y menos una separación – expliqué – Además…no podía pensar en llamarte porque… - Porque de pronto había perdido la fe en la palabra “amigo”– Porque…estaba, muy triste y quería estar solo – mentí.

 

-¿Te engaño? – Pregunto frunciendo el ceño a lo cual yo respondí solo asintiendo con la cabeza – Ese imbécil. Seguramente se ha dejado convencer con algún ofrecido de su universidad.

 

-Ojala fuera solo eso – me lamente.

 

-¿De qué…hablas? – Peguntó - ¿Hay más?

 

-Un pergamino – bromee aunque no me causo nada de risa – Me engaño pero no fue con ningún chico de su universidad – aclaré – Fue con…………con Dae Hyun – dije por fin agachando la cabeza.

 

-¡¿QUEEEEEEEE?! – gritó esta vez el doble de fuerte que antes.

 

Tuve que hacerle un resumen a Seo de lo que había pasado intentando omitir las partes más…dolorosas porque, de otra manera terminaría llorando como una magdalena y tanto él como Ji Ho saldrían nadando del apartamento. Aun así, Seo estaba echando chispas, ni siquiera noto cuando me disculpe luego de confesarle que había olvidado que vendría justo por ese asunto. Incluso quiso que le diera la dirección de Hyun Su en Seúl para ir a golpearlo a lo cual tuve la tentación de decir que si pero…yo era más inteligente que eso, y ya tendría la oportunidad de darle un puñetazo en la cara yo mismo.

 

-¡Es que no puedo creerlo! – Decía mientras caminaba de un lado a otro en la sala frente a mí - ¡Es tu amigo de toda la vida!

 

-Era – corregí serio logrando que me dedicara una mirada de compasión – Era mi mejor amigo de toda la vida.

 

-Ay Joon Hyun, lo siento – dijo sentándose a mi lado acariciando mi cabello – Debiste haberme llamado.

 

-No te preocupes, estoy bien – respondí mientras tomaba aire – Lo estoy…ehm…asimilando aun, pero…estaré bien, no te preocupes.

 

-Me imagino – dijo en un tono suave causando que entre ambos se formara un tétrico silencio que afortunadamente no duro mucho - Pero…mira el lado bueno. Con semejante compañía que has encontrado, estoy seguro de que estarás bien. Hasta yo – dijo divertido obviamente intentando animarme.

 

-Ay no, basta – Me quejé - Te recuerdo que estás comprometido.

 

-Ya sé y lo amo de aquí al infinito, pero oye…reconozco una buena mercancía cuando la veo – El vendedor Seo hace acto de presencia.

 

-Ohh, no sigas.

 

-¿Qué? Solo estoy mirando…de reojo – aclaró - Además tú también lo miras – me acusó

 

-¡¿Yo?! – Repetí casi ofendido - Claro que no.

 

-Claro que sí – insistió.

 

-Bueno, tengo que mirarlo no es invisible, pero no de la manera que crees, no estoy en el mejor momento para eso Seo.

 

-Lo sé, no estoy diciendo lo contrario, pero es que… ¡habla italiano!

 

-Si, y toca la guitarra espectacularmente – comenté.

 

-¡Y parece modelo de revista! – Continuo.

 

-Y soy soltero hace apenas 72 horas – recalqué.

 

-Pues…ha llegado en el momento indicado ¿no crees? – dijo acomodándose mejor en el sillón.

 

-Apenas lo conozco – respondí – Es agradable…y si…tiene muchos puntos a favor, pero…definitivamente he aprendido que nada es perfecto, así que quiero disfrutar mi soltería y no estoy de ánimo para pensar en otra cosa.

 

-Si tú lo dices…pero si llega a 10 puntos le pides matrimonio sin dudarlo ¿ok?

 

-Mejor cambiemos de tema ¿si? – dije casi como una súplica.

 

-Vale, hablemos de otra cosa que no sea tu suculento vecino.

 

-¡Tu boda! – Exclamé sacándole una sonrisa – Debo admitir que…me ha tomado por sorpresa la invitación.

 

-Pero es que hasta a mí me ha tomado por sorpresa – confesó – Cuando dijo que quería decirme algo, pensé que terminaríamos o algo así porque últimamente había estado muy extraño.

 

Sí, eso me recordaba que Dae Hyun había estado muy extraño también, y cuando le pregunte solo me dijo que nada pasaba y que era mi imaginación. Supongo que era difícil decir “oye, me he ligado a tu novio, eso es lo que pasa” A estas alturas aún me sigo preguntando como no me di cuenta antes.

 

-¿Joon Hyun? – Me llamó Seo sacándome de mis pensamientos - ¿A dónde te fuiste?

 

-¿Ehh? Ahh…perdón…estaba…pensando –me excuse.

 

-Adonis te llama – dijo refiriéndose a Ji Ho.

 

-No le digas así – le reclame antes de levantarme y encaminarme a la cocina - ¿Que sucede? ¿Debo llamar a los bomberos ya? – bromee una vez que estuve frente a Ji Ho.

 

-He terminado – dijo dejándome sorprendido - ¿Dónde quieres que lo sirva?

 

-¡¿Qué?! – Exclame incrédulo - ¿Has terminado ya?

 

-Sí, soy todo un chef profesional – vociferó – Ahh y también saque del horno tu pan de ajo porque…estuvo a punto de ser carbón con ajo – dijo divertido.

 

-Ohh rayos, lo olvide. Muchas gracias.

 

-De nada BEBÉ – bromeo haciéndome rodar los ojos - ¿Hay algo además de tu cumpleaños que no olvides?

 

-Sí, de hecho sí – dije en el mismo tono – No olvido que aún me debes una y que mis vecinas quieren violarte, así que si vuelves a llamarme de algún otro modo que no sea mi nombre, les daré tu número telefónico.

 

-Pero…pero…salve tu pan de ajo.

 

-¡¿Y eso que rayos tiene que ver?!

 

Luego de esos estábamos los tres en la mesa, degustando los mejores spaguettis con salsa roja que habíamos probado en nuestras vidas. Realmente estaban muy buenos, demasiado diría yo. Sin exagerar, de no haber visto que estaba en la cocina preparándolo todo, habría pensado que era un delivery servido en platos.

 

-Esto…esta…buenísimo – comentó Seo.

 

-Lo está – lo apoye yo - ¿Qué hiciste para que quedara así? – Pregunté - ¿Magia negra?

 

-Gracias Seo Hyung y me subestimas Joon Hyun – respondió él – No es magia negra, es la receta secreta de la abuela. Nunca falla.

 

-Yo necesito esa receta secreta en mi vida de casado – dijo Seo – A puesto a que Jin Soo estaría orgulloso de haberme pedido matrimonio.

 

-¡Ohh cierto! Aun no me dices como te lo pidió – pregunté de golpe tomando un pan de ajo de la mesa.

 

-Pues…me tomo por sorpresa – comenzó a decir - Habíamos quedado en vernos en un restaurante porque quería decirme algo. Últimamente se había estado comportando muy misterioso, recibía llamadas de personas que yo no conocía y salía y no me decía a donde, así que cuando llegue al restaurante ese día, estaba llorando pensando que iba a terminar conmigo o algo así – explicó.

 

-Aww llorón – bromee ganándome una mirada divertida de Ji Ho – Tu cállate – dije leyendo sus pensamientos. Que últimamente haya estado sensible no quiere decir que sea un llorón.

 

-¡No he dicho nada! – Se quejó – Por favor continúa Seo Hyung – dijo interesado en el relato de Seo.

 

-Bueno, entonces…llegue llorando y lo asuste porque creyó que me habían asaltado o algo así, y la única excusa que pude pensar fue que había tenido una pelea con un cliente en la tienda, lo cual fue malo porque se puso histérico y quiso ir a reclamarle.

 

-¿Es enserio Seo? – Pregunté divertido – Que malo eres mintiendo – dije causando otra mirada de parte de Ji Ho. ¡Sí, no sabía mentir pero…Seo tampoco! - ¡Ji Ho ya basta!

 

-¡PERO SI NO HE HECHO NADA!

 

-¡Pero estas pensando hacerlo así que más vale que no lo hagas! – dije desatando la risa de Seo.

 

-Jajajaja… ¿de verdad ustedes se conocen hace una semana?

 

-Por desgracia – dije entre dientes.

 

-¡Te oí! -  me acusó.

 

-Bueno como les decía – continuó diciendo Seo – Luego de que logré que se calmara y yo me calme, o por lo menos hice el intento, se sacó del bolsillo de la chaqueta un sobre blanco, me lo dio y me dijo que era una invitación. Así que yo tome el sobre, lo abrí y vi que era una invitación de bodas muy bonita, así que evidentemente lo primero que pregunté fue “¿quién se casa?” y entonces, antes de que pudiera leer lo que decía, él simplemente respondió “nosotros”

 

-AHHHHHHHHHHHHH – grité como adolescente - ¡Que romántico! – Dije yo imaginando la escena y abanicándome con la mano.

 

-¡Buena propuesta! – me apoyo Ji Ho – Me gusta su estilo.

 

-Pues sí y así fue. Luego se sacó de alguna otra parte el anillo y lo puso sobre la mesa y también había flores blancas y unos músicos salieron de alguna parte, y luego se arrodillo y me preguntó “¿quieres casarte conmigo?” y todo el mundo estaba viendo y yo…sentí que…morí…y reviví…y morí nuevamente…y reviví solo para decirle que ¡obviamente si quería! – termino de relatar con emoción, y no era para menos, no todos los días le proponen a uno matrimonio – Luego nos besamos mucho y las personas de alrededor comenzaron a aplaudir, y todo fue como…como….

 

-¿Cómo la historia de un libro? – Dijo Ji Ho causando que tanto Seo como yo lo miráramos intrigados - ¿Qué? ¿Qué dije? Eso parece.

 

-¿Ji Ho, eres romántico? – preguntó Seo logrando que yo lo fulminara con la mirada.

 

-Uy si…muchísimo – respondió – Mis amigos dicen que me escape de algún siglo pasado porque soy de los que mandan flores y hace poemas. Una vergüenza para el siglo XXI

 

-¡Otro puntoooo! – Canturreo Seo - ¡Con diez hay boda y lleva cinco!

 

-¿Otro punto? – Repitió confundido aunque yo si había entendido perfectamente - ¿Qué punto? ¿Cinco qué?

 

-Nada, nada, no le prestes atención – respondí yo rápidamente – Comamos postre – Cambie de tema rápidamente.

 

Recogí los platos de la mesa y busque la enorme caja de dulces que tenía metida en el refrigerador para tomar tres postres diferentes. Para Seo era muy fácil, él moría por cualquier cosa que tuviese almendras, maní o frutos secos así que escogí una tarta de crema y avellanas, sin embargo…tenía un ligero problema con respecto a mi postre y el de Ji Ho.

 

-Ji Ho tenemos un problema – dije mirando el interior de la caja.

 

-¿Qué sucede? – Preguntó – No me digas que nos estafaron.

 

-No, pero solo hay una tarta de chocolate y caramelo y me la voy a comer yo – informe como si fuera un hecho.

 

-¡¿Qué?! – se quejó - ¡No! ¡¿Por qué?!

 

-¡Es lo justo! – Respondí – Tú te comiste la otra en el café y yo no te dije nada.

 

-Pero no sabía que te gustaban para ese entonces y además habían dos, tú podías comerte la otra – explicó - ¡Me rehúso! – dijo cruzándose de brazos – Piedra, papel o tijeras y el ganador se lleva todo.

 

-¡¿Qué?! No seas infantil, es solo una tarta Ji Ho.

 

-¿Y…si es solo una tarta porque estas peleando por ella, eh? – Chico listo.

 

-Te recuerdo que esta es mi caja de dulces. La tuya está en tu apartamento – recordé.

 

-La caja que prácticamente te obligue a tomar porque no querías – recordó él. ¿Acaso tenía un argumento para todo? – Y…mi caja de dulces…ya no existe.

 

-¡¿Qué?! – Dije horrorizado - ¡¿Cómo pudiste comerte todo eso en solo un día?! – le reclamé.

 

-¡Es que no me pude resistir! ¡Tomo mucha agua y cada vez que iba por una botella al refrigerador, estaba ahí la caja y cuando caí en cuenta ya no tenía nada! – se excusó haciéndome reír.

 

-¡¿Y eso a mí que?! No te daré mi tarta. ¡Es mía! – exclamé intentando ser serio pero es que no podía, la risa se escapaba de mi boca sin parar.

 

-¡Pero solo queda un pay de kiwi! – Se quejó en un tono gracioso que me hizo soltar otra  carcajada - ¡No te rías, esto es serio, a mí no me gusta el kiwi!

 

-¿Que tienes contra el kiwi? – Le reclame intentando ser serio pero no podía – A mí me gusta.

 

-Pues a mí no y ahí está la respuesta a nuestra disputa. Yo me quedo con la tarta de caramelo y chocolate, y tú puedes quedarte con tu…kiwi sin problemas.

 

-El kiwi es delicioso Ji Ho.

 

-Si… ¡deliciosamente horrendo! Te lo regalo – Lo reitero, un niño de 5 años.

 

-En este apartamento no se habla mal del kiwi, ¿ok?

 

-El kiwi es HORRIBLE – dijo de manera retadora solo para llevarme la contraria - ¡HORRIBLE!

 

-Ustedes dos definitivamente se llevan demasiado bien – dijo Seo divertido mirando la escena – Con diez puntos hay boda, con diez puntos hay boda – siguió canturreando mientras comía su tarta de avellanas.

 

-¿Me van a explicar lo de los diez puntos o no? – se quejó Ji Ho.

 

-Sabes que…toma – dije dándole la tarta de caramelo completa solo para que ignorara el tema de los puntos y la boda. Gracias por nada Seo – Yo comeré la de kiwi.

 

-¡Yeiiiii! – Celebró – Espera… ¿por qué quieres dármela de repente? – dijo entrecerrando la mirada.

 

-Umm…porque…soy un excelente anfitrión – dije comiéndome un trozo de la tarta de kiwi – Ñumm…kiwi – Dije haciendo que hiciera muecas extrañas.

 

-Hagamos un trato - dijo de pronto – Me llevaras al lugar en que dices  que hacen las mejores tartas de chocolate y caramelo del mundo como me prometiste y como te debo una yo pagaré, ¿hecho?

 

-Pero te prohíbo terminantemente que pidas media estantería porque no solo venden eso, ¿ok?

 

-Me parece bien – dijo tomando un bocado de la tarta de caramelo y chocolate y ofreciéndomelo – Sellemos nuestro trato con esto.

 

Yo lo tome no sin antes dedicarle una mirada de maldad pues tome un bocado de la tarta de kiwi, por el lado que más tenía fruta y se lo ofrecí.

 

-¡Joon Hyun!

 

-Si no lo comes, no hay trato, ha sido tu idea – sonreí victorioso.

 

-Argg…a veces odio mis propias ideas – se quejó antes de tomar el bocado de pastel – Uy no, no me gusta.

 

-Ay, cosita – dije muy divertido.

 

-Oigan, sigo aquí ¿oyeron? – dijo Seo divertido tapándose la cara.

 

-¿Qué? ¿Quieres un poco Seo Hyung? – preguntó Ji Ho acercándose a él.

 

-Ten, toma kiwi – dije imitándolo.

 

-No, basta, aléjense.

 

-Sabes que quieres – canturreo Ji Ho – No te resistas.

 

-Kiwi, kiwi, kiwi – repetí yo.

 

-¡Auxilio!

 

Entre bromas y risas, terminamos de comer nuestros postres y aunque pensé que Seo se quedaría a dormir dijo que tenía que irse porque aprovecharía su día libre con su novio, ahora prometido, para planear cosas de la boda.

 

-Bueno, ha sido una noche muy divertida Joon Hyun – comentó Seo yendo hacia la puerta – Y ha sido bueno conocerte Ji Ho.

 

-También me ha dado gusto conocerte Seo Hyung – respondió amable Ji Ho.

 

-Ohh puedes llamarme solo Seo, apenas y soy un año mayor que tú. Joon Hyun es mucho menor y no lo hace.

 

-Lo sé, lo sé. Joon Hyun es un grosero con sus mayores – ¿Perdón? - ¿Vez como si debes llamarme “oppa”? – Y dale con eso.

 

-No ha dicho nada de “oppa”, hablaba de “hyung” y no le digo así porque me dijo lo mismo que acaba de decirte a ti hace un par de años atrás – me defendí – Y con respecto a lo otro, no me siento cómodo diciéndole “hyung” y mucho menos “oppa” a alguien que no come Kiwi.

 

-¡¿Eso que tiene que ver?!

 

-JAJAJA, no me cansare de decirlo, ustedes son tal para cual. Me alegra que se hayan conocido – comentó Seo – Pero en fin…ya me tengo que ir así que los dejo, por ahora.

 

-Gracias por venir – agradecí – Me ha hecho muy bien verte hoy – Si, necesitaba descargarme con alguien que conociera a Dae Hyun y quedara tan impactado con su comportamiento como yo.

 

-Al contrario, siento no haber venido antes – respondió – Yo…no sabía nada y debiste decírmelo apenas paso. Hubiese ido en ese mismo momento por Dae Hyun y le habría dicho algo como: ¡¿Es enserio?! ¡¿El novio de tu mejor amigo?! ¡¿Cómo pudiste hacerlo?! ¡Supéralo, ya no estás en secundaria! Te aseguro que le habría hecho sentir tan mal que hubiese venido a pedirte perdón de rodillas ese mismo día.

 

-¿A qué te…a que refieres con que lo…supere? – dije confundido.

 

-Nada, nada – respondió él – Solo una tontería de secundaria que recordé – explicó – Ya sabes, cuando regañaba a Dae Hyun porque le gustaba todo el mundo – Si, eso lo recordaba aunque no claramente.

 

-¿Me quieres decir que…le gustaba Hyun Su? – pregunté armando cabos sueltos.

 

-Umm…algo así – dijo dejándome de piedra. Era absurdo puesto que él mismo me lo había presentado y me había ayudado a declarármele. Eso sí lo recordaba bien – Ya sabes cómo era, le gustaba hasta yo.

 

-Si…supongo que tienes razón – dije tratando de no darle demasiada importancia al asunto – Igual, ya no importa. Lo que sí importa es que vas a casarte y espero verte pronto y conocer a tu prometido.

 

-Lo harás, y claro que lo conocerás, de hecho he pensado en hacer una especie de reunión de compromiso porque tengo un montón de amigos que no lo conocen y él tiene un montón de amigos que no me conocen. Sería bueno verte ahí, y a ti también Ji Ho.

 

-Ohh muchas gracias – respondió él – Y no te preocupes, obligaré a Joon Hyun a ir si no quiere.

 

-No esperaba menos de ti  – dijo chocando su puño con el de Ji Ho.

 

-Suficiente con el complot de los dos en mi contra – me quejé.

 

Luego de darnos un abrazo a cada uno, Seo se fue a su casa. Había pedido un taxi y este lo esperaba en la planta baja así que se fue casi corriendo por las escaleras. En cuanto a Ji Ho, como se sentía culpable por haberse comido la tarta de caramelo y chocolate, decidió quedarse a ayudarme a lavar los trastes y a organizar, después de todo vivía apenas en frente, así que estuvimos hablando de cualquier cosa mientras dejábamos todo limpio como esta antes y ahora descansábamos en el sillón con un vaso de soda de uva cada uno.

 

-¿Y cómo vas con las letras de las canciones? – pregunté con interés mientras lo miraba afinando su guitarra.

 

-Umm…más o menos – respondió – Justo ahora tengo que hacerle la letra a una porque la  empresa para la que trabajo me lo pidió.

 

-¿Enserio? ¿Cuál de todas?

 

-No especificaron cual – expliqué – Pero quieren que sea la canción principal para un álbum, y esta debe ser enérgica y tener un…”BANG”

 

-¿Un Bang?

 

-No, no un Bang, un “BANG” – dije con energía.

 

-¿Y eso que es exactamente? – pregunte curioso.

 

-No tengo idea pero creo que se refieren a que sea algo “movido”, así que he pensado en escribir la letra de la melodía que tú cantas como “La noche esta oscura otra vez. Entren ¿quién es el siguiente esta vez?” – Si, recordaba cual era.

 

-Ohh…esa me gusta – comenté – Y suena alegre, creo que es buena elección, aunque te repito que yo no canto Ji Ho y que eso era solo una tontería.

 

-Bueno, bueno, he escrito un par de estrofas tomando en cuenta las, según tu tonterías, que “tarareas”, así que espero que no te moleste.

 

-Para nada, ni siquiera sé cómo podrías convertir eso en la letra de una canción.

 

-Así: “La noche esta oscura otra vez. Entren ¿quién es el siguiente esta vez? La guerra empezó y ahora no terminará, alza tu voz…hasta que estalle” - comenzó a cantar – “Esta atmosfera se va encender, y la locura no se va a esconder, dignidad de hombre y pretensión de mujer, confianza en lo desconocido debes tener. A partir de ahora voy a presumir, como una enfermedad me voy a expandir, agitando alrededor, de tu extraña mente sí, hoy no hay reglas…hay que vivir” - ¿Cómo rayos hacia eso? – “Encender el lugar, a tu corazón llegar, enloquecerte es mi objetivo…” y bueno…me faltaría una parte ahí antes del coro y claro…el coro, pero más o menos así va la cosa.

 

-¡Wow! – Exclamé sorprendido – Eso ha sido genial y…suena mil veces mejor como tú lo haces a como yo lo tarareo, ¿vez la diferencia? Incluso tiene un rap.

 

-Yo no veo nada – respondió haciéndome rodar los ojos – Y gracias, pero me sigue faltando la parte más importante que es el coro, así que…acepto ideas.

 

-Estás hablando con la persona equivocada, yo no sé mucho de música – dije con sinceridad – Aunque si a mí me hubiesen dicho eso del “Bang” me lo habría tomado literal – comencé a decir – Es decir, quieren un “Bang” en la canción, tendrán un “Bang” en la canción, y que mejor manera que poniéndolo en el coro – comenté - Sería algo como “BANG, BANG, BANG” y que se repita. No sé si es válido pero…tiene el “Bang” ¿no?

 

Cuando terminé de hablar él me miraba fijamente con los ojos como platos. Aishh, yo y mis estupideces. Obviamente no se podía hacer la letra de una canción así ¿en que estaba pensando cuando abrí mi gran boca?

 

-Perdón – me disculpe – Fue una tontería no quise…burlarme ni nada y…

 

-Joon Hyun- me nombró de golpe sujetándome por los hombros – Eres…un… ¡genio! – me halago dándome un sonoro beso en la mejilla y sonriendo ampliamente.

 

En otras circunstancias creo que le habría reclamado, pero solo por esta vez no diría nada al respecto, después de todo, ni siquiera entendía lo que acababa de pasar.

 

-¿Ahh…si?

 

Pov Seo

 

Salí de la casa de Joon Hyun con una idea descabellada en la cabeza. Su cara me era muy conocida, demasiado. Sabía que lo había visto en otro lugar, pero… ¿de dónde?

 

Quien diría que el reproductor de música que había dejado abierto en mi móvil, tendría todas las respuestas.

 

-¡No puede ser verdad! – grité de golpe asustando al taxista que me llevaba a casa.

 

-¿S-Señor…se encuentra bien? – preguntó el hombre al volante.

 

-¿Ehh? Ahh…si…perdone, no me pasa nada – me disculpe – Solo…acabo de darme cuenta de que…conocí…conocí una celebridad y no…no lo sabía.

 

-¿Enserio señor, a quién?

 

-Nada más y nada menos que…………………un miembro…de V.I.P

 

CONTINUARA

 

Notas finales:

¿Que les parecio? La cosa se va a ir poniendo más y más interesante.

 

Por cierto, si hay alguien por aquí que sepa italiano, perdonen si he escrito algo mal :c no soy experta en ese idioma como ustedes, apenas y se hablar español y de paso mal. Así que solo por si acaso, haganme saber si he fallado en algo.

 

Espero sus opiniones las cuales usaré para mejorar.

 

Nos leemos pronto...

 

XOXO

 

"Este fic es completamente de autoría propia. Se prohibe cualquier tipo de copia o divulgación sin mi autorización. Cualquier parecido a otro fic es solo coincidencia"


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