Ong ong- Blur
Repaso por quinta vez el plan; era simple solo debía de encontrar Daniel y decirle las cosas tan claras como pudiera. Sin sonar pomposo. No podía creer que alguien de veintitrés años, recién graduado en astrofísica y con un puesto prometedor en la NASA fuera así de despistado.
¿Enserio era tan difícil hacerlo entender que quería estar con el?
Sacudió la cabeza tratado de que la frustración no saliera a flote; tal cual lo que le había pasado a Samanta le estaba sucediendo ahora a él; es que ¿cuantos presentes debería de hacerle al más joven para que entendiera que estaba iniciando el cortejo? La pequeña donación para la universidad, el dejarle utilizar una de sus propiedades cercanas a las instalaciones del campus de Cabo cañaveral para que le fuera más simple desplazarse (aunado al portal fantasma que esta poseía) hasta incluso había dejado en paz a Jack por todo el asunto del accidente. Por un momento sintió algo de compasión por la ex-novia del chico y los tres años que tardó en hacer que el hibrido más joven se diera cuenta de sus sentimientos. Pero él no invertiría más tiempo en ello, ya eran cuatro años a fin de cuentas en los que había iniciado con el intento de acercarse Daniel; y en definitiva no se estaba haciendo joven con el paso del tiempo.
Las palabras que usaría las había recitado unas veinte veces por lo menos, no balbucearía torpemente como el adolecente que fue; debía actuar como el hombre de negocios multimillonario que es. Explicar sus sentimientos para que alguien tan despistado como Daniel los entendiera y que si es que un dios existía y, se encontraba viendo el desarrollo de toda su situación le ayudara para que fuera aceptado.
Todo estaba muy claro para su cabeza, cruzo el portal y atravesando la zona fantasma llego al punto que deseaba; entrando en la biblioteca de esa propiedad con pasos seguros. No quería que las cosas se mal interpretaran, o que resultara un desastre colosal como lo fueron todos sus planes malignos en el pasado.
Examino el salón que estaba atravesando, se encontraba en buenas condiciones, más de lo que esperaba de un universitario si era sincero, habría seguido su camino de no ser porque por encima de una de las mesas decorativas donde claramente recordaba que había un jarrón, en su lugar un singular marco de fotografías giratorio, en forma de rueda de la fortuna se encontraba. Desvió su curso para analizar el interesante objeto, no pudo evitar sonreír al ver que en cada marco pequeño se encontraban fotografías de los amigos del joven héroe.
Una de los tres chicos en la edad que los había conocido, en la hamburguesa apestosa; otra de Samanta (la cual lo hiso sentir un tanto molesto) para pasar a otra en el reverso con el mejor amigo de Daniel; después una reducción de la graduación de Casper High la cual, el mismo tuvo el honor de dirigir por ser en esa época el alcalde de la ciudad; recordaba claramente que esos tres tenían los ojos en el por si planeaba hacer algo.
Les tomo bastante tiempo ver que no era una amenaza.
Volteo el pequeño marco, ahora seguían las fotografías de la familia Fenton. En efecto era doloroso pensar en cómo por tanto años intento apoderarse de algo que nunca le había sido destinado en primer lugar; vio el reverso de este para toparse con la imagen de Maddy y Jack abrazados en lo que parecía ser una fotografía de bodas. Sería difícil explicar cómo se había dado cuenta que su obsesión era solo eso, por no decir que Reloj le advirtió que no hablara sobre su pequeña visita a la torre y lo que vio en los diversos multiversos. Especialmente del detalle que en cada uno en que su relación con Maddy tuvo otro giro, y terminaban siendo pareja ella siempre se daba cuenta que no era el amor de su vida o ella simplemente se alejaba de el escapando con Jack en cada uno de los casos.
Quizas ese fue el primer paso necesario para darse cuenta de la realidad, y dejar a sus antiguos amigos ser felices con su vida tal como estaba; y en palabras del amo del tiempo darse el mismo la oportunidad de amar verdaderamente.
Su mirada triste continuo con el siguiente panel, ese era de Jazmine con Daniel ambos se veían felices, y notaba que era de las más recientes por el cambio físico de ambos. Ella con el cabello igual de largo pero con los rasgos más definidos como adulta, y unas gafas que recordaba no tendrían más de un año.
Mientras que Daniel se apreciaba mal alto que su hermana, con los músculos mas definidos que lo que había sido su versión adolecente. Sintió calor en sus mejillas al darse cuenta con que ojos contemplaba la imagen del mitad fantasma más joven, sacudiendo la cabeza para pasar a la siguiente imagen.
Abrió los ojos sorprendido, era una fotografía suya que de acuerdo a el no recordaba que alguien la hubiera tomado. Por un momento su núcleo vibro era el sobre su escritorio viendo algún tipo de papeleo, sin la parte superior de su traje y la corbata suelta. Cambio el panel para encontrar otra de el pero ahora de la ocasión cuando había cortado su cabello y no llevaba las ropas formales de siempre.
El reverso fue lo mismo, pero esta vez de una de las cenas que había tenido con los Fenton donde se podía ver que sonreía junto a Maddy y Jack aunque estuviera un tanto distorsionada. Sus mejillas no podrían estar más rojas para este punto ¿Daniel le había tomado estas fotos? No podría creer que el más joven fuera un experto en capturar momentos así de el; y menos tener el cinismo de ponerlos en un marco.
Solo quedaba un panel más, trago saliva antes de mirarlo pero se dio cuenta que estaba vacío, lo volteo para estar seguro entontado solo una imagen de su querida gata Maddy. Por un tiempo que no supo contar contemplo de nuevo las últimas imágenes, pensando en los escenarios posibles que las dieran por resultado. No escucho como la puerta principal se abría, ni como el ya no tan adolecente se dirigía al salón.
-Vlad ¿qué haces aquí?-el mencionado volteo para encontrarse la agradable imagen del joven Fenton; aun con las llaves en mano y los libros en el antebrazo contrario. Danny por su parte vio como el mayor es encontraba en frente de su pequeña galería y se sonrojo, por efecto soltado los libros que llevaba.
El multimillonario sonrió ante ese pequeño gesto, ya era el momento correcto para comenzar con su estrategia.
-Danny hay algo que quiero decirte-hablo al momento que se encamino al más joven.
Quizás el también era un tanto despistado