Bang bang -Nancy Sinatra
-No esperen, no es lo que piensan- exclamo Vlad, haciendo presión en la herida del torso el ultimo disparo había acertado.
-No caeremos en sus trucos fantasma, ¡estabas tratando de robar nuestras cosas otra vez!- Grito enojada la mujer en el mono azul, empuñando la pistola, por un momento se cubrió a si mismo con su brazo disponible; en menos de un instante el fantasma de pelo blanco y ojos verdes se interpuso entre la cazadora y el hibrido herido.
-Ma…-no pudo terminar esa la palabra, el impacto fue inmediato justo en el centro de su pecho no lo suficientemente cercano al corazón humano pero si en el punto exacto donde su núcleo estaba. Por un par de segundos sus ojos verde fluorescente no apartaron la vista de su madre quien, aún tenía el ectoarma apuntándole, sin creer la escena sin querer creerla.
Maddy le disparo a su hijo.
Danny trastabillo un momento convirtiéndose en su mitad humana, el ectoplasma y la sangre comenzaron a fluir de la herida. Los ojos anonadados de sus padres. Vlad contuvo la respiración, era como si todo se congelaba al momento que el joven héroe caía de espaldas muy cerca de donde el hibrido mayor estaba, quien entre sus propias heridas se las arregló para tomar al joven entre sus brazos.
-Daniel-susurro posando los ojos rojos en los azul claro que soltaban pequeñas lágrimas. Los fluidos que emanaban de la zona de impacto comenzaron a manchar el traje blanco del mayor; no pensó ni en sus más malvados planes que héroe terminara de esa manera. Las palabras entrecortadas del joven lo hicieron reaccionar.
-Hu..ye-
No les dio tiempo a sus antiguos amigos de acercarse lo sufriente para ver al chico entre sus brazos; aprovecho que estos bajaran las armas y con Danny al borde de la inconcina se aventuró al portal Fenton. Cruzo lo más rápido que sus poderes le permitían la dimensión pese a las propias heridas, no debía perder más tiempo Daniel necesitaba atención inmediata.
Finalmente logro entrar a su propio portal, y coloco al héroe en la mesa de experimentos y sin darse cuenta ya tenía todo el equipo que necesitaba alrededor del joven de diecinueve; electrocardiograma, unidades de plasma y sangre torpemente conectadas al brazo palido.
-“¡Tienes que estar bromeando! Pero te gustaba mi mamá”- no había sido parte del plan que se enamorara de el en verdad, ni mucho menos que terminara su obsesión con la mujer de ojos morados tan súbitamente. Pero su corazón por primera vez en años se sentía enamorado, emocionado con solo ver al joven de cabello negro.
Trato de suturar la delicadas venas por las cuales estaba conformado el núcleo de hielo, una luz azul fría como la naturaleza del mismo daba sombra a los movimientos de sus manos; el tejido estaba demasiado dañado para poder hacer mucho; por un momento incluso contemplo la idea de arrancarse el mismo el núcleo para dárselo al chico pero sabía que no funcionaría por las naturalezas opuestas de los mismos.
El ectoplasma de la bolsa se estaba acabando, volvió la vista a la tarea de reparar el núcleo y otro recuerdo lo invadió.
-“Te daré una oportunidad”- cuando por fin le concedió una cita, pese al pasado en común que ambos híbridos tenían. No recordaba cada detalle con exactitud pero la sonrisa que le había robado a Daniel seca del final de su cita estaba grabada en su memoria.
-“Quizás también me gustas”- fue una sorpresa cuando al fin de esa misma salida, el joven le había plantado un beso antes de desaparecer.
El corazón humano trataba de soporta la pérdida de sangre, pero no era suficiente su ritmo estaba aumentando drásticamente, tendría un ataque en cualquier momento. Busco otra unidad de sangre y la coloco velozmente.
-Maldita sea, Danny solo resiste un poco más ya casi esta
“Viviré con tigo, cuando inicie la universidad”- dijo terminando de abotonar la camisa azul marino; el hibrido mayor seguía en la cama de sábanas blancas, enseguida se incorporó al escuchar lo que el más joven acababa de decir.
Eso era dar otro paso en la relación, por primera vez en su larga vida tendría un compañero viviendo con él; solo un par de meses.
El monitor dejo de sonar arrítmicamente, para pasar a un tono sin interrupción. Miro a Danny, su mecho ya no se movía y el núcleo que con tanto esfuerzo trataba de salvar comenzó a apagar su luz helada.
La fuerza abandono sus piernas, sintiendo como su propio núcleo comenzaba a quemar su pecho; los recuerdos se agolparon en su mente; todos aquellos momentos en los que su vida había vuelto a tener sentido, la esperanza de forjar más junto al otro hibrido. Sus lágrimas escaparon, no solo la forma humana de Danny estaba muriendo, su forma fantasma moría, y no había nada más que hacer.
Danny murió por salvarlo.